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Park Chanyeol, de diecisiete años que cursaba su último año de preparatoria caminaba por los pasillos con las manos en los bolsillos de su pantalón negro, haciendo rechinar sus botines del mismo color y viendo como las chicas murmuraban lo guapo y genial que se veía con ese atuendo rebelde. Su cabello era de color gris, desordenado, usando ropas oscuras y de cuero como sus chaquetas. Era demasiado seguro de sí mismo, amante de las fiestas, el alcohol, el sexo y las vueltas en moto a toda velocidad.
Pronto iba a terminar el año escolar y Park Chanyeol estaba en la cuerda floja para repetir año, así que tenía que pensar en un plan de último minuto para poder pasar si es que no quería que su madre lo enviara a los Estados Unidos con su padre para ingresarlo a una escuela militar. Y aún ante esas circunstancias, se mantiene tranquilo y viendo las posibilidades que tenía con calma porque el viernes comenzaba los exámenes.
JongIn y Sehun estaban recargados a los lados de la puerta de su aula, hablando el moreno de lo magnífico que se lo había pasado ayer en la noche, a una fiesta que organizó SooJung antes de que el fin de año acabara.
— ¿Porqué usas lentes de sol dentro de la escuela? — le pregunta Chanyeol entrando al salón, donde ya la mayoría de sus compañeros estaban en sus lugares hablando entre sí.
— Tengo una resaca de puta madre. Anoche bebí demasiado para poder tener las agallas de follarme a SooJung — respondió con una voz más ronca pero bajo, pues el dolor de cabeza era demasiado fuerte.
— ¿Y qué tal? — cuestionó de nuevo, jalando su silla hacia atrás y sentarse recargándose en ella y subir sus pies a la mesa de trabajo.
— Fue del asco. Tuve que imaginarme que era JungHwa para que no se me bajara, ella sí que sabe cómo moverse — sonríe de lado al recordarla, recibiendo un golpe en el hombro por parte de Sehun.
— En lugar de pensar en ella mejor deberías presentármela. Necesito una buena follada esta semana o te juro que estaré de mal humor en todo lo que queda del semestre — menciona Sehun suspirando, dejando que su cuerpo cayera en el respaldo de la silla de su lugar.
— ¿Y tu novia Irene? — pregunta JongIn.
— ¡Me terminó, idiota! ¿Porqué crees que necesito una buena follada? Créeme que si no me hubiera dejado por otro chico, jamás le sería infiel — bajó la voz en las últimas palabras, al igual que su mirada hacia el suelo.
— Vamos hermano, no me vengas con la mierda de que la amabas — burló el moreno cruzando los brazos.
— Tu puta madre, JongIn, la amaba con mi puta vida.
— Si claro, y yo soy virgen — rió — No me vengas con la mierda de que tus sentimientos por ella eran de verdad, porque lo único que tú amas es follar a cuanta puta se te acerca, Oh.
— Vete a la mierda Kim — se levantó de mala gana empujando la silla de su lugar para irse y evitar que sus dos amigos lo vieran lagrimear.
JongIn quiso volver a hablar pero Chanyeol colocó su mano en el hombro del moreno, indicándole que se quedara callado. El más alto sabía que Sehun era la única persona de los tres en enamorarse de verdad, por lo que a pesar de no comprenderlo del todo, supo que no debía decirle ningún mal comentario ni burlarse porque su amigo era, en el fondo, muy sensible. Y él más que nadie conocía que Sehun era muy feliz al lado de la chica, tanto que su vida sexual había reducido al igual que las fiestas.
También sabía que, como era la primera vez en enamorarse, no sabía muy bien como reaccionar a la ruptura y su única salida para poder desahogarse sin tener que llorar era volver a ser el Sehun de antes. O incluso peor.
— Vamos Chanyeol ¿Qué acaso no extrañas al Sehun de antes? Ahora que no tiene novia podrá ser libre de hacer lo que le gusta como nosotros. — Chanyeol prefirió no decir nada y se mantuvo callado, escuchando a JongIn suspirar porque nadie lo apoyaba y claro que no iba a pedir disculpas.
Cuando Chanyeol se recargó más en su asiento, miró cómo su compañero de nombre BaekHun se acercaba a él jugando con sus manos y mirando hacia el suelo para evitar que viese sus mejillas rojas de la vergüenza a pesar de que sus lentes grandes de pasta gruesa camufleajaran la mayor parte del color carmesí en su rostro.
Chanyeol se quedó quieto en su lugar lanzando un suspiro de fastidio, pues le desagradaba la forma en la que BaekHun insistía en acercarse a él.
— H-Hola C-Chanyeol — saludó con una sonrisa mientras se acomodaba los lentes. "Patético" pensó Chanyeol al escucharlo tartamudear. — Y-Yo te hice estas galletas esta mañana, espero que te gusten. Son de chocolate — extendió su mano temblorosa hacia su dirección con la caja de galletas recién horneadas.
Sin voltear, pudo escuchar las risas de JongIn que intentaba retenerlas en frente de BaekHun. Chanyeol llevaba recibiendo regalos por parte del de cabello negro desde hace un año, quien trataba de conquistar el frío y duro corazón de Park luego de estar enamorado de él desde hace casi tres años. Así que, cada día, este se le acercaba con la intención de darle un obsequio casero, una carta, o un Bubble Tea que tanto le gustaban acompañado de un par de palabras para poder entablar una pequeña conversación que para el peligris, era una tortura.
Y es que aunque haya rechazado a Byun BaekHun indirectamente cada vez que puede, el pequeño no parecía tomar las indirectas y seguía insistiendo, sobre todo porque su amigo Luhan, quien era exactamente como él, le daba consejos para que no se rindiera tan fácil.
