Caminaste a un lado de Haise mirando sus ojos pues la máscara que traía puesta sólo te permitía ver eso.
Fue extraño pero en ese momento te percataste de que esa mascara no era para el, seguramente habría otra que lo reflejará tal como era...
Tal era tu distracción que ninguno de tus sentidos dio crédito a lo que sucedió después.
Chocaste con un hombre tan alto como tu acompañante, su altura te intimidaba un poco pues tu estatura era claramente baja.
Después de un rato recuperaste la compostura y casi instantáneamente te diste cuenta de quien se trataba, entonces tímidamente levantaste la mirada para verle el rostro.
Y te encontraste con una máscara, muy característica.
Se trataba de un payaso muy singular junto con su séquito de payasos.
Tal y como habías previsto...
-¡vaya!-dice el hombre sorprendido-mira con quien me e venido a topar...-
Su forma de hablar causó en ti un escalofrío vagamente de nerviosismo, no pudiste responder nada pero reaccionaste alejándote de aquella persona.
-Supongo que no es un buen momento-te observa y luego dirige su mirada a Haise-
Ambos se encuentran mirandoce con notable enfado por apenas unos segundos.
-Ya nos veremos después Hosei, pero deberías tener más cuidado con los pasos que das...-luego toma tu mano y deposita en ella un corto beso que provocó que un escalofrío te recorriera el cuerpo-
Entonces se acerca a tu oído y susurra.
-Me gusta más como te vez cuando usas vestido blanco-
Luego el grupo formado por apenas cinco personas, todas vestidas de forma extravagante se retiró y tu te quedaste fija en el suelo y sin moverte.
Cuando volviste en ti colocaste un mechón detrás de tu oreja y volteaste a ver a Haise.
-disculpa el hacerte esta pregunta...¿conoces a ese tipo?-
Se te heló la sangre y avergonzada miraste hacia el cielo sin responder.
-No hace falta que respondas...-Haise mira hacia otro lado y se rasca la nuca para después decir para si-ese tipo no me a agradado para nada-
Ambos estuvieron así de incómodos hasta que escuchaste que Aki te hablaba desde lejos.
Ella era la hermana mayor, era la más fuerte de la organización de ghouls a la que pertenecías, una rinkaku de nivel ss+, traía puesto un vestido escarlata y te hablaba por tu apodo.
-oh Hosei, al fin llegas, y veo que me has hecho caso, te has conseguido un acompañante, y encima es apuesto-dice sin vergüenza alguna y en voz alta cuando se acercó hasta donde estaban ustedes-
-Si, etto...¿esta todo listo ya?¿no falta nada del evento?-
-oh no, claro que no, esta todo listo, ambos pueden sentarse a la mesa, ahí se encuentran mis hermanas, yo iré a intentar tener una conversación con Big madam-
-Esta bien, esperó que tengas suerte-mencionas antes de que la chica fuera detrás de la persona mencionada-
Haise al momento no comprendía nada pero seguía indiferente a cada plática mientras que escuchaba, sólo prestaba atención a los detalles importantes.
Ambos se sentaron en la mesa antes indicada donde encontraste las miradas de las dos hermanas menores de Aki, ambas formaban parte importante de la organización siendo tu sólo uno de los que se ensuciaban las manos asesinando a los ghouls que intentarán desertar de la organización o le causaran problemas, básicamente hacías de guarda espaldas de las hermanas pues desde hace un largo tiempo que confían en ti.
Las chicas venían acompañadas de dos jóvenes quienes parecían tener su edad, la hermana de mediana edad a quien llamaban Reiko no te dirigía la mirada por enojo a lo que había sucedido hace ya un tiempo atrás, mientras que Álice la menor te dirigía una cálida sonrisa de infante.
-Tal parece que te has conseguido a un galán-dice Alice jugetonamente mientras mandaba miradas pícaras hacia el de cabello bicolor-
-¿uh? Si tu lo dices-tuviste que hacer un esfuerzo olímpico para no sonrojarte por el comentario y para parecer lo más natural que pudieras-
Haise te volteo a ver y cuando notó que lo veías de reojo con nervioso comenzó a observar detenidamente a un mesero que se aproximaba a la mesa con un gran Platón que estaba cubierto.
