Strangers - Justin Bieber

By desirealba

645K 49.1K 26.8K

Hay algo que deberías saber antes de adentrarte en este mundo: 1. En esta industria, nadie es amigo de nadie... More

Prefacio
Discografía
Uno.
Dos
Tres
Cuatro.
Cinco.
Seis
Siete.
Ocho.
Nueve.
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno.
Veintidos
Veintitres
Veinticuatro
Veinticinco
Veinticinco [II]
Veintiseis [I]
Veintiseis [II]
Veintisiete
Veintiocho [I]
Veintiocho [II]
Veintinueve
Treinta
Treinta y uno
Treinta y dos [I]
Treinta y dos [II]
Treinta y tres [I]
Treinta y tres [II]
Treinta y cuatro
Treinta y cinco
Treinta y seis
Treinta y siete
Treinta y ocho
Alissa no sube al cielo de VS
Treinta y nueve
Cuarenta. FINAL
SORRY
FALL DOWN
Prólogo; robafama
Uno; sin rumbo.
Dos; vulgar
Tres; rencor
Cuatro; traición
Cinco; Canadá
Seis; Niall Horan
Siete I ; Paris
Siete II; París
Ocho; Steven Kelly
Nueve; Cancún
Diez; Brasil
Once; Brasil II
Doce; solo amigos
Trece; ¿Es una locura?
Catorce; children
Quince; Dubai
Dieciséis; feel me
Diecisiete; tan tú.
Dieciocho; little things
Diecinueve [I]; different way
Diecinueve: different way [II]
Veinte; familia
Veintiuno; Comme au bateau
Veintidos; Welcome to Maldivas
Veintitres; together
Veinticuatro: Jay
Veinticinco: Caos
Veintiseis; Struggle
Veintisiete; Distancia
Veintiocho; Heartbreaker
Veintinueve; Grand piano
Treinta; sonríe.
Treinta y uno; love the way you lie
Treinta y dos; Alsacia
Treinta y tres; amigos
Treinta y cuatro; encuentros.
Treinta y cinco; Dicaprio
Treinta y seis; ¿Jack?
Treinta y siete; dark side
Alissa Lassarre 0.1
TERCERA TEMPORADA
1
2
3.
4
5
6 (primera parte)
6 (segunda parte)
7 (I)
7 (II)
8
9
10
11
12
13
14
16
17 (I)
17 (II)
18 (I)
18 (II)
19 (I)
19 (II)
20
21
22
23
24
25
26
27; What a time
Reputation
28; El final de un nuevo comienzo
Epílogo

15

3.3K 320 56
By desirealba


Justin me coge y ambos caemos en el agua fría de la piscina. Habíamos pasado un medio día adormilados en el sofá y después de reponer fuerzas, allí estábamos, jugando como si fuesemos dos niños de nuevo. Tenía varios flotadores en la piscina y Justin me ayuda a subirme en uno de ellos.

Él se monta en otro e intenta tirarme con su pie empujando el flotador.

Grito y me río mientras intento quitar su pie del flotador, y él, saca una pistola de agua que habían comprado Am y Alex la última vez y empieza a echarme agua.

— ¡Para! —Río.

— Di que soy el más guapo del mundo.

— ¡Eres el más guapo del mundo! ¡Para! —Mis manos están hacia delante, protegiendome.

El agua cesa y lo miro. Se está bañando en boxer porque no tiene bañador aquí y yo estoy en ropa interior.

— ¿Por qué no te montas aquí conmigo? —Dice dejando la pistola a un lado y acomodandose en el gran flotador.

— No, porque me vas a llevar por el camino del pecado.

Justin suelta una sonora carcajada y sonrío al verlo reír de esa manera. Le tiro agua y él deja de reírse.

— Mudate a Nueva York —sugiere.

— ¿A Nueva York?

— Para que estemos más cerca.

— Lo pensaré —me tumbo en la colchoneta y miro al cielo despejado.