Al mirar la caja por unos segundos, decidió tomarla serenamente y agradeciéndole a duras penas para apartar su mirada del pelinegro que aún no se iba de su vista.
— V-Verás Chanyeol, y-yo...
— Buenos días jóvenes, vamos a comenzar la clase con un examen sorpresa. Guarden sus libros, saquen sus lápices y contesten con calma que les daré toda la clase para responder. — explica el profesor Choi sacando los exámenes de su maleta — Son treinta y cinco preguntas abiertas, el examen vale veinte puntos de su calificación final así que si no lo pasan, probablemente los vea aquí en segundas oportunidades para aquellos que no les interesa mi materia ¿Verdad, joven Park? — Miró por unos segundos a Chanyeol, quien no le interesó en lo más mínimo que el profesor se haya dado cuenta que no le interesaba en lo más mínimo su clase.
— Tremenda mierda — susurró colocándose al lado de JongIn, su compañero de asiento.
— ¿Asustado porque no sabes nada, Yoda? — burló JongIn.
— Cierra la puta boca, niño listo — rechinó sus dientes sabiendo que JongIn iba a molestarlo con el examen todo el día. Y claro que estaba seguro de ello, pues Kim JongIn, el rey del sexo y las fiestas nocturnas, también era un adolescente muy inteligente por ser dotado. Sólo necesitaba leer el libro una vez para que toda la información, o al menos la gran mayoría, se le quedara grabado en su mente sin olvidar ningún detalle.
— ¿Dónde está el joven Oh? — pregunta el profesor al ver el asiento vacío que estaba a un lado del de BaekHun.
— No vino — respondió JongIn, cubriéndolo para evitar que suspendieran a su amigo de nuevo por saltar clases.
— Bien. Joven Park, siéntese a un lado de BaekHun, no me conviene que usted se siente a un lado del joven Kim.
Chanyeol sonrió sin que el maestro de ciencias sociales universal lo viera, pues sabía que BaekHun era el segundo lugar en el salón -después de Kim JongIn, claro- y eso le daba ventaja al poder copiarse en el examen.
Se sentó a un par de centímetros de Byun, notando que él se estaba poniendo muy nervioso por la cercanía que estaban teniendo. Chanyeol miró hacia el maestro quien estaba revisando los exámenes que había aplicado el viernes en otra aula por lo que aprovechó para acercarse más a BaekHun y susurrarle. Este, por su parte, se mantuvo quieto aguantando la respiración y sentir que su corazón luchaba por salir de su pecho.
— Ayúdame Baek — le murmuró lo suficientemente bajo como para que Choi no lo escuchara.
— P-Pero es examen, no puedo ayudarte — Acomodó sus lentes, mirando mejor al chico de sus sueños.
— Si me ayudas, te invitaré al cine a ver una película ¿Qué dices?
— ¿Cómo una cita?
— Una cita será.
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Después del examen y una eterna hora donde el profesor les lanzaba miradas por si se les ocurría copiarse, por fin se había retirado sin ver a Chanyeol con esa enorme sonrisa de satisfacción, la cual su amigo JongIn vio cuando este se levantó del asiento y se dirigió a su lugar original, ignorando por completo la sonrisa que le había dedicado BaekHun una vez que el profesor se fue.
Las siguientes clases transcurrieron igual, hasta que por fin llegó la hora del receso. Chanyeol y JongIn se fueron del salón hablando de la próxima fiesta que iba a realizar Johnny Seo, un amigo de otro salón que se la pasaba más tiempo entre las faldas de las chicas o los pantalones de los chicos en los baños que en su aula de clase.
— ¿Crees que Sehun vaya a la fiesta? — pregunta JongIn cuando ambos llegan a la cafetería.
— La puta de Irene lo acaba de dejar, estoy seguro de que toda esta semana va a divertirse a lo máximo para olvidar sus penas. — Dice Chanyeol mientras se sienta en su mesa de siempre, con el moreno a su frente.
— Estaba pensando...
— ¿Tú piensas? — trató de burlarse.
— Pues para contestar un examen de sociales en diez minutos sin tener que copiarse, yo digo que si.
— ¿Qué estabas pensando? — cambió de tema llevando un gran bocado de Kimchi con verduras extras a su boca, haciendo caso omiso a la pequeña risa de victoria que lanzó JongIn.
— Vengarme de Bae ¿Qué más? — Se inclinó un poco hacia adelante apoyando su coro derecho en la mesa y apuntar a Chanyeol con el índice, decidido y serio en sus facciones y su manera de hablar — No sé con cuál hijo de perra se fue pero lo voy a averiguar, voy a golpear a ese imbécil con ayuda de mi amigo Taeyong y haré que la deje de la forma más cruel posible, en frente de todos.
— Pensé que ibas a planear en acostarte con ella y dejarla.
— Si Sehun dice amarla, entonces yo no puedo hacer eso. No nos metemos con la gente que queremos, hermano, ni yo lo haría.
— ¿No me compraron nada? — la voz de Sehun sonó para luego verlo sentarse a un lado de Chanyeol, con la bandeja de comida en sus manos — A ti te tocaba comprar el postre hoy — le mencionó a Chanyeol.
— Hoy es martes, Sehun. Te toca a ti — Escuchó a Sehun murmurar una grosería.
— Mierda, se me olvidó — se volvió a levantar y se dirigió hacia la máquina expendedora para comprar un par de galletas. Desde que habían entrado a preparatoria, tenían el hábito de comprar postre -entre ellos, pastel, galletas o cualquier tipo de chatarra- y cada día le tocaba a alguien. Chanyeol los lunes y jueves, Sehun los martes y viernes, y JongIn los miércoles y cada vez que los tres salían a despejarse o cuando no tenían ganas de ir de fiesta y preferían pasarla en casa del peligris.
