Hola holis... ¿Como están todos?, espero que sí como siempre.
AVISO
Antes que nada, siento mucha tardanza; como ya saben, la vida privada y la vida de los escritores, no van de la mano. Así que muchas veces, simplemente no hay tiempo para escribir, o simplemente el humor no me da para escribir, o bien no tengo ideas para escribir.
Una de esas son causantes... Pero la mayor parte es porqué la vida me quita mi tiempo libre.
Le pido amablemente a todos, que comprendan mi situación, y sean pacientes; después de todo, la paciencia es una virtud en la vida real.
Os avisó que como no tengo tiempo para arreglar todos los anteriores capítulos, simplemente lo dejó como está.
En cambió, durante años que llevó en Wattpad, me ayudó a mejorar mucho mi forma de escribir la historia. Así que notablemente se puede notar demasiado diferente a antes. Lo digo esto, porqué ya no puedo quitar mi forma de escribir por años de experiencia, además de estar muy cómoda con ella.
—bla bla— - conversación.
“Yo” - palabras fuertes, o palabras mencionadas.
«Entre tu y yo» - pensamiento de una persona.
(Secretismo) - información extra, o simplemente añadiendo frases de una acción.
Hola - frase negra; indica la voz dura, fría y mucha seriedad, incluyendo amenazas (con aura demoníaca y una sensación asesina)
Gracias por tomar su tiempo para leer.
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Cap 27: ¡Entrename Reborn!
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En una de las habitaciónes de la mansión; se encuentra Sawada Tsunayoshi sentado en su silla mientras se tomaba su té tranquilo y miraba con aire de curiosidad al cielo. Un hábito que tenía desde que recuerda, y que no era tan fácil de quitarla.
No hace mucho regresó después de haber pedido a un grupo especialistas de borrar la memoria al grupo de Namimori. No tenía ningún deseo de que ellos supiesen sobre la existencia de la mafia en Italia, además de ser peligroso que supiesen esa información; su familia puede llegar estar en peligro, y Tsunayoshi no está para tener que mandar hombres en su protección, cuando ya tiene que proteger a los suyos.
—¡¡Baka-Tsuna!!— la voz de Lambo resonó en los pasillos cerca de su cuarto de habitación, si es que puede llamarlo uno a esa habitación gigantesca. La puerta se abrió de bofetón, y de ahí, llegó un niño de diez años, dejando la puerta rota. —Oye Tsuna-nii, juega conmigo, estoy aburrido— mencionó en tono quisquilloso.
—Lambo, cuántas veces te dije que abrieras la puerta sin romper— regañó Tsuna severamente.
—Pero es que estoy aburrido— de quejó tercamente.
—¿No tienes clases a estas horas?— preguntó recordando su horario.
—Si...— afirmó —pero son muy aburridos. Yo quiero jugar, y contigo no me aburrire.
—Aún no es tú tiempo libre— regañó. Dejó de lado su té, y miró con opresión a su guardián del rayo —me prometiste que ibas atender las clases, solo así jugare contigo— Lambo se agachó la cabeza con los ojos tristes.
—Pero es que quiero jugar, además más de siete horas de estudio me cansa demasiado— mencionó, tratando de justificar sus acciones.
—Hm...— sinceramente Lambo tenía razón en eso. Era demasiado joven y es demasiado hiperactivo, necesita movimiento para sentirse bien. A esa edad, aún no se sienten cómodos sentarse en la silla por mucho tiempo. Quizás le vendría bien más tiempo libre en lugar de uno, y quitarle unos dos clases menos. En su lugar podría añadir clases deportivas para que pueda moverse más. —Esta bien— Lambo levantó la mirada incrédulo. Tsuna había aceptado su excusa. No sabía el motivó de porque aceptó, pero se aprovecharía de ello. —Te quitaré dos clases teóricas, y lo dejaré para el futuro— esa sí fue un buena noticia para Lambo quién se emocionó, sonriendo y feliz por el tiempo libre que había conseguido. Cuanto más tiempo tiene, más tiempo para jugar. —En cambio, tendrás clases de entrenamiento como compensación. Te vendría muy bien una actividad física— esa última información había arruinado la felicidad de Lambo.
