P.O.V. Lucy.
Mi celular marcaban las 3 de la mañana, Igneel se había llevado a Nashi a casa desde las 8, estaba sentada en una de las sillas del hospital, esperando noticias de Natsu, mi padre se ofrecio a quedarse, no solo por mi, si no también por Natsu.
—Lucy, tienes que dormir.
Me abrazo y como ya era costumbre desde hace un rato, las lagrimas salieron al sentir sus brazos sobre mi pequeño cuerpo.
El hospital de noche era calmado, realmente aterrador, los guardias como otras personas esperando a sus familiares caminaban libremente por el hospital, daba miedo caminar y cruzarte con alguien por el pasillo, pues no sabias si era un fantasma u otra persona.
—No puedo, necesito saber que estará bien.
Las palabras apenas y habían logrado salir de mi garganta.
—Lo ah soportado por tantos años linda, sera como siempre, volverá a estar como siempre, como si no tuviese nada.
Me aferraba a esa idea, eso es lo que yo también quería creer, que todo estaría bien, nos casaríamos como ya teníamos planeado y tendríamos otro hijo, un hijo nuestro.
Gray y Juvia fueron tan amables que nos fueron a traer comida antes de irse, y por si no fuera poco Gray pago algunos gastos médicos que Natsu y yo no podíamos pagar.
Me sentía tan inútil, ni siquiera podía mantener la calma para Nashi, por lo que ella también rompió en llanto, el padre de Natsu pagara la colegiatura para Nashi, y mi papá pagaría los otros gastos médicos que no podemos pagar.
El hospital nos exigía dinero que no teníamos, pues los tratamientos de Natsu eran caros y el seguro no cubría con esos gastos y también teníamos que tener contados los gastos de la escuela de Nashi, apenas y teníamos dinero para nosotros.
—No quiero que me deje papá... Es todo.
Como no lo había echo en mucho tiempo me quede dormida en los brazos de mi padre, como si hubiese vuelto a ser esa niña pequeña indefensa.
Cuando desperté mi papá estaba comiendo unas galletas de la maquina expendedora, me acaricio el pelo aun sin saber que estaba despierta.
—Lo siento, me quede dormida.
La actividad del hospital había aumentando considerablemente al ser de día, aunque apenas estaba saliendo el sol.
—Buenos días.
Mi padre me sonrió mientras me extendía un jugo de naranja, le regrese la sonrisa lo mejor que pude, simplemente quería tener noticias de Natsu.
Mi padre suspiro, supongo a mi falsa sonrisa, estuvimos ahí un rato, hasta que comenzó a llegar la gente, los primeros en llegar fueron Zeref y Mavis, habían tomado un vuelo en la madrugada para llegar a Magnolia.
—Oh pequeña.
Mavis no era la indicada para decir eso cuando me tengo que inclinar para abrazarla.
—¿Como esta Natsu?
Zeref estaba preocupado por su hermano, como cualquier otro hermano lo estaría, lo malo era que ni yo sabia como estaba.
—El estado de salud del señor Dragneel se encuentra... Delicado.
Jura, el doctor de Natsu se acerco a nosotros y se sentó en una de las sillas de la sala de espera, se veía cansado, con ojeras y su bata arrugada, como si estuviese cuidado de Natsu toda la noche, cosa que hizo.
—¿Se pondrá bien? ¿Verdad?
Jura me tomo del hombro, no me gustaba que lo hiciera, lo hacia por que me diría algo malo.
—Lucy, el tumor creció, paso de ser una canica a una pelota de tenis en menos de un mes, estamos haciendo todo lo posible para salvarlo. —Jura me miro con lastima, mis lagrimas salieron de nueva cuenta sin mi permiso. —Pero no te aseguro nada Lucy.
Jura me soltó y se fue por donde vino, esperando que valla con Natsu y lo salve, sentí los brazos de mi padre sobre mi femenino cuerpo y sin mas me eche a llorar en sus brazos, como una niña pequeña indefensa, Zeref no parecía estar mejor que yo, estaba sentado no podía saber que es lo que pensaba o pasaba en su cabeza, una noticia difícil para el.
Mi madre nos trajo algo de comer a casi todos, al igual que Igneel, Nashi estaba sentada en mis piernas y no paraba de preguntar por Natsu, solo le decía que un no podíamos verlo, pero que estaba mejor, me sentí tan mal por haberle mentido, ni siquiera yo sabia si lo volvería a ver.
