Capítulo XI
Doggar Blood
Esta historia tiene su acontecer siglos después del acontecimiento denominado como Interlude of Moon. Todo inició en el retirado pueblo de Dust Valley una pequeña aldea que se localiza entre el final de los valles oscuros y las puertas de los abismos de la noche, en la posada de la aldea trabajaba una joven de cabellos castaños oscuros y labios tan finos como la seda, su mirada estaba barnizada por un tenue gris que lograba un delicado contraste con su tez morena, Sienna era su nombre, para ella la vida era sencilla y acogedora, era una inmortal que solo necesitaba su trabajo y algo de silencio para ser feliz; Lo cierto es que poco sabia ella de lo que el destino le deparaba en realidad, como era costumbre en la posada cuando llegaba un invitado de abolengo, los posaderos le atendían con agasajos dignos de su apellido, en ocasiones anteriores habían atendido a inmortales de alta cuna quedando estos tan satisfechos enviando luego más dinero o regalos mostrando su agradecimiento a sus anfitriones de paso, en esta ocasión el noble que estaba de paso era un alto dignatario del consejo de la princesa Argyra, un regordete Inmortal que ya llevaba más de media inmortalidad en asuntos de estado, en especial los que se referían a materias de orden en las regiones y la seguridad de las fronteras con el reino de plata
—Bienvenido su excelencia es un placer tenerlo en nuestra humilde posada —exclamo el posadero haciendo una reverencia
—Espero que los comentarios que han llegado a mis oídos de este sitio sean ciertos y valga la pena quedarme esta noche —soltó con desdén el noble
—Le aseguro que quedara usted complacido con su estancia, por favor entre —dijo la esposa del posadero
La posada era humilde en efecto, estaba engalanada de una manera simple pero elegante para el invitado que entraba mirando todo con frialdad, flores frescas de los lagos cercanos perfumaban con su delicado aroma la estancia, tapices de las tierras de plata bordados en hilos canos cubrían las paredes y el suelo dándole un toque de sobria y austera elegancia, el huésped fue conducido a su habitación también adecuada de la mejor forma para que incluso la misma princesa Argyra se sintiese como en palacio.
—Su excelencia en dos horas servimos la cena algún antojo en particular que desee satisfacer
—Ahora que lo menciona caballero hace tiempo no pruebo perdices azules y me han contado que en esta parte de la región las preparan como nadie, por ahora me gustaría solo eso en la cena
—Con todo el gusto, el cocinero le preparará las más tiernas perdices azules que jamás haya tenido usted la oportunidad de saborear excelencia, con su permiso —Dicho esto los posaderos bajaron hacia la cocina a encargar que se prepara todo para el invitado incluyendo el capricho especial del mismo, el cocinero mandó a llamar a Sienna para que preparara la mesa y le trajese del corral de aves dos perdices azules, la joven de ojos grises puso pies en polvorosa dejando el comedor perfectamente ordenado para la cena, salió hacia el corral, el clima estaba muy agitado a decir verdad, la ligera brisa de la tarde había crecido en fuerza volviéndose un fuerte viento de la noche, algo muy natural en aquella región debido a las corrientes que venían de los abismos de la noche, Sienna llegó con un poco de dificultad al corral, en el cual una pequeña colección de aves estaba siempre en reserva para invitados especiales, buscó con la mirada las perdices azules, cuatro ejemplares se encontraban tiritando de frio en la esquina lateral derecha del corral agrupadas en círculo, ella tomó dos de ellas desprevenidas, salió del corral cerrándolo con rapidez, pero en ese instante una de las aves le picoteo la mano liberándose de ella corriendo hacia la oscuridad de los abismos de la noche, Sienna aun con la otra perdiz bajo el brazo salió corriendo tras el inquieto animal que iba unos metros delante de ella, cuando ya estaba por darle alcance un fuerte viento le empujó con demasiada fuerza hacia delante haciéndola caer con todo y perdices por el abismo, la joven veía como las aves caían a su lado intentando aletear pero era imposible todos saben que las perdices azules no vuelan, al parecer hoy el noble se quedaría sin cena y Sienna quedaría ahogada para siempre en la oscuridad del abismo que la acogía, la caída continuaba y continuaba y el fondo del abismo parecía no divisarse aún, las aves ya no intentaban volar si no que parecían tranquilas esperando su fin, Sienna iba inmersa en una pregunta que le tenía inquieta « ¿Una caída así podría matarle? » Era inmortal pero nunca había escuchado de alguno de los suyos que cayera por los abismos y volviera para contar la historia, igual en cualquier momento conocería la respuesta a ese interrogante, seguía despierta sintiendo como el vacío le cubría, tenía la sensación de estar suspendida pues ya no podía divisar nada hacia arriba ni tampoco hacia abajo, las perdices ya estaban dormidas a su lado era increíble que aquellos animales durmieran en una situación así, « aunque tampoco debían ser muy brillantes para dejarse capturar y meter en corrales » pensó la joven Sienna, tras luchar contra el sueño sus ojos grises cedieron ante el sopor cerrándose por completo.
