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¿Qué pasa? Está todo oscuro... ¿Donde estoy? Traté de moverme, solo para encontrarme con que tenía un espacio muy limitado, comencé a golpear esas paredes pero parecía no tener ningún efecto. Comencé a escuchar unas voces.
—Sshhh, vos seguí... —dijo una voz femenina que no podía identificar; ¿Qué siga con qué?
—No me parece. N-no, yo no quiero seguir con esto, hay que sacarla— dijo otra voz que pude identificar rápidamente como la de Scott.
—¿QUÉ? NO, no la podemos sacar, les va a decir a todos, ¿Sabes lo que nos pueden hacer si ella les dice lo que hicimos?— ES SHELLEY, hija de puta ¿Donde estoy?
—P-pero no la podemos dejar ahí... ¿Y si sale sola?— dijo Scott con un atisbo de miedo.
—¿Como va a salir de ahí?— chasqueó la lengua— Dejate de joder y termina lo que empezaste— ¿QUÉ TERMINE CON QUÉ?
—Fue idea tuya. Yo no pienso seguir con esto a menos que la quieras sacar— ¿Sacar? ¿Sacar de donde? ¿Donde me metieron?
—Entonces chau.
—Sacala de ahí— dijo firme.
—¿No te ibas a ir?— cuestionó con su insoportable actitud.
—¿Escuchaste?— dijo ignorando a Shelley.
—¿Viene alguien?— dijo ella con un dejo de temor.
—Sshhh... Escucha... VIENE DEL CAJÓN— gritó con terror absoluto; ¿¡CAJÓN!? ME ESTÁN ENTERRANDO VIVA. Ay Dios mío, ¿Qué hago? Ellos saben que estoy viva; comencé a golpear el cajón desesperadamente, sintiendo como cada vez me era mas difícil respirar.
—¿EL CAJÓN? SE DESPERTÓ, LA PUTA MADRE ¿Qué hacemos?— dijo ella llena de terror y angustia.
—Fue tu idea... Arreglatela sola...— dijo él para después irse corriendo.
—Ya me vas a pedir algo... ¿Ahora qué hago? ¿Ahora qué hago? Supongo que voy a tener que terminar esto sola...— pensaba Shelley en voz alta.
—SACAME DE ACÁ. YA SE QUE ME ESCUCHAS— le grité mientras golpeaba el cajón, pero ella parecía ignorarme.
—Ssshhhh... Dentro de poco nadie va a escuchar nada— dijo calmada, y pude escuchar como la tierra caía sobre el cajón mientras que yo seguía tratando sin ningún éxito de romperlo y salir.
—¿Q-qué? ¿Como? ¡¡SACAME DE ACÁ!!— dije ya con lágrimas en los ojos, seguía golpeando la dura madera tratando de liberarme.
—Listo... Nadie se va a dar cuenta, nos vemos linda...— dijo y escuché sus pasos alejarse.
—Mierda... ¿AHORA QUÉ HAGO? Ok.. A ver... No me tengo que alterar, me queda poco aire... ok... ¿Qué hago?— sentía las lágrimas caer por mis mejillas— ¿Qué voy a hacer? Tengo que salir ¿Como salgo?— nuevamente quise romper la madera, lastimándome en el intento, a pesar de no ver absolutamente nada, podía sentir como las gotas de sangre caían de mis manos hasta mi rostro, haciendo que mis lágrimas se intensificaran; me apreté la mano contra el pecho, llorando desconsoladamente, con la esperanza de que alguien se diera cuanta de que estaba encerrada ahí, quedándome sin aire. Di patadas, nuevamente sin grandes resultados, parecía que nada mas allá del aire iba a salir del cajón; di patadas y puñetazos al mismo tiempo, pero solo conseguí cansarme, y que me doliera el cuerpo, las lágrimas parecían no tener fin, ahora habían cesado dando lugar a una calma desconocida, pude respirar y ver con claridad donde estaba, me sentía flotar en un mar de estrellas apagadas, estiré una de mis manos para tocar una estrella y me topé con la realidad, me encontré con una madera fría que apenas si tenía un rasguño, dejé caer mi mano sobre mi pecho, solté un suspiro, di mi última bocanada de aire, todo se volvió aún mas oscuro.
