Despertó con un gruñido y estirando su felino cuerpo, no, esa no era su cama, no, mucho menos la enfermería, seguía donde había sido dejado antes de conciliar su sueño, lo vio aun con ese rostro calmado durmiendo, ladeo su cabeza y lo olfateo por instinto, si, Kacchan aun olía a caramelo.
¿Realmente todo era real? Deku ya no sabía si estaba viviendo un hermoso sueño o tal vez una pesadilla.
El admiraba a Kacchan, más que eso, era una extraña atracción que siempre lo hacía girarse a verlo y querer por alguna razón, saber cómo estaba, si se encontraba bien y de no ser así, buscar la manera de que lo estuviera.
En ese momento sin voluntad alguna, cuando sus instintos le provocaban el balbucear en busca de una solución, un tierno y sonoro maullido se escapó de su hocico, lo cual despertó al rubio debajo suyo.
Kacchan bostezo de manera sonora y se sentó ignorando que aun tenia al minino sobre él, Deku por inercia cayó en su regazo y se removió tratando de incorporarse.
—¿Tienes hambre?
Deku ladeo la cabeza ¿Si tenía hambre? Ahora que lo pensaba, si, si la tenía, le agradecía por preguntar, pero solo maulló en señal de "No hablo humano, pero sí" a lo cual Kacchan solo se levantó sin importarle de nuevo que el minino estuviera sobre él.
Ahora más que nunca no sabía qué hacer, estaba tan acostumbrado a un Kacchan malhumorado, que cada que se aproxima a él le grita e insulta todo a su paso, el que le hablase con suavidad le provocaba un pequeño algo en el vientre, tal vez era el hambre, si, debía ser eso.
Kacchan se paseaba en su habitación mientras gruñía con levedad, Deku se bajó de la cama y lo siguió, por alguna razón no quería que lo dejase solo, pero cuando este llego a la puerta, lo empujo con su pie de manera suave para solo hacerlo a un lado.
—Espera aquí, te traeré algo...
Salió de la habitación y se encamino a la planta baja, tenía hambre y debía encontrar con que alimentar al gato que había encontrado, bajo a pasos apresurados y al llegar se encontró con el bullicio de sus compañeros como era costumbre, en las mesas devoraban su desayuno, otros se hallaban ya en la sala conversando enérgicos o viendo televisión.
Se topó con el grupo de imbéciles que se autoproclamaron sus amigos y gozaban en obligarlo a convivir con ellos, les paso de lado cuando vio la sonrisa de Kirishima la cual transmitía un "¿Cómo está el gato?" y Kacchan con el ceño fruncido y mueca molesta respondía un "Que mierda te importa", si, una mañana normal.
Pero no para todos, Iida y Uraraka se hallaban apartados al fondo de la cocina, ambos con teléfonos en mano, Kacchan al verlos solo pensaba en ¿Qué carajos hacían estorbándole el paso? Necesitaba robarse leche de la nevera y estos frustraban su plan.
—¿Estás seguro que no llego?
—No responde mis mensajes, ya toqué su puerta y no abre nadie.
Kacchan escucho su conversación y vio a ambos con esa pose de matón en señal en que movieran sus nalgas o las explosiones lloverían, cosa que acataron al sentir el aura asesina por parte del rubio.
Uraraka jaloneo a Iida y estos se movieron sonriéndole en disculpa, tomo lo que requería, había pequeños cartones de leche al fondo de este, bueno, alguien se quedaría sin uno menos cada día.
Volvió a la mesa ya después de conseguirse su desayuno y decidió devorarlo con prisa para volver a su habitación, cuando acabo sintió el aura alegre y amistosa de los tres idiotas.
—¡Kacchan! ¿Quieres jugar videojuegos?
Kaminari se le había colgado del cuello y usado ese estúpido apodo que solo Deku solía darle, ahora que lo pensaba, se giró a su alrededor percatándose que este no se encontraba ahí, no era el único realmente, algunos solían despertar bastante tarde en fin de semana, pero Deku no era uno de esos.
Gruño para sí mismo, y con una explosión leve se quitó a Kaminari de encima, y se encamino de vuelta a su habitación.
Se apresuró y al entrar vio al minino sentado en su cama, Deku ladeo la cabeza y vio como este traía una cajita de cartón de leche, ahora que recordaba, esos eran suyos, Kacchan se había robado uno para alimentarlo, bueno, al menos técnicamente no se lo estaría bebiendo alguien más.
Después de beber esa leche la cual satisfacía su estómago felino, se giró a su amigo de la infancia quien se había sentado en su cama mientras ojeaba su celular.