Sacó su dinero del bolsillo del pantalón y antes de poder insertar su dinero en la máquina, se detuvo en seco al notar de repente que un chico de cabellera castaño claro estaba peleándose con la máquina porque no le daba sus cacahuates.
— Máquina cochina, dame mis cacahuates japoneses — Dijo para si mismo, golpeándola.
— No creo que puedas sacarlas usando esa fuerza — El chico saltó desde su lugar, asustado y con el corazón latiendo con frenesí al escuchar la voz detrás de él. Volteó a verlo con los ojos bien abiertos, recargado en la máquina y con una mano en su pecho como si eso fuese a tranquilizarlo. — Oye ¿Estás bien? — preguntó cuando el chico estaba respirando extraño, viendo unos segundos después como el de cabello castaño claro sacaba un inhalador de su pantalón, lo agitaba e inhalaba con profundidad una vez que se lo llevó a la boca.
Sehun trató de acercarse más a él tomándolo del hombro para verificar que todo estuviera bien, pues estaba preocupado por ver las reacciones del chico indefenso. Pero este, por su parte, solo posó su mano en frente en señal de que no se acercara más.
— Estoy bien, gracias. Sólo que... me asustaste — guardó su inhalador de nuevo en su sitio y le sonrió a Sehun. El de cabello negro se le quedó viendo a la linda e inocente sonrisa que el más bajo le dedicó para que se relajara, deteniéndose el tiempo un par de segundos y pasando el espacio en cámara lenta, totalmente embobado por lo bello que se veía el chico en ese ángulo, con esa expresión en su rostro.
Jamás en su vida de mierda había visto un chico tan lindo que irradiara inocencia con solo verlo a los ojos. Mierda, incluso sus ojos eran preciosos porque, gracias a la luz que de alguna extraña manera golpeaba su rostro estando dentro de una cafetería cerrada, podía percibir mejor el color avellana y el brillo que poseía.
— Holaaa ¿Sigues ahí? — preguntó el castaño moviendo su mano de un lado a otro en el rostro de Sehun para que reaccionara ya que llevaba tiempo viéndolo embobado y no sabía qué demonios le ocurría.
— Uh...si. Si — respondió parpadeando varias veces — ¿Problemas con la máquina?
— Si, la cochina máquina no me quiere dar mis cacahuates japoneses, se han atorado dentro y no puedo sacarlos. — dijo volteando a ver sus cacahuates atorados con un puchero en sus labios mientras posaba sus manos en el vidrio como un pequeño niño.
Sehun rápidamente cambió de posición hacia un lado queriendo mirar la cara del chico haciendo puchero. Cuando el más bajo vio a Sehun queriendo verlo, dejó de hacer caras lindas y lo miró a los ojos extrañado y un poco incómodo.
Sehun carraspeó volteando un par de segundos hacia otro lado mientras guardaba sus manos en los bolsillos.
— Déjame ayudarte — Colocó su dinero en la expendedora y presionando el número al que le pertenecía a los cacahuates haciendo que dos envolturas cayeran.
— ¡Oh, genial! — exclamó sonriendo en grande y moviendo sus piernas en pequeños saltos de alegría — Muchas gracias, déjame te doy el dinero que gastaste.
— N-No, no. — apresuró en decir — No es necesario. Tómalos, son todos tuyos.
— ¡Gracias de nuevo! — El castaño tomó las envolturas que sostenía Sehun y le dio un pequeño abrazo. Abrazo que hizo el corazón del pelinegro latir con fuerza y sentir que su cuerpo flotaba en el aire por lo bien que se había sentido el pequeño afecto que le hizo sentir malditamente bien. — Soy Luhan, por cierto.
— Hermoso...
— ¿Qué?
— Yo soy Sehun. Oh Sehun — corrigió.
— Pues, un gusto conocerte Sehun — sus mejillas se coloraron a carmesí, haciendo casi chillar a Sehun por lo adorable que se veía. Casi. — ¡Nos vemos!
— Adiós...
Pagó por las galletas para sus amigos luego de perder la espalda de Luhan de su vista, dirigiéndose a su mesa con los dos pares de ojos de sus amigos posarse en él hasta que se sentó a comer con ellos.
— ¿Qué fue eso, hermano? — preguntó JongIn abriendo el paquete.
— Un problema que tenía aquel pequeñín.
— Mierda Sehun, es el amigo de BaekHun. El estúpido niñato que lo ayuda a joderme la existencia.
— No le hables así, cabrón — Sus amigos quedaron callados. Incómodos, sorprendidos. Sehun también quedó callado dándose cuenta de la reacción rápida que tuvo hacia el peligris sin pensarlo. — Lo siento.
— Y hablando de BaekHun — JongIn sonrió, burlón — Creo que se va a acercar a ti. — Los tres amigos voltearon hacia unos mesas hacia la derecha disimuladamente -no tanto por parte de JongIn- viendo cómo Luhan parecía darle ánimos para que BaekHun se acercara a Chanyeol.
Chanyeol estaba seguro de que BaekHun le había contado a su dichoso amigo la cita que le iba a dar por haberle salvado el pellejo en sociales universal.
— C-Chanyeol — le llamó, jugando de nuevo con sus manos y sentir sus mejillas muy calientes de la vergüenza — ¿S-Sigue en pie lo de la cita?
— Claro que sí, BaekHun — le sonrió, actuando frente a sus amigos y para él. Había estado pensando mientras Sehun estaba en la máquina, que no estaría mal probar algo nuevo.
