Alicia y Niylah estaban efectivamente en la playa, Niylah recostada en una cama solera, leyendo un libro, mientras disfrutaba del sol, y de la buena vista de su prometida, quien a unos metros alejada de ella y más cerca del océano, se encontraba parada al lado de su tabla de surf. Alicia estaba perdida en el gran azul que siempre tenía la magica de calmarla, de hechizarla con sus olas y la blanca espuma besando sus pies.
Alicia había sentido un dolor muy profundo en su corazón cuando Lexa le anunció que no podía asistir a su boda. No lograba entenderlo, y cada vez que lo pensaba, más la hería. Por primera vez sería algo que quizás nunca le perdonaría. Pero estando allí contemplando el océano, dejándose llevar por el estridente sonido de las olas chocando en la orilla, alejaba un poco el dolor de la decepción.
Niylah la estaba observando y sentía tanta pena por su novia, ojalá pudiera haber hecho algo más para cambiar la situación se dijo, pero qué más podría? La última esperanza era su querida amiga Clarke, y aunque esta no le había dado su plena confirmación de poder llevar el milagro a cabo, quería aferrarse a ese milagro igual.
De repente una mano tapó su boca y Niylah saltó de inmediato asustada, sentándose en la reposera playera, encontrándose de golpe con la cara sonriente de su amiga Raven, quien ponía un dedo sobre su propia boca, señalándole que no emitiera sonido. Luego Raven le punteó con el dedo que se volteara y mirara detrás de ella, algo que de inmediato hizo Niylah, encontrándose con toda su familia, llevándose una mano a la boca para ahogar el grito emocionado, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Detrás de la familia de Niylah aparecieron Clarke, dos personas que Niylah no conocía, pero estimaba eran sus futuros suegros, y finalmente pudo ver a Lexa, enfundada en un traje de propeno, y una tabla de surf, que sostenía con su brazo izquierdo. Todos sonreían o se llevaban la mano a la boca para no emitir sonido, que pudiera alertar a Alicia, y Niylah entendió de inmediato la gran sosrpresa que le querían dar a la modelo, especialmente su hermana Lexa, y simplemente le encantó.
Niylah enseguida se puso de pie y se abrazó a Raven primero con tanta fuerza, dejando escapar las lágrimas de emoción, y apenas diciendo en su oído: "DIOS MIO GRACIAS!!"
Luego todos se acercaron y Niylah acortó camino corriendo al abrazo con su familia primero, con quienes se emocionó aun más. Lexa pasó a su lado y le apretó el hombro asintiendo con su cabeza, y guiñándole un ojo, para seguir su camino e ir en busca de su gemela. Por suerte Alicia aun no había escuchado nada, tan concentrada en el sonido de las olas, y en sus pensamientos, casi como si estubiera meditando.
Niylah se abalanzó a los brazos de Clarke apretándola tan fuerte, que la artista creía que iba a morir sofocada, pero estaba tan emocionada como Niylah, de quien sentía sus muchas lágrimas de alegría, de emoción inmensa, tratando de hablarle entrecortada en el oído.
- Por Dios Clarkie lo hiciste!!! Eres enserio un Ángel, un increíble Ángel!! Por Dios!! No lo puedo creer, y que hayas traído a mi familia entera!! Esto es un sueño... dime que no le es por favor!! – Se Expresó muy emocionada Niylah sujetando el cuerpo de su amiga con fuerza.
- Jajajaja... hola NY!! No, no es un sueño cariño, estamos todos aquí, invitados a una boda... ahora imagino que Lexa está acercándose a tu prometida, para darle la sorpresa mayor?! Por favor cuéntame qué sucede? Dónde está Alicia, en el agua? – Preguntó Clarke riéndose pero también emocionada y muy feliz de haber podido cumplir con su amiga.
- No... jajaja, Ali está parada cerca del agua mirando el océano, al lado de su tabla de surf. Ha estado ahi un largo rato, pareciera como si hiciera meditación. Oh Clarkie ella ha estado tan afectada cuando Lexa le comunicó que no podía venir... no sabes cómo ha llorado, nunca la he visto así y Halia me dijo lo mismo. Pero mírala ahora, Dios! Se va a morir en un instante, Lexa se está acercando a ella muy de puntilla de pies, parece un gato. – Relató Niylah riéndose haciendo que Clarke pudiera imaginar la escena, que hubiera tanto poder ver con sus ojos.
Mientras tanto Raven estaba filmando todo con una buena cámara, para captar el momento, y luego editarlo junto al resto de la boda.
Lexa estaba tan feliz, acercándose a la espalda de su hermana, que estaba compenetrada con la magia del océano, como solía hacerlo desde que Lexa tenía memoria. Alicia tenía una especial conexión con el gran azul, una conexión tan profunda que siempre sorprendía a Lexa ya que ella no la tenía. La doctora amaba el mar también, pero no al grado de su gemela, quien siempre le había dicho que sentía que ella había sido una sirena en alguna vida pasada.
Cuando estubo a centímetros de Alicia, la mano derecha de Lexa completamente abierta de lleno impactó de golpe en el cachete izquierdo del trasero de la modelo, haciéndola saltar.
- Hola bonita! La última es una rata de agua, y de nuevo serás tu!! – Dijo de repente Lexa quien se hecho a correr hacia el oceano, mientras Alicia apenas giraba su cabeza para enfrentarse a la descarada persona que le había palmeado tan duro su trasero. Pero esa voz la reconoció de inmediato dejándola en shock total, mientras seguía con sus ojos el cuerpo de su hermana Lexa corriendo hacia el agua con su tabla de surf, sostenida por su brazo izquierdo, riéndose descaradamente de su sorpresa.
- Pero... qué... MON DIEU NO PUEDE SER!!! LEXIE?!!!! LEXIEEEEEE!!! HIJA DE PERRA.... YA VERÁS!!! JAJAJAJAJA!!! – Contestó Alicia tartamudeando, es que su corazón saltaba de alegría en su interior, totalmente emocionada, en shock. Sin saber bien cómo levantó su tabla de surf de la arena, y sus piernas comenzaron a correr tras de su hermana, quien ya estaba remando con sus brazos en el agua sobre su tabla, bucando la gran ola.
Alicia estaba con sus ojos turbios, llenos de lágrimas, y le costaba ver, pero de inmediato en cuanto tocó el agua, se lanzó bajo una pequeña ola, saliendo a la superficie sobre su tabla, con una enorme sonrisa no sólo en su rostro mojado pero también en su alma. Allí estaba, su amada gemela Lexa, surfeando a su lado, sonriéndole y tratando de ganarle la gran ola que se aproximaba a ellas, como cuando eran dos típicas ausies adolescentes, en las playas Australianas.
