KSJ
Enfrente del espejo estaba, admirándome, al menos lo trataba, el sueño y el insomnio se juntaron; creando un caos en mi cuerpo.
Ojeras aparecían debajo de mis ojos, pequeñas bolsas, mi piel lucia reseca y los poros estaban abiertos por alguna razón haciendo que la grasa saliera de estos, asqueroso si, así me sentía y me veía.
Mi pelo no lo mejoraba, necesitaba tratamiento pero la pereza me secuestro en el intento.
Seokjin recordaba aquellos días donde irradiaba éxito y la suerte lo acompañaba, a medida que pasaba el tiempo el ego de Kim aumentaba, suponen que era de esperarse.
A cualquier lado que éste iba, les recordaba a todos que debía ser admirado, respetado y sobretodo que debían de recordar que era el más guapo ahí.
Todos, para no crear conflictos, asentían y afirmaban esto, pero, ¿realmente lo decían enserio?
Pero oh, dichoso Taehyung que era sincero y honesto, pues el realmente decía lo que pensaba, Seokjin desde el principio aclaró que le gustaba que dijeran la verdad ante todo.
—Hoy luzco fantástico, en realidad luzco mejor cada día—. Seokjin río para si mismo, recibiendo respuestas afirmativas por parte de los demás.
Taehyung leía un libro y sin despegar la vista de éste dijo—Pero debería dormir más, de lo contrario esas pequeñas bolsas debajo de sus ojos se harán más grandes y más oscuras con el paso del tiempo, hyung—.
Todos voltearon hacia Taehyung, todas aquellas miradas penetrantes, transmitiendo pánico.
Taehyung empezó a reírse, fuerte, tapó su cara pero eso no logró evitar que su risa cesara.
—¿Acaso soy divertido Taehyung?—. Pregunto Seokjin a punto de un colapso y rojo del coraje.
Taehyung alzó la mirada—Bastante diría yo—.
Seokjin parpadeó consecutivamente, dándose cuenta que seguía en el baño, nada había cambiado.
—Necesito dormir—. Kim agarro una suave manta de seda, y cubrió su delicado cuerpo con esta, rápidamente concilió el sueño.
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El timbre sonó, despertando a Seokjin.
Nuevamente el timbre sonó, Kim se levantó rápidamente mareándose por el repentino cambio de postura.
Una vez que se sintió mejor arreglo un poco su cabello con los dedos y abrió la puerta.
El mensajero estaba del otro lado de la puerta.
—¿Disculpe?—Habló Seokjin con la voz ronca por haberse despertado recientemente.
—Señor Kim, le han mandado una carta—. El mensajero le tendió una carta junto con un papel.
—Firme aquí por favor—. Le tendió una pluma y Seokjin algo confundió asintió, firmó el papel y recibió la carta.
—Que tenga buen día—. Se despidió el mensajero.
—Igualmente—. Respondió Kim volteando a ver a los lados notando que no había nadie que pudiera visualizar.
Cerró la puerta de la casa y le hecho un vistazo al sobre, lucia elegante, el sobre era grueso, con un lacre de color rojo vino donde estaba inscrito un nombre, Vante.
Se le hacía conocido, pero ¿de donde?
Abrió la carta con suma delicadeza, adentro yacía un espejo, un pequeño.
Seokjin ladeó la cabeza confundió y abrió el espejo.
Habían escrito en él.
Quieres sinceridad pero no aguantas la verdad
—KTH/Vante
Seokjin río, sabiendo muy bien quien había escrito en el y a que se refería.
—Taehyunggie, siempre te gusto jugar cierto—.
Checo la parte trasera de él sobre, había sido mandada desde Daegu.
—Tal vez no buscamos tan bien—.
Kim camino hasta su cuarto buscando su celular, una vez que lo encontró marco a un número.
—Hyung Sik, ¿tienes tiempo para hablar?—.
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