[...]
Me desperté bañada en sudor, temblando, dando una gran bocanada de aire, a causa de una pesadilla, una bastante ridícula, ridícula a tal punto que no entiendo por qué me desperté, apenas si me acuerdo... Sueños de porquería... A ver, ¿Qué pasó? Emmm... ¿Qué hacía?... Recordé lo que había soñado, DIOSSS que sueño horrible.
Miré a mi al rededor, pude divisar a Peter durmiendo, es como la otra vez, está hecho un desastre, reí para mis adentros y le acaricié con delicadeza el pelo, solté un suspiro de cansancio, miré al reloj, 7:23, no me desperté mas temprano porque esta vida no quiso... Pero... Podría aprovechar y empezar a buscar trabajo, mejor temprano que tarde... Y ya no creo que me vuelva a dormir. Desperté a Peter, después de varios intentos fallidos y falsas alarmas.
—¿Se puede saber por qué me despertas tan temprano? Ya no voy al colegio, te aviso nomas...— dijo bostezando.
—Necesito ayuda.
—¿Con qué?
—Necesito que me prestes ropa, voy a salir.
—¿Salir?— todo el sueño y la pereza se le fue de un momento a otro— ¿A donde? ¿Con quien? ¿Por qué? ¿Ahora?
—Tengo que buscar trabajo, ¿Te acordas que te dije que quería conseguir uno?— asintió— Bueno, no tengo ropa para ir a buscarlo, y vossss como hermano lindo que sos, me vas a prestar ropa ¿Si?— lo miré suplicante.
—Bueno... Pero no me vuelvas a despertar tan temprano.
Nos pusimos a buscar entre sus cosas, hasta que se encontró con una remera gris azulada con cuello en V, que dijo no saber de donde había salido, ninguno cuestionó demasiado el origen de la prenda, simplemente la agarré junto con mis cosas, y me fui al baño a cambiarme, dejando dormir a Peter.
Ya arreglada, me dirigí hacia la puerta, donde el de seguridad, que leía un diario, nuevamente no me dejaba salir.
—Pero ya hablé con el Profesor, ya puedo salir y entrar a mi gusto.
—A mi no me dijeron nada de eso, así que no te voy a dejar salir— dijo volviendo a su lectura.
—Pero... Por favor... —uní mis manos a modo de suplica— Nadie se va a enterar, enserio tengo que salir.
—¿Qué drogas estas escondiendo que tenes tantas ganas de salir?— dijo detrás del diario.
—No tengo drogas.
—Si si bueno, como sea, no podes salir.
—La puta madre...— dije yéndome, pero después me giré hacia él— ¿Me cuidas las cosas que ahora vengo?
—Mmmm bueno— le entregué la mochila con mis pertenencias y me fui a buscar al Profesor.
No tardé mas de 15 minutos en encontrarlo, por suerte ya no se le da por desaparecer.
—Profesor.
—¿Si _____? ¿Qué se te ofrece?
—Emmm, es que el de seguridad no me deja salir.
—Creo que se me pasó el avisarle— arqueé una ceja ante su respuesta—, vamos que le aviso que ya podes salir.
Fuimos hasta la salida donde el de seguridad ya había dejado su periódico para poner atención a quien quisiera entrar o salir.
—Buenos días Profesor.
—Buenos días Phil, ¿Como estas?
—Bastante aburrido— posó su mirada en mi—, su estudiante quiere salir.
—Si, me olvidé decirte que ya puede entrar y salir cuando quiera.
—EXACTO— dije emocionada.
