Jack tomó con fuerza las caderas de Hiccup y con una mano comenzó a desabrochar los botones de su camisa, se la quitó con rapidez y acto seguido hizo lo mismo con Hiccup.
Lo tenía ahí, con el dorso completamente desnudo y la habitación que antes se sentía fría ahora estaba caliente, acarició uno de sus pezones haciendo que Hiccup se estremeciera.
—Son sensibles —dijo cuando Jack soltó una risa.
—Cómo tú —dijo señalando su entrepierna.
Hiccup estaba tan duro que no podía cerrar sus piernas si no se liberaba de su estúpido pantalón. Abrió más las piernas y Jack lo miro mientras se mordía lentamente el labio inferior.
Volvió a besarlo con fuerza que sentía cómo sus labios comenzaban a hormiguear. No tardó mucho en sentir palpitaciones en su parte baja, Jack por otro lado comenzaba a desesperarse, comenzó a lamer el cuello de Hiccup mientras con una mano bajaba y subía por su espalda, jugueteaba con la parte baja a su trasero y hacia pequeños círculos con el dedo.
Hiccup por otro lado arqueaba la espalda con cada tacto en su cuello con la lengua del albino. Le gustaba esa sensación pero le daba miedo que Jack se arrepintiera en el momento y dijera que era mejor esperar, él no quería esperar. Llevaba esperando mucho tiempo por esto y no iba a permitir que sucediera de nuevo.
—Jack por favor, el pantalón comienza a apretarme y me duele —miro de reojo al albino y pudo notar una ligera sonrisa.
Lentamente se acercó a su oído mordiendo el lóbulo con delicadeza. — Tenemos toda la noche para nosotros dos.
Aunque hubiera querido seguir jugando con el castaño no podía, estaba igual de impaciente que él y también sentía su pantalón aún más apretado de lo normal.
Comenzó a desabrochar el pantalón de Hiccup dejándolo en un lindo boxer gris. Paso su mano por encima de la tela, sintiendo el miembro del menor y ejerciendo un poco de fuerza suficiente para sentir su erección. Esto le prendía muchísimo, incluso más que estar con otras chicas, era algo nuevo pero le agradaba, sabía cómo tocarse a él mismo y suponía que a Hiccup también le gustaría eso siendo un chico más sensible al tacto.
Hiccup arqueó su espalda y se acercó al mayor tomando su cinturón comenzando a quitar todo. Estaba nervioso y le temblaban las manos pero Jack no ayudaba, lo miraba curioso y estaba seguro de que sonreía.
Cuando Jack sintió que ya nada le apretaba arrojó el pantalón lejos de ellos dos y siguió besando al castaño con mucha más intensidad y justo cuando se separó para tomar aire Hiccup bajo de la barra con un pequeño salto y recargo a Jack contra ella.
Bajo lentamente y cuando estuvo de rodillas, bajó el bóxer de Jack con cuidado y vaya sorpresa que se había llevado.
Sin dudarlo metió el miembro del mayor a su boca y poco a poco comenzó a chupársela.
El albino se había sorprendido pero era bueno así que sólo se concentro en disfrutar y agarrar la barra con ambas manos y comenzar a soltar pequeños gemidos y suspiros.
—Mhm —Jack disfrutaba del sentir de la lengua de Hiccup en su miembro.
Hiccup seguía y poco a poco aumentaba la velocidad, tuvo que agarrarse a las piernas de Jack si no sentía que se caería de lado.
Era cierto que no entraba todo en su pequeña boca pero no estaba dispuesto a rendirse tan fácil.
—Hiccup espera yo... ¡Ah!
Jack tomó la cabeza castaña y guío el ritmo del menor a cómo le gustaba, con cuidado de no ser tan rudo.
En la casa el único sonido que se escuchaba eran los gemidos de Jack y el sonido que soltaba la boca de Hiccup. Lo separó de su miembro para mirarlo y la escena era tan excitante que se arrepintió de no haberlo visto antes.
Hiccup tenía los labios rojos y saliva salía de la comisura de sus labios con una pequeña sonrisa de orgullo.
—¿Qué? ¿Quieres que me detenga?
Hiccup posó sus labios en la cabeza del miembro de Jack y comenzó a dar movimientos circulares con su lengua.
—Agh —Jack por otro lado no lo detuvo.
Dejó una mano en la cabellera de Hiccup y apretaba su cabello con delicadeza mientras que con la otra trataba de tapar su boca pero no podía. Era tanto la excitación que ya incluso se desconocía.
—¡Ah! —gimió tan fuerte que juro escuchar una risa de Hiccup.
Casi a punto de venirse en la lengua de Hiccup lo separó con brusquedad y lo levanto del brazo para besarlo desesperado. Lo tomó de las caderas y lo hizo recostarse en la barra dejando su trasero a su disponibilidad.
