Only Kiss Me ©

Oleh AnnaBooksve

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Daniela Jones, después de ocultar el gran amor que sentía por Dilan, aunque todo el mundo ya lo sabía; se ent... Lebih Banyak

¡ATENCION!
Descripción.
Epígrafe.
Biografía
Dedicatoria.
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 4

125 18 7
Oleh AnnaBooksve

"Capítulo 4"

No dudo dos veces y le contestó a Dilan.

— ¿Hola?

—Hola Danni ¿Qué tal tu paseo? Quería saber de ti.

Dios mío Dilan quiere saber de mí, siento mis mejillas arder. Se me sale una sonrisa muy estúpida y captó la mirada de Seb celosa.

—Eh, me fue m... muy bien, Gracias por estar pendiente.

—De nada, todo por la chica más linda del mundo.

Oh.

—Y, ¿Cuándo comienzas clases? —me pregunto Dilan.

—La semana que viene ¿Y tú?

—Igual, que casualidad.

—Si.

Espera, será que ¿Él va a estar conmigo?, No lo dudo mucho un chico millonario como él debe de estar en un cole...

Seb se aclaró la garganta separándose de mis pensamientos.

—Bueno, Adiós Dilan, ya voy a llegar a casa. Te escribo mañana ¿Sí?

—Dale Danni te quiero mucho, que sueñes conmigo.

Colgué, no quería ni responder lo que me dijo y es raro que me digas esas cosas.

— ¿Quieres ir a cenar algo, antes de ir a tu casa? —me pregunto Seb y menos mal ya que tengo mucha hambre.

—Suena muy bien, me gustaría y ¿A dónde vamos?

—Es un secreto.

— ¿En serio? Solo falta que sea un lugar muy romántico después nos besemos y terminemos en la cama.

—Oye, oye, oye calma. Me gustaría que pase eso pero no si tu no me das el permiso ¿Ok?

No me aguante para reír.

—Ok, ok no hay problema.

—Ok. Ten eso claro

Empecé a reír aún más fuerte.

***

—Ya estamos llegando —aviso Seb con una sonrisa en su rostro perfecto ¿Qué estará pensando?

En la entrada había un cartel que tenía el nombre escrito Restaurant Marcellino, con que este es el lugar, vamos a ver como es.

Estacionamos la camioneta y nos bajamos, caminando en dirección a el Restaurante.

—Espero que te guste —me susurró Seb en el oído. Se me erizó los pelos de la nuca al sentir su aliento.

Ya entramos y nos recibió un muchacho muy simpático, tenía los ojos Verdes y el pelo castaño. Nos dedicó una sonrisa mientras que estábamos al frente de él.

—Buenas noches, ¿Que desea?

Sentí las manos de Seb enrollarse en mi cintura, contraje el aire. ¿Qué le pasa?

—Buenas noches, la señorita y yo venimos a cenar.

—Vengan conmigo, por favor.

Lo seguimos a una mesita de mantel blanco y uno más pequeño rojo con dos sillas de madera y un cojín rojo. Al sentarnos, nos traen unas copas de vino y la carta donde están las comidas.

— ¿Qué quieres comer Daniela?

No me gustaba cuando alguien decía mi nombre completo. Así que empecé a jugar su juego

—Sebastián deseo comer lo mismo que tú. Tu pide —me dirigió una sonrisa de medio lado.

— ¿Vino? —me preguntó.

—Si, por favor.

Miro al camarero que empezó a anotar lo que Seb decía.

—Un vino chateau d'yquem 1784, con riderroulage eso es todo, cualquier cosa yo lo llamo.

El camarero asintió y se dirigió a la cocina.

Nunca en mi vida he visto así a Seb, es algo nuevo para mí que sea con los demás serio y egocéntrico. No paro de observándolo, con esos ojos oscuros y su pelo negro se ve tan guapo y con esa camisa negra y pantalones se ve aún más, con razón las mujeres se paran a verlo babeando por él. Y en ese momento cuando me dijo que yo le gustaba desde hace años que aún no me lo puedo creer.

¡Danni! ¡Danni! —escuchaba a Seb gritando desde la puerta. No quería abrirle a nadie la puerta de mi habitación. Cuando mi mama me dijo que mi papa tuvo un accidente y murió sentí que una parte de mi murió, ¡cómo es eso posible! Hoy 20 de mayo del 2009 mi papá murió.

Estaba tan destrozada no paraba de llorar sobre la almohada de corazón que mi papa me regalo.

