Ya habían pasado más de cinco meses desde que la familia Son fue separada, más de cinco meses desde que todos los habitantes del planeta Vegita al igual que los Son, habían perdido sus recuerdos creándose cada uno de ellos una historia de vida.
Una nueva historia de vida que ellos habían decidido creer para no sentir un vació incomodo en su cabeza que por las noches se trasformaba en un pesado sueño e incluso pesadillas que los atormentaba como era el caso de un apuesto joven de cabello alborotado que venía teniendo esos tormentosos sueños desde hace cinco meses.
Castillo:
Un apuesto hombre de cabello alborotado se levantaba de impulso de una cama arrojando al piso las mantas que lo cubrían.
Noooooooooooooooooo, gritaba Gokú, despertando con su grito desesperado a una mujer que estaba acostada en la misma cama que él.
¿Qué sucede lindo?, dijo Jerez mientras se tallaba sus ojos.
Nuevamente ese sueño, respondió Gokú.
No te atormentes, solo es eso, un sueño, te serviré un vaso de agua para que te tranquilices ¿o prefieres tus omelitos?, dijo Jerez mientras bajaba de la cama.
No quiero nada, respondió Gokú mientras recogía las sábanas al tiempo que pensaba: ¿Qué significa ese sueño?, los sucesos pasan tan rápido que me asustan y cuando despierto a las justas recuerdo esas voces pero son tan confusas además esta esa risa, si es la risa de un bebé, no me queda duda pero ¿por qué en mis sueños aparece la risa de un bebé?.
En tanto:
En una modesta casita un par de niños hablaban mientras trataban de conciliar el sueño.
Gohan, ¿no has vuelto a tener ese sueño?, decía un pequeñito de cabello alborotado.
No, ya no, poco a poco se va alejando de mi mente, tal vez papá tenga razón, deben ser secuelas de algún evento que pasó en el planeta y borro nuestros recuerdos pues está claro que no somos los únicos que tenemos este vacío en nuestro interior, respondió un apuesto niño de rostro dulce años mayor que el pequeñín.
Si papá tuvo razón, decía adormilado Goten.
¿Ya tienes sueño?, pregunto Gohan.
Si, respondió Goten mientras sentía sus párpados pesados.
Duerme, duerme hermanito que mañana tenemos que ir con papá al pueblo por remesas, dijo Gohan.
El apuesto niño al no recibir respuesta de su hermanito sonrío y cerró sus ojos para que él también intente dormir.
Nave:
Una pelinegra dormía abrazada a su pequeñita mientras un hombre gris la miraba al tiempo que pensaba: Ya pasaron más de cinco meses desde que partimos, más de cinco meses desde ya no viajo solo, ahora ustedes son mi familia, mi familia. Milka cada día se hace más grande, ya camina e incluso habla más palabras que antes y Milk me hace sentir tan especial, ella es una mujer muy dulce y amable, todos los días me prepara algo delicioso con lo poco que tenemos en la nave, sin duda fue una gran decisión tomarla como pareja aunque esa palabra solo quede en ello en palabras ya que yo no pienso forzarla a que me cumpla como mujer, no quiero hacerlo, no podría hacerlo, ella ya me esta dando no solo cariño sino además una familia, una hija, si porque Milka es mi hija, ella me llama papá y yo me considero su padre, eso me llena de un sentimiento maravilloso que no experimentando antes y que ahora gracias a ellas estoy experimentando y ello para mí es más valioso que una relación carnal.
El pensamiento del hombre gris fue interrumpido por una dulce voz.
Ya estamos en el universo 11 Jiren, dijo Milk mientras se tallaba los ojos.
Si, Milk, en algunas horas aterrizare en el planeta donde iniciaremos una nueva vida con Milka, respondió el hombre gris.
Entonces voy a preparar algo para beber, dijo Milk con calma.
Bien, respondió Jiren haciendo una pausa para decir: ¿Dormiste bien, verdad?.
Si, no tuve pesadillas, dijo la pelinegra mientras se dirigía a una pequeña caja donde guardaban sus alimentos.
Planeta Tierra:
Una peli azul se encontraba alistando a una pequeña niña idéntica a ella mientras platicaba con su madre.
Mamá, ya no puedo quedarme más tiempo, se supone que solo sería un viaje de tres a cuatro meses y me quede casi seis, decía sonriendo la peli azul.
Comprendo hija, Veguetita debe andar muy tenso extrañándolos, decía la mujer rubia mientras sonreía.
