Angel de Luz [Completa]

By Sangabrielle

139K 8.9K 1.6K

Dicen que en la tierra hay Ángeles que a veces se materializan para ayudarnos parte del camino que debemos re... More

Capítulo 1: Worlds Collide...
Capítulo 2: Ángel...
Capítulo 3: Dr. Jekill & Mr. Hyde
Capítulo 4: Lucky Ones...
Capítulo 5: Dark Paradise...
Capítulo 6: I don't give up on you
Capítulo 7: Reunions
Capítulo 8: Secrets & Revelations
Capítulo 9: White Weapon
Capítulo 10: Became One
Capítulo 11: My heart will go on
Capítulo 12: Lights & Shadows
Capítulo 13: Good Intensions
Capítulo 14: Bad Choices
Capítulo 15: Angels among us
Capítulo 16: Trust me
Capítulo 17: I'll protect you
Capítulo 19: Conections
Capítulo 20: War of hearts
Capítulo 21: Feeling out loud
Capítulo 22: I give myself to you
Capítulo 23: When I fall in love
Capítulo 24: The power of love
Capítulo 25: All I want for Christmas
Capítulo 26: A ray of light
Capítulo 27: Miracles of Love
Capítulo 28: Merry Family Christmas
Capítulo 29: Angel of Light
Capítulo 30: Epílogo
Detrás de la historia

Capítulo 18: Who are you?

3.7K 286 61
By Sangabrielle

Al cabo de unas horas la puerta del departamento se volvió a abrir, sorprendiendo a Lexa que se había vuelto a quedar dormida en el sofá del livingroom, luego de haber comido algo con Ontari en su habitación.

De inmediato entró el pequeño Carl corriendo llamando a su madre, detrás del niño estaba Clarke, con una cara que de pocos amigos, y detrás de Clarke apareció Raven junto a otra mujer de cabellos oscuros risados. Para Lexa era como que ya había demasiada gente de repente en ese pequeño departamento.

Le sorprendió ver a Carl realmente, no lo esperaba, pero probablemente Raven y su jefa, que estimaba era esa mujer morena, quizás tenían un nuevo plan o estrategia.

Antes de que pudiera correr más lejos, Raven tomó al niño por sus hombros y se agachó a hablarle dulcemente con calma...

- Oye hombrecillo, recuerdas que te conte que tu mami esta un poco enferma en la cama, y que por eso no pudo ir a buscarte?

- Si

- Bueno, yo te llevo a su habitación pero debes estar más tranquilo si? Tu mami se ha caído y tiene unas heridas en su cuerpo, nada grave, pero no puedes saltarle encima o abrazarla muy fuerte ok?!

- Si Raven, lo entendi, ahora por favor llévame con ella, la he extrañado mucho, quiero ver a mi mami.

- Bien, vamos... y hola Lexa, te presento a la Inspectora Rivers, mi jefa..... aun.

- Raven... - El niño tiraba de la mano de Raven, quien de inmediato levantó al pequeño por los aires, haciéndolo reir, caminando hacia la habitación

Lexa se frotó los ojos. Tratando de despertarse finalmente, mientras se acercaba a la Inspectora y a Clarke, parada a su lado, con un rostro no muy feliz. Lexa temía que Raven no haya cumplido su palabra de guardar su secreto, porque cuando se acercó a besarle la mejilla, no hubo mucho cambio en la actitud de la artista, sintiéndola fría y distante.

- Inspectora Rivers, es un gusto conocerla, soy la Doctora Lexa Woods – Dijo Lexa extendiendo su mano cordialmente para estrechar la de la oficial, quien luego de mirarla detenidamente, finalmente estiró su mano sujetando con fuerza la de la doctora

- Si, ya sé quien es usted doctora. Mucho gusto, y gracias por ayudar a la detective Reyes, lamento el que haya sido implicada en toda esta operación.

- Oh no ha sido nada, me alegra haber podido ayudar

- Bueno pues usted y aqui la señorita Griffin, ya están libres de poder irse. La detective Reyes y yo nos haremos cargo de ahora en más.

- Disculpe, pero que sucederá con el niño? – Preguntó Lexa bastante preocupada pore se "nos haremos cargo de ahora en más".

- El niño quedará bajo la protección de un asistente social – Respondió simplemente la Inspectora, haciendo que Lexa de inmediato reaccionara en actitud protectora hacia el menor.

- No! De ninguna manera! – Contestó la doctora fulminando con sus ojos a una sorprendida Inspectora, que parpadeó un par de veces, antes de responder.

- Cómo ha dicho?!

- Que no! El niño se quedará conmigo. – Lexa no estaba dispuesta a dejar que el pequeño de Ontari terminara en el sistema social como su madre.

- Disculpe doctora, pero creo que usted no ha entendido lo que he dicho. Usted y la señorita Griffin están de ahora en más desligadas de todo esto. Asi que por favor tome sus pertenencias y abandone este departamento. El niño o la mujer ya no son de su incumbencia. – Explicó la Inspectora dando un paso hacia Lexa en una actitud intimidante, mirando fijamente a los verdes ojos de la determinada doctora.

- Usted se equivoca inspectora. Ése niño se va a ir de aquí conmigo, no permitiré que lo introduzca al maldito sistema social. – Recriminó Lexa sin dejar que la actitud de la oficial la intimara. Ella iba a luchar por Carl al todo o nada. Mientras Clarke escuchaba la discución algo sorprendida con la actitud protectora de Lexa hacia ése niño, la que en parte le gustaba, per ole extrañaba saber el porqué.