Siempre estaba rodeado de chicas y chicos dispuestos a lo que sea para poder estar en la cama de Chanyeol. Había probado de todo, pero jamás el estar con un chico inocente e introvertido como lo era BaekHun por lo que no estaría nada mal experimentar un poco con él. A kilómetros se podía percibir que el bajito no tenía experiencia en nada y eso le daba curiosidad al peligris. Además, le haría el gran regalo a Byun de tener su atención por un par de días como siempre lo soñó.
— Entonces ¿Te parece si salimos mañana?
— Después de clase — terminó por decir, estando BaekHun de acuerdo con ello e irse muy contento, y más cuando Luhan también le sonreía felicitándolo.
— ¿Qué fue eso, Yoda? — preguntó JongIn haciendo una mueca.
— Yo le gusto a BaekHun ¿Porqué no aprovechar eso para mi beneficio? — sonrió — Lo invitaré mañana al cine, lo llevaré a pasear por el parque y me lo llevaré a la fiesta de Jooheon en la noche.
— ¿Te lo vas a follar tan rápido?
— Solo hasta que me consiga a alguien mejor...
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Al día siguiente, BaekHun había llegado más feliz de lo que siempre se mostraba en la escuela, acompañado de su amigo Luhan que lo animaba y le daba todo su apoyo ahora que iba a tener una cita con el mismísimo Park Chanyeol, el chico rebelde más guapo de toda la preparatoria y del cual estaba enamorado desde hace un par de años.
Pero ahora mismo, justo media hora antes de terminar su horario de clases, Luhan salió de la preparatoria diciéndole a BaekHun que se dirigiría a una tienda de ropa que estaba a dos calles de la escuela para que pudiera cambiarse ya que la ropa que había traído no lo convencía de todo para una cita.
Luhan no tenía ningún problema con la manera de vestir de su mejor amigo, de echo a veces se prestaban la ropa por tener casi la misma manera de vestir, pero no estaba de más arreglarse un poco mejor para una cita con el chico del que estás enamorado.
Así que ahí estaba Luhan, corriendo hacia la tienda de ropa a dos calles, con la mochila casi cayendo de su hombro y su cabello castaño siendo libre al ser golpeado por el viento. O eso era antes de escuchar su nombre en un grito.
— ¡Luhan! — detuvo sus piernas mirando hacia atrás, viendo que el mismísimo Sehun estaba llamándolo, con un Bubble Tea en la mano.
— Sehun, hola — saludó con una sonrisa, de esas que hacían derretir el corazón al pelinegro muy en el fondo de su interior — ¿No deberías estar en clase?
— ¿Tu también, no?
— Uh, bueno... — rió nervioso, alzando la mirada para ver a Sehun pero lo único que logró percebir fue una sonrisa — ¿Porqué sonríes?
— Porque cuando te pones nervioso, ríes muy extraño — sonrió más grande, mostrando sus dientes y volviendo sus ojos media lunas.
— ¡Yah! ¿Cómo te atreves? — le dio un pequeño golpe en el hombro tratando de no reírse — Salí de clases porque necesito comprar el conjunto perfecto para la cita de BaekHun. Es en media hora y tiene que estar preparado.
— Se veía bien.
— ¿Una camisa dos talla más grande de color amarillo y un pantalón negro desgastado junto con unos tenis verdes deportivos se te hace buen conjunto para una cita?
— Creo que como se sienta mejor es lo ideal.
— Y tienes razón. Por eso mismo iré a comprar unos pantalones negros ceñidos a las piernas y unos converse blancos que le quedarán de maravilla. Así tampoco perderá su estilo y se verá más lindo de lo que ya es.
— ¿Te gusta? — preguntó tan de repente que Luhan se quedó mudo, observándolo en medio de la calle extrañado por su pregunta tan repentina.
— ¿Qué?
— ¿Te gusta BaekHun?
— No, claro que no — rió — Yo... supongo que nunca me he enamorado — sonrió, sincero — Mi amigo Baek tiene mucha suerte de que, después de mucho tiempo, pueda tener unos momentos con el chico que le gusta. Por eso mismo, aunque no comprenda mucho ese tipo de tema, trato de darle mis mejores consejos y mi incondicional apoyo en todo.
— Eres increíble ¿Sabes? — Sehun pudo apreciar las mejillas sonrojadas de Luhan, que bien quiso ocultar bajando la mirada con una pequeña sonrisa tímida. "Tan adorable" pensó Sehun. — Hoy en la noche habrá una fiesta de un amigo mío, se llama JooHeon ¿Quieres venir?
— Oh, lo siento Sehun. No me gustan las fiestas. — dijo apenado, sin darse cuenta que Sehun lo estaba acompañando a la tienda de ropa. — No soy ese tipo de chico que asiste a una, prefiero estar en casa viendo películas o salir a pasear por el río Han en la noche.
— Entonces vayamos.
— ¿Qué?
— Vayamos a pasear por el río Han en la noche ¿Qué dices? Sirve de que nos conocemos mejor.
— C-Claro, me encantaría.
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— ¡Estás de coña, Sehun! ¿Qué mierda pasa por tu cabeza? — reclamó JongIn acompañado de sus dos amigos. Las clases ya habían terminado así que Chanyeol solo esperaba a BaekHun a fuera de la preparatoria mientras su amigos lo acompañaban hasta la puerta y cada quien iba por su camino. — ¡No puedes faltar a la puta fiesta!
— Deja de gritar.
— ¡Dile algo Chanyeol! — exclamó furioso hacia el peligris que se veía un poco fastidiado también.