Desde la orilla, en la playa toda la comitiva se habían acercado para tener una mejor vista de lo que ocurría en el océano con las gemelas. Todos riendo, mientras Niylah le contaba con detalles a Clarke lo que ocurría en el agua con las hermanas. La artista se llevó las manos al rostro emocionada, no pudiendo retener un par de lágrimas de emoción, imaginando qué maravillosa era esa reunión, y sintiéndose orgullosa de haber sido la que hizo posible aquel épico momento.
En el agua, las hermanas remaban sobre sus tablas una al lado de la otra, mirándose con risas muy emocionadas en su interior, por esa maravillosa reunión.
- Eres una maldita perra Lexie!!! Cómo pudiste bromer con algo asi??! Casi me matas de la angustia desgraciada!! Te juro que algún día me cobraré caro ésta mala broma hermanita!! No se ocurra hacerme algo así de nuevo oh....
- Jajajaja... no fue una broma Ali, enserio cuando hablamos era imposible que viniera, pero luego apareció un Ángel que hizo posible que todos estubieramos aqui... - Respondió Lexa haciendo gestos con su cabeza en dirección a la playa.
- Qué... quiénes? A qué demonios te refieres con "todos"...?
- Mira a la playa... - Sólo Contestó Lexa señalando con su dedo hacia la orilla.
Alicia giró su cabeza hacia la playa encontrándose con toda la comitiva, incluyendo sus padres, y sus ojos se abrieron como platos, además de llenarse de más lágrimas de emoción, volviéndose hacia el rostro feliz de su gemela...
- Mon Dieu!! Mamá y Papá también han venido?!! Y ésa es la familia de mi Niylah?! Dios...Dios... qué les diré?! Yo... - Alicia comenzó a entrar en cierta clase de pánico cuando notó la presencia de la familia de su novia, junto a sus padres y a Clarke y Raven, ante la risa de Lexa notando su temor.
- Jajajaja... deja de entrar en pánico y deja de dormirte... porque estoy a punto de ganarte la ola querida rata del agua.... – Dijo Lexa, girando su cuerpo para montar sobre una inmensa ola que se acercaba a ellas...
- MERD!! – Sólo pudo responder Alicia tratando de ser rápida y no perder el momento, siguiendo a su hermana, quien ya se ponía de pie de un salto sobre su tabla, en la cresta de la enorme ola. La modelo simplemente la maldijo...
Lexa se levantó riéndose, ya que una vez más como cuando eran adolescentes, ella le ganaba la ola más grande a su hermana. Alicia también logró subir a la cresta de la gran ola, casi a la par de Lexa, tomando algo de distancia para no chocar con ella.
La doctora entró en el tunel gigantesco que la ola comenzaba a formar, seguida por su hermana, que reía a la par, aun emocionada de estar ahi, surfeando con su gemela, como en los viejos tiempos, como si aquello fuera un verdadero sueño que hasta hacía unos minutos no creía posible.
De repente, Alicia sintió la necesidad de expresar su felicidad, y bajo el claro manto de agua verde azulada, detrás de su hermana, gritó con todas sus fuerzas...
- Yaaaaaaajuuuuuuuuuu!!!! JAJAJAJAJA!!!!!
Lexa la escuchó y comenzó a reir tanto que casi pierde el equilibrio, pero logró mantenerse, saliendo victoriosa del túnel acuático, con los brazos en alto, celebrando la nueva conquista sobre su hermana, quien la siguió en la salida, para luego sambullirse en el agua, saliendo a la superficie muerta de risa, mirando al cielo y dando simplemente gracias, gracias por el milagro de tener a su hermana Lexa allí junto a ella.
Todos los presentes aplaudieron y vitorearon a las talentosas surfistas hermanas, quienes ahora se abrazaban en el agua riéndose y llorando al mismo tiempo, mientras las olas las empujaban hacia la orilla, a la que llegaron caminando aun abrazadas.
La comitiva de familiares y amigos las alcanzaron aplaudiendo aun, todos emocionados con la hermosa reunión de las gemelas, que acababan de presenciar, tan especial, que hasta Becca Woods tubo que disimuladamente retirar algunas lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, algo que no pasó desapercibido a la atenta y sorprendida y feliz mirada de su marido...
- Aun no puedes vencerme chiquita... y eso que prácticas... pero... ya sabes... cuando uno tiene talento natural... - Se jactó Lexa, ligándose un golpe en el brazo de su hermana de inmediato, mientras reían.
- Eres una maldita perra y un día lo lograré, te juro que lo haré Lexie! – Respondió su hermana tratando de retomar la normalidad de su respiración, es que tantas emociones habían llenado su alma de repente.
- Bueno, avísame porque de momento sigues siendo la rata del agua... jajaja... - Siguió molestándola Lexa, también con la respiración agitada tirando sus mojados cabellos hacia atrás.
Raven que las miraba a ambas entendía la debilidad de sus amigas por aquellas locas gemelas Woods que enserio eran un par de bellezas de mujeres, y esos cuerpos perfectos de diosas del Olimpo eran de infarto. Y aunque Clarke no podía ver a Lexa, sabía que habían intimado, y estaba más que segura que su amiga había descubierto ese cuerpo de locura con gusto bajo el toque de sus manos.
- Cállate idiota y ven aquí!! Aun no me canso de abrazarte y saber que esto no es un sueño. Dios! Gracias hermanita!! Gracias por estar aquí y hacerme tan feliz, aunque me hayas pateado el culo de nuevo!! – Dijo Alicia saltando a los brazos de su hermana que sólo reía y la recibía con gusto en un fuerte abrazo.
- Dale la gracias al Ángel que lo hizo posible.... – Lexa dijo, señalando con su cabeza a Clarke, que se aproximaba, llevada por el brazo de Niylah. Alicia la miro y sacudió su cabeza, pensando que aquella rubia enserio era un Ángel, que la suertuda de su gemela había encontrado, y estaba tan feliz por ella.
De inmediato la madre, Becca Woods, se lanzó a los brazos de su adorada hija Alicia, quien la recibió con risas y emoción abrazándose fuerte a su progenitora. Lexa notó como siempre la gran diferencia que hacía su madre entre ellas, y nuevamente en su corazón dolió un tanto.
Pero sus ojos se encontraron de repente con los azules de un Ángel, que no podía verla, pero podía sentirla de alguna manera tan especial, quien suavemente tomaba su mano y la apretaba. Dios! Deseo tanto besarla, pero simplemente la rodeó con sus brazos atrayendola a un fuerte y muy sentido abrazo, bastante húmedo también, ya que estaba empapada, recién salida del mar. Pero honestamente no le importaba y a Clarke mucho menos, sintiendo como Lexa dejaba libre su emoción, sintiendo el cuerpo de la doctora temblando entre sus brazos junto a sus sollozos emocionados. La artista no pudo sentirse mejor en su vida.