- Doctora le advierto que si me da problemas la haré arrestar y su buena imágen de mujer impecable y respetable se va a ir al retrete. O mejor debería informarle que tenemos pruebas de sus visitas al club TonDC, y que por lo tanto usted está bajo investigación. – Al develar semejante información, delante de nada menos que Clarke, Lexa sintió que se le detenían las pulsaciones, y un sudor frío comenzaba a llenar su frente y sus manos, mientras el pánico se apoderaba de su ser.

No le preocupaba el estar bajo investigación, o que la policía tubiera pruebas de haber sido una clienta del club, pero lo que le importaba era que Clarke estaba ahí escuchando semejante secreto, el que ella y sólo ella tendría que haberle contado. Lexa giró sus ojos hacia Clarke, quien de inmediato puso su cabeza en dirección al suelo, mientras apretaba sus labios. Lexa supo que la artista se había sentido afectada al escuchar tal información. Pero ahora su prioridad era el pequeño Carl. Ella no podía permitir que fuera a dar en el maldito sistema social, no podía. Tragó saliva como pudo, dejando el tema de hablar con Clarke para después, con un gran dolor en su corazón, ya que podía ver la gran decepción y dolor en el rostro de Clarke. Volvió de inmediato a enfrentar a la Inspectora, quien parecía inamovible en su maldita decisión con respecto al niño.

- Escuche un minuto por favor Inspectora, y escúcheme bien. Si piensa que Ontari va a ayudarla, luego que lleven a su hijo con un asistente social, pues vaya olvidándose de todo. Ontari Fish es un maldito ejemplo del sistema social, ella lo conoce bien, y su experiencia la ha dejado marcada para siempre. Ella me ha pedido que cuide de su hijo y es lo que pienso hacer, y si usted no me lo permite, no va a conseguir que esa mujer mueva un músculo para ayudarla en su operación. Ontari necesita saber que hijo está a salvo y cuidado por alguien en la que ella confía, osea mi persona. Sabiendo eso, ella será más flexible a sus propuestas o demandas, créame. – Explicó Lexa tratando de hacer entrar en razón a esa estúpida antiprofesional mujer frente a ella, quien le prestaba atención pero con algo de desconfianza en sus oscuros ojos.

- Y cómo cree que no puedo llegar a sospechar que usted y ésa mujer no están unidas con algún tipo de plan, tratando de huir de la justicia? – Respondió la desconfiada oficial.

- Usted se ha vuelto loca?! Le estoy diciendo que para esa madre, lo único que importa en su vida, es su hijo, y que le aterra la idea de que el pequeño terrmine igual que ella en el maldito sistema social. Si usted no se muestra un poco cooperativa con ella, no espere que ella vaya a hacerlo con usted. Yo no estoy unida a esa mujer de ninguna manera que pueda ocurrírsele. Si, la conozco, y si, me ha pedido que cuide de su hijo, y eso es todo.

La Inspectora Rivers se quedó meditando unos minutos lo que Lexa le decía, en parte sonaba lógico, pero le desagradaba la idea de cambiar sus decisiones, y no terminaba de confiar plenamente en alguien que podría fácilmente estar implicado con la organización. A pesar de que algo le decía en el fondo de su mente, que esa mujer frente a ella era honesta.

Por su parte Clarke, que venía de recibir un gran shock al Raven informarle de su profesión secreta y de todo el asunto en el que estaba metida la madre del pequeño Carl, y de que había pedido ayuda a Lexa para atender médicamente a Ontari. Ahora no se esperaba encima, escuchar la agradable noticia de que Lexa estaba de alguna manera implicada con esa mujer, y con ese club nocturno donde Ontari supuestamente trabajaba de prostituta.

Clarke sentía de repente que le faltaba el aire, con una revolución de sentimientos y frustraciones que colmaban el espacio en su mente. Sin poder evitarlo, sus piernas se flojaron y sintiendo que su cuerpo se dejaba caer lentamente.

- Clarke!? CLARKE! – Exclamó Lexa al ver que Clarke caía lentamente al suelo, corriendo inmediatamente hacia ella para sujetarla en sus brazos y con la ayuda de la Inspectora que también se unió a socorrer a la profesora, transportaron el cuerpo de Clarke al sofá, donde Lexa de inmediato comenzó asistirla.

- Clarke?! Cariño... por favor, abre tus ojos mi vida... hey....

- Voy por un vaso de agua

- Si por favor... Vamos amor, vuelve... hey... - Insistió Lexa con leves golpecitos en el rostro de Clarke, quien casi de inmediato comenzó a parpadear sus ojos, recobrando el sentido, cuando la inspectora se acercaba con un vaso de agua.

- Toma mi amor... bebe esto... - Le Pidió con dulzura Lexa, mientras le acariciaba el rostro y sus cabellos.

- Qué.... Qué ha sucedido? – Finalmente pudo decir Clarke, algo aturdida

- Te has desmayado cariño... - Dijo algo más relajada Lexa, ante la atenta mirada de la Inspectora, quien ahora entendía la reacción de shock de la profesora. Evidentemente estaban relacionada con la doctora, y ella al largar esa información de Lexa haber sido clienta de un antro como el TonDC, habían hecho estragos en la mujer. La Inspectora lamentó su indiscreción y su poco profesionalismo, en su disputa con la doctora Woods, había dejado escapar esa importante información delante de la profesora, sin pensarlo por un minuto. Simplemente se maldijo internamente. De inmediato llevó una mano sutil al hombro de la doctora para llamar su atención, lo que obtubo de inmediato, cuando esos ojos verdes, llenos de ira se clavaron en los suyos.

