Omnisciente.
-¡No hagas eso Jauregui!- la regaña arrugando su nariz, juntando sus cejas y cruzando los brazos delante su pecho.
-¡Pero si no he hecho nada!- se defiende alzando sus brazos con una sonrisa inocente, Camila negó molesta.
-¡Toda la maldita película te la has pasado tratando de sacarme los calcetines y metiendome el dedo a la boca!- le dice molesta, Lauren hizo una cara de sin comprender.
-¡¿Yo hice eso?!- dice extrañada.
-¡No te hagas!- le pega en el pecho, Lauren la miro confundida.
-Yo solo vi la película como cualquier persona normal.- se defiende acomodandose en la cama.
-¡Maldita mentirosa!- Camila tomo la almohada para pegarle con ella varias veces, Lauren tan solo reía ocupando sus brazos como escudo.
Camila no iba a perder esa pequeña batalla aunque estuviera cansada no iba a dejar de golpear a Lauren hasta que reconociera lo que dijo, eran un par de inmaduras enamoradas que no podían estar lejos la una de la otra, porque esa tarde a siete días de que Lauren se marchará solo estaban viendo una película juntas disfrutando de la compañía de la otra, era todo lo que necesitaban para ser felices.
-¿Por que mejor de pegarme con una almohada me pegas con tu trasero en mi cara y rebotas?- dice la muy vulgar riendo fuertemente ganándose golpes mas fuerte por parte de la morena.
-¡Ordinaria!- le grita sin dejar de darle golpes con la almohada.
-Esto es maltrato animal.- se queja intentando tomar la almohada.
-¡Pideme perdón!- se arrodilla a su lado sin dejar de pegarle.
-No haré eso, además no fue tan terrible.- le saca la lengua.
-Laurencita seguirá sin cariño entonces.- le advierte, Lauren niega riendo.
-La que mas sufre eres tu, además no le digas de esa forma, suena como si fueras mi abuela.- se queja.
-¿Como le digo entonces?- cuestiona.
-Anaconda.- mira sus uñas, Camila le dio un golpe mas fuerte.
-No le diré así, es feo.- se queja. -Le dire...- piensa unos segundos. -Lolito.- declara, Lauren rió para quitarle la almohada sonriendo triunfante. -¡Devuelve la almohada Ladrona!- Camila grito, pero Lauren cambiaba la almohada de lado a lado sin dejarla tomarla.
-Te gane.- le saca la lengua, en un movimiento raro, Camila quedo de manera horizontal a Lauren con la cabeza colgando hacia abajo de la cama, su pelvis y trasero sobre el abdomen de Lauren y sus piernas estiradas intentando volver a tomar una posición correcta.
-¡Te odio!- grito la morena intentando recuperar el equilibrio para levantarse.
-¡Un tambor!- Lauren dice exagerando una risa para golpear con sus palmas las nalgas de la morena fingiendo un ritmo escuchando como estas sonaban, Camila intentaba dar patadas pero era inutil, Lauren la tenia inmovil. -¡Que lindo culito me encontre...- canturrea sin dejar de tocar sus nalgas a un ritmo. -Tan grande y me lo voy a comer...- sigue cantando.
-¡Idiota!- Camila estira su mano para pegarla pero le salía débil. -¡Ayudame!- se queja afligida.
-Yo te ayudo siempre y cuando reconozca que me pediste matrimonio.- dice sonriente, Camila rodo sus ojos sintiendo como ahora Lauren amasaba con sus grandes mano su trasero.
-¿Nunca olvidaras eso?- se queja molesta.
-Jamás, tu decides cariño.- sigue acariciando su trasero suavemente.
-¡Te odio!- le grita frustrada, tomando el valor de dejar su orgullo de lado. -¡Si te pedí matrimonio!- dice por fin, Lauren sonríe triunfante.
-Un gusto negociar contigo.- la ayuda por fin dejando su cuerpo a un lado de ella, Camila la miro mal para luego darle un golpe en el pecho. -¿Y ahora por que?- se queja.
-Por andar pegándole a mi trasero.- se estira a su lado mirando al frente con los brazos cruzados.
-Que enojona.- dice riendo. -Si igual te gusto.- se encoge de hombros.
-No.- asegura. -Me caes mal.- le saca la lengua.
-A mi también me caes mal, por no ocupar tu lengua en otras cosas.- dice cruzando sus brazos también.
-Dile a Jennifer que ocupe su lengua.- le dice seria, Lauren rió.
-Aun no me acuerdo de ella.- dice riendo. -Y para tu información si me acosté con alguien en este tiempo.- mira sus uñas, Camila la miro seria alzando sus cejas.