- Por Dios Clarke! No se cómo darte las gracias infinitas! No sabes lo que esto significa para nosotras, y si no hubiera sido por ti.... – Expresó con la voz temblorosa Lexa, aun con lágrimas cayendo por sus mejillas, mirando el rostro de ese Ángel que estaba tan emocionada como ella, y la quería besar, elevarla al cielo en sus brazos y darle las gracias infinitas al Universo, por haberla puesto en su camino. Pero con un gigantesco esfuerzo logró contenerse.
- Jajajaja... de nada Lexa, me encantó ayudar. – Respondió Clarke riéndose sostenida a los brazos de Lexa, ahora un poco separada del cuerpo de la doctora.
- Clarke!! Mon amour!!! Ven acá cariño!! Tu has sido la responsible de toda esta sorpresa?!!! No tienes idea cuánto te amo cuñadita!! – Expresó casi a los gritos Alicia, y Clarke al escuchar ese "cuñadita" sintió un pequeño tirón en su corazón, evidentemente Lexa no le había contado a Alicia, que momentáneamente la situación era algo distinta con la hermana.
Lexa se separó un poco de su Ángel, quien fue abordada por una emocionada Alicia, quien la envolvió con sus brazos por la cintura y la elevó de inmediato hacia el cielo, girando con Clarke en el aire ante la risa de todos los presentes, y también la de la artista, que sólo pudo sostenerse poniendo sus manos en los musculosos y firmes hombros de Alicia, que giraba riéndose con ella. Lexa la envidió tanto en esos momentos y no tubo dudas que la conexión con su gemela era impactante a veces.
- Eres un Ángel Clarke... y los ángeles tienes que volar!! GRACIAS ÁNGEL MIL GRACIAS POR ESTE MARAVILLOSO MILAGRO!!! TE AMO!! Uups! Bueno, NY, mi amor, por favor no te pongas celosa, ya sabes que lo digo con cariño amistoso he?! – Se Explicó Alicia entre risas, mirando a su novia que sólo se reía a gusto entre sus familiares.
- Jajajajaja... por Dios! Alicia ya bájame!! De nada... ha sido un placer! – Finalmente pudo decir Clarke desde las alturas.
- Si Ali, ya deja de volar a mi Ángel, y déjate de tanto cariño... - Dijo Lexa casi sin pensarlo, cuando de repente notó lo que acababa de decir en frente a todos los presentes, y especialmente en frente a Clarke, que era bajada lentamente al suelo por Alicia, quien sin pensarlo volvió a abrazarla y a besarla en sus mejillas.
Lexa bajó la cabeza algo arrepentida por sus palabras, pero fue rescatada por Niylah, quien tomó la mano de su prometida, luego que dejara finalmente a Clarke, después de darle un último beso en su frente, para acercarla a su familia y hacer las presentaciones.
A Alicia le temblaban las piernas, extendiendo su mano con mucha educación a los padre de Niylah, para presentarse. Entanto su prometida reía notando los nervios de la modelo, al igual que Lexa, Raven, y los Woods. Clarke que se quedó junto al cuerpo de Lexa, de repente agarró el brazo de la doctora, sorprendiendo a la morena, quien la miró de inmediato, perdiendose en ese sonriente y tan hermoso rostro.
- Dime qué sucede? Qué cara tiene Alicia conociendo a sus futuros suegros? – Preguntó Clarke acercando su rostro al hombro mojado de Lexa.
- Jajaja... oh si la vieras, es todo un poema! Tiene unos nervios enormes la pobrecilla! Creo que hasta se esta meando, pero como esta mojada no se le nota... jajajaja!! – Soltó Lexa haciendo que Clarke large una carcajada de inmediato imaginando la escena.
- Oh por Dios no seas mala... jajajajaja... pobre! Qué momento!
Lexa agradeció tanto que sus palabras no hayan afectado negativamente a Clarke, quien estaba más pendiente de toda la emoción que transcurría en torno a la feliz pareja sorprendida, que a lo que la doctora pudiera decir.
Para la morena sentir la mano de la artista primero y luego su brazo abrazándose al de ella, para chismosear en el oído, sinceramente le llegó a su corazón. Un agitado corazón, que a ese punto daba brincos de felicidad, ahora tomándose la libertad de apoyar su mano sobre la de Clarke, para comenzar a caminar con ella hacia la mansión.
Todos comenzaron de vuelta a la casa de Alicia, después ue Niylah fuera presentada formalmente a Gustus y Rebecca Woods, quienes la saludaron con educación y felicidad de finalmente conocer a la mujer que había sido capaz de conquistar el corazón de su muy liberal hija modelo. Alicia era quien reía ahora internamente, viendo a su prometida agitar la mano de sus padres llena de nervios.
Gustus obviamente la envolvió en uno de sus abrazos de osos, dándole la bienvenida de alguna manera a la familia Woods, mientras que Becca, la abrazó algo menos efusiva, para luego depositar un beso en cada mejilla, y también darle la bienvenida a su familia. Niylah también estaba muy nerviosa conociendo finalmente a sus suegros, para luego presentarles a su familia.
Por su parte, las hermanas menores de Niylah miraban a Alicia sin poder creérselo , estaban con no otra que la famosa modelo Alicia Woods ahi frente a ellas, ahora saludándolas con besos y abrazos, como si las conociera de toda la vida, diciéndoles a las tres lo lindas que eran, y lo simpáticas también.
Cuando Alicia se paró frente a las mellizas, se giró de inmediato buscando a su gemela Lexa, haciendo ademanes con su cabeza hacia las mellizas adolescentes que se reían a la par, más de nervios que otra cosa.
Alicia abrazó a las mellizas juntas, riéndose con ellas, cuando la hermana Emily, sacó su teléfono pidiendo a Alicia si podía sacarse una foto en medio de las mellizas, a lo que la modelo riéndose aun asintió sin problemas, abrazando a ambas con sus brazos, dándoles un beso a cada una, mientras Emily tomaba las fotos ante las risas de los presentes y un poco de verguenza de Niylah, quien se tapaba la cara con las manos. Sus hermanas no podían estar haciendo eso verdad?!
- NY, mi amor, estoy enamorada de tus hermanas!! Son tan cuities!! Y son mellizas, como yo y Lexie!! Jajajajaja... son divinas!!!