¡Danni! ¡Por favor, ábreme la puerta! ¡Quiero estar contigo! ¡Acompañándote! —escuche al otro lado de mi puerta.

Me levanté como pude y me acerque a la puerta. Al abrirla vi los ojos de Seb nublados de lágrimas.

Hay Danni —dijo mientras cerraba la puerta y me abrazaba lo más fuerte que podía.

No me aguante más y empecé a llorar abrazada a él.

Danni, no llores, no llores. Sé que es muy fuerte cómo te enteraste que tu papa murió. Pero ya, tranquila... está en un lugar mejor. A nadie le gusta que lloren por ti — dijo susurrando en mi oído mientras acariciaba mi pelo alborotado —Yo estaré aquí contigo nunca te dejare.

Empecé a sollozar.

Y él se tumbó en la cama llevándome con él en sus brazos. Al rato me dormí en los brazos de Seb.

Cuando desperté me encontré todavía en los brazos de Seb, pero él seguía durmiendo...

—Tú te quedaste conmigo, toda una semana cuando mi padre murió, porque te gustaba —se lo dije muy despacio.

—Si me gustan. Me gustas, pero no solo fue por eso también porque eres mi mejor amiga y eso hacen los mejores amigos además es muy fuerte lo que te paso y te quería ayudar —dijo mirándome fijamente a los ojos— ¿Recuerdas lo que te dije antes de irme?

—Que la distancia impide un beso o un abrazo, pero jamás un sentimiento.

—Sí y lo dije para que veas que me gustabas pero no te diste cuenta.

—Es que yo nunca pensé que yo Daniela Jones la chica menos conocida del colegio te iba a gustar —dije rápidamente y sonrojándome.

—Y yo nunca creí que yo Sebastián Morgan el chico más guapo y tú mejor amigo nunca te iba a gustar.

No me aguante reír.

—Si eres...

— ¿Qué? —me dijo con su sonrisa hermosa.

—Creído, eres muy creído —intente decir entre risas.

— ¿A si? Y tú eres hermosa.

Deje de reír y lo mire a los ojos con una sonrisa.

—Gracias —fue lo único que me salió.

Terminamos de comer tomamos unas copas más de vino. Ya yo llevaba tres copas y estaba borracha no estaba acostumbrada a tomar bebidas con alcohol. En cambio Seb no está borracho.

Es tan pero tan lindo. Sus labios son carnosos y perfectos, los quiero besar. Me mordí el labio.

—Daniela, no te muerdas el labio —dijo Seb con un tono muy serio.

—Eres tan bello Seb.

Me lo volví a morder.

—Danni creo que es mejor que ya no tomes. Ven vamos a mi casa, la señora Annie no te debe ver así.

—Quieres tener sexo conmigo eso es, y quiero quedarme aquí un rato más el vino está muy bueno —dije tomándome completa la copa.

En este momento no me importa lo que piensen los que están a nuestro alrededor igualmente no me volverán a ver.

Le dio la tarjeta al camarero sin preguntar cuando tenía que pagar. Vida de rico.

—Vamos Daniela tienes que descansar —me tomo de la mano y nos dirigió a la puerta.

***

Llegamos al apartamento de Seb, la cabeza me daba vueltas, sentía ganas de vomitar pero me aguante para llegar al baño del apartamento.

Subimos en el ascensor al piso 30, el apartamento de Seb era el último. Llegamos a la puerta de Seb la 310.

Al entrar sentí que lo que comí me subía por el estómago y corrí directo al baño.

— ¿Qué te pasa? —escuche a Seb muy preocupado.

Empecé a vomitar y era lo peor del mundo, odio vomitar.

Sentí unas manos recogiendo mi pelo y haciéndome una cola.

—Tranquila —me dijo en un susurro que apenas pude escuchar.

De verdad que Sebastián es un amor de verdad que lo quiero y no solo como amigo.

—Te voy a buscar un vaso de agua y una pastilla.

Me levante rápido con el dolor de cabeza y me cepille los dientes con el cepillo de Seb. No me importo nada que sea de él, me sequé la boca rápido. Justo a tiempo llegó Seb.

—Toma, tómatela —me tendió la pastilla y el vaso de agua.

—Gracias —le dije dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

Puse el vaso del agua en el lavamanos y me acosté directo en la cama.

— ¿Vas a dormir conmigo, verdad? —le pregunté mientras lo miraba cambiarse. De verdad este chico es guapo.