- Lo siento... - Dijo Luna con claro arrepentimiento en sus ojos, pero a Lexa le daba igual, ya lo había hecho, ya había abierto la bocaza y su secreto había sido expuesto ante la mujer que tanto amaba asi como si más, sin que ella tubiera la mínima oportunidad de explicarse.

- Si, yo también... ahora si me disculpa... - Dijo cortante Lexa volviendo a mirar a su amada Clarke, quien tenía el ceño fruncido, luego de beber un poco del vaso de agua, y el gesto en su rostro simplemente le decía todo. Lexa tenía realmente ganas de matar a esa estúpida boca floja de Inspectora.

- Creo... creo que debo irme... - Dijo Clarke tratando de incorporarse, retirando las manos de Lexa con algo de fastidio, algo que impactó en el corazón de la doctora.

- No... no creo que sea una buena idea ca... Clarke... - Lexa estaba nerviosa y temía decir cualquier cosa que pudiera irritar más aun a Clarke. Se limitó a darle espacio poniéndose de pie.

- No me importa lo que creas Lexa, te aseguro que no. Ahora si alguien llama a un taxi por favor, necesito irme a casa. Todo esto ha sido demasiado por un día. – Dijo bastante irritada Clarke, arreglando sus ropas, mientras la Inspectora le daba su bastón blanco en la mano. Luna se sentía fatal de haber cometido semejante estupidez, pero ya estaba hecho.

- Por supuesto profesora Griffin, la entiendo. Puedo hacer que uno de mis hombres la lleve si lo desea – Ofreció amablemente la Inspectora, tratando de ayudar, realmente no sabía cómo podía remediar lo que había provocado, pero a la vez se dijo que ella no había sido la que había engañado a la mujer despues de todo, sino esa famosa doctora, tan pulcra y heroína ante los ojos del mundo pero que era una verdadera decepción ante sus ojos.

- No! Gracias, prefiero un taxi y olvidarme de este día.... – Respondió con determinación Clarke.

- Clarke... yo... - Lexa estaba desesperada, necesitaba decirle, explicarle, pero todo se le trababa en la graganta.

- Lexa... ahora no... no es el momento correcto... ya hablaremos, pero no ahora. Por favor quiero irme a casa, nada más. – Clarke la cortó en seco, no quería escuchar una sola palabra más de Lexa y todo el asunto, necesita salir de allí cuanto antes.

- Si, por supuesto... déjame pedirte un taxi ya mismo... y Clarke... lo siento... - Dijo Lexa casi tartamudeando, sentía que hasta le faltaba el aire. Deseaba que Clarke no comenzara a hacer cualquier tipo de conjeturas erróneas, pero sabía que era lógico y que desgraciadamente no podía hacer mucho para frenarlas.

Clarke sólo respiró profundo y asintió con su cabeza, tratando en un esfuerzo sobrehumano de no dejar escapar las lágrimas que se le estaban acumulando en los ojos. Necesitaba irse ya, si pudiera hubiera salido corriendo de allí en cuanto había escuchado que Lexa era clienta de Ontari. Hasta sentía nauseas en su estómago. Necesitaba correr a su casa, y desahogarse a solas, quería gritar, quería llorar, quería simplemente dejar salir toda la angustia, la desilusión, y el sentirse como una perfecta idiota, ignorando todo a su alrededor. Primero Raven, su mejor amiga, casi como una hermana para ella, revelándole su identidad secreta. Porqué?! Porqué?!, se preguntaba. Porqué Raven le había ocultado semejante cosa? Acaso no confiaba en ella lo suficiente como para compartir esa importante parte de su vida? Eran amigas de toda la vida, no lograba entenderlo, simplemente se sentía tan traicionada. Y después, la cereza en el tope de la torta había sido la puta noticia de que su amada Lexa, tenía ciertas inclinaciones sexuales aparentemente, pagando una protituta para recibirlas.  Su cabeza era un torbellino infernal de especulaciones, decepciones y sentirse más que nada, como una perfecta gran idiota.

Clarke se alejó del calor humano de Lexa y la Inspectora, sentándose lejos, en una silla que logró encontrar con su bastón, no confiaba en sus piernas, aun temblaba, y sobre todo trataba por todos los medios de sostener sus lágrimas y su ira. Mientras las otras dos mujeres de repente se encontraron sus miradas por un instante.

Lexa quería asesinar a la bocona Inspectora, enserio lo deseaba, pero trato de controlar su furia de momento. Ahora no podía comunicarse o arreglar nada con Clarke, ahora la prioridad era aun Carl, asi que volvió sobre el tema, luego de haber llamado a un taxi para su amada, que sabía bien estaba quebrada, y eso la estaba matando. Sólo quería correr y sostenerla en sus brazos, pedirle perdón hasta que no le quedara vida, contarle todo, su verdad, el porqué había terminado en un lugar así, y que la luz de su hermoso amor la habían rescatado de ese oscuro pozo ciego en que se había metido por el inmenso dolor que sentía luego de perder a Costia.