-Lo imagine, nadie aguanta tantos meses.- bufa molesta, Lauren rió.
-Me acosté a dormir con un perrito que Taylor adopto.- le dice soltando una carcajada, Camila le dio otro golpe. -Mal pensada Cabello.- dice divertida.
-Te odio.- declara, Lauren asintió para subirse sobre su cuerpo dejando besos en todo su rostro.
-Me amas.- le asegura besando su nariz, cejas, ojos, mejillas, mandíbula para culminar en besos cortos en sus labios.
-No, mentira.- dice molesta aun.
-Que pena entonces...- Lauren deslizó una de sus manos hasta debajo de la polera de la morena acariciando su suave piel con la yema de sus dedos.
-No me convenceras.- dice segura, Lauren rió por lo bajo.
-Sabes que sí.- besa sus labios de nuevo para subir sus manos hasta sus senos por sobre la tela de su sostén acariciando suavemente por varios segundos sin tener reacción de Camila.
Continuo su camino buscando el broche para desatarlo con una mano liberando la zona y poder tocar sus senos directamente, casi rió al observar como la morena mordia su labio para no gemir, Lauren bajo las manos de nuevo sacándole la polera junto con el sostén dejando su dorso descubierto para recorrer a besos desde su cuello hasta debajo de su ombligo deslizando su lengua mojando su piel caliente, sabía que Camila estaba luchando con todo su orgullo para no ceder ante sus caricias, es que sabía que le encantaba lo que hacía. Subió su cabeza hasta la altura de sus senos tomando un pezón entre sus labios para chupar de manera caliente mientras que con una de sus manos acariciaba el otro escuchando el suave gemido de la morena, con su mano libre desató el botón del jeans para ingresar su mano bajo la braga de la morena buscando su punto debil moviendo sus dedos sin dejar de mover su boca sobre los pezones turnando cada ciertos segundo el lugar.
-Te odio...- Camila dijo soltando un largo gemido cuando Lauren ingreso sus dedos dentro de ella moviendo rápidamente dando todo el placer posible. -¡Mierda...- gritó fuertemente llegando al climax.
-¿Esa boquita tan vulgar?- cuestiona Lauren sonriendo para besar sus labios cortamente.
-Lo que consigues Jauregui.- dice sonriendo también. -Ven aquí.- la toma de la nuca para besarla profundamente sin dejarle tiempo ni siquiera para hablar.
Camila cambió de posiciones quedando sobre su cuerpo para despojarse de las ropas que Lauren llevaba dejándola solo en boxer y su top deportivo que tanto amaba usar, Camila sonrió divertida moviendo su trasero sobre ahora Lolito viendo como el cuerpo de Lauren reaccionaba de inmediato subiendo la temperatura a cada instante con cada movimiento, Lauren la tomo firme de la cintura para levantarla intentando quitar sus pantalones dejando a la morena solo en sus húmedas bragas sobre su cuerpo.
-No creo que dure mucho.- advierte Lauren, Camila la mira confundida. -Nueve meses es mucho tiempo Camila.- le recuerda, la morena hizo una mueca.
-Siento no haber hecho lo mismo.- hace un leve puchero, Lauren asintió acariciando su trasero lentamente. -Pero... jamás he sido buena en la abstinencia y pensé que teniendo sexo con otras personas iba a lograr dejar de pensar en ti.- le explica.
-Comprendo, pensé lo mismo en algún momento pero no podía entregar mi cuerpo porque era tuyo.- le responde. -Pero no hablemos de esas cosas, quizás tenga que soportar toda mi vida sin sexo luego de que me vaya.- Camila trago saliva.
Lauren beso sus labios suavemente olvidando el tema para hacer lo que siempre hacían, disfrutar el momento juntas, ni el pasado ni el futuro importaba, solo ellas dos en ese minuto de felicidad y placer. Camila le saco la ropa interior entre mordidas por diferentes partes de su cuerpo para jugar varios minutos con el miembro de Lauren, lo masajeo, chupo, incluso mordió suavemente provocando que su arquitecta perdiera todo sentido de la vida exterior, es que Camila amaba brindarle placer al máximo nivel.
Y sin darle mayor descanso hizo que Lauren ingresará en ella para juntas moverse al ritmo que necesitaban, para que al final Lauren cambiara de posición quedando sobre ella moviéndose rápidamente sin darse descanso algunos consiguiendo múltiples orgasmos juntas con sus cuerpos mas que sudorosos y calientes, pero llenas de placer y la satisfechas de la necesidad que las había albergado por tanto tiempo.
