Los Doce Meses

By Future_Present

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Un fic inspirado en la película con el mismo nombre. AU! En visperas de Año Nuevo, el tirano y egoísta rey Sa... More

Año Nuevo

Año Viejo

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By Future_Present


Hace varios siglos atrás, en antiguas tierras ya olvidadas, residía el próspero Reino de Konoha, dicho lugar no sólo era reconocido por sus tierras fértiles y agua dulce, o por las honorables familias que conforman a la nobleza o por el feroz ejército que lo protegía, ni siquiera por ser el hogar del Rey más polémico de la Era. Sino, por el gran y frondoso bosque que le servía de frontera natural entre los demás reinos y cuyos misterios y posibles secretos, abundaban en las leyendas de sus habitantes.

Nuestra historia comienza, de hecho, en este mismo bosque. En una mañana del más crudo de los inviernos, el cielo cubierto por pesadas y grises nubes y con los pinos luciendo sus trajes de nieve, refugiándose del temible frío, estaba un viejo zorro dormitando en su cueva.

-Hace mucho frío-se quejaba el zorro acurrucando más la cabeza en su esponjosa cola- Cuando era joven podía corretear a las avecillas para entrar en calor. Pero ahora...- tras un largo suspiro volvió a quedarse dormido.

O al menos eso intento, de no ser por el correteo de varios animales irresponsables que hizo temblar su acogedora cuevita.

-Juro que un dia de estos me voy a comer a esos mocosos- un temblor más fuerte que el anterior fue suficiente para que el pobre zorro asomara su cabeza- ¡Dejen dormir al projimo, impertinentes!-

-Lo sentimos mucho, Kurama-san- dijeron a coro ardillas y conejos con falsa inocencia mientras lanzaban unas risitas.

-Li sintimis michi, Kirimi-sin ¡Bah! ¡Pamplinas! ¿es que no vieron que día es hoy ni el frío que hace? ¡Váyanse antes de que les diga a sus padres!-

-Que fastidio...-

-¡Te escuche, mocoso!-

-Vamos, Kurama-san- dijo una conejita de pelaje beig y voz divertida- ¡Juegue con nosotros, así el frío también se le va!-

-¡Si, Kurama-san! ¡Por favor, por favor, por favooooooooor!-

-No- cortó en seco Kurama, haciendo caso omiso de las exclamaciones decepcionadas- Y ahora vayan a jugar a otro sitio ¡Ushcale, ushcale!-

-¡No se desanimen chicos, podemos jugar a las atrapadas sin ese viejo zorro gruñón!- volvió a exclamar la conejita- ¡Gaara, tú eliges quien la queda!-

-¡¿Ah?! ¡¿Por qué él y no yo, Temari?!- se quejó un conejo de pelaje café, Temari le dio un fuerte coscorrón.

-¡Callate, Kankuro, Gaara es el menor, compórtate!-

-Siempre lo escoges a él...- se quejaba con falsas lágrimas Kankuro.

-Tranquilo, Kankuro-kun. Que tu hermana prefiera a tu otro hermano antes que a ti, es muy normal, en todas las familias hay un favorito-

-...Muchas gracias, Sai. No sabes como me animas-

-No hay de que- respondio la ardilla de pelo negro sonriente sin entender el sarcasmo.

Así Kurama vio como esos roedores se iban alejando metidos en sus asuntos de lo más campantes de la vida.

-Y pensar que antes me conocían como El Terror del Bosque- se lamentaba con cierto pesar el pobre zorro, iba a paso lento a su amada cuevita divagando en si podría recuperar ese lindo sueño que tuvo con unas zorritas albinas cuando algo llamó su atención.

Un niño rubio de caminar hiperactivo, estaba silbando una cancioncilla pegadiza mientras arrastraba un trineo de madera. A Kurama no se le pasó el detalle de que el pequeño estaba poco abrigado para el clima que azotaba esas tierras, con un saco de lana naranja, una bufanda roja más larga que él y unos guantes a juego pero rotos en los dedos. Tampoco se le pasó por alto la forma esperanzada en que miraba las aves surcando el cielo.

-¿Que humano obligaría a su cachorro a salir con este frío?-

Kurama siguió observando al pequeño rubio, aprovechando que este aun no había reparado en su presencia. En un momento la mirada azulada del niño se apartó de las ya lejanas aves y volvió a perderse entre la flora cubierta de nieve, hasta que en un momento sus pasos se detuvieron abruptamente y su rostro adquirió una expresión de verdadera sorpresa. Kurama intrigado dirigió su mirada al mismo lugar hacia el que veía el rubio.

Eran las ardillas y los conejos reunidos en una ronda, en el centro de ella estaba un conejo de pelaje rojizo a quien la única coneja hembra había llamado Gaara.

-De tin, marín ¿quién sabe quien será? Al que toque al final quedara y la diversión entonces llegara para todos por igual, 1, 2, 3, 4, 5, 6, te toco, a, ti- termino de cantar de mala gana el más pequeño de los conejos mientras señalaba a una ardilla gordita.

El viejo zorro volvió a dirigir su mirada al niño quien había dejado olvidado su trineo y se había escondido detrás de un árbol. Sus ojos azules destellaban con el nítido brillo de alguien que ve algo maravilloso y fascinante por primera vez.

-"Oh"- pensó Kurama con cierta reverencia -"Asi que este año..."- no pudo evitar una pequeña risa se le escapara ante lo que esto significaba -"¡Vaya! Que interesante resultaste ser, cachorro"-

Abandonando su anterior empresa de dormirse una buena siestecita, Kirama se acomodó mejor entre los pastizales y decidió quedarse muy quietecito observando al niño que logró despertar por completo su interés.

-¡Pero yo no quiero perseguir, nunca atrapo a nadie!- se quejaba la ardilla gordita.

-Lo siento, Chouji, reglas son reglas.- dijo divertida Temari

-¡Shikamaru, diles algo!-

-Lo siento, amigo.- se disculpó una ardilla encogiendose de hombros- Reglas son reglas.-

El gordito parecia triste así que una ardilla de pelaje negro, con bastante pelaje sobre los ojos, y muy hiperactivo apoyo su patita en su hombro.

-¡Arriba, esos ánimos, Chouji-kun, vas a ver que nos divertiremos! ¡Que la fuerza de la juventud no te abandone!-

-Si, si, si- decían el resto de los animalitos.

-Y después te daremos una gran ración de bellotas cada uno- agregó Shikamaru.

-Si, si, si...¿qué?-

-Bueno- Chouji pareció más convencido- Si tanto insisten ¡Vamos a jugar!-

-¡Ese es el espíritu de la juventud!-

-¡Esto es increíble!- escucho Kirama que el niño exclamó por lo bajo, volvió a ver a los pequeños roedores ignorantes de que tenían público presente. Todos se estaban poniendo detrás de la ardilla gordita y comenzaron a entonar la canción para dar comienzo al juego.

-¡El no ve que lento es, demuestranos lo que es correr, en sus marcas, listos, fuera!- y así comenzaron a correr para todos lados ardillas y conejos buscando algún lugar de escondrijo antes de que los atraparan.

Si bien los conejos tenían a su favor unas patas fuertes para saltar alto cuando Chouji los alcanzaba, las ardillas eran las que mejor les iba pues podían escalar fácilmente cualquier árbol que se les cruzara y su compañero al ser más lento prefería centrarse más en los conejos que en ellas. Esto no les gustó nada a los conejos, quienes no tardaron en reclamar.

-¡Eso no es justo! ¡Los conejos no podemos trepar!-

-¡Y las ardillas no podemos saltar tan alto como los conejos y no andamos quejándonos por eso!- rezongó una ardilla de pelaje marrón.

-¡Pero es a nosotros a los que Chouji persigue siempre, Tenten!-

-¡Pues vayan a reclamarle a él!-

-¡Chouji!- grito Temari- ¡Deja de perseguirnos solo a nosotros!... ¡Kankuro, salta más rápido que te alcanza!-

-¡No al especismo!-

-¡Si, Chouji-kun! ¡El especismo no va con las llamas de la juventud!-

-¿Pero por qué todos me rezongan a mi?- se quejo Chouji, quien aprovechó el momento para hacer una pausa -Si yo les dije que no quería perseguir en primer lugar-

-Yo no recuerdo que dijeras eso- finjio demencia Kankuro.

-¡Si, si lo dije!-

-¡No, no lo dijiste!-

-¡Si, si lo dijo! ¡Yo escuche todo, ttebayo!-

Todos guardaron silencio.

-Chi-chi-chi-chicos... ese es un... ese es un...- trataba de hablar Tenten.

-Un humano...- completo Gaara.

-¡Hola! ¡Me llamo Uzumaki Naruto, y seré el mejor caballero de la historia, ttebayo! ¿Y ustedes?-

-¡AAAAAAAAAAAAAH!- y todos echaron a correr como si del lobo se tratara.

-¡No, no, no! ¡Esperen, por favor, no se vayan!- Naruto trato de perseguirlos pero las ardillas se habían metido rápido en el hueco de un árbol y los conejos se escondieron debajo de un montículo de nieve, incluso Chouji hizo un esfuerzo y se escondió en el tronco de un árbol podrido. Sin embargo Gaara al ser el más pequeño y de pelaje más llamativo había quedado en el punto de mira del rubio- ¡Te tengo!- exclamó feliz Naruto cuando atrapó al conejito pelirrojo.

-¡Gaara-kun!-

-¡Hermanito menor!-

-¡Oh! Entonces tu nombre es Gaara, ¿no? ¿Siempre has vivido en este bosque? ¿Todos los animales pueden hablar o solo las ardillas y conejos? ¿O solo funciona en roedores? Es que tengo un ratoncito en mi casa y quiero preguntarle si es él el que me come los calcetines o son las polillas ¿O las polillas también hablan?- pregunto todo contento Naruto, ignorante de los gritos impotentes de los parientes del conejito y las terribles intenciones que este tenía de clavar sus grandes dientes en la pequeña mano-¿Sabes, Gaara-kun? ¡Creo que eres muy lindo! ¿Quieres ser mi amigo?- le preguntó con una bella sonrisa.

Y fue ahí, en ese preciso instante, que todos los presentes pudieron observar cómo el aura asesina de Gaara se iba para transformarse en un manso y tierno conejito.

-¿Quieres ser mi amigo?- preguntó sorprendido Gaara.

-¡Seguro! ¿Y entonces? ¿Somos amigos?-

-Y-yo...-

-¡Oye tu, gigantón!- pero Gaara no pudo terminar de hablar porque un ejército de ardillas y conejos armados con cascos de nueces y ramitas como espadas liderados por sus hermanos lo interrumpió-¡Devuelvenos a nuestro hermano o lo vas a lamentar!

-¡Oh, pero si son una monada!-

-¡No somos monos, somos roedores!- grito ofendido Kankuro- ¡Ahora devuélveme a mi hermanito!-

-Así que ellos son tus hermanos- le dijo Naruto a Gaara mientras este asentía, con cuidado el rubio colocó al conejito con su familia- Muy bien, aquí está. Sano y salvo-

-¿Gaara, estas bien?-

-E-el quiere que seamos amigos- apenas si salía del shock el conejito.

-¿Está bien? ¿Se puso así solo por que le pregunte si podíamos ser amigos?- preguntó curioso el rubio mientras se arrodillaba hasta su altura, provocando que el pequeño Gaara se avergonzara más.

-Si. Ahora vete- corto Kankuro a quien ese humano pasó de atemorizar a caerle muy, pero muy, mal. Su instinto de hermano mayor le decía que aleje las garras de ese humano de su tierno hermano menor.

-¡¿Ah?! ¡Pero si todavía no responden ninguna de mis preguntas!- protestó Naruto.

-Y no lo haremos- se plantó firme el conejo- ¡Vuelve de donde viniste, humano raro!-

-¿Por qué soy raro? ¡Tu eres el conejo parlanchín!-

-¡Tu eres el humano que puede hablar con un conejo!-

-¡Yo nunca hable con un conejo antes, tu eres el primero, así que tu eres el raro!-

-¡Que no soy raro, cabeza hueca!-

-¡¿A quien llamas, cabeza hueca, patas planas?!

-¡Pero que escena tan graciosa!- una voz divertida corto la discusión- Un niño discutiendo con un pequeño conejo-

Los ojos del niño y de los animalitos se posaron en un hombre alto de rasgos maduros y largo cabello blanco enmarañado. Llevaba un trineo al igual que Naruto y vestía el uniforme distintivo de los sirvientes cercanos al Rey-

-¡Oiga, viejo!- le gritó Naruto olvidando cualquier formalidad o respeto hacia los mayores- ¡¿Usted también puede escuchar lo que dicen?!-

-¿Mmm?- se hizo el extrañado el hombre -¿Te refieres a los animales que acaban de irse?-

-¡¿EH?!- efectivamente, los animales habían escapado dejando un montón de huellas desperdigadas por todos lados que hacían imposible saber hacia donde huyeron- ¡Malditos bicharracos!- Naruto hubiese seguido insultando a los animalejos si la escandalosa risa del hombre no hubiese cortado su inspiración- ¡¿De que tanto se ríe?! ¡Por su culpa perdi a mis amigos, viejo tonto!-

-¡¿A quién llamas viejo tonto, mocoso idiota?!- onquirio irritado el mayor mientras le daba un fuerte coscorron en la cabeza al niño-¡¿Es que no sabes frente a quien estas?!- hizo unos cuantos movimoentos raros- ¡Yo soy el Gran y Fabuloso, el Increible Explorador y Aventurero: Jiraiya!- se presento en una pose que hacía relucir su genialidad.

-Ne ne, viejo raro, ya que usted es tan sabio ¿tiene idea de por qué pude hablar con esos animalitos?- Jiraiya se sintió muy ofendido porque su presentación de sí mismo había sido ignorada tan vilmente pero decidió respirar hondo y complacer la curiosidad infantil.

