Huracán ✔️

By paolacalderongt

103K 9.9K 1.5K

Emily Preston es una joven con muchos sueños; lucha para poder lograrlos día con día, para ello todas sus act... More

Prefacio
Piloto
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52

Capítulo 43

1.1K 155 26
By paolacalderongt

Los nervios estaban de punta, había una sola cosa a la que Eleazar le temía y era justamente a perder a Emily por lo que de cierta forma le costaba hablar.

—¿Seguro que estás bien?

—Tú mamá no está en el extranjero —dijo.

—Tú dijiste que lo estaba, justo cuando llegué a tú hacienda se suponía que ibas a sacar a mi papá y a mi Emmet fuera también.

Emily estaba confundida.

—Lo sé, pero... está aquí en una hacienda llamada la Colina en las montañas. Y va a estar aquí en dos días aproximadamente.

—Eleazar no puedo creer que estés hablando enserio ¿Por qué no me lo dijiste? —Emily se veía molesta.

—Por seguridad, si te lo hubiera dicho, hubieses querido ir a verla o hablar con ella. Era algo muy riesgoso, jamás salió de tú casa por la infidelidad de tú papá fue por otro asunto.

—Entonces todo lo que me has dicho es mentira ¿Por qué Eleazar? No había necesidad de mentir, si me lo hubieras dicho lo hubiese entendido a la perfección.

—No creo que eso hubiera pasado.

—¿Por qué?

—Emily, Leo te dejó por un error. Ahora comprendes este mundo, antes no. Si yo te lo hubiera dicho la emoción y los lazos familiares te hubiesen ganado, no podía permitir eso.

—¿Y por qué me lo dices hasta ahora?

—Porque tengo la necesidad de hacerlo.

—¿No me lo pensabas decir? —preguntó dudosa.

Eleazar se quedó callado por unos segundos.

—Las cosas no son así.

—¿Y entonces? No me lo pensabas decir Eleazar, estamos hablando de mi madre.

Emily se exaltó un poco.

—Me gustaría que entendieras por qué sucedieron las cosas.

—Déjame asimilarlas porque me cuesta comprenderlas. Sabes, tienes razón, no creo comprender del todo este mundo. Pero tú no me lo pensabas decir, no se trata de lo peligroso se trata de que no me lo pensabas decir, ni en broma pasó en tú cabeza el decírmelo.

—Hay muchas cosas que no te he dicho Emily, pero quiero que comprendas que jamás lo he hecho para lastimarte —sus ojos se pusieron rojos.

—No, no Eleazar. Perdóname tú, es sólo que me impresionó la noticia de mi madre —lo abrazó.

Si algo tenía claro y era que no quería pelear con él.

—Seré completamente sincera, no comprendo por qué lo hiciste, pero confío en ti, confío que me casé con un buen tipo, que me ama y jamás me lastimaría.

Eran muchas cosas más que debía decir Eleazar, pero no tuvo el valor de hacerlo; sobre todo porque a Mariza tampoco se las había dicho, ella no tenía ni la menor idea de que se había casado con Emily.

—Patrón, perdone que lo moleste, pero debemos de ver lo otro —dijo Lagarto, desde el otro lado de la puerta.

—¿Lo otro? —preguntó Emily.

—Barbara —respondió con seriedad—, la descubrí con un Beeper pasando información a Gavilán.

—¿Leonardo ya lo sabe?

—No, pero pronto lo sabrá —agregó, y luego de darle un beso salió del despacho, Emily fue con él.

Los Burgo estaban en la habitación de Lara, don Flavio estaba prácticamente conociendo a su nuera como debía, solamente la vio una vez antes de que tuviera que huir. Y a pesar de lo rudo y el semblante serio que lo caracterizaba, no podía evitar sentirse emocionado por su pronto nieto, o nieta.

—Te prometo que voy a hacer todo lo que esté en mis manos, para que el bebé nazca en las mejores condiciones —dijo, viendo fijamente a Lara.

—Lamento interrumpir este momento tan interesante, pero hay algo importante que debo hablar con ustedes —agregó Eleazar entrando a la habitación, aprovechando que la puerta estaba abierta.

—Justo estaba por ir a buscarte, ¿en dónde está Barbara? —preguntó Leo un poco molesto.

—Sígueme.

Layo y don Flavio prefirieron quedarse con Lara, por lo que únicamente Leo y Emily fueron con Eleazar.

—¡¿Qué significa esto?!