-Nadie se compara contigo.- susurro Camila sobre sus labios para besarla lentamente abrazando a su cuerpo.
-Espero que lo recuerdes siempre.- le sonríe, Camila acomodo la cabeza sobre su pecho para enlazar sus cuerpo cubiertos por el edredón de su cama.
-Quiero que me hagas una promesa.- dice Camila sin mirarla tan solo tomando su mano firmemente.
-¿Cuál?- pregunta. -Porque de amarte cada día de mi vida aunque estés mas enojona de lo común es un hecho.- dice riendo, pero Camila no lo hizo, solo soltó un suspiro.
-Quiero que me prometas que cuando vuelvas a Galway puedas hacer tu vida normal... buscar a alguien que te ame... que te haga el amor, que te haga feliz completamente y que dejes de pensar en mi, que no te abstenga de tener sexo con mujeres... hazlo eres libre y no por mi debes dejar de hacerlo.- le dice sincera, Lauren frunce su ceño mas que confundida y con una leve punzada en su corazón.
-¿Me estas diciendo que no te irás conmigo a Galway?- cuestiona sin comprender, Camila asintió.
-No puedo dejar mi vida por ti.- declara. -Lo siento mucho Lauren.- dice segura.
Una de sus reacciones pudo haberse parado e irse lejos de ella en ese momento, haberla dejado desnuda sobre la cama y no haber vuelto nunca más, pero ella no era así. Lauren la amaba tanto que a pesar de saber que es siete días más la volvería a dejar y quizás esta vez para siempre permaneció a su lado apreciando el momento que tenía junto al amor de su vida, porque sabía que Camila la amaba pero no lo suficiente para dejar todo, es que quizás ni siquiera fuera una cosa de amor, tan solo del miedo a fracasar, pero no podía hacer mas cuando había prometido todo por ella, no podía intervenir en su decisión menos obligarla a hacer algo que no quería, Camila era un ser libre a pesar que sabía que esa decisión no era buena para ninguna de las dos, solo traería mas dolor.
I dont want to miss a thing.
-No quiero cerrar los ojos...- Lauren comenzó a cantar por lo bajo el estribillo del coro de su canción favorita. -No quiero quedarme dormida, porque te extrañaría Camila.- cambio la letra con el nudo en la garganta, Camila sintió las primeras lagrimas deslizarse por sus ojos. -Y no quiero extrañar nada.- hizo una pausa. -Por que aun si soñara contigo, el mas dulce de los sueño alcanzará, aun así te extrañaría, y no quiero extrañar nada.- termina de cantar el coro para seguir con su parte favorita. -No quiero extrañar ni una sonrisa, no quiero extrañar ni un beso, ya que solo quiero estar contigo...- su voz se volvió a quebrar sin embargo siguió cantando por lo bajo. -Aquí mismo, contigo, como ahora... Solo quiero tenerte cerca.- la morena se aferró firme a su cuerpo escuchando su voz ronca con ese acento Irlandés que ella tanto amaba escuchar. -Sentir tu corazón muy cerca del mió, Y permanecer aquí, en este momento por el resto del tiempo.- termino de cantar con la voz completamente rota.
Porque esa canción era todo lo que quería decirle a la morena, no quería extrañar ni una cosa a su lado, quería tenerla para el resto de su vida pero eso ya no iba a ser posible, a pesar de que su amor era recíproco, lo de ellas no estaba destinado a ser, al menos eso Lauren creía en esos momentos. Camila cerró sus ojos mas fuertes sintiendo aun las lagrimas caer sin parar, solo una canción podía estar acorde a la situación que vivían en esos momentos, pero era su decisión y según ella era lo correcto ignorando el consejo de Richard incluso el de Lauren.
-Perdón...- logra decir entre lagrimas.
-No es necesario, si es lo que quieres lo aceptaré... sabías que la decisión que tomarás la iba a apoyar sin importar que tan mala fuera, no te puedo presionar a nada, eres una mujer libre y eso es lo que mas amo de ti.- le dice levantando su mentón para besar sus labios cortamente secando sus lagrimas.
-Solo promete que harás lo que te pedí.- la mira a los ojos con tristeza, Lauren negó.
-No puedo hacer eso, lo único que quiero es a ti Camila, todo lo que pienso eres tú, lo siento pero también tengo derecho a tomar mis decisiones.- le dice segura.
-Te amo mucho.- suelta un suspiro escondiendo su cara en su cuello, Lauren no respondió tan solo miro el techo sin cerrar los ojos.