Pero ahora no era el momento, ahora necesitaba rescatar a un pequeño niño que no tenía la culpa de los errores de su madre, y que necesitaba cuidar, proteger a toda costa, sin meditar mucho en el porqué se sentía tan entregada a ésa noble tarea, casi como si fuera su propio hijo. Pero dejó todo de lado en su mente aturdida, y se concentró en salvar a Carl, era su prioridad.

- Bien Inspectora, va a dejarme cuidar de Carl y tener una oportunidad con la mujer ahí adentro, o va a seguir siendo tan estúpida obstinada, sin contar poco profesional, y perder la única chance de obtener algo de Ontari?

Luna ahora quería estrangular a la doctora, sabía que estaba conteniendo la furia, que brillaba en esos bellos ojos verdes, pero enserio si no fuera por la delicada situación y la profesora Griffin sentada allí, la hubiera hubicado en su lugar a la famosa Woods. Pero al mismo tiempo sabía que no tenía otra salida que acceder a su pedido, tenía razón con respecto a quizás tener más chances con la mujer Fish, si le mostraba algo de cooperación, dejando que la doctora cuidara a su hijo.

- Primero cuide su lenguaje conmigo. Segundo no me gusta la idea, pero voy a acceder a su pedido doctora Woods. Pero si ésa mujer no nos ayuda en la operación, usted deberá entregarme al niño de inmediato. He sido lo suficientemente clara para usted? – Respondió la Inspectora con determinación punteando con su dedo a Lexa, quien por dentro se dejó sonreir ante su victoria, respirando nuevamente, aunque aun dolía su corazón con respecto a Clarke.

- La he entendido claramente Inspectora. Gracias. – Se limitó a responder Lexa sosteniéndole la mirada a la oficial.

Raven hizo su entrada en el livingroom donde claramente había gran tensión en el ambiente. De inmediato miró a su amiga Clarke, quien se veía terrible, enojada, herida y quien sabe que más. Raven se sentía terrible, sabía que su confesión habían hecho estragos en su mejor amiga de toda la vida, pero no podía hacer mucho más, sabía que la rubia necesitaba espacio y tiempo para digerirlo.

Pero de inmediato Raven sintió que había algo más en el aire, mirando ahora a Lexa, quien se veía claramente aturdida, desencajada, hasta diría ella sin dudarlo, en cierto pánico y lejos de Clarke. Eso no le olía nada bueno, y estaba a punto de estrangular a la doctora, quien caminaba en dirección a la cocina en busca de un vaso de agua, sintiéndose algo descompuesta.

La Inspectora Rivers miró a Raven y le hizo señas de salir del departamento con ella para tener unas palabras a solas, algo que la detective captó de inmediato siguiéndola hacia afuera, dejando su estrangulamiento a Lexa para más tarde.

- Qué demonios ha ocurrido Inspectora? – Preguntó Raven mientras bajaban en el elevador del viejo edificio a la planta baja, mientras la Inspectora se notaba algo incómoda, sacando un paquete de cigarrillos del bolsillo interno de su saco de abrigo azul.

- Mencioné el hecho de que la doctora Woods era clienta de la mujer Ontari en el TonDC, en presencia de la profesora Griffin. Usted no me informó que ambas estaban en una relación, maldita sea detective! Hoy le juro que ha colmado todos los límites. Nosé como mierda aun no le he pedido su placa y su arma! – Expresó enojada la Inspectora, saliendo ahora del elevador, dirigiéndose a la calle, donde un helado viento las encontró y las envolvió de repente, haciendo que Raven cruzara sus brazos sobre el pecho, tratando de resguardarse del frío, maldiciéndose de no haberse puesto su chaqueta antes de salir del departamento.

- Gracias por ello..? Pero mierda! Qué ha hecho Inspectora?! Ahora entiendo las caras... mierda! Pobre Clarke... no quiero imaginarme lo que debe estar sintiendo ahora, primero yo y ahora Lexa. – Expresó Raven llevando una de sus manos a su cabeza, mientras se movía tratando de entrar en calor, y sintiendo deseos de estrangular ahora a su bonita jefa. No entendía como pudo haber sido tan poco profesional.

- Lo siento detective, pero usted debió haberme informado ése detalle. – Trató inútilmente de defenderse la Inspectora, dándole una buena calada a su cigarrillo.

- Lo siento Inspectora pero usted no debió haber mencionado algo así en frente a un tercero... - Raven se estaba conteniendo realmente de decirle bastante más, pero sólo se contenía porque era su maldita jefa, al tiempo que seguía luchando con el puto viento helado que ya le estaba calando los huesos.

- Podemos seguir la charla en la unidad por favor? No he traído mi chaqueta y no estamos en primavera. – Pidió finalmente Raven, a lo que su jefa aceptó solo asintiendo con su cabeza, caminando hacia el vehículo negro parado en la puerta del edificio, luego de apagar su cigarrillo, pisándolo en la acera.

Mientras tanto en el livingroom, Lexa necesitaba hablar enseguida con Ontari, para convencerla de que colabore con la policía, o su hijo iría a terminar en el sistema social que tanto temía. Para eso necesitaba la ayuda de Clarke, entreteniendo al niño unos minutos. Odiaba el hecho de necesitarla tanto en esos momentos, porque sinceramente no se atrevía si quiera a hablarle. Sabía bien que Clarke estaba enojada, confundida, pensando quien sabe qué sucias cosas de ella y Ontari, y todo el asunto. Pero no había tiempo para explicarlo ahora, y honestamente podía sentir que Clarke no la deseaba escucharla o tenerla cerca tampoco. Pero si no hablaba con Ontari, la mujer se negaría a colaborar y ella no podría retener al pequeño Carl. Como pudo de hizo de valor, y se acercó a donde estaba sentada Clarke, quien estaba sumergida en muchos pensamientos, y no los mejores se podría decir con respecto a la doctora Woods.