Si madre y yo también lo extraño pero también los extrañaba a ustedes además al ver tan felices a los chicos disfrutando de las cosas que no hay en el planeta de mi esposo y no es que me queje de su planeta, es un planeta muy lindo pero demasiado tranquilo, extrañaba ir de shopping, visitar a mis amigas, ir a la playa y pues todo eso hicimos mis hijos y yo en este tiempo además llevamos las cosas que vinimos a buscar de aquí y algunos recuerditos para Vegueta, Milk, Gokú y sus bellos hijos, respondió Bulma mientras ataba el lazo del vestido de su hija.
Mamá, el abuelo dice que la nave ya está lista, decía un pequeño niño peli lila mientras abría la puerta de la habitación.
¡Gracias Trunks¡ ahora vamos, respondió Bulma.
La peli azul tomo de la mano a su pequeña hija y salió de la habitación tras su hijo mayor al tiempo que su madre los seguía.
Luego de algunos minutos de caminata la mujer, sus dos hijos y su madre llegaron al jardín de su casa en donde estaba la nave que su padre había reparado para su viaje.
Ya está lista la nave hija, viajaran sin ningún percance, dijo un hombre de lentes.
¡Gracias padre¡ respondió la peli azul mientras la madre de esta se despedía de sus nietos.
No hay nada que agradecer hija, también les prepare algunas cápsulas con algunas cosas y víveres de la tierra para que las disfruten con Vegueta y con quien gusten, dijo el hombre de lentes.
El abuelo nos guardo en una capsula un parque de diversiones Bra, decía sonriendo el pequeño peli lila.
¿Si abuelito?, dijo Bra.
Si linda, si, respondió el hombre.
Tras los respectivos abrazos de despedida Bulma y sus hijos abordaron la nave.
En un año volveremos, dijo la peli azul antes de cerrar la puerta de la misma al tiempo que una sonrisa se plasmaba en su rostro mientras pensaba: En un mes estaremos nuevamente juntos Vegueta, ni imaginas toda la ropa que compre para mí y para ti mi amor.
Tras abrochar los cinturones de seguridad a sus hijos y colocarse el suyo, Bulma encendió su nave.
Hasta pronto plantea tierra, decían los pequeñitos mientras la nave despegaba.
Planeta Vegita:
Jerez caminaba con firmeza por un pasillo al tiempo que algo que vio hizo que ella detuviera sus pasos.
¿Quien coloco eso allí?, dijo con firmeza la mujer haciendo que el cuerpo de las empleadas que estaban en el pasillo empiece a temblar.
No lo sabemos señora, dijo una de las empleadas.
Fui muy clara con las normas desde hace más de cinco meses, no quiero espejos en la casa, ¿es que no entendieron?, dijo casi gritando Jerez.
Ahora lo retiramos señora, dijo otra de las empleadas mientras se dirigía a tomar el espejo.
Es la última vez que contradicen una de mis ordenes, la próxima vez......., decía Jerez cuando escucho.
Nooooooooooooooooooooooooooo
¡Gokú¡ si es ¡Gokú¡ dijo Jerez antes de echar a correr.
En tanto en una habitación:
Un apuesto hombre de cabello alborotado daba vueltas sobre una cama mientras gritaba desesperadamente: Nooooooooo
-.Sueño.-
Ja ja ja, mua, ja ja ja, mua
Era la risa de un bebé que escuchaba el apuesto hombre de cabello alborotado al tiempo que el trataba de caminar en medió de una oscuridad.
¿Dónde estás?, decía el hombre.
Aquí, le respondió un dulce pero a la vez atemorizada voz seguida de un repentino llanto de un bebé: muaaaaaaaaaaaa, muaaaaaaaaaag
¿Dónde?, ¿dónde están?, ¿por qué no puedo verlas?, ¿por qué no puedo seguir avanzando?, decía el hombre.
Aquí, aquí estamos
Muaaaaaaaa, muaaaaaaag
Aquí, aquí, decían unas voces de niños seguidos por el llanto de un bebé y una dulce voz de mujer al tiempo que el hombre sentía que algo le sujetaba las piernas deteniendo su avance.
No, no nooooooooooooooooooo.
-.Fin del sueño: Tiempo actual.-
Cálmate, cálmate, ya estoy aquí, toma, bébelo, decía Jerez mientras le entregaba una bebida al apuesto hombre de cabello alborotado que se había sentado de impulso en la cama tras el sueño que había tenido.
