Mí estúpido niñero.

By ValentinaRamirez0885

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La historia de una chica estudiosa y su vecino; sus padres lo contratan como niñero de su hija una noche; des... More

Hello everyone.
Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Aviso🙉
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
¡Hey babes!
HOLA HOLA.
Capitulo 20.
¡Gracias!
¡Importante!

Capítulo 21. (Último, final de temporada)

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By ValentinaRamirez0885

                    *3 meses después*

   Habían pasado tres meses de mí historia con Harry y su final. Tres meses de mí y mí embarazo.
   Hace ya tres meses vivo con mí padre biológico y Matt en los Ángeles.

   Se preguntarán si Harry sabe lo de mí bebé, y la respuesta sigue siendo no.
   Decidí que no merecía saber nada de nosotros, porque ni siquiera sabe dónde me encuentro en éste momento. Recibí llamadas y mensajes, no solo yo, sino que mí padre, mí hermano, mí mamá en Brooklyn, Lorie, todos. Incluso Kellin fue capaz de llamarme.

   Tuve que cambiar de universidad. Mí carrera de literatura inglesa tuvo que cambiarse de sitio, y aquí es más complicado. Por suerte me va bien. He conocido a una chica llamada Summer que es fantástica y puede ayudarme un poco con todo lo que necesito. Eso me ayuda a estar distraída un poco de todo lo que siento por Harry.

Harry's POV.

   No sabía dónde se encontraba Bárbara, nadie quería decirme nada y eso me irritaba de una manera impresionante. Lorie me evitaba, sus padres no me hablaban, pero juré que la encontraría incluso si tuviera que buscarla por debajo de las piedras. Ella es el amor de mí vida.

   Busqué a Lorie a la salida de su universidad. Iba sola, tenía que seguirla así que lo hice hasta la vuelta de un callejón hacia su departamento, y no pude contenerme que la tomé del brazo.

- Escúchame bien Lorie, escúchame con mucha atención.- ella comenzó a temblar.

- Harry tienes que soltarme en éste instante.

- ¿O qué? ¿Qué harás? Préstame atención, te preguntaré una vez, una sola, ¿dónde diablos está Bárbara?

- Yo, yo no s...

- Y ni te atrevas a decirme que no tienes idea, no te atrevas a mentirme. ¿Dónde está Bárbara? No me hagas repetir la pregunta, niña. No pruebes mí paciencia.

- ... Bárbara... Ella está en Los Ángeles, junto con su padre y su hermano Matt. ¡Ahora sueltame bestia salvaje!.- se zafó de mí agarré.- No le digas que te dije, hagas lo que hagas, te lo pido por favor.

- ¿Cómo que en Los Ángeles?

- ¿Y qué esperabas, idiota?.- dijo frotando su brazo de donde la tenía tomada.- ¡Tuvo que irse desde que se enteró que estaba embarazada!

   Mí vida se giró completamente. Miré a Lorie confundido. La sensación que había en mí era difícil de explicar. Ella sólo se había llevado una mano en la boca, sabiendo que dijo algo que no tenía que haber dicho.

- ¿Cómo... Cómo es que dices?.- pregunté mirándola a los ojos.

- No, no quise decir eso... No es verd..

- ¡¿Embarazada dices?!.- levanté la voz.- ¿Cómo diablos es eso? ¿Cómo se atrevió a irse teniendo a una parte de mí en ella? ¿Tú quien te crees que eres para mirarme a la cara y ocultarme todo esto? Ella es mía, ¡Bárbara es mía! ¿Puedes entender eso?.- mí respiración era agitada, dí un paso hacia Lorie.- Quiero que me des inmediatamente la dirección de donde se encuentra, ¡Ahora mismo!.- grité.

   Ella lo anotó en un papel con mano temblorosa, al momento de dármelo me dirigí hacia mí casa a empacar mis cosas. Tenía que buscarla, sea donde sea.
   No tenía que arreglar mí día en la empresa, ya que mí padre falleció hace un mes y ahora el dueño y único heredero de toda su fortuna era yo.