Las perdices revoloteaban alrededor de la durmiente Sienna, esta despertó recordando la caída, lo primero que hizo fue mirarse, estaba completa y sin un rasguño aparente sentada sobre un prado de hierba blanca, toda la tierra a su alrededor era blanca, una gran extensión de tierra se extendía ante sus ojos y toda era ella del mismo tono albo, las perdices jugaban a su alrededor miró hacia arriba encontrándose con un cielo del mismo color y un muro negro hacia la derecha al parecer ese era el final de los abismos de la noche, se puso en pie y empezó a explorar con la vista el lugar, a unos metros hacia al frente se veía un lago, esa imagen le despertó inmediatamente la sed, sin pensárselo dos veces se puso en marcha hacia él, las aves le siguieron, tras una corta caminata el lago se veía gigantesco enfrente de ella, parecía un gran ovalo de cristal que reflejaba el cielo austero de color, se incoó sobre la ladera para poder beber, el agua era refrescante dulce como si de un néctar se tratase, bebió un trago largo y se quedó allí mirando su reflejo en las aguas que estaban tornando a su quietud inicial cuando vio detrás de su reflejo la cabeza de un enormeDoggar de melena rizada blanca como aquella tierra y ojos azules tan brillantes como la luz de las tierras de plata, ella conocía de la existencia de estos animales, una vez asistió a una de las exhibiciones en el reino de la princesa Argyria y sabia a la perfección que un movimiento en falso y la muerte era algo asegurado.
—No tengas miedo joven inmortal —dijo una voz en su cabeza
La joven Sienna dio un respingo a lo que el Doggar se acercó a ella posando su cabeza sobre la de ella
—Soy yo el que te habla, no podemos hablar como ustedes pero aquí en nuestro santuario podemos comunicarnos por el pensamiento
—¿No me mataras?
—No veo porque deba hacerlo
Esta última respuesta del animal que le hablaba mentalmente le calmo un poco sentándose frente a el
—¿este es el final del abismo? ¿Cómo se llama este lugar?
—Si es el final del abismo o mejor dicho el comienzo de tu mundo, nunca nombramos estas tierras son sagradas, han estado aquí antes que nosotros incluso
—¿Cómo es que podemos hablar? LosDoggar que he visto no lo hacen.
—Cuando tu raza apareció algunos de los nuestros fueron cazados en esta forma por los tuyos, ellos intentaron comunicarse pero fue en vano, tu raza al parecer nos veía como animales sin raciocinio alguno, volvimos aquí a la tierra blanca donde todo inicio y nos refugiamos, ningún Inmortal ha intentado llegar hasta aquí hasta el día de hoy
—Dijiste esta forma, ¿Acaso han tenido otra forma antes?
—Nuestra raza podía tomar cualquier forma que quisiese, pero al aparecer tu raza quedamos presos en la forma que más usábamos la del Doggar, siempre que una nueva raza surge de alguna manera debilita o afecta a la anterior.
Lo que el albo animal decía entre pensamientos era una gran verdad, en el caso de los inmortales desde la aparición de los mortales se habían debilitado, algunos incluso enfermado y otros se tornaban mortales, de hecho entre las regiones se corría la voz de la creciente enfermedad de la princesa de las tierras de plata, su estado mental estaba en entredicho su ideología de erradicar toda perturbación en sus dominios estaba siendo excesiva, la última revuelta de las sombras, el enfrentamiento con ellas, muchas teorías se barajaban al respecto y la gran conclusión era que quizás la princesa Argyria estaba tornándose mortal en secreto.
—¿Quieres regresar de inmediato con tu familia y tu gente?
La pregunta del Doggaralbo hizo regresar a Sienna de sus pensamientos a la realidad, seguramente en la posada los dueños estarían pensando que era una ladrona de perdices azules, no podría regresar allí no le creerían que cayó a un abismo, que conoció seres legendarios, además de lo coléricos que deberían estar por el impase que con seguridad tuvieron debido a su accidente con el noble que estaban alojando y familia no poseía, nunca conoció a sus padres era una huérfana sin apellido alguno, cuando salió del orfanato logro conseguir aquel empleo, volver sería algo complejo al menos a su aldea, además era una experiencia muy surrealista estar aquí
—Puedo leer lo que estás pensando y si aún no sabes que hacer no tienes por qué preocuparte por ello, puedes quedarte cuanto tiempo desees, no eres peligrosa, puedes conocer más sobre este lugar y sobre nosotros, si llegaste aquí debe ser por algún motivo que el sabio universo solo conoce.
