14 de febrero 2016 13:25 pm (tercero de universidad)
seokjin y namjoon habían cambiado de salón, ambos se dedicarían a diferentes carreras, ahora él estaba solo. yoongi, hoseok y namjoon se dedicarían a la misma cosa, ingeniería en audio, mientras que él, estudiaría arquitectura. por cierto, nunca supo sobre la respuesta de namjoon hacia el pequeño park, pero suponía que debió haber sido positiva porque aún los veía juntos y sonriendo, le rompía tanto el corazón.
—bien chicos..—la voz chillona de la profesora lee lo sacó de sus duros pensamientos—. no se olviden del proyecto para mañana, eso es todo. —tomó su portafolios y sin más que decir se retiró del aula—.
seokjin soltó un bufido, estaba cansado, arquitectura no era nada fácil. hoy debe estudiar y terminar un proyecto, ¿alguien aquí desea matarlo? o lo terminará haciendo él mismo.
tomó su mochila y caminó por el pasillo, buscando su casillero donde dejaría algunos cuadernos y libros; no le habían dejado deberes de algunas materias pero sí tenía proyectos que terminar y estudiar para el examen de cálculo, todo eso para mañana.
a unos tres casilleros por su lado izquierdo, se encontraban yoongi y hoseok, ambos hablando de manera relajada. los miró de reojo y trató de ignorarlos. comenzó a meter sus cosas al casillero de forma torpe, estaba nervioso. con manos temblorosas siguió guardando sus cosas, consiguiendo que algunos papeles se le resbalen de las manos. cuando terminó se alejó de ahí sin decir nada, no tenía nada que decir.
—este fin de semana iremos a casa de namjoon, ¿te apetece ir? —comentó hoseok mirando al pálido—.
—¿quiénes más irán? —seguía mirando dentro de su casillero mientras revisaba unos papeles lanzando suspiros pesados—.
—bueno pues... iremos.. taehyung, jimin, namjoon y yo. —miró hacia arriba, recordando—.
pero fue ignorado por el mayor que seguía buscando algo en ese casillero desordenado.
—demonios.. —musitó, había lanzado los papeles que tenía en ambas manos al interior del casillero y se pasó las mismas por su cabello—.
—¿sucede algo, hyung? —preguntó el menor preocupado—.
—no encuentro las malditas hojas que dejó el profesor shin, estoy muerto. —sentenció frustrado—.
—son para la semana que viene. —recordó—. tengo una copia de las hojas en casa, ¿las quieres? —sonrió despreocupado.
yoongi había dejado de jalar su cabello y lo miró para después sonreír tranquilo, lo había salvado.
—diablos hoseok, te amo, gracias, gracias. —lo abrazó sin quitar su sonrisa que mostraba sus encías, que tanto enamoraba al menor y le plantó un pequeño beso en los labios, haciendo suspirar enamorado al chico pelirrojo con sonrisa de corazón.
miró dentro del aquella aula ajena, mirando a todas partes, buscando que nadie estuviera ahí. cuando estuvo seguro de que no había nadie, entró. después de haber entrado, suspiró cerrando los ojos. no contaba con chocar con lo de sea que chocó.
—¿hyung? —la gruesa voz del moreno le hizo abrir repentinamente los ojos, se tensó.
se sonrojó por los nervios y comenzó a sudar, ¿qué hacía ahí? se supone que el aula estaba vacía nadie llegaría ¿cómo llegó él ahí?
—¿estás bien? —ahora su voz se tornó preocupada, seokjin seguía ahí estático, sin saber que hacer o decir.
—s-s-s...¡sí! ¡muy bien! —soltó una carcajada algo falsa. ¡que alguien le ayude, por favor! en estos momentos desea que la tierra le tragara y lo soltara en un lugar lejos de aquí, lejos de seúl, lejos de él.
—¿seguro? —la profunda mirada del moreno le ponía aún más nervioso. seokjin inhaló—.
—seguro. sólo.. ah, ¿qué haces aquí? —preguntó intentando tranquilizarse, en el club de seokjin sólo lo integraban seis personas, incluyéndolo—. digo, tú no tienes club. —y al darse cuenta de lo que dijo, se sintió un acosador—. ¡no es que yo esté al pendiente de ti! ¡para nada! —rió nuevamente. namjoon sonrió, era tierno—.
el club de seokjin se trataba de cocina, realmente amaba cocinar y la comida, pero tristemente a casi nadie le interesaba la cocina, y eso hacía que éste club estuviera casi vacío.