   Busqué mí coche, guardé mis cosas y me dirigí hacia Los Ángeles. Tardaría un día en llegar, pero no me detendría ni un segundo. Bárbara es el amor de mí vida, y dentro de ella tiene a mí hijo, nuestro hijo.
   Oficialmente ella sería mí esposa, mía. Cueste lo que me cueste.

 
   Pasó un día, y como lo pensé, llegué a destino.
   Me dirigí a mí casa de campo de Los Ángeles que teníamos con mí padre. Ahí pensaba quedarme hasta arreglar las cosas con Bárbara, pero tenía que buscar el número de su hermano, él tendría que ayudarme.

                               *08:00 am.*

   No pude dormir en toda la noche, me costó poder encontrar el número telefónico de Matt, pero como siempre, lo conseguí.
   Quedamos en un café, le pedí suma discreción, me dijo que dejaría a Bárbara en su universidad y vendría.

   No llevaba esperando mucho tiempo, que un muchacho con cabello rojizo apareció y se sentó delante mío.

- Así que tú eres Harry... ¿Cómo nos encontraste? ¿Qué es lo que quieres?.- Preguntó con mirada desafiante.

- Calmado, estoy buscando algo que me pertenece, y lo sabes.- sonreí.

- Mí hermana no te pertenece, ella no es tu propiedad, déjala en paz.

- Uh, te equivocas... Tu hermana me pertenece tanto como lo que lleva dentro de su vientre.- lo miré fijamente. Él se estremeció en su silla.

- ¿Y tú cómo diablos sabes eso? No es verdad.

- Cuidado con lo que dices, que te has delatado sólo, querido cuñado.- me acerqué.- Escúchame, tienes que ayudarme a recuperar a Bárbara, si es dinero lo que quieres entonces tendrás todo el que necesites, casas, coche, lo que tú quieras, pero tienes que ayudarme.- El solo miraba sus manos.

- ¿Te das cuenta lo que me estás diciendo?.- levantó su vista.- No quiero tu sucio dinero, mí hermana estará contigo si eso es lo que ella quiere, no voy a obligarla a nada.

- Entonces olvida que te ofrecí dinero y solamente ayudame a recuperarla. ¿Tú tienes novia?

- Yo... Pues, sí.

- ¿Y la amas?.- Él asintió.- Entonces entiendeme, sí la pierdes, ¿no harías lo que fuera para recuperarla? Mírame y dime si no es lo que tú harías, Matt.- agachó su cabeza.- Escúchame, tu hermana es el amor de mí vida, sin ella no vivo, no puedo. Y no podría seguir respirando si no la tengo a ella ni a mí hijo conmigo. Por favor, por favor yo necesito recuperar a mí familia. Ahora no te lo pido cómo negocio, si no como persona a persona, dime si aceptas.

- Está bien Harry... Acepto. Pero con una condición: no te atrevas a lastimar a mí hermana, no puedo verla tan mal, estoy cansado de escucharla llorar y culpandose.

- Tú tranquilo, tu hermana no derramará otra vez ni una sola lágrima de sus ojos, te lo aseguro.

   Accedió a ayudarme. Tenía un punto a favor, ahora solo bastaba llevar a cabo todo lo que tenía preparado.

   Preparé mí casa, llené de velas, María preparó una cena y postres deliciosos. Decoré la casa, y el jardín donde se encontraba la piscina.
   Me tomé un tiempo para comprar un precioso anillo de compromiso para Bárbara. También decoré una habitación para el bebé, llené de peluches, una cuna, ropa, pequeños zapatos, todo.

   Estaba tan ansioso, tenía esperanzas de recuperar a Bárbara y a mí hijo, de casarnos y ser eternamente felices. Pero la decisión no era mía, si no de ella.

BARBARA'S POV.