—Muchas gracias
El Doggary Sienna y las pequeñas perdices azules caminaron bordeando el lago hasta toparse con un declive que llevaba a un claro de tonalidades cremosas y beige donde al menos unos doscientos Doggar se hallaban dormitando, otros correteando y otros conversando, entre pensamientos podía escucharlos con claridad, ejemplares de pelajes pretos, cobrizos, castaños, grises, azules, rojizos daban una visión hermosa de aquel claro, cuando los animales se percataron de que su líder había llegado giraron hacia la dirección donde Sienna estaba, algunos sacaron sus garras y otros se escondieron con velocidad
—Calma hermanos esta inmortal no es de temer, llego por azares del universo a nosotros, la he observado y he visto en su mente por favor no tengan miedo será nuestra invitada por un tiempo
LosDoggar se acercaron sin miedo, para ellos era algo nuevo ver a una inmortal en sus tierras, los que habían visto hace siglos atrás solo querían darles caza y esta joven de tez morena solo les miraba impresionada con una delicada inocencia en aquellos ojos grises en los que cada uno de ellos se veía reflejado.
Pasaron algunos meses desde que Sienna llego a la tierra de los Doggar, ya conocíabastante de ellos aprendió como estaban organizados, cuantos clanes existían, quien los lideraba, se sentía una más de ellos a su lado, lo mejor era que su amistad con el jefe blanco era cada vez más sólida al punto de que este le dejaba cabalgar sobre su lomo y era la sensación más extraordinaria que algún inmortal pudiese experimentar, la velocidad, la brisa en el cabello, la sensación de libertad absoluta, con razón aquellos legendarios seres escogían esa forma cuando se materializaban antes de que su raza fuera presa en aquella majestuosa forma, lo mejor de aquel tiempo con los Doggar era ver como se ejercitaban mediante la lucha entre ellos, ya que ninguno podía herirse eran batallas brutales llenas de elegancia y potencia desmedida, en esta ocasión el jefe del clan del lago se enfrentaría al jefe de la montaña silbante, el jefe de la montaña silbante era un magnifico ejemplar de pelaje tan oscuro como la misma plata negra y grandes y afiladas garras que parecían las hojas afiladas de una espada, mientras por el otro lado el líder del lago era un hermoso Doggar de pelaje castaño con un mechón verde y ojos marrones, más esbelto que el anterior de gráciles y veloces movimientos, se pusieron en posición, después de una pequeña reverencia empezó la danza y desfile de dientes, los demás Doggar estaban mirando entusiasmados, el montañés se abalanzó sobre su contrincante tumbándole sobre la arena clavando sus garras en su muslos, pero su contrincante era más rápido y liberándose en un parpadeo arremetió sobre el montañés dejándole en la posición que ocupaba el mismo hace un momento y arremetiendo con más rudeza le propino dos mordiscos de considerable tamaño en lomo, el montañés tan solo soltó una carcajada gruesa y gutural giró su cabeza y miró con perspicacia a su oponente sacudiéndoselo de encima con tal potencia que este salió disparado hacia el grupo de espectadores que con suma agilidad se hicieron a un lado para no interferir en el calor de la pelea pero no todos lograron apartarse a tiempo, Sienna quedo allí recibiendo un golpe de una de las garras del Doggar caído en uno de sus muslos, el golpe fue mínimo pero el rasguño era de consideración, la pelea se terminó para atender a la joven de ojos grises que yacía inconsciente con las marcas de las garras del Doggar del lago sobre su muslo derecho, pasaron varios horas para que Sienna volviera en si presa de una fiebre excesiva, lo más seguro es que muriese en un par de horas si no se hacía algo para curar la herida y bajar la fiebre que esta le había provocado, uno de los Doggar más sabios propuso que se intentara tratar la herida con agua del lago mezclada con sangre del Doggar que ocasiono la herida, era lo único que se le ocurría, al no existir una mejor idea para salvar la vida de Sienna la acercaron hasta el lago y le acomodaron en la orilla donde el agua bañaba sus piernas, el grito de dolor que esta profirió era desgarrador, el agua purificaba la herida quitando los restos de tierra y plata negra de la herida, el Doggar del lago se acercó y con cuidado se generó un corte en una de sus patas delanteras dejando caer un poco de su sangre sobre el muslo afectado de Sienna está al entrar en contacto con la piel empezó a entrar en las heridas mezclándose con el agua logrando bajar la fiebre, haciendo que la inmortal quedase dormida, los Doggar la llevaron de nuevo al prado, turnándose la vigilancia de la joven de mirada gris, quien estuvo sumida en aquel profundo sueño por tres días enteros, al despertar del cuarto día abrió los ojos como si nada hubiese pasado, miro sus piernas y encontró la cicatriz que había dejado el Doggar del lago en su muslo de manera definitiva, al menos no había muerto, ella sabía que lo único que podía acabar con un inmortal aparte de la plata negra mineral eran los Doggar.
