—¡A LA VERGA ME VALE VERGA PERROS! —grité acomodando mi mostacho de macho pecho peludo y mi sombrero.
Empecé a correr en círculos por toda la sala, sintiendo la mirada de Yoongi de: "qué hicimos para merecer esa cosa tan extraña".
Así me aman x284738.
—¡VIVA MÉXICO, AJÚA! —le lancé confeti y me tiré encima de él. —Ahorita les voy a cocinar algo bien rico.
En seguida, me miró haciendo una cruz con sus dedos. —¡Fuera, Diablo!
—¿Qué tienes, ridículo?
—Últimamente estas siendo muy cariñosa con nosotros. Es preocupante.
—¡Claro que no! Perdón por demostrar mi amor, si encuentras restos de laxantes en tu café ni me digas nada, cara de ano blanco y arrugado.
—¡RINA, TE HABLAN POR TELÉFONO! —Hoseok me lanzó el teléfono, pero le cayó encima de la cabeza a Yoongi.
Lo tomé y rápidamente lo llevé a mi oído. —¿Bueno?
—¡Rina, qué bueno que contestas! —ay, era mi negrito favorito.
—¿Qué pasa, orilla de olla?
—¡Deja de bromear por mi tono de piel, es racista!
—¿Es Rina? ¡hola, señorita!
—¿Jackson? ¡ALÉJATE DE LOS PERRITOS!
—Eso sigue ofendiendo mi persona.
—Como sea. Tengo un par de dudas.
—Suéltate Pancha.
—¿Es maíz del grande o el normal?
—Grande. —algo cayó en mi muslo, así que observé mi mostacho caído.
Hoseok lo tomó y se lo pegó en la frente, lo miré con cara de watafac.
—¿Rábano, cierto?
—Ajá.
—¿Prefieres que compre la carne grande o en trozos?
—Grande.
Yoongi empezó a reírse y volví a dirigir la mirada a Hoseok, que tenía el mostacho pegado en el trasero mientras lo meneaba.
Bueno, no trasero. Espalda baja.
—¿Te molesta si llevamos a Jackson al hotel para que cene?
—Por mi está bien, sólo que se aleje de Filomeno.
—¡Por dios, no como perros!
—Nunca se sabe.
—Otra duda. ¿Burrrrito?
—¡Sólo dilo con dos r! —me reí. —¡BURRITO!
—¡BURRRRITO!
—¡Cuelga ya, y llega temprano!
—¡Okay jefa! —escuché su risa y colgó.
Seguidamente procedí a caminar a la cocina y saqué mi mega olla y empecé a reflexionar de todo lo que haría para hacer pozole.
Saqué mi teléfono y le marqué a Namjoon.
—¿Sabes qué? se cancela todo. Mejor trae una hamburguesas, unas papas con queso y unos refrescos de tres litros. —colgué.
Si, eso era mejor.
Me quité mi estilazo mexicano y me quedé viendo el piso un buen rato, hasta que algo impactó contra mi nalga.
—¡Reacciona! —Jin recogió la bolita de aluminio que anteriormente habia saludado mi pobre nalga. —Ya llegó la comida.
Ah cabrón.
Lo vi caminar hasta la sala y me encaminé al igual.
Los miré a todos, incluido Jackson.
—¿Se lavaron las manos? —llevé mis manos a mis caderas y siguieron mirándome.
—¡C-Claro que si!
—Muéstramelas.
Todos gritaron fastidiados y caminaron en fila al baño.
—¡Ah-ah! Primero las damas. —me reí malvadamente y los quité, lavando mis preciosas manitas. —Listo. Las quiero bien lavadas.
Me reí sin poder evitarlo y caminé hasta la sala y saqué la comida, acomodando la comida para todos.
Yo empecé a comer mientras lloraba por dentro cuando empecé a recordar toda la agitada agenda que nos esperaba.
—Odio cuando Omma RiRi aparece salvajemente. —Jackson refunfuñó, sentándose a mi lado.
—A la verga me vale verga.
Observé a Taehyung morder su hamburguesa para ponerlo incómodo, y así fue. Me miró con la boca llena y después su hamburguesa.
—¡No me mires mientras como! —me regañó.
—Puerco.
Seguí comiendo, bueno, tragando hamburguesas y papas fritas con chingos de queso.