-¿Si sabes en que día estamos, no? Hoy es el último día del Año Viejo. Desde tiempos inmemoriales, el último día de todos los años, los animales hablan igual que nosotros, pero solo hasta la medianoche, cuando da inicio al Año Nuevo-

-¡Oooh!- exclamó maravillado Naruto -¿Todo eso es cierto?-

-¡Claro que es cierto! Pero el bosque permite que solo los buenos de corazón puedan entenderlos. La leyenda dice que el bosque hace esto como una oportunidad para que todos examinemos el año que termina y si miramos con cuidado, encontraremos el camino para ser mejores personas-

-¡Woah!- dijo maravillado el niño, pero luego se puso pensativo- ¿Entonces por qué los bichitos parecieron tan sorprendidos cuando hable con ellos?-

-Probablemente son tan jovenes como tu y ellos tampoco conocían la leyenda. A medida que pasa el tiempo las tradiciones y las historias se vuelven más propios de hombres viejos como yo que de niños como tu. A lo mejor tus pequeños amigos ahora están preguntando a alguien mayor de su especie porque pudieron hablar contigo. O puede que esten aquí, escondidos y escuchándonos- Jiraiya observo como los ojos azules del menor se iluminaron ante esa posibilidad y como escudriñaban la nieve y los árboles para ver si veía alguno de los animalitos- Dime niño ¿crees poder ser mejor persona para volver a hablar con tus nuevos amigos?-

-¡Si por supuesto, ttebayo!-El pequeño rubio entrecerró los ojos hizo una mueca pensativa- Pero yo siempre me esfuerzo por ser mejor persona, ttebayo-

-Esforzarse es muy importante. A veces puedes recibir ayuda de los lugares más inesperados- asintió Jiraiya- Una vez mi abuelo me contó que su bisabuelo siendo tan solo un niño conoció a doce hermanos, todos juntos alrededor de una gigante hoguera, en este mismo bosque ¿Sabes quienes eran?-

-¿Quiénes eran, viejo sabio?-

-Los doce meses- respondió con voz misteriosa el albino- Cada noche de año nuevo, los doce meses escogen a una persona de buen corazón para protegerla durante todo el año nuevo-

-¡¿En serio?!-

-¡En serio! ¿Por que deberia de mentirte?-

Naruto se quedó viendo con los ojos entrecerrados las pintas medio raras del viejito aquel, pero decidió tomarle la palabra, todos decían que los más locos eran los que más saben.

-Ne ne, viejito sabio ¿usted cree que yo podría verlos?-

-¿Quién sabe? Nada es imposible para las buenas personas- Jiraiya revolvió con fuerza el pelo del niño haciendo que este se quejara, pero realmente le gusto la muestra de cariño- Ahora, dime niño ¿cómo te llamas y que estas haciendo en este bosque tú solo?-

-¡Soy Uzumaki Naruto, el futuro mejor caballero de todos los tiempos, ttebayo!- se presentó con gran júbilo el menor- Estoy buscando leña. La vieja bruja de mi tutora me dijo que llevara leña para la casa, porque dice que sino se va a terminar muriendo de frío. Aunque yo le dije que las brujas solo se mueren cuando las queman, ttebayo-

Jiraiya lanzó una risa divertida pero en su mente se tejían pensamientos tristes.

-"Tan joven, apenas si sabe un poco del mundo, y ya perdió a las personas que más lo amaban en esta vida. Tan diferente, pero tan parecido--"- sus pensamientos fueron cortados cuando le surgió una idea.

-Hagamos un trato. Yo te ayudo con tu tarea y tu me ayudas con la mía. Así dejamos de sufrir tanto por este horrible frío ¿Te parece un buen plan, mocoso?-

-¡Seguro, ttebayo! Pero ¿cuál es su tarea, viejecito?- Jiraiya ya ni se esforzo en reprenderlo y con aires de superioridad le respondió.

-Tengo que buscar el árbol perfecto para la celebración del año nuevo. El mismísimo Rey me lo pidió en persona- el niño rubio vislumbro como los gestos de arrogancia abandonaba el rostro del mayor para dar paso a una expresión más seria - Aunque nuestro queridísimo Rey tiene un carácter... especial. Si no le gusta el árbol que le lleve, pues... será todo-

-¿De qué habla? ¿Qué le va hacer?-

-Cortara mi cabeza- respondió Jiraiya como quien habla del clima.

Naruto abrió los ojos inmensamente snte aquella confesión ¿Quien querría matar a un viejito tan simpático como Jiraiya-san? Es cierto que el pobre parecía medio loquito, pero esos eran achaques de la edad.

-¡Eso es horrible!-exclamó el niño- ¡¿Cómo alguien puede hacer algo tan espantoso, ttebayo?!- Jiraiya se encogió de hombros, quitándole importancia.

-El Rey amenaza con cortarles la cabeza a todos los que lo hagan infeliz. Desgraciadamente es infeliz todo el tiempo. Desde que su amado hermano mayor y sus queridos padres murieron no hay nada en el mundo que lo pueda hacer feliz-

-¿Nuestro Rey es huérfano?- se sorprendió el niño y su rostro se ensombreció por el entendimiento- Ya veo, ambos estamos solos-

-"La soledad es muy triste"- pensó el pequeño

-El podría tener amigos- continua Jiraiya en tono pensativo- Pero no hay nadie que lo haga entrar en razón. Se niega a aprender-

-¿O sea que no tiene a nadie que le enseñe a leer o escribir?- preguntó el rubio quien a pesar de no ir a la escuela había aprendido a escribir su nombre él solito.

-"No me siento muy tranquilo con un Rey que no sepa escribir su nombre, ttebayo"-

-No, al contrario. Iruka-sensei es un gran maestro, uno de los mejores- halago Jiraiya- Pero nuestro Rey se niega a aprender. Él cree estar por encima de toda la enseñanza. Y cuando uno no escucha, uno no aprende. Algo muy peligroso para alguien que está en el poder-

El rubio asintió, bastante pensativo. Las palabras del adulto quedaron grabadas a fuego en su memoria.

-¡Pero dejemos de hablar del Rey, que él está muy calentito en su palacio, mientras nosotros nos estamos congelando!- cortó el silencio Jiraiya- Mejor apurémonos a recoger tu leña que después tenemos que buscar ese bendito árbol- el rubio estuvo de acuerdo y juntos se internaron más en el bosque. Pero una duda asaltó a Naruto.

-Oiga, viejo ¿y usted qué hace en el palacio? No creo que solo lo tengan para buscar árboles en año nuevo, ttebayo-

-¿No te lo dije ya? Soy el Fabuloso Jiraiya, explorador y aventurero de la Familia Real. No hay tierras sin explorar para mi- respondió con aires de superioridad.

-¿Y por qué no está en una de sus aventuras y solo está buscando árboles?- inquirió el rubio quien creía que Jiraiya le estaba contando el cuento del tío.

-Por mi esposa- respondió con mirada soñadora el adulto- Ella me dijo que ya no estaba en edad para correr tantos peligros y me ordenó pedirle al Rey para que cumpliera tareas no tan "peligrosas"-

-¿Y por qué no le dijo a su esposa que quería seguir teniendo aventuras?-

-¡¿Estás loco?! ¡Me mataría!- el miedo en la cara de Jiraiya hizo que el rubio decidiera que jamás se iba a casar- Además...me iba a castigar con algo aún peor que la muerte-

-¿Algo peor que la muerte?- ladeo la cabeza el pequeño- ¿ Algo como qué?-

-Bueno, veras, cuando un señor y su señora se quieren mucho, ellos...-

Una explicación y traumas permanentes más tarde...

-¡VIEJO COCHINO!-

-¡¿A QUIEN LE DICES VIEJO COCHINO, MOCOSO?!-

xxXxx

Mientras, dentro de los muros del gran palacio de Konoha, en la Biblioteca de la Familia Real, otro niño estaba recibiendo una lección que seria útil en su vida aunque la estaba aprendiendo de muy mala manera.

-A-B-C... F-G...-

-No, no, no- rezongo un joven castaño, con una cicatriz que atravesaba su cara y vestido por una larga toga negra y un birrete del mismo color deteniendo su caminata alrededor del salón- Así no es el alfabeto, Sasuke-sama-

-Si no le gusta mi alfabeto, entonces dígalo usted- contesto arrogante el joven Rey, sin ni siquiera molestarse en borrar los garabatos torcidos que serian las letras que recitaba- Ya sabe que a mi nada de esto me interesa realmente, Iruka-

Iruka miro hacia al techo rogando internamente para que sus antepasados y los antiguos reyes le dieran paciencia para no tirarle las tizas por la cabeza a su Rey, quien por mucho que se jactara de su cargo, no era nada más que un chico de doce años con actitud de un niño de cinco.

El Rey Sasuke I, Gran Monarca de Konoha, descendiente directo de La Gran Casa Uchiha, había heredado el trono a los ocho años, después de que sus padres, los antiguos reyes, y su hermano mayor, heredero a la corona, murieran tras una La Horrible Peste que azotó a todo el continente, que arrasó con miles de vidas en los diferentes reinos. Desde que Sasuke asumió el manto como Rey de Konoha, todo lo referente a él se manejaba con extremo sigilo, tan era así que solo los más cercanos a la Corona sabían su nombre y ni siquiera se mostraba en Conferencias Internacionales, sino que siempre mandaba a su mano derecha como representante. Todas estas medidas habían sido analizadas y planificadas por los altos mandos del Estado, pues tras la milagrosa cura de la Hechicera Tsunade y tras cuatro años de crisis sanitaria, económica, social y política, Konoha iba lentamente regresando a la normalidad. El estado de debilidad del país más la corta edad de su Red podrán ser tomadas como ventajas para un país dispuesto a utilizar las armas y hacerse con los recursos de Konoha.

En la humilde opinión de Iruka, Sasuke era un chico muy peculiar. Era callado y pensativo, en algunos momentos adquiere una actitud sombría y seria que era la envidia de cualquier adulto, transmite una entereza que te hacía admirar, y poseía una mirada tan oscura que te era imposible no flaquear ante ella. Pero, a pesar de todo, y por mucho que Sasuke no quisiera admitirlo, era un humano y tenía sus defectos.

Era arrogante, presuntuoso y muy muy caprichoso, esto último no sabía si era producto de los excesivos mimos de su madre o de su hermano. Aunque no es que Sasuje hiciera lo que se dice habitualmente un berrinche, no es que se pusiera a llorar e hiciera pataletas en el suelo porque nadie le hacía su postre favorito. No, no. El chico era serio hasta en eso, tan solo tenía que dar su más profunda y aterradora mirada y después simplemente amenazaba con cortarle la cabeza a cualquiera que desafíe su autoridad soberana.

Pero si había algo que Iruka no entendía era por que Sasuke se negaba tanto a sus lecciones académicas. Y es que no era que el chico fuese estupido, al contrario, era muy inteligente, con Kakashi y Shisui-sama era un genio en lo que refería estrategias y diferentes formas de luchas, sabia la geografía de su tierra y la de reinos vecinos e incluso se había memorizado diferentes tipos de plantas venenosas, pero cuando se trataba de lecciones como matemáticas o lenguaje, el chico perdía completamente el interés por la materia, se negaba completamente a estudiar pn siquiera a leer un mísero libro de filosofia. Irika aceptaba que esto comparado con el esgrima era muy aburrido, pero un Rey que no se sabía ni la historia ni las leyes de su país (¡que no sabía escribir, por Kami-sama!) era un Reto que solo podía condenar al fracaso a su pueblo.

Iruka había hecho lo imposible para que Sasuke se concentra en sus clases. La Biblioteca había sido acondicionada con un pizarron ridiculamente gigante, había un escritorio para el Rey sobre una tarima de forma que pudiese escribir los dictados de su sensei y estar a mayor altura, como a él le gustaba, habak carteles con las tablas de multiplicar y otra con el abecedario pegados por todos lados, un telescopio cerca de la ventana y un globo terráqueo en otra punta, mantenía el lugar fuera de polvo y bien iluminado, incluso no lo regañaba cuando se ponía a hacer dibujos en las paredes y le permitía que trajese su serpiente, aquella que le obsequio su fallecido sensei, Orochimaru. El Rey siempre la llevaba en su jaula, más que nada para evitar que las bajas temperaturas afecten al reptil que por un posible infarto pudiese tener el que se cruzase con el bichito.

-Detesto las lecciones de caligrafía- la voz de Sasuke-sama lo devolvió a la realidad, el joven azabache se había sentado en su pupitre y miraba distraídamente a su serpiente que parecía dormitar.

-Vamos, Sasuke-sama, intentelo, es importante, por favor- trataba de animarlo el castaño- "El césped verde. El brillante sol, brilla sobre...-"

-Solo quiero escribir la palabra "verde"- corto el Rey y con su fina pluma comenzó a escribir- M-O-N-T-A-A...-

Por Kami-sama que el verdugo no le cortara la cabeza antes de que Iruka cometiera un atentado. Si no fuera porque Iruka aún conservaba la esperanza de poder llevar a Sasuke-sama por el camino correcto, hace tiempo hubiese renunciado y abriria ina pequeña escuela para aquellos que no tenían acceso a la educación, un sueño que tomaba mayor fuerza cuando veia que la Administración de Konoha solo se centraba en recuperar el área económica y armamentística y dejaba completamente de lado la educativa. La educación siempre fue un sector muy debil en el reino y tras la peste el golpe fue terrible, los pocos niños que asistían a educación primaria había desistido de la enseñanza para ayudar a sus padres en la crisis y solo aquellos que podían costearse un profesor particular acceden al aprendizaje.

Por eso Iruka se enojaba tanto con el Rey, quien a pesar de poseer el privilegio que muchos no tenían de acceder a la educación, lo despreciaba tan desinteresadamente.