—No, yo me voy al otro cuarto.

—Por favor, quiero dormir a tu lado, abrazados —no sé porque dije eso.

—No, no...

Le hice un gran puchero, mientras me arrodillaba en la orilla de la cama para estar más cerca de él.

—Está bien —se incorporó y yo salte rápidamente para quedar encima de él.

—Gracias —le digo mientras elevo mi cuerpo para no tocar nuestros cuerpos.

—De nada —me masajea los brazo suavemente.

No me aguante más y debe caer mi cuerpo levemente relajándome por completo.

Escuche como gruñía por lo más bajo mientras yo casi me dormía respirando su aroma y escuchaba el rápido latido de su corazón.

***

La luz del sol me pega en los ojos fuertemente cuando los abro y un dolor de cabeza impresionante hace que me toque la cabeza en seña de dolor. Note que tenía una camisa de hombre que me llegaba por los muslos. Por favor que no hubiéramos tenido sexo.

Me senté poco a poco en la cama hasta llegar a la orilla y ver hacia los lados.

¿Dónde estoy? Ah si este es el apartamento de Sebastián.

Me levanté muy despacio para encaminarme al baño, me cepille con el cepillo de Sebastián. Sentía que algo se me olvidaba pero no sabía que.

« ¡MI MADRE!»

Dios no le he dicho a mi madre que me quede en la casa de Seb. Debo de buscar el teléfono.

Empecé a buscarlo como loca en toda la habitación pero nada. ¿Dónde lo habré dejado? Salí corriendo de la habitación para la sala para buscar el teléfono. Vi mi bolso encima de la mesa de vidrio que está en el medio del televisor y los muebles, agarre rápido el bolso y encontré mi teléfono dentro. GRACIAS A DIOS.

Le marque a mi madre.

—Hola, amor.

—Hola madre. Mira estoy en el apartamento de Seb.

—Si mi amor ya lo se, el ayer me llamó y me lo dijo.

— ¿Enserio?

—Sí, mi amor.

—Ah ok, madre.

Hablamos un rato para después colgar.

Suspire muy hondo.

—Te queda bien mi camisa. Creo que deberías de usarla más a menudo.

Hecho un pequeño grito. Cuando voltee vi a Seb sin camisa y con unos bóxer negros. Me sonroje.

—Hola, Seb. ¿Cómo estás? —dije lo más rápido posible.

—Bien ¿Y tú? —se notaba muy feliz.

—Me siento un poco mal pero bien, ¿Ayer llamaste a mi madre?

—Sí, le avise que te quedabas conmigo.

— ¿Cómo reacciono?

—Normal.

En mi mente puro pasaba si hice algo con Seb anoche.

—Seb, ayer tú y yo hicimos...

—Tranquila Daniela. No hicimos nada. Cuando yo lo hago con una mujer me gusta que este sana no borracha, no me gusta aprovecharme de eso.

—Ok —dije sonrojándome.

— ¿Quieres comer?

—Sí, sería buena idea.

—Vamos, ayúdame hacer la comida.

—Ok.

—Haremos Una panqueca con nutella. Tu comida favorita.

Mmm, ya me la estoy saboreando, tengo tanta hambre.

***

De verdad de Seb cocina fabuloso, más que yo.

A veces pienso en cómo sería mi vida con él, fabulosa porque me conoce muy bien y yo a él. O en cómo sería una vida con Dilan, aunque él no me conoce del todo y yo un poco a él, pero me gusta desde pequeños y si me quedo con el seria como una historia de princesas que el chico que es el amor de su vida es el chico que le gusta desde pequeños ¿No?

—A veces me gustaría saber qué es lo que piensas, Danni —me despertó Seb.

—Ah ah, es solo algo loco que estaba pensando pero no tiene importancia —dije metiéndome a la boca un pedazo de panqueca.

—Vamos, Danni. Solo porque ya sabes que me gustas no vas a dejar de hablarme sobres tus pensamientos o dudas o...

—Ok ok ya tranquilo. Pensaba en cómo sería mi vida contigo o quizás Dilan.

—Oh. Bueno de eso no puedo ayudarte.

—Lo sé.

Ya terminamos de comer y me fui a poner la misma ropa que ayer para ir a mi casa a Cambiarme y bañarme.

— ¿Lista? —me gritó Seb desde la sala.

—Lista —le devolví el grito.

—Vamos ps, que quiero llevarte a un lugar hoy a las cinco en punto.