No comprendo, ¿qué significan esas voces, ese llanto?, decía Gokú.
Solo es un sueño repetitivo, no te atormente hermoso, respondió Jerez.
No, no solo puede ser un sueño repetitivo tiene que tener algún significado, dijo Gokú.
Tal vez es algún recuerdo de tú infancia, respondió Jerez.
Jerez, ¿dónde están mis padres?, ¿tengo hermanos?, ¿por qué ellos nunca vienen al castillo?, dijo Gokú al tiempo que la mujer se puso de pie para meditar bien la respuesta que le diría al hombre de cabello alborotado.
Ellos no vienen porque ya no existen cariño, tal vez ese sueño es parte de alguna vivencia pasada con tú familia, hasta donde sé los perdiste mucho antes de que tú y yo nos conociéramos, pero mejor no hablemos de ello, mejor ponte de pie, date un baño y vamos a desayunar......, decía Jerez mientras el apuesto hombre bajaba la mirada.
Perdí a mi familia, solo la tengo a ella aunque no sé porque pero yo no puedo sentir nada calido por ella, pensaba Gokú mientras la mujer seguía hablando.
En tanto:
Un hombre de mirada ceñuda caminaba junto a dos niños por una tienda cuando de repente su mirada se poso en un grupo de personas que al igual que él lo quedaron mirando pero no solo a él sino también a los niños que lo acompañaban.
Papá, ¿sucede algo?, dijo Goten.
Esos señores se parecen mucho a ustedes e incluso un par de ellos a mí, respondió Vegueta mirando al grupo de personas que se acercaban a ellos.
Luego de algunos minutos estos llegaron frente a ellos dejando desconcertados a los niños que miraban a su supuesto padre y a un hombre idéntico a este.
Es increíble el parecido, decía una mujer de cabello corto.
¿Seremos familia?, dijo un hombre de cabello alborotado.
Si, debemos serlo, respondieron los demás mientras el hombre de mirada ceñuda miro al par de niños y solo les dio una ligera sonrisa.
Tenemos abuelos, tenemos abuelos, decían los niños felices.
Esto hay que festejarlo con una deliciosa comida, dijeron una de las mujeres.
Si, dijo la otra.
Nave:
Mientras Jiren jugaba con Milka, Milk se encontraba preparando algo para que comieran cuando de repente la pelinegra decidió dejar de preparar los alimentos para tomar una tela y secar el sudor de su rostro que estaba sintiendo como efecto de la gravedad.
La pelinegra empezó a secarse el sudor en su frente mientras observaba en una de las paredes de la nave su rostro reflejarse cuando de repente hubo algo que llamo su atención.
¿Y esto?, dijo Milk mientras se acercaba más a la nave para ver con claridad lo que le había llamado la atención.
¿Qué sucede?, dijo Jiren al ver la actitud de la pelinegra.
Creo que tengo algo en mi frente, respondió Milk girando hacia el hombre gris.
Es una marca, dijo como si nada Jiren.
¿Una marca?, respondió Milk.
Si, debieron hacértela como símbolo de tu raza, algunos planetas tienen costumbres muy raras, dijo con calma Jiren.
Jiren, dijo Milk.
Dime, respondió el hombre gris.
¿Cómo es que nos conocimos si somos de planetas distintos?, tú mismo me has dicho ello, dijo Milk.
En uno de mis viajes yo te conocí y te invite a venir conmigo, como a ti te gustaba la aventura pues tomaste mi propuesta, con el tiempo nos hicimos pareja, respondió Jiren con calma.
¿Cómo se llama mi planeta?, dijo Milk intrigada.
¿Qué?, respondió Jiren.
¿Cómo se llama mi planeta, algún día quisiera ir a el, de seguro allí se quedaron mis padres, mis amigos,......, decía Milk.
Pues se llama el planeta cero y está muy lejos de este universo, nos tomara años llegar hasta allá, yo te conocí siendo casi niños, respondió Jiren mientras la pelinegra entristecía.
¿Entonces nunca podré ir a allá?, decía Milk con nostalgia.
Tal vez en algún momento vayamos aunque no te aseguro que tú familia este viva, respondió Jiren mientras la pelinegra entristecía.
No te pongas triste, si quieres cambiamos de destino y vamos directo al universo doce así ahorramos tiempo, dijo Jiren mientras la pelinegra asentía.