Nostalgia
Como juega el destino en nuestro camino
y nos hace vagar por eriales sin brillo.
¡Oh mar en llanto que se propaga en vuestras almas!
de aquellos recuerdos que os nos llaman, para poder así evocarlos...
Su inocencia es la que abarca en el aire impregnado,
algunos que otros andares, allá por el valle y los prados...
Y es el sentir que a vosotros llega, suave en los aires
y os presta a vuestras miradas,
haciéndose carne antes vuestra presencia...
Nos condena la nostalgia,
nos abruman los recuerdos
y quedamos anclados al ayer.
Perdimos lo tangible de una caricia dada,
y omitimos lo vivido para quedamos sin nada.
¡Oh mar en llanto que se impregna, en vuestras almas la nostalgia!
¡Que silenciosa en mí descansa!
Atrayendo el recordar de las rosas muertas.
Ya no escuchamos música cadenciosa,
ahora solo dejamos que los verbos se escapen de la boca,
para maldecir el ayer, para omitir que hubo una vez
tanto cariño entregado y bañado en melancolía,
una melancolía fría que se arrastra a nuestros pies.