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Estábamos en la sala de espera esperando a que Denise despertara.
—Espero que esté bien— dijo Martín.
—Si... Ojalá se despierte— dijo seria Flor.
—Hablan como si estuviera en coma— dije mirando la hora en el celular— y solo lleva así 10 minutos.
—¿Y si no se despierta mas? ¿Qué hacemos si no se despierta?— dijo Flor preocupada.
—Como que ella se vive desmayando, es como... "Lo suyo"— dije haciendo comillas con mis dedos— en un rato se va a despertar y nos vamos a ir.
—Espero que tengas razón.
—Obvio que tengo razón nena— dije sonriendo y la miré con superioridad a lo que ella rió.
—Merllo— Llamó una enfermera. Nosotros nos levantamos y fuimos hacia ella— La chica ya se despertó.
—¿Vieron? Yo les dije que iba a estar bien.
—Si si bueno, menos mal que no le pasó nada.
Entramos a donde la mujer nos dijo y vimos a Denise pálida, recostada en una camilla con las piernas sobre unas almohadas.
—¿Como estas Denise?— preguntó Martín.
—Tranqui, solo casi me morí— dijo ella sonriendo.
—Que exagerada, si te vivís desmayando vos.
—Sshhh callate, menos mal que no me morí— dijo mirando la puerta que había quedado entreabierta.
—¿Qué hay allá que tanto ves?— pregunté mirando donde pensé que ella miraba.
—Quiero ver si aparece el doctor.
—Ahre, ¿Por? ¿Es lindo?
—Se parte solo boluda— dijo mordiendo su labio inferior.
—Jajajajaj sesese.
Seguimos riendo y hablando de varias cosas, ella ya no estaba tan pálida, Flor tenía que irse a quien sabe donde y Martín se ofreció a llevarla. Así que me quedé con Denise hasta que apareció en doctor que estaba afuera firmando sabrá Dios que.
—¿Viste?— no respondí porque me quedé viendo al doctor— Te dije que era re lindo.
—Y yo vestida así... me hubieras dicho bien como era y por lo menos me peinaba— reímos.
—Bueno Señorita...- dijo el doctor entrando a donde estábamos.
—Merllo— dijo ella nerviosa.
—Si, Merllo y— me miró de arriba a abajo— Usted es...
—Soy _____, vine a acompañar a Denise.
—¿No eran mas personas?
—Flor y Martín se tuvieron que ir— dije evitando su mirada ya que me ponía nerviosa.
—Bueno, por lo que veo ya esta bien Denise— dijo mirándola.
—Si, pero todavía me siento un poco mareada- dijo tocándose la frente y frunciendo el ceño, mirala vos, se hace la boluda para que el flaco la mire... Quiero intentarlo.
—Es normal, solo recostate y se te va a pasar— él le dio una cálida sonrisa, y se giró a verme— Necesito que firmes unas cosas ¿Si?
Miré a Denise nerviosa, ella solo asentía con la cabeza disimuladamente— Emm, bueno.
Nos fuimos a otra sala que estaba vacía, él me dijo que cerrara la puerta, lo hice y él se fue a buscar unos papeles que estaban en un cajón de lo que supuse, era su escritorio. Me hizo un gesto para que me acercara y así lo hice, me senté en una silla que estaba frente al escritorio, y después me entregó varios papeles que básicamente decían que yo era responsable por mi amiga en cuanto saliera del hospital, los firmé, se los entregué, los guardó, y se me quedó mirando fijamente a los ojos. Su mirada me ponía realmente nerviosa.
—Y-ya mejor me voy- dije levantándome.
—No, n-no te vayas— ¿Será este el fin de _____? ¿Y si no pasa nada y Denise me pegó su exageración y paranoia?
—¿Pasa algo?
—¿Tenes novio?
—Yo pregunté primero.
—Si me respondes mi pregunta yo respondo la tuya— dijo sonriendo. Tiene una sonrisa hermosa, mierda.
