Me despierto en una habitación desconocida. No recuerdo como he llegado hasta aquí. Miro a mi alrededor tratando de enfocarme pero todo lo que encuentro me es totalmente desconocido, la cama de dos metros donde me encuentro tumbada está en el centro pegada a la pared, a mi derecha se encuentra un gran ventanal que va desde el suelo hasta el techo y a mi izquierda la puerta. Enfrente de la cama hay un armario que forma parte de la pared.
Tengo que ver en qué lugar me encuentro, así que intento levantarme pero solo con intentarlo un dolor intenso se propaga por todo mi cuerpo y necesito tumbarme de nuevo para mitigar el dolor. No lo entiendo. ¿Estoy herida? Cierro los ojos y respiro hondo tratando de calmar lo que resta de dolor en mi cuerpo. E intento recordar como he llegado hasta aquí, pero mi mente es un nubarrón de cosas sin sentido. Pero no hay nada que me diga algo sobre mi o sobre como he llegado hasta aquí.
¿Por qué no logro ver nada? Frustrada, abro de nuevo los ojos y pese a mi mala suerte de la vez anterior, intento levantarme de nuevo. Pero el resultado es el mismo, un agudo dolor en todo el cuerpo y yo tumbada en la cama sin poder moverme.
El tiempo pasa y no me atrevo a gritar para llamar la atención de alguien no deseado. No sé dónde estoy.
Al final la decisión es tomada por mi porque la puerta se abre para dejar paso a un hombre mayor y delgado. Lo miro ansiosa y la vez con miedo por lo que está por llegar. El hombre mayor lleva un traje parecido al de un mayordomo. Su mirada es de total desaprobación hacia mí, también veo algo de desprecio. Inmediatamente me cae mal, aunque se diga que no se juzgue un libro por su portada.
-Veo que la señorita ha despertado por fin.-Dice con total ironía como si yo fuera una presencia indeseada, quizás lo sea.
-¿Dónde estoy?-Ni siquiera quiero empatizar con él, deseo respuestas.
-En la casa del señor Hoffman.-Su apellido parece de alguien importante pero a mí no me suena de nada y eso parece notarse en mi cara porque su gesto se tuerce. Pero yo no tengo la culpa de nada.-Él ha tenido la amabilidad de acogeros en su casa después de su accidente.
¿Accidente?¿Qué accidente?
-¿Qué me ocurrió?-La ansiedad. Necesito saber, lo necesito para quitarme esta sensación horrible del pecho. Además en mi cabeza hay un molesto pitido que no cesa.
-¿¡No lo recuerda!? Todo lo que mi señor ha hecho por usted y usted ni siquiera tiene la dignidad de recordarlo...
El pitido se intensifica ante las palabras del hombre y la cabeza me duele todavía más que antes, todo mi cuerpo esta entumecido por el dolor y ni siquiera he intentado moverme. No logro hacer nada porque el dolor se intensifica y mi mundo se vuele negro.
-Es posible que el accidente, haya provocado una ligera pérdida de memoria que es muy probable que recupere gradualmente.-¿A quién pertenece esa voz? No se parece en nada a la voz del viejo molesto.-Pero de todas formas le hare una radiografía y le recomendaría que visitase un psicólogo, fue un golpe duro el que sufrió.
-¿Y el resto de sus lesiones?-Habla otra voz, una desconocida pero que me cautiva de inmediato. Es una voz desconocida oscura y peligrosa. Pero que guarda un profundo dolor.
-Necesitan un cuidado minucioso y mucho descanso, no debe hacer mucho esfuerzo, hasta que yo le dé carta blanca no deberá moverse de aquí.
-Bien que así sea. Me ocupare de todo.
Hay un silencio, y el hombre de voz profunda vuelve a hablar:
-Mi secretaria concertara los detalles con usted. Gracias por todo.
Oigo como una puerta se abre y se cierra, la de mi habitación. Solo que alguien sigue dentro de la habitación, sospecho que es "el señor Hoffman". Me sigo haciendo la dormida, pues no deseo enfrentarme a él, si ve que sigo dormida, a lo mejor se marcha.
-Se que estas despierta, no hace falta que finjas.
Abro los ojos, para encontrarme un impresionarte hombre de espaldas. Alto, hombros anchos y una gran espalda. Pero este no es el momento para eso.