Maulló llamando su atención, era hora de su primer intento de comunicarle que no era un simple gato, pero Kacchan ignoro el hecho que el minino moviera sus patitas y maullada de manera extraña, en vez, lo tomo y sentó en su regazo mientras acariciaba su cabecita.
Deku se sentía con nervios por el gentil gesto, aunque algo le comenzaba a ser bastante extraño en todo eso, le volvió a maullar este suspiro y se giró a él.
—¿Qué ocurre?
De nuevo maulló.
—Eres bastante ruidoso, guarda silencio o algún idiota te escuchara.
Deku callo, vio al rubio por varios minutos, aun no entendía del todo porque este hablaba con él, más bien, no estaba en absoluto acostumbrado a escuchar una conversación por su parte, mucho menos con una voz tan calmada.
Alguna vez escucho que las personas suelen conversar con sus mascotas, estaba seguro que algún chiste al respecto en las redes sociales mencionaba como las personas suelen hablar con sus gatos.
Pero ¿Kacchan era alguien así? Más importante, parecía que el tener a un minino era algo normal para el rubio, no se veía nada abrumado por su presencia en esa habitación.
Pasadas las horas donde este parecía haberse puesto a leer y revisar ciertas cosas en su móvil, Deku decidió dormir, por alguna razón, su cuerpo felino parecía empeñado en tener más horas de sueño a lo habitual.
Unos golpes lo despertaron, asomo su pequeña cabeza y bostezo, vio como Kacchan se encaminaba a abrir la puerta y gruño mientras el minino se estiraba ¿Qué hora era? Se giró y vio que el reloj ya marcaba lo que parecían ser las cinco de la tarde, vaya que durmió bastante.
—¡Vaya, el gato sigue aquí!
—¿Te sorprende bastardo?
—En absoluto, entonces ¿lo conservaras?
Kirishima de nuevo se había aproximado invadiendo su espacio personal, jugaba con sus felinos mofletes mientras Kacchan solo bufo afirmando lo obvio.
Kacchan quería conservarlo, ¿Cómo se lo explicaba sin morir en el transcurso?
—Por cierto ¿has visto a Midoriya?
Deku alzo sus orejas y vio atento a los dos jóvenes.
—¿Por qué mierda sabría algo del imbécil de Deku?
—Al parecer nadie lo ha visto desde ayer, Iida y Uraraka están preocupados.
Kacchan bufo, cosa que no le sorprendió a Deku, por el contrario, aun así, bajo su cabecita algo triste por el hecho de confirmar que realmente no le importaba a su amigo de la infancia, no era que esperara un drama como el que hizo cuando la liga lo secuestro, pero, aun así, dolía.
No solo eso, sus amigos estaban preocupados, no sabía cómo hacerles saber que estaba bien, que simplemente estaba confinado a un pequeño cuerpo felino y que Kacchan amablemente decidió adoptarlo.
—Es fin de semana, el idiota suele ir a casa de su madre.
Kacchan se sentó de vuelta en su cama y tomo al minino poniéndolo sobre su regazo, el minino maulló, ¿Cómo Kacchan sabia aquello? El creía que este no le prestaba en absoluto atención, o que cuando ambos iban camino a casa, Kacchan no se percataba del pecoso que iba por el mismo rumbo.
Pero parece ser que sí, porque si no este no sabría aquel dato, aunque no iba todos los fines de semana, solo en los cuales no tenía muchas tareas, además, ojalá y ese fuera su caso, pero no, ¿Cómo aclararle a Kacchan que se hallaba siendo mimado en su regazo?
—El problema es que nadie lo vio volver ayer después de clases, no pudo irse sin pasar por algunas de sus cosas.
Kacchan solo bufo y rodo los ojos, Deku ladeo la cabeza por su rara mueca de disgusto.
—Oh vamos, ¿acaso no estas preocupado?
—¿Por qué mierda me preocuparía ese nerd?
¡Exacto! Pensó Deku, la pregunta seguramente ofendió a su ex amigo, ¿acaso Kirishima no veía el claro odio a su persona? Primero se convertía en gato antes de que Kacchan se preocupe por el o algo parecido.
—Porque eso haces cuando estás enamorado de alguien.
Vaya... eso explicaba él porque era un minino de cuatro patas.
Su chillido llamo la atención de ambos y estos se giraron al minino en los brazos del rubio, Kacchan lo apego más a él, mientras le acariciaba con más calma para tranquilizarlo.
—¡Cierra la boca idiota! Si alguien se entera, juro que te mato.
—¡Entonces deja de fingir indiferencia! ¡El dueño de tu explosivo corazón no aparece!
Kacchan estaba más que sonrojado, Deku... bueno, él estaba considerando saltar por la ventana y desear no saber activar sus habilidades gatunas.