Hace un día bonito donde el sol da con fuerza y metidos en la piscina daba gusto estar. Nuestras colchonetas chocan porque Justin ha estado remando hacia mí y cuando veo su mano, la sostengo.

— ¿Vais a vivir en Nueva York?

— Es donde está su familia.

— ¿Y tu familia? —Le pregunto.

— Nueva York será nuestra base. Estaremos entre Nueva York Y Los Ángeles.

— ¿Cuándo tienes que irte?

— Pasado mañana. Nadie puede saber lo nuestro, ¿Vale?

Me incorporo un poco y lo miro. Sus ojos marrones brillan y su pelo mojado está echado hacía atrás.

— De acuerdo. Siempre tenemos relaciones extrañas.

— Somos extraños, ¿recuerdas?

— Cómo olvidarlo —vuelvo a recostarme en la colchoneta—. Se nos puede ver juntos en la calle, ¿no?

— Sí.

— Entonces podemos salir a tomar un helado.

— Podemos hacer lo que quieras.

Sonrío abiertamente y me levanto en la colchoneta aún con su mano cogida.

— No dejes que las colchonetas se separen.

Justin se incorpora y me ayuda a pasar de una colchoneta a otra, con éxito. Me apoyo en su cuerpo y después me recuesto a su lado.

Su mano empieza a acariciar mi pelo y lo miro.

— Siento que tengamos que estar en esta situación.

— Que remedio, imagino que Scooter no se puede enterar —Justin niega con la cabeza—. Será algo solo nuestro, ¿vale?

— Vale.

Nuestros ojos siguen en contacto y la colchoneta se mueve por toda la piscina.

— Mudate a Nueva York. Así podremos vernos más a menudo.

— ¿No sería sospechoso?

— Me da igual, estaríamos más cerca. Solo será un mes y algo, después volveré a Los Ángeles.

— Lo tenéis todo planeado.

— Todo está escrito. Si te mudas, te estaré esperando y podríamos ir al estudio.

— ¿Cuándo vas a sacar música?

— Aún no es el momento. No estoy preparado.

— Me preocupas —paso una mano por su mejilla.

— Estoy bien —sonríe—. Solo algo cansado de la vida, pero estoy bien.

Su frente se pega a la mía y cierro los ojos disfrutando del afecto. Me había sentido sola y tenerlo aquí era diferente.

— ¿Te vas a casar con ella? —Pregunto murmurando.

— No, pero haremos creer al mundo que sí. Sigo enamorado de ti, solo quiero casarme contigo.

— Aún soy muy joven —Sonrío y abro los ojos para encontrarme su mirada penetrante.

— ¿Joven? Nunca se es demasiado joven si amas a esa persona.

— Justin, a día de hoy, ninguno de los dos sabemos lo que el destino nos tiene preparados.

— Te quiero, y tú también me quieres, ¿no?

— Sí, pero precipitarse es tu mayor virtud. Deja que las cosas sucedan y lleguen cuando tenga que llegar.

— Hmmmm...

Justin empieza a darme besos por todo mi rostro y me río.

— Estoy escribiendo un libro —le informo.

— ¿Un libro sobre qué? —Él me estrecha entre sus brazos.

— Sobre mí. ¿Sobre qué más va a ser?

— ¿Y cómo va a llamarse?

— Hmmm... Strangers.

— ¿Strangers? ¿Crees que la gente lo leerá? ¿Salgo yo?

— Puede que salgas y sí, creo que la gente lo leerá.

— Me gustaría leerlo primero.

Sonrío y beso su mejilla para después bajarme de la colchoneta y caer en el agua.

— ¿Dónde vas, preciosa? —Me pregunta mientras nado a las escaleras.

— A ducharme, quiero ese helado.

— Te acompaño.

— Hay tres baños, duchate en otro —Salgo de la piscina.

— ¿Qué? Yo quiero en el tuyo.

— El mio va a estar ocupado por mi. Se un niño bueno, Jay —me lio con la toalla y entro en casa.