Ese maldito bóxer gris resaltaba los glúteos de Hiccup y amaba esa vista, por otra parte Hiccup sonreía mirando de reojo a Jack.
—Mi turno —dijo mientras baja sus bóxers.
Paso su mano por sus glúteos y pellizco uno de ellos. Sin pensarlo bajo a su agujero e introdujo su lengua.
—¡Mhm! —Hiccup gimió a su tacto.
La lengua de Jack parecía dibujar formas y comenzar a querer entrar en él. Separó un poco más las piernas y se aferró a la barra cómo pudo, se sentía tan caliente que estaba seguro que tenía las mejillas coloradas.
La lengua de Jack simulaba hacer pequeñas embestidas y cuando se aseguro de que estuviera listo se levantó y tomó el cuello de Hiccup por la parte trasera para presionarlo más contra la barra, introdujo un dedo con gentileza a lo cuál Hiccup gimió fuerte.
Había descubierto que ese sonido le gustaba mucho pero quería escucharlo decir su nombre, quería que le pidiera más, que le dijera que lo quería o que lo haría venirse más de una vez. Lo quería a él, a su cuerpo y a todo lo que eso implicaba. Las marcas en su cuello y hombros comenzaron a hacerse visibles y sonrió, se aseguro de no dejar ninguna que su padre pudiera ver pero que si Hiccup pudiera recordar.
Introdujo un dedo más en su agujero y comenzó a aumentar la velocidad con la que lo embestia con sus dedos.
—J-Jack —gimió en modo de placer.
Liberó a Hiccup de su agarre y aún con sus dedos dentro lo tomó por un hombro y lo pego a su pecho, podía sentir su espada arqueada y comenzó a besar su cuello.
—Ah —suspiro cuando sintió la mano del albino bajar a su miembro y tocarlo.
Estaba duro y demasiado sensible, las embestidas con los dedos de Jack y su masturbar en su miembro eran demasiado pero le gustaba.
La forma en la que lo tenía y la forma en la que lo hacía sentir le agradaba, sólo podía pensar en la excitación que le brindaba.
Jack aumentó la velocidad en ambos lados y sintió cómo las piernas de Hiccup temblaban.
—Si quieres que pare dime —susurro en su oído.
—No, por favor no te detengas —suplicó.
Jack continuó cómo le pidió el castaño y siguió embistiendolo y masturbandolo mientras escuchaba sus gemidos.
—¡S-sigue! —suplicó mientras apoyaba sus manos en la barra.
Jack continuó, sabía que no tardaba en hacerlo venir y aumento la velocidad. Quería verlo, quería oírlo no le importaba si los vecinos escuchaban sus gemidos en la noche, quería escuchar esos gritos y gemidos salir de su boca.
—J-jack me voy a venir —advirtió el menor.
—Hazlo, vente en mi mano mientras gimes —mordio su cuello con delicadeza y continúo sus movimientos.
Está vez sus embestidas cambiaron, comenzó a mover sus dedos atrayendolos hacía él. Hiccup sintió que eso era lo mejor que había sentido en su vida y no pudo más, sintió cómo un calor se acumulaba abajo y sin pensarlo se vino en la mano y el piso de la cocina.
Las piernas le temblaban y apenas podía decir algo. Quería disculparse por eso pero no tenía fuerzas.
Jack sonrió satisfecho por su trabajo y tomó a Hiccup por sus caderas para no dejarlo caer, lo sentó de nuevo y notó cómo sus piernas temblaban y movían a causa del hormigueo y la excitación.
—Es una escena realmente excitante —Jack depositó un beso en la frente del castaño.
—Estoy sudado —respondió quitándose.
Comenzó a besarlo de nuevo, está vez dirigiendo su atención a uno de sus pezones y dándole una pequeña mordida.
—¿Qué haces? —preguntó inquieto.
—¿No es obvio? Si tú crees que voy a dejar esto aquí estás equivocado, aún no se me olvida lo molesto que estoy por haberte entregado a otra persona —apretó fuertemente los glúteos del castaño y lo giro poniéndolo boca abajo.
—E-espera, mañana no podré caminar —trato de quitarse pero era inútil, el peso de Jack era mayor al igual que su agarre en su espalda.
—Entonces tendré que cuidarte.
Mentiría si dijera que no quería esto pero pensaba que ya había terminado. Sintió cómo Jack se preparaba para entrar en él, una punzada sintió cómo a poco a poco lo penetraba.
—Si te relajas esto será mucho más fácil para ambos.
Su voz era grave, se sentía más pesada y los cabellos pegados a su frente debido al sudor lo hacían verse aún más atractivo de lo que ya era. Hizo lo que Jack claramente le ordenó y sintió cómo entraba por completo en él, escucho cómo Jack ahogaba un gemido y cuando se acostumbró, el albino comenzó dando pequeñas embestidas.