- Por Dios chicas no sean pesadas... - Recriminó Niylah a sus hermanas pequeñas quienes estaban aun bajo los brazos musculosos y tan bien trabajados de la famosa modelo.
- Ny, no seas capulla con las chiquis, son adorables! Pero ahora que ya todos nos conocemos, vamos a la casa a festejar! Y por cierto, GRACIAS A TODOS POR VENIR!! LOS AMAMOS!!! – Expresó entre risas y emoción llena de algarabía Alicia, aun con sus brazos sobre los hombros de las mellizas que le sacaron al mismo tiempo las lenguas a su hermana mayor Niylah.
Julie y Claire se miraban con ojos bien abiertos, mordiéndose los labios sacudiendo sus cabezas, querían gritar de emoción, pero lograron contenerse al ver la seria expresión en el rostro de su hermana mayor, que las penetraba con cuchillos afilados en sus ojos, de no cometer más tonteras con su prometida.
Todos volvieron a la mansión, donde luego que las gemelas Woods se bañaran y se cambiaran de ropas, salieron al enorme balcón/terraza a festejar con los suyos, con una copa del mejor champagne francés que Alicia siempre poesía en su heladera.
Las familias charlaron por un buen rato, poniéndose al día, conociéndose un poco más, y Niylah especialmente dejándoles bien en claro a sus hermanas que no podían subir ninguna foto con Alicia, ni anunciar nada de su boda a nadie, no a sus amigos, ni en las redes sociales, por la privacidad especialmente de la famosa modelo, que no deseaba anunciar su boda en público sino hasta luego de la misma. Julie y Claire resoplaron, pero entendieron lo importante que era el silencio de momento, aunque se morían por subir las fotos a sus redes sociales y contarles a todos sus amigos, que su hermana mayor estaba por ser la esposa de nada menos que la hermosa Alicia Woods.
Luego de casi hora y media, todos tomaron los rumbos que debían para organizar la boda. Los padres de las Woods, le informaron a Alicia y a su prometida que habían arreglado todo con el Four Seasons Resort Hotel, donde se estaban hospedando toda la comitiva. De inmediato Alicia quiso que todos se transladaran a la mansión ya que habia habitaciones de sobra para hospedar a todos, pero los invitados desistieron de la amable invitación, haciéndole entender a la modelo que era mucho mejor permanecer en el hotel. La morena protesto un poco pero aceptó el deseo de la mayoría, definitivamente no era un día para discutir se dijo internamente.
Alicia y Niylah estubieron de acuerdo con los arreglos que Becca y Gustus habían realizado con el hotel, para celebrar la boda y la fiesta a continuación, además los directivos del Resort les garantizaron la absoluta discreción y silencio acerca de la famosa modelo contrayendo matrimonio allí.
Luego todos se despidieron momentáneamente, para comenzar con los preparativos. La pareja no podía estar más feliz, todos los familiares y amigos que deseaban estaban allí, y finalmente su sueño se cumpliría. Después de despedirse de los invitados, Alicia y Niylah no dejaban de saltar y festejar juntas, besándose y abrazándose ante las risas de Halia. De repente la felicidad había llenado la mansión y todo era maravilloso. Halia agradeció al señor supremo en los cielos por aquel hermoso milagro, que fue posible gracias a ese Ángel llamado Clarke, de quien Halia se enamoró de inmediato. Esa chica era realmente especial y ella lo pudo sentir enseguida. Su corazón realmente deseaba que su querida niña Lexa pronto también fuera tan feliz como su hermana Alicia, y que definitivamente fuera junto a aquel Ángel, aunque no estaba segura aun qué tipo de relación llevaban, ya que no actuaban como una pareja diría ella, sino más bien como amigas, pero ella juraría que ahí había algo más.
Durante las horas siguientes, todos se abocaron a sus tareas para llevar a cabo la boda. Las novias fueron separadas para arreglarlas y vestirlas. Clarke con la ayuda de Raven se abocó a la música, hablar y practicar con la orquesta del hotel. La familia Woods ayudaba a Alicia, y los Winters a Niylah. La boda estaba programada para las seis de la tarde en la playa, donde los empleados del lujoso Resort trabajaban a toda prisa para que todo estubiera impecablemente perfecto, como la señora Rebecca Woods había solicitado explícitamente al hablar con el gerente.
A las cinco y cuarenta y cinco los invitados comenzaron a llegar ubicándose en sus lugares. Además de la comitiva que habían volado desde el continente, se encontraban algunos amigos muy cercanos de Alicia que vivían en la isla, a los que conocía de varios años. Con los cuales podía contar con su absoluta discreción asi también como Halia y su hermosa familia, su esposo Joe y los cinco hijos del matrimonio. Su hija mayor, quien estaba casada, también asistió junto a su marido y sus dos niños pequeños.
Clarke, ayudada por Raven, se ubicó adelante de la pequeña orquesta lista para interpretar las dos diferentes canciones que había elegido para las entradas individuales de las novias.
Lexa y su madre estaban sentadas en la primera fila a la izquierda del altar, junto a Halia y su marido. Mientras que en la primera fila a la derecha del altar se hallaban la madre de Niylah y sus tres hermanas. Todos estaban muy emocionados y alegres, aguardando la primer entrada, que sería Alicia del brazo de su orgulloso y muy emocionado padre Gustus.
Cuando Gustus vió a su hija vestida con ese muy sencillo pero hermoso vestido de novia blanco, y su cabello cuidadosamente arreglado, y un detalle de flores en él, sus ojos se llenaron de lágrimas, las que tubo que reprimir para no contagiar a su muy nerviosa hija, la cual había sido atendida por su hermana gemela por unos buenos minutos hacía un tiempo, para calmarla.
Una persona en la orquesta se acercó a Clarke para avisarle al oído, que iban a comenzar con la entrada de la canción para Alicia. La artista asintió sonriente, acercándose al micrófono lista para comenzar.
Ángel estaba hermosamente vestida con una vestido color salmón corto, de tiras, junto a unas sandalias altas que estilizaban sus largas y bien formadas piernas. Su rubio cabello estaba suelto en ondas que caían sobre sus hombros como en cascadas, y una colorida flor natural estaba sostenida en su oído derecho. Raven la había maquillado perfectamente, y Lexa estaba perdida en esa magnífica imágen de la mujer que sin lugar a dudas amaba desde lo más profundo de su alma.
La doctora también llevaba un vestido corto de tiras, bastante ceñido a su perfecto cuerpo, pero era de color azul marino, junto a unos tacones negros. Sus largos cabellos castaños, ondeados caían sueltos sobre su hombro derecho, también llevando una flor en su oído izquierdo. Era un requicito muy tradicional en las bodas en la isla, las mujeres debían llevar una flor natural en sus cabellos. Lexa también estaba perfectamente maquillada,y completaba su imágen un par de aros en formas de lágrimas de brillantes y diamantes, junto a una gargantilla que hacían juego con los aros.
