Siempre fuiste tú (Style)

By ElectricNeko

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(ships: Style y algo de Creek y Bunny) Stan comienza a tener dudas sobre su relación con Wendy, no sabe si au... More

Capítulo 1 - Todo va bien...o no tanto
Capítulo 2 - Admiración y cariño
Capítulo 3 - Sinceridad
Capítulo 4 - Ahora y antes
Capítulo 5 - Cierre del círculo
Capítulo 6 - Tal como eres
Capítulo 7 - Crueldad
Capítulo 8 - Sympathy for the Devil
Capítulo 10 - Lo más valioso que puedo darte
Capítulo 11 - Por él
Final - Mirar hacia delante

Capítulo 9 - Lo que te hace fuerte y débil

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By ElectricNeko

Abrió los ojos lentamente, pestañeando con dificultad. La mitad de su rostro la sentía entumecida ¿Por qué? Ah...cierto, aún tenía su helado cuerpo enterrado en la nieve. Tomó una bocanada de aire y torpemente intentó levantarse del suelo, sus piernas estaban rígidas y adoloridas, probablemente a causa del impacto de la caída. Se preguntó quizás cuánto tiempo llevaba ahí inconsciente, tenía puesta tan solo su polera blanca con mangas cortas, lo que dejo sus brazos vulnerables a enrojecerse con la nieve. El cuerpo le temblaba y sus dientes empezaban a castañear, lo único que deseaba en aquel momento era sentarse al lado de una estufa a recomponerse, pero tenía prioridades mucho más importantes que atender.

A paso lento y pesado caminó desde la entrada del pueblo hasta llegar al hogar de los Stotch, no podría quedarse tranquilo a menos que se asegurara de que Butters estaba sano y salvo, suplicaba que ojalá haya escapado y que sus esfuerzos por protegerlo no hubieran sido en vano. Tocó el timbre de la puerta y esperó exhausto a que abrieran, luego de unos breves minutos apareció la madre del rubio, Linda, quien lo observó de pies a cabeza con clara confusión. El cabello de la mujer que siempre había estado perfectamente peinado y ordenado, ahora estaba hecho un desastre, sus parpados estaban manchados con un delineado corrido y se notaba que estuvo llorando recientemente.

Sus ojos celestes eran idénticos a los de Butters, aunque les faltaba ese brillo característico de su inocencia.

"Hola Sra. Stotch..."-No le impresionaba su expresión, era normal siendo que un chico tomado por muerto aparecía frente a su casa.

"¿T-tú no estabas muerto?"-preguntó con voz acusativa, sujetándose del marco de la puerta-"La policía trajo a Butters y él dijo que..."

"Aquí me ve, estoy vivo, con algunas heridas, pero nada grave"-afirmó señalando sus brazos, aparentemente Damien no se molestó en quitarle los moretones antes de revivirlo-"Necesito saber, ¿Cómo está Butters?"

"Castigado y quién sabe dónde"-se cruzó de brazos con lasitud-"Stephen salió a buscarlo y aún no regresa"

"¿Está perdido?"-comenzaba a asustarse, sabía que cualquier lugar para Butters era mejor que su casa, pero no quería pensar en que escapando de esos tipos haya terminado en un lugar mucho peor.

"No...al menos eso creemos, mi marido dice que debe estar donde los Marsh"

Escondió su alivio, lo mejor era que el rubio estuviera lejos de las garras de sus padres, ni siquiera iba a molestarse en cuestionar la razón por la que lo castigarían. Que Butters pagara injustamente por algo que no fue su culpa era algo de todos los días, por eso mismo ya sabía que discutir con ellos era inútil, eran personas extremadamente necias y estrictas-"Si llega a volver, ¿me haría el favor de avisarle que estuve aquí?"

Su expresión se tornó fría y disgustada-"¿Y por qué haría eso? No has hecho más que demostrar que eres una mala influencia para nuestro hijo, ¡Mírate en un espejo! ¡Esos golpes! Butters llega a casa con la ropa manchada de sangre, mintiéndonos diciendo que estás muerto y...y-y vestido así como si fuera un degenerado"-presionó sus dedos contra sus sienes intentando calmarse-"Él nunca es así, n-no se qué estuvieron haciendo ustedes dos para que inventara una excusa tan ridícula...pero no pienso dejar que vuelvas a acercarte a él, siempre supe que los de tu tipo significaban malas noticias"

Kenny rio con sorna-"¿Los de mi tipo? ¿A qué se refiere?"