-¿Por qué me has ayudado? Y no solo eso ¿También te has ofrecido a pagar mis gastos médicos? No te conozco.-Es entonces cuando el hombre se da la vuelta y yo quedo francamente impresionada, porque Dios, él es guapísimo.
Su pelo, corto y negro, las facciones de su cara duras, propias de un hombre. Y lo mejor de todo son sus ojos, son de un gris tormenta.
-Bueno parece que estabas sola y necesitabas ayuda.- Se mueve hasta llegar hasta mi cama, lo raro del movimiento es que tendría que ser algo normal y natural pero parece un movimiento calculado, torpe y sin gracia. Como si fuera practicado.-¿Recuerdas algo?¿Como te llamas?
Al preguntármelo me doy cuenta de que debería saber algo tan simple como mi nombre, donde vivo, o quienes son mis padres. Pero no lo hago y eso me produce una enorme angustia. Supongo que se me nota porque el chico sigue hablando.
-Si no lo recuerdas no pasa nada, el médico dijo que puedes tardar un tiempo en recordarlo todo.
Intento normalizar mi respiración que no sabia que tenia acelerada y calmarme pero no funciona así que cambio de tema con la esperanza de que se me pase.
-¿Cómo te llamas tu?- Mi voz es un susurro, ahora me encuentro mal.
-Uriel.- Le oigo antes de desmayarme nuevamente. Esto se está convirtiendo en un hábito.
Uriel
La chica se ha desmayado, no era el momento para preguntarle acerca de ella esta claro. Toco su cara suavemente, comprobando su respiración y familiarizándome con sus rasgos. Acto seguido abandono la habitación cerrando la puerta detrás de mí. Fuera se encuentra Alec que me esta esperando como lo he pedido. Nos dirigimos a mi oficina pues ya tiene la información que le pedí.
-¡Señor!- Melchor viene detrás de mi llamándole y cuando llega a mi altura le pido que hable y que lo haga rápido pues tengo prisa.-La chica señor, no debería permitirla quedarse. Ya ha hecho suficiente por ella.
-¿Y eso porque?- Me irrita mucho la gente como él, se mete en asuntos ajenos sin ninguna razón aparente y solo para decir tonterías. Pues que a Melchor no le guste la chica no es mi problema, ella es mía.
-Pues tenerla aquí en su casa puede traer cotilleos y rumores inciertos. Afectará a su imagen señor, los criados hablan.- Me reiría, pero el desprecio y asco que hay en su voz me ponen enfermo. Soy cruel y he utilizado a gente de escalera para llegar a donde estoy pero nunca he menospreciado a alguien por el dinero que tiene o por donde sea, o como sea. Tal parece que Melchor ha olvidado de donde viene, el dinero hace eso.- Deberíamos mandarla a su casa o a la calle.
¿Deberíamos? Voy a hablar pero Alec lo hace por mí.
-Mandarla a la calle con las heridas que tiene?¿Sin memoria y sola?
-S...
-No digan una palabra mas Melchor.- Le corto enfurecido, no lo aguanto más.- Pareces olvidar de que antes de que mi madre te contratase vivías en un piso destrozado casi sin agua y apenas llegabas a fin de mes. Trabajas para mí como mayordomo, no como consejero. No tolerare tu comportamiento racista, ella me pertenece y hare lo que quiera con ella. Si te vuelvo a oír hablar así te despediré ¿Está claro?- Cuando asiente lo despacho.-Vete.
Oigo como los pasos de Melchor se alejan y sigo con Alec hasta mi despacho donde cierro la puerta con llave. Y me encaro a Alec.
-¿Tienes el informe?
-Si señor, se lo leeré.- Me siento en el sillón a escucharlo.-
Nombre: Keira.
Apellidos: Spike.
Fecha de nacimiento: 24 de octubre del 1999.
Edad: 19 años
Madre: Samantha Spike (fallecida)
Padre: Ronan
"Keira tuvo una infancia feliz hasta la muerte de su madre, murió cuando tenía 10 años, el 15 de septiembre del 2009. El padre se encerró en su casa de campo durante dos meses dejando a Shena al cuidado de los criados de la casa. Cuando volvió todos lo describieron como un hombre nuevo. A partir de entonces Keira estuvo en internados o campamentos de verano apenas sin pisar su propia casa. Según decían Ronan se había desentendido de su propia hija manteniéndola lo mas alejada de él. Ella tiene una casa en un pueblo desconocido para cuando no esta de campamiento o no esta estudiando. Su padre no ha entrado nunca allí y se comunica con ella por un mensajero."