La orquesta comenzó a interpretar las notas de la canción de Ed Sheeran "Thinking out loud" y Alicia tomada del brazo de su padre no pudo contener una carcajada que sorprendió de inmediato a su progenitor, quien la miró sin entender que le ocurría a su hija.
Hasta ese momento Alicia no sabía qué canción Clarke cantaría para su entrada, y cuando escuchó que era la canción de Ed, esa que alguna vez le había dicho a su hermana que desearía escuchar en su "jamás boda", simplemente no pudo creerlo no pudiendo dejar de reirse.
Pero luego de un minuto, Alicia pudo controlarse, y finalmente asintió su cabeza hacia su padre para comenzar a caminar de su brazo lentamente, cuando Clarke cantaba...
"....And I'm thinking 'bout how people fall in love in mysterious ways
Maybe just the touch of a hand
Well, me—I fall in love with you every single day
And I just wanna tell you I am
So, honey, now
Take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Place your head on my beating heart
I'm thinking out loud
Maybe we found love right where we are
When my hair's all but gone and my memory fades
And the crowds don't remember my name
When my hands don't play the strings the same way (mmm...)
I know you will still love me the same
'Cause, honey, your soul could never grow old, it's evergreen
And, baby, your smile's forever in my mind and memory
I'm thinking 'bout how people fall in love in mysterious ways
Maybe it's all part of a plan
Well, I'll just keep on making the same mistakes
Hoping that you'll understand
That, baby, now
Take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Place your head on my beating heart
Thinking out loud
But maybe we found love right where we are
Oh, baby, we found love right where we are
And we found love right where we are..."
Los invitados estaban todos de pie, mirando la algo cómica y también emotiva entrada de Alicia, muy sonriente junto a su padre. Todos se maravillaban de la belleza de la primera novia, y de lo simple del vestido, pero encantador.
Cuando finalmente llegaron al altar, Alicia le dió una mirada muy especial a su hermana, quien trataba de contener la risa. La modelo le mostró el dedo del medio algo discreta, sabía que Lexa se estaba burlando de ella en esos momentos al haberle dicho a Clarke de interpretar ésa canción para su entrada, que por cierto había sido una maravillosa versión pensó. La voz de Ángel era realmente increíble y tan llena de sentimientos, se sentía bendecida por tenerla en la familia, y especialmente cantando allí en su boda.
Luego de un par de minutos, la orquesta comenzó a interpretar los acordes de la canción "From this moment" de Shania Twain.
Niylah sujetada al brazo de su padrastro esperando el momento para entrar, simplemente se emocionó demasiado al escuchar la canción que ese hermoso Ángel de amiga que tenía había escogido cantar para su entrada. La voz de Clarke comenzó a cantar la romántica canción y todos los presentes giraron para ver a la segunda y muy emocionada novia, que sonreía entre algunas lágrimas que caían lentamente por sus mejillas.
Alicia parada en el altar esperándola no pudo contener las suyas, al ver ésa hermosura de mujer que caminaba lentamente hacia ella, la que le había robado su protegido corazón y con la que no tenía ninguna duda, deseaba seguir viviendo desde ese momento en adelante, compartiendo todo.
"...From this moment life has begun
From this moment you are the one
Right beside you is where I belong
From this moment on
From this moment I have been blessed
I live only for your happiness
And for your love I'd give my last breath
From this moment on
I give my hand to you with all my heart
I can't wait to live my life with you
I can't wait to start
You and I will never be apart
My dreams came true because of you..."
Sin lugar a dudas, la increíble y mágica voz de Clarke hacía del hermoso momento aun más sentido y especial, haciendo que más de uno sacara pañuelos descartables al paso de la novia, quien a mitad de camino dejó de mirar a los presentes y sólo se perdió una vez más en los verdes brillantes ojos que la observaban con devoción desde el altar, casi tan emocionada como ella.
En ese momento Niylah supo que lo que estaba a punto de hacer no era una locura impulsada por el momento, sino que era lo que su corazón dictaminaba y sabía que no se equivocaba, aunque fuera en tan poco tiempo, y casi sin conocerse profundamente con Alicia. Pero en esos días, semanas, que habían compartido con esa mujer tan especial y extraordinaria, además de muy bella, quien tenía un alma aun más maravillosa, había descubierto alguien que la complementaba de tantas maneras, como jamás lo sintió con nadie en su vida, y no tenía nada que ver con su fama o su dinero. Alicia le había mostrado el paraíso y allí quería quedarse el tiempo que Dios determinara para ambas, por así como estaba segura de cuánto amaba a la modelo, sabía que era muy recíproco, y se sentía bendecida y agradecida, y la canción que hermosamente interpretaba Clarke, simplemente reflejaba profundamente lo que sentía en ese momento por Alicia Yasmin Woods.
"...From this moment as long as I live
I will love you, I promise you this
There is nothing I wouldn't give
From this moment on
You're the reason I believe in love
And you're the answer to my prayers from up above
All we need is just the two of us
My dreams came true because of you..."
Lexa se concentró en el maravilloso Ángel que cantaba la bella canción que emocionaba a todos con su mágica voz. Se perdió en su esencia, en su alma, en la luz que la iluminaba. Esa voz tan tan única y especial llegaba a cada fibra de su alma y era sinceramente algo que jamás había sentido en su vida.
Escuchar cantar a Clarke de esa manera era simplemente algo que jamás olvidaría, porque la artista cantaba con tanto sentimiento, desde lo mas profundo de su corazón, que cada nota movía la fibra más pequeña de su ser estremeciendola, enamorándola más si se podía.
Lo único que lamentó la doctora, fue que Clarke estaba interpretando la canción para la boda de su hermana con Niylah, deseando en cambio que la letra fuera un reflejo de los sentimientos de la artista por ella, pero secretamente en su interior, se permitió soñar por un muy breve instante que así era, iluminando su rostro con una muy especial sonrisa.
"...From this moment as long as I live
I will love you, I promise you this
There is nothing I wouldn't give
From this moment
I will love you as long as I live
From this moment on..."
Cuando finalmente Niylah llegó al altar, su padrastro la entregó a las manos de la emocionada novia Alicia, quien las sostubo y acercándose a la rubia, le depositó un corto pero tierno beso en los labios, al momento que el pastor que las casaría carrapeó en el micrófono que sostenía en sus manos, y bromeó con las novias enamoradas.
- Ermmm ehemmm... aun no he dicho que las novias podían besarse... - Toda la audiencia comenzó a reir mientras tomaban asiento en sus lugares.