—Te dije que nadie me había dicho nada, que chica rara— dijo abriendo las puertas.
—Como sea, te dije que podía salir y eso es lo importante.
—Si... Claro...— dijo Phil con notable sarcasmo.
—Bueno, espero no morir o perderme— dije agarrando mis cosas—, nos vemos Profesor, nos vemos Phil.
—¿Vas a irte para siempre?— dijo el Profesor riendo mientras miraba mis cosas.
—Supongo que si me pierdo... Va a ser mejor que no haya nada mío molestando.
—Ojalá te pierdas.
—Sos un amor Phil— dije sarcástica sin mirarlo.
—Ya se, soy lo mejor del mundo.
—Quiero tu autoestima— todos reímos brevemente, después me fui en busca de algún trabajo.
Warren
Me desperté al rededor de las 10, me dolían mucho la cabeza y la espalda, me encontré con la agradable sorpresa de que estaba solo, sería incómodo verla ahora, pero solo tengo que hacer como que nunca ocurrió, si... Me rugió el estómago, clara señal de hambre, así que me levanté, me vestí y salí en busca de algo para comer, encontrándome a Peter en la cocina.
—Hola Worthington— dijo llevándose a la boca una tostada con queso.
—Hola Maximoff— dije sin muchas ganas; que raro que _____ no esté con él ¿Estará durmiendo? No quiero preguntar, ¿Y si le llega el dato a María y me hace un escándalo? ¿Qué hago? ¿Y si ahora piensa que somos algo?
—¿Como dormiste? Tenes unas ojeras terribles— dijo con la comida a medio masticar.
—Perfectamente, solo que me acosté tarde— mentí, no te voy a decir lo que hice— ¿Vos? También tenes ojeras.
—Hubiera terminado un sueño hermoso y perfecto de no ser por _____— Lo miré confundido, arqueando una ceja ¿Qué? ¿Ella lo despertó? ¿Donde está?—, me despertó a las siete para que le preste una remera para irse.
—¿Se fue?— pregunté casi de inmediato.
—Sip, me despertó y se fue— dijo como si nada, la noticia me había caído como un balde de agua fría.
—¿Y sus cosas? ¿A donde se fue?
—Se llevó todas sus cosas, y no tengo idea de a donde se fue, creo que si iba a buscar trabajo— dijo dándole otra mordida a la tostada ¿Como puede estar tan calmado?
—¿Se llevó todas sus cosas?— asintió y terminó de tragar.
—No eran muchas, solo una mochila con un poco de ropa— dijo encogiéndose de hombros, restandole importancia—, me dijo porque lo hizo, pero no escuché, seguro vuelve en unas horas.
Estaba afligido, ¿Y si no vuelve? ¿Por qué se llevó sus cosas? Esto no puede empeorar— ¿Por qué no escuchaste?— dije acercándome a él de manera amenazante, ¿Qué te costaba escucharla un poco mas?
—Estaba prácticamente dormido, ERAN LAS SIETE DE LA MAÑANA, vos también estabas durmiendo, ella solo se fue, y cuando vuelva en unas horas le podes preguntar vos— dijo yéndose, dejándome solo en la cocina.
Se me había cerrado el estómago, volví casi corriendo a mi habitación, trataría de dormir para que el tiempo se pasara mas rápido, pero para mi desgracia no hice mas que dar mil y un vueltas en la cama, el sueño, al igual que el hambre, parecían haber abandonado mi ser por completo. Me levanté y me puse a caminar en círculos, tratando de pensar en que hacer, ya que, para todo lo que "había hecho", solo había pasado media hora.
Veía el reloj como si mi vida dependiera de ello, estaba realmente nervioso, no entendía el porque, seguro Peter tiene razón y ella está bien, ¿Qué es lo peor que puede pasar?...
...Secuestradores...
...Se puede perder...
...Si se pierde no va a volver...
...Le pueden robar...
...La pueden lastimar...