-Disculpe que interrumpa su clase Iruka-sensei- los ojos castaños del.mencionado se toparon con la mirada gris del sensei de esgrima y Secretario de Shisui-sama, Kakashi quien hizo una reverencia ante el Rey- Anko-san le envia unos documentos que necesitan de su atención, Sasuke-sama. Son para el baile de Año Nuevo, es importante que de su autorización para ultimar detalles-

-Bien, no haré más tareas escolares, a cambio de mi firma- respondió Sasuke mientras hacía un garabato en los papeles(¡sin ni siquiera leerlos primero!)- Ahora marchate, Kakashi- el nombrado hizo una reverencia.

Mientras el albino se retiraba le dirigió una mirada de disculpa a Irruka. E Iruka se quería pegar un tiro ahí mismo.

xxXxx

-¡Ya está! ¡Estoy seguro que con esta leña tu tutora no te va a molestar por varios inviernos!- decía Jiraiya ajustando bien las ramas en el trineo del menor

-¡Muchas gracias, sabio pervertido, ttebayo!

-¡Que no me digas así!- este era como el décimo cpscp rpn que Jiraiya le daba al rubio por llamarlo así, pero el niño parecía que no aprendía.

Aunque Jiraiya debía admitir que le había caído bien el mocoso y habían podido charlar bastante y conocían mas del otro. A ambos les gustaba las actividades al aire libre y el ramen, Naruto le encantaba y de hecho trabajaba en un local donde vendían única y exclusivamente esa comida, e invitó al adulto a visitarlo algun dia. Naruto quería ser caballero como su padre. Jiraiya se compadeció del pequeño cuando este le dijo que había perdido a su padre en la última guerra y que poco después su madre falleció por aquella horrible peste que azotó al continente, que Naruto tambien la había padecido, que gracias a la medicina pudo salvarse pero como consecuencia de la enfermedad le quedaron tres líneas en cada mejilla que nunca se le fueron. Naruto no le creyó cuando le dijo que su mujer era la misma hechicera que creó la cura de la peste, pero si parecio muy emocionado cuando ble contp todas las aventuras que vivieron juntos alrededor del globo, con increíbles monstruos y civilizaciones antiguas. Ver la emoción iluminando el rostro del niño hizo a Jiraiya plantearse la idea de escribir sus viajes en algunos libros infantiles. Quizás cuando Iruka-san pueda abrir la escuela que tanto quiere, y más niños supiesen leer y escribir.

-Ahora tenemos que buscar ese bendito árbol, para nuestro tan alabado Rey-

-¡Oh, oh! Yo vi un árbol, Sabio Pervertido- comenzó a dar saltitos Naruto- ¡Es un árbol muy bonito, ttebayo! ¡Estoy seguro que le gustara a nuestro rey Teme, ttebayo!-

-¿Rey Teme?-

-Decidí llamarlo asi pero shh, es un secreto, ¿de acuerdo?-

-¿Seguro que no quieres irte a casa? Solo tienes que decirme donde esta el arbol y yo hare el resto- sonrio creído Jiraiya enseñando su imponente hacha. Aunque realmente estaba preocupado por Naruto, cuanto más tarde se hacia mas crecia el frio y el pequeño estaba muy desabrigado, de solo ver esos guantes rotos que deslumbraban unos deditos pequeños lastimados por el hielo y la madera lo hacían estremecerse. Se acordaba mucho del estado en que conoció a Yahiko, Kpnan y Nagato, mucho antes de que estuviesen bajo su ala y pudiese darles la familia que se merecían junto a.Tsunade.

-¡De eso nada, Sabio Pervertido! ¡Hice una promesa y tengo que cumplirla, ttebayo!- respondió Naruto y con aire de confidencialidad agregó- Además prefiero estar en el bosque que en casa. Me gusta mucho más este lugar, ttebayo-

xxXxx

-Odio esto- se quejo por centésima vez el Rey Sasuke, Iruka y Kakashi rodaron los ojos también por centésima vez.

-Lo lamento mucho, Sasuke-sama- hizo una reverencia más prolongada Kakashi, solo Iruka podia darse cuenta de cuanto sarcasmo estaba utilizando el albino- Pero fue Danzo-san quien insistió en que estos documentos debían tener si o si su firma para antes de que comience el año nuevo-

-Dile a Danzo que no quiero firmar nada - y Kakashi casi pudo jurar ver un puchero en el líder de la Nación.

-Me gustaría mucho hacer eso y dejar de importunar, Sasuke-sama- mentira, podía escuchar que eso era lo que pensaba Iruka- Pero estos documentos deberán estar firmados para el mes pasado y la situación debe estar resuelta si o si para hoy- Kakashi ignoro olímpicamente el resoplido de su majestad- Es sobre las personas que cometieron crímenes durante la peste y que ahora están en prisión , sus vidas están en sus manos-

-¿Por que mi vida tiene que ser tan difícil Ahora?- pregunto a su serpiente el Rey Sasuke, para después dirigirse a Kakashi-¿De que se les acusa?-

-Robo, prpstitucion, homicidio, incumplir la ley al salir de sus casas cuando estaba prohibido y algunos mítines- en número Kakashi, aunque detrás de su voz indiferente habia una preocupación por la morada ausente de su Rey- Cabe agregar que la gran mayoría no tenía antecedentes, que se pudieron hacer redadas a grupos criminales muy grandes gracias a la cplab praxiom de varios, y que muchos estuvieron encarcelados en pésimas condiciones durante la peste-

-¿E insignias que debo tratarlos como héroes por eso, a pesar de que rompieron la ley y desafiaron mi autoridad?- arqueó una ceja Sasuke.

-No digo que deba tratarlos como héroes, Sasuke-sama- negó con paciencia Kakashi- Pero si que debería tratarlos como seres humanos que cometieron errores y necesitan una segunda oportunidad.-

Sasuke lanzo dirigió su mirada pensativa a las nubes grises, una tormenta de nieve se acercaba.

-La opción es simple, Sasuke-sama-propio Kakashi- Encarcelarlos o perdonarlos-

-Veamos- el azabache comenzó a contar con sus dedos las letras mientras murmuraba- P-E-R-D... C-A-J-A...- se detuvo a evaluar la situación un momento hasta que tomo una decisión- "Carcel" es mas corto, asi que escribire "cárcel"-

Kakashi agradece traer su mascara para que la expresión que traia ahora mismo no fuese visible para nadie. Y es que lps sentimientos de indignación, frustración, enojo e impotencia las sentía tan fuertes en su pecho que temía que las palabras que salieran de su boca fueran todo menos un "Como ordene, Sasuke-sama".

-¡Pero, Sasuke-sama!- por desgracia, Iruka era diferente- ¡Le ruego que lo piense un poco más! Estamos hablando de la vida de esas personas, Sasuke-sama-

-¿Acaso ya no me vas a decir cómo deletrear sino que me vas a decir como debo de reinar?- inquirió Sasuke, la molestia palpable en su voz.

-No se trata de decirle que debe hacer o no, sino de que se esfuerce un poco más por el bien de su pueblo- pero la furia y la decepción también eran reconocibles en la voz de Iruka.

-Creo que me estoy cansando de que siempre me digas que estoy equivocado, Iruka- hablo sombríamente el Rey, levantándose de su asiento y mirando fijamente a su sensei. Y Kakashi conocía de sobra esa mirada como para saber qué era lo que significaba.

-Estoy seguro que su sensei no quería ofender, Sasuke-sama- el albino se puso en el campo visual de Sasuke para cortar la tensión que se había creado en la sala- Pero ambos le pedimos que piense mejor su decisión. Si bien estas personas cometieron crímenes, muchos no lo hicieron porque así lo desearan sino por las dificultades y los males que trajo la peste. Sus actos no fueron puros pero sus intereses fueron inocentes-

Las orbes oscuras e impenetrables de Sasuke miraban fijamente sus ojos Esa mirada analítica y el rostro impacible nunca eran buena señal. Con gran elegancia, el azabache se levantó de su asiento, y sin prisas comenzó a bajar las escaleras de la tarima, el silencio era tal que solo se escuchaba el repicar de las botas contra el mármol de los escalones.

-Yo soy el Rey- hablo Sasuke, elegante y frío, tan letal como el corte de una espada en la garganta- Yo decido lo que es mejor para mi pueblo y lo que no. Yo puedo hacer lo que yo quiera y los demás deben obedecerme- cuando estuvo enfrente de ellos, ambos adultos hicieron un reverencia, que más que demostrar respeto parecía pedir disculpas- Si yo quiero, puedo ordenar que lo maten, Iruka... Tal vez debería hacerlo-

-¿Tan infeliz lo hago, Sasuke-sama?- se atrevió a preguntar Iruka después de recuperarse del estupor. Kakashi se compadeció por lo triste que sonaba el castaño.

-Tu siempre me estás diciendo que me equivoco. Que mi ortografía esta mal, que mi caligrafía es mala, ¡que mi matematica...!- "Pues aprende a escribir mejor, esquinkle" quiso decirle Kakashi, pero se contuvo. Parecía que el incómodo momento no iba a pasar más de una rabieta infantil, pero por las dudas los ojos de Kakashi no dejaban de observar cualquier posible salida en caso de tener que huir con Iruka.

-Ya no lo corregiré más, si eso es lo que desea, Sasuke-sama- inclino más la cabeza el sensei a su alumno.

-Muy bien, asi esta mejor- favoreció Sasuke, Kakashi quiso darle un buen puñetazo por poner esa expresión de derrota a uno de los hombres con la voluntad más fuerte que haya conocido- Kakashi- Sasuke lo miraba a él- Después hablare contigo. Ahora marchate, y no me molestes mas-

El albino se limitó a pronunciar su reverencia y tomar los papeles por los que había interrumpido la clase, la decepción que tenia hacia su Rey y estudiante era como un nudo que lo único que le provocaba eran unas ganas inmensas de llorar y si decía una palabra sabia que sus barreras se desmoronaron.

-Ahora, continuemos con mi educación, Iruka- ordenó el Rey una vez que Kakashi se hubiese retirado- Tu me harás preguntas y yo te responderé lo que se me venga en gana-

-¿cuanto es 2+2, Sasuke-sama?-

-Mmm... 5-

-Muy bien, Sasuke-sama, ¿y cuanto es 4+1?-

-Mmm...10-

-Maravilloso, Sasuke-sama todas sus respuestas son correctas- para este punto Iruka ya no le importaba demasiado si Sasuke se burlaba de él o no-¿Y cuánto suman...?-

-Due suficiente, Iruka- corto Sasuke-sama sentándose de mala gana en su escritorio- "¿Cuanto suma esto? ¿Cuanto suma aquello?" No me interesa.- protesto el azabache- Hagamos algo diferente-

-¿Qué le parece si le cuento una historia, Sasuke-sama? Se lo mucho que le gustan las historias de Jiraiya-san- sugirió Iruka.

-Mmm... ya que no hay otra opcion- respondió distraido Sasuke, pero Iruka no pudo evitar sonreír por eso, a pesar de toda esa arrogancia y crueldad, su alumno seguía siendo el mismo niño soñador que conoció antes de la tragedia.

-¿Le parece la historia de La Niña de Nieve?-

-No, esa después. Quiero una historia que hable del Año Nuevo-

-Como ordene majestad- sonrió Iruka- Cada año consta de doce meses, dentro de los doce meses hay cuatro estaciones: invierno, primavera, verano y otoño. Cada mes nos colma de obsequios y de grandes placeres. En diciembre, enero y febrero el invierno nos permite patinar sobre el hielo, en marzo el aire comienza a calentarse para abrir los primeros tulipanes bajo la nieve derretida y, para mayo estamos rodeados de primavera- Iruka sonrió orgulloso, probablemente su alumno jamás supiese las tablas pero que se aprendería los meses y las estaciones era cosa segura.

-Tulipanes- Iruka vio como lps pjps negros del joven azabache se iluminaban. Oh, no- Quiero la primavera ahora. Ordenó que la primavera comienza mañana-

-¡Ay, pero eso es imposible!- comp temía Iruka, Sasuke dijo otra de sus pendejo... Vamos, Iruka, cuenta hasta tres- No puede ser, Sasuke-sama-

-¿Qué has dicho?- una vez más, la mirada oscura adquiere un brillo amenazador.

-No lo digo yo, Sasuke-sama. Es la Ley de la Naturaleza. La primavera después del invierno- ¿no podía ordenar que le cortasen la cabeza a la Madre Naturaleza, verdad?

-Entonces escribiré una nueva ley. Yo decidiré cuando llegue la primavera- proclamo el Rey de Konoha- Siéntate en mi escritorio y yo te dictaré lo que quiero-

A esta altura Iruka ya no contaba hasta tres sino a tres mil y tuvo que morderse la lengua para no lanzar una grosería cuando el Rey Sasuke le quitó su birrete y se lo colocó él.

-Bien, ahora escribe- una vez que el castaño estuvo en el lugar de Sasuke, sin poder ocultar su cara de miedo cuando estuvo cerca de la serpiente, este se colocó enfrente del gran pizarrón y con voz divertida y arrogante dictó- El césped es verde. El sol es brillante... Tu siempre te equivocas, y yo siempre acierto-

"Exacto. Usted siempre se equivoca y yo siempre acierto. ¡Es lo más inteligente que ha dicho en el día de hoy, Sasuke-sama!"

Por desgracia para todos, el mayor defecto del Rey Sasuke no era su arrogancia, sino su terquedad. Y tal y como se lo había propuesto, para antes del atardecer, una nueva proclama era anunciada al reino de Konoha.

Al son de las trompetas, en las puertas de palacio y bajo la lluvia de nieve, dos hombres con el uniforme del palacio llamaron la atención de los ciudadanos, quienes hicieron a un lado sus quehaceres y preparativos para despedir el año, para escucharlos.

-El rey ha dado órdenes para quien en esta tierra viva- comenzó con fuerte voz un hombre alto, de espalda ancha y de pelo grisáceo peinado hacia atrás- El invierno ya no es, y la primavera es imperativa-

-Con una cesta de tulipanes llena, a cambio del oro más fino, y al mostrar esta proeza el frío se irá por donde vino- continuó el otro hombre, más alto que el otro, de pelo castaño y cicatrices intimidantes.

