Aclaraciones: Este es el especial de San Valentín pero por temas de la escuela y cumpleaños de alguien no lo pude subir...but aquí lo tienen, algo tarde.
Also que es el mismo one-shot que hice en mi otro libro pero un poco cambiado y editado uwu.
¡Espero que les guste!
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14 de febrero, día del amor y la amistad, una fecha especial donde preparas hermosos regalos o comprarlos para declararte a la persona que tanto te gusta para luego enterarte de que sólo que te quiere como amigo o ya esa persona tiene pareja. Y ni hablar de las empresas que usan este tipo de festividades, para que las personas gasten su donero en cosas materiales que son botadas después.
O eso es lo que pensaba Shigaraki Tomura.
Ya estaba casi oscureciendo, y afortunadamente toda la cosa del Día de San Valentín se acabaría pronto, en la guarida de la liga de Villanos exactamente en el bar, se encontraba Tomura, simplemente sentado en la barra del bar, sin nada que hacer y sólo, pero eso no le importaba. Todos sus subordinados habían salido el día de hoy y quizás no volverían a altas horas de la noche.
En eso la puerta se abrió, dejando de paso un fuerte olor a cigarrillo , y eso significaba una cosa, Dabi se encontraba presente, ya que cada vez siempre venía al bar tenía ese olor impregnado, uno constante e incesante, que al paso de los meses que llevaban juntos, Shigaraki se acostumbró.
Dabi se dirijio a paso lento y largo, on las manos en los bolsillos. Sé sentó en uno de los taburetes del bar, justamente al lado del peli-celeste. —¿Qué haces aquí ?— Preguntó bruscamente el de ojos Rubíes.
— Pensé en pasar el rato aquí, tomar algún trago de vodka, pero pensé todos estaban aquí
— Todos salieron, si no planeas algo mejor que hacer, lagarte.
—Pero eso significaría dejarte sólo, ¿Qué te parece si aprovechamos este momento para hacer ya tu sabes~? — El azabache le dedica una mirada provocativa, para posar su mano por la entrepierna de su pareja y darle un pequeño masaje por esa zona.
— Quita tu mano de ahí, antes de que la quite yo y ponga mi cinco dedos — Amenazó Tomura a Dabi.
— Malo.... ¡oh! Casí se iba a olvidar..toma, para tí. — Dijo el piromano para luego buscar algo en el bolsillo de su pantalón y sacar una pequeña caja cuadrada de color azul, con un pequelo listón de color azul oscuro, entregandole al peli-celeste. — Aquí tienes tu regalo de San Valentín. — Dijo el de cara parchada con una ligera sonrisa en sus labios, ganándose una mirada fulminante por parte del de labios agrietados. — ¿Qué? ¿No te gusta?
—..No lo quiero.— Respondió Shigaraki para luego arrascarse ligeramente su cuello. Dabi sólo frunció el ceño — Es un regalo de San Valentín, sabes que no puedes decir que no.
— Como si yo celebra esas cosas.
Dabi apoyó sus codos en la barra, dejando al lado la caja, todavía mirando la expresión molesta de Tomura. —...¿Te Ocurre algo, princesa?
— Sólo no estoy de humor para tus pendejadas, ahora, me iré a mi habitación para no tener que soportar tu existencia, y no vuelvas a llamar princesa.
—Vamos prin— —Ni se te ocurra decir ese apodo otra vez o te mato.— Amenazó nuevamente Tomura, poniendo su dedo índice en los labios del azabache.
Con paso rápido el de ojos zafiros se voltea dirijiéndose a su habitación, Dabi lo sigue detrás. Al llegar a la puerta y notar que el otro lo siguió, rápidamente intenta cerrar la puerta en la cara del azabache. Pero este interviene su movimiento y hace un esfuerzo en tratar de que no sé cerrara la puerta.
Tenía que admitirlo, Shigaraki Tomura si tiene mucha fuerza.
Después de varios forceos, Tomura se cansa y deja pasar a Dabi.— Maldita sea, Shigaraki, por poco y me rompes la mano.— El azabache masajeó su mano, un poco roja por la presión de la puerta.—Esto es lo que obtengo por tratar de ser romántico contigo..
— Nunca que te pedí que lo fueras.
Desde que Dabi ha empezado a salir con Tomura — Que fue cómo hace ocho meses — El peli-celeste sé convirtió un completo bipolar y tsundere con él. Un día quiere que Dabi le dé amor, otro no. Un día le dice que lo odia y que se muera, y otro le dice que lo ama, un día tiene ganas hacerlo y se deja llevar y todo, y cuándo el azabache tiene ganas le dice que se joda, si me tocas te voy a matar te voy a destruir.
Sinceramente, al azabache le cuesta entender la actitud del peli-celeste con él.