Decidí salir a caminar a solas por el estacionamiento del hospital, a pesar de que el sol me daba directamente sentía frió, el viento hacia que mi cabello rubio chocara contra mi cara hasta que se calmase, camine un rato mientras buscaba los autos de mis acompañantes, estaba el Mercedes de Gray, el BMW de Igneel, el Porche de papá... Valla que estoy rodeada de gente rica, vi a la distancia el auto de Gajeel entrar por el estacionamiento, me acerque para saludar.
P.O.V. Normal.
—Te dije que no lo recordaría... Yo gano.
—Bien, bien, tu ganas poderosa reina.
La mujer sonrió a lo dicho por su amado.
—Aun no estas de rodillas.
—Vamos Luna ¿De verdad tengo que hacerlo?
La mujer asintió sin mas.
—Que yo sepa Lucifer es un hombre de palabra, ahora querido de rodillas y alabame como una reina.
El hombre la miro seriamente.
—Tenemos que irnos, están cerca y ya sabemos que en esta historia no nos recordaran.
La mujer maldijo en voz baja y simplemente desaparecieron.
P.O.V. Lucy.
Estaba tan contenta de tener buenos amigos, Mira y Laxus vinieron hace unos minutos, Sting también vino a ver como estaba todo, incluso Loki me visito con su novia Aries... Aun sigo pensando en por que se disculpaba.
Los mas cercanos a nosotros no se habían ido para nada, mi padre se fue a casa por comida mientras mi madre se quedaba con nosotros, Zeref y Mavis jugaban con Nashi para que no este triste y ahora mismo acaban de llegar Alzack y Bisca.
El doctor Jura nos había dicho que podíamos ver a Natsu en unos minutos, estaba nerviosa como en nuestra primera cita, salvo que ahora las circunstancias eran no muy gratas que digamos.
—¿Papá ya esta bien?
Tenia a Nashi tomada de la mano mientras esperábamos, no podíamos entrar todos a si que Igneel, Zeref y Wendy fueron tan amables que me dejaron entrar a mi primero junto con Nashi, pero yo no sabia si tendría la suficiente fuerza como para verlo sin llorar.
—Si cariño, papá ya esta bien, pronto jugara contigo de nuevo cielo.
Una enfermera me llevo hasta la habitación de Natsu, era el momento, por fin podría verlo después de dos días de no saber nada de el, trague saliva antes de abrir la puerta de su habitación, preparada pera lo peor.
Con el corazón latiendo a mil por hora abrí la puerta solloce al verlo postrado en esa cama, conectado a esas maquinas que median su pulso, aun estaba dormido, pero se veía cansado incluso dormido, podría jurar que estaba mas delgado su pelo estaba mucho mas opaco, apenas y se distinguía ese característico color salmón de su pelo, dios incluso tenia ojeras.
Por un momento sentí envidia de Nashi, daba gracias a dios que ella no pudiera ver las condiciones de su padre.
La habitación era completamente blanca, odiaba este tipo de habitaciones, me hacían sentir atrapada, y en estas condiciones lo que menos quería era entrar en pánico, ni siquiera había una ventana.
—¿Papí?
Tome la mano de Nashi y me acerque hasta estar a un lado de Natsu, ayude a Nashi a sentarse en la cama y las dos tomamos la misma mano que Natsu.
—Esta dormido cielo, no te va a contestar.
—Pero puede oírnos ¿No?
Tome la carita de Nashi con mi mano libre y la acaricie, al igual que yo estaba a punto de llorar.
—Claro que puede, a si le daremos fuerzas para que este con nosotros.
Nashi asintió y comenzó a hablar con Natsu, como si este pudiese escucharlo, con cada palabra que salia de su boca las lagrimas eran cada vez mas difíciles de contener.
Nashi eran tan inocente y tan buena, todo lo que le decía a su padre era tan lindo yo no tenia palabras para Natsu, a diferencia de Nashi yo no podía decirlas, simplemente no salían, lo único que salia de mi eran lagrimas.
—Te amo...
