C O L Í N
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Escuchaba como las cosas en la habitación de mis padres eran arrojadas contra la pared. Dasha quien no entendía nada se cubría la cabeza con mis sabanas metida en mi cama. El día de ayer mi madre comenzó a sentirse mal por la noticia que Pegaso producto de la violación de mi abuela estaba rondando por el jardín de Artemisa. Mi abuela aun no lo sabía y comprendía la actitud de mi madre de no querer decirle nada. Por otro lado, la tía Ylenia vino a hablar con mi madre en un intento de calmarla, pero por lo que se ve nada de eso está funcionando.
- ¿Colín mamá está enojada por que hice algo malo? - con apenas dejar ver sus ojos verdes mi hermanita pregunta tímida si todo ese caos es por su culpa.
- No, mamá está enojada por temas de adultos cuando crezcas lo entenderás - me acerco a ella para sacarla de ese ovillo de sabanas en la que se escondía. - Sabes que a mamá le gusta que seas valiente - sentándola a mi lado toco la punta de su nariz haciéndola reír. Las cosas en la habitación de mi madre parece que ya se calmaron y pasos corriendo por las escaleras se escuchan en el silencio de la casa.
La puerta de mi cuarto se abre dejando ver a una niña con una remera roja de mangas cortas, un conjunto con un peto de jean. Un par de converse rojos y su cabello recogido en dos colitas que traían una manzana de plástico pequeña. Apple corre de inmediato hacia mí para darme un abrazo de oso como ella suele llamarlos. Desde que era una bebé la menor de las hijas de la tía Alida era muy unida a mí. cuando sus brazos me soltaron ella fue directo a mi hermana para también darle un fuerte abrazo.
- ¿Apple donde te metiste? - escuchamos la voz de Red en el pasillo abriendo puertas por donde pasara. Nuevamente la puerta de mi habitación fue abierta donde apareció otra pelirroja viendo todo a mi alrededor.
- Red voy a jugar con Dasha - las dos niñas salen de la habitación pasando alado de la mayor de las Smith que continúa viendo a su alrededor. Cuando quedamos solos Red cerró la puerta para caminar hacia donde se encontraba la silla de mi escritorio y se sentó allí viéndome con una sonrisa algo aterradora.
- ¿Qué pasa? - cuestiono al ver que la pelirroja solo se queda viéndome con una sonrisa algo psicópata. Ella junta sus manos entrelazando sus dedos para apoyar su espalda contra el respaldo de la silla.
- Colín, Colín, Colín... - habla negando con su cabeza al tiempo que separa sus manos para señalarme - Esa chica no es para ti y lo sabes espero que te des cuenta a tiempo de tu error, no siempre las chicas malas son la mejor opción - las palabras de Red hacen que venga a mi mente lo que paso ayer con Calí. Nuestras miradas, sus manos tomando las mías, las risas que ambos compartíamos y lo que finalmente marco ese día. Un beso, algo delicado, profundo y que decía más que mil palabras.
- ¿Nos viste? - pregunto poniéndome en pie mirando los posters de bandas en mi pared, no quería enfrentar a los ojos de Red y confirmarle que me importaba lo que me estaba diciendo.
- Practico skateboard y el mejor lugar para eso es el punto, no esperaba verte allí con la nueva - gire para ver a la pelirroja que continuaba con su sonrisa - Algo esconde Calíope me lo dicen mis manzanas del caos - se levantó de la silla de manera elegante buscando verse amenazante. Camino hasta tener una distancia prudente entre ambos, pero lo suficientemente cerca para golpear mi pecho con su dedo índice. - Escucha bien Colín si la loquita llega a tocar un solo pelo de Mar o Melione se arrepentirá - los ojos de Red pasaron de ser verdes a un marrón chocolate muy oscuro. En sus labios ya no había ninguna sonrisa y por primera vez pude ver de verdad una expresión seria en el rostro de Loaiza. Apartando su dedo de mi pecho la miro de la misma manera ella no era nadie para amenazarme si Calíope y yo no somos nada más que amigos.