Leo estaba sorprendido al ver a Barbara amarrada, por lo que no dudó ni un segundo en intentar desamarrarla.

—Ni te molestes, a menos que quieras que pase información al enemigo —alzó la voz Pájaro.

—¿De qué hablas?

—Barbara es la informante de Gavilán, y más que eso; la asesina de Brayan —señaló—. Pero este ya no es asunto mío, está vez te toca a ti tomar una decisión —expuso y salió del establo.

Leo quedó en shock, conocía a Barbara hace muchísimo tiempo por lo que las palabras de Eleazar lo frisaron por completo.

—¿Es eso verdad? ¿Mataste a Brayan? —preguntó sin salir del pasmo.

—Yo...

Los ojos de Barbara se comenzaron a llenar de lágrimas.

—Te hice una pregunta ¡¿Mataste a Brayan?! —preguntó exaltado.

—Sí —respondió entre llantos—. Pero nunca quise hacer algo para afectarte a ti o a tú familia.

—¡¿No?! ¡Mataste a Brayan! —reclamó.

Leonardo estaba muy molesto.

—Nunca fue con la intención.

—¡Por favor Barbara! Nadie mata a alguien sólo porque sí. ¿Y lo de Gavilán? ¿Eso tampoco fue con la intención?

—Deseaba una mejor vida para mi bebé, solamente eso quería Leo.

—¡Qué irónico! Porque ya no hay bebé.

—No finjas que te importa, nunca te importó.

—¡Claro que me importa, me importaba Barbara! Era también mi bebé.

—Eso es lo que nunca vas a comprender Leo, y sabes ¡ya basta de pedir disculpas! —exclamó—. Basta de pedir disculpas, porque tú nunca me pediste a mí disculpas por la muerte de mi papá, tampoco por la muerte de Neco; así que tampoco voy a pedir disculpas por nada más.

—¿O sea que todo esto se trata de una venganza?

—No, se trataba de una salida.

—¿Y por eso mataste a mi bebé?

—Yo no lo mate, ¡nunca mataría a mi bebé! Eso es culpa de ustedes.

—¿De nosotros? Nosotros no fuimos quienes le pasábamos información a Gavilán, alguien tuvo que decirle en dónde estábamos y esa fuiste tú.

—Mi intención únicamente fue entregar a Pájaro y así nos diera protección, sabes que él podía darnos protección frente a Mouro; buscaba un mejor futuro Leo, buscaba que mi hijo creciera lejos de todo esto.

—¿Y por eso le querías entregar a Pájaro en el mismo lugar en dónde nosotros estábamos?

—No era ese el plan, no creí que tardara tanto. Pero Brayan me descubrió así que quería hablar y debía deshacerme de él, jamás pensé que ustedes serían tan tontos de pensar que había sido Mouro y decidirían huir. Y tampoco pensé que Gavilán tardaría tanto en ir a donde estaba Pájaro.

—¿Cómo sabías en dónde estaba Pájaro? Nunca habías venido hasta aquí.

—Te equivocas, el tiempo que estuve fuera y tú aprovechaste para enamorarte de Emily, yo encontré la hacienda. Sabía en dónde estaba por eso me comuniqué con Gavilán, y le expuse que sabía en dónde estaba y que le entregaría a Pájaro a cambio de protección. Hubo muchas cosas que aprendí en el tiempo que estuve lejos de ustedes, como que Pájaro estaba traficando y por eso su enemigo. Entiende que el plan no era que íbamos a estar en una selva y mucho menos que estaríamos en la hacienda en el momento que Gavilán fuera por él.

—Te escucho y no lo creo. No solamente mataste a Brayan, mataste a nuestro hijo Barbara.

—Es que hay algo que no has entendido.

—¿Qué cosa? ¿Qué lo hiciste por amor? ¡Por favor!

—El hijo no era tuyo, por eso no te lo había dicho.

—¿De qué hablas?

—Brayan no era la blanca paloma que creías, la noche que llegaste borracho y pensaste que estuviste conmigo no fue así; claro que hubo cierto fuego y por eso las prendas volaron, pero... nunca me tocaste. Yo me había refugiado en Brayan durante el tiempo que estuviste con Emily, por eso no te lo había dicho hasta que a Lara se le ocurrió abrir la boca.

—¿Y por qué no dijiste nada después?

—Porque te amaba, te amo y pensé que la vida me estaba dando algo para que volvieras a mí.

—¿Brayan lo sabía?

—No al principio, pero lo sospechaba y justo lo descubrió el mismo día que me escuchó hablando con Gavilán. Quería decir todo.