— No puedes faltar a la fiesta, Sehun. Tú eres el encargado de la música esta noche, ya le dimos nuestra confirmación a Jooheon. — Dijo Chanyeol cruzado de brazos. — Además ¿Qué no supone que tenías ganas de follar? Hasta te iba a presentar a Shin Yuna.
— Irene irá a la puta fiesta, Chanyeol. No podré hacerlo si ella está ahí.
— ¿Entonces porqué mierda quieres coger si Irene prácticamente te lo impide? — declara JongIn, harto de la situación — Ya terminaron, Sehun, eres libre de hacer lo que quieras cuando quieras y con quien quieras. Ella hace lo mismo.
— Ya cierra la boca, JongIn — le ordenó Chanyeol al tener en claro que sí seguía abriendo la boca, ambos iban a terminar peleando o teniendo a un Sehun llorando por su ex, cosa que no sabía cómo lidiar. — Si no quieres ir, bien. Pero ten en cuenta que Jooheon se enojará contigo.
— Jooheon no es el único que sabe hacer buenas fiestas. Mi primo Johnny hará una el viernes y esa no planeo perdérmela ¿Irán?
— Por supuesto — respondieron al unísono.
— Hola chicos — llegó BaekHun saludando un poco tímido, tratando de no verlos mucho a los ojos. Sehun miró de arriba a abajo al bajito, notando que tenía puesto la ropa que Luhan había escogido para él. A final de cuentas, Lu escogió una playera blanca de botones un poco holgada, un pantalón negro ajustado y converse blancas. — ¿E-estas listo?
— Claro. Adiós chicos — Tomó a BaekHun de la mano y se lo llevó a su motocicleta, la cual estaba estacionada en frente de la preparatoria.
Luhan, quien apenas estaba saliendo de ahí, alzó su mano en forma de despedida y deseándole suerte a su amigo que se veía bastante feliz por la cita. Por otra parte, los amigos de Chanyeol lo miraron con una sonrisas ladinas en sus rostros, recargados en la pared y con las manos en los bolsillos, viéndolos más atractivos de lo que ya eran.
— Adiós Sehun, nos vemos en la noche en el río Han — se despidió Luhan con una sonrisa e irse a casa.
— ¿Se van a ver esta noche? — Preguntó JongIn alejándose de la pared donde estaba recargado, encarando a Sehun quien se veía bastante relajado.
— Si ¿Tienes algún problema?
— ¿Qué si lo tengo? — rió de mala gana — ¿Realmente no irás a la fiesta por Irene o porque tienes una puta cita con el niño nerd?
— Fue cierto lo que te dije, Kai. Yo no quiero ir porque Irene irá, no estoy preparado para verla luego de lo que me hizo. No es fácil ¿Si? Hemos sido novios desde hace un año, o bueno... Íbamos a cumplir un año si no me hubiera terminado ayer en nuestro primer aniversario. —suspiró — Había hecho mucho por nuestra relación. Incluso dejé de beber tanto y mirar a otras chicas sólo por ella, porque quería hacerla feliz y que valiera estar conmigo cada maldito segundo. — sonríe sin ganas — Pero creo que no sirvo para eso ahora que me dejó diciendo que era un hijo de puta, que no sabía valorarla por estar metido en las fiestas y en la carrera de motos, que era un caso perdido entre tanto alcohol y chicas a mi alrededor. Que no le interesaba más estar con alguien que se la vive abriéndole las piernas a cuanta chica se le insinuara — Respiró hondo, tratando de no llorar frente a su amigo ahora que se le ha venido la escena de ayer a su mente como si lo estuviera volviendo a vivir — Me gritó que era un inútil, que si seguía así jamás se iban a fijar en mi mas que un buen partido para un buen polvo. Que me había estado engañando desde hace un mes porque había encontrado a un verdadero hombre que no se comporta como un pedazo de mierda. — Calló, ya no pudiendo repetir las palabras de Irene. — Si iba a la maldita fiesta y la viera, no lo soportaría.
— Te juro, Sehun, que se va a arrepentir de haberte dicho todo eso — JongIn jamás había sonado tan serio, dándole su apoyo cuando colocó su mano en el hombro del pelinegro y dio un pequeño apretón.
— Cuando me salté la última clase, vi a Luhan. Él me cayó bien ayer cuando tuvimos un extraño encuentro en la máquina expendedora, lo invité a la fiesta pensando en que podía ser buena idea enfrentarme a Irene y sacarle celos con el pequeño. Pero él me dijo que no le gustan las fiestas, que prefería salir a pasear, así que me dije a mi mismo que era un completo idiota por haber pensado en sacarle celos a Irene con él porque ni siquiera tenía las agallas de verla de nuevo a la cara. Así que lo invité a dar un paseo hoy por la noche. — declaró — Necesito despejarme, hermano. Y realmente no quiero hacerlo con una follada de una noche. Al menos no hoy.
— No sé si te estás comportando como un cabrón o como alguien maduro, pero si realmente eso quieres está bien — le dio un leve golpe en la espalda — Pero quiero ver tu gran culo en la fiesta de John Seo el viernes por la noche, y quiero que te diviertas porque tú, Sehun, no mereces lamentarte por una mierda de chica que no supo valorar todo lo bueno de ti.
— Gracias, JongIn. Lo haré.
— Qué bueno que entendiste, porque nos estamos poniendo muy gays con tanta cursilería — ambos amigos rieron, caminando juntos hacia su casa.