Salí lo más rápido de la habitación de Seb.

— ¿Qué? ¿A dónde?

—Es una sorpresa pequeña —dijo pasando unos de sus dedos por mi nariz.

¿En dónde será? ¿Será lindo? Me lo imagino porque Seb tiene muy buenos gustos.

Al llegar a mi casa, mi mamá no estaba de seguro fue a trabajar. Así que le mande un mensaje.

"Hola mama, ya estoy en la casa. Espero verte cuando llegues, para que sepas Seb me dijo que a las 5:00 p.m. me va a llevar a enseñar un lugar de Alemania. No sé dónde es, dice que es una sorpresa ¿Dónde será? Te quiero mucho"

Entre en dirección a mi habitación para bañarme y vestirme. Y Seb esperándome en la sala viendo una película.

Al ya estar lista el agua tibia me sumergí en la tina y al cerrar los ojos y empezar a pensar lo único que se me vino a la mente fueron los ojos y sonrisa de Sebastián. De verdad que estoy locamente enamorada de él. ¿Ahora qué hago?

Al salir y empezar a vestirme decidí unos tacones blancos con un pantalón corto Gris brillante y una camisa suelta Rosada y el pelo me lo deje suelto.

Al salir se encontraba Seb todavía en el sofá viendo la película lo observe un rato ya que estaba de espalda y no me podía ver. Dure así unos minutos y después me decidí a ir a verlo.

—Woow... Que hermosa Danni.

—Gracias —dije dando la vuelta.

Nos empezamos a reír.

***

Ya llego la hora de ir al lugar secreto. Nos montamos en la camioneta y al prenderla. Se me vino a la mente la ansiedad de ya saber cual es el lugar.

— ¿Ansiosa?

—Si —Le regale una gran sonrisa.

—Tranquila llegaremos rápido es cerca.

—Ok.

En el camino Sebastián puso una canción muy buena que no me sabia pero el sí.

— ¿Que canción es esa?

—La canción se llama Strip that Down.

—Es muy buena —me empecé a moverme al compás de la música.

Él lo que hizo fue cantar. Como ya yo sabía Seb, era de los chicos que no pueden vivir sin la música y yo una de las chicas.

Llegamos a un lugar muy lindo. Estaba tan emocionada que me baje del carro muy rápido. Espere a Seb al lado de mi puerta ya cerrada. Después él se bajó un poco nervioso.

— ¿Que tienes? ¿Estas nervioso?

—Un poco, ven —me tendió la mano para yo agarrársela. Y fue lo que hice.

Después paramos en un lugar muy hermoso con una vista de Baden-Wurttenberg hermosa, un árbol y al frente una silla de madera para dos.

Se ve muy romántico, espera ¿Romántico? Me empecé a poner muy nerviosa, sentí mis mejillas arder y mis manos a sudar.

—Tus manos están sudando Danni ¿Estas nerviosa?

—Si es que es un sitio muy ro... romántico.

Se empezó a reír, y como yo lo conozco perfectamente sé que ese tono de risa es que está nervioso.

—Bueno Danni, este lugar se llama Philosophenweg y te traje aquí por una razón —se acercó a mí.

—Danni, siempre me has gustado desde pequeños. Y te quiero dar este regalo por ser además mi mejor amiga —sacó una cajita negra de tercio pelo.

« ¡Qué es eso! Dios Mío...»

La abrió y sacó un collar con una D de oro y con unos diamantes ¡Son reales! ¿¡Qué mierda!?

—Dios mío Sebastián, ¿Es para mí?

—Si Danni, ven voltéate para ponértelo —obedecí y me lo coloco.

—Seb, Gracias de verdad —salte a sus brazos.

Nos separamos un poquito y quedamos nariz con nariz.

—Quiero besarte y susurrar sobre tus labios que me encantas.

Esas palabras me sorprendieron mucho pero en este momento no me importa nada solo él y yo.

—Entonces no pierdas más tiempo.

Me agarró las caderas mientras me jalaba para pegar nuestros cuerpos—Ni con todas las Fórmulas del mundo te Puedo despegar de mi mente. Te quiero tanto y siempre lo haré.

Mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte y en ese preciso momento unió nuestros labios.

Detuvo el beso y me dijo—Me encantas tanto —estas palabras hicieron que se escapara un suspiro.

No quería que el beso de detuviera.

Y el como siempre leyó mi mente y los volvió a pegar.

Cerré los ojos y jugué con sus labios sobre los míos.

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