En los siguientes días Sienna no se sentía como antes, sus piernas en ocasiones le dolían, al igual que sus brazos, sentía la necesidad de correr más seguido y se había hecho más fuerte, un día cuando estaba corriendo por un sendero sus ropas se rasgaron y su cuerpo se transformó en el de un Doggar de pelaje caoba y ojos grises ella no podía creer lo que estaba sintiendo seguía teniendo conciencia pero se sentía más poderosa que nunca, corrió a toda velocidad tanto como su nueva forma se lo permitía, llegando al lago oval encontrándose con su reflejo, dándose cuenta que efectivamente ahora lucia como una Doggar, asustada corrió buscando al jefe blanco encontrándolo cerca al inicio de los túneles Rocazul, este al verla abrió los ojos como platos, ella intento hablarle pero en ese instante volvió a su forma inmortal cayendo al suelo rendida
—Que es lo que me acaba de suceder —exclamo ella con un hilo de voz
—Al parecer el remedio que te salvo la vida te dio la habilidad de ser uno de nosotros
Sienna no daba crédito a lo que escuchaba, ella ahora era una especie de hibrido, y « ¿si quedaba presa de la forma Doggar para siempre? o ¿si esto solo era un efecto colateral de lo que había sucedido y tenía sus días contados? » muchas dudas nublaban los pensamientos de la joven de ojos grises.
—Me siento confundida, no sé cómo controlarlo
—La herida que recibiste te pudo haber matado, pero nuestra sangre te dio una segunda oportunidad, eres la muestra de que no todo está escrito una inmortal que puede tomar la forma de un doggar, vivimos tiempos en los que ya nada es como antes y nuevas perspectivas surgen en los rincones más olvidados de nuestro universo
—Pero no sabemos si es temporal, necesito respuestas jefe blanco, necesito regresar a mi tierra, existen inmortales muy sabios al servicio de la princesa Argyra quizás puedan ayudarme
—Sabes que nunca fuiste prisionera aquí, puedes marcharte cuando quieras y si quieres volver eres bienvenida ya eres más cercana a nosotros que nunca querida Sienna, solo ten cuidado recuerda que en tu tierra los Doggar son cazados por temor
—Si lo se tratare de no cambiar de forma hasta encontrar ayuda
El jefe blanco acompañó a la joven Sienna hasta el inicio del abismo mostrándole un sendero escondido entre la roca que llevaba de regreso hasta la cúspide del mismo, ella inició su ascenso, pasaron dos días y la cúspide aún no se divisaba y en la forma inmortal le tomaría un buen tiempo llegar, pero no quería cambiar aún, además no sabía cómo hacerlo a voluntad, siguió su acenso mirando ocasionalmente su muslo derecho y aquella marca que jamás le abandonaría, finalmente tras otro par de días Sienna logró llegar a la cúspide del abismo viendo de nuevo el cielo estrellado y los valles oscuros que le recibían, intentó ubicarse se encontraba en la parte sur de Dust Valley si seguía derecho llegaría al camino que conducía a la aldea y de allí podría tomar el sendero real hacia el palacio de Argyra, pero no podía darse el lujo de que la vieran los posaderos o alguien que la distinguiese, además en cualquier momento podría cambiar de forma y lo que menos necesitaba era llamar la atención, así que prefirió tomar una de las rutas olvidadas que casi nadie usaba desde la implementación de los senderos reales, pues eran más seguros, recogió su cabello con un mechón del mismo y se puso en marcha, cuando ya llevaba un buen trecho un temblor en las piernas la hizo caer al suelo tomando la forma Doggar, sus ropas quedaron hechas añicos bajo sus grandes patas, sin pensarlo dos veces empezó a correr por el sendero abandonado pero unos cuantos metros delante tropezó volviendo a su forma inmortal quedando desnuda en medio de aquel lúgubre camino, intentó buscar algo para cubrirse pero era inútil todo era desierto lunar y polvo, caminó así temblando ante la brisa fría de aquel lugar estaba a medio día de camino ya podía divisar desde allí las torres del castillo, la brisa era inclemente con su desnudez y el frio ya le estaba afectando se sentía un poco débil en ese momento de uno de los costados se escuchó el trote de soldados, que venían en su dirección, seguramente era algún grupo de guardias de la princesa Argyra que vigilaban la zona, ella se detuvo y espero a que llegasen para solicitar ayuda y en efecto el grupo que llego era de cinco soldados pero ebrios que al ver a la joven inmortal desnuda se abalanzaron sobre ella toqueteándola y reduciéndola entre los cinco con la intención de