...Violadores...
...Peleas callejeras...
...Locos armados...
...Balas perdidas...
...Locos al volante...
...La pueden atropellar...
...Asesinos...
...La pueden matar...
...Se puede morir...
Todo azotó mi mente en menos de diez segundos, quería salir, buscarla, asegurarme de que estaba bien, de que estaba a salvo; pero tan rápido como vino esa sensación de protección se fue, no me importa si se va, no me importaba antes y no me importa, es mejor si no está, una molestia menos, ahora solo importa que María no se haga una idea equivocada y piense que somos algo, si... Ahora solo eso importa... me senté con la espalda apoyada en la cama, hundí mis dedos en mi pelo, despeinándome por completo, respiraba pesadamente, ¿Como era posible que me preocupara tanto por alguien? Ella era molesta, siempre decía estupideces, estupideces ciertas, siempre cantando, siempre positiva, ¿Quien puede ser tan positivo? Nadie, nadie es así ¿Y si es solo una alucinación? ¿Y si nunca existió? ¿Y SI NO EXISTIMOS?...
Mi crisis existencial duró mas de lo que imaginé, ya que al ver la hora en el reloj otra vez, ya habían pasado una hora y media, una hora y media sentado en el piso mirando a la nada, perdido en esa nada universal que me atrapó por completo.
Una vez fuera del trance, volví a salir de la habitación, totalmente decidido a salir de la mansión a buscarla, a buscar respuestas, quería estar seguro y tranquilo, así que caminé hacia la salida, habían personas que no entendían que me pasaba, yo tampoco se que me pasa. Empujando a quien se me pusiera en frente sin discriminación alguna por genero, "raza", religión, u orientación sexual, no importaban, no me importaba que se enojaran, solo me importaba llegar a la salida, que se había alejado a mi parecer.
Llegué a la bendita puerta, al pasar sentí una especie de alivio, sentir el aire fresco, el ligero viento golpeando contra mi piel me relajó, me ayudó a respirar; caminé ya mas calmado hasta la reja donde el sujeto de seguridad estaba leyendo un libro.
—¿Pasa algo rubio?— dijo dejando su libro a un lado.
—Tengo que salir— dije decidido.
—¿Se puede saber a donde?
—Ni yo se a donde voy, tengo que encontrar a alguien.
—¿La chica rara?— lo miré sorprendido y asentí— Que yo sepa se fue a buscar trabajo, dijo que en unas horas volvía, no se para que la queres ir a buscar, seguro está bien.
—Es importante, dejame salir.
—¿O qué?
Me acerqué a él de manera intimidante— ¿O qué?— repetí— No queres saber lo que te va a pasar.
—Por algo pregunté ¿No?
—Dejame salir.
—¿Para qué la vas a ir buscar?
—¿Y eso qué te importa?
—Tengo que saber para que vas a salir, sino sería muy irresponsable de mi parte.
—¿Y por qué la dejaste salir a ella?
—El Profesor la dejó, y... Deberías volver a la mansión, hay una chica que te estuvo buscando todo el día.
—¿Quien?
—No se, yo no me pienso aprender los nombres de todos, rubio, una chica con los ojos de distinto color, ¿Te suena?
Solté un suspiro de cansancio— Si...
—Bueno, anda con ella, aprovecha que no se fue como _____.
—Pensaba que no te ibas a acordar de los nombres de todos.
—Me cayó bien, es muy rara tu amiga... Mas de una vez la escuché cantando.
—Si... Seguro estaba perdida.
—¿Se pierde seguido?
—Se vive perdiendo.
—Ojalá te hayas despedido antes de que se fuera— dijo volviendo a agarrar el libro.
—Dejame salir, dale.
—Si no me decis para que te vas, no te voy a dejar salir.
—SOLO VOY A BUSCAR A ALGUIEN— dije con total frustración.