Lexa llegó muy cerca a ella, y de inmediato sintió el bastón blanco golpear en seco la parte baja de sus piernas, golpe que dolió, deteniéndola de inmediato.

- No te acerques Lexa, no es un buen momento. Necesito que me des espacio y tiempo, asi que te agradecería si te mantienes a distancia. – A Lexa le dolió escuchar eso, y aunque la entendía, necesitaba su ayuda desgraciadamente. Sin pensarlo se incó en cuclillas frente a Clarke para hablarle en un tono bajo y calmo.

- Clarke, por favor, sé como te debes sentir pero...

- Enserio Lexa lo crees?! Qué mierda puedes saber de cómo carajo me siento en este momento? – Le escupió Clarke muy enojada cerca del rostro, sorprendiendo un poco a Lexa, quien se tubo que sostener de los apoya brazos de la silla donde estaba sentada Clarke, para no caerse para atrás.

- Lo siento, enserio y no sabes cuánto, quería hablarlo contigo pero todo este asunto es tan complicado que...

- Si, seguro que es muy complicado... - Dijo en un tono muy irónico Clarke, con una sonrisa en su rostro.

- Por favor Clarke escuchame. No vamos a hablar de esto ahora, no hay tiempo. Y aunque me moleste necesito pedirte ayuda. Necesito hablar con Ontari antes de que Raven y la Inspectora regresen. – Lexa trató de ser breve y consisa, pero a Clarke todo le resultaba irritante y no estaba en su mejor momento para prestar ninguna clase de ayuda, o entender algo fuera de su decepción y enojo.

- JA! Enserio Lexa?! Me estás pidiendo que te ayude a tener un momento más a solas con tu amante... Qué acaso se te olvido pagarle? – Las palabras se incrustaron como pedazos de hielo en el corazón de Lexa.

- Ontari no es mi amante Clarke! – Respondió algo irritada la doctora, las hirientes palabras de Clarke le habían impactado enserio, y aunque sentía verguenza frente a Clarke, no dejaría que la mente de la artista creara falsos especulaciones de la actualidad. Ella se lo dejaría bien claro, le creyera o no.

- A no? Pues por lo que la Inspectora acaba de decir a los cuatro vientos, hasta tienen pruebas de ello... por favor déjame en paz Lexa... soy ciega pero no estúpida sabes?! – Contestó con más ira y un tono más elevado en su voz algo temblante Clarke, quien estaba conteniéndose de darle una buena cachetada a la doctora.

- No, no lo eres, y no te estoy mintiendo, por favor Clarke, debes creerme. No hay nada entre Ontari y yo... - Trató en vano de explicarle Lexa una vez más, pero fue cortada súbitamente

- Dime, te has acostado con ella? – De repente pregunto Clarke, shockeando a Lexa.

- Clarke... eso...

- CONTESTA LA PUTA PREGUNTA! – Gritó ahora la artista, emoujando con una mano el hombro de Lexa, haciendo que la doctora casi perdiera el equilibrio.

- SI!! MALDITA SEA SI!! Y NO TIENES PUTA IDEA DE QUE MISERABLE ME SIENTO POR ELLO! PERO TAMPOCO SABES PORQUÉ TERMINE EN ESE MALDITO ANTRO Y NO TENGO TIEMPO DE EXPLICARLO AHORA. Pero eso fue antes de que nosotras nos conociéramos y no tubo nada que ver con sentimientos, era... era...

- YA!! es todo lo que deseaba saber... gracias por la honestidad, ahora si me disculpas, necesito salir de aqui AHORA LEXA! Asi que muévete de mi camino. – Clarke trato de ponerse de pie pero Lexa se lo impidió sujetando sus hombros, sorprendiendo a la profesora herida y enojada, quien simplemente elevó su bastón y de un sólo golpe seco y bastante fuerte le dió duro a la entrepierna de Lexa, quien solto un pequeño quejido de dolor agarrándose la zona con ambas manos, casi cayendo de rodillas, mientras Clarke se ponía de pie y se alejaba de ella en dirección a la puerta.

- CLARKE! Ahhhhh....La puta madre que duele!! Por favor espera, por favor! No es por mi, no lo hagas por mi, hazlo por Carl... por favor!  - Al escuchar esa súplica y la mención del niño Clarke detubo sus pasos, quedándose parada en el lugar. Mientras a duras penas Lexa se incorporaba y se acercaba a ella. Sujetando su antebrazo, del que Clarke de inmediato se sacudió con brusquedad sóltandose de su agarre.

- NO ME TOQUES LEXA! Habla si quieres pero no me toques... - Pidió muy enojada Clarke, mientras Lexa la soltaba de inmediato con un gran dolor en su alma ante la duro pedido.

- Bien, escuchame... necesito ir ahi y convencer a Ontari de cooperar con la policía, o su hijito terminara confinado en el maldito sistema social. Ella y su hermana han sobrevivido ese holocausto y le aterra que Carl termine viviendo lo mismo, y tu y yo sabemos que eso ocurrirá si Ontari va presa, o la matan.