abusar de ella, Sienna no podía liberarse, le superaban en número, podía sentir como el hedor de la ebriedad de los mismos le inundaba el rostro, cuando uno de ellos empezó a besarla a la fuerza sintió como su cuerpo se estremeció en un fuerte temblor volviendo de nuevo a su forma Doggar, los soldados abrieron los ojos asustados ante lo que veían, Sienna llena de rabia fuera de si por la cobardía de los cinco arremetió contra ellos despedazándolos en un abrir y cerrar de ojos, cuando volvió en sí vio la pila de cuerpos sobre el camino desangrados, necesitaba ayuda ella nunca había arrebatado una vida se miró y aún seguía en la forma Doggar corrió a toda velocidad llegando a las puertas del palacio donde dos guardias se asustaron al ver al portentoso animal que estaba frente a ellos, ella no quería derramar más sangre así que se plantó delante de ellos sin mover un solo musculo, los guardias se miraron el uno al otro sin saber qué hacer, Sienna no se movía, al ver que no tenía respuesta se le ocurrió algo sacó una de sus garras y con un par de trazos toscos escribió en el suelo “ Argyra” Los guardias al ver el nombre de la princesa mandaron a llamar a otro guardia para que trajese a la princesa de inmediato, tras unos minutos Argyra llego rodeada de algunos guardias encontrándose de frente con el Doggar que había escrito su nombre sobre el suelo, Sienna al ver a la princesa intento cambiar de forma lográndolo sin problema, quedando desnuda en su forma inmortal ante la princesa que al ver tal prodigio le hizo entrar de inmediato con ella a palacio, ya dentro la princesa ordeno que se le trajese un vestido adecuado de inmediato, también comida y bebida pues la joven tenía un aspecto terrible, al llegar la comida Sienna se abalanzo con un apetito voraz sobre las carnes y las bebidas calmando el hambre que tenía al no comer nada durante días, tomo un baño largo y se vistió con los ropajes que las ladys de la princesa le facilitaron, miró su reflejo en el espejo encontrándose con mejor semblante, salió de los aposentos donde se le dejo encaminándose con una de las ladys de la princesa hacia la sala del trono donde Argyra estaba esperando con ansias poder hablar con la joven
—Espero que estés más descansada
—Lo estoy majestad muchas gracias por las atenciones de verdad que necesitaba comer algo caliente y tomar una ducha
—¿Cómo te llamas y de dónde eres?
—Soy Sienna de Dust Valley majestad
—Podrías explicarme cómo es posible que tuvieses hace un momento la forma de un Doggar
—Es una historia larga majestad pero se la contare con detalles, pues a eso he venido —dicho esto Sienna le relato a la princesa como había llegado a la tierra de los Doggar, el accidente, le enseñó la cicatriz y le explicó cómo esto le dio la facultad de transformarse y también su necesidad de obtener ayuda por parte de los sabios de su corte
—Es increíble lo que me dices, realmente increíble, nunca había tenido conocimiento sobre algo así y tampoco tenía idea de aquella tierra al final de las mías, reuniré a mi consejo y expondré tu caso de inmediato es una situación que lo amerita, mientras me reúno con ellos toma un descanso duerme y repone fuerzas has pasado por mucho Sienna
—Gracias majestad —Dicho esto Sienna se retiró a los aposentos que fueron adecuados para ella cayendo profundamente dormida entre las suaves sabanas que la acogían, mientras tanto en el salón del consejo la princesa exponía el caso de la joven Sienna pero ni los Lores más antiguos encontraron una solución al caso de Sienna, no existía precedente para ello, pero uno de ellos el más astuto tomo la palabra
—Puedo hablarle en privado un segundo alteza
La princesa pidió a los demás señores que abandonaran el salón quedándose a solas con el Lord que solicito su atención
—Majestad no tengo idea de cómo ayudar a esa joven y la verdad eso no debería importarnos en lo absoluto si no la oportunidad que ella ha traído a sus puertas.
—Explícate mejor mi Lord no logro entender a dónde vas con esto
—Ella sabe cómo llegar a la tierra donde hay cientos de Doggars, imagínese si usted liderara tal ejército, podría someter a su hermana Argyria y asegurar la estabilidad de los dos reinos de manera definitiva, para ningún noble es un secreto que su hermana cada vez está más fuera de sí y en cualquier momento eso puede afectar nuestro reino majestad, no podemos darnos el lujo de esperar el primer ataque cuando esta Joven ha traído la oportunidad y la ventaja a su puerta.