Cuando llegó depósito lo que contenia el Platón como si fuera centro de mesa y les dedicó una frase que aunque nadie comprendió bien pudiera haber sido "Que lo disfruten".
Pronto y con horror Sasaki se dio cuenta de que se trataba.
Era la cabeza de alguna persona a quien resultaba difícil reconocer, estaba mutilada y tenía aun el cabello pegado a la sien, no tenía párpados y sus ojos podían ser sacados fácilmente gracias a los alfileres que estaban incrustados en estos, la víctima a un tenía expresión de terror pero era difícil distinguirla por que su lengua estaba de fuera también con un alfiler clavado.
Era grotesco el sólo dirigir la mirada a esta imagen y aún así tu le eras indiferente a tal grado de ser la primera en sacar un ojo de su cuenca.
Haise disimulo el nerviosismo que esto le causaba mirando los cubiertos en la mesa y sonriendo cada tanto según las risas de los demás.
Tu lo miraste y te pusiste inquieta pues los meseros comenzaban a servir trozos de carne y no era tu costumbre comer tanto, pues las porciones eran totalmente enormes, además de preocuparte un poco sobre Haise, no sabias si podía comer tanto.
Miraste accidentalmente el balcón, y encontraste una máscara familiar, era Juuzou quien los veía de lejos y revisaba cada rincón con la mirada.
Emanaba un aire insólito y solitario casi como cuando estaban en camino, esto te resultó muy enigmático y comensaste a pensar de nuevo en aquel beso.
Los suaves labios de aquel pálido chico junto a los tuyos, sin querer te acordaste de eso y sentiste temor, un temor inusual y que te resultó desagradable.
-Si me disculpan, tengo que ir al tocador-dijiste antes de que los meseros llegaran hasta tu mesa, te pusiste de pie y sin revelar tus verdaderas intenciones te introdujiste entre las personas mientras tu compañero sin expresión te miró retirarte sin rechistar-
Te viste rodeada de desconocidos mientras buscabas las escaleras que llevaban a los balcones que rodeaban toda la planta baja.
Las subiste de dos en dos cuando las encontraste y tras caminar un poco te ocultaste dándole la espalda al salón detrás de un anchisimo pilar que estaba aún lado de la barandilla del balcón.
-¿Todo se ve bien desde aquí?-comenzaste la conversación con el chico que llevabas observando disimuladamente desde abajo-
-hum si...-dijo sin mirarte-
-¿has visto algo de interes?-
-ah si...-duda si preguntarte o no- ¿Conoces a el grupo de payasos que se te acerco hace poco?-
Lo miras sin titubear.
-¿A caso importa?-dices sintiéndote atacada por la frialdad de sus palabras-
-claro, pero supuse que no me dirías, no soy idiota-
-Nadie a dicho algo parecido-dices escuchando palabras que nunca creiste que Juuzou fuera a decir-
-hay cosas que no se de ti, tengo curiosidad pero te empeñas en no contarme nada.-
-Eso es mentira-te exaltas-¿por que insinuas que te miento en algo?
-dejemoslo así-te voltea a ver saca la lengua y te sonríe-
-No se por que siento que algo esta cambiando en ti-Sentiste una opresión en el pecho, la culpabilidad de algo volvía a sernirce sobre ti-
-no susede nada-dice en su tono de voz habitual-por cierto ten cuidado, e visto que Big madam te esta buscando...-
Se recarga en la barandilla de nuevo.
-Gracias...-Te das la vuelta buscando retirarte pero te detienes por un momento-
Tocas una Costura de tus labios, abres la boca para decir algo pero te arrepientes tras volver a mirarlo.
Sigues tu camino tragando un nudo gigantesco.
Y al terminar de bajar te encuentras con quien Juuzou te mencionó.
-Oh Hosei que agradable verte, te estaba buscando, ¡¡tengo que decirte algo ahora mismo!!-dice agitada y con su desagradable sonrisa de siempre-