D I A N A
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Sentada debajo del gran árbol que estaba en el jardín trasero de la casa estaba Helen leyendo un libro junto con Harmonía. Pocas veces había visto a Helen prestarle atención a algo más que su celular o cualquier aparato electrónico. Me acerque a ellas para por fin hablar con Helen por lo que paso en mi habitación hace algunos días atrás.
– Nieves recuerdas cuando te leía esta historia de niña, no sé por qué te encantaba la bella y la bestia, pero es la única historia que calmaba tus llantos – la mayor de las Passion beso la frente de la platinada que abrazo a su hermana.
– La recuerdo Harms esa también era la historia que me leía mi papá cuando iba a dormir – detuve mi andar creo que este no es el momento para hablar de nada con Helen. – Diana sé que estás ahí puedes venir a hablar conmigo – abrí mi boca intentando decir algo, pero no pude esta chica me sorprende cada vez más.
– Protegida de Hades y Perséfone siéntate con nosotras, lamento no llamarte por tu nombre es que no nos hemos presentado aún – ella palmeo su lado la diosa despedía un áurea de armonía y amor que me hacía sentirme cómoda.
– Yo soy Diana – me senté alado de Harmonía que cerro su libro apoyándolo en sus piernas de forma delicada. Con una postura recta ella se acomodó en su lugar.
– Es un placer conocerte Diana, yo soy Harmonía – un viento ligero acompaño sus palabras haciendo que su cabello flotara un poco con el viento. – ¿De qué quieres hablar con mi pequeña nieve? – la diosa pellizco la mejilla de Helen que hizo una mueca de sonrisa.
– Use mis poderes para que ella y el príncipe Apolión tuvieran sexo – declaro Helen sin una pizca de vergüenza en su pálido rostro.
– ¿Por qué lo hiciste? – pregunte cruzándome de brazos no quería perder mi virginidad de esa manera.
– Alysa me pidió el favor y no pude negarme lamento haberlos puesto en esa situación tan ¿calurosa? – sonrió Helen mirando al cielo – Pensé que no eras virgen y ya sabes eso solo lo detectaría Artemisa o alguna de sus hijas.
– No estoy molesta solo quería saber por qué quisieron que Apolión y yo hiciéramos el amor – mis mejillas se encendieron como las brasas del fuego.
– Yo solo los manipule para que tuvieran sexo y fue porque no queríamos que supieran de la broma que le hicimos a la líder de las Omegas – Harmonía movió el brazo de su hermana para llamar su atención. Ambas miramos en la dirección que la diosa nos indicó y ahí vimos tras los arbustos una cabellera rubia.
– ¿Quién es esa rubia?
– McKeyla Dipietro la odiosa reina de las Omegas, te metes con la reina y alborotas el avispero. ¿Qué le hicieron? – pregunte acercándome a la canilla que tenía la manguera conectada. En la casa el patio está lleno de plantas que Camelia cuida regándolas, poniéndoles abono y todo tipo de cosas de jardinería. Abrí la canilla de la manguera que tenía una traba para no dejar salir el agua caminé de nuevo a mi posición inicial junto al árbol.
– Le dimos una solución afrodisíaca en su agua dietética y luego robamos todos los condones de su casa para que no pueda tener sexo – las risas ahogadas de las dos deidades del amor cesaron cuando apreté el gatillo de la manguera apuntando a McKeyla mojándola. Empezó a chillar saliendo de los arbustos con su vestido negro mojado y los tacones que tenía arruinados por el fango.
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Peino mi cabello con el peine para luego poder usar uno de mis hechizos para armar un peinado en mi cabeza. Tenía puesto el vestido color vino con encaje y escote en la espalda que me había regalado Perséfone por mi cumpleaños mis tacones negros y una chaqueta de cuero negra. Estaba temblando Apolión me dijo que me presentarían como la descendiente de Bóreas cosa que me ponía algo nerviosa ya que no sabía que sucedería luego de eso.
– Tranquila Diana todo saldrá bien – Aileen apoya su mentón en mi hombro derecho mientras toma mis brazos en un apretón leve. – Fue muy gracioso lo que le hiciste a McKeyla – ambas reímos recordando como la abeja reina de las Omegas comenzó a gritar que acababa de arruinar su vestido de Dior y sus tacones de Valentino. Se veía como un mapache con los ojos negros y con sus gritos atrajo la atención de toda la fraternidad.