—No, no tengo, gracias por recordarmelo— dije sonriendo falsamente.
—Jajajaja de nada— dijo riendo.
—No respondiste mi pregunta...
—¿Me pasas tu numero?
—No me contestes, dale— murmure para mi misma desviando la mirada.
—Jajajajaj, no pasa nada, solo te me hiciste muy linda— me sonrojé a mas no poder.
—G-gracias... Creo— ¿Y si me hace algo? Estamos en una habitación, solos, con la puerta totalmente cerrada, y me esta diciendo que soy linda... Quiero correr lejos pero a la vez quiero que esto termine como un vídeo de Pornhub... M I E R D A SEESTAACERCANDOOOOOOO.
Todo pasó por mi mente tan rápido pero a la vez tan lento que no me di cuenta de que me había quedado en un "momento espacial" mientras lo miraba a los ojos... Sus ojos... Verdes... Profundos... Brillantes... Cada vez se acercaban mas y no me di cuenta hasta que estuvieron a solo algunos centímetros de mi.
Se acercó lentamente, paso una de sus manos por mi mejilla, pasando un mechón de pelo detrás de mi oreja, su tacto me daba una extraña pero linda sensación, una mezcla de escalofríos y euforia que se mezclaba en mi estómago, pero nada en el mundo se habría sentido mejor.
Cada vez estaba mas cerca...
Y mas cerca...
Y mas cerca...
Hasta que no quedaba mas espacio entre los dos, ese extraño doctor era realmente atractivo. Solo Dioses podrían besar así, era tan perfecto, podría quedarme ahí tranquilamente, flotando en el universo de maravillas que me entregaban esos besos. Pero nada es eterno, por lo que debimos separarnos por falta de aire.
Yo estaba totalmente sonrojada, no busque su mirada, solo quería salir de ahí, y correr, correr lejos... pero a la vez quería quedarme y que ese beso se repitiera.
Luchando contra todo, levanté la vista y pude verlo, totalmente sonrojado, mirándome. CA-RA-JO
—V-va a ser mejor que me vaya- dije apartando la mirada, yendo hacia la puerta.
—¿Enserio te vas a ir?— preguntó acercándose a mi.
—S-si. Denise se va a ir sola y no quiero que le pase nada.
—Ella no va a irse a ningún lado. Quedate conmigo— Me paralicé AAAAAAAAAAAAAAAAAA ME QUIERO QUEDAR PERO ME DA COSAAA.
—Mmm no se... ¿Por qué me quedaría?
Se acercó mas a mi y me abrazó por atrás, agarrándome por la cintura— ¿Por qué no?
No pude contestar, él tenía sus manos en mi cintura, pegándome a él... A su perfecto cuerpo...
Besaba mi cuello haciéndome soltar leves gemidos, eché mi cabeza hacia atrás debido al placer que me provocaban sus besos, pero estaba algo incómoda sabiendo que 1 estoy en un hospital, 2 que mi amiga está a solo una pared de distancia, y 3 a este doctor no lo conozco; si, emm, esto no va a pasar. Se que me voy a odiar después.
—A-ah d-doctor— dije entre jadeos— ba-basta— dije soltándome de su agarre.
—¿Es enserio?— dijo algo decepcionado— Bueno, supongo que no puedo obligarte a nada,— dijo encogiéndose de hombros— pero tampoco parecía molestarte tanto— dijo sonriendo.
Rodé los ojos— No— Me miró confundido, aun sonriendo— no me molestaba.
—¿Entonces?
—Voy a volver mañana, ¿Ok? No me gusta dejar a mi amiga ahí sola— dije señalando la pared que daba a la habitación de Denise.
Él se limitó a sonreír— Ok ok, entiendo. Entonces... ¿Nos vemos mañana?— asentí— Te espero en esta habitación a las 9 ¿Ok?
—¿A las 9? ¿Es enserio?
—Venganza— dijo con una sonrisa de superioridad.
