30 Días en detención ©

By jennifferplopez

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Ella tan fuego y él tan decidido a quemarse... ❝Nunca se está lo suficientemente jodido ni lo suficientemente... More

Sinopsis.
Prólogo.
Epígrafe + Dedicatoria.
Reparto.
Booktrailer + Playlist.
Conociendo a los personajes.
Capítulo 01.
Capítulo 03.
Capítulo 04.
Capítulo 05.
Capítulo 06.
Capítulo 07.
Capítulo 08.
Capítulo 09.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo extra.
Capítulo 18.

Capítulo 02.

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By jennifferplopez

🏫🏫🏫

Capítulo dos – Rubio teñido cara de niña.

—¿Qué dice el alumno predilecto que ahora está en detención?— pregunta Dorian mientras me adentro a su espaciosa habitación, no sé cómo supo que era yo si ni siquiera se ha volteado a ver.

Dejo caer mi mochila en una esquina cualquiera de la desordenada habitación y observo al sujeto sentado sin cuidado en una silla en frente de su computadora, viendo esas extrañas caricaturas de las que nunca me gustaron, mas mi compañero parece amar secretamente.

Dorian Cooper, el rubio teñido cara de niña—como yo le llamo— que se ha vuelto mi amigo más cercano desde hace tres años, cuando entré nuevo en el instituto School Brunx. Lleva burlándose de mí desde que le conté que me ha tocado castigo treinta días en detención.

—No empieces por favor, mejor ve a buscarme comida— le ordeno, pero el me ignora deliberadamente hasta que continúo insistiendo lanzándole todos los lujosos almohadones que permanecen a una esquina de su cama enorme.

—Ve búscala tú y no me jodas.

—Pero es tu casa— replico.

—Pero tú ya no eres visita— contraataca.

Ruedo los ojos y recuerdo el porqué vine a su casa tras salir del instituto.

—¿Por qué no fuiste a clases, Dorian?

—Estoy enfermo— respondió sin voltear a verme.

—No me digas, te veo en perfecta salud viendo esos muñequitos extraños.

—Se llaman Anime, Flavio— me corrige y se dispone a observarme tras poner pausa a sus "Anime".

—Como sea— le resto importancia con una mano.

—Estoy enfermo de ánimos. Ya sabes, el nuevo virus que anda, cuídate no te vayas a enfermar al igual que yo.

—Estás perdiendo muchas clases, Dorian. Si tus padres se enteran te va a ir mal—entrecierro los ojos en su dirección para que sepa que hablo en serio.

—Para eso tengo a un amigo cerebrito— fanfarronea, arqueo una ceja.

—Pues este amigo cerebrito tiene hambre, y si no lo alimentas no te pasará los apuntes de historia.

—Bah' esos se los puedo pedir a Marcus, él de seguro los tiene.

—También dile que te explique los ejercicios que saldrán en el próximo examen de matemáticas— sugiero campante.

—¡Diablos! Eso ya es jugar sucio— lloriquea, pero se va a la cocina para prepararme algo rápido de comer.

Me incorporo y camino hasta el escritorio donde descansa el computador de Dorian y tomo asiento en la silla, minimizo la página donde pierde su tiempo viendo esos anime y abro unos cortos minutos mis redes sociales para responder unos cuantos mensajes ya que se me acabaron los datos en del cel, encuentro uno en especial que me hace sonreír de oreja a oreja. Es de Paty, una vieja amiga diciéndome que vuelve mañana a la ciudad y estudiará lo que resta de año escolar en el School Brunx, no me da más explicaciones porque supongo que lo hará cuando nos veamos. Le respondo y luego me dedico a abrir un documento en Word en el que debo redactar un ensayo.

Lamentablemente no tengo un ordenador en casa, mucho menos internet. Solo poseo un teléfono celular en el cual de vez en cuando le entro datos para poder comunicarme vía internet. Siempre que nos dejan trabajos complicados que requieren de tecnología me dirijo a la casa de Dorian o a la biblioteca de la escuela.

Hoy no he podido ir a hacer este trabajo allí ya que después de clases tuve que ir a detención, para cuando salí la bibliotecaria se encontraba cerrando.

Detención. Mi segundo día no fue muy distinto al anterior, si no contamos que asistieron más alumnos de la cuenta. Nos pasamos la hora escuchando al parlanchín profesor Crover, las constantes payasadas de Mike y los comentarios borde de Miley cada que intentaba hablarle.