-Y aquel que se atreva a ignorarla y no cumpla lo que aquí se ha dicho, en su familia se enfriara un nicho, porque una cabeza será cortada-

-Aquel que no obedezca este mandato, morirá de inmediato- finalizó el hombre moreno

Tras escuchar aquellas letales palabras, las caras de los ciudadanos comenzaron a pintarse de miedo e incertidumbre y los murmullos entre ellos comenzaron a incrementar hasta volverse gritos furiosos que obligaron a los mensajeros a contar rápidamente al palacio, no fuera que la gente decidiera demostrar su descontento con ellos.

-Oe, viejo avaro ¿alguna idea de porque nos hacen hablar en prosa?-

-Tal vez para que la gente idiota como tu se concentre más en si el mensaje rima que en lo que realmente decimos-

-...Ah- cinco segundos después- ¡¿ME ESTAS DICIENDO ESTUPIDO, VERDAD?-

-Menos mal que tenemos a Naruto para sacrificar- decía un niño de cabello blanco desgreñado y piel demasiado pálida- Pero me gustaria ese oro- se lamentó

-Calla, Toneri- reto su madre, una mujer alta de delicados rasgos y larga cabellera blanca- ¿Que pensarían de nosotros si alguien te escucha hablar así de Naruto?-

-A nadie le importa Naruto, madre- se limitó a decir el niño. La mujer asintió y tomó la mano de su hijo, dispuesta a sacarlo de ahí antes que la muchedumbre enfureció todavía más.

-"Toneri tiene razón, Kaguya. Nadie se preocupa por Naruto"-se dijo a sí misma la mujer, quien a pesar de su belleza poseía un corazón marchito. Sus opacos ojos brillaron en malicia cuando una idea vino a su cabeza.

Mientras que algunos soldados fueron a controlar la revuelta que había comenzado a originarse en las puertas del palacio, dos hombres observaban todo desde uno de los balcones del palacio.

-¿Tiene idea de porque nuestro Rey hizo tan extraño mandato, Shisui-sama?-

-La mente de Sasuke-kun es más extraña para mi que para ti, Kakashi-san. En lo personal, me sorprendió que no hubiese ordenado que le llevasen tomates recién cosechados- el mencionado se limitó a asentir.

Shisui era miembro de la Familia Real Uchiha, antes fue el mejor amigo y compañero de armas del fallecido Príncipe Itachi y ahora trataba de ser lo mismo para Sasuke, pero le era difícil atravesar aquellos muros en los que el pequeño insistía en ser prisionero.

-¿Cree que este sea el limite que esté dispuesto a permitir el pueblo?- inquirió Kakashi, su voz siempre relajada y desinteresada adquiriendo un matiz de preocupación- ¿La chispa que inicia la revolución?-

Desde hace varias semanas habían ocurrido distintos incidentes en Konoha, desde saqueos a varios puntos de producción, revueltas en comercios y algunas huelgas en el campo. El descontento y la inseguridad en la población incrementan y las actitudes infantiles de Sasuke no ayudaban al ánimo de los habitantes.

Shisui negó con la cabeza tras lo que fue un largo suspiro escapando de sus labios.

-Durante la historia de la humanidad, las grandes revoluciones no se han hecho por la ira de las masas tras sufrir injusticias, sino por alguien más poderoso controlando los hilos-

-Obito- no fue una pregunta pero Sasuke asintió de cualquier forma, la mirada de Kakashi volvió a dirigirse hacia las personas pero estaban fijos en un punto muerto, su cabeza atando cabos- Obito-san también pertenece a la Familia Real Uchiha, si bien no es un heredero directo, si algo le ocurriese a Sasuke-sama y a usted, sería quien por derecho obtuviese el trono de Konoha.-

-Tan solo piensalo, sin obstáculos en el camino, con un pueblo destruido desde sus cimientos tras una larga crisis, una nobleza resentida y países vecinos desconfiados esperando una oportunidad para hacerse con riquezas de otros reinos para reconstruir los propios.- Shisui lanzó una carcajada amarga que nada tenía que ver con su personalidad habitual- Obito podría apuñalarse a Sasuke-chan y a mi frente a toda la corte y todos aplaudirán si eso significase la posibilidad de un futuro más próspero-

-Ya veo... Aun así ¿considera sabio haber invitado a Obito-san al baile de esta noche? ¿Teniendo en cuenta el riesgo?-

-Puedes dejar de llamarlo así en mi presencia, Kakashi-kun, te garantizo que no me ofendes- volvió a mostrar su sonrisa afable Shisui, mientras palmeaba el hombro del albino- Soy consciente de la vieja amistad que te une con Obito, te has criado prácticamente a su lado, entrenado y luchado junto a él y fuiste su padrino en la boda con Rin-san. También se que tras la muerte de ella por la peste y por todo lo que ha ocurrido en el reino, el vínculo que los unía se ha ido deteriorando.- hizo una pequeña pausa- Pero no se rompio ¿no? Todavía persiste-

Kakashi observo fijamente los ojos azabaches del contrario, parecen amables pero había un destello que los hacía dificil de descifrar. Solo hubo una persona capaz de hacerlo y por desgracia nos dejó hace cuatro años. Por supuesto Shisui se percató de que el albino lo estaba analizando pero no dijo nada, esperó a que Kakashi dijera lo que tenía que decir.

-No niego mi antigua amistad con Obito- inicio por fin el ojigris- Como usted ha dicho eso no es un secreto o algo de lo que deba avergonzarme, Shisui-sama. Quizás usted sepa lo más general de nuestra amistad, pero usted no sabe que Obito fue el único que estuvo a mi ladocuando mu padre falleció y quede huérfano, que fue mi único soporte en esos dias dificiles o las veces que lo acompañe a dejarle flores a la tumba de sus padres; usted desconoce de las veces que asustamos a los sirvientes con alguna travesura, de nuestro intento fallido para hacer un pastel de cumpleaños para su abuela y cuando pintamos las rosas blancas de rojo porque Obito lo leyó en un libro. Usted no sabe cómo obtuvimos las cicatrices que nos caracterizan en aquella batalla, y jamas lo sabra porque hicimos una promesa de no decírselo a nadie. Tampoco sabe que no solo fui el padrino de su boda, sino que también iba a serlo del hijo que llevaba en su vientre Rin.- el único ojo visible de Kakashi se aguó ante los recuerdos y los de Shisui también por tener otros parecidos con otra persona- La historia que nos une es muy fuerte y daria lo que fuera para devolverle un poco de paz a su vida. Y es por eso que usted cuenta con todo mi apoyo, porque este hombre que quiere gobernar por la fuerza Konoha, que desea tan desesperadamente volverse uno de los tiranos que despreciaba, no es mi amigo. Sino un hombre consumido por el dolor y la pérdida. Lo ayudare de la misma forma que el lo hizo cuando mi padre falleció-

-¿Sobrellevando el duelo?-

-Salvandolo de la soledad- corrigió Kakashi

Un graznido en el cielo hizo que las miradas de ambos hombres se separaran. Un cuervo de hermoso plumaje ébano se posó en el balcón, Sasuke acaricio su pico y el ave se colocó en el brazo extendido del azabache. Doblado imperceptiblemente en la garra del animal había una nota que Shisui se aseguro de desdoblar con cuidado. Su contenido lo hizo fruncir el ceño.

-Es una nota de Izumi-chan- respondió Shisui a la pregunta no hecha- Obito no respondió a nuestra invitación al baile, pero planea venir de todas formas. Traerá con él a algunos soldados como su séquito, un grupo de veinte hombres que vigilan los alrededores, y a ella pero no en calidad de acompañante sino como la capitana de su guardia. También vendrá Zetsu, el consejero de Obito, a Izumi-chan no le agrada para nada ese hombre- el azabache le entrego la nota al albino para que también pudiese leerla. Los ojos oscuros del mayor contemplaron con nostalgia la blanca nieve- El Capitán Yamato-san... me has dicho que es un hombre de confianza ¿verdad?-

-Así es, Sasuke-sama- asintió Kakashi- Se que no lo parece, pero la valentía y lealtad de Tenzo son incuestionables-

-Muy bien. Dile entonces que organice a un grupo de sus mejores y más confiables hombres y ayudalo a reorganizar la seguridad del palacio para esta noche. No dejen flancos débiles, y mantengan vigilados a la guardia de Obito, si ven algo sospechoso quiero ser el primero en saberlo-

-Como ordene, ahora mismo planificar los detalles con él, Sasuke-sama- Kakashi hizo una reverencia esperando a que el mayor se retire y dar por terminada su reunión.

-Kakashi-kun- habló Shisii aun obsequiando caricias a su ave- Quiero aclararle que en ningún momento mi confianza hacia usted flaqueó o disminuyó. Reconozco sus servicios como soldado durante la guerra y de cómo, a pesar de negarlo, se preocupa por Sasuke-kun y quiere lo mejor para su bienestar y su cariño hacia él supera la lealtad que siente hacia la corona- explico el azabache- Pero, también comprenda que como Primer Ministro de Konoha y pariente cercano de Sasuke-kun considero mi deber saber que intereses tienen aquellos que lo rodean. Así es como se que Izumi-chan, Jiraiya-san y su familia así como Iruka-sensei y Hiruzen-san son personas de fiar que estarían dispuestos a proteger a Sasuke ante la adversidad, que debo tener cuidado con Danzo, Homura y Koharu porque se preocupan solo por ellos mismos y que Obito-san está enceguecido por el odio y aun mantengo esperanzas de que su corazón pueda enderezarse- lanzó un suspiro cansado- Esos son solo unos ejemplos, pero espero que comprenda que necesitaba conocer de su propia boca los motivos para estar del lado de Sasuke y no del de Obito-

Tras esas palabras, el cuervo voló una vez más, de vuelta al frío y lanzando sus graznidos como si de esa manera pudiese hacerle mayor frente a la tormenta que se avecinaba.

-Debo retirarme. Ya estoy llegando tarde a mi encuentro con Sasuke-kun. Quería enseñarme un nuevo movimiento con la espada antes de prepararse para recibir a los invitados-rio un poco el mayor- Hazme el favor de quemar esa nota y que Sasuke-kun no se entere de lo que está ocurriendo. Evitemos más tristezas-

Unos pasos antes de que Shisui desapareciese por la puerta, Kakashi no pudo evitar hacerle una pregunta.

-Disculpe el atrevimiento, Shisui-sama, pero ¿cuál es su motivo para estar del lado de Sasuke-sama? Me refiero a que usted es el próximo en la línea de sucesión, si algo le ocurriese a nuestro Rey usted gobernara Konoha... ¿por que no está usted... tomando la oportunidad?-

Kakashi posiblemente estaba siendo desubicado al hacer una pregunta como esa a alguien que podría cortar su cabeza sin necesidad de ordenarlo a nadie, pero era una duda que rondaba la cabeza de Kakashi desde hacía mucho y algo le decía que Shisui iba a responderle.

Claro que había muchas posibles respuestas, desde confesar que nunca estuvo interesado en reinar, afianzar que ese era derecho legítimo de Sasuke, mostrarse indignado ante la idea delnascesinato, o, incluso, una combinación de ambos.

Shisui optó por la más honesta.

-Que cuidara de Sasuke... fue el último deseo de Itachi-

Kakashi no necesito preguntar nada más.

xxXxx

Tras el mandato del Rey la atmósfera del pueblo cambió radicalmente, lo que deberían ser comidas calientes y anecdotas graciosas cerca del fuego se transformaron en susurros preocupados y miradas de tristeza entre las familias, temerosos de que llegara el alba donde algún soldado viniera a reclamar la cabeza de uno de su familia. Algunos adultos planean pelear contra los soldados, otros fantaseaban con la idea de huir, otros ofrecerse como sacrificio pero la gran mayoría intentaba olvidarse del mañana y celebraban la fiesta con una calma y alegría que no llegaban a sus ojos.

Pero había otros, varios inconcientes, que ante la promesa de una canasta llena de oro preferían hacer oídos sordos a la imposibilidad de la tarea.

Una de esas personas era Kaguya, la mujer rebuscaba en sus herramientas de jardinería alguna de las cestas donde hacía arreglos florales en primavera.

-Oh, esta es perfecta- dijo la mujer contemplando una gran cesta de mimbre barnizado- Esta cesta puede guardar suficiente oro, pero preferiria una más grande-

-Eso seria lo adecuado- asintió Toneri mientras jugaba con sus marionetas al lado de la chimenea- Lastima que no hay flores, asi que Naruto tendrá que perder la cabeza- agregó sin mayores preocupaciones.

-Pues bien... finalmente será útil en algo- los opacos ojos de Kaguya observaron las rafagas de viento arrastrar consigo los copos de nieve hasta estrellarse con el cristal de la ventana, sus finas y cortas cejas se fruncieron ante el crudo panorama- Ninguno de nosotros saldrá con este clima, asi que cuando Naruto regresa deberá que partir nuevamente al bosque a buscar esos tulipanes. Aunque Dudo que se queje, prefiere más ese bosque que estar con su familia-

Tras decir aquello, Kaguya comenzó a servir la cena que consistió en una sopa y pan casero, Toneri al sentir el delicioso olor hizo aun lado inmediatamente sus marionetas y una vez con el plato servido comenzó a comer feliz y contento, hace mucho solo se alimentaban de avena, probar algo diferente era casi un acontecimiento histórico.

-¿Dónde estará, Naruto?- Kaguya con más calma y elegancia que su hijo, pero no con menos placer, también comenzó a saborear su comida.