La princesa Argyra quedo en silencio pensando la propuesta de su consejero, era una realidad que su hermana estaba cada vez más fuera de control y los Doggar le asegurarían la victoria, por más que le doliera admitirlo era necesario aprovechar la oportunidad
—Tomare en consideración tu consejo mi Lord
—Su majestad quedo pendiente de sus futuras órdenes con su permiso
Sienna durmió lo que no había podido dormir en días, cuando despertó, tomo una ducha y pidió desayuno, preguntando de paso por cuanto había dormido la lady que estaba a su cuidado le respondió que había dormido casi un día entero y que la princesa solicitaba su presencia en la sala del trono lo más pronto posible, Sienna recordó que la princesa se reunió con el consejo debido a ella, terminó el desayuno y bajó a toda prisa a la sala del trono donde la princesa ya estaba esperándole
—Buenos días Majestad, lamento haber dormido tanto
—Buenos días Sienna, pierde cuidado es comprensible has pasado por mucho, hablé con el consejo y lastimosamente no tengo ninguna respuesta para ti, ni los más antiguos señores tienen precedente de algo así, estamos frente a un panorama inexplorado
—Es una lástima oír tal cosa su alteza pero agradezco las molestias que le he ocasionado, creo que lo mejor es regresar con los Doggar
—Me gustaría acompañarte en tu regreso, quiero discutir un asunto de importancia con su líder y de paso pedirle disculpas por lo que mis antepasados les generaron a los suyos
—Por mí no hay problema en ello majestad, pero le recomendaría que no llevase ningún guardia, ellos tomarían eso como una ofensa, son seres nobles sé que no correrá peligro alguno además ira conmigo
—Partiremos mañana mis guardias nos acompañaran en caravana hasta el mismo abismo ya allí iremos nosotras solas si te parece Sienna
—Por mi está bien majestad
La comitiva que acompañaba a la princesa y Sienna era numerosa tras un par de días de camino llegaron a Dust Valley, el abismo lucia infinito como de costumbre los hombres montaron tiendas cerca mientras la princesa y Sienna se disponían a saltar
—¿No hay otra forma de llegar? —pregunto la princesa
—Es la única que conozco majestad —dicho esto ambas inmortales saltaron al vacío cayendo como la primera vez que la joven de ojos grises fue empujada por el fuerte viento aquella noche junto con las perdices azules, Sienna tuvo un espasmo durante la caída transformándose en Doggar de nuevo al lado de la princesa que le miraba impresionada, la caída continuo y continuo hasta que ambas perdieron toda conciencia de sí en un sueño profundo.
El revoloteo de las perdices azules despertó a la princesa de su sueño viendo la tierra blanca que Sienna le había descrito, miró a su derecha encontrándose con la joven que aún seguía en forma de Doggar dormida a unos pocos metros de ella, se acercó y le despertó
—Majestad si gusta suba a mi lomo, se dónde encontrar al Jefe blanco
—Argyra subió al lomo de Sienna que galopaba a toda velocidad, tras unos minutos llegaron a las minas de Rocazul donde efectivamente estaba el jefe blanco con algunos de los líderes de clanes quien al ver a Sienna y a una inmortal se pusieron alertas
—Por favor no se alarmen, he regresado con la princesa Argyra, quien al escuchar todo lo que le conté sobre ustedes ha querido venir en misión diplomática sin ningún interés de afectarlos
Los Doggar se calmaron y el jefe blanco se acercó a Sienna y la princesa Argyra
—Sea bienvenida Princesa no tiene nada que temer si viene con buenas intenciones será tratada con respeto, no somos seres agresivos —susurro el Doggar albo entre pensamientos
—Sienna me contó todo sobre ustedes y vengo en representación de mis antepasados y mis contemporáneos a pedirles disculpas por el comportamiento que hemos tenido hacia ustedes
—Es noble tu intención Princesa y aceptamos las disculpas, pero algo me dice que no solo has venido a eso o me equivoco
— Tengo una hermana, quien reina la cara de la Luna que da a la tierra, las tierras de plata, desde unos siglos para acá ha venido perdiendo el control, está cada vez más fuera de sí, esta representa un latente peligro para la estabilidad tanto de su reino como el mío, quiero pedir su apoyo para tomar por la fuerza su reino y someterla, es la única forma que tengo de contenerla antes de que intente algo contra mí y mis gentes, ustedes representarían una diferencia significativa para tal fin
—Entiendo lo que me plantea princesa, pero que ganaríamos nosotros en meternos en un ataque de tal magnitud
—Prometo reivindicarlos en la Luna, serán tratados con respeto, podrán circular por toda la Luna sin problemas y seguirán con el dominio de sus tierras sin ninguna perturbación como hasta ahora
—Necesitare reunirme con los líderes de los demás clanes, como comprenderá es una decisión que no puedo tomar en solitario, si quiere puede dar un paseo por donde quiera con Sienna en un par de horas me encontrare con ustedes en el lago oval para responder a su solicitud —dicho esto Sienna y la Princesa se retiraron mientras el jefe blanco convocaba una reunión urgente en lo alto de la montaña silbante.
