Miro a Elena y ella sigue sin poder responder nada. Ella solo llora de emoción y sonríe sin creer lo que acabo de proponerle.
-Vamos preciosa, no me hagas esperar por esa respuesta -le ruego bromeando y al fin ella empieza a asentir con la cabeza mientras que al mismo tiempo limpia sus lágrimas caídas por sus mejillas.
-Si quiero... -ríe aún incrédula. -Joder, si quiero Damon, es lo único que quiero.
La miro completamente fascinado y contagiado con la misma sonrisa que ella tiene en su rostro en estos momentos, y lo único que puedo reaccionar a hacer es besar a Elena con todas mis fuerzas.
Joder.
Ella dijo sí.
Ella será mi esposa.
Ni yo lo hubiera creído antes.
***
[Flashback 14 de Febrero, 2016]
Otro largo y agotador día de trabajo al fin ha terminado.
Al entrar a mi departamento, la misma sensación de cada día me azota sin remedio. Sigo solo, sin saber de Elena, y lo peor es que sigo sin poder sacármela de la cabeza.
Ha pasado un mes desde que ella terminó nuestra relación. Un mes desde esa noche de Viernes en que ella dijo no amarme más.
Pero aquí estoy yo. Amándola con la misma maldita intensidad. Pudriéndome lentamente en mi dolor.
Camino hacia la cocina y abro el refrigerador como de costumbre cada que llego tarde del trabajo. Lo único que hay dentro es comida congelada para calentar, algunas latas de cerveza y mi cena de anoche a medio comer.
Ya ni siquiera puedo comer. El nudo en mi estómago no me deja tragar nada más que agua y algunas cosas ligeras de vez en cuando. Y sé que si sigo así, pronto quedaré en los huesos.
Vuelvo a cerrar la puerta sin sacar nada de adentro y me quedo apoyado en el encimera detrás de mí viendo como la vida pasa lento frente a mis ojos.
Hoy es San Valentín. Sería el primero con Elena, bueno, el primer San Valentín que celebraría en mi vida en realidad... pero en lugar de estar disfrutando de una buena cena romántica con mi chica, estoy sintiéndome triste, vacío y patético en mi soledad.
Me volteo para tomar un poco de whisky barato y tomo una taza que creo no está tan sucia para servirme un poco... pero ¿Para que medirme?
Quiero borrarme de este estúpido lugar al menos unas horas.
***
Cuando mi botella de whisky se ha terminado, el mundo da vueltas al fin.
Río despreocupado con los chistes sin sentido de un tipo haciendo stand up comedy en la televisión y bebo un poco más de alcohol de una nueva botella que encontré bajo la mesa de centro.
Cuando estoy ebrio al fin logro olvidar un poco el dolor de estar sin la mujer que amo, pero siempre llega un maldito momento en que mi cerebro vuelve a recordar todo y me hace querer llorar.
Cambio de canal como si eso pudiera ayudar en algo, pero para mi mala suerte en todos lados celebran San Valentín.
Con movimientos torpes logro sacar mi celular de mi bolsillo y con varias dificultades más logro encontrar el número de Elena entre mis contactos.
Sé que ya no usa el anterior porque las primeras semana intenté llamarla y no pasó nada.
Pero hace unos días, y con mucho esfuerzo para no ser atrapado en el acto, logré robarle este nuevo número a Miranda mientras hacíamos un papeleo en la empresa... y aquí estoy ahora debatiéndome internamente en si debo llamarla o solo debo dejarla en paz.
También hace poco tiempo atrás, escuché a Giuseppe preguntándole a Miranda por el progreso en la terapia de Elena.
Por lo que puedo deducir que ella está yendo a terapia para sanar todos los jodidos traumas que yo causé en algún momento, y por ende... está trabajando para olvidar todo y dejarme atrás.
Quiero que ella sane. Pero también quiero sanar yo.
[Fin Flashback]
Miro la mano de Elena y el solo hecho de ver su nuevo anillo de compromiso me hace sonreír como nunca.
Si bien pasé momentos bastante oscuros en mi vida, siempre supe que no debía rendirme con Elena. Siempre supe que debía redimir mis pecados con ella y darle lo mejor de mí.
-¿Estás seguro de esto? -dice ella sacándome de mis pensamientos. -No quiero que te sientas obligado a...
-¿Obligado? -arqueo una ceja. -Jamás podría sentirme obligado a hacer esto Elena. Joder, si tan solo supieras las veces que he soñado con este momento -río y ella se acerca para robarme otro beso lento.
-Entonces... Damon, -susurra Elena cuando nuestro beso a terminado. -¿Cuándo quieres hacerlo?
-¿Hacerlo? Debemos esperar hasta el matrimonio nena, quiero conservar mi castidad -sonrío de lado y ella me golpea suave en el hombro mientras ríe.
-¿Acaso queda algo de ti que sea puro? -bromea.
-Mmm... -la miro pensativo unos segundos. -Si, mi culo.
-¡DAMON! -Elena ríe contagiandome a mi también y pronto ambos tenemos un leve ataque de risa.
-Ok, -me detengo tratando de recuperar mi respiración. -¿Quieres saber cuando lo haremos?
Elena asiente y limpia las lágrimas de risa que acabaron de salir.
-Hagámoslo mañana en la noche. Casémonos mañana preciosa.
Elena me mira boquiabierta y sin saber que decir.
-Si vas a ser legalmente mía y yo tuyo, entonces no quiero esperar más.
Y sin siquiera decir algo más, Elena se acerca impulsivamente a mí y me besa una vez más.
-Tomaré eso como un acepto -bromeo y ella sonríe decidida.