No pude decir mas, si decía mas me quebraría ahí mismo, lo único que pude hacer fue besarlo, sus labios resecos pero suaves hacían que mi corazón se oprimiera... Natsu era tan bueno, nunca me hizo daño, siempre que discutíamos el me pedía perdón, aun cuando era yo quien había comenzado todo, el no se merecía esto, trabajaba tan duro para Nashi y para mi, me compraba cosas completamente innecesarias pero que el quería darme.
Me quede un momento cerca de el mientras acariciaba su suave cabello, le di un ultimo beso antes de irme.
—Nashi y yo te estamos esperando... A si que regresa con nosotras.
Me seque las lagrimas antes de salir, Igneel y Zeref como la pequeña Wendy querían ver a su familiar.
Cuando salí esos tres entraron en mi lugar, Azuka y Simón me robaron a Nashi mientras caminábamos hacia la cafetería del hospital, me moría de hambre, no había comido bien desde ayer, mis padres fueron a casa a descansar un momento mientras Erza y Jellal se quedaban conmigo haciéndome compañía, agradecía a Erza de haber traído a Simón para que Nashi olvidara un poco todo esto, aunque era complicado de siquiera hacer de lado esta situación.
—¿Y como esta?
Erza estaba tomando una de mis manos mientras Jellal traía los sándwiches que le pedimos, todos habían sido tan amables con nosotros, tan considerados, nunca creí tener amigos como estos.
Jellal llego con los sándwiches en ese momento.
—Mal, no se ve para nada bien, nunca creí que lo vería en ese estado Erza yo...
Jellal me miraba con tristeza, Erza se levanto de su lugar y me abrazo, las lagrimas habían vuelto a salir de mis ojos sin que yo pudiera evitarlo, pero me dolía, me dolía el simple echo de imaginar mi vida sin Natsu.
—Tranquila nena, Natsu es Natsu ya veras que saldrá de esta.
Me seque las lagrimas antes de embonar una débil sonrisa en mi rostro, Erza tenia razón, Natsu era Natsu.
—Tienes razón, me enojare de ese idiota cuando salgo de aquí.
Jellal rió ante mi comentario, Erza me dio una "palmada" en mi espalda.
—Bien dicho mujer, mientras tanto puedes investigar que cosas pueden hacer en la cama.
Podría jurar que Jellal casi se ahoga con su sándwich gracias al comentario de Erza, por mi parte los colores se me subieron a las mejillas en cuanto dijo eso... Si tan solo supiera.
Seguimos comiendo mientras hablamos de cualquier otra cosa, Erza y Jellal son un matrimonio ejemplar, maduros y sobre todo eran buena compañía cuando se les necesitaba, al igual que todos los demás... Gracias Natsu tengo tan buenos amigos.
—¡Lu-Chan!
Me gire de inmediato el reconocer la voz de mi mejor amiga.
—¡Levy-Chan!
Como ya era costumbre desde que somos amigas solemos abrazarnos, saludo a Erza y a Jellal antes de que se sentara en el lugar vació que quedaba.
—Adivina Lu-Chan, el maestro Makarov entiende tu situación por lo que no te descontara nada por los días que faltes. —Suspire de alivio en mis adentros, no estaba mentalmente para ir a trabajar . —Solo no digas nada a los demás profesores, sabes que pueden llegar a ser algo... Envidiosos.
Asentí a lo dicho por ella, si dejamos de lado que Natsu esta en malas condiciones y no tenemos mucho dinero todo lo de mas iba a la perfección.
—¿Que te parece si te llevamos a casa?
Jellal asintió a lo dicho por su esposa.
—A si podrás relajarte y mañana en la mañana nosotros pasaremos por tu y Nashi para que vengan con Natsu.
Levy tomo una de mis manos.
—Yo ayudare en todo lo que pueda Lu-Chan, saldrá de esta ya veras.
Era bueno tener a estas amistades, mi animo estaba comenzando a subir repentinamente, cosa que era gracias a mis amigos.
Caminamos por los pasillos del blanco hospital hasta llegar al jardín, una área de terapia donde convivían pacientes con familiares, con la mirada pude localizar a Nashi a pesar de que había bastante gente, tenia sus ventajas tener el pelo rosado, a medida que me acercaba a Nashi pude ver que estaba detrás de Bisca mientras Azuka la abrazaba, Bisca parecía estar discutiendo con una mujer de pelo blanco.,, Mi mente hizo clic en ese momento
"Lissana"
—Lucy Heartfilia
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