Linda desvío la mirada incómoda-"No es por juzgar, pero la mayoría de los que viven como tú, en esos barrios...están metidos en cosas que quiero lejos de Leopold"

Estaba a punto de escupirle algo como 'Oh rayos, ¡justo cuando iba a invitarlo a inyectarse heroína con mis amigos! porque claro, no tenemos dinero para comer, ¡pero siempre para drogas!' respiró profundamente y se contuvo antes de decir algo que pudiera empeorar aún más la situación para Butters. No quiso despedirse ni darle un mísero segundo más de su tiempo a aquella señora, se dio la vuelta para irse a su casa, no aguantaría mucho tiempo a esas bajas temperaturas y sin tratar las heridas.

"L-lo que hagas con tu vida es tu problema, solo no involucres a mi hijo en ello"-Fue lo último que le dijo antes de cerrar la puerta. Desde el principio los padres de Butters habían sido recelosos con su amistad (y eso que no sabían cuanto había evolucionado esa 'amistad'), ahora iba a ser mucho más complicado poder verse, no querrán dejarlo salir de casa por nada del mundo. Una parte suya se sentía culpable, era como si a medida que más se acercaban, más acortaban sus padres la correa con la que lo contenían. A pesar de la culpa, sabía también que ya había sido demasiado, faltaba poco tiempo para que tuvieran que dejar el colegio y entrar a la universidad, tenían que soltarlo, dejarlo libre para que construya su propia vida. Estaba decidido, lo ayudaría a escapar de esa jaula mental donde lo tenían sometido, incluso si eso conllevaba ayudarlo a escapar de forma literal de su casa. Ambos tenían sueños que cumplir, ahora juntos, era momento de cortar las cadenas que lo amarraban.

Sería lindo pensar que la bondad en los corazones de las personas sobrepasaba sus prejuicios, pero al parecer la gente seguía poniéndole etiquetas de acuerdo a su situación económica, sin molestarse en conocerlo primero. Era perturbadora la manera en que se evidenciaban las diferencias entre los barrios del pueblo, quiénes tenían dinero y quiénes no. A un extremo había hogares amplios, de colores brillantes, con automóviles y jardines perfectamente cuidados, al otro extremo había casas pequeñas, con demasiada gente en tan poco espacio, patios llenos de chatarra y algún que otro alcohólico tirado en medio de la acera. Vivir a un lado u otro dependía únicamente de cuantas monedas llevara en el bolsillo, pero si algo había aprendido, era que, a pesar de aquel ambiente precario, se podía vivir dignamente, siempre y cuando tuviera un corazón humilde.

Al entrar a su casa vio a su madre en la cocina, ya estaba preparando el almuerzo y con voz molesta le ordenaba a su hermana Karen que la dejara en paz y fuera a ver la televisión o algo. La pequeña soltó la mano de su madre y se dirigió tristemente hacia el sillón roñoso y deteriorado, lo único que quería era un poco de atención, estaba aburrida y no quería salir a jugar al patio porque estaba lleno de trozos de metal oxidado y ratones que se escondían entre la basura. Cuando levantó la mirada y pudo ver a su hermano mayor sonriendo desde la puerta, su rostro se iluminó y corrió para saltar a sus brazos. Kenny la abrazo con fuerza y revolvió su cabello cariñosamente, si había alguien que extrañaba tanto como a Butters era a su hermanita.

"¡Kenny, volviste!"-sonrió mostrando sus dientes-"¿Qué te pasó?"-preguntó apuntando los moretones en su brazo.

"No es nada, no te preocupes, ¡lo importante es que ya estoy aquí!"-Le dio un beso en la mejilla antes de bajarla-"¿Qué tal todo?"

"Mamá está cocinando y papá está tomando una siesta"-suspiró la castaña-"Estoy muy aburrida, no tengo con quién jugar"

"Hm, en ese caso..."-hizo una exagerada reverencia-"¿Me haría el honor de permitirme ser su noble compañero de juegos?"

Karen soltó una risita antes de responderle con la misma reverencia-"¡Con gusto!, tienes que ser la princesa ¿de acuerdo?"

"Hecho, pero primero, la princesa debe ir a arreglarse"-Fue hacia su habitación mientras que su hermana recolectaba los juguetes necesarios para su aventura, entre ellos una corona de papel que había confeccionado y llenado de stickers de colores.

Su estrecha pieza era la misma de siempre, un único colchón en el suelo cubierto por unas cuantas sabanas, paredes con moho por la humedad, posters de Terrance y Philip, Fingerbang y los que venían de regalo en las revistas porno. Cogió una camiseta amarilla con la palabra 'oppai' de entre la ropa que estaba tirada en el suelo y se quitó la que llevaba puesta, ya que ahora estaba mojada con la nieve derretida.