-Tal vez haciendo nuevos amigos en ese bosque en el que pasa todo el dia- se atrevió a bromear su hijo- O pidiendo limosna en lo de Ichiraku-

-Es un niño incorregible ¿no es verdad?- se lamentó Kaguya- A pesar de todo lo que hemos hecho por el... deberia mostrarse más agradecido y no darle tantos disgustos a su madre-

De pronto la puerta fue abierta violentamente, los dos albinos vieron como un Naruto tembloroso hacía equilibrio por todas las ramas que había recolectado, las tiraba en el suelo y se dirigía directamente a la chimenea sin saludarlos.

-¡Que acogedor y calentito que está aquí, ttebayo!- celebró el rubio extendiendo sus manos en el fuego quitándose el abrigo e ignorando olímpicamente a madre e hijo.

-Buenas noches a ti tambien, Naruto- hablo la fría voz de Kaguya- ¿Se puede saber porque llegas tan tarde a tu casa?-

-¡No me lo vas a creer, vieja!- contestó emocionado Naruto sentándose en la mesa, sin percatarse del enojo contenido en la voz de la mujer- Estaba en el bosque cuando encontré a unos conejos y ardillas jugando a las atrapadas y en una comenzaron a pelearse porque las ardillas hacían trampa y no lo admitían, y me hice amigo de un conejo rojo, era muy raro el pobre pero yo lo quiero igual, y tambien de un señor muy cómico que viajó por todo el mundo y...-

-Deja de mentor, Naruto, tu no hiciste nada de eso- cortó en seco Toneri- De seguro te quedaste holgazaneando hasta tarde en el Ichiraku y fuiste a último momento a por la leña.- los helados ojos azules miraban con burla al rubio-Por eso llegas tarde, ¿no es verdad?-

-¡Estoy diciendo la verdad, Toneri!- golpeó la mesa Naruto- ¡El nombre del viejo era Jiraiya y es un explorador, lo ayude a encontrar un árbol para el rey, por eso me demore tanto, ttebayo!-

-Sabes que está prohibido decir mentiras en esta casa, Naruto- interrumpió la discusión la albina, voz severa y sin mirarlo.

-¡Pero no son mentiras, es la verdad, ttebayo!-

-Y deja de decir esa palabra cada vez que hablas. Ya te dije que es desagradable, anormal y carece de cualquier sentido. Es otro de los motivos por los que a la gente no le agrada. Eso y tus marcas en la mejilla-

-¡No es cierto!- volvió a gritar Naruto, haciendo fuerza para no llorar de la bronca que sentía- ¡No es anormal ni desagradable, es lindo! ¡Decir ttebayo esta bien! ¡Mi papa decia que era lindo y mi mama decia que no tenía que avergonzarme porque hablásemos diferente, ttebayo!-

-¿De qué hablas, Naruto? Yo soy tu madre-

-¡Ahora la que dice mentiras eres tu!- Naruto tenía la cara roja por el coraje y algunas lágrimas ya habían escapado de sus ojos ¿cuantas veces tendría esta discusión?- ¡Te volviste mi tutora para tener esa estúpida mensualidad que da el rey a los que adoptan niños que perdieron a sus padres por la peste! ¡Tu no eres mi madre, ttebayo! ¡Mi mamá es Uzumaki Kun...!-

Un fuerte golpe en la mejilla evitó que Naruto siguiera defendiendo a su madre. El pequeño rubio terminó en el suelo, encogido y tembloroso, sentía la mejilla y el labio ardiendo pero no se animó a tocarlos, tenía miedo que Kaguya volviera a pegarle si se movía. Kaguya aun mantenía su mano levantada y sus ojos miraban a Naruto de forma tal que el pequeño solo podía comprender como un gran y profundo desprecio, rayando más al odio que a cualquier otra emoción que pudiese tener una madre por su hijo.

-Mama- la voz del albino pareció devolverlos a todos a la realidad, rompiendo el cuadro tan desolador que habían formado. Kaguya miro los ojos azules de Toneri y fue como si despertara de un letargo. Lentamente bajó su mano y con la mirada más triste y desconsoladora, miro a Naruto.

-¿Ves todo lo que me haces hacer, Naruto?-

No iba a disculparse, en su mente el que provocaba todos los males era Naruto. Aunque el rubio no sabía que tan cierto era eso, o si era consciente y esto solo era una prueba más de su cinismo.

Naruto apretó con fuerza los labios. Odia tanto esto. Odiaba tanto a Kaguya. Esa mujer que aparentaba ser educada e inofensiva ante todo el mundo y en el hogar desquitaba su amargura y miseria con él. Decían que había sido hija de una familia poderosa e influyente de otro reino pero que la mala fortuna la hizo parar en el barrio más pobre de Konoha. La gente con el tiempo había creído ese rumor y la trataban con cortesía y respeto y hacen oídos sordos cuando Naruto les decía lo cruel que era con él.

-Y pensar que iba a permitir que nos acompañaras en la cena por ser víspera de Año Nuevo, pero con el comportamiento que has tenido nada más llegar, mereces ser castigado, no recompensado, quisas asi algun dia aprendas sobre lo que es valorar lo que tienes-volvió a hablar Kaguya- Así que no solo no cenaras, sino que sin más tardar partiras de vuelta al bosque, ese al que prefieres mas que este techo, y haras un encargo del que más te vale cumplir si es que quieres seguir con vida para llevar a cabo tu sueño de ser algun dia un caballero-

-¿A- a que te refieres? ¿De qué tarea hablas?-

-Tienes que llenar una cesta con tulipanes-

-¿E-están bromeando, verdad?- pero la mirada impasible de los albinos le dijo que no era un chiste- ¡Pero es una locura! ¡No hay flores ahora! La tierra debe estar como a dos metros bajo de la nieve, ttebayo-

-No seas impertinente- Toneri lo miró como si fuera el ser mas estupido en la Tierra- Fue el Rey quien lo ordenó y por algo debe de ser ¿o un analfabeto como tu cree saber mas que una autoridad máxima como el?- le sonrio con burlesco.

-Bueno...- Naruto quiso decir que Jiraiya le dijo que el rey no sabía ni escribir su nombre, pero optó callar por si volvía a recibir otra paliza con la excusa de que mentía- ¡Pero nada puede crecer ahí, ttebayo!-

-A nadie le interesa eso, Naruto- volvió a hablar Kaguya poniendo en sus manos la cesta que había preparado para los tulipanes- Partirás de cualquier forma a buscar esos tulipanes porque hay dinero en juego y sabe Kami cuanto lo necesitamos, el dinero del Estado por mantenerte ya no sirve y la miseria que te da Teuchi mucho menos. Así que en vez de quejarte tanto, miralo como una oportunidad para agradecerles todo el empeño que ponemos en que te vuelvas un hombre de bien-

-P-pero hay una tormenta horrible haya fuera ¡M-moriré si salgo, ttebayo!- Naruto odio la voz que salía de sus labios, asustada, impotente y desesperada, pero no es como si realmente importara, si con eso pudiese ablandar el congelado corazón de Kaguya- ¡P-por favor no me haga ir, seré bueno, lo prometo, ttebayo!-

-¡Esa maldita palabra, Naruto!- Kaguya volvió a levantar la mano y Naruto volvió a encogerse, como unos actores que repiten enseña ya ensayada miles de veces, pero esta vez fue diferente porque la mujer pareció pensarlo mejor y volvio a su posición estoica de siempre- Parece que disfrutas verme enojada, pero esta vez no caeré en tus juegos. No te voy a dar esa satisfacción, demonio. Así que ya no pierdas más el tiempo y vete, antes de que el sol salga y ya no haya otro sino un hacha esperandonos-

-¿Q-que?-

-El Rey ordenó que si nadie le traia un cesto de tulipanes, un miembro de cada familia perderá la cabeza- explicó tranquilo Toneri- ¿Adivinas de quién será la cabeza que rodara si no consigues esas flores?-

-Con la desobediencia que has mostrado no debería ni permitirte ir abrigado. Pero por esta vez me conformaré con que partas sin comer- hablo Kaguya y lo dijo con una voz tan autoritaria y gentil que parecía una reina dandole el máximo favor a uno de sus vasallos.

Naruto miró una vez más los pálidos orbes de su tutora, buscando la piedad en su corazón para que no lo obligue a encontrarse con una muerte tan temprana y cruel, pero no encontró ni siquiera la humanidad en ellos. Y ver hacia los ojos de Toneri sería lo mismo que firmar una sentencia, el muchacho de cabellos alabastro podía decir que Naruto le saco la lengua o lo molesto de alguna manera, tan solo para que Laguya volviese a pegarle y él se regodeara en el dolor ajeno. No es como si no hubiese ocurrido antes.

¡No! ¡¿Pero qué estaba pensando?! ¡¿Acaso se estaba autocompadece endo?! ¡Si el no iba morir hasta volverse caballero! No tenia de que asustarse, esto no era nada más que un simple reto, una prueba, no llegaba ni a ser una piedra en el camino a cumplir su sueño. El podía con todo lo que se le pusiese en frente y más. No lo iban a vencer ni el frío, ni Kaguya, ni siquiera el rey. Iba a ir a ese bosque y encontraría esas dichosas flores asi tenga que escarbar con sus propias manos en la nieve.

¡O dejará de ser Uzumaki Naruto, ttebayo!

xxXxx

-O-odio el invierno-

Kurama estaba temblando de frío. Por haber pasado todo el dia cuidando al cachorro humano y al anciano, se olvidó de recolectar el suficiente follaje para su camita y apenas si había atrapado una avecilla para comer, ahora se encontraba pagando las consecuencias de su descuido con un frio gélido y un hambre feroz que no le permitía conciliar el tan amado sueño.

El sabía que había un lugar donde sería bienvenido en una noche como esta, con una cálida hoguera y quisas un delicioso pollo asado, pero su orgullo era mayor, prefería morir congelado antes que tener que pedir limosna a esos seres.

Trato de pensar en cualquier otra cosa para poder dormir, el gélido sonido del viento, las nubes de tormenta surcando el cielo, los blancos copos uniéndose a la tierra, los conejitos y las ardillas juguetonas, tan pequeños, inocentes... tiernos... jugosos, con su deliciosa carne blanca, tan fácil de morder y su...

-"¡No, no, no, no, Kurama, no! ¡Límites, Kurama! ¡Li-mi-tes! A los niños no se los come... Bueno, quizás si sigues vivo dentro de unos años podrías..."-

Una sensación de deja vu lo invadió cuando unas pisadas hicieron temblar su cueva y pusieron fin a sus divagaciones.

-"¿Y esto? ¿Qur clase de criatura demente sale a estas horas?"- si hay algo que caracteriza demaciado a los zorros era su curiosidad, y Kurama no era la excepcion, asi que miy sigilosamente, asomo el hocico al paisaje helado y movio sus orejitas para ver si percibia algun sonido.

-"Que sea una gallina, que sea una gallina, por favor. Una gorda y apetitosa gallina que se perdió de alguna granja y..."- pero las esperanzas de Kurama murieron cuando en vez de una jugosa y majestuosa gallina, volvió a encontrarse con el mismo cachorro humano de esta mañana.

El pequeño humano, que si mal no recordaba se llamaba Naruto, se encontraba agachado frente a su cueva, escarbando desesperadamente cerca de un árbol con sus manitas en la helada nieve. Naruto estaba menos abrigado de lo que lo había visto en el dia, ahora estaba sin bufanda y gorro, el frío viento iba de lleno a su garganta y la escarcha bañaba las rubias hebras, y para colmo los miseros guantes se habían vuelto retazos de lana que dejaban ver unas manos tan blancas que adquieren un tono azulino preocupante. Cuando recién Kirama reparó en la cesta que el pequeño aprisionaba con fuerza contra su pecho, un quejido de dolor lo puso alerta. Naruto se había lastimado la mano por culpa de la helada nieve, un fino hilo rojo comenzó a recorrer los delgados dedos y al pequeño le fue imposible contener el llanto que había estado guardando en lo profundo de su pecho desde que comenzó esta cruel tarea.

Y si habia algun sentimiento de compasión o instinto de.protección aun dormido en Kurama ante el pequeño rubio, todos ellos se despertaron cuando comenzó a.sentir la.presencia amenazadora de otra criatura. Pues, no muy lejos de donde se encontraban, un solitario lobo merodeaba, de feroces dientes y muy hambriento. De a momentos el gran canino olfateaba el aire, a paso lento y sin prisa se dirige hacia el herido Naruto.

-¡Escucha mi aullar como lo hago yo, y no parará mientras la tormenta este! Mi manada perdi, el campo cubierto así, no se como lograre pasar otro invierno mas asi- en medio de su lamento el lobo lanzó un aullido que logró poner en alerta a Naruto, a pesar del dolor en su mano logró trepar el árbol mas cercano que había pegando su cuerpo tanto como podía al tronco, con la esperanza de que el lobo no lo encontrase- Cuánta nieve hay ¡con el viento es peor! Apenas si puedo olfatear con mo helada nariz. Ya no hay más moras ¡no hay nada que comer!- para este punto Naruto y Kurama sintieron mucha empatía con el flacucho lobo- ¡Cambiaria hasta mi piel, por carne fresca que comer!- pero toda compasión y lastima como vino se fue cuando el hambriento canino llego al árbol donde se escondía Naruto, y es que con el apuro el chico había dejado abandonada su cesta, llamando la atencion del animal.

-"¡Que humano más inutil!"- pensar Kurama lleno de desesperación viendo como el lobo olfateaba el aire.