Justin está esperándome en la entrada y silva cuando me ve.

— Qué guapa.

— Siempre. Si algún día sales conmigo y se hace público, a no ser que los dos vayamos de Sport, por favor, jeans y camisetas de tu talla.

— ¿Me vas a cambiar el estilo?

— ¿No es lo que hacen las novias? ¿Ir amoldando un poco al chico?

Justin se acerca a mí y pone sus manos en mi cintura. — Me gusta como suena la palabra novia.

Junto mis labios en una fina línea y sonrío sin enseñar mis dientes. Paso mi mano por su pecho y las subo hasta su pelo.

— ¿Te puedo cortar las puntas?

— No —se ríe—. No me fío de ti.

— ¿Has probado a peinartelo hacia atrás?

— Se me ven mucho las entradas.

— Te estás haciendo viejo.

— No más que tú, ¿Nos vamos?

Asiento y se separa de mí. Coge mi mano mientras salimos de casa y me abre la puerta de su alto coche para que entre. Me tiene que ayudar a subir y se lo agradezco.

No nos habíamos besado, ni siquiera habíamos tenido un contacto íntimo y eso me gustaba porque íbamos lento.

No sabía como iba a ir todo esto pero tenía que tener mucho cuidado con poner de nuevo todo mi corazón en juego por él.

Quizás no era una decisión acertada, pero había decidido arriesgarme.

Bajamos del coche y ambos caminamos midiendo la distancia hasta la heladería. Ambos pedimos un helado y nos sentamos en una de las mesas que están más al final. Uno frente al otro.

Empezamos a comer en silencio y miro a mi alrededor para comprobar que varias personas tienen sus móviles apuntando en nuestra dirección.

— Australia parece un buen sitio para vivir —le digo.

— Hay una plaga de arañas.

— Ya no me parece tan interesante.

Justin se ríe y come de su helado mientras me mira divertido.

— Nueva York —dice él—. Es genial.

— Nueva York es agobiante.

— ¿Canadá? Una casa como la que tiene mi padre. Un rancho.

— ¿Un rancho? Ni hablar, no me gustan los animales.

— Fingiré que no he oído eso.

— Me conformo con una casa a las afueras, donde los paparazis no puedan sacarnos fotos.

— Así que... ¿Nos vamos a vivir juntos? —Me mira alzando sus cejas.

— Solo estamos hablando.

— De un futuro juntos.

— Deja que todo suceda. Tiempo al tiempo, solo estamos hablando.

Justin sonríe y se mete una cucharada de helado en la boca. El problema de Justin es que se emocionaba más que una chica.

Yo estaba tomándome mi tiempo en intentar conocerme a mi misma y en controlar la ansiedad. Estaba intentando mejorar para volver a mi carrera cuanto antes.

¿Por qué?

Aunque necesitaba un respiro, era muy intensa y necesitaba que la gente escuchara lo que estaba grabando.

— Entonces no podemos hacer nada juntos.

— ¿A qué te refieres? —Pregunta.

— Ir de viaje a la playa.

— Si llevas a alguien más podría llevar también a Hailey y así no sería tan sospechoso.

— ¿Pretendes que me vaya de vacaciones con ella?

— No te pongas celosa, solo tengo ojos para ti, pero sería una buena oportunidad para mostrarle al mundo que solo somos amigos y que conoces a mi prometida.

— Me lo pensaré —hago una mueca—. Aunque... no. ¿Quieres que esté delante mientras te agarras de su mano y la besas? —niego con la cabeza.

Justin pasa la lengua por sus labios y echa el helado a un lado.

— Solo... unos meses.

— ¿Hasta cuando?

— El año que viene.

— Pensé que era este año, es mucho tiempo, Justin.

— Lo sé, lo sé —murmura.

— No me gusta, lo siento.

— ¿No te gusta?

— La situación. No creo que me merezca esto, podemos ser amigos si quieres, pero nada más. ¿Has terminado? Quiero volver a casa.