—¿Por eso lo mataste?

—No fue con la intención te lo dije; saqué el arma para amenazarlo y entonces forcejeamos y se disparó.

Barbara estaba llorando incontrolablemente.

—Y yo que todavía creía en ti.

—¡Por favor Leo! Tampoco vengas a hacerte la victima ahora, sí sé que no hice nada bien y, al contrario. Pero tú tampoco eres la victima en este asunto, ¿Se te olvidan todas las veces que me usaste?

—No fue así.

—¡Claro que sí! Porque yo siempre estuve a tú lado, mi papá dio la vida por una causa que los protegía a ustedes y no te importó ni siquiera eso para darme mi lugar; siempre fui la tonta que te esperó y pensó que la querías, me traicionaste una y otra vez Leo, pero siempre seguí allí de tonta; me fui del grupo para buscar salidas y darles ventajas ¿Y tú que hiciste? Aprovechar el tiempo para salir con mujeres, y enamorar a una. ¿Lo has pensado de esa forma? Mientras yo estaba como tonta junto con Neco arriesgando mi vida por ti, tú estabas enamorándote de otra, y simplemente me botaste.

—Yo sé que me equivoqué, pero perdón; eso no justifica que me hayas mentido respecto a un hijo que no era mío, tampoco el que hayas querido entregar a Pájaro y mucho menos que hayas matado a Brayan.

—¿Y qué se supone que haga ahora? Lo hecho, hecho está. Y para que te alegres créeme que ya recibí mi castigo, perdí a mi bebé.

Barbara estaba incontrolable, había mucho dolor en ella.

Leo ya no dijo nada y la dejó sola. No sabía que iba a pasar, pero de cierta manera dentro del dolor que estaba viviendo se daba cuenta que no le había fallado a Emily como siempre lo pensó.

—¿Qué pasó allá adentro? —preguntaba Layo muy confundido.

—Barbara mató a Brayan y fue la mujer que le pasó información a Gavilán.

—¿Barbarita? —preguntó don Flavio.

—Sí papá, esa misma que conociste y que parecía indefensa.

—¿Por qué lo hizo?

Layo no terminaba de creer lo que su hermano acababa de decir.

—El hijo que esperaba no era mío —Leo tragó saliva—. Brayan era el papá, y se enteró que ella le estaba pasando información a Gavilán para entregar a Pájaro y lo mató.

—Lo que me dices es...

Eladio estaba en shock.

—¿Es enserio, Barbara hizo eso?

—Sí, cada palabra salió de su boca.

Don Flavio también se veía desconcertado, estaba enterado de la muerte del papá de Barbara, del papá de Neco y la de Brayan, pero tampoco se imaginó que había sido la Barbara que él conoció.

—Lamento la situación, es claro que no es nada fácil, pero... no hay tiempo para meditar y buscar una razón válida para comprender el por qué lo hizo, debemos cuadrar un plan para salir vivos de esta —agregó don Flavio.

Eladio únicamente le dio unas palmadas a su hermano en la espalda en señal de consuelo por lo que estaba sucediendo, pero sabía que su papá tenía razón. Primero debían concentrarse en las soluciones que en el los problemas que surgieran, tenían la dicha de que ya estaban enterados y eso le daba un punto a su favor.

Eleazar se había encerrado en su despacho luego de dar la orden para que fueran a la Colina por doña Bianca, y Mariza, así también por el papá y el hermano de Emily a la ciudad. Cada segundo después de darla fue como pulsadas para él, si bien era un hombre fuerte no tenía la valentía necesaria para hablar con Emily.

—¿Quieres que te traiga algo de tomar? —preguntaba Rosa detrás de la puerta.

—No Rosa, déjame sólo por favor —pidió.

Lizardo estaba con ella, por lo que luego de escuchar a su hermano la convenció de que dejara de insistir y lo dejaran a solas como quería estar.

«Son muchas mentiras mi princesa, ojalá me puedas perdonas» pensaba Eleazar.

Pero la poca tranquilidad que tenía se le terminó en pocos segundos, al recibir una llamada de uno de sus empleados en la Colina preguntando si podían usar el helicóptero para sacar a las mujeres de allí. Él había mandado por ellas por tierra para que hubiera menos relajo, pero su plan se desmoronó, ya que el trabajador le informaba que estaban detectando mucho movimiento alrededor de la propiedad por tierra.

Al momento de salir del despacho para buscar a Lizardo, se encontró con don Flavio.

