Jaemin está al borde de la desesperación, su reinscripción al siguiente semestre se acerca y no tiene un centavo a su nombre ni siquiera para permitirse una comida decente.
Cuando Donghyuck lo lleva a conocer Sweet Dream, se convence a sí mismo de que no puede ser tan malo que un desconocido pague por su compañía y algo más. Mucho menos si ese alguien era tan jodidamente caliente como Lee Jeno.