Me levanto y Justin me sigue fuera. Se pone a mi lado y los paparazzis nos abren camino hacia el coche, como si tuviéramos veinte escoltas.

Justin me ayuda a subir a su coche bajo la risa de algunos y me pongo el cinturón, mirando hacia el frente, esperando que él se monte.

Él suspira pesadamente y pongo la radio.

— Lo entiendo —dice.

— Me alegro.

— Te daría el puto mundo si lo tuviera en en mis manos, lo sabes.

— No, no lo sé. No me lo has demostrado.

Justin golpea el volante y me sobresalto.

— No hagas eso, por favor —le pido—. Sabes que llevo razón.

— ¿Y por qué me hiciste pensar que podíamos tener algo de nuevo?

— Porque pensé que en unos meses se acabaría, no el año que viene. Tienes mi amistad, no puedo darte nada más.

Justin para frente a casa y abro la puerta del garaje. No tardo en estar dentro de casa y Justin me pisa los talones.

Coge mi muñeca y me giro.

— No quiero que estemos mal —me acerca a él y me abraza.

— Eres confuso.

— Lo siento.

— No quiero que pidas perdón. Hacer las cosas bien de vez en cuando no estaría nada mal —paso mis brazos por su cuello y mi mano por su pelo—. Y podría recomendarte una mascarilla, no puedo meter los dedos en tu pelo.

— ¿Por qué no te callas un rato y me abrazas, luciérnaga? Lo necesito.

Cierro la boca y sigo abrazándolo.

— Aunque sí, no me vendría mal que me recomendaras una mascarilla.

Sonrío abiertamente y él se separa un poco de mí para repartir besos por mi mejilla.

— ¿Puedo quedarme aquí hasta mañana? —Pregunta.

— Vale.

...

Muerdo el trozo de pizza mientras vemos una película: Extraños. Noche de Cacería.

La verdad era que estaba al borde de un ataque de ansiedad debido a la película. Ya había hablado con la televisión varias veces en español haciendo a Justin sonreír a pesar de que no me entendía.

Él se había acomodado en la habitación de invitados mientras todo lo que podíamos llegar a ser se iba por el desagüe una vez más.

— Se ha olvidado la pistola —dice Justin.

— ¡Lo he visto! —Alzo mis manos— Lo único que tienen para defenderse y se le olvida.

— No sabemos cómo reaccionariamos nosotros, si seríamos capaces de disparar.

Junto mis labios en una fina línea y asiento porque es verdad.

— ¿Me dejarás a Esther?

— Mañana la tendrás aquí.

Sonrío y me levanto para darle de comer al pez mientras mantengo un ojo en la película.

Esa noche, como siempre, no puedo dormir y me voy al jardín con la guitarra y mi libreta.

— Cariño eres todo lo que necesito. Cariño eres todo lo que veo —canto en voz baja mientras paso los dedos por las cuerdas de la guitarra.

Había estado escribiendo frases varias y llevaba varios días intentando ordenarlo todo, pero faltaba algo.

— Echo de menos el roce de tu piel, lo quiero todo, estoy de rodillas. Siento como me tocas, cariño es agridulce porque lo deseo pero jamás me imaginé que tu toque me haría sangrar.

Miro las siguientes frases y sigo tocando la melodía con la guitarra.

— Todo lo que haces es hablar, ¿Qué dices? Quiero alejarme, cariño, muy lejos. Cansada de tus juegos, sí, tú juegas.

Bostezo y miro de nuevo la libreta. Dejo de tocar y cojo el bolígrafo para apuntar lo que se me ha ocurrido.

— Pero cariño, amarte no es fácil —dejo de cantar—. ¿Y ahora qué? —murmuro.

— Es fuego y después lluvia.

La voz de Justin hace que me sobresalte y mire hacia el ventanal donde él está con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones cortos de deporte. Camina hasta sentarse en una silla cercana a mí y coge la libreta y el bolígrafo.

— Canta de nuevo —me da la libreta y carraspeo porque estoy nerviosa.