—Pero Tsuna-nii, yo quiero jugar no entrenar...— y su lindo rostro puchero enterneció a Tsuna, quién sonrió ante la acción del niño. Era fácil adivinar que Lambo lo único que quería era jugar, (aunque por dentro) desea ser fuerte para ser de ayuda a su hermano mayor.
—Lo sé...— admitió— Entonces... ¿Que quieres jugar?, y nada físico por ahora.
—¿Que quieres decir con que Nitasho ha sido eliminado?— dijo el gemelo mayor Hiroki.
—Segun mi información mi señor, hace tan solo un día, fueron machacados por un fuerza desconocida— informó un hombre de unos treinta y algo, de pie tímido y nervioso bajo la mirada de los gemelos.
—Debieron haber sido ellos— mencionó su gemelo menor, Haruki.
—¿Como rayos podrían haber pasado de Japón a Italia en tan poco tiempo?— preguntó sintiendose tonto ante una pregunta que podría haber sido resuelta, pero no para esos malditos Circos.
—Ni idea...— resopló el menor, con la mano en la cabeza. El mayor dolor de cabeza que está causando solo hace que tenga ganas por eliminar a esos bastardos.
—¿Algo más por informar?
—Si señor... —respondio incómodamente— hubo 10 mujeres asesinadas. Entre ellos... Cinco niños son involucrados.
—La "mala suerte" se escucha muy a menudo en mi cabeza, ¿No crees?
—Eso parece mi señor— respondió.
—Puedes irte— le tiró una bolsa de dinero —Si hay alguna información revelante con el tema de "Circo", no dudes en venir aquí, te pagaremos más, ¡ahora largo!
—Sí señor— y se marchó espavorido.
—Ire a informar de eso a Papá— dijo el mayor.
—Ok— aceptó. Una mueca posó en el rostro del menor, al recibir un dolor en la cabeza — me iré a dormir, solo Dios sabe que necesitó pegar los ojos.
—Esta bien
Ambos se separaron en el pasillo, y cada uno se marcharon a su destino.
Uno con el dolor de la cabeza, el otro, con las ganas de matar a alguien.
En el despacho de Nono, por primera vez se había llenado de espacio. Antiguamente, solo se llenaba en situaciónes críticas o en su momento, cuando había guerras sangrientas bajo tierra. Pero por primera vez se reunían tranquilamente, y no precisamente por urgencia o por guerras.
Nono que parecía estar más cansado de lo normal, estaba sentado en la mesa principal, mientras a su alrededor, estaban sus guardianes. Al fondo se encontraba reunido todos los arcobalenos, incluyendo Yuni.
—¿Y bien...?— la voz grave, rasposa y demandante resonó en aquel pequeño despacho. —¿Que es lo que sabemos de la información que nos dio Tsunayoshi?— preguntó.
—Nada— la voz de un infante fue lo que se escuchó en su respuesta.
—Entonces como...— dijo el tercer guardián de Nono.
—Ni idea...— volvió a responder el mismo infante.
—Pero es posible que el baka-Byakko, sepa algo. Tenía cara de saber todo— mencionó Skull, por primera serio.
No hubo contestación, en su lugar, se instaló un silenció sepulcral. Nadie dijo nada, un simple silenció incómodo llenaba de malestar a todos, que odiaban la tensión en el aire. Sin embargo, fue Yuni quién decidió romper el aire.
—Tal vez nunca hubo registro sobre ello— opinó Yuni, sorprendíendo a los demás.
—¿Que quieres decir?— preguntó sin entender Lal Mirch.