Está en mi naturaleza ser social, cuando no le caigo bien a alguien (el cual es un caso muy raro) me dedico a demostrar cuan errados están, es uno de mis mejores pasatiempos, pero parece que con Miley no funciona. Hoy me evitó como la peste.

Seguro fue porque hoy también le he cogido su asiento sagrado. Un gesto infantil, pero que me divierte.

Aún me parece extraño no haberla visto ni siquiera por los pasillos del instituto estos tres años que llevo estudiando allí. No se nada de ella, y creo que nadie que estudie en School Brunx ha de saber demasiado tampoco, pero hay algo en ella, no sé qué que la lleva a escabullirse todo el tiempo y no es para nada tímida, tampoco como ya mencioné antes es de esas asociales que se visten toda de negro y delinean sus ojos del mismo color mostrando esa imagen de gótica rebelde, es distinto, una vez le das un primer vistazo quieres saber lo que pasa por su mente. Misteriosa, eso es. Ella es todo lo que yo me esfuerzo en plantear en mis historias. ¿Cómo lo sé si solo son dos días que la veo? Joder, no le he quitado un ojo de encima a la muy sangrona.

Recuerdo cómo intenté sacarle conversación hoy, mas lo que recibía de ella era un enorme visto.

—Oye, ¿tú por qué estás aquí?—le pregunté.

—No es algo que te importe—Sentenció.

—Vale, no hay que ser tan grosera. Yo estoy aquí por no querer complacer los deseos sexuales de la profesora Clenton, ¿puedes creerlo?— insistí indignado al recordar los sucesos.

—No recuerdo haberte preguntado, tus problemas me saben a mierda.

—Oye, tranquila, vieja— levanté las manos en forma de rendición. Ni siquiera sabía el porqué de mi insistencia para caerle bien a esa sangrona.

—Para de hablarme, no me interesa entablar conversación contigo. ¿Okey?— tras decir aquello se cambió de asiento dejándome pensando el porqué de su indiferencia hacia mi. Me encogí de hombros y continué garabateando en mi libreta.

🏫🏫🏫

—Miley Grey, eres todo un poema—musito para mi mismo tras salir de los recuerdos.

—Servicio a la habitación— vocifera Dorian antes de aparte frente a mi con una bandeja que posee seis sándwiches y dos vasos con sumo de naranja. Nos repartimos cada uno con la misma porción nos disponemos a comer.

—Adivina quién viene mañana a Soutville nuevamente— hablo con la boca llena.

—Ni puta idea— dice con desdén

—Paty— tomo sorbos del zumo y luego le dedico toda mi atención a Dorian quien se atraganta con el suyo.

—¿Qué? ¿Y por qué? Se fue hace dos años del país y ahora vuelve ¿Para qué?— expresa consternado.

Arrugo el entrecejo por su falta de emoción ante la noticia. Patricia fue buena amiga de él durante el año que la conoció. Luego por razones que aún desconozco se fué de la cuidad y luego del país. Ella fue la primera amiga real que tuve. Desde pequeños niñatos, mi madre trabajó para sus padres que no es que sean extremadamente ricos, pero sí viven cómodamente. Ahí fue cuando la conocí. A pesar de que ella asistía a un colegio prestigioso y yo en ese entonces a uno semiprivado nos llevamos muy bien. Cuando me cambié de instituto y conocí a Dorian le presenté a Paty y parecían llevarse bien. Ahora no sé qué coño le pasa.

—¿Por qué pones cara de que no te sale el mojón? Ella solía caerte bien.

Mi amigo sacude la cabeza.

—Sí me cae bien, pero ya sabes. Se fue de la ciudad y luego del país sin darle tan siquiera una mísera razón a sus dos amigos, ahora vuelve. Es raro— dice tras encogerse de hombros.

—Ya nos explicará cuando llegue. Incluso estudiará lo que resta de año en School Brunx—agrego y eso terminó por descolocarlo.

—¿Sus padres la dejarán?— porque ya sabes cómo son con ella, al ser su única hija le la tratan como muñequita de porcelana, parece extraño que la dejen culminar sus estudios en un instituto público.

—Exactamente por eso, todo lo que pide se lo dan.

—Puta suerte— bufa.

—¿Te quejas? Tú corres con la misma suerte, te recuerdo la causa por la que estás estudiando en un instituto público y no en el costosísimo que asistía anteriormente.

—Se supone que eres mi amigo, no mi puto enemigo, me emputas, Flavio.

—Tienes que dejar de decir tanto la palabra "puta"— río.

—Obligame, perro— dice para luego estallar en carcajadas.

