vuelven a invadir estos sentimientos negativos, me consumen de a poco arrasando con la bondad ingenua que se encuentra aun en mi corazón, creyendo que aquel llamado amor llegara; sin darme cuenta estaba deshecha mi corazón con una coraza impenetrable de la cual nadie sabía, una sonrisa bastaba para que las personas me vieran bien. Mientras que por dentro me encontraba desecha.
Como quería destrozar al mundo como tu destruiste el mio, como quería poseer ese frio cínico como tu. pero no pude hacerlo. Aún queda un poco de luz en mi y no pude hacerlo. No pude hacer nada más que albergar el dolor en mi pecho, dejar las palabras fluir; escribiendo.
Haciendo aquello por lo que todos decían que la gente moriría de hambre, aquí me encuentro escribiendo algo que alguna otra persona leerá y se sentirá identificado, tal vez no. Dios que aberrantes los pensamientos que me envuelven ahora, de saber que en algún momento volveré a enamorarme y quizás solo quizás no me dejaran sin otro poco de mi esencia.
Antes de enamorarme, era libre me amaba como ninguna persona lo podría haber hecho, me sentía bien conmigo y mi cuerpo. Ahora me miro en el espejo, siento inconformidad ¿Por que? Porque dicen que el amor te libera si te sientes inconforme con cosas que antes te resultaban triviales.
Cual es el encanto de deslumbrar a otra persona, sino lo es siendo tu mismo. ¿Cuál es el motivo? Para sentirnos bien y al otro mal, solo lo hace parecer inverosímil.
Quizas no estén de acuerdo pero la realidad es que más allá del amor, del desamor de todos los sentimientos positivos y negativos, la decepción que puede brindarte una persona arde, como si fuera tu propia madre traicionandote.
¿No lo es? A mi me lo parece y es así.