—eh, bueno yo.. —y de pronto, namjoon era ahora el que estaba nervioso—. sólo.. sólo vine a verte. —pasó su mano por su nuca—.
a seokjin se le fue el aire, creyó que se desmayaría.
seokjin no sabía que eso era mentira, namjoon sólo fue porque buscaba a la chica que le robo el aliento.
—¿qué? —espetó. fue lo único que pudo decir antes de procesar todo ¿a caso esto era un sueño?—.
—hace meses que ya no hablamos, ¿cierto? —asintió—. sé que sonará muy cursi, pero te extrañé. —después negó, retractándose—. no, te extrañamos, los chicos y yo. —namjoon estaba mintiendo.
el corazón del mayor se oprimió, también los extraña; mas ya no quiere seguir sufriendo, estar a su lado duele, y duele más saber que alguien más tiene su corazón.
—¿te parece si hablamos un rato? —evitó su mirada—. debo hacer algunas cosas en casa y... —mintió. aunque quisiera estar siempre a su lado, no podía hacerlo, su corazón dolía—.
—está bien, ¿estás muy ocupado? —tomó una silla que se encontraba a su lado frente a la mesa y se sentó—.
—sí, digo no. —se acercó a la mesa y se sentó sobre ella en posición de indio, para así quedar frente a namjoon—. sólo debo hacer dos proyectos y estudiar para cálculo.
—oh, vaya, ¿traes tu cuaderno de cálculo? te puedo ayudar, si quieres. —murmuró—. cálculo se me da muy bien. —sonrió, el corazón de seokjin sintió derretirse—.
—¿en serio? woah, gracias. —sonrió y sacó su libreta—.
durante dos horas, namjoon le ayudó a seokjin a estudiar cálculo. el corazón de seokjin palpitaba con fuerza y sus mejillas estaban rojas. pero ¿sólo el corazón del mayor latía de esa manera? sí, sólo el de él.
después de terminar de estudiar, ambos salieron de aquella aula y comenzaron a caminar por los pasillos, en estos momentos el edificio escolar estaba casi vacío, desierto. caminaron en silencio, sin saber que decir. seokjin estaba ocupado intentando controlar su corazón que palpitaba con fuerza, ¿por qué aún si namjoon —tal vez—ya tiene pareja sigue sin poder controlar a su pobre corazón esperanzado? sus esperanzas se están agotando, tiene miedo de aceptar que namjoon no lo ama y nunca lo hará. ¿por qué es tan difícil aceptar eso? ¿por qué se aferra a algo que está perdido? ¿por qué...?
—¿y cómo te ha ido en estos meses? —la tranquila voz del moreno le sacó de sus fríos pensamientos. le dio las gracias internamente por haberlo sacado de su mente, debido a que estaba apunto de soltarse a llorar—.
—yo.. supongo que me ha ido bien.. —murmuró entre dientes—. arquitectura es fácil.. —mintió—. ¿y a ti? ¿cómo te ha ido? —preguntó sin despegar la vista del suelo—.
—me ha ido bien, amo ingeniería en audio. —respondió con una sonrisa. seokjin no ama arquitectura, la odia, sólo estudia eso debido a su padre—.
—oh, me alegra que te guste. —sonrió levemente mientras escuchaba el tono tan alegre y soñador con el que hablaba el menor—.
su sonrisa se borró, al recordar la pregunta le comía por dentro, ¿sería muy imprudente preguntarle eso? a la mierda, valdría la pena, así sabría si desechar sus sentimiento o tener un poco de esperanzas.
—eh, namjoon. —llamó, captando la atención del moreno—. hay algo que quiero preguntarte.
—dime. —respondió tranquilamente—.
—verás.. —comenzó—. el año pasado.. yo ¿recuerdas la vez en donde ambos estábamos en el patio? —namjoon asintió—. jimin había llegado y..., no quiero que pienses que soy un entrometido, pero escuché su confesión por accidente y quería saber... —tomó una gran bocanada de aire—. ¿están saliendo? —soltó, sintió como un peso se le iba de encima—.
—oh. —namjoon soltó aturdido. recuerda eso, tuvo que rechazar a park de la manera más cuidadosa posible, y aún se sentía culpable por ser el causante de sus lágrimas—. no, no, no, park y yo no estamos saliendo, dios, ¿todo el tiempo creíste que lo estábamos? —namjoon rió—.