—Gavilán va para la Colina —dijo.

Fue lo único que necesitó escuchar, para que diera la orden de sacar a doña Barbara y a Mariza por aire. Ellos ya sabían a dónde tenían que llegar.

—Un helicóptero no puede venir hasta aquí —agregó el señor.

—Lo sé, voy a mandar por ellas.

—Necesitas velocidad.

—¿Estás proponiendo a tú hijo?

—Y a tú esposa también puede ser.

—Lo que me faltaba, que Mariza la vea antes de que yo le diga —rezongó.

—Sabes que no hay opción. Igual sirve para que tú, yo, y Layo planeemos lo que vamos a hacer.

—Faltaría Leonardo.

—Prefiero que haya uno que no lo sepa.

—De acuerdo, pero primero tengo que encargarme de que Lagarto vaya con ellos.

A Emily le sorprendió un poco que Eleazar le estuviera encargando prácticamente una misión, en la anterior había estado molesto, pero ahora parecía muy relajado con la idea que fuera. Aunque claro, en el momento que supo que era por ir por su madre estuvo más que dispuesta.

—Van a haber muchos hombres allí, por lo que el peligro va a hacer poco. Van a tener que llevar los pick-up porque no me voy a arriesgar a que se quede alguno, vienen dos helicópteros y ellos sabrán que hacer. La mamá de mi esposa, vendrá con mi esposa, por lo demás ustedes ya saben cómo será —dijo volteando a ver a Lagarto—. No quiero errores y tampoco muertes, a menos que sea del enemigo. Aunque por suerte considero que no habrá ya que todo está concentrado en las Colinas; Gavilán envió su artefacto privado, todo está en que las puedan sacar de allá —puntualizó.

—¿Cómo? ¿Viene alguien más? —preguntó Emily.

—Deben estar concentrados en la misión, recuerden que no sabemos si están monitoreando la zona por lo que a lo que van, no hay momentos de distracción a menos que quiera morir —agregó don Flavio.

Con ello evitó que Eleazar tuviera que aclarar la duda de Emily, antes de que fuera el momento. Por lo que luego de sus palabras cada uno fue a dónde debía.

—Ten mucho cuidado —dijo Eleazar.

Emily solamente le sonrió y con un te amo, continuó caminando hacía su vehículo.

Leo estaba fuera de sí, aunque por su entrenamiento difícilmente se distraería del objetivo principal que era ir por la mamá de Emily. Lagarto fue con Em, y otro hombre con Leonardo.

Durante el recorrido fue imposible mantener una conversación, tanto Emily y Leo que eran lo que conducían debían estar concentrados en el camino y Lagarto como el otro hombre que los acompañaba debían cuidar que nadie estuviera detrás de ellos o hubiera sorpresas en el camino.

En la hacienda también era un caos, sobre todo por los diferentes avisos que estaban recibiendo por parte de los hombres de la Colina quienes estaban teniendo serios problemas por sacar a la mamá de Emily como a Mariza de la hacienda.

Fueron muchas horas de gran emoción y preocupación hasta que fue confirmado que el helicóptero estaba apunto de aterrizar en el lugar indicado. Únicamente uno de los dos había alcanzado a llegar, por suerte en el que iban las dos mujeres.

—Quédese en el auto, señora —pidió Lagarto, mientras veían a los helicópteros acercase.

Era un momento de mucha tensión, ya que debían actuar con rapidez. Doña Bianca fue la primera en bajar del helicóptero, y sin dejar que dijera algo la llevaron hasta el pick-up que manejaba Emily. Luego bajó Mariza, y para sorpresa de Emily entre la emoción de ver nuevamente a su mamá, notó que la llevaron al auto que manejaba Leo.

—¡Nos vamos! —exclamó Lagarto, luego de percatarse de que Mariza hubiera subido.

—Claro, hola mamá —saludó con cierta curiosidad por saber quién era la otra mujer—. ¿No vamos a esperarlos? —preguntó, al ver que el auto de Leo se quedaba atrás.

—No, ya viene. Solamente están esperando a los hombres que van a incendiar los helicópteros.

—Van a explotar.

—Exacto, pero no se preocupe el patrón cuadró todo a la perfección. Aunque se den cuenta que aquí terminaron, difícilmente van a encontrarnos.

—¿Pero... y las huellas que deja el pick-up?

—Se tiene que ir por la quebrada —dijo señalando un pequeño riachuelito—, nos ayudará a que las ruedas no se vean.

—De acuerdo —acentuó la cabeza, dirigiéndose a lo indicado.