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Chanyeol caminaba con las manos en sus bolsillos, resaltando su chaqueta de cuero y llamando la atención de todas las chicas que pasaban por su lado. Mientras que BaekHun caminaba casi detrás de él ya que no podía alcanzar los pasos del más alto, con la mirada baja y las mejillas sonrojadas porque era su primera cita y no sabía muy bien que hacer. Cuando BaekHun alzó la mirada, lo primero que vio fue la entrada del cine y las carteleras puestas en la pared del lugar.
— ¿C-Cual veremos? — pregunta dirigiendo su mirada hacia el peligris.
— La película "Us" ¿La conoces? — Vio como BaekHun tragó duro y se puso algo tenso cuando habló.
— E-Es de... ¿T-terror?
— Si, o bueno, se supone que si — sonrió de lado — ¿les tienes miedo?
—N-No, no. Por supuesto que no — le sonrió nervioso — Veamos esa.
Entraron a la sala de cine luego de haber pagado las entradas y comprado el combo de palomitas que Chanyeol insistió en pagar. BaekHun estaba algo nervioso por la película porque a decir verdad, las películas de terror le daban miedo y siempre tenía que recurrir a su hermano para que le ayudara a dormir diciéndole que nada malo le iba a pasar. Pero puede hacerlo, él quiere demostrarle a Chanyeol que puede ver la película sin tener que llorar o asustarse en cada escena que ve.
Pero al parecer no lo logra del todo porque a penas van en la mitad y la tensión es demasiado grande en el cuerpo de BaekHun, quien ya está muy sumido en su asiento con sus manos sosteniendo fuertemente los antebrazos. Chanyeol volteó a ver a BaekHun para ver si se encontraba bien, encontrándolo muy crédulo por la forma en la que estaba aguantando las escenas.
— Tranquilo, Baek — le susurró tomando la mano del pelinegro y entrelazarla con la suya, haciendo que se relajara más de lo que había pensado y siendo correspondido en el agarre.
BaekHun no podía creer lo que estaba pasando. Después de tanto tiempo enamorado del mayor era una oportunidad para poder conquistarlo y declararle su amor a pesar de que era notorio sus sentimientos por él. Por un momento creyó que todo era un sueño, uno maravilloso donde estaba con Park, pero sin duda ese sueño se estaba volviendo realidad porque ahí estaba, tomado de la mano de él e indicándole que nada malo iba a pasar durante el resto de la película.
No podía estar más contento con ello.
En todo lo que restó de la película, Chanyeol lo sustuvo entre sus manos hasta que salieron oficialmente del cine, bastante satisfechos los dos y manteniendo una conversación bastante agradable.
— ¿Te parece si damos un paseo? — Preguntó Chanyeol apretando más el agarre de su mano con el de BaekHun. Sabía que estaba yendo un poco rápido con el bajito pero si quería acelerar las cosas, entonces lo haría. A fin y al cabo, tenía algunas cosas a su favor. — En dos horas más habrá una fiesta de un amigo en su casa y quiero llevarte a bailar ¿Te parece?
— Me encantaría, Chanyeol, pero no sé bailar.. — dijo apenado con una sonrisa.
— No te preocupes, yo te enseñaré. Verás que nos vamos a divertir mucho en la fiesta.
— He oído que sueles ir a muchas de ellas. — Ambos se dirigieron hacia el parque a tres calles de ahí, comprando un par de brochetas para comer mientras esperaban.
— Si. JongIn, Sehun y yo jamás nos perdemos una, nos gusta mucho divertirnos.
— Bueno, por un lado es bueno divertirse ahora que estamos por ingresar a la universidad. Una vez entrando ya no tendremos tiempo ni para respirar.
— Eso no será un impedimento para mí, pequeño Baek. Prácticamente no hay fiesta si no estoy yo así que, espero que de ahora en adelante me acompañes en todas las que se vayan a presentar. Me encantaría que fueras mi compañero de baile.
BaekHun sentía desmayarse. ¿Cómo era posible que Chanyeol se atreviera a decirle todo eso así de repente? No era que no le gustara, pero todo era tan repentino... Hace unos días hacía de todo para poder llamar la atención del de cabello lavanda oscuro y ahora la tenía sólo para el. Estaba seguro que nada podría quitarle esa felicidad de ahora en adelante.
BaekHun pudo notar que Chanyeol era un chico bastante atento cuando le contaba sobre su vida y algunas anécdotas de él y sus hermanos. También en la manera en la que se desglozaba al hablar para no perder el hilo de la conversación y su forma de hacerlo reír. Chanyeol era más de lo que pensaba, enamorándose aún más del chico si es que era posible.
¿Quien iba a creer que tenía la probabilidad de que su primer amor fuese correspondido?
Byun BaekHun siempre ha sido un chico solitario, tanto en casa como en fuera de ella. Normalmente se la pasaba entre los libros y las películas de fantasía cuando no estaba con su amigo Luhan, el único que ha tenido en toda su corta vida. BaekHun tenía dos hermanos mayores, los cuales comenzaron a distanciarse un poco tomando cada quien su propio camino al entrar a secundaria, así que BaekHun comenzó estando solo desde aquella etapa.
Sus hermanos comenzaron a cambiar, por lo que no solían pasar mucho tiempo juntos, y estaba bien, porque BaekHun jamás le ha gustado entrometerse donde no le llaman, así que comenzó a verse por si mismo y a adentrarse a un mundo donde Luhan fue entrando poco a poco hasta ser prácticamente como otro hermano para él. Ambos compartían muchos gustos, como los libros y las películas, también el vestir sin extravagancias -aunque Luhan tenía buen sentido del vestir-, también se centraban mucho en los estudios y ambos a veces les gustaba salir a pasear por el río Han cuando sus hermanos lo dejaban, porque aunque no pasen tiempo juntos como antes, seguían siendo muy sobreprotectores con él por ser el menor.