Clarke, quien reía a la par de los demás invitados, era ayudada por Raven, para llevarla a su lugar, sentándose a su lado, ante la atenta mirada de Lexa, quien pensaba en cuánto hubiera deseaso sentarse a su lado, decirle lo maravillosa que estubo interpretando esas canciones, y también lo hermossisima que lucía esa noche. Pero se consoló diciéndose que lo haría a la primera oportunidad.
La ceremonia fue breve, algo que las novias agradecieron, ya que estaban muy nerviosas y emocionadas. Cuando finalmente el pastor pidió los anillos, Lexa se acercó al algar, ofreciendo el cofre abierto conteniendo los hermosos anillos de oro para las novias.
Luego Alicia fue la primera en tomar el anillo, mientras el pastor le había dicho que podía recitar sus votos. Pero la modelo estaba tan concentrada, perdida en los ojos de su amada, que un silencio algo más prolongado se extendio en medio, hasta que Lexa le dió un pequeño empujón a su lado, trayendo a su gemela de vuelta al momento, haciendo que todos rieran, incluyendo las novias y el pastor, quien aun esperaba.
- Mi hermosa y dulce NY, quiero que nuestros espíritus sean compañeros eternos de aventuras inigualables, y que nuestros cuerpos sean amantes sinceros hasta el fin de nuestros días. Prometo cuidarte, crecer contigo, respetarte y sin lugar a dudas, amarte con todo mi ser. Por favor acepta este anillo como símbolo de este profundo amor que siento por ti, un amor que sólo crecerá día a día.
- Niylah Katherine Winter, acepta como su legítima esposa, a Alicia Yasmin Woods, para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?
- Si, acepto...
Niylah no pudo contener un par de lágrimas correr por sus mejillas, mientras las temblorosas manos de Alicia le colocaban el anillo en su dedo. Luego tomó un profundo respiro antes de pronunciar sus votos.
- Mi hermosa Ali, te amo tal y como eres, esa maravillosa y tan especial mujer que me has mostrado ser en tan poco tiempo, de la que estoy perdidamente enamorada y con la cual quiero vivir todo lo que esta existencia pueda ofrecernos, y por esa razón prometo caminar a tu lado el resto del camino, escucharte en todo momento y aprender de ti cada día de nuestra vida. Creeré siempre en ti y celebrare cada uno de tus triunfos y gozare de todo aquello que el futuro nos depare. Eres lo mejor de mi vida y prometo reír contigo, acompañarte en los momentos difíciles y crecer juntos todos los días de nuestras vidas. Por favor acepta este anillo como símbolo de mi eterno amor hacia ti.
- Alicia Yasmin Woods, acepta como su legítima esposa, a Niylah Katherine Winter, para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?
- Si.... Acepto con todo mi corazón.
Niylah con mucho esfuerzo logró poner el anillo en el dedo de a Alicia, ya que sus manos temblaban y su visión era nublada por las lágrimas. Cuando la mano libre de su amada, subió hasta su mejilla secando con ternura su rostro, gesto que enterneció a todos los presentes, que más de uno dejó escapar un "awwwww...".
- Con el poder que Dios me ha dado, para bendecir esta noble unión de estas dos hermosas almas enamoradas, las pronuncio con mucha alegría, oficialmente esposas.... Las novias pueden besarse ahora....
El júbilo se soltó entre los presentes y miles de pétalos de flores de colores comenzaron a llover sobre todos, mientras Alicia besaba con dulzura y fervor a Niylah, ambas sonreían al mismo tiempo, dejándose llevar por el apasionado beso que se extendió algo más de lo normal, y los invitados comenzaron a silbar riéndose a la par.
Caminaron juntas desde el altar, bajo la lluvia de flores y algo de arroz tradicional que los amigos y familiares soltaban al aire. Alicia y Niylah apenas podían distinguir donde caminaban, pero sin problemas lograron llegar a la salida, dirigiéndose al sector donde se llevaria a cabo una corta y muy tradicional sesión de fotos, de ellas y con los padres. El muy estratégico lugar, era un punto sobre una pequeña loma, cerca del océano, donde el sol rojizo se estaba ocultando lentamente, pintando el cielo de un agama de colores hermosisimos que quitaban la respiración a cualquiera.
Las novias corrieron al lugar elegido donde abrazadas contemplaron el bellísimo atardecer, besándose y expresándose el amor y la felicidad que sentían, mientras el fotógrafo hacía algunas tomas de la pareja de recien casadas. Al mismo tiempo los invitados lentamente dejaban el lugar de la boda, dirigiéndose al sector donde se llevaría a cabo la cena de celebración durante toda la noche.
En el camino, Lexa no perdió tiempo y esquivando gente, se acercó a Clarke, que iba tomada del brazo de Raven, quien al ver la presencia de una entusiasmada doctora por acercarse a su amiga, de inmediato se excusó con Clarke, para ir al baño, algo que Lexa agradeció enormemente sonriéndole a la detective y asintiendo con su cabeza. Raven le respondió el agradecimiento asintiendo también con su cabeza, lara luego alejarse de ellas.
Lexa se acercó entonces y algo nerviosa tomó la mano de Clarke suavemente, quien ya sabía quien era su nueva compañera para caminar hasta el sector de la fiesta. Ese perfume era infalible, y sin poder ocultar una leve sonrisa, dándose cuenta que definitivamente Raven estaba ayudando a Lexa en todo lo que podía para acercarla a ella, y aunque le sorprendía ese cambio en la latina, no le desagradaba en lo más mínimo realmente.
Clarke había dejado New York herida, confundida, sintiéndose traicionada en su confianza, decepcionada, y ya no sabía que más sentía después de haberse enterado de semejante desagradable secreto, de la mujer de la que se estaba enamorando tan perdidamente. Odió sentirse tan vulnerable como jamás en la vida, ni siquiera cuando su mundo se volvió completa oscuridad, y las luces desaparecieron de sus ojos a los doce años de edad.
Luego, en ese avión algo cambió dentro de ella, su enojo, su dolor se fueron calmando como si algo extraño haya poseído su interior y lo haya sanado, calmando la furia interna de alguna manera, llenándola de una luz cálida en la que se dejó envolver. Simplemente no pudo evitarlo, y todo tenía que ver con la misma mujer que le había causado el dolor.