-Huele a humano- se saboreo el gran canino de pelaje gris- Tal vez coma esta noche después de todo-

-"Listo es mi fin. Lo más triste de todo es que mi última comida no fue ramen como yo quería"- se lamento Naruto con lágrimas y mocos cayendo de la cara- "Adios Teuchi-san, adios Ayame-san, adios animalitos del bosque que solo vi una vez, adios sabio pervertido que también vi una vez, ¡si tuviera un testamento y pertenencias les dejaba todo! ¡Adiós al mundo cruel! ¡Mis últimas palabras son..."-

-¡Ahi estas humano!-

-¡...Kaguya y Toneri vayanse a la mier...-

-¡Ey, lobo! ¿Por qué no dejas al humano en paz?- tanto el gran lobo como el niño dirigieron sus miradas hacia el tranquilo zorro que los miraba con un deje de soberbia- El tiene peores problemas que el tuyo. Un rey le ha ordenado encontrar flores en pleno invierno. Además ¿no conoces la vieja ley del bosque? "Sin importar el hambre que tengas, con las generaciones jóvenes no te metas".-

-¡El que no tiene que meterse eres tu, viejo zorro!- gruñó el lobo- ¡Mi nombre es Kabuto y hace varios dias que no come y hace mas tiempo perdi a mi manada, así que si no te marchas no solo.comere al humano, sino que también te devorare a ti!- mostró sus filosos dientes en clara advertencia provocando que Naruto pegase un grito.

Por otro, Kurama no podía lucir más impasible

-Dejalo en paz y te diré un mejor lugar donde puedes comer todo lo que tu quieras-

-¿Qué?- interrogó interesado Kabito, pero en su voz todavía se escuchaba su salvaje deseo de sangre.

-Hay una gran hoguera con suficientes humanos como para que llenes tu barriga-

-¿Que?- la idea de devorar adultos le apetecía mas que un simple mocoso- ¿Donde? ¡¿Donde?!-

-Hacia allá- señaló con su pata Kurama, una luz naranja que apenas si se vislumbraba entre el follaje y los salvajes copos de nieve.

-¿Comida?- preguntó emocionado Kabuto- ¡Gracias, zorro!-

-Ahora ya vete- ordenó Kirama y solo pudo respirar tranquilo cuando el lobo desapareció de su vista- Ahora baja, Naruto -

-¿Eh? ¿Tu sabes mi nombre?- se asombró Naruto y con toda la inocencia reflejada en sus ojos azules pregunto:-¿Esta es una noche mágica, ttebayo?-

-Así parece- hablo divertido Kurama- Ahora ven, no quiero tener que cuidar tanto tiempo de un cachorro indefenso como tu-

-¡Oye! ¡Yo no soy ningun cachorro indefenso!- rezongo el niño mientras baja de el arbol. El miedo a la muerte lo había abandonado, la figura menuda y anaranjada del viejo zorro lo hacía sentir protegido y la idea de que estaba solo, lo abandono también.

A pesar de las miles de preguntas que tenía en su cabeza, Naruto no dijo nada, de alguna manera que no ente dia confiaba en ese zorro y sentía que sea quien sea el que estuviese en esa inmensa hoguera, si el zorro le decía que era un amigo entonces no correría peligro.

-¡Agh!- más cerca de la hoguera, toda la valentia que sintió Kabuto al ver al herido Naruto se fue cuando vio la cantidad de personas que había reunidos en esa hoguera- Encontraré algo mejor que comer- y asi se fue entre los árboles, casi huyendo del olor que emanaba esos seres, pues definitivamente no eran humanos.

Estos seres que lucían como personas, eran en total doce, todos ellos eran diferentes, tanto por su aspecto como su personalidad, pero iluminados por aquellas llamas se percibe el sentimiento de alegría que nos embriagaba, pues eran muy pocas las veces en las que podían estar todos reunidos.

-La hora está llegando y nosotros sin demora nos acercamos hacia el final ¡El final del año será, el final del año será! Primavera, verano, otoño, invierno ¡Mucho para cada quien!- cantaban hombres, mujeres y niños allí reunidos- El año ha pasado y como el río se nos va, cada estación dio lo mejor y orgullosos estamos hoy ¡y orgullosos estamos hoy! Primavera, verano, otoño, invie...-

-¡SI VUELVO A ESCUCHAR ESA CANCIONCITA UNA VEZ MÁS LES JURO QUE LOS VOY A...!-

-Pero, Maddy, mi lirio de septiembre, antes te gustaba mucho esa canción- decía con una sonrisa apacible un hombre de largo pelo castaño con una túnica marrón decorado con hojas anaranjadas y rojas que se mecían en el viento.

-Si me gustaba antes, Hashirama- confesó más calmado el hombre, de enmarañado.pelo azabache coronado por unas hojas secas de diferentes colores y cubierto por una túnica verde oscuro con dibujos de arboles secos en sus bordes- Pero eso fue durante el primer siglo, después de tantos milenios uno tiende a aburrirse. Para colmo siempre es la misma letra, ni siquiera varia, ¡como si no conociéramos las estaciones del año!-

-Te equivocas como siempre Madara- el mencionado arrugó la cara con desagrado cuando un albino de túnica verde con detalles de hojas color marrón lo corrigió- Antes cantábamos "lo justo para cada mes" y no "mucho para cada quien"-

-Creí que decíamos "un gusto para cada quien"- dijo pensativa una hermosa mujer pelirroja con broche de cerezas y túnica amarilla bordeada de manzanos.

-¡Eso no importa! La melodía es la misma y la letra sigue siendo un asco- volvió a exclamar Madara provocando una discusión entre los que argumentaban que la canción era una tradición porque la crearon cuando se conocieron por primera vez y los que decían que era agitador todos los años hacer lo mismo, mientras que el pobre Hashirama era el único en tratar de.mantener la paz entre todos. Por otro lado dos castaños cubiertos por capas de pieles observaban la escena, uno con un rostro estoico e inconmovible y el otro con el pánico pintando sus facciones.

-Oe, Indra... ¿no crees que deberías de tratar de detenerlos?-

-¿Por qué crees eso, Ashura?-

-Bueno...¿porque eres el mayor? ¿Porque ahora riges en el mundo y tienen mayor autoridad? ¿Porque si algo malo le pasa a alguno va a romper el equilibrio entre los meses y las estaciones provocando caos y destrucción?-

Indra miró los ojos de cachorrito abandonado que le dio Ashura y tuvo que resignarse a separar a esos idiotas antes de que provocase el exterminio del mundo como lo conocían. Von cansancio acomodo su corona de hielo, y con gesto elegante levantó la lanza de hielo que portaba. Ya iba a enseñarles a esos inútiles a no provocar el fin del mundo... dos veces.

-Lamento tener que molestarlos en su afable reunión- una voz, que no era la de Indra, detuvo la pelea entre los doce seres.

-¡Kurama!- exclamó con una radiante sonrisa Hashirama y con un fuerte empujón consiguió separar a Madara del albino- ¡Pero que agradable sorpresa! ¡Ven, pasa!- y muy afable se acerco al zorro para pachicharlo ignorando la mirada de amenaza del cánido- ¡Feliz Año Nuevo, Kurama!-

Y asi el zorro fue agasajado por el resto de los seres que se acercaban a darle las felicitaciones y a darle mimos, preguntandole como había estado en el tiempo que no se vieron, si había ocurrido algo interesante en el bosque, si ya había comido algo o quería que le preparasen algo especial.

-Lo siento, pero esta vez viene acompañado- logró decir a duras penas Kurama, tratando que la idea de un delicioso pollo asado no le distrajera de su verdadera misión.

Naruto no sabía bien qué impresión le dio a aquellas personas, pero por lo visto no fue una muy buena, porque el ambiente de celebración y alegría pronto se transformó en un tenso y desagradable silencio. Con los doce pares de ojos escudriñando, analizándolo con desconfianza, Naruto fue más consiente de sí mismo, de su viejo abrigo naranja, de sus destrozados guantes, de la herida que tenía en una de sus manos y ensucio parte de su ropa, de las marquitas en sus mejillas que a nadie le gustaban, así como de la hinchazón que zumbaba en su mejilla y labio por el golpe de Kaguya. Sinceramente Naruto quiso hacerse chiquito, bien, pero, bien chiquito, para esconderse debajo de su cesta y que nadie lo volviese a encontrar. Pero se quedó quieto en su lugar, con la espalda bien derecha y los ojos azules mirando a quien también lo mirase y con un montón de insultos en la punta de la lengua si alguien se atrevía a decirle algo feo.

Tras un momento de miradas compartidas y murmullos discretos, la mujer pelirroja se acercó al pequeño rubio hasta quedar a su altura y con suma delicadeza posó su mano en su mejilla sana. Si Naruto tembló, el diría que fue por el frío y no por miedo a que esa señora lenpegase, y dirá que le mantuvo la mirada valientemente sin atisbos de pucheros ni nada vergonzoso.

-¿Cual es tu nombre, pequeño?-

-U-uzumaki Naruto, ttebayo-

-Que lindo nombre tienes, Naruto-kun.- le sonrió la pelirroja y por la mirada tan dulce que tenía, parecía que el halago era sincero- Yo me llamo Mito y ellos son mis amigos. Vamos a celebrar todos juntos el inicio del Año Nuevo ¿te gustaría unirte?- Naruto miro a Kurama antes de responder.

-¿No seré una molestia? S-solo quiero calentarme un poco, lo juro, ttebayo.-

-Oh, no pequeño, no eres ninguna molestia- y con un tono amenazante se dirigió a los otros seres- ¿Verdad que no, chicos?-

"No, claro que no" "Ven por favor, acércate" "¿Quieres mi capa?" fueron algunas de las rápidas respuestas de los seres quienes se apresuraron para hacerle un lugar al pequeño cerca del fuego. Ya habían conocido la ira de de Mito en sus famosas tormentas de julio y no querían sufrir algún castigo por parte de ella.

Mito tomó de la mano al pequeño para que se acercarse sin temores y Naruto se sintió nostálgico por ese agarre. Hace mucho que nadie sentía una muestra de afecto tan cercana como esa, de hecho la última vez que le tomó la mano a alguien fue a su madre y fue para despedirla por última vez. Para ser sinceros, Mito-sama le recordaba mucho a su madre con ese exotico cabello escarlata y ese caracter fuerte y dulce que poseían, gación que Naruto se sintiera protegido a su lado.

-Cuéntanos, Naruto-kun ¿para que traes esa enorme cesta? ¿Acaso es para recolectar piñas?- pregunto Mito, tratando de que menos se sintiese más a gusto con el resto de los mayores que no dejaban de analizarlo de pies a cabeza. Hace mucho que no se encontraban en su forma física con un humano y todos estaban algo conmocionados y recelosos por la inesperada situación, pero Mito solo tuvo que darles una mirada para que se comportan frente a su pequeño invitado.

-¿O tal vez estás recogiendo hongos?- inquirió amable un hombre joven de largo cabello azabache recogido en una coleta con una túnica de lino blanca dibujado en el pecho un ruiseñor.

-No- respondió Naruto despues de calentar un poco sus manos, todos tuvieron la delicadeza de no mencionar lo heridas que estaban- En realidad necesito encontrar tulipanes, ttebayo.-

-Ah- dijeron todos, pero tras cinco segundos de procesar bien la informacion:-¡¿AH?!-

-"Este niño esta loco"-

-"Yo sabía que no debíamos invitarlo, ¡ahora tendré que desinfectar todo!"

-Bien, Hinata-neesan- hablo divertida la niña más pequeña, de grandes ojos lavanda y túnica con estampado de coloridas flores- Tu eres el mes abril y él busca tulipanes, así que es tu invitado ¡Dale la bienvenida!- a algunos de los adultos se les fue imposible no reír y las risas aumentaron cuando el rostro de la mencionada Hinata se tiñó por completo de rojo y comenzó a tartamudear nerviosamente.

-¡No se rían de mi, ttebayo!- rezongo cruzado de brazos Naruto, completamente ofendido.

-Tienes que aprender a explicar mejor las cosas si quieres que alguien te escuche, mocoso- le regaño Kurama, que había estado más interesado en devorar un pavo asado que Hashirama le había obsequiado que en sociabilizar con el resto- Pero es cierto. Naruto tiene que conseguir esas flores, de lo contrario perderá la cabeza. El rey escoge a una persona de cada hogar para sacrificarla y se salvaran solo aquellos que logren conseguirle esas dichosas flores-

-¡Eso es horrible!-

-¡Que injusticia!-

-¿Y por qué has venido tú aquí solo?- pregunto un chico de capa blanca con dibujos de arboles con flores en sus ramas, de largo pelo castaño y de ojos que desde la broma de la más pequeña se mostraban ceñudos- Eres un niño, este se supone que es trabajo de adultos. Y si igual tenias que venir tu, se supone que alguien mas debería de acompañarse.-

-La vieja bruja de mi tutora y su insoportable hijo me mandaron aquí- explico tras un breve silencio el rubio, aun teniendo fresco en su memoria la crueldad y el cinismo con la que lo mandaron al bosque- El rey llenará la cesta de quien le lleve los tulipanes con oro, por eso estoy aquí. Les aseguro que de no ser por eso, ellos me llevaron al palacio para ser el primero en que decapiten, ttebayo-

-Y ella fue la que te pego, ¿no?- preguntó una mujer con pelo recogido en un moño y un arco en su mano, una capa con el dibujo de un gran sol. Mito le dio un codazo por desubicada.

-Si, casi nunca me pegó tan fuerte como esta vez, pero a ella le enoja mucho que no la reconozca como mi madre ¡pero no lo es! Ella es solo mi tutora, mi madre verdadera es Uzumaki Kushina, ttebayo y solo tengo lugar en mi corazón para una mami y ya le pertenece a ella. Además no es que Kaguya me quiera como si fuera su hijo, pero cree que si me obliga a quererla entonces no me iré de la casa y ella podrá seguir cobrando la asignación que le dan por tenerme y ella podrá seguir comprando todas esas cosas caras que le gustan y los juguetes que el caprichoso de su hijo siempre le pide, ttebayo- era la primera vez que un adulto lo escuchaba con tanta atención y, aunque fuesen unos desconocidos, Naruto no se resistió ante la posibilidad de hacer su primera catarsis- Lo peor es que nadie quiere creerme cuando les digo lo mala que es, los tiene convencidos de que es una Princesa de quien sabe donde y que terminó pobre por pir anda a saber que. ¡Pero a mi me da igual todo eso, ttebayo! ¡Cuando tenga el dinero suficiente me largaré de esa casa y no pienso volver a ver a ninguno de ellos nunca más en la vida, ttebayo!

