Después de un pequeño discurso agradeciendo otro increíble año junto a toda la familia, Miku se descuidó por unos momentos. Momentos que le bastaron a Meiko para poder salir a tomar un poco de aire frío. Algo que Miku le había prohibido estrictamente a todos. La quería, pero no toleraba que quisiera mandarle aún cuando era ciertos años menor que ella. Además, había algunas veces en las que la chiquilla hablaba y hablaba sin callarse, eso también llegaba a fastidiarla.
Al salir sus zapatillas se reflejaron en el piso brillante apenas lo tocó, subió las escaleras con un poco de prisa recogiéndose el vestido, igual que cenicienta lo hubiese hecho, y se encontró con la obra maestra que esperaba observar;
Desde la azotea todo se veía deslumbrante, y lo era. Se habían encargado hasta del más mínimo detalle posible para esa fiesta de Año Nuevo. Y a pesar de sentirse cansada, todo el tiempo había algo que le llenaba de felicidad. La experiencia de haber estado allí casi desde el momento en que todo comenzó, era imposible no agradecer por ella cada día.
Dio unos cuantos pasos más, la ciudad lo tenía todo en esos momentos, luces, música, fuegos artificiales, vida. Estaba llena de maravillosa y sorprendente vida. Dejó salir un suspiro y sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse, pero a la vez se secaban, hacía bastante frío.
— ¿qué haces? — le fue imposible no voltearse al escuchar esa voz, no podía ser nadie más que él — la fiesta está allá adentro — hizo una pequeña pausa para reír — .Y Miku está como loca buscándote.
Él se acercó hasta quedar frente a Meiko, le parecía encantador que aún con esas zapatillas blancas era más alto que ella casi por una cabeza.
— sólo quiero estar aquí un poquito más... ¿podrías decirle que no tardaré?
Kaito levantó una ceja.
— no tardaremos querrás decir.
Levantó una botella de Sake en la mano, Meiko apenas se percataba de que la llevaba.
— ¡oh no!, ni lo creas — se alejó regresando su mirada hacia las luces de la ciudad mientras se cruzaba de brazos — .tienes una pésima tolerancia al alcohol.
— ¡Vamos Meiko! — volvió a plantársele en frente — .Ya me has hecho seguirte hasta aquí.
— no, no lo creo. Mejor regresa con ellos, en un momento voy — ciertamente no era sólo ella haciéndose la dura. No le gustaba pensar en la idea de que a veces Kaito gustaba de tomar únicamente para pasarla con ella, le hacía sentir mal de cierto modo.
En ese momento él suspiró para después sonreírle. Destapó la botella y se hincó frente a Meiko con una rodilla apoyada en el piso, le tomó la mano y la sorpresa en su rostro solo le motivó más.
— señorita, ¿me haría usted el favor de dar el primer trago?, este sake es demasiado para mí — fingió tristeza y después con una voz dulce de susurro finalizó —. necesito a mi condiscípula aquí, a mi lado.
Meiko suspiró. Era muy fácil rendirse ante Kaito. Dibujó una pequeñísima sonrisa en su rostro y aún mirándolo se agachó quedando a su altura.
— no, no puedo. Por favor no insistas más mi estimado homólogo — alardeó con drama fingido sacándole una risa a Kaito.
Después de un pequeño silencio él fue quien dio el primer sorbo.
— tu turno
— no tienes remedio — dio un trago mucho más largo mientras que Kaito se sentaba en el piso. Ella hizo lo mismo.
— ¿recuerdas cuando Rin y Len llegaron? — le preguntó él dando comienzo a la clase de conversación que Meiko ansiaba tener.
— ¡ sí!, y cuándo Miku y Luka llegaron,
Dejó el sake a un lado. Parecía que sólo había sido una herramienta para romper el hielo.
— y qué tal cuando todos pensamos que Teto sería una nueva Vocaloid de crypton.
— aquello ya tiene muchos años — soltó una risita.
— pero nunca pasa de moda.
— cierto — Kaito comenzó a acariciar la mano de Meiko. Ella no se opuso.
— uno de mis momentos favoritos fue cuando cantamos esa canción juntos.
— ¿esa canción?
— sí — se rascó la mejilla — Tsugai Kogarashi.
— ah, claro — hubo un momento en el que tuvo que elevar la mirada hacia el cielo por que sentía las lágrimas comenzar a acumularse en sus ojos.