Los jefes de los siete principales clanes llegaron, el líder de la montaña, el líder del lago, el líder de las planicies crema, el jefe de los vientos del sur, el líder de isla gris, el protector del abismo, y el jefe albo de las minas de Rocaazul
—Hermanos los he convocado para presentar una propuesta que nos ha traído la princesa Argyra la luz oscura gobernante de la cara oscura de la luna, ella quiere que le ayudemos a derrocar a su hermana del poder en el lado claro de la luna y a cambio se nos permitirá transitar por la luna sin problemas y se nos tratara como iguales y también nuestra tierra no será perturbada, quiero escuchar que tienen por decir al respecto
—Quien nos garantizara que cumplirá su palabra al final de todo —tomo la palabra el jefe de los vientos del sur
—Nosotros somos superiores a ellos podemos matarlos si quisiéramos —dijo el protector del abismo
—No veo en que nos compete los conflictos que tengan los inmortales, deberíamos mantenernos al margen —completo el jefe de la isla gris
—Deberíamos ayudarle pero exigirle una recompensa mayor —exclamo el jefe de la montaña silbante
—Que tienes en mente —pregunto el jefe blanco que precedía el consejo
—Piénsenlo si ella gana quedara agradecida con nosotros no se negara a lo que pidamos, además nos necesita con urgencia de no ser así no hubiese venido en persona sin guardia ni escolta a solicitar nuestra ayuda, lo que propongo es que le ayudemos a derrocar a su hermana y le exijamos el dominio de las tierras circundantes al abismo eso nos garantizaría una seguridad mayor de nuestras tierras y una presencia en las de ellos
Los siete lideres sopesaron la propuesta del montañés, tener dominio sobre los valles cercanos al abismo les daría una posición más sólida y estratégica tanto de defensa de sus tierras como de ataque de presentarse en algún momento dado, seria garantizar una posición privilegiada, tras un buen rato en ponerse de acuerdo los siete lideres optaron por apoyar al jefe banco en prestar la ayuda a la princesa luz oscura.
—No crees que está tardando demasiado en llegar el Jefe blanco con alguna respuesta —dijo la princesa
—Debe estar por llegar en cualquier momento paciencia majestad, no debe ser fácil poner de acuerdo a los siete clanes en algo así
—En eso tienes razón Sienna, nunca es sencillo poner de acuerdo a quienes ostentan algo de poder
En ese momento el jefe blanco arribo al lago
—Majestad le apoyaremos en lo que necesite pero con una condición
—¿Qué condición?
—Queremos que se nos dé el dominio de los valles cercanos al abismo y que ningún inmortal se acerque a ellos, queremos total autonomía
La princesa sabía que no podía negarse, necesitaba la ayuda y el pedido era razonable podía reubicar las aldeas que estuviesen en esos terrenos.
—Acepto sus términos jefe blanco
Después de que se selló el tratado entre los Doggar Y Argyra vinieron los días de planeación del ataque los Doggar eran más de mil quinientos distribuidos en siete clanes, cada clan tenía un flanco que cubrir la estrategia era simple ascenderían a los valles oscuros y de allí tomarían siete caminos diferentes para llegar a las fronteras con los valles de plata, una vez allí deberían tomar el control tan rápido como fuese posible de los puntos estratégicos a lo largo de la frontera lo que le permitiría el paso sin problemas de los ejércitos de la princesa luz oscura y de los Doggar entre ambos reinos, lo más importante era la toma del palacio de Argyria, el clan del jefe blanco iría allí junto con la princesa Argyra quien lucharía con parte de su ejército también, la idea era de atacar por múltiples bandos al mismo tiempo y por sorpresa con toda la potencia posible para hacerse el control sin mayor conflicto pues aquel castillo era una fortaleza en toda la extensión de la palabra, poseía altos muros y seis torres bien dispuestas a lo largo de ellas, finalmente el día de poner en marcha la estrategia llego y así se hizo los siete clanes partieron con rapidez en las diferentes direcciones al igual que el clan del Jefe blanco que iba de frente hacia el castillo de plata, la señal de ataque seria el aullido de los siete clanes cuando estuvieran en posición y tuvieran el dominio de los puntos estratégicos a lo largo de la frontera, cuenta la historia de la guerra de las dos hermanas como fue llamada por los historiadores que los aullidos de los siete clanes fueron tan fuertes que hasta en la tierra fueron oídos, la señal se activó y los siete clanes arrasaron con las defensas de las fronteras en cuestión de minutos dejando una oleada de sangre inmortal y muerte a su paso, incluso Doggars que estaban prisioneros de Argyria fueron liberados uniéndose a sus hermanos en batalla en menos de media hora Argyra ya tenía control de las fronteras y total paso de sus ejércitos por las mismas, ahora solo faltaba tomar el castillo