Gire sobre mis talones caminando hacia la puerta no sé por qué me sentía tan ansiosa con respecto a la cena. No había tenido otra visión de Perséfone, pero si una de Hades él estaba hablando acerca de una copa que jamás se la entregaría. Había alguien más pero no pude ver quien era porque desperté y no volví a ver al rey del inframundo. Tampoco había podido hablar con Apolión al parecer las bromas lo tenían ocupado y que yo haya mojado a la líder Omega no ayudo mucho.
No di unos dos pasos por las escaleras cuando una mano fría rodeo mi muñeca apenas apretándola. Frene apoyando mi espalda en su pecho y sus brazos me rodearon en un incómodo abrazo, sus brazos estaban debajo de mi pecho y sentía que me faltaba algo del aire.
– Apolión ya basta de tanto amor – su risa ronca me relajo y me soltó haciendo que mi espalda se sintiera fría. Continué bajando por las escaleras mientras era seguida por Apolión. Giré a verlo y parecía uno de los agentes de Hombres de negro vestido con ese traje no pude evitar querer reír, cubrí mi boca con mi mano para que no avergonzarlo.
– Mamá me obligo a ponerme esto parezco un pingüino – aflojo un poco el nudo de su corbata antes de volver a verme. – En cambio tú te vez hermosas con ese vestido – sus oscuros ojos recorrieron mi cuerpo no pude decir nada porque su mano tomo la mía y todo se volvió oscuro. Cuando pude ver con claridad de nuevo se escuchaban fuertes truenos resonando en el Olimpo.
– Papi ya llegué – paso corriendo al lado nuestro Aileen siendo seguida por Damián.
A P O L I Ó N
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La corbata me está ahorcando y encima de todo mi madre aun no anuncia su tan esperada noticia. Nos reunió a todos en el Olimpo pidiéndole a Hestia que prepare un banquete. Diana estaba sentada a mi lado esperando a que sirvieran de una vez el postre para que luego mi madre anunciara el motivo de la reunión.
– Ares deja de hacer eso estamos en la mesa – escuche como la diosa del amor le susurraba al dios de la guerra. Pase mi mano por mi rostro irritado por la situación ya quería irme, pero si lo hacia mi mamá va a matarme y no es bueno hacer enfadar a la reina del inframundo. Las ninfas dejaron frente a nosotros los platos con el postre favorito de mamá esperamos a que todos tuvieran el suyo y degustamos el dulce sabor del manjar que había preparado Hestia.
– Préstenme su atención un minuto – anuncio mi madre, pero nadie parecía prestarle mucha atención. El tío Zeus chasqueo los dedos haciendo que un rayo cayera a un lado de la mesa. Todos guardaron silencio y prestaron atención a mi madre que agradeció a Zeus para luego hablar. – Quería decirles una noticia que nos tomó a mí y a Hades por sorpresa – frente a mi apareció una flor de loto flotando en el aire que abrió sus pétalos dejando caer una caja. Mire a mi madre buscando explicación y ella con una sonrisa algo extraño en ella me señalo que lo abra tomando la mano de mi papá mientras lagrimas comenzaron a llenar su mirada.
Abrí la caja alargada esperando no encontrar lo que me estaba imaginando en la cabeza y la visión de Diana comenzó a aparecer en mi cabeza. Con los dedos temblando destape aquella caja de Pandora, como sospeche ahí había dos palitos de plástico que cambiarían el curso de mi vida de hijo único.
– Perséfone está embarazada – Diana a mi lado me arrebata una de las pruebas y con mucha alegría corre hasta donde están mis padres para abrazarlos. Tan solo deje la cajita en la mesa analizar la noticia de una manera en la que no lastime a mi madre.
– ¿Un hermano tendré un hermano? -pregunte sin mostrar ninguna expresión mi padre me miro por unos segundos y luego añadió.
– No será tan malo hijo mira cuantos hermanos y hermanas tengo son todos unos inútiles, pero aun así nos mantenemos unidos – mis tíos y tías se quejaron un poco, pero luego se les paso, Perséfone que parecía no poder engendrar mas herederos desde mi nacimiento volvió a quedar embarazada. No puedo ser egoísta este es el momento de mis padres al parecer verme abandonar el nido los hizo sentirse solos y buscaron al hijo de la vejes. Teniendo una pelea interna de emociones me pongo de pie y camino hacia mis padres, las diosas que rodeaban a mi madre me dejaron paso para acercarme a ella. El embarazo le sentaba bien no había visto a mi madre mostrar tanta felicidad en público incluso su rostro se veía mucho más hermoso si es que podía ser posible. La reina del inframundo me recibió con los brazos abiertos no puedo enfadarme con mi madre por querer tener un hijo solo espero que no se vuelvan conejos como el tío Zeus y la tía Hera que tuvieron muchos hijos. Rodeo a mi madre con mis brazos sintiendo el perfume de flores mi mente viaja a cuando era un niño.