- Calíope no les hará nada dime como podría una mortal dañarlas - tenía que mentir si decía que Calí es una diosa tendría a medio pabellón olímpico queriendo cortarme la cabeza. - Solo aléjense de ella solo intentaba ser amable, pero ustedes la reciben de manera tan hostil - ambos nos miramos como si en cualquier momento alguno daría el primer golpe con sus poderes.
- ¿Está todo bien? - la voz suave de Mar nos saca de nuestra amenaza de miradas, ambos giramos a ver a la puerta. La descendiente de los mares estaba allí parada junto a tres niñas que nos veían con los ojos muy grandes.
- Solo estábamos jugando y debatíamos quien gano - retomando la actitud juguetona que la caracteriza Red sonríe a las chicas. Mar que no parecía tragarse mucho su cuento envió a su hermana y las otras dos niñas a jugar.
- Bien, si ya terminaron les pediré si alguno puede llevarme al liceo - la rubia se apresuró a explicar - Mis padres están abajo juntó a los suyos y no puedo transportarme con mis poderes ya saben muchos mortales - con una sonrisa Mar camina dentro de mi habitación viendo las cosas que se encuentran en esta. Si hay algo que a mi madre le molesta mucho es que soy desordenado mis cosas quedan donde caen y en ese orden yo las encuentro. La rubia parecía estar algo incomoda con mi desorden y yo que ya estaba harto de que entre gente a mi habitación sin permiso tiro una idea.
- Puedo llevarte ahora les pediré que salgan necesito alistarme - camino hasta la puerta la cual abro para que ambas chicas salgan fuera. Dando una mirada rápida por mi habitación busco mi celular para enviarle un mensaje a Kevin para decirle que pasare por él, no quería pasar solo por un incómodo viaje junto a Mar.
C A L Í O P E
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Las intensas emociones nuevas me confunden. Siempre había sido una chica sabia al tomar mis disecciones, pero al estar cerca de Colín me volvía en una errática diosa. Oliver permanecía con la cabeza fría decidido a seguir con el plan, su prima Mar no parece ser una amenaza y tanto Anker como Melione son fáciles de neutralizar. Si me preguntaran yo diría que mi hermano se parece demasiado al viejo de Cronos. Lo menos que se podía esperar de alguien que fue criado por el titán del tiempo.
- Concéntrate por lo que hemos venido Cali un chico como Adams no está a tu altura - hablo sacándome de mis pensamientos mi adorado hermano mayor. Es increíble como catorce meses pueden generar tanto poder sobre alguien.
- Esta es tu misión no la mía, tu solo me has traído por lastima - cierro mi taquilla con fuerza viendo el decorado reciente que le había hecho a la puerta de metal. Pintada con aerosol negro, con pequeños destellos de luces simulando estrellas. Una media luna en la parte superior sobresaliendo de ese fondo oscuro y finalmente una espada liviana de tamaño pequeño estaba pegada al metal. Toda una belleza de arma para una guerrera y que además de forma decorativa servía para defenderme por si pasaba algo dentro de este liceo. - Decora tu taquilla que las personas comenzaran a pensar que eres raro y deja de meterte en mis asuntos con Colín - acomodando mi bolso al hombro intento alejarme, pero Oliver me detiene con su mano sobre mi muñeca.
- No te traje por lastima eres una formidable guerrera Calí además de una chica inteligente. Somos familia Calíope y nadie podrá cambiar eso, hermanos a la tumba - su mano soltó mi muñeca para extender sus brazos. Refugiándose en su pecho lo abrazo repitiendo la frase que decíamos desde pequeños.
- Hermanos a la tumba - separándonos cada uno camina a la clase que le correspondía debíamos mantener un perfil bajo para que nadie sospeche que no somos del todo normales.