Solo reímos, él se acomodó la ropa para tapar un poco su evidente erección, y salimos para que pudiera irme con Denise y llevarla a casa.
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Pasé toda la bendita mañana, desde las 6, buscando algo lindo que ponerme, pero nada me convencía de todo.
Al final solo me puse un vestido rojo-bordó con escote V de tirantes que me había regalado alguien para algún cumpleaños, unos zapatos de tacón medio-alto con punta redondeada negros, me planché el pelo, me maquillé un poco, y salí hacia el hospital.
Una vez ahí, en frente de la puerta, me di cuenta de que iba a ver a un hombre que no me había dicho ni siquiera su nombre, ¿Como se supone que lo encuentre? ¿Rezándole a Dios? ¿A la Virgen? No creo. Simplemente entré, me escabullí hasta llegar a la bendita habitación y entré.
Ahí estaba él, sentado en su silla, mirándome como si lo hubiera hecho esperar horas.
—Llegas tarde.
—No es tan tarde.
—¿Sabes que hora es?
Miré la hora en mi celular— ¿Las 9:05?— dije confundida.
—Es-Tarde.
—¿Enserio? ¿Por cinco estúpidos minutos?
—Son cinco estúpidos minutos en los que no estamos haciendo lo que vinimos a hacer _____— dijo acercándose a mi.
—Que desesperado, doctor— dije con una risa nerviosa.
—Te estuve esperando... Y no me digas "doctor", me hace sentir viejo.
—¿Viejo?— él asintió— Nunca me dijiste tu nombre.
—Ben, Ben Hardy.
—Que lindo nombre...
Se acercó a mi oído— Vas a gemir mi nombre— sus palabras hicieron que me estremeciera y se me pusiera la piel de gallina.
Sin esperar nada mas me giró hacia él y comenzó a besarme, era un beso desesperado, algo brusco, pero al mismo tiempo perfecto, sus labios sobre los míos tenían el mismo mágico efecto. Había comenzado a llevar besos lejos de mi boca para descender hacia mi cuello, y bastante sensibilidad hay ahí; cada tanto se escuchaba alguno que otra gemido de mi parte. Seguía descendiendo, pasando por mis clavículas, dejando un rastro de besos, celestiales besos.
Al llegar a mi pecho se detuvo, algo que me sorprendió un poco, por lo que solo me limité a mirarlo confundida.
Ben
No podía creerlo, realmente había vuelto a verme. Desde que la vi parada junto a su amiga que la deseé; fue un alivio que viniera, ademas le quedaba hermoso el vestido que había llevado, otro alivio fue que no dijera nada, que me dejara hacerle lo que le estaba haciendo.
Quería recorrer cada centímetro de su cuerpo, y sus leves gemidos al estar simplemente besando o mordiendo levemente su cuello eran lo que me indicaba que estaba tan excitada como yo, que también me deseaba.
En cuanto me detuve al llegar a su pecho ella me miró confundida, pero era mejor de lo que hubiera esperado, se lanzó hacia mi basándome apasionadamente, de a poco comenzó a bajar por mi cuello, quitándome la bata y desabotonando mi camisa, yo solo podía soltar leves gemidos y jadeos, ella, su tacto, se sentía increíblemente bien. Al llegar a mi pecho, donde yo en ella me había detenido, ella, en lo que yo supuse que era una ligera venganza, se detuvo y me miró divertida.
No perdí el tiempo y comencé a besarla, nuestras lenguas bailaban al compás de una música inaudible, era hermoso.
Aún besándola, terminé de sacarme la camisa, la agarré por los muslos, la subí al escritorio (que cuidadosamente había despejado antes de su llegada), e hice que sus piernas se enrollaran al rededor de mi cintura, haciendo que mi erección chocara con su húmeda intimidad, lo que hizo que ella soltara un gemido que traté de callar con un beso, aunque fue casi imposible.
