CRIATURAS DE LA NOCHE

By LeslieSalcedo

14 0 0

El camino hacia la verdad está dentro de ti...o algo así. More

Criaturas de la Noche

14 0 0
By LeslieSalcedo

Mi vida completa me han dicho que soy una persona muy controladora y exigente, pero cualquiera lo sería si se tuviera que mudar de lugar a lugar todo el tiempo. Escuchaba mi canción favorita desde Spotify mientras caminaba por las calles de mi nuevo hogar; una ciudad pequeña con un total de 236 habitantes. Lo que realmente estaba haciendo era buscando cualquier local que vendiera donuts, para comprarlas y atragantármelas desde que llegara a la casa.

Ya tenía una hora caminando y ya le había dado vuelta a la ciudad completa y todavía no tenía mis donuts. Hace media hora había visto una tienda de dulces, pero nada se comparaba con las donuts, ya que era una tradición comprarlas el primer día de mudanza. Suspiré profundamente, triste por no poder obtener lo que realmente necesitaba en este momento, pero seguí caminando, hasta alcanzar el parque que se encontraba al lado de mi casa. Se veía abandonado, pero tenía juegos que me llevaban a los viejos tiempos cuando todo era más simple.

Me senté en el set de columpios, esperando a que pase el tiempo. No quería entrar a la casa porque si lo hacía, iba a sentir que todo esto era real. Tendré que hacer nuevos amigos, en un nuevo colegio y tendré esforzarme aún más para conseguir que los profesores no me odien. Esto es algo que siempre pasa por mi actitud contra lo que dicen.

Cuando llegó el anochecer, ya me estaba parando de los columpios, pero un brillo dentro del viejo tobogán me detuvo. Quizá no era una buena idea, pero la verdad prefería hacer algo diferente con mi vida que volver a casa. Caminé hacia la luz lentamente, esperando a que saltara algo de allí dentro, pero no fue hasta que toqué el tobogán rojo que algo sucedió. Sentí como si la luz se envolvía alrededor de mí y cuando abrí los ojos, después de darme cuenta que los había cerrado, me di cuenta que sentía lo que veía. La luz me estaba controlando. Me decía que hacer y que pensar, era una experiencia muy desagradable y quería que parara en este instante. Finalmente, todo oscureció y volvió a la normalidad, más o menos. En vez de tener el parque abandonado frente a mí, habían dos ojos enormes mirándome. Trate de moverme y gritar, pero no podía hacer nada.

–Sígueme– Dijo una voz alrededor mío. No había cuerpo que cargara la voz y solo imaginé que fueron los ojos que me hablaron. Mi cuerpo empezó a seguir la voz, como si era ella quien me controlaba. –Debemos ir rápido, nos están esperando.– Dijo en un tono musical.

–¿Dónde estoy?– Pregunté, mientras trataba de no caerme con las ramas de los arbustos.

–Ya lo sabrás. Él te está esperando.– Dijo la voz. Seguí el resto del camino callada hasta llegar a un arrecife. Los ojos pararon y yo paré con ellos antes de caer al abismo.

–Llegamos–

–Pero aquí no hay nada.– Le dije.

–El señor te espera en el reflejo de esta parada. Para encontrarlo, debes encontrar su hogar. Cuando hayas cumplido esto, entonces él te ayudará a salir. Buena suerte.– Los ojos se cerraron frente a los míos, y la voz ya no se podía escuchar.

No le pude preguntar nada más. Quizá podré ver a esos ojos después, cuando encuentre el castillo. Antes de poder dar un paso hacia atrás oí el rugido de una criatura de la noche. Mi corazón empezó a latir junto al zumbido de los pasos de la criatura; o debería decir, la manada. Era imposible que esos pasos sean solamente de un animal. Traté de correr hacia el sonido para ver si podía encontrar algún atajo para escapar, pero ya era muy tarde. Solamente quedaba una opción, tirarme del barranco.

Cuando vi a la primera criatura cruzar la línea de los árboles hacia el rocoso barranco, mi cerebro se apagó completamente y corrí hacia la orilla. No lo pensé dos veces antes de tirarme de allí. Con un grito de desesperación cerré mis ojos y crucé mis brazos. Sentí mi cabello rozar mi rostro con el fuerte viento que había a mi alrededor. Se metía dentro de mi boca y mis ojos. Si otra persona me pudiera ver, se podrían dar cuenta que parecía una muñeca de trapo cayendo hacia el suelo como Flash.