Extraño
-Estará resentido por la muerte de su esposa.- Suelto aunque sé que no es así, Ronan siempre había sido un hombre frio.
-No lo creo.-Oigo a Alec.- Hay rumores de que la muerte de su esposa fue planeada por él mismo. Y Keira no ha hablado con su padre en años, casi desde que la envió a un internado, después de una discusión que tuvieron poco después de volver de su aislamiento autoimpuesto. Sus interacciones más directos han sido cuando Shena empezó a trabajar para él hace 1 año.
-¿Creo que Keira trabaja en publicidad?¿Me equivoco?- Alec me lo confirma. Shena trabaja en la parte creativa de la empresa y no en la imagen de sus directores. No está bajo el mando directo de su padre si no varios departamentos por debajo lo que ha resultado extraño ya que todos pensaron que después de la tragedia que ambos sufrieron, trabajarían juntos.
-Ronan declaró frente a la prensa que Keira quería ganarse su lugar en la empresa y subir de posiciones ella sola, la propia Shena no ha dicho nada. Mentiroso, seguramente actuó como un padre orgulloso que apoya su hija en todo cuando la reteniendo a su lado y a la vez alejada de él.
-Es muy probable que la pusiera en ese lugar para mantenerla alejada de él, puede que si fuera al contrario ella averiguara algo... Que no debería saber. -Según mis otras fuentes, los más cercanas a Ronan le son fieles. E igual de retorcidos.
Pero...Si es cierto que Ronan mató a su esposa o tuvo algo que ver en su muerte. ¿Por qué dejar a Keira viva? Solo para dejarla aislada del mundo. Es muy probable que él mismo tenga algo que ver en el accidente se Keira. Ella misma lo creía, me dijo que sintió como los frenos de su coche fallaban.-Keira dijo que los frenos de su coche habían fallado.
La sorpresa de Alec es evidente, pues él no sabe que recuperó la consciencia en el hospital y todavía recordaba.
-¿Keira ha recuperado la memoria?
-No, en el momento que estuve con ella en el hospital, recuperó durante unos instantes la memoria y me lo contó...
-¿Sabía quién eras?- Su tono es de puro misterio, pues nunca ha visto a Keira de otra forma que no sea la de ahora, y esta Keira es...Inocente.
-Si, y sospecho que solo me dijo lo suficiente para que me viera obligado a protegerla. Lo que significa que quien sea que daño los frenos intentará matarla de nuevo.
-¿Su padre es sospechoso?
-Si pero no descartaremos a otras posibles asesinos.
[Lo importante es que la información que Keira había averiguado es muy importante. Y tenemos que averiguar que es.]
-Investigaré. Sin embargo...-El tono de Alec se vuelve más oscuro y sé que tiene algo importante que decir.-Si el padre es el culpable ¿Por qué no matar antes a Keira? ¿Por qué criarla para matarla ahora?
Tiene razón no tiene mucho sentido, pues según nuestras investigaciones Ronan parecía odiar a su hija y no necesitaba nada de ella. ¿Por qué hacerla desaparecer? Le indico a Alec que investigue y que ponga a Keira al cuidado de Martha.
Investigaremos más sobre el accidente según Shena recupere la memoria. Lo que está claro es que Ronan quería a Keira para algo importante. Algo que averiguaré pronto.
Keira
Pasan dos semanas en las que mis heridas mejoran bastante. Puedo levantarme y caminar de un lado a otro. Uriel me ha dicho que Martha, una señora mayor muy simpática, va a cuidar de mí. O a vigilarme.
Hace unos días me acorde de mi nombre "Keira" y de que tengo 19 años. Sin embargo todavía no se lo he dicho a nadie. Pues quiero hablar con Uriel Hoffman para ver si consigo acordarme de algo, a lo mejor él me cuenta algo que me ayude a recordar. Ha tenido que tener algún motivo para ayudarme.
Porque no creo que lo haya hecho por la bondad de su corazón.
Pero no he vuelto a verle y Melchor "que resulta que es el mayordomo" me ha dicho que no es asunto mío. Estoy en un patio que ha visto mejores días, con Martha. En ese momento aparece Melchor y me informa de que Uriel quiere verme.