Y lo entendía, comprendía muy bien que sus hermanos lo cuidaban de más para que no le pasara nada, de ser lo contrario, ellos mismos se encargarían de ello.
Para sorpresa de Chanyeol y BaekHun, el tiempo pasó tan rápido que ya había pasado media hora desde que la fiesta empezó. Tiraron la basura de su comida en el contenedor y se subieron ambos a la motocicleta para poder partir hacia la casa de Jooheon.
JongIn le había mandado un mensaje a Chanyeol diciendo que él ya estaba ahí esperándolo, que no se tardara mucho porque no quería darle la noticia a Lee de que Sehun no iría a la fiesta esa noche. Y claro que Chanyeol tampoco quería decirle, porque cuando Jooheon se enoja, todos tienen que correr por sus vidas.
— ¿Estás listo, pequeño? — Aquel apodo hizo sonreír inconscientemente a BaekHun.
— Claro — Dijo casi en un susurro, separando -sin mucha ganas- sus manos de la cintura de Chanyeol donde estaba firmemente agarrado para evitar accidentes en la motocicleta. Ambos bajaron después de conducir diez minutos, escuchando la música a todo volumen desde allá afuera, las luces fosforescentes que parpadeaban ahí adentro y algunos chicos que estaban entrando.
Chanyeol se acomodó su chaqueta de cuero sonriendo de lado y tomó la mano de BaekHun, el cual estaba más tímido y un poco incómodo por la cantidad de gente que había en casa de ese tal Jooheon. Él no solía frecuentar ese tipo de eventos, de echo era la primera fiesta a la que asistía y no sabía qué hacer o qué decir, si debía de hablar con la gente de ahí adentro -y que claramente no quería hacer- o sólo estar con Chanyeol, porque estaba seguro de que el más alto iba a querer hablar con algunos amigos que se encontraría por la casa.
— ¡Chanyeol, hermano! — exclamó Jooheon con los brazos al aire, con una gran sonrisa y llamando la atención con su cabello rojo recién pintado — ¡Hasta que llegas! ¿Dónde está Sehun? Quiero que la buena música comience ya.
— ¿No te dijo JongIn?
— ¿De que hablas? — borró su sonrisa tan rápido que Chanyeol se asustó. Por inercia, tomó el brazo de BaekHun con una sola mano y lo colocó detrás de él para evitar que Lee le hiciera algo.
— Verás... Sehun nos avisó que siempre no iba a venir a la fiesta. Tiene algunos problemas por el momento.
— ¿Qué tipo de problemas? — su ceño fruncido estaba tan marcado que no pudo pensar en nada con qué mentirle. Jooheon era alguien de temer.
— Sehun estuvo involucrado en la carrera de motos de ayer en la madrugada — Declaró BaekHun saliendo de la espalda de Chanyeol — Cuando la policía llegó en medio de la carrera, Sehun tuvo que huir. La policía lo estuvo persiguiendo y apenas acababa de llegar, está muy cansado. — terminó de mentir. Pareciendo que había funcionado pues Jooheon comenzó a sonreír perdiendo sus ojos en medias lunas.
— Ese loquillo cabrón... — Rió — Bien, lo dejaré pasar nada más porque el asunto de ayer si estuvo fuerte, también Changkyun tuvo que huir antes de que lo atraparan ¡Dile a Sehun que deje de involucrarse tanto en esas carreras! No quiero que le pase nada a mi DJ favorito. — Dicho aquello se fue, llamando a gritos a un chico de nombre Wonho para que pusiera él la mejor música.
— ¿Cómo supiste que anoche hubo una carrera de motocicletas? — fue lo primero que le preguntó Chanyeol cuando Jooheon los dejó solos.
— Mi hermano se involucra mucho en esas cosas.
— Gracias — declaró — Por cubrir a Sehun, estoy seguro de que él te lo va a agradecer.
— Estoy conforme con que me lo agradezcas tú.
— Perfecto — Chanyeol, al creer que era una indirecta por parte de BaekHun, lo tomó de la cintura atrayéndolo hacia a él y lo tomó de las mejillas para plantarle un beso en los labios, lo cual dejó muy desconcertado a BaekHun que no sabía si seguirle el beso. Optó por corresponderle un par de segundos que para él fueron los mejores y se separaron, teniendo por consecuencia a un BaekHun muy rojo y sonriendo como todo un enamorado — ¡Que empiece la fiesta!
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Chanyeol tomó de la mano al pequeño que estaba aún desconcertado por el beso ¡Y es que vamos! BaekHun por fin se le cumplió el sueño de darle su primer beso a su primer amor, y aunque no fue bajo la luna llena como siempre lo había visto en sus sueños, estaba muy feliz de que él se lo haya dado, esperando que se repita más veces cuando se le declare y le diga que si, que también sentía lo mismo por él.
Durante la fiesta, Chanyeol llevó a BaekHun a la sala donde estaba el centro del baile, el más bajo estaba muy nervioso por la manera en la que todos se movían, pues muchos estaban prácticamente restregándose unos con otros con los vasos las botellas de soju que bebían. Incluso pudo deducir que algunos estaban drogados hasta la médula.
Chanyeol lo despertó de su vista hacia los otros y le susurró al oído que simplemente cerrara los ojos y sintiera la música, el cuerpo se movería al compás del ritmo y cuando menos lo piense, estaría bailado junto a él. BaekHun no estaba muy seguro de ello ya que sería la primera vez que bailaría pero le hizo caso a Chanyeol, moviéndose un poco tímido entre tanta gente hasta que con el paso del tiempo, Chanyeol le dio la seguridad tomándolo de las manos o de la cintura y bailar juntos algunas piezas.