- Y todo eso que tiene que ver conmigo Lexa? Qué se supone que pueda hacer yo? No creo que mi suplica unida a la tuya cambien a esa mujer policía. Pareciera estar muy determinada a...

- Clarke necesito unos minutos a solas con Ontari para tratar de convencerla, necesito que cuides o entretengas a Carl aqui, por favor ayudame sólo con eso, y ayúdalos a que no los separen. Hazlo por Carl, el niño se merece un futuro, una vida mejor que la de su madre. – Suplicó Lexa aun tomándose de su entrepierna que latía de dolor. Mientras Clarke se mantenía estática sin respuesta, sin gestos en su rostro. Hasta que finalmente sacudió su cabeza mirando hacia el techo y tomando una respiración profunda.

- Esta bien, envíamelo haré lo que pueda.

- Gracias Clarke, enserio muchas gracias. Te prometo que hablaremos de lo demás, te explicaré todo, pero necesito que confíes en mi, no te he mentido y jamás lo haría. Yo...

- Lexa ve a buscar al niño de una vez, no hay mucho tiempo, Raven y la jefa volverán de un momento a otro.

- Si, tienes razón... - Lexa se dirigió a la habitación, al paso más veloz que podía, ya que su entrepierna enserio le hacia ver las estrellas y la vía lactea. Al entrar madre e hijo estaban en la cama leyendo un libro animadamente, cuando los ojos de Ontari se posaron de inmediato en los verdes de Lexa.

- Carl, qué te parece si te llevo al livingroom con la profe Griffin, asi tu mami y yo podemos hablar? – Le propuso Lexa al pequeño acercándose a él tomándole las manos

- Y usted quien es? – Preguntó Carl, soltándose del agarre y aferrándose al cuerpo de su madre, quien sonrió a Lexa guiñándole un ojo, como que estaba todo bien.

- Oh lo siento Carl, no me he presentado. Soy la doctora Lexa Woods, mucho gusto de conocerte. – Lexa se presentó y el niño entonces sonrió un poco estrechando la mano de la doctora.

- Mucho gusto doctora. Usted esta cuidando a mi mami? – Preguntó con toda su enorme inocencia el pequeño ahora más relajado soltando a su madre.

- Si, lo estoy haciendo y ahora necesito que vengas conmigo si?

- Pero yo quiero quedarme con mi mami...

- Carl, mi amor has lo que la doctora dice... ve con ella y quédate con la profe Griffin. La doctora Woods y yo necesitamos hablar, y ya te he enseñado que cuando los adultos necesitan hablar... - Ontari le explicó a su hijito, quien termino la frace por ella.

- Los niños no debemos estar....

- Muy bien... ese es mi niño! Ahora ve, luego nos vemos amor.

- Esta bien Mami

Lexa tomó su pequeña manito y lo condujo al livingroom donde Clarke se había sentado en el sofá, quien al escuchar a Lexa volver con Carl puso su mejor sonrisa, aunque le costara como la mierda.  Aun cuando Carl no podía verla, ella necesitaba transmitirle que todo estaba bien.

Lexa volvió a la habitación de inmediato sentándose en la cama cerca de Ontari, mientras no podía dejar de tomarse la entrepierna. La mujer la miró extrañada, y una maliciosa sonrisa se dibujó en el rostro.

- Lexa, puedes ir al baño si necesitas tanto. No me iré a ningun lado... - Dijo en tono de broma Ontari mirando su mano agarrada a la entrepierna y luego a sus ojos.

- No, no es eso Ontari... no importa. Escúchame por favor no hay mucho tiempo, la policía volverá a entrar en cualquier momento.

- Ok, te escucho.

- Mira, me costó mucho convencerlos de que me dejen cuidar a Carl. Querían llevarlo con un asistente social... - Comenzó a explicarle rápidamente Lexa, pero a Ontari le dió mala espina lo que le decía y la asustó.

- CÓMO?!!! No! Lexa por favor... debes...

- Escúchane Ontari... cálmate, y escucha.... Los he podido convencer de dejame cuidarlo, pero solo lo harán si cooperas con ellos. Lo siento mucho Ontari, pero no tienes otra salida, debes confiar en ellos, decirles lo que quieren saber de esa organización en la que estás metida, de otra mañera tomarán a Carl de mis manos y lo pondrán en servicios sociales.

- Lexa me estás pidiendo que firme mi sentencia de muerte.... – Le dijo Ontari abriendo sus ojos muy grandes en total pánico.

- Te estoy pidiendo que tengas fé. Que les des una oportunidad a los buenos, y que le des una esperanza de futuro y vida mejor a tu hijo. Debes hacerlo por Carl...

- Lexa... no lo sé, te juro que nosé qué hacer... - La voz de Ontari se quebraba por el pánico que estaba sintiendo. Sabía bien que volviéndose una soplona de la policía, sus chances de sobrevivir serían casi nulas. Pero el gran amor por su hijo, y el futuro dependían de su dura decisión y no tenía mucho tiempo.

- Mírame Ontari....no temas... sólo confía... – Lexa tomó la mano de Ontari y la llevo a su pecho sin pensarlo, ante la mirada sorprendida de Ontari, que no entendía que cuernos estaba haciendo.