Luego me dio el mal del puerco y me recosté en el pecho de Jackson.
—Si, la versión español de Lullaby fue un reto... Pero tenemos una buena maestra. —me sonrió.
—Es que es muy fácil, otra cosa es que ustedes estén idiotas. —murmuré con pereza.
—¿Cómo querías que cantara cosas que no sé? ¡obviamente iba tardar en poder pronunciar!
—Como sea. Me voy a dormir.
(cambio de tiempo mamalón)
—¡Ah!
—¡Eres muy ruidoso!
Soltó un sonoro gemido. —¡De nuevo ahí, p-porfavor!
—No te muevas. —gruñí.
—¡O-Oh, dios! ¡Justo ahí!
—Tranquilo, estás muy tenso. Relájate bebé.
—¡Santo dios, más Rina, más!
La puerta fue abierta rápidamente por seis pares de ojos completamente abiertos.
—¡¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?!
—Un masaje, duh. —dijimos Hoseok y yo al unísono.
Yo estaba sentada en el inexistente culito de Hoseok, él tenía la camisa levantada de la parte de la espalda y me ofrecí a hacerle un masaje ya que estaba en un curso de los mismos, por lo que quería poner mis enseñanzas en práctica.
Él acepto, sólo que siempre que daba justo en un nudo, parecía Tae.
Gimiendo como perra en celo.
—¡Yo también quiero un masaje! —exigió Jungkook.
—No.
—Ay.
Me bajé de la espalda baja de Hoseok y le receté unos tés muy buenos para relajarse, así como unas pomadas bien chingonas.
Me sentía como doctora.
Fui hasta el cuarto de Jin y me tiré encima de él.
No vi cuando estaba tragando ramen, por lo que empezó a toser.
—¡Casi me matas!
—Quisieras. Yo quisiera.
Sad.
Me acurruqué a su lado, pero algo estaba incómodo debajo de mi. Me removí, hasta que quedé encima de algo duro y plano.
—¡Bájate de mi pecho! —me espanté y salté, pero volví a caer encima de pues Ramón.
Ah, ya comprendo.
Jin tenía sus edredones y sábanas negras.
Nunca lo iba ver.
—¡Rayos, quisiera tener esa capacidad de clamufaje igual que tu! —le di una palmada en el pectoral. —Hazte para allá. —se hizo para un lado.
Prácticamente si se ponía delante de mi, me tapaba toda. Apenas le llegaba al hombro.
Parecía que estaba encogiéndome.
Y yo que quería ser alta para cambiarme de sexo y ser un bello hombre llamado Roberto.
Me quedé bien dormida con el Namyún y el Socyin, por lo que en la mañana estaba rodeada de sus brazotes como enredadera.
Y sentí como Seok se levantaba para seguramente bañarse, Nam y yo seguíamos en modo bulto.
O hasta que Jungkook me llevó en su hombro hasta el comedor con los ojos cerrados.
Me sujetó de la cintura y me depósito en la silla riéndose de mi jeta adormilada.
—¿De qué te ríes? —me tallé los ojos y luego le di un puñetazo.
—Uy, perdón. —me revolvió el pelo, destruyendo mi peinado mañanero más de lo que ya estaba destruido.
Vi que todos estaban comiendo cereal y cosas de desayuno, por lo que me levanté y fui por una hamburguesa de las de ayer.
Me podía comer ocho hamburguesas, sin exagerar.
—¿Acaso tu no sabes lo que es un desayuno nutritivo?
—¿Acaso tu no ves que no me interesa? —mordí mi hamburguesa en la cara de Yoongi.
—¿Qué es obo? —preguntó Taehyung.
—Esta.
si, ya sé.
ni me digan nada, sé que me tardé mucho en actualizar, ni siquiera hice el especial de rina, ni el de jk, ni el nam, ¿y?
estaba muy ocupada, la verdad sí.
apenas acabé la semana pasada los primeros parciales, hice entregadera de proyectos, tareas, cuadernos, exámenes y, ay.
valió el esfuerzo, saqué muy buenas calificaciones.
como sea, les dejo algo de lo que tenía escrito del especial de jk.