Creo que también es un poco aficionado a los memes, solo un poco.

—Cualquiera que te ve tan fuckboy moja bragas y ricachón que donde quiera que pisa deja descolocadas a las chicas y unos que otros chicos, si supieran lo friki que eres en secreto—niego desconcertado.

—Y tú tan responsable y con esos aires de chico bueno caritativo y que haces mojar a las chicas y posiblemente también le provoques una erección a algunos chicos con esas letras eróticas de tu blog, pero por dentro eres todo un loquillo peor que yo, y según fuentes sercanas has dejado a unas cuantas chicas casi en silla de ruedas tras...

—Cállate, maldito puto. Un caballero no cuenta esas cosas— bromeo porque él sabe mucho más que esas tonterías.

—Un caballero las graba y la muestra en 3D— se burla.

—A veces no sé ni porqué somos amigos— me quejo.

—Somos el complemento perfecto— se encoge de hombros—. Si hubiese sido homosexual créeme que hubieses sido el primero en mi lista para follar duro.

Arqueo una ceja.

—¿Has siquiera pensado en follarte a otros chicos en caso de que hubieses sido gay? Porque eso es raro, amigo.

—Putamente raro— asiente.

—Muy raro.

Reímos estrepitosamente.

—¿Cómo te fue hoy en detención?—interroga cambiando de tema.

—Del asco. No hacemos más que escuchar a Crover hablando, siempre pospone lo importante. No creo que en detención solo vayan a oír al profesor de matemáticas— ruedo los ojos.

—Créeme, ese es suficiente castigo—se burla—. Pero generalmente el trata de mantener a los alumnos ocupados con algún trabajo o encargo durante la hora de detención, si lo hacen logran salir de allí sin reporte alguno, sino, pues les toca vérselas con el director o el sub, no importa, los dos son familiares y vienen siendo lo mismo.

—Eso es raro, el subdirector nunca está al pendiente de lo que pasa en el insti, mucho menos su primo el director, pero llega su prometida diciéndole una artas de mentiras que no corrobora si son ciertas, sólo está de acuerdo con la detención y ya.

—Puedes ser el mejor del School Brunx, pero no eres quien le abre las piernas— le lanzo un zapato que alcanzo a ver en el suelo, pero él lo esquiva justo a tiempo.

🏫🏫🏫

Pasamos unas dos horas en la que yo vuelvo a retomar el trabajo que hacía anteriormente y luego le explico detalladamente los ejercicios de matemáticas. Nunca los entiende con el Maestro Crover, pero sí conmigo.

Dorian va en el mismo curso que yo, a pesar de que me lleva un año. Cuando estudiaba en un instituto costoso y de alta sociedad descuidó totalmente sus estudios, faltaba constantemente a clases, se dejó influenciar por personas peligrosas y adictas del mismo colegio. Por dichas razones perdió el año escolar y sus padres como castigo lo sacaron de allí , aunque vive en los mejores lados de Clansix City y para transportarse al instituto actual, público, se hace de su coche, lo único de lo que dispone de "lujo" actualmente.

Sus padres los cuales resultan ser estrictos con su educación, lo inscribieron en School Brunx que, a pesar de ser un centro público, la educación es demasiado buena en comparación con el costoso colegio donde anteriormente asistía. Todo lo hicieron con el motivo de que sentara cabeza, y lo ha hecho, pero porque se relaciona conmigo.

Me encargo personalmente de explicarle las clases que se le dificultan, pues padece de déficit de atención, lo ánimo a no faltar a cada materia y le paso los apuntes cuando por diversas razones lo hace. No lo lleva bien, en ocasiones se encierra en si mismo y se denigra diciéndose bruto. Piensa que lo de él no es el estudio ya que le cuesta muchísimo retener las cosas.

Frente a las personas parece ser un chico descuidado que sólo le interesan las chicas, pero dentro de las cuatro paredes de su habitación es uno totalmente opuesto; uno que lucha con su adicción a las sustancias tóxicas y su déficit de atención.

Tiene unos padres que lo aman y protegen mucho, pero no pasan casi tiempo en la casa, no porque no quieran, son gente importante en la ciudad y deben de hacerse cargo de una gran empresa y otros negocios. Además que siempre sacan tiempo para pasear todos juntos, hacen lo que está en sus manos.

La puerta de la habitación se abre y por ahí entra una joven hermosa de larga cabellera rubia y ojos medios grises ataviada en un uniforme de servicio.

—Permiso— interviene—. Ya terminé todos los quehaceres y pido permiso para retirarme señor Cooper.