Abrí los ojos para ver qué tan lejos estaba de mi muerte, o si había algo del cual me podía agarrar, para caer con menos impacto, pero me di cuenta de mi error cuando note que el suelo solo estaba a algunos metros de mí y no había nada más que la dura tierra para caer. Solté un grito que fue tragado por el aire, pero antes de caer, sentí los brazos de una persona agarrarme, pero cuando abrí los ojos solo vi como la tierra se acercaba bajo mis pies. Miré hacia arriba, para ser saludada por el rostro de un chico guapo, más o menos de mi edad.

–Agárrate más fuerte, estamos a punto de tocar el suelo.– Dijo el lindo chico. Hice exactamente lo que me dijo hasta que finalmente sentí la tierra firme bajo mis pies. Solté el aire que había guardado dentro de mí, antes de voltearme a ver al héroe que me había salvado. Cuando lo vi bien no pude evitar el sonrojo que vino a mi rostro. Nunca había visto a alguien así, en todos los lugares en el cual me había mudado. –Sígueme.– Dijo.

–¿Cómo te llama?– Le pregunté, tratando de no sonar como si realmente necesitaba saber su nombre.

–Micah.– Respondió. Me quede esperando a que me preguntara el mío, pero cuando no lo hizo, lo ofrecí yo misma.

–Edén.–

Micah alzó un hombro, para señalar que no le importaba saber mi nombre. Lo seguí dentro del bosque, tratando de no ser la primera en hablar ya que me había dado cuenta que iba a escucharme desesperada si lo hacía.

No se por cuánto tiempo caminamos hasta llegar a un lago pequeño en el medio de un prado. Micah se volteó para decirme algo, pero no lo podía escuchar, ya que desde el lago oía un lindo canto. Nuevamente, sentí cómo mi cuerpo le hacía caso a todo y a todos menos a mí cuando mis pies se movían solos hacia la orilla del lago. La voz mágica que provenía desde el agua me prometía una salida de aquí. Finalmente podría ir a mi casa y todo volvería a la normalidad. Extendí mi pie una última vez para entrar al agua, cuando algo bloqueo el sonido de la música de mis oídos y halo mi pie; el mismo pie que estaba a punto de ser devorado por una sirena. Me quedé sin aliento cuando note los dientes de tiburón de la sirena y pensé; tal vez las sirenas siempre han sido malas en todos los cuentos de historias griegas que he leído, pero nunca se veían tan horribles como esta.

–Necesito ir a casa. Ya van dos veces que estoy a la vera de la muerte y estoy segura de que no necesito más que eso en la vida.– Le dije a Micah, desesperadamente.

–Y yo necesito que prestes atención a lo que te voy a decir. Debemos encontrar la cueva de Kalhee. Es la única manera de llegar hacia el castillo sana y salva.– Dijo.

No hablé más después de eso. Solo seguía a Micah por los rincones del bosque. No me había dado cuenta de lo lento que estaba caminando hasta que Micah me tomó de la mano y haló con fuerza. Por segunda vez sentí como mi cara ardía de vergüenza y timidez. Por el resto del camino hacia la cueva, él no soltó mi mano y yo no se lo mencioné para poder mantener mi sentimiento de seguridad.

–Esa es la cueva– Micah paró de caminar y me miró por el rabillo de sus ojos verdes. Solté mi mano de la suya, al ver lo que me esperaba a tan solo unos pies. La cueva estaba protegida por una criatura masiva, parecida a un dragón, pero su hocico no podía cerrar por sus dientes de piraña y su nariz botaba un tipo de humo verde. –y esa es Kalhee.– Terminó de explicar al ver a la cosa gigante recostada del suelo.

Micah me tomó de los hombros y me miró fijamente. –Como te dije, esta es la única forma de salir de aquí. No puedo ir más lejos de aquí, porque tu sola te tienes que ganar tu ticket devuelta a casa.– Dijo.

–¿Qué tal tú?– Pregunté. –No pareces de este mundo tan extraño.–

–Este es mi hogar, aunque no lo creas. Existen otros iguales a mí y a cada uno les tocó ayudar al nuevo héroe o heroína en más de una manera.– Él dijo.