-Te encuentras en graves problemas, Naruto-kun- se sinceró Hashirama- Como veras, estamos en el más crudo invierno- a pesar de que la tormenta había menguado, aun persistian las rafagas de viento que arrastraban a los furiosos copos y agitaban las ramas de los árboles- La flor que buscas no aparecerá hasta abril-

-No se preocupe por eso, ttebayo. Es que yo voy a encontrar si o si esas flores para hoy-

-¿A que te refieres, mocoso?- alzo su ceja Madara, quien todavia no se decidia si Naruto era retrasado o solo muy estupido.

-Ya me escucho, viejo. El rey me matara si no le llevo sus flores y como yo no voy a morir hasta volverse caballero como mi padre, entonces significa que voy a encontrar las flores.- explico Naruto, como si fuese un maestro enseñando la lógica de una ecuacion matemática a un alumno especial palabras mente torpe.

Kurama sonrió para sí ante aquellas . Naruto no solo era bueno de corazon , poseía una luz especial, una llamarada interna que no dudaba en compartir con los demás, iluminando y calentando sus cansados espíritus, al igual que la hoguera que los cobijaba en esta noche tormentosa sin lunas ni estrellas. Para quien escuchase atentamente al pequeño rubio le sería imposible no caer bajo su encanto, los sentimientos de admiración y afecto, el deseo profundo de protegerlo eran inevitables. Y los Espíritus de los Meses no era la excepción, ya mas de uno lo miraba con respeto y asombro y otros intercambiaban miradas enternecidas.

Pero Kurama sabía cómo funcionaban las reglas dentro del régimen de los Meses. A pesar de que en el calendario humano todavía gobernaba diciembre, realmente era enero el que regía y como era la tradición el resto de los Meses se ceñían a su mandato. Kurama había estado pendiente de cualquier gesto de Indra, pero el mes de Enero se había mantenido con un rostro completamente estoico.

-¡Gracias por su ayuda!- les sonrió enormemente Naruto a todos-¡Ya estoy listo para volver a mi misión!-

-¿Te vas? ¿Tan pronto?- preguntó preocupado el azabache de coleta.

-Sip, tengo que apresurarme a lo mejor si no encuentro tulipanes le puedo llevar otra cosa al rey- explico Naruto, para acto seguido hacer una reverencia ante los mayores- ¡Muchas gracias por compartir su fuego conmigo, espero volver a veros pronto!-

-¡Espera, N-Naruto kun!- el nombrado se detuvo ante el grito temblorosl de una de las niñas, ojos aperlados timidos y corto cabello negro azulado decorado por una gran flor detras de su oreja, algunas mariposas revoloteavan sobre ella y se posaban sobre sus hombros. Naruto recordó que la más pequeña la había llamado Hinata- Espera un minuto, p-por favor- acto seguido la niña se acerco con mucha vergüenza hacia un hombre de alborotado pelo castaño, rostro seria perfilado con maquillaje púrpura en los parpados, para hacerle una pronunciada reverencia- P-padre Enero, le suplico que me queda una hora de su tiempo, por favor-

-Madre Abril- habló Indra, su voz firme y resonante tras un prolongado silencio- sabe perfectamente que el mes que usted dirige no puede llegar antes que febrero y marzo- reprocho

-¡Con gusto cederé mi tiempo!-

-¡Hanabi-chan!- exclamó sorprendida Hinaya al ver que tenía el apoyo de la más pequeña.

-También yo- sonrio Ashura- Me gustaría poder ayudar a Naruto-kun a cumplir su sueño- y dirigió una mirada persistente a Indra, quien terminó desviando la suya después de unos segundos.

-Supongo, que si el Hermano Febrero y la Madre Marzo están de acuerdo, entonces que así sea- hablo Indra con voz de derrota y tras una inhalación profunda- Tendremos una hora de abril.

Con algo de resistencia, Indra cedió su cetro a Hinata, el cual al entrar en contacto con la Madre Abril cambió su forma de lanza de hielo por la de una larga rama de verdes hojas brillantes que resaltan unas diminutas flores rosa pálido. Hinata lo extendió por sobre su cabeza y con la misma voz delicada pero más segura, recitó su mandato:

-Que la nieve se derrita. Que el sol extiende sus rayos. Y que el frío de este invierno hasta luego se despida. Con los osos y caballos, y las aves de canto tierno que en vuelo se convierten. Y todo ya florece cuando el brote reciente ¡Que la primavera comience!-

A medida que estas palabras eran pronunciadas, los ojos azules observaron maravillados como los copos dejaban de caer del cielo y el hielo de la laguna de la que estaban cerca se derrite dejando relucir la cristalina agua, y así como algunos pecesitos dejaban ver sus colores, otros animales que se mantiene dormidos en invierno como aves y osos también comenzaron a aparecer, así como venados, lechuzas, mapaches, zorros, conejos y ardillas hacían acto de presencia ante el extraño actuar del clima. Y entonces todos pudieron observar como la nieve lentamente se iba derritiendo dando lugar al tierno pasto y de este brotaban con gracia y dulzura los más hermosos tulipanes blancos jamás vistos.

-Pero ¿cómo es esto posible?- hablo mas para si Naruto, viendo las delicadas flores que decoraban la orilla del lago.

-¿Lo ves, Guy-sensei? Ese es el chico que habló con nosotros esta mañana- señaló Rock Lee, oculto junto con otras ardillas.

-Lo veo, mi muchacho, lo veo- respondio el nombrado Guy-sensei una ardilla de pelaje negro con mucho pelo ennla cara que le hacian parecer cejas humanas- ¡Esto es increible! Entonces la leyenda es cierta y aqui se reunen los Padres del Año-

-¿Ya había escuchado de ellos antes, sensei?- pregunto Tenten aunque con cierta duda, sabía lo mucho que su sensei tendía a exagerar las cosas para presumir mas.

-Si- asintió Guy para luego aclarar mas pensativo- Aunque jamas crei que le permitirían la entrada a la Brecha a un humano-

-¿A que se refiere?-

-Cuando tenia mas o menos su edad, recuerdo haber visto a una niña conversando con un zorro, aunque ella no volvió en la noche a buscar a los Padres del Año, cosa extraña porque dicen que quien lo hace es bendecido durante todo el año-

-Si, algo parecido dijo ese anciano al niño- recordó Tenten.

-¿Y el chico de pelo largo y cara senria que mes es? Es muy atractivo- admitió Rock Lee.

-...¿Que?-

Mientras Gai y Tenten le explicaban a Rock Lee que la zoofilia no era propio de los poseedores de la llama de la juventud, Naruto comenzó a llenar su cesta con los blancos tulipanes, teniendo mucho cuidado de que ninguno se aplastase ni se desprendieron sus pétalos. Mientras los 12 espíritus contemplaban la escena.

-Conozco a este niño- hablo una mujer de cabello azul oscuro con un flequillo que enmarca un rostro delicado, vestida por un gran abrigo de pieles que la hacía parecer pequeña- Lo he visto mientras cada uno de nosotros pasaba. Él disfruta cada mes como se debería disfrutar. Jamas se quejo del frío invierno sin importar lo crudo que este sea. Es alegre y juguetón. Respeta a cada criatura y objeto de la naturaleza.-

-Nosotros, los meses del verano lo hemos visto también- hablo el azabache de coleta.

-Pesca en el arroyo- acotó Mito- Bajo la sombra de un gran roble cuida su jardín de vegetales mucho antes que el alba. Trabaja más duro que cualquiera, sembrando, regando y cuidando de sus plantas- sonrió dulce la pelirroja viendo como Naruto olía las flores y algunos pájaros se acercaban a él, aunque estos eran tímidos y no le hablaban- Esta lleno de cariño y amor.-

-Creo que lo que necesita este niño es alguien que lo proteja- hablo mas para si Madara y varios de los espíritus parecieron estar de acuerdo. Los ojos de Kurama se iluminaron, su plan no parecía marchar tan mal después de todo.

-¡Gracias por las flores!- hizo una pronunciada reverencia Naruto cuando estuvo frente a los espiritus- Tome solo las que necesitaba- señaló la cesta- Nunca nadie me había tratado con tanta gentileza,ttebayo- añadió con las mejillas avergonzadas, pero el agradecimiento iluminando su mirada clara- ¡Muchas gracias!-

Y si nadie exclamó un "Aww" en ese momento no fue porque tuvieran que guardar las apariencias o por algún orgullo centenario, sino porque a todos quedaron asombrados cuando vieron a una decidida Hinata acercarse a un desconcertado Naruto con las mejillas arreboladas y una sortija en la mano.

-Na-naruto-kun- logró decir la niña- Quiero que aceptes esta sortija- tomó la mano del chico y en su dedo índice coloco una anillo de fino oro con una pequeña piedra verde en su centro que Naruto no supo identificar- Si llegas a tener problemas tu solo di: "Rueda, rueda mi sortija de abril . La primavera florece, el otoño marchita, el verano sol y fruta, el invierno nieve y alegría. Rueda al fuego del Año Nuevo, que con esta flama a todos veo"- cuando termino de recitar fue consciente de que sus manos todavía sujetaban las del niño rubio y las soltó inmediatamente para volverse un manojo de nervios y tartamudeos mientras jugaba con sus dedos- A-a-a-asi to-to-todos vendremos a rescatarte con nu-nuestros po-po-poderes de los doce meses- finalmente lo miró a los ojos y, aun con su cara de tono carmesí, le dio su mejor sonrisa- Esa es mi promesa, Naruto-kun-

Naruto observo los ojos de Hinata, que en un principio no le gustaron en demasía, por ser casi idénticos a los de su tutora, pero ahora que estaban mas cerca descubrió con agrado que estos tenían un brillo bondadoso e inocente que los fríos ojos de Kaguya jamás poseerán, que los orbes de la niña, a pesar del color lila, eran más parecidos a las perlas que los blancos ojos de Kaguya, opacos como un trozo de hielo. Naruto sonrió feliz, había conseguido a su primera amiga.

-Pero jamas debes mostrar a nadie el camino hacia aquí- interrumpió Indra, voz calmada, mirada severa- La brecha es secreta excepto para unos cuantos-

-Lo prometo, me llevaré el secreto a la tumba, ttebayo- asintió con vigor el rubio y los espíritus supieron que ningún humano interrumpe en su santuario si Uzumaki Naruto estaba presente para detenerlo

-Espera- hablo en serio albino, quien sin decir palabras había logrado intimidar a Naruto, ahora bajo su mirada carmesí se sentía completamente indefenso- Ten- le extendió una lampara de aceite- El fuego que contiene es el mismo que el nuestro, asi que no habrá viento de la Madre Naturaleza que lo apague a menos que tu lo soples-

-G-gracias... este...- Naruto no recordaba siquiera si el albino se había presentado.

-Tobirama-

-¡Gracias Tobirama-san!- le sonrió feliz Naruto- ¡Y muchas gracias a todos! ¡Siempre recordaré lo mucho que me ayudaron! ¡Gracias otra vez, ttebayo!

-H-hasta pronto, Naruto-kun- se despidió timida Hinata agitando su mano.

-¿Tu también te vas, Kurama?- pregunto Hashirama quien no había dejado de apapacharlo ni siquiera mientras comía.

-Si, acompañare al cachorro a su casa-

-Asegúrate que llegue a salvo- pidió dulcemente Mito, a lo que el zorro se limitó a inclinar su cabeza.

-¡Feliz comienzo de año!- gritó Naruto mientras se alejaba de los espíritus.

-¡Igualmente!- agitaron sus manos los espíritus hasta que el niño y el zorro desaparecieron entre los árboles y la oscuridad de la noche.

Hinata se quedó unos momentos más contemplando el lugar donde el niño había perdido de vista, cuando unas risitas divertidas hicieron que volteara hacia sus demás compañeros quienes la miran picaramente.

-¿Q-qué sucede?- "¡Vamos Hinata, finge demencia!".

-No, no, nada- respondió burlona la cazadora de moño castaño intercambiando miradas divertidas con Mito- Solo que fue muy tierna tu forma de comprometerte con Na-naruto-kun-

-¡To-tooka-san!- chillo Hinata avergonzada por la risa de los espíritus

-¡Cuidado, ahora sigues tu Tooka!-

-¡Izuna-san!-

-Bueno, creo que ya está bien de burlarse de Hinata-chan, niños- corto Hashirama, aunque trataba de disminuir su risa- ¡Felicidades, Hinata-chan, estoy seguro que cuidaras bien de Naruto-kun!-

-Ya era hora de que eligieras a alguien a quien proteger- asintió serio el unico niño, para después agregar con burla:- Aunque usualmente los humanos están enterados cuando se comprometen-

-¡¿Tú también, Neji-oniisan?!-

-Hermano Enero- habló con normalidad la mujer de gran abrigo a Indra, pues era consciente de que no le agradaba demasiado al mayor- ya es hora de retirar el báculo y volver todo a la normalidad-

-Se lo que debo hacer, Kanna- hablo en seco Indra importando muy poco si la mujer se ofendió o no por no dirigirse a ella por s, una mirada de Ashura fue suficiente para que tratase de ser más amable con ella- Pero aun no, Hermana Diciembre. Primero debemos esperar a que el niño llegue a su casa. Además acordamos una hora de Abril y esta aún no ha culminado.-

Todos los presentes estuvieron de acuerdo con lo dicho, y manteniendo el ambiente festivo retornaron su conversación sobre como se iban a manejar en este año que comenzaba y otros volvieron a sus cantos y bebidas, pero ninguno de esos espíritus pudo quitar de su mente a Naruto y el deseo cada vez más grande de poder ayudar al pequeño.