Tenía mis manos en sus caderas para asegurarme de que no se separara de mi, había comenzado nuevamente a besar su sensible cuello, a la vez que una de mis manos se despegaba de su cintura para ir hacia uno de los tirantes y bajarlo lentamente mientras dejaba besos por donde pasaban mis manos.
Bajé su vertido hasta quitárselo, dejándola a ella solamente en su ropa interior de encaje negro, la cual, he de admitir, hacía que me excitara aun mas. Mis manos llegaron hasta sus pechos, acariciándolos, apretándolos sin ser demasiado busco, no pude contenerme así mucho tiempo y le quité sin mucho problema el corpiño, para acto seguido, comenzar a lamer, succionar, y morder un poco sus dulces senos; a todo esto, ella entre gemidos, había bajado una de sus delicadas manos hacia mi erección, pasando primero por todo mi torso. Primero acariciaba un poco sobre mi pantalón, para después quitar el cinturón, bajar el cierre, bajar el jean, y comenzar a acariciarme suavemente sobre mi boxer, para luego deshacerse de ellos, masajeando directamente mi pene, haciéndome soltar varios gemidos y maldiciones. Quise devolverle el favor así como ella me había devuelto el frenar en el pecho, así que mientras una de mis manos aún seguía en uno de sus pechos, la otra, lentamente, bajó hasta su parte mas privada, se deshizo de la última prenda que la chica poseía (sin contar los zapatos que estaban a punto de caer) y comenzó a masturbarla metiendo un dedo en ella para luego meter otro, haciendo que soltara varios gemidos, jadeos, y alguna que otra maldición que me alentaba a seguir con lo que hacía.
Tenía demasiadas ganas de entrar en ella, por lo que saqué mis dedos de ella, y con lentitud, la penetré.
Ella soltó un gemido combinado con palabras que no pude entender, pero a juzgar por su expresión, no era nada que me indicara que ella quería que parase. Comencé a moverme, dando leves embestidas que de a poco iban subiendo su intensidad. _____ se había acostado en el escritorio arqueando la espalda, jadeando y gimiendo, mis embestidas hacían que todo su cuerpo se moviera, haciendo que sus senos rebotaran, haciendo que mi excitación aumentara.
En algún momento había leído en algún libro 'deslizarse en su interior fue como deslizarse en un aceite exquisito', y tenía demasiadas dudas acerca de como se sentiría eso. Definitivamente ahora lo sabía, estar en ella era definitivamente estar en ese aceite que decía aquel libro.
Había comenzado a sentir que ella iba a acabar, por lo que tuve la brillante idea de acabar juntos. Comencé a acelerar el ritmo de mis caderas, ella gemía cada vez mas fuerte, trataba de decir algo a mismo tiempo que clavaba sus uñas al escritorio. Entonces lo dijo, en cuanto acabó dijo mi nombre, y el oírlo de su boca fue suficiente para hacerme acabar también, también gimiendo su nombre.
Nos separamos, ella se quitó todo el maquillaje, ya que se le había arruinado y ahora era un completo desastre, terminamos de vestirnos, intercambiamos números, y ella se fue con la promesa de se volvería a repetir, pero hasta entonces, si alguien preguntaba, eso nunca había pasado.
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comenten, voten, subscribanse ahre perdida
CHEEEEE ¿vieron que cuando alguien escribe algo aca como que no mucha gente le da bola? bueno... SI NO ME PRESTAN ATENCIÓN HAY TABLA (ahre) bue, como sea, ¿Les gustó lo que leyeron? a mi no xd, onda fue re sad, yo escribi casi todo ayer, y me apareció como que todo se había guardado pero ESO NUNCA OCURRIÓ y se borro todo alv (siempre triunfando), y lo tuve que escribir otra vez con lo que medio me acordaba, y como que no es lo mismo que antes :'v
Mi vieja historia ya no es lo que era ya no es lo que era, ya no es lo que era :'v
¿Les parecería que también haga de estas cosas con algunos personajes de Ben?
Todos lo hacían, yo solo quería ser popular ~ Bender