BaekHun jamás había tenido una experiencia tan alocada y extraña, pues estaba acostumbrado a estar en su cuarto encerrado haciendo la tarea o leyendo "Fangirl" del autor Rainbow Rowell que le había prestado Luhan y que aún no podía terminar. La música era lo único que escuchaba, el calor estaba presente en su cuerpo por la cantidad de gente que había y poco a poco fue importándole porque ahora movía sus caderas sin darse cuenta que golpeaban contra Chanyeol.
El de cabello lavanda oscuro pudo deducir que BaekHun se iba a adaptar rápido a un tipo de fiesta así ya que supone que entre tantos libros era un tanto tedioso y aburrido. Era obvio que BaekHun quisiera divertirse aunque sea una noche donde pueda olvidar que es el cerebrito del salón que le gusta fantasear con los protagonistas de sus dichosos libros de romance.
Tomó otra cerveza siendo la cuarta esa noche, tomando a BaekHun de la cintura para que ambos bailaran juntos. Había visto a uno que otro chico de la fiesta que había puesto sus ojos en el pequeño inocente que trataba de desenvolverse en la pista y claro que no iba a permitir que ninguno de ellos se le acercara.
BaekHun era suyo. De nadie más.
Para la tercera canción, JongIn apareció dándole un golpe en la espalda como forma de saludo, teniendo a una chica de cabello rubio colgada de su hombro de nombre Heo Yoorim. Su conquista de esa noche.
— ¡Hermano, qué tal la fiesta! — le sonrió bebiendo de su cerveza, agarrando a Yoorim de la cintura.
— Bastante bien. — dijo volteando a ver de reojo a BaekHun, que no paraba de bailar.
— Quiero hablar contigo un momento, Yoda. — Chanyeol asintió. — Aisha — JongIn llamó a la chica por su apodo al oído — ¿Porqué no me esperas en la habitación de huéspedes? — le sonrió de lado y ella encantada aceptó, susurrándole que no se tardara para poder irse al segundo piso.
— Ahora vuelvo, pequeño. No le hables a nadie que no conoces ¿Bien? — le indicó Chanyeol no esperando una respuesta por parte del pelinegro. Se inclinó lo suficiente para volverlo a besar y le sonrió, yéndose por unos minutos con JongIn. — ¿Qué pasa, Kai?
— ¿Siempre si te lo vas a follar?
— En eso estoy. BaekHun parece divertirse mucho, eso me sacará ventaja.
— ¿Crees que acepte?
— Por supuesto, el haría lo que sea por mi.
— ¡Así se habla hermano! — felicitó JongIn, sacando un condón de su bolsillo del pantalón y entregárselo a Chanyeol — Toma, disfrútalo. — Y sin más, JongIn se fue hacia el segundo piso, donde Yoorim -o Aisha- lo esperaba.
Chanyeol volvió con BaekHun quien estaba de espaldaa moviendo las caderas de un lado hacia otro. Chan aprovechó para aproximarse y tomarlo por la cintura hasta abrazarlo por detrás, restregando discretamente su nariz en la curva de su cuello. BaekHun detuvo sus movimientos y se quedó estático, queriendo ver a Chanyeol a los ojos pero este le estaba besando la mejilla.
— Hay mucha gente aquí abajo ¿No lo crees, pequeño? — plantó un último beso, esta vez volteándolo para quedar frente a frente y dárselo en los labios, siendo correspondido y durando más tiempo que los anteriores. Ambos quedaron en medio de la pista besándose, moviendo ahora sus labios a la par con algo de inexperiencia por parte de BaekHun. Pero a Chanyeol no me importó, al contrario, se le hacía adorable de alguna forma — ¿Porqué no vamos arriba, Baek? Quiero estar contigo antes de que la noche termine.
BaekHun, cegado y embriagado por los besos y el aroma de Chanyeol, asintió siendo guiado hacia el segundo piso, donde estaban las habitaciones que Jooheon le prestaba.
Al caminar por el pasillo, se dirigieron hasta la última habitación perteneciente a la de los señores Lee. Chanyeol abrió la puerta y se adentraron, besando de inmediato a BaekHun una vez que quedaron solos en la habitación.
BaekHun le siguió los movimientos posando sus manos en el cuello del alto, poniéndose de puntitas para poder alcanzarlo. Chanyeol comenzó a subir el ritmo de los besos, haciendo que la velocidad lenta y dulce se volviera profunda y rápida, queriendo tocar más allá de la ropa que Baek tenía puesta.
Necesitaba tenerlo para él, necesitaba desquitarse con el chico como él sólo sabía hacerlo aprovechando los sentimientos incondicionales del joven.
Tomó a BaekHun del trasero y lo elevó dejando que el de lentes enredarse sus piernas en su cintura y pudiera sentir mejor la cercanía de sus cuerpos, sin despegar sus labios en un beso que parecía no tener fin.
— Espera, Chan... — BaekHun separó sus labios del más alto, mirándolo fijamente.
— Vamos, Baekkie ¿No quieres hacerlo conmigo? ¿No te gusto? — le besó la nariz, esperando que pudiera creer su actuación.
— Y-Yo... Yo estoy enamorado de ti desde hace dos años y medio. Yo por eso... trataba de acercarme a ti y de demostrarte que me gustas m-mucho Chanyeol. — se declaró con un notable sonrojo en sus mejillas.
— No sabes cuánto he estado esperando para escucharte decir eso, Baek. — Y lo volvió a besar, tocando su cintura delicadamente por debajo de la camisa que llevaba puesta. Y teniendo a BaekHun a toda su merced esa noche.
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