—No sabemos de dónde viene exactamente todos los anillos, ¿No?— dijo, y todos afirmaron— pues es lo mismo con el origen de los ángeles. Al igual que los anillos, nunca hubo un registro. Y viendo cómo Kyoko había creado los anillos, es posible que el anillo está involucrado con los ángeles. Y cómo no hay ninguna información de los anillos, entonces los angeles mucho menos.
Todos concuerdan con la opinión de Yuni. Simplemente no hay ningún registro del anillo y ángel.
—Entonces tendremos que recurrir a una persona que si sabe mucho— mencionó Colonello.
—Y actualmente, parece que solo hay tres personas que si lo saben... Al menos de lo que yo sé.
—En realidad son cinco— corrigió Reborn.
—¿Qué?¿Quién más sabe?— preguntó muy sorprendido.
—Al parecer...— dijo Yuni, mientras tomaba su té— los gemelos Katiri están muy metidos en los mismos problemas que Tsuna y Kyoko. Estuvieron involucrados en el accidente de Tsuna-nisan.
—Ya veo... —Nono dio un largo suspiró—. Nunca pensé que la familia Katiri estuviera involucrado en eso, pero no sé porque me sorprende, cuando ahora tiene sentido de su petición de alianza con nosotros. Al parecer es gracias a mi nieto que ahora tenemos alianza.
—A este pasó, gracias al Baka-Tsuna, Vongola tendrá más alianza que nunca han tenido por generaciones— afirmó Skull algo orgulloso.
—El joven Vongola siempre acaba sorprendiéndome, me gustaría tenerle como un conejillo— admitió Verde, con un tono de orgullo. Verde jamás admitirá por el orgullo, pero está más que encariñado con Sawada Tsunayoshi.
—De todas formas...—dijo Fong— necesitamos saber en dónde estamos metidos, deberíamos hablar con Tsuna sobre ese tema.
—Teniendo en cuenta que Reborn antes de preguntar a Tsuna sobre el tema, lo primero que hará es matarle, sería mejor si lo hiciera Yuni— aconsejo Lal Mirch.
—Estoy de acuerdo con ella— dijo Colonello, guiñándole un ojo cuando nadie más lo ve.
Lambo correteaba en alguna parte del pasillo de la mansión de los Vongolas. Parecía buscar algo o más precisamente a alguien. Estaba cansado porque llevaba más de un minuto buscando. Cuando de por casualidad, en un ascensor que no estaba ni a diez pies de su paso, se abrió. Un Reborn salió con una mirada sombría, el sombre le tapaba toda su mirada, pero se sabe muy bien por su aura asfixiante.
Lambo que había notado la presencia de Reborn, se lanzó hacia el con una sonrisa maquiavélico. Con las manos preparadas para disparar con unos de sus armas preferidas de bomba. Pero fue inútil como siempre, cuando la bomba fue rebotado y tirado hacía la ventana, y una bomba fue soltado cerca de los jardines, causando una explosión y escuchado por todos los que viven en las mansión, siendo Tsuna que estába trabajando, había resoplado de furia al tener que reparar otra destrucción hecha por a saber quién fue el responsable, luego de haber escuchado claramente la explosión cerca de su despacho.
Seguido de la explosión, Reborn, provocó una caída simple al cruzar su pie con la de Lambo, y el pobre bovino se cayó de cabeza contra el suelo. Como siempre, Lambo se pone a llorar por el dolor, y los murmuros típicos salían de su boca causando
Reborn solara un suspiro cargado de cansancio. Y Lambo siendo muy observador como es, miró al arcobaleno con confusión, ese gesto no era lo típico de él. Supo al instante que algo iba mal. Así que preguntó...
—¿Que sucede Reborn?. No me digas que te has cansado con solo esquivar mis ataques— preguntó cómo siemrpe de forma indirecta por el orgullo.