—realmente yo... —un enorme alivio le recorrió todo el cuerpo— está bien, lo siento, pero me marché antes de escuchar lo demás.. —omitió lo demás—.
namjoon sabía que mintió respecto a eso. ese día se encontró a hoseok, le preguntó por seokjin y éste nada más le respondió: "hace unos minutos choqué con él, estaba llorando y corrió a la salida."
—¿nam? —el moreno parecía haberse perdido entre sus pensamientos ya que brincó levemente cuando jin le llamó—.
—lo siento, ¿qué decías? —le sonrió—.
—eh, dije que si te va bien el amor. —murmuró avergonzado mientras mantenía una sonrisa—.
—amor.. —repitió pensativo mientras colocaba ambas manos dentro de sus bolsillos y miraba hacia arriba—. supongo que bien, o por lo menos no me han dejado plantado en una heladería. —rió amargamente dejando de mirar al techo. a seokjin se le borró la linda sonrisa que mantenía y cambió a una mueca de dolor, todo era culpa suya y de su descuido—.
—¿todavía... recuerdas eso? —preguntó triste bajando la mirada—.
—¿y cómo no? fui el blanco de muchas bromas después de eso. —sonrió mirando al suelo.
—yo... lo siento. —soltó de repente, él era el culpable de todo, nadie más—.
—¿de qué te disculpas? —preguntó confundido—.
—sobre... eso. —musitó—. es algo realmente triste, me han pasado demasiadas veces así que ya estoy acostumbrado sin embargo tú... —dejó de hablar cuando namjoon lo interrumpió—.
—lo sé, hasta a mí me pareció raro que alguien me invitara a salir, fue estúpido de mi parte haber caído en esa broma. —rió irónico. a seokjin se le oprimió el corazón—. además, ¿quién lo haría? —suspiró pasando su mano por su cabello ya despeinado—. y todo por los estúpidos y horribles hoyos que tengo en las mejillas. —confesó, sin embargo seokjin no podía estar más que molesto al escuchar tales palabras, sus hoyuelos son hermosos.
—a mí me gustan tus hoyuelos. —soltó sin pensarlo, hasta que se dio cuenta que habló en voz alta.
—¿qué? —fue lo único que pudo decir namjoon al escuchar tal confesión—. oh, dios. —soltó otra risa amarga—. por un momento me lo había creído, que gracioso.
—no, namjoon, no estoy bromeando. —lo miró serio—.
la sonrisa de namjoon se borró, ahora estaba desconcertado.
—¿qué estás diciendo? —examinó al chico frente suyo, buscando la trampa. en cambio, el mayor tomó aire, llenando sus pulmones de oxígeno para encontrar el valor.
—estoy diciendo que me gustas, namjoon. —seokjin soltó de repente, sin pensarlo, simplemente lo soltó. era ahora o nunca.
—vale, ya entendí, ¿alguien te dijo que lo hicieras? ¿a caso esto es gracioso para ti? porque para mí no lo es. —suspiró frustrado—. ¿es que a caso las personas aquí no les importan mis sentimientos? —preguntó a la nada—. porque realmente esto duele. —lo miró directamente, sus ojos vidriosos—. bien, pues lo has conseguido. ¿satisfecho? —se dio la vuelta para comenzar a irse a su solitario departamento—. has caído bajo, realmente yo.. olvídalo. —comenzó a caminar—.
—¡espera, namjoon! —seokjin reaccionó algo tarde, ya que namjoon se encontraba cerca de la salida así que corrió para alcanzarlo—. ¡esto no es ninguna broma! ¡me gustas! ¡lo estoy diciendo en serio, maldición! —sus ojos también estaban llenos de lágrimas.
—seokjin, por favor, dije que ya lo haz conseguido, no hace falta qué...—y fue interrumpido cuando unos gruesos labios se estamparon sobre los suyos, seokjin lo estaba besando. lo miró sorprendido, el mayor mantenía los ojos cerrados, no quería ver la cara de asco que namjoon le daría. el chico de cabellos castaños quiso soltarse a llorar cuando se dio cuenta que namjoon no le correspondió aquel beso.
—idiota, en serio me gustas. —y no pudo soportarlo, ya estaba llorando.
namjoon no respondió.
/dar pañuelos, ahre.
apenas me di cuenta que wattpad me cambia los guiones largos a los cortos. :((
ya se viene el epílogo. 👀