Sintió cómo se llenaba con cada movimiento que le brindaba el albino y trato de aferrarse a la barra pero Jack tomó sus manos por las muñecas y las puso en forma de equis para que no se moviera. Era claro quién tenía el control y quién lo disfrutaba en ese momento.
—¿Por qué tuviste que tardar tanto para hacer esto? —preguntó el castaño mientras mordía sus labios para no gemir tan alto que los vecinos escucharían.
—Mgm, lo hubiera hecho antes si hubiera sabido lo bien que estaría estar dentro de ti.
Una vez acostumbrado a lo apretado que se sentía estar dentro de Hiccup comenzó a acelerar el movimiento haciendo que el sonido de su piel rebotando y chocando contra los glúteos de Hiccup se escuchará cada vez más fuerte y seguido.
—¡Ah! —gimió el castaño.
Jack continuó con su velocidad asegurándose de que Hiccup lo sintiera todo, era malditamente excitante escucharlo gemir y verlo morder sus labios. No quería eso, quería escucharlo, quería que los demás lo escucharán gemir mientras fuera él quién lo hiciera sacar esos ahogados gemidos de su boca.
—¡J-jack! Siento que me voy a venir de nuevo —advirtió el menor cuando por fin pudo hablar.
Jack se detuvo y rápidamente lo tomó por el brazo y lo guío hasta el sillón, no es que fuera una posición extraña pero quería verlo, quería tenerlo de frente.
—¿Q-qué haces? —Hiccup lo miro sentarse en el sofá.
Jack no dijo nada y lo guío hasta hacerle entender que quería verlo de frente.
—Me da un poco de pena que me veas —dijo apretando sus puños.
—Si no es esto entonces te subiré a mi cuarto y haré que te veas enfrente del espejo mientras te hago mío —amenazó, cualquiera de las dos opciones le excitaban.
Hiccup asintió y se sentó sobre el regazo mientras Jack metía de nuevo su miembro en él. Cuando por fin estuvo dentro Hiccup sintió cómo algo se abulto en él.
—Es muy profundo, no podré...
Sin pensarlo Jack tomó las caderas del castaño y lo hizo bajar hasta el fondo, lo suficiente para ver cómo Hiccup arqueaba su espalda y lo tomaba por sus hombros para no caerse.
—¡Ah! ¡Jack!
Sonrió, esperó mucho escuchar su nombre con esa dulce voz.
Jack tomó las caderas de Hiccup y poco a poco lo fue guiando, subiendo y bajando poco a poco para que se acostumbrara a su tamaño.
—Mgm, me gusta —soltó el menor.
No era capaz de mirarlo a los ojos así los mantenía cerrados y la cabeza hacía arriba, le daba pena mirar esos zafiros azules.
No aguantó más y el albino subió aún más el ritmo y ahí estaban, los ojos verdes se encontraron con los azules y de nuevo el sonido de sus pieles chocando inundó la sala.
—M-más por favor, no pares —Hiccup suplicaba que ese momento no se acabará, que siguiera más tiempo.
Jack sonrió satisfecho y apretó las caderas de Hiccup, sentía cómo hundía sus dedos en él y cómo eso dejaría marcas, estaba feliz. Era demasiado posesivo con lo que le gustaba y ahora lo era aún más sabiendo que tenía al castaño, era suyo y lo estaba demostrando.
—Ah, mierda —Jack miro a Hiccup quién tenía la cabeza hacía arriba con los ojos cerrados.
Hiccup por otro lado apretó más sus piernas a las caderas de Jack, estaba concentrado en el placer pero en cualquier momento sentía que sería suficiente.
—¡Oh Ahhh! ¡J-jack! —apoyó sus manos encima de las de Jack y las sujeto firmes.
—Mírate, cualquiera que te viera de esta manera y te oyera por quién gimes, diría que soy un hijo de puta suertudo —Jack se acercó al cuello de Hiccup y lo mordió, no tan fuerte pero ni tan suave.
Hiccup quería decirle algo, quería decirle que posiblemente sus amigos le dirían por la mañana que lo que hizo no estuvo bien pero a la mierda lo que pensaban, si Jack era capaz de hacerlo sentir tan bien entonces valía la pena el enojo de sus amigos.
—J-jack, por favor... mgh —mordio sus labios, estaban rojos y seguro de que en cualquier momento sangrarian.
Jack se soltó de su agarre y lo recostó en su cuello.
—Odio verte mordiendote tu labio, te llegarás a lastimar. Muerdeme a mí en su lugar, también quiero ser marcado por ti —Hiccup lo pensó por unos instantes, no estaba seguro pero no quería gastar más tiempo pensando en eso.
Levemente mordió el cuello de Jack y continúo gimiendo debajo de su piel.