—....— Dabi retrocedió un momento, dejando una distancia entre ellos ahora, Tomura con los brazos cruzados y Dabi con las manos guardadas en los bolsillos.
El de cara parchadas miraba a su alrededor, tratando de encontrar algo para mejorar el ambiente, cualquier cosa que funcionara. Sus ojos se posaron en un conjunto de altavoces en el escritorio de su pareja, al lado de la computadora y la pared con una docena de pantallas.Sé le ocurrió una idea por la cabeza y la puso en movimiento.
— Dame un momento.— Dijo Dabi mientras caminaba directo al escritorio, dejando a Tomura confudido por su acción.
—¿Qué ray— — Sólo confía en mí— Y por una vez, Dabi no escuchó ninguna queja o reclamos por lo que iba a hacer.
Sé sentó en la silla, encedió la computadora, jugueteando un poco con el mouse, esperando a que cargara. Finalmente abrió una página en Youtube para luego textear algo, y darle click y al primer video que apereció.
La música en un sonido no tan alto comenzó a brotar por los altavoces: Tomura al escuchar la primera nota de la canción inmediatamente le dieron ganas de vomitar. Dabi quería subir el volumen, pero el peli-celeste lo detuvo bruscamente, bajando un poco el volumen subido.
A pasos rápidos, se paró en frente de Tomura, dejando claro quién era el más alto y el más bajo. Sé sacó la chaqueta, arrojándola por algún lugar de la habitación.
Tomura sé quedó observando a Dabi.
El de cara parchada, agarró la mano de su pareja, por la muñeca, llevandolo a la cama y acurrarse en ella.Tomura en el pecho de Dabi, dejando que el azabache jugara un poco su cabello, hasta que sé dio cuenta el de ojos azulados aún estaba tomando su mano y le estaba dando pequeños besos en la palma de su mano, repitiendo esa misma acción, pero con cada uno de sus dedos. —Haces que te sea tan fácil matarte.
— Sabes que me gusta vivir al límite, bebé~ — Dijo Dabi para después darle un corto beso en los labios agrietados de Tomura, que el azabache hasta consideraba un poco atractivo. —Te gusta vivir como un idiota.
— Bueno, eso también. — La respiración del de ojos rubíes se alteró cuando las manos de Dabi encontraron su camino hacia sus caderas, apegandolos más. Tomura miró hacia arriba, estaban más cerca de lo que él se había dado cuenta. Casi tocándose las narices, había metros centímetros entre ellos. Sus ojos sé posaron al suelo, a las paredes, al techo, en cualquier lugar excepto al rostro del azabache.
Dabi al darse cuenta de esto, soltó una ligera risa, pensando en lo adorable que se ve su novio cuándo está avergonzado. — No necesitas actuar nervioso, sólo soy yo.
—N-No estoy.....— No estaba seguro de cómo pretendía terminar esa oración, así que optó por no terminarla en absoluto. Sé comprometió a esconder su cabeza contra el cuello de Dabi, descansando en esa zona, quemado y grapeado con percings desde hace años. Cada vez que Tomura que veía esas cicatrices, se preguntaba la razón por las de estas. Sin embargo, nunca le preguntó directamente.
Dabi aprovechó en la posición que estaba, y repartió pequeños besos por todo el hombro, cuello y cabeza rostro y cuello, y también una que otras caricias en los desordenados y suaves cabellos de Tomura.
La música se escuchaba de fondo, el odio, el disgusto desaparecieron con la suave y romántica melodía de la música y con el calor del cuerpo del piromano.
Tomura se separa del agarre y se queda mirando a Dabi por unos minutos, hasta que por esta vez quizo tomar la iniciativa del momento plantándole un beso en los labio, que un poco sorprendido por la inesperada acción del peli-celeste, correspondió el beso, poniendo nuevamente su brazos al alrededor de las caderas de Tomura, para profundizando el contacto.
Luego de que pasara varios minutos, se separaron por la gran falta de aire. — Te amo.— Susurró Dabi en su oído, para comenzar nuevamente con las caricias en el pelo, y el reparto de besos en su rostro, qué podía decir. Era cómo el hobbie de Dabi jugar con el cabello de su pareja cuándo los dos se encontraban sólos. Esto hace que Tomura sienta sus ojos pesados, logrando quedarse dormido en el pecho de Dabi.
Sin tener la intención, Shigaraki Tomura puede verse como un adorable gatito durmiendo, cosa que Dabi aprovecha para tirarles una que otras fotos, para así finalmente caer en los brazos del morfeo.
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A
la mañana siguiente, ya todos despierto a excepción de Dabi y Shigaraki, Magne y Toga encuentran la pequeña caja azul con un cigarillo usado al lado de esta en la barra del bar.