  Mí hermano había llegado de trabajar, yo había salido temprano de la universidad y mí padre seguía en el trabajo.

   Me duché y al salir del baño encontré la caja del obsequio de Harry sobre mí cama.
  
- Deberías ponerte ese vestido...- me sobresalte al escuchar a mí hermano en el marco de la puerta.

- No, ni de broma.- Reí.

- Hablo en serio Bárbara. Pontelo, te preparé una sorpresa que estoy seguro que te encantará.- Sonrió.

- ¿Sorpresa? Vaya, está bien. Estaré lista en un momento.

- No tarde, señorita.- Dijo para después cerrar la puerta.

   Me puse el vestido, mis tacos negros, sequé mí cabello y armé mis ondas. Me maquille un poco, tomé mí bolso y bajé.
   Mí hermano estaba esperándome sentado en el sillón.

- Disculpa, ¿tú eres Bárbara?.- Dijo Matt en broma. Yo solo reí.

- Ya vámonos tonto.

   Subimos al auto, pero antes de arrancar me dió un pañuelo.

- ¿Y esto para qué es, Matt?.- pregunté extrañada.

- Por favor, necesito que te vendes los ojos todo el camino. Es una sorpresa, no puedes ver nada hasta llegar.

- ¿Dónde me llevarás?.- Sonreí y tomé el vendaje. Me lo puse al rededor de mí cabeza tapando mis ojos.

- Ya verás.- dijo para seguido, colocar música para romper el silencio.

   Nos la pasamos cantando todo el viaje hasta el lugar, era un poco lejos, porque estoy segura que tardamos cómo 25 minutos.

   Finalmente se detuvo. Matt suspiró.

- Escucha, te abriré la puerta y te guiaré. Hagas lo que hagas no te quites la venda hasta que yo te lo diga.

- Matt, me estás asustado. Pero supongo que está bien, yo obedezco.

   Oí a mí hermano bajar del coche para después abrirme la puerta y ayudándome a bajar. Subimos las escaleras con cuidado, y por fin se escuchó una puerta. Estábamos dentro de una casa, y el aroma se me era muy familiar.

- Oye, ¿ya me puedo quitar esto de los ojos, Matt?.- Nadie me respondía.- ¿Matt? Hablo en serio, esto me da mala espina.

   Sentí una presencia detrás, y una caricia que subía por mí brazo derecho que me erizó la piel, era un tacto tan suave que ya hace mucho no sentía.

   De repente, la venda de mis ojos desapareció. No veía a nadie, solo una gran sala con una ventana que cubría una pared enorme y daba vista hasta el patio trasero, piscina, césped verde, y luces hermosas.
   Dentro de la enorme sala, se encontraban velas, muchas. Una chimenea y una biblioteca.

- Matt esto ya no es diver...- Giré hasta encontrarme solamente a centímetros de Harry. Esto no podía estar pasando, ¿Acaso estaba soñando? Que nadie me despierte entonces.

   Él solo se limitaba a mirarme fijamente, era una mirada profunda, llena de amor como también de dolor. Estaba vestido con una camisa con algunos botones desabrochados, un pantalón de vestir negro, y zapatos oscuros. Era todo un galán.

- Sorpresa...- Dijo él.

-¿Tú...? ¿Cómo es que me encontraste?.- Pregunté. La voz se me iba a quebrar, tenía un nudo en la garganta que no se quitaba.

- Fue fácil... ¿Creíste que no te buscaría? Eres mía, pequeña. No puedes huir.

- ¿Qué es lo que buscas ahora, Harry?

- A ti...- Puso su mano en mí vientre.- y a él.

 
    Me asombré. ¿Cómo se había atrevido mí hermano a traicionarme así? No encontraba respuesta suficiente para esto. Me dolía.