Micah soltó mis hombros y me dio el empuje de ayuda para caminar hacia el monstruo. Al instante en que llegué a la boca del dragón, esta se levantó. –dime cuáles son tus debilidades.– Ordenó el dragón y como si mi boca tuviera vida propia, empezó a soltar mis debilidades más grandes.

–Tiendo a ser controladora y exigente. –Dije.

–Durante tu viaje en este mundo, es difícil que no hayas notado exactamente que tus propias debilidades, han sido utilizadas en tu contra.–Dijo. –Ahora sabrás con más precisión, como se sienten aquellos a quien has manipulado y controlado.– La criatura empezó a ordenarme a hacer lo que ella quisiera, sin importarle mis disgustos o mis preferencias.

Pasaba el tiempo y todavía me tenía como su esclava personal. Días y noches sin preguntarme lo que yo quería, hasta que por fin lo hizo. –¿Ahora, cómo te sientes?­–

–Exhausta. Arrepentida. Traicionada. –Le respondí.

–Entonces has aprendido tu lección. – Dijo, lo cual era cierto. El hecho de ser como era antes, causó que todo esto pasara. La criatura delante de mí no era mi enemigo sino yo misma. Al estar cegada por mi necesidad de salir de aquí, no escuché lo que me dijo la voz de los ojos al llegar al barranco.

–El señor te espera en el reflejo de esta parada.–

La criatura frente a mi sopló con toda su fuerza hasta hacerme llegar al mismo barranco de antes. Esta vez, me agarre de la orilla del barranco y descendí hasta llegar a un pequeño camino de rocas . ¿Cómo es que no me había dado cuenta de esto antes? Finalmente, llegué a un cuarto gigante, completamente hecho de oro, donde un señor viejo me estaba esperando. Los ojos de antes estaban a su lado y no necesitaba tener una boca para saber que estaba sonriendo.

–Llegaste.– Dijo la voz.

–Bien hecho.– Dijo el señor y eso fue lo último que escuché antes de ver y sentir la luz nuevamente. Esta vez, no me desesperé al sentir que no tenía control, solo, lo deje ser.

Cuando por fin vi el tobogán rojo, lo primero que hice fue ir corriendo a casa hasta el cuarto de mi madre.

–¡Mamá!– grité mientras la abrazaba fuertemente. –Prometo no exigirte más de lo que ya me has dado y prometo no tratar de persuadirte de quedarnos en un lugar. Tu eres mi hogar, donde sea que vayas, yo iré contigo.– Le dije mientras mis ojos ardían de la sal de las lágrimas.

–¿Pero, qué pasó? ¿Por qué ese cambio, mi vida?– Preguntó.

–Solo, me di cuenta que nunca ganaré nada con ser tan exigente con los demás. Debo dejar que la vida decida por ellos, y por mí misma.– Respondí.

Me quedé en los brazos de mi mamá toda la noche. La sonrisa que tenía no se me borraba de mi rostro y en ese momento sabía que estaba preparada para vivir una mejor vida. Y todo gracias a un mundo lleno de criaturas de la noche. 

Continue Reading

You'll Also Like

9.9M 500K 199
In the future, everyone who's bitten by a zombie turns into one... until Diane doesn't. Seven days later, she's facing consequences she never imagine...
3.9M 159K 69
Highest rank: #1 in Teen-Fiction and sci-fi romance, #1 mindreader, #2 humor Aaron's special power might just be the coolest- or scariest- thing ever...
34.5K 2.5K 32
« ហឹក អ្ហឹក ៗ ខ្ញុំមិនចង់បានបែបនិងទេ ខ្ញុំចង់ឲ្យប៉ាស្រឡាញ់ខ្ញុំក្នុងនាមស្នេហាមិនមែនរវាងប៉ាកូន » « រវាងយើងទៅមិនរួចទេជុងគុក ប៉ាមិនបានគិតលើឯងលើសពីចំណងប៉...
1.7M 17.3K 3
*Wattys 2018 Winner / Hidden Gems* CREATE YOUR OWN MR. RIGHT Weeks before Valentine's, seventeen-year-old Kate Lapuz goes through her first ever br...