y someter a su hermana pero Argyria estaba muy bien protegida, en las seis torres estaban dispuestos tantos arqueros que cuentan los cronistas que no había ninguna dirección descubierta en la que no llegara alguna flecha lanzada desde ellas, las puertas fueron fundidas para que no fuesen abiertas con facilidad, la batalla se prolongó por largo tiempo algunos Doggar empezaron a caer por la cantidad de flechas con las que estaban siendo atacados, el clan de los montañeses al ser el más fuerte ataco los cimientos de las torres eran el clan más numeroso con quinientos Doggar, Quinientos pares de letales garras como espadas que arañaban la piedra volviéndola polvo tras un rato la primera torre se vino abajo y como un efecto domino las demás también cedieron, arqueros volaban por los aires cayendo a una muerte segura en las fauces de los Doggar, los muros fueron derribados y la guardia de Argyria menguada, el jefe blanco y Argyra llegaron junto con veinte Doggars a palacio buscando a Argyria para que se rindiera, encontrándola tras cinco de sus guardias que la escondían en sus aposentos, los hombres se lanzaron en ataque pero fueron neutralizados sin problema por los Doggar al mando del jefe blanco, dejando desprotegida a Argyria quien lucía demacrada y temblorosa
—Ríndete ya hermana estás rodeada, toda la frontera está bajo mi mando y tengo afuera otros cientos de Doggars esperando órdenes, no derramemos más sangre de la necesaria
—Sabía que este día llegaría, siempre has querido todo el poder para ti, tú llevaras la supremacía de nuestra raza a su acabose, primero intentando negociar con sombras, en esa ocasión logre detener la humillación que querías traer a nuestra raza y ahora haces alianzas con estos animales salvajes, que decepcionada estoy de ti, la gran Argyra, La luz oscura, que bajo has caído hermana —grito Argyria
—Nunca quise que este día llegara hermana, pero el poder te ha corrompido demasiado, no somos superiores a nadie solo diferentes y nunca quisiste aprender eso, estas criaturas son tan nobles como tú o como yo, tu misma me arrojaste a tener que detenerte, lamento que no hubiese podido ser de otra forma ahora ven con nosotros y no te resistas serás tratada con respeto
—Nunca podría vivir siendo tu prisionera hermanita, no te daré el gusto ni a ti ni a tus perros —Dicho esto Argyria saco de sus ropas un alfiler de plata negra enterrándolo en su cuello, el comprimido se diluyo rápido en la sangre llegando al cerebro ocasionándole la muerte de manera instantánea, así finalizaba la vida de la princesa Argyria arrebatada por su propia y engreída mano
La guerra delas dos hermanas fue la más corta en toda la historia de la Luna con una duración no superior a medio día según los cronistas pero si fue la más letal dejando un número de muertos superior a las seiscientas almas caídas en batalla, tras la muerte de Argyria su hermana Argyra la luz oscura fue nombrada Reina de los valles de plata y oscuros y protectora de la Luna, los nobles que estaban creando zozobra en las tierras de plata al ver el poderío de Argyra optaron por ofrecer su lealtad incondicional a la nueva Reina que se alzaba en la Luna, Argyra cumplió con su palabra desalojando las aldeas cercanas a los abismos de la noche, reubicando a sus pobladores en nuevas tierras en los valles de plata, entregándole el dominio a los Doggar nombrándolos señores de los valles oscuros y protectores de los abismos de la noche, estas tierras fueron sacadas de los mapas de los reinos de la Reina Argyra pues pertenecían ahora a los Doggar, el comienzo de una nueva era se cimento en aquellos días, Sienna la joven inmortal quiso quedarse al lado de la Reina Argyra pero nunca dejo de tener contacto con los Doggar cuenta la historia que de su descendencia un nuevo linaje surgió, una estirpe de almas que podía transformar su apariencia, la Reina Argyra mantenía muy buenas relaciones con los Doggar al fin una estabilidad solida se sentía en todos los pueblos de la Luna, Argyra mando delegaciones de sus hombres a la tierra para negociar con la facción de las sombras que quisiera regresar a la luna, muchas de ellas regresaron otras prefirieron seguir en la tierra, una edad de prosperidad se respiraba por ahora en la Luna mientras en la tierra los mortales estaban en algo que ellos mismos llamaban tiempos modernos.
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Hola queridos lectores como ya les había anunciado en mi entrega anterior estamos llegando al final de esta aventura, quedando ya a puertas de la historia final, ¿Han disfrutado el viaje? ¿Cuál es su favorita hasta ahora? Espero sus respuestas, como es costumbre les deseo un buen inicio de semana, mil gracias por sus comentarios, votos, tweets todos por pequeños que sean son importantes y bien recibidos.
Un gran abrazo y hasta la próxima
Lord Enrique