Al desvestirse, se dio cuenta de que no solo tenía heridas por los golpes de quienes lo atacaron, también conservaba el pisotón de Damien en su abdomen, pero no era un moretón o cicatriz como los demás, parecía más bien una quemadura...al menos esa marca le recordaría que lo que paso no fue un sueño, puede decir orgullosamente que fue al infierno y volvió. Sin embargo, era bastante alejado de la concepción que tenía sobre aquel lugar, era menos un abismo de castigo eterno y más una angustiosa burocracia.

Se miró al espejo que había en la pared, tenía una de las esquinas rotas, pero estaba casi en perfecto estado. Se restregó los ojos con cansancio, había sido un largo día y su cuerpo le exigía dormir, haría un último esfuerzo para alegrar a Karen y luego le diría adiós al mundo por un rato. Cuando abrió los ojos casi se tropezó del espanto, en el espejo ya no se veía su reflejo, sino que el rostro de Damien sonriendo malévolamente.

"Lo siento, no pude resistirme, siempre he querido hacer eso"-sus ojos escarlatas destellaban con picardía-"Es algo cliché, pero fue divertido"

"Pues a mí no me hizo ni puta gracia"-replicó antes de mirar a su espalda para corroborar que la puerta siguiera cerrada-"¿No tuviste suficiente de hostigarme? lo entiendo, no eres el primero que viene pidiendo más de esto"-dijo señalándose a si mismo con los pulgares.

"Ya, por supuesto"-bufó rodando los ojos-"¿Y bien? ¿Cuándo te pondrás a trabajar?"

"Esto...¿no te parece muy rápido? recién puse pie en tierra"-preguntó levantando una ceja

"Pobrecito, déjame ver si siento algo de pena por ti"-el pelinegro se quedó pensativo a lo que Kenny frunció el entrecejo-"Hmm...nop, nada de nada, yo me despierto todos los días a las 7 am para trabajar y tú llevas 17 años de retraso, debes apurar esas almas"

"¿Y cómo se supone que lo haga? me diste esa baratija, pero hay cientos de personas en este pueblo ¿quieres que vaya por ahí persiguiendo a cualquiera con esa cosa?"

"Tendrás que arreglártelas, busca a cualquiera que parezca tener su boleto comprado hacía el infierno, ¿no te disfrazabas de superhéroe o algo así? aprovéchalo para ocultarte"-Estaba fastidiado con su incompetencia, pero su irritación se desvaneció cuando una figura alada se asomó por el borde del espejo.

"¡Oh! buenos días, creo que te he visto antes ¿no solías ser uno de nuestros compañeros?"-preguntó con un evidente acento británico.

"No jodas, ¿Pip? te recuerdo, eras ese niño francés, ¿qué haces allí?"

"Mi nombre es Philip y soy ingles"-su voz se tornó levemente deprimida-"El día que morí desperté con estas preciosas alas y estaba justo aquí con Damien ¡debo admitir que ha sido una estancia de lo más agradable! ya casi no añoro los vastos campos al norte de Ingla-"

Damien interrumpió su charla con una tos grave-"Creo que es hora de que nos vayamos, tengo muchas más responsabilidades de las que hacerme cargo, suerte con tu cometido"

"Claro, suerte ustedes dos con sus 'responsabilidades'"-insinuó Kenny. No tardaron más que un pestañeo en desaparecer, se levantó y caminó hacía su closet, se estiró para alcanzar una caja que estaba escondida en lo alto y la abrió para descubrir su antiguo traje de Mysterion, estaba casi intacto, tenía algunos agujeros, pero nada que hilo y aguja no pudieran resolver. En el pecho llevaba estampada una gran letra M de color verde, al ver ese símbolo de justicia la gente sabía que podía estar tranquila, ¿Estaba preparado para retomar la capa? habían pasado tantos años, la diferencia era que esta vez no tenía elección y dejaba de ser un juego infantil. Muy en lo profundo, una parte de él extrañaba la adrenalina de perseguir delincuentes y combatir contra villanos en la oscuridad de la noche. Subir a lo alto de los edificios con el corazón acelerado, únicamente acompañado por el cielo estrellado y el viento fresco, sabiendo que una vez más había protegido a su pueblo, era un sentimiento inigualable.

Tomó el antifaz negro y se lo colocó, al verse al espejo sentía que en todo ese tiempo no cambió tanto como creía, si se achicara un poco más y afeitara la barba incipiente en su mentón, se vería casi igual que antes. Respiró profundamente con determinación, no importaba si estaba listo o no, debía actuar.

Kyle dejó ir su último bostezo, todavía sentía algo de sueño, pero lamentablemente su entorno estaba tan caótico que le sería imposible tomar aunque fuera una siesta. Bebió lo poco que le quedaba de café en un sorbo y observó a Stan que estaba ocupado lavando los platos sucios, lo cual le parecía de lo más extraño por tres razones: primero, porque Stan NUNCA lavaba los platos (con lo que ganaba reprimendas suyas continuamente), segundo, porque si los lavaba significaba que le iba a pedir un favor, tercero...porque en todo ese rato no le ha pedido ni un solo favor. No obstante, ahí estaba, fregándolos con insistencia e inspeccionándolos minuciosamente para que no quedara ningún resto del desayuno.

