Okey, no sé como comenzar esto, realmente. Así que diré lo que me salga desde el corazón, éste corazón de pendejo que latió con fuerza al intercambiar palabras con vos, el que casi explota cuando te me confesaste y el que te busca siempre que no estoy a tu lado.
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Te amo demasiado, Yug. Te amo como no tienes idea. Gracias por hacerme feliz y ser mi compañero de boludeces, por hacerme sonreír aún cuando estaba triste, por aceptarme siendo un desastre andante y esperarme a pesar de todo.
Vos reconstruiste mis alas rotas, y ahora puedo volar de nuevo.
Siendo sincero, aún no entiendo como alguien como yo puede tener a alguien como vos. Tan hermoso a su manera, sin necesidad de extravagancia. Alguien que con un simple toque puede volverme loco, alguien que con una sonrisa y un mensaje en el muro me alegra el día de mierda que tengo. Aquél al que quiero abrazar y cuidar, mimar y complacer.
A la verga, te amo te amo te amo. Y si hubiera una palabra más fuerte que esa, la usaría.
¿Sabes? Ojalá todas éstas frases y demás cosas te hagan sonrojar. Amaría que eso esté pasando en éste mismo momento. Te ves precioso con los cachetes colorados, tanto que me dan ganas de besarlos miles de veces, hasta que se vuelvan aún más rojos.
Te buscaría en el fondo del mar y escalaría montañas hasta que mis rodillas se hieran solo para hallarte.
Estudiaría día y noche solo para aprender inglés o coreano y cantarte una canción en alguno de esos idiomas.
Iría a una escuela de piano, aprendería y tocaría una pieza compuesta por mí mismo en tu honor.
Dibujaría paisajes a pesar de mi mal gusto para el arte.
Y si, soy realmente un asco en esto, pero por vos haría lo que fuera.
Que quede claro, solo me pongo así de meloso con vos. Y dios, nunca me sentí tan soft en mi vida.
En fin...
Yug:
Prometo hacerte cada día más feliz, de verdad. Y si no lo hago, lo más probable es que ya haya muerto. Aunque ni siquiera la muerte podría detener todo esto que siento por vos.
¡Feliz primer mes, bebé!