—¿A quien?— dijo _____ apareciendo de repente, estaba con un chico, él había pasado una mano por sus hombros.
—A-a...— no podía decirle que quería ir a buscarla.
—Aaaaaa.... —dijo ella como para que continúe lo que estaba diciendo, pero no podía— Hola Phil— saludó al guardia.
—Hola chica rara, ¿Quien es ese?— dijo señalando al chico desconocido.
—Soy Steve, un gusto— dijo con una sonrisa.
—Si... Me lo encontré en una cafetería.
—Si... ¿Vivis acá?— dijo viendo lleno de asombro la mansión.
—Algo así... Por ahora vivo acá, pero dentro de poco me voy a ir.
—¿Te vas a ir?— dije cuando al fin la voz había vuelto a mi.
—Si... ¿No te lo dije? Pensaba que si... Bueno, como sea, Phil, ¿Abris?
—Si, pasa— dijo abriendo las rejas.
—Bueno, Steve, gracias por todo— dijo mirando al chico— nos vemos— se despidió dándole un corto beso en la mejilla.
—Nos vemos _____— dijo Steve yéndose con una sonrisa.
—Yyyy... ¿A quien ibas a buscar?— dijo mirándome con los ojos llenos de curiosidad.
—No importa— dije yéndome, ¿Quien es ese? ¿Le gustará _____? ¿Y si se gustan? ¿Se va a ir con él?
—Te estaba buscando a vos— escuche decir a Phil. Hice oídos sordos y seguí caminando.
_____
Warren solo siguió caminando, sabía que él había escuchado lo que Phil me dijo, pero me parecía un broma de mal gusto, se me hacía mentira que Warren me estuviera buscando, seguro quería buscar alguien que le venda drogas o alcohol, y yo no tengo ninguno de los dos.
—Si.. Seguro..— dije sarcástica.
—Como sea ¿Te fue bien?
—Empiezo la semana que viene— dije con una sonrisa de oreja a oreja.
—Muy bien chica rara, ¿Donde vas a trabajar?
—En una cafetería, como camarera.
—¿Una cafetería?— dijo arqueando una ceja— ¿Donde encontraste al chico que vino con vos?
—Sip— dije feliz.
—Bueno, anda y contale a todo el mundo, seguro van a estar felices de que te vayas— dijo con un sonrisa.
—Ya me vas a extrañar— dije yéndome.
—Sisi, dale.
Camino hacia la entrada, me encontré con varias personas al rededor de un árbol haciendo bulla, murmurando cosas, algunas se tapaban los ojos con asco, me acerqué a ver la razón de tal alboroto, encontrándome con un pequeño gato descaderado. El corazón se me estrujó, el estómago me dio un vuelco, mi respiración se agitó, mis ojos se abrieron a mas no poder, cristalizandoce, sentí mis piernas temblar y fallarme, haciendo que cayera junto al animalito que parecía querer caminar pero no poder lograrlo, soltando maullidos que destrozaban el alma, acaricié al inocente delicadamente, clavó su mirada en mi, haciendo que mi corazón se detuviera, alcé con cuidado a la adolorida criatura y la apoyé en mis piernas, lo acaricié, poco a poco fue dejando de maullar, mis lágrimas no tardaron en aparecer, sentía como resbalaban por mis mejillas, al llegar hasta mi barbilla, pude ver y sentir como caían en el cuerpo que tenía sobre mi, y una tras otra fueron cayendo entre sollozos, había cerrado con fuerza mis ojos en un suspiro, apreté los labios, respiré con pesadez, eché la cabeza ligeramente hacia atrás, resignandome a que la criatura había muerto en mis brazos, sumergida entre el dolor y la bulla de las personas. Escuchaba como algunas personas me decían que me levantara y deja al inocente descansar en paz, pero no quería soltarlo, no quería dejarlo ir, por mas que solo lo hubiera visto en vida algunos segundos me había encariñado lo suficiente como para llorar por él.
