- Se me ha hecho corto la caminata, no me lo puedo creer
- ¡Está vez será más que la nariz! - exclamó Ferran dispuesto a correr hacia el portal de nuestra casa, donde se encontraba Dante el cual parecía muy abatido
- Ni se te ocurra Ferran, no vale la pena.
- Pero…
- Hazme caso además recuerda que te dije que si se merecía otro quería dárselo yo.
- Como quieras.
Para entonces ya nos encontrábamos a escasos metros del portal en el que Dante nos esperaba. Éste al vernos se levantó súbitamente.
-Deb yo
- Ni se te ocurra intentar excusarte
- Dorian me ha contado lo que ha pasado y te juro que esa droga no era mía
- Dante no me interesa hablar contigo, no quiero saber nada de ti, no me hables, no me llames quiero olvidarte, no habrá un nosotros nunca más.- dije entrando en el portal y cerrando la puerta tras de mí.
- Bien dicho- dijo Ferran
- Espera me dejaba una cosa.- dije volteándome de nuevo hacia la puerta para abrirla - Tengo una última cosa que darte
- ¿Qué cosa? dijo Dante intrigado y medio segundo recibía un puñetazo en la nariz que nada tenía que envidiarle al dado por Ferran el día anterior- Dije que el siguiente te lo daría yo - comenté antes de cerrar la puerta de nuevo dejando a Dante en el suelo y con la nariz sangrando.
Los días siguientes al conflicto sucedieron bastante deprisa ya que dejé que la rutina se apoderara de mí. Iba de casa a la universidad, de la universidad a casa y luego a actuar. Obviamente conté lo sucedido a mis compañeros y amigos de la universidad así como a los miembros del grupo. Todos se mostraron entristecidos por lo sucedido, hasta Jacob reconoció estar sorprendido con lo sucedido. La única persona que parecía estar disfrutando de la situación era Vivian, quien irremediablemente se había enterado de todo, aunque todavía no sé cómo, supongo que a pete de falta de cerebro es chismosa y evidentemente se encargaba de recordarme cada día lo feliz que era ella ante mi desgracia.
-Te dije que ese chico no te convenía - dijo un día apareciendo de repente tras de mí - Intenté avisarte, pero tú no me hiciste caso y mira como te ves ahora pobre desgraciada.
- ¡Déjala en paz de una maldita vez arpía!- gritó una Megan irreconocible
- ¿Cómo has dicho?
- Ya me has oído ¿Tú crees que por hundir al resto del mundo en la miseria te vas a sentir mejor? ¿A caso te funciona ese método? - cuestionó dejando a la aludida sin palabras - Deja que te diga algo bonita, Deb está sufriendo sí, pero ella tiene amigos que la apoyan y así lo harán siempre cosa que no se puede decir de ti así que si no quieres que entre todos te hagamos una carita de barbie nueva será mejor que te largues de aquí.
Me esperaba otra guerra mundial de Vivian frente a la vaciana, pero contrariamente a lo esperado, ésta dio media vuelta y se alejó del lugar.
-¡Impresionante Megan!- exclamó Beth
-¡Sí! ¡Tienes golpes escondidos!- intervino Josh
- Perdón si he perdido el control -contestó Megan volviendo a su estado natural avergonzada- Pero es que ma sacó de quicio
- Nada de eso muchas gracias por tu intervención Megan ni yo misma podría haberlo hecho mejor - dije
- ¡Bueno Jacke, ya has visto como es! Yo de ti no la cabrearía mucho - bromeó Beth
- Tomo nota - contestó éste agarrando a Megan de la cintura para tomarla entre sus brazos y darle así un beso.
- Bueno chicos, estoy algo cansada así que creo que me voy para casa
- ¿Quieres que te acompañemos?-inquirió Beth
- No, tranquilos me gusta caminar por la playa al atardecer
- Como quieras, cualquier cosa nos llamas
- Sí, descuida- dije a modo de despedida dejando a mi pequeño grupo de amigos sentados me dirigí a la playa, para tranquilizarme un poco.