Mientras, ajenos a los pensamientos de los Padres de Año, Naruto y Kurama seguían caminando por el sendero camino a casa del rubio, el cual observaba maravillado las flores que habían crecido así como el tierno pasto que se veía. Pero a pesar de todas las maravillas que contemplaban sus ojos, no impedía que en su mente mil y un preguntas se acumulasen. Tan concentrado estaba en sus cavilaciones que no escucho lo que su compañero canino le dijo.

-¿Que dijiste, Kurama?-

-Dije- repitió Kurama, molesto porque odiaba que no lo escucharan- que si tenias alguna duda que me la dijeras. De seguro todo el bosque puede escuchar los engranajes de esa cabeza tuya tratando de formular una idea- Naruto entrecerró los ojos ante el insulto pero optó por morderse la lengua.

-¿Esos de allá eran Los Doce Meses de la leyenda, verdad?-

-Eres muy perspicaz ¿no?-

-¡Oye!- gritó ofendido el rubio, al diablo con eso de morderse la lengua- ¡Tu fuiste el que dijo que iba a responder mis preguntas no que me iba a insultar, zorro decrépito!-

-Respondiendo a tu pregunta- volvió a hablar Kurama, ignorando la pataleta que hacía el menor- Si, ellos son Los Doce Meses, en el bosque los conocemos como los Espíritus del Año, pero ellos se llaman así mismos como los Padres del Año. Ya ves, la humildad no es su mayor fuerte.-

-"Mira quién habla"- pensó el rubio- ¿Y todos ellos son hermanos? Porque eso fue lo que escuche, pero la verdad es que no se parecen demasiado. Y algunos se miraban de manera rara, ttebayo- Naruto recordó al adulto de largo pelo castaño abrazando a cada rato a un hombre azabache, a Minuto-san y a una mujer castaña tomados de la mano, y a Tobirama-san compartiendo miradas con un azabache.

-Realmente, nadie sabe eso, ni siquiera se sabe su origen. Algunos dicen que fueron humanos que tuvieron la oportunidad de vivir eternamente y por eso no tiene la aparienci de los otros espíritus, otros lo contradicen diciendo que al estar tan vinculados con los humanos decidieron adoptar esa forma pero que realmente su figura es otra, y otros afirman que son Dioses que protegen el equilibrio de la Naturaleza. Aunque si quieres mi opinión, realmente no se necesita un vínculo de sangre para considerar a otro un hermano. El cariño y el amor cuando son fuertes y han sobrevivido a tanto, crean un lazo imposible de romper-

Naruto se quedó pensando en aquellas palabras. Nunca tuvo un hermano, y con Toneri distaba mucho de tener ese cariño especial del que hablaba Kurama,como para considerarlo como tal.

-Ademas que ellos tambien se pueden enamorar- volvió a hablar el zorro con cierto tono sugestivo- No solo entre ellos, claro, sino que algunos se han enamorado de humanos-

-¿Y para que me dices eso?- inquirió Naruto.

-¿Oh? ¿Acaso no sientes curiosidad por saber porque la Madre Abril te dio toda sonrojada su sortija?- Kurama se rió internamente al ver como el rostro trigueño de Naruto adquiere cierta palidez- Tengo entendido que para ustedes, los humanos, entregar una sortija tiene un significado especial. Algo así como una propuesta, ¿no?-

-¡¿QUE?!- si hubo alguien que no escucho ese grito debió de estar muy sordo como para no hacerlo- Nononononono ¡Yo no me puedo casar, soy muy chico, ni siquiera tengo una casa propia y mi trabajo no da para alimentar a una familia, ttebayo!- lloraba desesperado Naruto, los mocos mezclados con sus lágrimas- ¡Yo fui engañado! ¡ESO! ¡Y como me engañaron entonces el compromiso es nulo, ttebayo! ¿Verdad? ¡¿VERDAD?!-

-Ya, ya, cachorro, no dramatices...-

-¡Para tu es fácil decirlo, ttebayo! ¡A ti no es el que se comprometieron sin consentimiento!- siguió llorando Naruto tratando con desesperación de quitarse aquella trampa mortal disfrazada de sortija.

-¡ERA UNA BROMA,MOCOSO!-

-¿Q-que?-

-Era una broma, no te vas a casar-

-¿A-ah no?-

-No- rodó los ojos Kurama- Si bien este anillo representa un compromiso, no es que la Madre Abril te pidiese matrimonio sino que ha jurado frente a todos los meses que te iba a proteger cuando tu la necesitas-

-Ah- alargar la vocal Naruto en señal de que ahora comprendía, limpiaba sus lagrimas con la manha de su saco hasta que fue consciente de una cosa- ¡¿TE PARECE DIVERTIDO DARME ESOS SUSTOS, ZORRO DESQUICIADO?!

Kurama lanzó una carcajada burlona que solo hizo enfurecer más al pequeño rubio, pero antes de que pudiera quejarse otra vez, el zorro volvió a una expresión seria.

-Es importante que recuerdes las palabras del Padre Enero. Jamás debes enseñarle a nadie el camino hacia la Brecha. Las consecuencias podrían ser devastadoras, no solo para ti sino para el correcto equilibrio de nuestro mundo-

Kurama sabía que Naruto no era malo. Los humanos cuando poseen corazones puros y bondadosos desprenden un aroma que es fácil de percibir para animales viejos como él. Pero, los años también le enseñaron que los corazones de los humanos, por más resplandecientes que fueran en su tierna infancia, pueden oscurecerse con el marchitar del tiempo.

-No te preocupes por eso, Kurama- habló Naruto con una su voz infantil que podía adquirir un tono más maduro que cualquier adulto- No soy alguien que traiciona la confianza de quienes me tratan con amabilidad. Espíritus, dioses o conejos... si les jure que nadie iba a encontrar ese camino, entonces nadie lo hará-

Kurama intentó contener la sonrisa orgullosa que quería escapársele pero se vio opacada al ver la mirada gacha de Naruto.

-¿Qué tienes, cachorro? ¿No me dirás que estás triste por el anillo que me dio Madre Abril, no? Son muy pocos quienes fueron protegidos por uno de los meses del año-

-No, no es eso. Es... es raro explicar lo que siento ahora- confesó el menor, al ver que Kirama no hablaba, como si esperase que él comenzase un relato, decidió sincerarse- Desde que mis padres murieron, me he sentido muy solo. Y desde que mi tutora y su hijo se ocupan de mí, este sentimiento no se desvanece sino que crece a medida que pasa el tiempo. Las personas que antes me sonreían ahora me tratan con desprecio y quienes creí que eran mis amigos ya ni siquiera me hablan. Me siento molesto y triste y...-

-¿Enojado?-

-¡Exacto!- asintió Naruto viendo al zorro como si este lo entendiese perfectamente- Se que mucha gente está enojada y triste conmigo también, porque muchos de ellos perdieron a sus seres queridos tras la peste y yo soy uno de los que menos posibilidades de sobrevivir tenia, y tambien se que Kaguya anda esparciendo rumores molestos por ahí. Asi que pensandolo bien no es su culpa el odiarme-Naruto levantó sus ojos al cielo, debido a las temperaturas más cálidas, las nubes de tormenta se habían dispersado y pequeños pedazos de cielo estrellado se vislumbraba.- Me pone triste saber que los únicos seres que me trataron con amabilidad no los podre ver hasta mucho mucho tiempo. Y tampoco podré volver a hablar con los animales y tratar de ser su amigo. Si al menos fuera un sueño, no tendría tanto miedo de que este dia no volviese a repetirse.- hizo una pequeña pausa y volvió a agachar la cabeza- Otra vez voy a estar solo-

Kurama podía entender perfectamente los sentimientos de Naruto, su juventud también estuvo plagada de tristeza, soledad y furia, pero él a diferencia del pequeño había desquitado su ira con los demás habitantes del bosque y los humanos que vivían a sus alrededores, siendo incluso más peligroso que el lobo que había tratado de devorar a Naruto. No por nada lo habían apodado como El Terror del Bosque.

Si no hubiese sido que por cosas del destino hubiese encontrado la hoguera de Los 12 Meses hace muchos años atrás y que Hashirama y Mito lo hubiesen tratado con tanta benevolencia, no sabría el tipo de criatura que sería hoy en día.

El resto del camino se lo pasaron en silencio, cada uno metido en sus propios pensamientos. Finalmente cuando llegaron al linde del bosque, era el momento de la despedida.

-Bueno, supongo que esta es la despedida- sonrió Naruto aunque Kurama podía percibir la tristeza en sus ojos.

-Naruto- lo llamo Kurama para que lo mirara a los ojos- Recuerda que quien mantiene su corazón abierto y es bondadoso, tendrá la felicidad siempre al alcance de su mano- los ojos azules del humano se abrieron- A medida que conoscas a las personas aprenderás a convivir con ellas y ellas aprenderán a convivir contigo e irán creciendo juntos. Algunos se irán y otros te lastimaran, pero los que importan son los que se queden contigo. No estarás solo para siempre, Naruto-

Ante las palabras dichas los ojos azules se llenaron de miles de lágrimas que trato de que no afloraron frotándose los ojos con la manga de su abrigo. Cuando se aseguró de que de sus ojos no saldría ninguna gota de agua salada, le dedicó a Kurama una sonrisa conmovida, posiblemente la más sincera que haya dado en mucho tiempo.

-Adiós, Kurama-

-Hasta pronto, Naruto-

Y mientras Kurama partía otra vez a su pequeño refugio, Naruto corría hasta llegar a su casa. Agradeció que todos estuvo ecen en sus hogares durmiendo o festejando de lo contrario no sabria cual seria la reaccion de todos al ver que en vez de calles pobladas de nieve y crueles vientos que desnudaron a los centenarios arboles, una agradable brisa mecía suavemente las verdes hojas de las copas y que en los jardines de las casas habían comenzado a brotar flores y vegetales.

En las ventas de la casa de Kaguya no se vislumbraba ninguna luz encendida y la puerta de encontraba cerrada, posiblemente los dos albinos se fueron a dormir al ver que él estaba tardando mucho en regresar. Esta bien. Realmente, esta vez agradeció esa muestra de desinterés, después de la increible aventura que había vivido, no tenia ningun deseo de encontrarse con ninguno, si no fuera porque de lo contrario perdería su cabeza, perfectamente podria dejarlos dormir y el se quedaría toda la noche contemplando los hermosos lirios y el anillo que Hinata-sama le había obsequiado.

Pero bueno, así son las cosas, ttebayo.

Antes de abrir la puerta recordó la lámpara que le había obsequiado Tobirama-sama, su llama solo se apagaría si él la soplaba, le había dicho.

Entonces, cuando su aliento chocó contra el pequeño fuego, y como si de un diente de león se trata, la lámpara se deshizo en sus manos y se convirtió en diminutas hojas secas que fueron guiadas por un misterioso viento, otra vez a su hogar en el bosque.

-¡Tener poderes es genial, ttebayo!- sonrió el pequeño rubio antes de entrar a su casa, sin saber que su aventura de Año Viejo aún no había terminado.

xxXxx

Cruzando el cielo, entre las copas de los árboles, mecidas por la brisa de la magia, hojas secas de diferentes colores danzaban en un remolino juguetón, hasta llegar juntas a un lugar apartado del bosque, donde doce personas estaban reunidas en torno a una gigantesca hoguera.

-Finalmente- murmuró Tobirama, extendio su mano donde portaba una sortija de piedra jade y las hojas se hicieron cada vez más pequeñas hasta poder atravesar la gema y desaparecer tras un resplandor verde- Ahora sí, Madre Abril, Padre Enero, pueden continuar.-

-Sabia que Kurama haría un buen trabajo- hablo orgulloso Hashirama, aunque nadie le hizo caso, excepto Madara quien palmeo su cabeza así se quedaba contento y no se deprimía.

Hinata se acerco tímidamente a Indra y extendió el cetro, el frío mes lo golpeó contra el suelo una vez y este se vio cubierto de escarcha desapareciendo flores y hojas hasta adquirir otra vez la apariencia de una elegante lanza de hielo.

-De los mares del sur al polo ártico ahora un frio gélido cubre todo el hemisferio. ¡Juega con las flamas del fuego y todo lo congela en un ruego!- Indra golpeó el suelo una segunda vez y fue rodeado por un gran remolino de nieve que fue extendiéndose a su alrededor hasta comenzar a congelar la hierba y las aguas, un gélido viento se levanto hasta desnudar a los árboles y atraer las nubes de vuelta para una cruel tormenta- Helada, la hermana menor, conviertela en escarcha el trance para que flora de nuevo descanse y la ventisca que es mas grande tiene que ser muy veloz para que el hielo crezca alrededor ¡Soplen fuertes vientos y ventiscas! ¡Cubran de nuevo la tierra con sus nieves! ¡Que cierren los caminos y los puentes! ¡Y que la primavera no comience!-

Sin Siquiera verlo, todo el bosque había vuelto a cubrirse de una espesa nieve, algunas hojas marchitas de la pequeña primavera que tuvieron estaban girando por los aires. La tormenta había vuelto más inclemente de lo que había sido antes y eso lo sentian otra vez los animales quienes volvían otra vez a sus cuevas y madrigueras a abrigarse a dormir por toda la temporada.

Otra vez el viento hacía saltar las chispas y hacer que las llamas de la hoguera bailasen escandalosamente. Los Doce Meses volvían a reunirse para celebrar frente al fuego.

-"Espero que todo le salga bien a Naruto"- fueron los pensamientos de la Madre Abril antes de reunirse con sus hermanos.

xxXxx

N/A: ¡FELIZ NOCHE VIEJA! 🥳🥳🥳

Espero que tengan un lindo fin de 2021 y que reciban con toda la energía el 2022!!

Si bien este no es mi primer fic del fandom de Naruto si es mi primer AU! asi que cualquier duda, correxcion o felicotación que tengan sera bien recibida!

Mañana estare publicando la última parte de este fic, así que nos leeremos muy pronto 😘😘

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