En las horas que pudo dormir en el vuelo, tuvo un muy extraño sueño. Clarke estaba en la playa, caminando junto al mar azul, bajo un hermoso sol brillante que casi la enceguecia, las olas llegaban a la playa de arenas blancas, besando sus pies, mientras algunas gabiotas hechaban vuelos hacia el océano en busca de alimento, o disfrutando de ese hermoso viento marino que acariciaba su rostro. Todo era maravilloso, simplemente por el increíble hecho de que sus ojos podían ver nuevamente y lo amaba, la emocionaba, la llenaba de alegría y de vida. Lo había extrañado tanto, el poder ver esas bellezas que nos rodean y que nunca realmente apreciamos lo suficiente. Cuando de repente la dulce voz de una mujer la sorprendió viniendo de sus espaldas.
- Es realmente bello verdad Clarke...?
Clarke se giró hacia la mujer, encontrándose con una sensacion muy agradable. Como una cálida energía que la rodeaba por completo. No temió de aquella sensación extraña, ya que era muy agradable y de alguna manera sentía que era buena. Nunca había experimentado algo asi conociendo a alguien, y por un instante cruzo su mente que aquella mujer era alguien muy especial. Su voz la confundió un poco, no estaba segura...
- Lexa..? – Preguntó Clarke dubitativa.
- No, no soy Lexa, pero soy alguien que se podría decir la conoce bien. – Respondió la mujer sonriendo con picardía al tiempo que le guiñaba un ojo.
De repente la imagen de aquella mujer se presentó a los ojos de Clarke, que no podía entender como podía verla. Era una bellisima mujer de cabellos castaños, ojos verdes azulados, y labios gruesos como Lexa. Pero lo que más fascino a Clarle fue ver esa imagén rodeada de una hermosa luz blanca. El corazón de Clarke se aceleró imaginando casi con seguridad que aquella mujer era no otra que un bello Angel ante su presencia. Sus azules ojos se abrieron enormes, ahora mirando a su alrededor, un lugar muy familiar para ella, que siempre había adorado.
- Oh... pero dónde estamos? – Cuestionó la artista, sin saber bien qué preguntar, estando un poco maravillada con la muy especial imágen de aquella mujer.
- En un lugar que amo, siempre he amado estar cerca del mar. – Simplemente respondió la mujer cerrando sus ojos por un instante mirando a su alrededor, haciendo ademanes con sus brazos, abriéndolos como si pudiera volar.
- Pero... no entiendo... cómo es que puedo ver? Y porqué estoy aquí? Quién eres? – Clarke dejo salir todas las preguntas que se acumularon en su mente de repente, ante la sonriente mirada de la mujer, que se acercó un poco más a ella.
- Oh esas son muchas preguntas juntas querida Clarke... Pero ven, no temas, camina conmigo un poco...
La mujer que transmitía una enorme paz y calidez, tomó la mano de Clarke, y la envolvió a su brazo, sujetándola con su propia mano, no de manera forzada, sino muy amable, y al simple tacto, Clarke pudo sentir una energía muy fuerte proveniente de esa mujer, no desagradable, al contrario, era muy linda diría ella, y definitivamente muy especial.
- Tus lindos ojos pueden ver, porque estás en un lugar muy especial dentro de ti misma. Verás, todos los seres humanos lo tienen, pero muy pocos alcanzan a verlo o a sentirlo dentro de si mismos. Es donde radica la fuerza que nos impulsa a sentir la vida, a sentirse vivo realmente, a concectarnos con otros seres humanos, a abrir nuestros corazones y amarlos. Pero cuando somos heridos o decepcionados como en tu caso, pues todo se oscurece, y ya no puedes alcanzar ese bello lugar en tu interior, y el erróneo mecanismo de defenza que radica en nuestras complicadas mentes existenciales, nos lleva a los humanos a juzgar, a castigar, a sentir rencor y a finalmente odiar a ese ser que hacía un poco tiempo atrás amábamos perdidamente.
Las palabras de esa mujer impactaban en el corazón y la mente de Clarke, haciéndola recapacitar de inmediato en su propia historia con Lexa.
- Hay seres humanos muy especiales Clarke, seres que pueden alcanzar ese lugar lleno de luz y amor interior, que son capaces de perdonar, de sanar, de dar una segunda y hasta tercer oportunidad a ese ser amado. Porque al final del día saben que nadie esta libre de pecados o errores en la vida, y que la existencia humana es en ralidad una escuela para el alma, que en cada vida evoluciona, se transforma, aprende y en especial de los errores que cometes.
- Y me estás diciendo todo esto, para que perdone a Lexa? Es todo acerca de mi decepción y mi enojo, y sentirme humillada, traicionada en mi confianza? – Preguntó Clarke un poquito irritada, pensando en parte, quien cuernos era esa extraña para venirle a decir esas cosas de su vida privada.
- Clarke, mírame... debes dejar salir esa oscura nube que esta cubriendo tu alma. Se que estás dolida, porque la amas, pero no sabes el dolor que a llevado a Lexa a cometer ese error, además de haberlo cometido antes que tú aparecieras en su vida, devolviéndole la luz a su alma. No te alejes de la luz, de la compasión que siempre ha guiado tu existencia. Eres un ser valiente, lleno de luz que irradia a otros seres menos iluminados. Un ser que inspira a muchos a ver esa luz en medio de las sombras.
- Aun no me has dicho quién eres? – Ahora Clarke quería saber quier era esa mujer de palabras tan profundas y sabias. Acaso era un ser divino, angelical que había aparecido para alecionarla de alguna manera?
- Acaso importa quien soy realmente querida Clarke..? Sólo he venido a aconsejarte en dejarlo ir, en dejar que la luz que existe en tu bella alma vuelva a brillar, y sólo lo lograrás dejando de lado ese erróneo sentimiento de traición, que si lo meditas realmente pues no ha habido.
Clarke se quedó callada, caminando al lado de esa extraña pero muy especial mujer, que casi ya no tenía dudas era algun especie de Ángel. Un parte de ella aun peliaba dolida en su interior, pero definitivamente la luz comenzaba a brillar sobre esas sombras lentamente. Su mente fue abriéndose, pensando en que era cierto, aquello había ocurrido antes de que ella llegara a la vida de Lexa, y ciertamente no habían tenido tiempo de conocerse.
Al mismo tiempo imaginaba que se requería mucho valor y cierto tiempo para confesar semejante secreto. Su rostro de repente bajó hacia la blanca arena bajo sus pies algo avergonzada, deteniendo su marcha de inmediato, y ahora sintiéndose un tanto tonta de haberse sentido tan traicionada, cuando en realidad no existió la traición, sino el maldito poco tiempo que Lexa y ella tuvieron, en el que no existió el momento de sentarse a hablar del pasado.