Luego sus verdes ojos se fijaron con intensidad y un toque de dulzura en ellos en los sorprendidos y desesperados de Ontari. Quien no pudo más que dejarse llevar por esa mágica mirada, que de inmediato la transportó lejos, brindándole esa sensación de enorme paz en su alma aturdida y asustada. Los ojos de Ontari estaban fijos en esas verdes encantadas esmeraldas, tan fijos que comenzaron a brillar y a humedecerse, porque ni siquiera pestaneaba.

Lexa no sabía bien que estaba haciendo, pero sus ojos no dejaban de mirar fijamente los de Ontari, mientras que su mano tomaba la de la mujer y la apoyaba sobre su corazón, sintiendo que su cuerpo se estremecía y que una enorme paz la llenaba y a la vez se lo transmitía a Ontari, que estaba como perdida en algún trance. Lexa no podía moverse, no podía pensar, sólo actuaba bajo la influencia de algo poderoso, de una energía llena de mucha fuerza que había tomado pocesión de todo su ser.

Ontari estaba en otro universo, uno lleno de luz, de calma, era algo verdaderamente celestial y hasta sentía que podía volar. Todo era blanco a su alrededor y tan sólo frente a ella, podía ver los verdes cristalinos y mágicos ojos de Lexa, que parecía que le hablaban. Aunque su mente no registraba el mensaje, podía sentir que lo hacía su alma de una manera extraordinaria. Ya no sentía temor, ya no sentía pánico o culpa. Sentía que algo le brindaba seguridad, calor, protección y paz, y también la decisión que debía tomar. Su mano captaba los calmos latidos del corazón de Lexa, y eso la fue llevando lejos, a algún lugar especial que hasta el momento desconocía en su interior.

Finalmente, luego de unos minutos, que parecieron mucho más extensos, Lexa pudo reaccionar del trance en que ambas habian caído sin darse cuenta, tratando de entender qué demonios fue eso. Pero no había tiempo, asi que sacudió un poco a Ontari para hacerla reaccionar, lo que logró después del tercer intento. La mujer pestañeó un par de veces hasta que logró volver, sacudiendo su cabeza, ahora frotando sus irritados ojos que dejaron escapar un par de lágrimas.

- Lexa qué me has hecho? Qué cuernos fue eso? – Preguntó Ontari algo conmovida aun, y también confundida.

- Yo no he hecho nada Ontari, no lo sé pero por favor concentrémonos de nuevo. Debes evaluar rápido tu decisión, ellas entraran en cualquier momento por esa puerta, y Carl depende de ti más que nunca. Lo has comprendido?

Ontari aun estaba afectada por lo que haya sido que Lexa le transmitió, pero había un cambio en ella, era como si estubiera más segura de la decisión que debía tomar, sin pánico, sin temor, como sabiendo que algo la protegería y a su pequeño.

De repente la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Clarke de la mano de Carl, entrando a la misma, para la sorpresa de Lexa y Ontari, que los miraron de inmediato.

- Se terminó el tiempo. – Sólo dijo Clarke, haciéndoles entender que Raven y la Inspectora estaban entrando al departamento. Tanto Ontari como Lexa asintieron por inercia, y luego se dieron cuenta de lo tonto del gesto cuando Clarke no podía verlas. Lexa se puso de pie, mientras que Carl se subía a la cama a abrazar a su madre.

- Gracias Clarke... Ontari estás lista? – Preguntó Lexa mirando a Ontari y ésta asintió con su cabeza. Lexa podía notar un cambio en la actitud de la mujer, como más calma y segura, mientras abrazaba a su hijito y le daba un tierno beso en su cabeza.

De inmediato se hicieron presentes Raven y la Inspectora Rivers, ambas mirando a todo el mundo que estaba en ésa habitación tratando de analizar qué estaba sucediendo.

- Bien, imagino que mi taxi ha llegado... - Dijo Clarke para cortar el incómodo silencio.

- Si Clarke, venía a decirte eso... - Respondió Raven

- Bueno, adiós. Carl espero verte mañana en el instituto si?

- Si profe Griffin, hasta mañana

- Ve a darle un beso y un abrazo a la profe Griffin amor – Dijo Ontari a su hijo quien soplando se deslizó de sus brazos y Lexa lo ayudó a llegar a donde estaba Clarke, para abrazar sus piernas.

La profesora de inmediato se agachó para que puedan abrazarse mejor, y darse un beso de despedida. Todas las demas presentes en la sala se quedaron embobadas con la tierna escena. Luego profesora y alumno se separaron, y Clarke le pellizcó dulcemente la punta de la nariz, haciéndo reir al niño.

- Ven pequeño, que tal si acompañamos a la profe Griffin hasta su taxi? Además tu mami y estas dos señoritas deben hablar un ratito, y tu te quedas conmigo si? – Le explicó Lexa al niño agachándose a su altura.

- Yo... - Clarke trató de negarse a que Lexa la acompañara a ningún lado en esos momentos, pero frenó su boca al darse cuenta de la situación, y de que debía aceptar la compañía mal que le pesara.

- Vamos Profe Griffin, su taxi espera... - Dijo Lexa subiendo a Carl en sus brazos. Ontari se quedó mirando la dulce imágen de su hijo en brazos de Lexa produciéndole un agradable calor en su corazón.

- Si, bien, adiós a todos. – Se despidió finalmente Clarke, saliendo de la habitación seguida por Lexa y el niño en sus brazos.