Por los pasillos del liceo podía sentir la mirada de todos sobre mí, pero yo buscaba una en especial. La misma mirada que ayer me estaba viendo luego de haberme besado como lo hizo. Mi primer beso y se puede decir que me fascino solo espero que para Colín también haya sido bueno. Si mi madre escuchara mis pensamientos me diría que soy una promiscua como la ex amante de mi padre, Styx. La titánide Febe tiende a exagerar cuando se trata de mí, jamás fue sorpresa para mi saber que mi llegada fue una excusa para mantener a mi padre alejado de Styx y Oliver. Salvo que mi hermano y su madre siempre me trataron bien, incluso mejor de cómo lo hacia mi propio padre. Por lo que las palabras de mi madre asegurando que Styx es una malvada villana no tenían tanto peso como lo eran cuando era una niña. Son los consejos de esta misma diosa los cuales me están ayudando a conquistar a Colín, sé que eso no es parte del plan, pero lo quiero.
- Calí - freno mi andar al escuchar mi nombre salir de los labios de cierto castaño de ojos verdes. Girando sobre mis talones lo veo entrar saludándome con la mano llamando la atención de muchas personas. Mordiendo mi labio inferior observo cada movimiento del chico que camina hacia mi tirando vibras de chico malo.
- Hola chico serpiente - menciono el apodo que le había dado ayer en el punto y eso lo hizo sonreír. Ambos nos separamos luego de unos minutos ya que cada uno debía ir a su clase correspondiente. El timbre sonó y una mano tomo mi muñeca, mirando por encima de mi hombro vi esos hermosos ojos verdes.
- ¿Quieres hacer algo divertido? - sin dudarlo asentí con la cabeza siguiendo al chico que aún no soltaba mi muñeca. Escondiéndonos del director que recorría los pasillos en busca de alumnos que no habían entrado a clases. Salimos por las puertas traseras que dan directo a la enorme cancha donde comenzamos a caminar directo para sentarnos en las gradas.
Dejándome caer en las gradas observo que desde donde estábamos se podía ver toda la escuela y aun mas allá. Colín se sentó a mi lado sacando un cigarrillo el cual encendió empezando a fumar. Ver el humo salir de sus labios me dio curiosidad por saber que se siente tener esa cosa entre tus dientes. Algo que te hace tan mal, pero te vuelves adicto a su sabor horrible y poco a poco te envuelve en ese círculo. El castaño noto que lo estaba viendo y apago su cigarrillo contra el banco de cemento para luego mirarme dejando escapar el humo entre sus labios. Rebusco dentro de su mochila hasta que saco una envoltura rectangular roja que me entrego.
- ¿Qué es esto? - teniendo el objeto entre mis manos noto que tiene como cuadraditos dentro, Colín sonríe ante mi pregunta y toma otro cigarro antes de contestarme.
- Es un chocolate tú lo abres y puedes comer lo que tiene dentro pruébalo - con algo de desconfianza abro el paquete sacando una tableta con cuadraditos de color marrón. Partiendo la tableta me llevo un trozo a la boca, poco a poco el gusto dulce del chocolate invade mi boca. Es la mejor cosa que más sabrosa que he probado en toda mi vida, deberían tener de estos en el tártaro. Lo debe probar Oliver esto es como comer de las nubes dulces que él me traía cuando venía al tartrato a visitarme - ¿Qué te parece? - terminando de comer el trocito de chocolate miro a Colín con una sonrisa mostrando solo los labios.
- Sabe bien - contesto mirándolo como si no fuera la gran cosa. El castaño se endereza en su lugar posando sus manos a los costados de mi cintura y acercándose de manera amenazante susurra.
- Solo eso tienes para decirme - su aliento con olor a tabaco choca contra mis labios - No te creo Calí - ahora sus manos comenzaron a moverse de tal manera que comencé a retorcerme mientras risas se escapaban de mis labios.
- Esta... bien t-te diré - se alejó un poco de mi dejándome respirar con más normalidad - Es la mejor cosa que eh probado en años... gracias - con una sensación extraña creciendo dentro de mi besé la mejilla del chico de ojos verdes y sentí mi cara arder.
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#FelízJuevesDeEscamas
En multimedia esta Calíope o lo que más se asemeja a la Calí de mi imaginación, pero ustedes pueden seguir imaginándola como gusten.