Luego de esas palabras, JungKook corrió a encerrarse en su habitación, él no dormía con nadie, bueno, nadie que no fuera su mejor amigo, Kim TaeHyung.
-¿JungKookie? ¿Qué pasa bebé? ¿Por qué lloras? -Tae se levantó de su cama y corrió a la del menor, lo abrazó y comenzó a oír como cada vez su llanto aumentaba, llevaba días llorando, y Tae sabía perfectamente porqué.-
-Por nada, s-sólo me acordé de mi Omma y ya, la extraño mucho -Mintió, no quería que Tae se enterará de que había pasado, -Aunque él supiera perfectamente porque llora.-
-Oh, JungKookie, ven -Tae sentó a JungKook y acarició su mejilla.- Ya pasará, sé que la extrañas, yo también extraño a la mía
-Y también porque mi Hyung favorito me hablara mal -Susurró, pero Tae logró escuchar eso, su sangre comenzó a hervir, todos en la casa sabían que JungKookie estaba sensible, ¿Por qué seguían así?.-
-Ya bebé, sabes que algunos nos estresamos por el concierto, las coreografías, que todo salga perfecto, etcétera. ¿Sabes? Prometo hablar con Jin Hyung y decirle que no debe hablarle así a un niño de porcelana que se puede romper
-JungKook rió, sabía que no lo decía en serio, bueno, la parte en la que decía que era de porcelana.- De acuerdo
-JungKookie era de porcelana, JungKookie se rompe fácil y lastimosamente, una grieta se formó en su corazón y pronto ya no sería una pequeña, sería un gran agujero.-