Él coge mi móvil que está encima de la mesa y veo que pone la grabadora.

Vuelvo a cantar todo lo de antes y añado lo que él ha dicho.

— Vuelve a cantarlo de nuevo y no dejes de tocar.

Parece concentrado, así que, hago lo que me pide y añado una frase:

— Dije que amarte no es fácil —canto.

— Cariño, eres lo que anhelo y no quiero desperdiciarlo. Tarde en la noche es cuando más te necesito —canta Justin y sonrío.

— Toda la maldita noche es cuando más te necesito —continúo—. Llévame lejos.

— Dije que amarte no es fácil.

— Pero sigues haciendo lo mismo, sigues haciendo lo mismo.

Justin está mirando hacia sus manos y sigo tocando, esperando que a alguno se nos ocurra algo.

— Solo necesito una pequeña probada —canta— Cariño eres todo lo que pruebo. Amo tocar tu cuerpo, cariño tráelo aquí. Amándolo en lugares caros.

— Amándolo hasta odiarnos. Empujando hasta rompernos, espero que tu corazón no desaparezca.

— Amarte no es fácil —canta Justin y me mira con una sonrisa en su rostro.

— Es fuego y después lluvia, es fuego y después lluvia —sigo.

— Dije que amarte no es fácil.

— Cariño, eres todo o que anhelo y no quiero desperdiciarlo.

Cantamos los dos a la vez y Justin empieza a golpear la mesa con la mano llevando el ritmo. Ambos estamos disfrutando y creando música como antes. Nadie sabía cuánto había echado de menos estos momentos. Dejo de tocar y Justin para la grabadora. Sonreímos abiertamente y dejo la guitarra a un lado.

— ¿Tú también habías echado de menos esto? —Pregunta.

— Sí.

— Podríamos llamar a Poo mañana —dice.

— ¿Para grabarla?

— Sí, quiero ayudar a producirla.

— Podemos cantar los dos.

— Eso no es una buena idea, ninguna canción que hemos grabado los dos ha salido a la luz, deberías cantarla tú.

— Ryan Tedder —digo.

— ¿Ryan Tedder?

— Sí, he trabajado varias veces con él y creo que haría maravillas con esta canción. Déjame contactar con él y te enviaré lo que me diga.

— De acuerdo —se echa hacia atrás y se apoya sobre el respaldo de la silla—. Ven aquí —palmea sus piernas—. Vamos a escuchar la canción.

Muerdo con fuerza mi labio inferior y Justin pone el audio que hemos grabado. Me siento en su regazo y rodea mi cuerpo mientras la canción suena.

— No quiero algo acústico de esto, podría ser algo más movido. Un día David dijo que él quería hacer a la gente emocionarse con sus canciones mientas bailan, de ahí 2U.

— Colaboraste en escribir la letra de esa canción.

— Sí. David es genial, siempre está contando conmigo y enseñándome. Solo falta que me enseñe a pinchar y quitarle el puesto en los festivales.

Justin se ríe y ambos nos quedamos callados mirándonos. Sube su mano a mi mejilla y la acaricia después de meter mi pelo tras mi oreja. Pego mi frente a la suya y cierro los ojos. 

...

Bueno, ¿Qué pasará con Jalissa?

La canción se llama: Ain't easy - Jamie Fine y Elijah Woods. 

El contrato de Justin dura más de lo que Alissa creía. ¿Es Justin para Alissa?

¿Rompera nuestro rubio indigente el contrato para estar con la chica que quiere o seguirá hacia delante?

Continue Reading

You'll Also Like

519K 82.6K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
239K 13.7K 62
Las vacaciones de verano han llegado a su fin y con ellas muchos de los romances que se iniciaron. ¿Que comienza ahora? ¡Pues si! Un nuevo curso en H...
21.1K 1K 38
La vida bohemia es algo que muy pocas personas pueden permitirse. Sarella Salvatore, una italiana que nunca encajó en lo que le enseñaron como "su m...
320K 21.8K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.