¿Cómo reaccionaría en una pelea al verte intentando ayudarle?
*Aries, Piscis, Virgo, Escorpio, Libra, Sagitario:
Estaban en medio de un gran círculo de Centinelas, ellos querían llevarse al Gris al cónclave, tú no lo permitirías.
-Están locos si piensan que nos podrán vencer un par de monstruos que ni siquiera deberían existir - lo dijo con asco, cerró los ojos, suspirando- Gris, se bueno y ven con nosotros y así no los lastimaremos... mucho - el centinela habló con una sonrisa cínica en el rostro, quisiste abalanzarte sobre él y hacer que se tratara sus palabras pero el Gris te detuvo. Agarrándote un brazo se acercó a ti, susurró: "Cuando te diga corre, corre", soltaste una ligera carcajada: " Si piensas que voy a dejar que te diviertas solo, estas muy mal", te devolvió un gesto que podría significar tanto "de acuerdo" como "espero que lo estés diciendo en broma", él era pésimo manifestando sus emociones y no hacía mucho que lo conocías así que seguía siendo un misterio para ti.
*Cáncer, Leo, Capricornio, Tauro, Acuario, Géminis:
En una parte olvidada de un cementerio, peleando contra un enemigo también olvidado, dos figuras luchaban a muerte. Cuando de repente los esbirros del demonio empezaron a llegar, tú saliste de tu escondite para cubrirle la espalda al Gris.
- Oye, debemos irnos, llegarán más y no podré protegerte -le gritaste cuando estuviste a su lado.
- Si quieres... Irte... Vete, no me interesa, yo... Puedo solo -cada pausa era: una tajada certera al cuello de cualquier esbirro que se le abalanzara, o el esfuerzo por esquivar las zarpas del enemigo- Si te quedas... Me estás estorbando... ¡Cuidado, maldita sea!
Te agachaste justo a tiempo, antes de que te desgarraran el cuello de un mordisco.
- Gris déjame ayudarte, yo sé que puedo -casi lo dijiste en un susurro, era una súplica. Hubo un silencio demoledor, quedaban pocos pero el demonio estaba huyendo. Había encontrado la salida del cementerio. La carnicería comenzó otra vez, pero el Gris no podía dejar que aquel ser saliera a la ciudad, aunque sea un demonio pequeño podría causar muchos problemas. Solo vio una solución, no lo pensó dos veces.
- Sé como puedes servir de algo -dijo al mismo tiempo que te lanzaba hacia los esbirros, mientras él iba en pos del demonio. Te había abandonado a, probablemente, morir dándole tiempo suficiente para ganar.