— y... ¿recuerdas cuando llegué yo? — aquella pregunta escapó de sus labios, y como sí inconscientemente la obligara, Meiko volvió a mirar a Kaito.
— por supuesto que sí. Cada día. Jamás podría olvidar la ocasión exacta en la que me acompleté.
Pronto la mirada de Kaito también se humedeció, más rápido y más fuerte. Una lágrima rodó por su mejilla con rapidez. Meiko se apresuró a limpiarla.
— no estabas incompleta sin mí.
— quizás no. Pero así se sentía.
— al menos nunca he tenido que saber lo que se siente estar sin ti.
— cierto. Lo has tenido un poco fácil.
Finalmente se les ocurrió juntar sus frentes. Ya estaban a muy poca distancia de todos modos. Así el frío se iba, o se anestesiaba.
— yo no podría imaginarme sin ti a mi lado. Eres más que mi compañera y mi amiga. Mucho más.
Meiko quedó callada. Entrelazó los brazos en el cuello de Kaito. Él puso una mano en su mejilla y la otra en su cintura. Era como si el momento se acercara y ellos estuvieran allí para vivirlo en toda la clase de dimensiones que existieran. Justo cuando levantaba su mentón para besarla, por última vez en el año viejo o por primera en el Año Nuevo, ambos escucharon una vocecita gritar.
— ¡allí están! — era Len.
Meiko fue la primera en separarse a toda velocidad. Se volteó apenada observándolos a todos, siempre encontrando el mejor momento para irrumpir.
— ¡¿qué hacían?!, se perdieron el conteo de Año Nuevo — Miku comenzaba a verse indignada cuando escuchó la risa dulce de Luka.
— déjalos. Sólo lo disfrutaban entre ellos dos.
— por supuesto que lo disfrutaban — se burló Rin sin pena. Mientras Teto llegaba por detrás de ella.
Kaito sonrió sin rastros de vergüenza. Se levantó y enseguida le tendió la mano a Meiko para que hiciera lo mismo. Ella apenas y podía moverse de lo apenada que se veía. Caminó hacia ellos guiando a Meiko aún tomándole la mano y trató de justificar;
— sí. Lo cierto es que hablábamos de algunas cosas. Como cuando llegaste tú — le sonrió a Miku —.Y ustedes — dijo refiriéndose a los Kagamine — .También tú Luka, oh, e igual Teto.
Todos se miraron extrañados entre sí. Kaito aprovechó para bajar por las escaleras, aún sin soltar la mano de Meiko.
— fue un buen año — le comentó en medio del silencio.
— sí — dijo ella — sin duda alguna lo fue.
Ayyyyyyy. Pues bueno. Finalmente quedó esta cosa. La verdad es que no fue ni muy fácil ni muy difícil pero yo quería publicarlo a buena hora ;c
Debo confesar que no me encantó, siento que pudo haber quedado mejor, pero espero poder modificarlo algún día si es que no me ganan antes las ganas de eliminarlo, ajio, ajio, ajio.
Pues bien, gracias a las personas lindas que siguieron este libro que estuvo inactivo casi todo el 2018, enserio.
El libro cumplirá un año el nueve de enero y no puedo creer lo rápido que se pasa el tiempo, todavía recuerdo cuando estaba ahí pensando si sería buena idea hacerle un libro a mi OTP o no :')
Desde lo más profundo de mi corazoncito les deseo un muy feliz Año Nuevo, que todas sus metas y propósitos se cumplan, por que no importa si lo inicias a finales, mitades o inicios de año, cada día es una oportunidad renovada, y créanme que he comprobado eso en carne propia.
Les quiero un mundo y universo, pásenla bien, hoy, mañana, toda la semana, todo el año y toda la vida <3
Feliz inicio del 2019 🎆
Oh, y espero que les haya gustado el one-shot. Quedó medio feito pero lo hice con amor para ustedes.
Edit: imagínate que es media noche, sales y te alejas un poco de tu familia durante la cena. Y de repente, alguien te susurra al oído:
"Odio kaitoxmeiko, además ya cancelaron esa relación en los años actuales ya que notaron que en varias canciones miku ama a kaito"
VAsta.
Otra cosa que quería decir y se me pasó es que ya tengo unos capítulos listos y sólo estoy esperando a publicarlos, la inspiración volvió ji-ji.
Ya
Bai