-Katto, despierta, la comida esta lista -Dijo la abuela de Katto, Mia, sentada a un costado de la cama
Katto solo gruño
-Te hice tus empanadas favoritas
-Iré en 5 minutos Abuela -Refunfuño Katto
La abuela Mia se levanto y salio de la habitación. Katto se levanto un poco cansado, como si tuviera una resaca de esas que es difícil de desaparecer, pensó que ese dolor retumbante en su cabeza solo era mera culpa del estrés que sufrió anoche en su no deseable trabajo
-Katto ya pasaron 5 minutos -Grito desde la cocina su abuela
-Uggh, ya salgo -Reclamo Katto
Katto salio de su habitación, entrando directamente a la pequeña cocina donde su abuela hacia un jugo que por el color se deduciría que era de naranja
-kai, Ismael vino temprano hoy... -Acoto su abuela mientras se sentaba y dejaba el jarrón de refresco en el medio de la triangular mesa
-¿Le dijiste que ya le pagaremos la renta? -Pregunto Katto mientras se servia un poco de comida y bebida
-Si, me dijo que debíamos dos meses y con este ya serian tres
-Lo se...
-Pero dijo que nos aguantara unos días mas -Agrego alegre
-No te preocupes nana en unos días cobrare, con el dinero del restaurante podre pagar al menos un mes y medio de renta
-No te preocupes, no deberías trabajar. En el momento que terminaste la escuela tendrías que haberte ido a la universidad, no a trabajar en un restaurante chino, eres mas grande que solo eso kai, yo lo se
-Pero ¿quien nos pagara los gastos? -Pregunto Katto de manera sarcástica -. Mientras tu, estés cómoda, todo estará bien
-a veces me siento una carga -Rezongo la señora de unos 60 años
-No lo eres, aunque haya sufrido algunos problemas, de la única cosa que estoy seguro es que fuiste la mejor abuela durante estos 20 años
-Gracias -Fue lo único que pudo responder Mia mientras abrazaba a su pequeño no tan pequeño nieto
-¿Ya te dije que odio esta mesa? -Pregunto Katto interrumpiendo el momento
-Ya y demasiadas -Respondió su abuela soltando luego una risita
-¿Que mesa es triangular? -Pregunto Katto nuevamente -. Tiene menos sentido que esta vida
-No importa el sin sentido que tienen las cosas, la idea es darle tu mismo a esas cosas el sent.... -Dijo la abuela Mia
-El sentido a esas cosas, ya se Abuela -Interrumpió un poco fatigado Katto -. No quiero otro sermón que haga referencia a una de tus historias infantiles
-No son infantiles niño -Contesto Mia
-Historias que hablen sobre un encapuchado que rescata princesas y derrote a hombres malos -Dijo Katto -. Disculpa abuela pero eso suena a las historias de caballeros y un poco a la película del zorro
-Bueno estas historias "infantiles" si sucedieron y el zorro fue una historia antes que una película
-¿Vas a empezar otra vez con esas cosas? -Pregunto un poco exhausto Katto
-Aunque no lo quieras ver como yo lo veo, son reales
Sonó el celular de Katto, vio el mensaje que le acababa de llegar para dar una leve sonrisa
-¿Es esa chica de nuevo? -Pregunto su abuela -. ¿Yumi?
-Yuga abuela -Corrigió Katto -. Y me espera abajo para ir a hacer unas cosas
-¿Por que no le dices que suba? -Pregunta su abuela
-Es que el ascensor esta roto abuela y tendrá que subir 5 pisos -Indico Katto
-Esta bien, me agrada esa niña, ademas vivió en mi hogar
-¿Estas diciendo que te agrada Yuga solo por ser japonesa? -Pregunto Katto
-Si, ver a gente que vivió donde pase mi infancia es una forma de nostalgia que tengo para recordar de donde vengo -Dijo Mia con una gran sabiduría
-Sin esa aclaración, sonaste demasiado racista abuela
-Creo que eso no es racista Katto, es preferencia, nada mas
Sonó nuevamente el celular de Katto
-Te salvas por ahora de lo políticamente correcto -Dijo Katto mientras agarraba una campera vaquera del perchero y se fue
-Si supiera -Suspiro Mia
Katto bajo rápidamente de las escaleras y fue directo hacia la puerta trasera del edificio con una apariencia de mala muerte
-Hasta que al final sales amigo K -Exclamo con enfado Yuga
-Disculpa, es que mi abuela me mantuvo en una conversación sobre preferencias -Dijo de manera extrañada, por la forma rara que sonaba todo eso
-Wow, demasiada información
-Creo que tienes razón
-Entonces, ¿no te olvidaste de que ayer quedamos para salir hoy? -Pregunto
-No, me acuerdo de exactamente todo -Respondió Katto -. Creo que ya estoy bien
-¿Pero recordaste algo? -Pregunto Yuga
-No, Nada
-Es muy raro -Agrego extrañada Yuga
-Empiezo a creer que no recordare nada
-Ya recordaras, ya veras -Consoló Yuga
-Es raro -Murmuro Katto
Ambos empezaron a caminar rumbo a una pequeña plaza que se encontraba en el centro de la ciudad
-¿Hace cuanto sufriste ese accidente?
-Y dos años ya
-¿No recuerdas nada?
-Sentí como si hubiera nacido con 18 años
-¿Pero no tienes ni un recuerdo?
-Si... Bueno no... no exactamente
-¿No entiendo? -Pregunto confundida
-Tengo unos... son como sueños, pequeños fragmentos
-¿Y como son?
-Un hombre y una mujer hablando a mis espaldas... La mujer vestida de manera elegante y finísima, el hombre de manera rara, pero se resaltaba un chaleco de cuero con capucha... Pero no escucho nada, solo los veo llorar mientras me entregan unos guantes de cuero... de ahí todo se vuelve confuso, solo veo que estoy en un lugar a oscuras y entre el espacio de ambas puertas sobresalía una luz amarillenta
-Eso debió ser un sueño amigo K -Dijo Yuga
-Tal vez, lo mas seguro que si -Indico Katto
Edificio desconocido, Ciudad desconocida
-Es hora -Dijo un anciano con una túnica morada que una capucha que cubría la mayoría de su rostro
-Llego el momento -Empezaron a murmurar muchos hombres vestidos de igual manera pero sin la gema roja que se ubicaba en la punta de la capucha
-El es el elegido -Volvió a decir en vos alta el anciano
-Acabe con cien metamórficos, soy el elegido -Dijo un hombre de unos 30 años con una túnica sin la capucha puesta mostrando un rostro con una barba no tan exuberante y unos ojos marrones con algunas canas en su cuero cabelludo
El hombre se acerco al anciano, este ultimo le dio la espalda para agarrar una espada colocada en un altar de mármol y como si se tratara de una coronación de la edad media empezó a decir un discurso en italiano
-Y al otorgarte esta espada, te encomiendo la misión de poder acabar con el traidor y traer con nosotros la reliquia que nuestra hermandad tuvo perdida durante años, te nombro: Balduino el cegador.
-