Cuando llegaron a la hacienda fue el auto de Emily el primero en llegar, por lo que luego de bajarse abrazó a su mamá fuertemente. Saludándola estaba cuando llegó el auto de Leo.

Eleazar tragó saliva y puso la mejor cara para recibir lo que le tocaba. Emily se acercó a él muy feliz y lo abrazó. Él la sujetó de la mano.

Leonardo bajó muy serio, y uno de los hombres que iban con él se encargó de abrirle la puerta a Mariza; era una chica joven, quizás un año menor que Emily, pelo negro hasta los hombros y tez blanca.

—¡Eleazar! —exclamó emocionada­—. ¡Qué gusto verte mi amor! —saltó sobre él y lo besó, mientras él la retiró lo antes posible.

Emily quedó en shock al verlo.

—¿Qué significa esto Eleazar? —preguntó y soltando su mano se fue.

—¡Emily por favor! —gritó, y fue tras de ella.

Mariza fue otra que se sorprendió por la actitud de Eleazar, por lo que doña Bianca que ya se había encariñado con ella fue a abrazarla.

—¡Emily espera! —pidió Eleazar.

—¿Me puedes explicar que carajos fue eso? Te dijo mi amor, ¿Por qué esa mujer te dice mi amor? —preguntó muy molesta.

—Era mi ex esposa.

—¿Cómo? ¡¿Tú ex esposa?! Tú nunca me dijiste nada, y aún así fuera parece que no lo sabe.

—Tal cuál Emily, Mariza no lo sabe.

—¡¿Qué dices?!

—Mariza no sabe que me divorcié de ella, y mucho menos sabe que me casé contigo.

Emily no respondió y le dio una fuerte cachetada.

—Lo sé, me lo merezco, pero necesito que me dejes explicarte.

—Eleazar perdón, pero ¿Qué es lo que está pasando? —preguntó Mariza acercándose.

A simple vista se notaba que era inocente.

—Es el momento que se lo digas entonces —agregó Emily muy molesta y se fue dejándolos solos.

—¿Quién es ella? ¿qué es lo que tienes que decirme? —preguntó Mariza.

Se veía muy confundida.

—Es Emily Preston —respondió él.

—¿Es ella? —se veía sorprendida.

—Sí.

—¿Entonces me vas a decir que me vas a dejar por irte con ella? —preguntó, tenía los ojos llorosos—. ¿Me trajiste aquí para que te firme el divorcio y así irte con el amor de tú vida?

Eleazar tragó saliva.

—Mariza, Emily es mi esposa.

—¿De qué hablas? Eso no puede ser cierto, tú y yo estamos casados.

—Ya no más, me divorcié de ti antes de que te enviara a la Colina.

Había cierta dificultad en cada palabra que Eleazar decía.

—Eso fue hace un año, ¿Te divorciaste de mí por ella? ¡Me engañaste Eleazar! —exclamó, con lágrimas en los ojos.

—No fue así Mariza, tú sabes el por qué te envié a la Colina.

—Para protegerme —respondió con sarcasmo.

—Fue así, pero para eso necesitaba fingir tú muerte y para ello debía tener un carné que ya no me marcara como casado. Emily llegó después.

—Eso no es cierto, llegó antes Eleazar, llegó antes incluso que yo.

—Nunca te mentí respecto a ella, lo sabes.

—Sí, y tenía la idea de que me dejarías cuando la encontraras; pero nunca pensé que me iba a doler tanto —lloró y se fue.

Mariza tenía total conocimiento sobre la existencia de Emily, su matrimonio no había sido exactamente por amor, ella lo sabía; pero su inocencia de haber sido una chica que vivió encerrada toda la vida por los negocios de su padre no le permitió darse cuenta de que él no la llegaría a amar, como ella creyó que sí lo haría. 

Continue Reading

You'll Also Like

47.5K 2.1K 38
Esta historia se basa en dos chicas con vidas diferentes una es actriz y la otra es una Barista. Daniela Calle sus papas murieron en un accidente de...
889K 30K 37
"No sabia lo que quería hasta que me volví adicto a ti." ------------------------- ELLA se acaba de mudar a Los Angeles dejando en su antiguo lugar u...
419K 18.2K 52
Emma (como: Barbara Palvin) es una chica de apenas 17 años. Julián (como: Dylan Sprouse) es un hombre con 24 años.
490K 19.7K 31
¿Y si solo tuvieras cinco meses para poder decirle adiós a la persona que quieres?