El video comienza con una chica con poca ropa paseándose bajo la mirada expectante de varios hombres en un bar. Me río porque nadie camina como ella y porque nunca hay esa cantidad de espacio para hacer una mini pasarela bajo la mirada atenta de hombres sexys. La realidad sería que ella intentara pasar quedando atascada entre la gente, porque si es un buen bar debería estar lleno y debería hacer un calor horrible que no mantendría intacto su perfecto maquillaje.
La rubia se fija en un hombre de cabello rubio oscuro con barba, con ojos claros lleno de tatuajes. Él alza su cerveza y sonríe coqueto. La música comienza y hablan de desconectarse e irse a una habitación.
El video relata lo que dice la canción y el rubio canta partes de la canción mientras otros chicos igual de calientes tocan los instrumentos y lo acompañan en los coros.
Si prometes guardar el secreto, sé que no te arrepentirías
bailarías, sudarías y luego en mi cama suspirarías
tengo una idea, una idea un poco insana
¿que dices? ¿aceptarías?
¿esta noche escaparías?
¿escaparías conmigo?
porque prometo hacer maravillas
No es el tipo de música a la que estoy acostumbrada, pero la verdad está buena. Tanteo a mi lado buscando el control y le bajo un poco para no despertar a Harrison. La batería suena muy fuerte y los agudos del rubio hacen que se escuche aún más fuerte.
Luego de una loca noche de aventura, alcohol y sexo en la habitación de la chica, ella huye dejando al rubio que se levanta buscándola por la habitación sin encontrar rastro de ella.
Me río porque vienen a mi mente recuerdos míos haciendo lo mismo hace varios años. El video termina con el chicos en el mismo bar de la noche anterior esperando por la chica que nunca llega.
Al terminar el video me fijo en el nombre de la banda. London Revival. El video es de hace dos años. Hago una nota mental de recordar googlear la banda y me levanto cuando el sonido de la secadora me indica que la ropa ya está lista.
Veo otro rato el mismo canal esperando por otro video de la banda, pero nunca lo pasan. Mi celular no tiene batería así que le envío un mensaje a mamá, en vez de llamarla porque se me había olvidado hacerlo antes. Apago el televisor y voy a mi habitación para dormir un poco antes de que mi pequeña bestia se despierte.
Es sábado y me levanto porque siento un pequeño peso sobre mi abdomen saltando y dejando besos húmedos por mi cara. Sonrío aún con los ojos cerrados y brinco asustando a Harrison que suelta una carcajada
- Me asustaste mami - grita riéndose
- Vamos por desayuno pequeña bestia - lo beso en ambas mejillas y aparto su ya largo cabello de su rostro.
Harrison solo tiene mis ojos verdes y lo digo porque no sé cómo son los de su padre y si también los haya sacado de él. También tiene mis ¿orejas? La verdad es que Harrison no es muy parecido a mí. Su tez es dorada y su cabello de un raro tono castaño, que parece aclarar en algunas ocasiones.
Por otro lado yo soy mas blanca que la leche. El sol es mi enemigo número uno y el bloqueador mi mejor amigo. Mi cabello es rojo y entre Claire y yo lo único parecido son el color de ojos porque mi hermana mayor tiene el cabello rubio cenizo y la piel dorada.
En la cocina le preparo pancakes en forma de mickey mouse a Harrison y escuchamos una canción infantil que es su favorita en el momento.
- Mami - volteo los pancakes y lo miro - ¿podemos ir a jugar con la prima Ellie?
- Claro Haribu. Tenemos que llamar a la tía Claire
- ¿puedo llamarla? - se pone de pie sobre la silla
- Harrison Moore ¿que te he dicho de estar de pie sobre las sillas? - lo reto alzando una ceja
- Que no puedo - dice sentándose
Harrison estira su pequeño bracito y coge mi celular de donde se reproduce la música. Teclea con sus deditos buscando el número y pone el altavoz, siempre me ha sorprendido la capacidad que tienen los niños cada vez más con la tecnología. Al tercer pitido Claire contesta.
- Tita - grita emocionado mi hijo
- Haribubu - le dice cariñosa
- ¿puedo ir a jugar?
- Sabes que puedes venir todos los días si quieres y trae a tu madre que necesito su ayuda ¿me lo prometes?
- Te lo prometo - dice obediente asintiendo a pesar de que mi hermana no puede verlo
- Ya escuchaste Olivia Moore. Se que tienes el altavoz. Necesito tu ayuda y no puedes decir que no
- Ya te escuché - doblo los ojos aunque no pueda verme
- Los espero
- Te amo - le dice Harrison antes de colgar.
Harrison come feliz su plato de pancakes con fresas y miel. Cuando terminamos lavo los platos y limpio la cocina mientras él por decisión propia decide que ponerse antes de que lo bañe.
Solo pido que no sea algo totalmente descoordinado. Harrison corre fuera de su habitación con un pantalón azul en una mano y un buzo negro en la otra.
Suspiro aliviada y lo baño y cambio. A su elección solo le agrego una camisa blanca con rayas azules y zapatos. Cuando estamos listos pongo en mi hombro su bolso y el mío y tomo su mano para salir del apartamento.
En el auto lo aseguro en su silla y salgo del parqueadero. A mitad de camino miro por el retrovisor. Está muy callado, pero lo veo mirar por la ventana distraído.
Estos años he aprendido a ser madre. Al principio creí que sería la peor mamá del mundo, pero al estar con Claire llevando el mismo proceso al mismo tiempo descubrimos cómo trabajar entre las dos para ayudarnos.
Ellie, la hija mayor de Claire ama a Harrison y todos creemos que él es su persona favorita en el mundo porque nunca se despega de él y lo mismo pasa con Harrison. Aman jugar y aunque están diferentes guarderías por lo que no se ven mucho durante la semana, los fines de semana siempre nos hacen salir a algún lado donde puedan jugar.
No hace mucho tiempo Harrison dijo que quería una hermana pequeña como su amigo de la escuela. Eso me asustó un poco, pero suspiré aliviada cuando pocos días después llegó diciendo que no me preocupara porque ya tenía hermanos menores que eran Ellie y Jack. Yo no lo corregí porque me gusta la idea de que mi hijo se críe con sus primos como yo lo hice con Claire y los hijos de Charles Nilsson, el socio y mejor amigo de papá.
- Mami - dice al fin
- ¿qué sucede cariño? - volteo a verlo cuando llegamos a un semáforo en rojo
- ¿por qué mis amigos tienen un papi y yo no?