- No puedes escapar de mí, entiendelo. Tienes a nuestro hijo en ti.- Me estudió un instante.- Ven conmigo.- Tomó mí mano llevándome hacia arriba. Abrió una puerta donde dentro había una habitación más grande que mí casa, una cama gigante y un ventanal que daba vista a todo el jardín. En las paredes habían fotos nuestras, rosas sobre un mueble, una decoración de ensueño. También había un cuarto aparte que era nuestro armario, y un baño precioso.

- Escúchame, todo esto es nuestro, todo esto es tuyo nena... Ésta sería nuestra habitación, ésta sería la cama que compartiriamos los dos todas las noches de nuestras vidas. Aquí es donde viviríamos.- Volvió a tomar mí mano para salir del cuarto y llevarme hacia otro.
  
   Al entrar no podía creer lo que veía. Una habitación para bebé, estaba todo tan hermoso, tan detallado, era algo con lo que jamás hubiese soñado.

- Y ésta, sería la habitación de nuestro hijo.- Mis ojos se llenaron de lágrimas. Puso una mano en mí mejilla.- Sé que estás molesta conmigo, y estás en todo tu derecho, pero amor, créeme que lo que viste no es lo que parece. Ella se aprovechó de la situación, sabiendo lo mal que la estaba pasando... Mira, mí padre enfermó, y falleció hace un mes.- No podía creer nada de lo que Harry estaba diciendo, ¿Cómo fue que pasó todo esto? Quería morirme por haberlo dejado solo.- Esa fue la única razón por la que quizás te respondí mal en el mensaje. Lo lamento, no sabes cuánto lo lamento, mí corazón moría por tu ausencia, me dolía respirar todos los putos días de mí vida, te necesité tanto... Y ahora que te tengo conmigo, no voy a dejarte ir nunca más, jamás te irás de mí. Sólo, déjame sentirte un momento, no te muevas.- Y no me moví, rozó sus labios con los míos un momento, me miró de pies a cabeza, me acarició hasta que finalmente, me besó. Un beso en el que yo con gusto seguí.

- Te perdono, no sabes cuánta falta me has hecho Harry, no tienes ni idea...- me abrazó fuerte.

- Aquí es tu lugar... Tú lugar es conmigo Bárbara.- le devolví el abrazo con fuerza.

   La noche fue hermosa, una velada magnífica. Cenamos, todo estaba tan delicioso. Le conté a Harry sobre lo que me pasó durante todo éste tiempo, lo que hice, cómo me fue con la universidad, el curso de mí embarazo, todo.

   Terminamos y Harry se levantó para tenderme su mano. La tomé y me levanté.
   Me llevó hacía el Jardín trasero, estaba decorado de una manera hermosa, parecía un cuento de hadas.

- Tú eres lo más hermoso que a mí vida le ha pasado, y es por eso...- se arrodilló.- que quiero compartir cada día del resto de ella contigo.- sacó una cajita roja y la abrió. Un anillo delicado decorado con diamantes hermosos apareció. Derramé un par de lágrimas.- ¿Quieres casarte conmigo? ¿Quieres ser eternamente mí esposa?

- Sí... ¡SI!.- grité.- ¡Por supuesto que acepto!.- Él colocó el anillo en mí dedo y se levantó para darme un cálido beso. Uno que había anhelado hace meses, un beso de sus labios.

   Harry me pidió ser su esposa y cómo saben, yo acepté. Ese fue el momento más hermoso de toda mí vida, una vida que compartiría con Harry, con el amor de todos mis días. Esto no sería fácil, pero nuestro amor siempre fue más fuerte que cualquier dificultad que se nos ha interpuesto a la larga, y sabíamos bien, que sabríamos superar cada obstáculo que se nos siga poniendo por el resto de nuestras vidas. Tendríamos un/a hijo/a precioso/a, al que íbamos a criar con mucho amor y paciencia.
   Sabíamos amar, él sabía amarme y yo sabía devolverle el amor de la mejor manera. Sería mí esposo, y yo su esposa. Seríamos eternamente... Harry y Bárbara.

FIN.

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