Cuando llegaron a la puerta del departamento, Clarke se detubo y giró su cuerpo para confrontar a Lexa, quien la seguía de cerca con Carl en su brazos, quien se había abrazado a su cuello.

- Lexa no hace falta que me acompañes. Quédate aquí con Carl. Yo puedo encontrar el camino sin problemas. – Expresó Clarke en tono amable.

- De ninguna manera Profe Griffin, te acompañaremos, no es así Carl? – Respondió Lexa, haciendo que Carl la apoyara y una leve sonrisa se dibujara en el rostro algo cansado ya de Clarke, quien sinceramente no tenía más energía para seguir luchando. Sólo quería ir a su casa.

- Si Profe, vamos a acompañarla. – Respondió con algarabía Carl.

- Ustedes dos son un caso... - Se limitó a contestar Clarke sacudiendo su cabeza, caminando nuevamente hacia la puerta, ayudada por su blanco bastón frente a ella. Y una mas relajada y algo sonriente Lexa con Carl.

Llegaron hasta la puerta del taxi, que amablemente Lexa abrió para Clarke. Antes de que la profesora ingresara al automóvil, Lexa tomó sutilmente su brazo deteniéndola de inmediato.

- Te llamo si...? Necesitamos hablar cuando estes lista. Quiero darte tu tiempo y espacio, pero por favor dame la oportunidad de explicar toda la historia, y más aun, por favor no hagas congeturas en el aire, basadas en tu enojo de momento. Te juro que sólo eres tú en mi vida Clarke, créeme. Te amo...

Clarke no contestó una sola palabra, se quedó pensativa y después asintió levemente con su cabeza antes de entrar en el taxi.

- Hasta mañana profe Griffin

- Hasta mañana Carl

Luego Lexa cerró la puerta del taxi mirando como se alejaba. Su corazón latía a prisa, algo dolorido, hubiera querido tanto poder tener la oportunidad de haber hablado con Clarke y contarle ella misma toda la historia, y no de la horrorosa manera que todo se desató. Volvió a odiar a la Inspectora con toda su alma, qué maldita poco profesional mujer ésa. Cómo demonios se desbocaba con algo así en frente a un tercero en el lugar? Que deseo tenía de presentar una queja ante su superior!

Los blancos copos de nieve comenzaron a caer lentamente haciéndole cosquillas en su nariz, distrayéndola de sus pensamientos. Carl comenzó a reirse en sus brazos, y ella con el niño, que a estas altura ya le tenía cariño, y sin lugar a dudas haría lo que fuera para protegerlo y darle un buen futuro en su vida.

Sus verdes ojos se elevaron al ya oscuro cielo que los envolvía, sintiendo esos finos copos de nieve rozar su rostro, como una fresca caricia, haciéndola reir como al pequeño. Por un instante sus preocupaciones se disiparon, sólo eran ella, Carl y la nieve cayendo sobre ellos, en una fría noche de Noviembre, sobre la ciudad de New York.

- Jajajajaj... a que te gusta he? – Dijo Lexa enamorada mirando como Carl no dejaba de reirse, poniendo sus manitas al aire para poder sentir los copos y tratar de agarrarlos.

- Jajajajajaja... Si... hacen cosquillas.... – Respondió el niño

- Bueno mejor vamos adentro que hace frío y me dices qué te gustaria cenar esta noche... - Propuso Lexa caminando hacia la entrada del edificio.

- Pizza... Hawaii, con mucho ananá - Respondió de inmediato Carl

- Hmmmm... pues pizza hawaii, con mucho ananá será entonces señor Fish

- Doctora Woods...

- Puedes llamarme Lexa, Carl...

- Lexa... mi mami va a poners bien pronto?

- Claro que si, no te preocupes, necesita algo de descanso y cuidados. Por eso te vas a venir a mi casa, mientras tu mami se cura. Qué dices?

- Nosé... quiero estar con mi mami... quiero cuidarla

- Pero no puedes cariño... hay personas que la cuidarán y mientras tanto tu y yo vamos a estar bien si? Tengo un gran departamento, y la mejor pizza de la ciudad. Asi que vamos a preparar un bolso con tus ropas y cosas que desees tener contigo y te vienes a mi casa conmigo ahora mismo.

- Y cuándo podré ver a mi mami de nuevo?

- Oh cariño no te preocupes, muy pronto. Ya verás...

- Está bien... Lexa?

- Si corazón

- Puedo llevar a Tom?

- Y quién es Tom?

- Mi perro peluche, es que no puedo dormir sin él. Mi mami me lo ha dado para que siempre me proteja.

- Por supuesto que puedes traer a Tom, me va a encantar conocerlo.

- Hay Gracias! Eres muy cool Lexa

- Jajajajaja.... Gracias Carl, y tu un dulce. Vamos, hemos llegado a nuestro piso.

Continue Reading

You'll Also Like

151K 7.5K 61
Siempre me eh preguntado esto La Edad Importa 23 y 15 Será amor Pronto lo descubriremos Otra adaptación espero que les guste
57.6K 3.5K 35
La conocí siendo mi alumna....y de repente ya estaba en mi vida....tan perfecta como estar en la gloria....a pasos de enamorarme....y con una sola pe...
573K 41K 74
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
455K 16.6K 45
+18 mucho smut Poche Gip. Daniela Calle una mujer de 33 años tiene una vida formada con su esposo e hija.. lo que no esperaba fue enamore de una empl...