De repente, dejé de escuchar gente diciéndome que me levantara, para escuchar como estaban realmente sorprendidos, aún no abría los ojos, cuando sentí el cuerpo moverse, en medio de lagrimas a medio secar abrí mis ojos para ver al animal que hace un momento había dado por muerto moverse, es imposible... No solo parecía haber vuelto de una ligera siesta, sino que parecía no tener rasguño alguno, se estiró aún sobre mi y lamió con delicadeza mi antebrazo izquierdo. Con la mayor confusión de mi vida, con cuidado examiné al gato para darme cuenta de que efectivamente, no tenía ningún daño. Se bajó de mi, me levanté con cuidado, di un par de pasos hacia atrás, el animal me siguió, se posicionó junto a mi, mirándome nuevamente, soltó un maullido y pasó por entre mis piernas, camina... RECIÉN NO PODÍA NI RESPIRAR Y AHORA CAMINA... Dios...
—¿Quien lo hizo?— pregunté mirando hacia quienes estaban a mi al rededor.
—Vos...— dijo una chica desde algún punto en la multitud que no pude distinguir.
—¿Yo? Yo no puedo hacer nada...
—P-pero nadie puede hacer eso...
Aterrada, con sumo cuidado, agarré al gato y corrí con él en mis brazos hasta la mansión, tenía que encontrar al Profesor y preguntarle sobre lo sucedido.
Busqué por todos lados, pregunté a medio mundo, obviamente ya estaba perdida, había estado cantando cantando a Pink Floyd para estar tranquila. Parecía que había estado caminando toda una vida, las piernas me ardían y me dolía la cadera, me recosté apoyada en una pared esperando a que el dolor se disipara, dejé al gato en el piso, se desperezó, bostezó, y se recostó junto a mi. Estuvimos así al rededor de 20 minutos, solo me había dedicado a acariciarlo y tararear varias canciones, me levanté y comencé a caminar sin prisa alguna, el gato se despertó y comenzó a seguirme, cosa que se me hizo adorable, caminábamos sin rumbo ya que no sabíamos donde podría estar el Profesor.
Como si me fuera a responder, comencé a hablarle al animal al que había decidido ponerle Roger, quien solo se dignaba a maullar de vez en cuando, y esa respuesta suficiente; creí escuchar la voz del Profesor en alguno de los pasillos, por lo que agarré a Roger, le dije que no hiciera ruido, y caminé hacia la voz, que ahora se complementaba con otra formando una conversación, y desde la esquina me puse a escuchar que decían.
—No creo que funcione así, Profesor— ¿Warren?
—Yo creo que si. Warren, deberías aceptarlo— ¿Es gay?— es sano— Es gay, mierda.
—No creo... No es posible, solo nos conocemos de un par de días, apenas nos conocemos.
—¿No te parece algo así como amor a primera vista?
—Eso no existe.
—Pero te gusta.
—No, no me gusta, y apenas si la soporto— ¿"La"? ¿Dijo "la"?
—Eso es una maldita mentira y lo sabes.
—Basta, esto es ridículo.
—¿Para que la buscabas entonces?
—... Y-yo no la buscaba.
—Leo mentes Warren, no soy estúpido.
—No lea mi mente, hay cosas privadas ahí.
—Perdón, pero creo que deberías decircelo— escuché un suspiro de cansancio—, solo consideralo ¿Si?
—... Si.
—Bueno, me tengo que ir, nos vemos Warren.
—Nos vemos Profesor.
—¿De quien hablaban? ¿A quien estaba buscando? ¿Quien le gusta?— dije de repente al Profesor.
—¿Y ese gato?— dijo mirando a Roger.
—Me lo encontré casi muerto abajo de un árbol, y lo agarré, y se me partió el alma, y lloré, y ahora está bien... Y no le veo el sentido.
—Ok... Acompañame— dijo yéndose.
—¿Ok?— dije confundida siguiéndolo.