Clarke finalmente entendió que muy probablemente Lexa se había perdido en ese horrible lugar, llevada por el dolor de la pérdida de su esposa, a la que claramente había amado muchissimo. Cómo podía haber sido tan tonta?! se recriminó, y cómo había sido tan dura con la doctora. Quién era ella para juszgar su pasado y de cómo había sobrevivido a semejante dolor?!
No pudo evitar sentir las lágrimas acumularse en sus ojos, nublando su vista, cuando los pasos a su lado también se detubieron, y antes de que pudiera decir algo, los brazos de esa mujer angelical la envolvían fuertemente, sintiendo que una enorme luz y un amor nítidamente puro la llenaba interiormente estremeciendola hasta lo más profundo de su ser.
- Ahora no te castigues tan duro, y no temas Clarke... eres un ser de luz y sabrás iluminar el alma de Lexa como ella lo hará contigo. Sólo ten paciencia, y dale tiempo para hablarte de su pasado, de su dolor, de abrirse a ti, para que tu enorme amor cure sus profundas heridas.
Clarke se dejó llevar por el calor y la luz de ése Ángel, y sus sabias palabras. Cerrando sus ojos cegada por una intensa luz de colores blanco, azul y rosa alrededor de ellas. Cuando volvió a abrirlos, había vuelto la oscuridad, ya no estaba en esa playa, sino de vuelta en ese jet privado ahora escuchando la voz de la azafata despertando a Lexa, que aparentemente se había quedado dormido a su lado, aun sujetando sus piernas sobre la falda.
El primer impulso que sintió fue querer abrazar a Lexa, decirle que había sido una tonta en sentirse así y lo mucho que se arrepentía de su agresión y de su fría distancia. Pero sabía que no podía simplemente hacer eso de repente. Se contuvo como pudo, recordando las palabras del ser angelical de quien tenía un clara foto en su mente, y que sabía jamás olvidaría... "Ten paciencia... dale tiempo..." Y aunque ella se suponía que había pedido ese tiempo a Lexa, para darle permiso a que se explicara acerca de ese pasado oscuro en su vida. Sentía que la doctora necesitaba ese tiempo para sentirse segura de confiar en ella algo tan privado, tan profundo.
Desde ese momento Clarke no pudo evitar acercarse todo lo que pudiera a Lexa, despacio, dejándole saber que ya no estaba enojada, que ya no le guardaba rencor o la juzgaba. Que estaba allí, sin agravios, sólo esperándola a que ella se sintiera segura de compartir esa parte de su vida.
Ahora estaba allí caminando junto a Lexa, luego de tantas emociones en esa linda ceremonia, sintiendo la calidez de su cuerpo junto a ella, la suavidad de su mano sujentando la suya, guiándola hacia el lugar donde se llevaría a cabo la fiesta. Y aunque un silencio se había instalado entre ellas, no era incómodo sino más bien un silencio respetuoso entre ambas.
- Clarke, primero quiero decirte que me has quitado la respiración en cuanto te he visto. Luces tan preciosa esta noche, que no he podido dejar de mirarte, y no he sido sólo yo...
- Oh por Dios Lexa... détente... jajaja... es que me lo voy a creer y quien me aguanta con ego inflado... - Bromeó Clarke algo nerviosa y claramente sonrojada por el piropo de la doctora, quien sonreía a su lado notando su timidez.
- Jajaja... no, es totalmente cierto y necesitaba decírtelo y espero no te moleste. Y esas canciones que has interpretado hermosamente, Dios Clarke, has hecho emocionar hasta mi madre, y no tienes idea de lo mucho que significa eso!! Becca Woods no se emociona con nada! Pero tu voz... simplemente ha producido el milagro! Y no me extraña... tienes un talento enorme y deberías ser más seria con ello, nosé tratar de hondar en algún estudio de grabación... y...
- Hey... es que acaso quieres ser mi manager Lexa? Eso sería ya como demasiado no crees? Jajaja... no, enserio me alaga lo que me cuentas. Gracias por tus palabras, pero creo que de momento me gusta seguir cantando en el pub y divirtiéndome. Lo de ser seria y meterme a grabar, pues... hmmm... no lo siento realmente...
- De nada Ángel... pero insisto en que deberías pensarlo...
- Ya... deja de llamarme asi por favor... para ti soy Clarke. Lo que menos puedo decir de mi es que sea un Ángel... - Clarke lo dijo muy sincera, especialmente de la manera que ahora se sentía con respecto a la mujer a su lado.
- No digas eso... porque no importa lo que pienses, para mi lo eres, y estoy segura que también lo eres para esos niños a los que les enseñas con tanta dedicación y amor cada día en el instituto, a ser libres, a crear, y a ver con sus almillas, dejando se sentirse diferentes, o tristes por no poder ver con sus ojos. Tu mi querida Clarke, eres su "Angel de Luz" porque nunca debes olvidar la luz que irradias, no sólo a esos niños, sino también a algunos adultos...
- Yo... - Clarke se quedó simplemente sin palabras. Lo que acababa de expresarle tan sincera Lexa la habían impactado de lleno en el corazón y el alma. Pero Lexa no dejó que se sintiera en la obligación de tener que responderle, sacándole el peso de tratar de encontrar las palabras.
- Ya hemos llegado... necesitas acercarte a los miembros de la orquesta nuevamente? – Lexa Preguntó, sacándola de sus profundos sentimientos a la artista, quien nerviosamente sonrió asintiendo.
- Ermmm.,. Si, por favor...
- Aqui estan ellos.... Y Raven está acercándose también. Asi que te dejo nuevamente en buenas manos Ángel... - Dijo dulcemente Lexa, comenzando a soltarle el brazo.
- Si, gracias... y Lexa...
- Si...?
- Yo.... Este... bueno, hablamos luego... - Clarke se maldijo por parecerr tan tonta, pero es que no podía coordinar las palabras realmente. Sólo deseaba estar a solas con la doctora, y hablar.
- Por supuesto... espero bailar contigo más tarde si no te incomoda. – Respondió en un tono alegre y distendido Lexa, apretando su mano, antes de soltarla.
- No.... yo... claro me encantará. – Finalmente pudo responder Clarke
Lexa se alejó de Clarke cuando Raven llegó a ellas finalmente, aunque no lo deseaba, pero en su cabeza estaba simplemente ese "no la ahogues, no presiones Lexa, déjala respirar un poco, dale espacio, o enserio va a odiarte" y no quería cometer errores. Pero sentía algo distinto en Clarke, algo positivo, como si ese enojo, ese rencor se habían quedado en New York, y eso le alegraba el alma sin lugar a dudas, mientras que su corazón daba saltitos locos que no podía controlar, haciendo que una tonta sonrisa se instalara en su rostro iluminado, caminando hacia la mesa donde estaban ubicados sus padres ya, aguardándola.