Le dolía bastante que Camila no se arriesgara y por una parte tenía bastante rabia, frustración incluso impotencia por la poca valentía de la morena, algo que para ella resultaba tan fácil para Camila era lo mas difícil. ¿Pero que mas podía hacer? Nada, solo aceptar la realidad de amarla y ser amada pero la maldita distancia, la situación en la que su amor se daba fuera tan injusta, todo estaba en su contra, hasta el tiempo.
-Nunca fuiste solo mía.- dice susurrando. -Y nunca lo serás, porque te conozco y se que un mes o menos después de que marche alguien mas tocará tu cuerpo, solo espero que te cuiden y te traten con el mismo amor que yo lo hago.- dice con tristeza, sintiendo el dolor profundo de su corazón.
Camila permaneció en silencio sabiendo en lo profundo de su corazón que eso iba a ser cierto, porque era su manera de hacer las cosas, y no porque le abriera las piernas a cualquier persona, sino porque simplemente era así, era su forma de olvidar, superar y avanzar a pesar de que eso no hiciera efecto. Escogía bien sus aventuras, y tampoco eran muchas, siempre eran las mismas... pero también sabía que nadie iba a ser como Lauren y esa era la peor sensación de todas.
Horas mas tardes y a pesar de que Lauren lucho para no dormirse lo hizo abrazando fuertemente su cuerpo , a pesar de todo habían prometido disfrutar al máximo esos días juntas sin importar lo que sucediera después aunque la decisión se haya adelantado, pero eso solo las alentaba a disfrutar aun más el tiempo juntas.
Haciendo el amor en cada momento posible, estando juntas la mayoría del día olvidando la decisión que la morena tomó y por sobre todo siguiendo una vida normal juntas, como si eso durará para siempre pero no fue así.
A tres días de que los Jauregui volvieran a Galway, los Cabellos decidieron festejar en un día soleado con temperatura mas que agradable la llegada de su primer nieto ya que podrían sacarlo del departamento para ir a la casa de sus abuelos. Y así fue toda la familia reunida intentando pasarla bien, pero Lauren no pudo evitar sentirse triste cuando se encontró con su mamá luego de siete días sin verla, es que Clara también esperaba que Camila se fuera con ellos a Galway, sabía a la perfección cada uno de los sentimientos de su hija por la morena y solo esperaba que para Lauren resultaran las cosas bien, pero cuando la vio parada sola mirando su vaso de cerveza sin una sonrisa en su rostro supo que las cosas no estaban bien.
-¿Hija puedes acompañarme a la pieza para mostrarte algo?- le dice suavemente, Lauren la miro para asentir de inmediato acompañando a su madre a esa pieza de invitados.
Ambas entraron a la habitación en completo silencio, es que Lauren no quería decir nada, no quería mostrarle a su mamá que había fracasado y que todos sus sueños se habían destrosado, que la posibilidad de hacerla sentir orgullosa se había destronado al igual que su corazón, que la única mujer que había pensado en un futuro no se iba a ir con ella para hacer eso realidad, no quería decir algo y romper en llanto.
-¿Te gusta?- le muestra un vestido floreado.
-Esta bonito.- logra decir fingiendo una sonrisa, Clara hizo una mueca para dejar todo a un lado y tomar las manos de su hija entre las suyas.
-¿Que pasa mi amor?- dice suavemente, Lauren negó. -Hija puedes confiar en mi ahora lo sabes, sabes que te apoyaré en todo.- la mira a los ojos, Lauren hizo un puchero sintiendo sus ojos llenarse de lagrimas de inmediato.
-Lo siento mamá.- dice al borde de las lagrimas.
-¿Que paso?- dice sin entender.
-Fracase, no podre darte lo que tanto querías de mi, porque sin Camila no puedo hacer nada de lo que deseas...- le confiesa, Clara comenzaba a entender. -Sin ella no puedo tener una familia menos casarme.- declara sintiendo las lagrimas caer junto con sus sollozos.
-¿Que paso con Camila?- pregunta apenada secando las lagrimas de su hija.
-Ella no se irá conmigo a Galway, ella no lo quiere de esa forma.- le comunica rompiendo en un fuerte llanto abrazando fuerte el cuerpo mas bajo de su madre.
Clara la sostuvo fuerte entre sus brazos sabiendo lo difícil que era para su hija todo ese momento, perder a un amor nunca es fácil pero perder al amor de tu vida es como si tu alma fuera arrancada de tu cuerpo, razón por lo que solo podía abrazarla mostrando todo su apoyó en esa situación tan difícil que atravesaba.
Sinuhe escuchó toda la conversación.
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No me odien, pero es necesario.