– ¿Mami por que no puedo tener un hermano como los tiene Aileen? – me recosté en su regazo mientras veíamos la enorme pradera cubierta de margaritas. Había venido a visitar a mamá porque estaba con la abuela Deméter por seis meses.
– Aun estas muy pequeño y mami no quiere enloquecer a tu padre con un nuevo bebé si te pierde a ti imagínate si tiene que cuidar a tu hermanito – rió acariciando mi cabello. La mire por un segundo quería grabar esa imagen de mi madre, sus cabellos negros cayendo en hondas pos sus hombros una corona de flores de distintos tipos. Sus ojos esmeraldas no tenían el brillo que tanto me gustaba, cuando mamá veía a mi papá tenía un brillo especial en los ojos. Ella dice que es porque papá es el amor de su vida que por eso sus ojos tienen ese brillo especial cuando está cerca del eso simboliza el amor.
– Yo puedo cuidarla mamá ya soy grande para cuidar a Melione – anuncie con ánimos ya tengo siete años puedo leer y atarme los cordones de mis zapatos solo.
– ¿Melione? ¿piensas que el bebé será niña? – mi mamá me miro con las cejas unidas ante mi afirmación estaba muy seguro que tendría una hermanita.
– Felicitaciones mamá, cuidare de Melione – ella cubrió su boca supongo que recordó el día que le dije que quería tener un hermanito.
– ¿Sigues pensando que será una niña? – con una risa pequeña mi madre acaricia su abdomen aun plano.
– Espero estar equivocado y que sea Heinz y no Melione – sonrió de lado, pero un codazo hace que mi sonrisa se pierda.
– Si es un niño deja que yo elija el nombre – mi mejor amiga volvió a abrazar a mi madre la cual la recibió con mucha alegría. Se les unieron Ylenia y Aileen que chillaban emocionadas por que pronto tendrían una nueva prima.
Caímos en la piscina de la casa mientras el agua fría calaba mis huesos busque a Diana. Mi distracción provoco que apareciéramos en el aire y caigamos en la piscina solo imploro a los dioses que no haya ningún humano cerca para vernos aparecer en el aire de la nada. Una cabellera oscura sale a flote y mi alma vuelve a mi cuerpo, Diana está bien. Nado hasta ella y la ayudo a salir de la piscina. Estoy avergonzado por mi error de cálculos hoy caí en la piscina, pero y si mañana aparecemos en plena clase de la facultad.
– Tengo frió – Diana se abraza a si misma mientras tiembla como un venado recién nacido. Rodeo mi brazo por sus hombros y caminamos a la casa en silencio intento calentarla con mi fuego siendo cuidadoso de no quemarla.
– Ahora tendrás más calor, lamento que hayamos caído en la piscina es que estoy algo distraído la noticia me tomo por sorpresa – entramos en la casa trancando para que ningún intruso nos tome por sorpresa en la noche.
– Apoli sé que es difícil asimilar la noticia, pero alégrate, yo no tengo hermanos y desde que mis padres murieron estoy sola. Sé que te tengo a ti, pero no es lo mismo Apolión un hermano te cambia la vida pueden llegar a ser un dolor de cabeza, pero siempre estarán cuando más lo necesites, porque siempre los unirá la sangre – beso mi mejilla y se fue corriendo escaleras arriba, dejándome algo más tranquilo pero el recuerdo de sus padres hizo que me sintiera mal.
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#FelízJuevesenLlamas
Hola llamitas tengo que darles una noticia... antes de que se alteren no es con la historia.
Ayer mi cargador dio su última carga de vida... por lo cual no podré escribir en mi computadora hasta que consiga otro cargador universal. Por lo cual les aviso que si ahí faltas en los próximos capítulos es por que estoy escribiendo del celular, en cuanto tenga la computadora con carga los arreglare y pido disculpas de ante mano.
Un minuto de silencio por el cargador caído. 😓 Descansa en paz fiel amigo, me siento como Helen cuando perdió su celular 😢😂