Reborn frunció las cejas, ante la pregunta indirecta y directa del guardián de su alumno. Lambo por su orgullo, no señalaba su preocupación hacía su familia, a menos que fuera necesario. No lo mostraba, pero allí estaba. Se hacía fuerte ante la situación crítica, pero en los días rutinarias, se pone a llorar como niño cualquiera.
—Nada que te interesaría— respondió severamente.
Pero Lambo no se lo creyó.
—Es por Tsuna-ni, ¿Verdad?— dijo clavando el clavo, cuando vio a reborn de repente en un estado de rígido. —¿Estas preocupado por él?.
—No— mintió —tengo más motivos más valioso que un alumno por la que tengo que preocuparme— engañó, fue lo más fácil qué podía hacer en este momento. Maldecía el hecho de que el guardián de la tormenta era el que más percibía y conocía sus sentimientos, así como su obvia actitud repetida.
—Ya. Y yo nací de un toro, no— dijo entre sarcasmo Bovino. —Si estás tan preocupado por él, porqué no vas y se lo dices.
Algún día mataría a ese niño, Reborn lo tenía claro. No entendía porqué ese niñato era el único que podía entenderle. Reborn había entrenado lo suficiente para finjir que nada de la situación le afectaba. Vamos, hasta sus discípulos no se dieron cuenta (o eso cree), y que por ende, nadie más se dio cuenta. Y sin embargo, llega la vaquita Bovina, y ha mostrado en varias ocasiones ser más percivible que un grupo entero.
—Y eso a ti que te importa— respondió de mala gana.
—Me importa mucho, porque eres el maestro de mi jefe, Reborn— reprochó —aunque sea sólo un niño en este momento, eso no quiere decir, que no me doy cuenta de la situación. Y que precisamente por esa razón, que por eso te digo... Si estás preocupado por él, entonces ve y hablar con él. O acabaras en un ciclo de arrepentimiento, creeme, se lo que se siente eso.
«No eres el único», quiso decir en voz alta el arcobaleno, pero decidió no hacerlo. En su lugar, cambió de tema —¿Que quieres de mí?, No creo que me hayas encontrado por casualidad— preguntó.
De pronto, a Lambo se le quedó clavado en la garganta, no sabía cómo decirlo. Parecía estar pensando en algo específico, pero luego, su mirada de pánico cambia a una firmeza —Quiero que me entrenes, Reborn— dijo el niño.
—No que ya estás entrenando— preguntó alzando su ceja izquierda.
—Necesito a alguien como tú, no a uno, que solo sabe lo básico y que encima solo está sentado mirando a a su aire. Se que te va aparecer extraño, pero presiento que aquel enemigo será muy peligroso, y tengo necesidad de prepararme para cualquier circunstancia.
Reborn sucumbió a sus pensamientos, «que cosa más peor puede suceder que tener a un enfermo discípulo cuya enfermedad es lenta pero tortuosa», pensó Reborn con amargura. Si bien el enemigo es un grupo que sin duda se llevarán su parte de tortura por hacer daño a su hijo en todo menos su sangre, eso no significa que la prioridad de Reborn está en su discípulo. La mirada dolorida de Tsuna cuando reflejo una tristeza remarcada en su dócil rostro. Uno que posiblemente con el tiempo desaparecerá por los entrenamientos constantes que tuvo desde que eligieron a él como líder. Sin embargo, no podía evitar dar razón ante la lógica del guardián de su discípulo. Más vale que aguante su entrenamiento, porqué si no... No se molestaría de ninguna manera.
—Bien— dijo entre dicho con amargura —. Si no puedes soportarme ni siquiera con dos días, creeme, que acabarás buscando otro maestro.
—Con eso me es suficiente— dijo con su sonrisa satisfecha. Algo que dejó con la sensación de un click deja vú, presentía que ya había pasado por ello.
¿Pero dónde?
Ni idea, ni podía recordarlo muy bien
Cualquier cosa podía provocar un 'deja vú' con solo un movimiento. No tiene porqué ser precisamente por la misma persona, ¿Verdad?