—¿Qué te he dicho de las putas formalidades, Cristal?— pregunta Dorian riendo.

—Disculpa— baja su cabeza en rendición.

—De acuerdo, ya puedes marcharte. Muchas gracias.

La muchacha se despide y se marcha.

—Es linda— apunto.

—Lo es— Dorian añade.

🏫🏫🏫

Terminamos de estudiar entrada la noche, me encuentro recogiendo toda mi pertenecía cuando le hago la pregunta a Dorian.

—Oye, bro. ¿Conoces a una tal Miley del instituto?

Mi amigo que se encuentra con el celular en las manos aparta la vista de este y arquea una ceja en mi dirección.

—¿Miley Grey?

—Esa—asiento mientras cierro mi mochila pareciendo poco desinteresado en su respuesta.

Aclara su garganta.

—Solo que tiene dieciocho años y va en nuestro mismo año, solo comparte pocas materias contigo, las básicas, conmigo las comparte casi todas— habla mirándome con ojos entrecerrados. Conozco esa mirada.

Me enderezo y frunzo el ceño.

—¿Cómo que va en nuestro año?— nunca la había visto.

—Ella se encarga de eso, de que nadie repare en ella. Parece repeler a todo ser andante. Solo sé que no sale de detención—explica.

—Y eso es porque tú tampoco sales de allí— apunto.

—Tengo dos días que no voy— espeta orgulloso.

—¿Cómo es posible que no la haya visto nunca? Joder, yo conozco a todos.

—No a todos—corrige— ¿a qué viene tanto interés en esa chica cuando ni siquiera sabías de su existencia?

—Me odia.

—¿Alguien odia a Flavio Montés? Joder, eso sí es nuevo— se burla— tranquilo, eso es porque no te conoce bien, además ella no es de las que socializa. Las pocas veces que la he visto sólo ha sido en detención o en la última silla del curso.

—¿No te causa cierta curiosidad? Digo, porque no es que sea una nerd, o que sea jodidamente tímida o una malandra dueña del instituto que se encarga de hacer la vida imposible a todo el que la mire. Es diferente, como si fuese así por razones más allá.

—No, para pensar en todas esas cosas se necesita tiempo, y no creas que dedicaré el mío en sacar todas esas conclusiones de una chica que le vale madres— repone— tú no seas un grano en el culo de ella. Deja de dartelas del que todo lo quiere resolver, todo lo vuelves un misterio innecesariamente— me frunce el entrecejo.

—Bobadas tuyas, solo es inocente curididad— hablo tras colocar mi mochila en los hombros dispuesto a marcharme a casa.

—No te creo, pero ni modo. Ve con cuidado por ahí. Y escríbeme cuando llegues— me lanza las llaves de su auto para evitarme tener que gastar el poco de dinero que tengo en un taxi.

Vivo jodidamente lejos de donde el recide, pues él es de uno de los recidenciales más costosos y concurridos por personas de alta sociedad en Southville, mientras que yo vivo en el lado norte por las calles más tranquilas y humildes, no de lo más pobre o abarrotado de delincuentes, pero en comparación con estos sitios, sí que es humilde. Me presta su coche cada que me quedo hasta tarde en su casa, y al siguiente día me toca pasarlo a recoger para ir juntos a clases, lo que le viene como anillo al dedo ya que detesta conducir.

—¡No tengo datos!— vocifero saliendo de su habitación.

—¡Pésimo servicio, amigo!— vocea de vuelta.

Como me gusta pasar tiempo con él.

De camino a casa no me saco de la cabeza lo que me dijo Dorian. Esa Miley es todo un poema, cuyos versos me dejan descolocados y me tientan a recitarlos.

Sacudo mi cabeza y continúo mi camino desechando esos pensamientos, me detengo en uno de los restaurantes de comida rápida y compro la cena para mamá y para mí. No quiero que se dedique a bregar con la cocina a estas horas, se cansa demasiado y no me gusta para nada verla así.

Luego de eso voy directo a mi hogar.

🏫🏫🏫

********************************

¡Hola, chicuelos! Segundo capítulo porque se lo merecen.

Para ver si van entendiendo la cosa, ¿Cuáles son los problemas de los que padece Dorian?

¡Gracias por las tres mil visitas con sólo un capítulo!

Recuerden que por ser los primeros capítulos las cosas surgirán sin mucha acción, pero quédense y verán.

Y gracias por leerme y no olviden seguirme en mis redes sociales para noticias, informaciones, edits y adelantos.

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