—Mgh, Jack por favor, quiero venirme, quiero que se sienta bien —otro día podría arrepentirse de rogarle y pedir esto.
Jack comenzó a aumentar sus movimientos aún más rápidos y fuertes que el sonido rebota por la casa cómo los glúteos de Hiccup hacían con él. Lo sentía tan hondo y profundo que quería quedarse dentro del castaño por más tiempo pero era cierto que estaba a nada de venirse también.
Sintió cómo la boca de Hiccup se aferraba a su cuello y sus manos agarraban con fuerza su sofá, estaba a nada.
Jack comenzó a sentir el calor apoderarse de él y bajar poco a poco, abrazo a Hiccup por las caderas y despegó un poco la mirada para verlo de reojo, estaba en su cuello gimiendo y mordiéndole con fuerza.
—Mierda Hiccup —lo tomó y lo separó de él para justo verlo de frente.
—¡Ah! ¡Jack! —Hiccup no pudo aguantar más y se vino sobre él mismo y sobre Jack.
Jack al mirar la escena que tenía no pudo aguantar más y se vino junto a él, se sentía bien y podía sentir sus piernas temblar.
—Ah, mgh mierda —trato de calmar sus respiración pero era casi imposible.
Hiccup estaba cansado, le temblaban las primeras y no las sentía. Miró a Jack y tenía la cabeza echada hacia atrás del sofá suspirando, veía su pecho bajar y subir rápido.
No sabía que hacer, tenía miedo de que ese momento acabará y de nuevo los problemas los siguieran.
Jack recupero sus cinco sentidos y lo miró, tomó su cara con una de sus manos y la acarició con suavidad.
Hiccup hizo un gesto de aprobación y cerro sus ojos, estaba feliz y no quería que esto terminará pero algo lo hizo abrir sus ojos.
—Carajo, ¿Qué hora es? Se suponía que debía estar en casa o si no padre se preocupara —como pudo se quitó de Jack y miro su celular.
Sus manos temblaron pero no por lo que acaban de pasar, tenía diez llamadas perdidas de Pitch quién también le mandaba textos y le preguntaba dónde estaba. Había olvidado que Pitch lo llevaría a casa después del baile y a la mañana siguiente hablarían de lo ocurrido. Aún no le decía a Jack que Pitch era la persona con quién había estado, no sabía cómo reaccionaria ante esa confesión, ni mucho menos decirle que alguien estuvo antes.
—¿Todo bien? —Jack lo miraba desde el sofá confundido.
—¿Eh? Ah si, sólo que ya es muy tarde y debería irme —busco por la sala su ropa pero recordó que estaba en la cocina y sus mejillas se pusieron rojas.
—Puedes quedarte, ya es muy noche y mejor es decirle a tu padre que estás conmigo, o al menos en casa de Astrid —Hiccup lo miró dudoso, no tenía ganas de irse.
—¿Qué hay de tus padres?
—Había dicho que adelante mi vuelo por ti, ellos regresarán en cuatro días, tranquilo.
Jack se levantó del sofá y camino hacía él, le dio un pequeño beso en sus labios y los toco suavemente.
—Mira eso, mañana tus labios estarán peores.
—Cállate, es tu culpa de todos modos —Hiccup desvió la mirada.
—¿Debería ser más gentil al tocarte y tenerte en mi? —Jack puso una cara lasciva y sonrió.
—No se puede dialogar contigo, Frost.
—Pero míranos, acabamos de tener una buena charla, yo diría que hemos encontrado la manera de llevarnos bien —Jack lo tomó y estaba vez lo beso con fuerza.
Antes adoraba molestarlo y sacarlo de quicio pero ahora adoraba aún más hacerlo sonreír, se sentía bien eso.
Hiccup se separó y sonrió, hablaría con él por la mañana.
—Mejor limpiemos, arreglemonos y vayamos a descansar.
Jack asintió e hizo exactamente lo que Hiccup dijo, ordenó y limpio la parte de abajo mientras Hiccup se limpiaba y se cambiaba. Cuando Hiccup terminó hizo lo mismo que él y ambos caminaron al cuarto de Jack.
—¿No te molesta que duerma aquí? —Hiccup aún se sentía extraño, quería saber si Jack había traído a más chicas a su casa.
—Eres la primera persona que duerme aquí, bueno de esa manera —Jack acomodó sus cosas y apagó la luz.
Hiccup sonrió para sus adentros y ambos se acostaron en la cama, Hiccup dio la espalda a Jack y trato de calmarse pero inmediatamente sintió cómo el albino de pegaba a él y lo abrazaba, tenía la cabeza apoyada en su espalda y podía escuchar su respiración.
—Ojalá no seas un sueño —dijo el albino mientras caía lentamente en un sueño.
Hiccup sonrió e hizo lo mismo, mañana se preocuparía por la excusa a su padre.