Caminamos hasta lo que supongo era su ¿Oficina? ¿Despacho?, si, bueno, hasta ahí. Había un escritorio, varias sillas.
—Sentate— lo hice— ¿Whisky?— dijo sacando una botella de debajo del escritorio junto con dos vasitos.
—Emm, ¿No sería ilegal o algo parecido que me de algo así de beber?
—Tal vez, pero es solo un poco, y parece que lo necesitas... ¿Si o no?— dijo extrendiendome una mano con el vasito.
—Emmm... Bueno— dije aceptando el vasito con la bebida.
—¿Como me dijiste que conseguiste al gato?
—Emmm, bueno.. A Roger lo encontré entre mucha gente y,y... ¿No sería mas fácil que lo vea por usted mismo?
—Tal vez... Pero no me digas Usted, me hace sentir viejo y ya es bastante con que este calvo.
—Jajajaj, ok ok.
Bebí el contenido del vaso, lo que me llenó la garganta de una no muy agradable sensación de quemazón, y cerré los ojos para dejar a Charles entrar en mi mente. Cuando me di cuenta, estaba él ahí, indagando en mis recuerdos, lo guié hasta el recuerdo de Roger, lo vio, y salimos de mi mente.
—Fascinante ¿No te parece?— dijo sirviéndose mas whisky.
—A mi me dio miedo.
—Si, lo sentí. Pero por lo menos ahora sabes porque te dejé quedarte.
—¿Para tomar whisky?— dije con una sonrisa inocente acercándole mi vaso para que me sirviera mas.
—Jajajaj, no... ¿Te acordas cuando desaparecí el fin de semana?
—Como olvidarlo, casi morí varias veces— dije con una sonrisa.
—Te estuve buscando, buscando información tuya, y te encontré con Cerebro— ¿Qué? ¿Con qué?
—¿Qué?— lo miré confundida.
—Algo que me ayuda a conectarme con las personas.
—Ah...
—Y no te encontraba con los humanos, sabía que seguías en la mansión pero no te encontraba, y entonces Hank me sugirió que te buscara con los mutantes, y ahí estabas, pero hasta ahora no sabía que era lo que hacías, y tal parece que podes curar con tu llanto.
—Woooow— dije abriendo los ojos como platos, echando la cabeza hacia atrás— ¿Quien es Hank?
—Un amigo— dijo terminándose el contenido de su vaso.
—Ok... ¿Y por qué no me dijo antes que podía hacer algo?
—Ya te dije, se me hacía divertido verte perdida por la mansión.
—Que risa— dije frunciendo el ceño— ¿De qué hablaba con Warren?— dije cambiando de tema, bebiendo el whisky.
—Eso deberías preguntarselo a él ¿No te parece?— dijo dejando el vaso sobre el escritorio.
—No me va a decir nada, ¿Quien le gusta? No le voy a decir a nadie— dije dejándo el vaso sobre el escritorio.
—¿No sabes?
—¿Debería saber? Yo no soy quien lee mentes Prof... Charles, solo quiero saber.
—Es demasiado obvio, para los dos.
—¿Qué?
—Supongo que es todo, si no hay mas preguntas, vos y tu gato se pueden ir.
—Tengo medio millón de preguntas pero es obvio que no me las vas a responder, vamos Roger— dije agarrando al gato—, nos vemos Charles— dije saliendo de la habitación.
Caminaba sin rumbo ¿Quien le gusta? Tengo que saber donde está... Tengo que saberlo, no me gusta esto de que me dejen con intrigas.
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HOLAAAAAAA ¿Qué les pareció gente hermosa de wattpad?
Mireeeen este loco es Steve:
CHEEE pregunta seria... Ustedes se compran ropa nueva para las fiestas?? A mi me da paja xd
FELIZ CASI NAVIDAAAAAAD❤
Todos lo hacían, yo solo quería ser popular ~ Bender