(quizá se publique un extra en una chica en bts, quizá suba estos capítulos en la primera temporada para hacer dos libros en uno, quizá borre este, idk nan molla)
♡05.2.0: HAPPY JK DAY♡
Escuche los gritos-susurros de los seis idiotas detrás de mi, así que opté por propinarle un fuerte golpe en el muslo a Yoongi, quien con el pelo más alborotado que la chingada, hiso una mueca y me golpeó el brazo por igual.
Sólo la luz de la cámara del teléfono de Tae nos daba luz, ya que eran las cinco de la mañana.
El pastel en mis manos (hecho por mi) estaba entre mis manos.
Ay, el bebé ya cumplía 21 años, cosita hermosa.
Bueno, aunque yo sea prácticamente una pulga a su lado, sigue siendo menor que yo y... ¿cómo lo explico?
Sólo sé que quería seguir presenciando más cumpleaños así.
Abrimos la puerta despacio y después entramos hasta ver los pelos rojo menstruación de Jungkook sobresaliendo de las sabanas color blancas.
Tae empezó a grabar y conté hasta tres con los dedos, después todos tomamos aire y empezamos a cantar a todo pulmón.
—¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI!! ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI!! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS A NUESTRO JUNGKOOK, FELIZ CUMPLEAÑOS A TI!! —él se talló los ojitos con una sonrisa adormilada.
Pero entonces dejé caer el pastel y las veliras quemaron las sabanas y se hizo un incendio.
Nah, le dimos un abrazo grupal ya que apagó las velitas y le entregamos nuestros regalos.
Para ese entonces, Tae había dejado de grabar y nos estábamos burlando de los regalos.
—¡Me toca! —aplaudo, saco la caja pequeña de mi camisa del pri para dormir y se la extiendo. —Disfrútalo.
Entonces Yoongi se coloca debajo de las cobijas.
Obviamente le di un golpe que hizo que sacara su cabeza de entre las cobijas. —¿Qué? ¡eso puede tener una bomba apestosa o algo así!
—Bomba apestosa la que te voy a meter por el culo.
Eso sonaba a que me iba pedorrear en el culo de Yoongi, ew.
—Ay, Jungkookie ya no es el bebé que se escondía atrás de nosotros. —Hoseok sonrió melancólico.
A la bestia, voy a llorar.
—¡Te exijo que dejes de crecer, estúpido hermoso! —Tae se le lanzó, al mismo tiempo que yo me lancé a su cuerpo.
Le di un agarrón de culito a Jimin cuando me caí e intenté agarrarme de algo, esta vez si no fue a propósito. Igual lo disfruté.
Pero me pegué bien feo en el brazo a la verga me vale verga.
Seokjin me ayudó a ponerse de pie y me senté en mi cama, junto a Namjoon y Yoongi.
—¿Y si partimos el pastel y dormimos?
—Mejor hay que dormir, en la noche partimos el pastel. Hoy debemos ir a promocionar IDOL. —rolón.
—Qué pereza, lo único que me motiva es army. —Yoongi se acurrucó a mi lado y le acaricié unos mechones de cabello.
—¡Yo también quiero! —Seokjin se lanzó a mis pies. —Yoongi, eres como un peluche. Todo calientito y suavecito.
—¿Verdad que sí? —las choqué conmigo misma, siempre diciendo las cosas como son.
No sé cómo ni cuándo pero nos fuimos quedando dormidos unos con otros, empalmados y bien acurrucaditos.
Aproximadamente a las nueve de la mañana me desperté al mismo tiempo que Taehyung y comenzamos a despertar a los demás con ayuda de:
—BABY SHARK DUDUDUDUDU BABY DUDUDUDUDU BABY SHARK DUDUDUDUDU BABY SHARK, MOMMY SHARK DUDUDUDUDU MOMMY SHARK DUDUDUDUDU MOMMY SHARK DUDUDUDUDU MOMMY SHARK, DADDY SHARK DUDUDUDUDU DADDY SHARK DUDUDUDUDU DADDY SHARK DUDUDUDUDU DADDY SHARK, GRANDMA SHARK DUDUDUDUDU GRANDMA SHARK DUDUDUDUDU GRANDMA SHARK DUDUDUDUDU GRANDMA–
—¡Ya escuchamos, cállense la puta boca! —gritó Yoongi, aventando las almohadas a su alrededor.
------nahilaaaa.