Sintió una mueca sonriente formándose en su rostro, era de cierto modo divertido ver a su mejor amigo en pijama restregando una esponja al son de la música que sonaba en la radio. Quisiera tener una cámara ahí mismo para conservar ese momento, por alguna razón se veía casi maduro, pensó el judío. Tal vez era un poco duro al recordarle que debían actuar más como de su edad y prepararse para lo que se les venía por delante, quizás Stan simplemente iba a su propio ritmo y era mejor dejarlo ser.

Entonces recordó que Butters aún estaba arriba y nunca bajó para desayunar, incluso si lo correcto era darle su espacio, luego del escándalo que hizo su padre estaba intranquilo por cómo afectaría al rubio. No hacía daño con ir a verificar que todo estuviera bien.

"Hey um...creo que iré a ver cómo esta Butters, ya sabes, con lo que pasó y todo"-se levantó de la silla y recogió su taza para colocarla junto al resto de loza.

Stan suspiró y asintió-"Pregúntale si necesita algo...también me preocupa"

Kyle posó su mano en la espalda del pelinegro y sonrió sinceramente-"Oye, encontraremos la forma de solucionar esto, siempre lo hacemos ¿no?"

Stan le devolvió la sonrisa-"Lo sé, si estoy contigo no hay duda de eso"-desvió la mirada luego de darse cuenta de lo vergonzoso que sonaba, pero al parecer el pelirrojo no lo había notado, porque simplemente salió de la cocina sin comentárselo. Podía sentir el calor subir a sus mejillas y lo único que quería era esconder su cara en el agua jabonosa, '¿cómo rayos voy a decírselo si con cosas así ya me dan ganas de morir?', intentaba concentrarse en su labor, pero no lograba dejar de pensar en lo adorable que se veía con su cabello cobrizo despeinado. Tenía una misión clara en su mente, debía hallar la manera de confesarle sus sentimientos sin vomitar en el intento.

El judío subió las escaleras y abrió la puerta que daba a la habitación de Stan, sobre la cama estaba Butters, mirando hacia el techo con una expresión en blanco y con las manos entrecruzadas sobre su abdomen. Al advertir que lo estaban mirando el rubio sonrió débilmente y se sentó contra la pared, dejando un espacio para que el pelirrojo le hiciera compañía.

"Perdón porque mi papá te despertara, te ves cansado"-musitó afligido

"...Butters, no importa, no es tu culpa, tu padre no debió haber venido en primer lugar"-le dolía ver al rubio tan desdichado, era evidente que se estaba esforzando por mantenerse tranquilo, pero temía que cualquier cosa fuera a desestabilizarlo-"Además, con tantas noches sin parar de estudiar, estoy acostumbrado"-rio en un intento de subirle el ánimo, pero el pequeño solo sonrió forzadamente, 'felicitaciones Kyle, intentas ayudar y solo la cagas más', pensó el pelirrojo.

"No sé qué hacer ahora, no quiero volver, pero no puedo quedarme aquí para siempre"-dirigió sus ojos celestes a los de Kyle, esperando una respuesta de quien confiaba por su ingenio.

Meditó unos minutos, pero al reparar en que no llegaba ninguna idea factible a su mente, se rindió y negó con la cabeza-"Lo siento Butters...no se me ocurre nada"- se sentía impotente, su inteligencia no servía en situaciones difíciles como esta. No era que no tuviese ninguna idea, sino que eran demasiado idealistas, imposibles de aplicar en la realidad que vivían, siempre terminaba pensando en lo mucho que podrían mejorar las cosas para sus amigos si tan solo tuviera los recursos y adultez para llevar esos planes a cabo. Si ganara el suficiente dinero les compraría un departamento a ambos para que vivieran juntos lejos de sus padres abusivos, pero por ahora era un simple adolescente con muchos sueños.

"Sería más fácil si Ken estuviera aquí, siempre me hacía ver el lado bueno de las cosas"-dijo en un susurro-"¿Dónde estará?"-su voz tembló quebradamente al final de la oración, poniendo ansioso al judío que no sabría cómo reaccionar si es que se pusiera a llorar.

"Ya aparecerá, tienes que estar tranquilo, Kenny nunca se iría sin despedirse"-tragó saliva, pensando en que ojalá tuviera razón-"Aún tiene mucho por hacer, si no aparece para la disertación del miércoles, jamás se lo perdonare"

"Tiene que cumplir su promesa"-Kyle lo miró con curiosidad, desconocía esa promesa de la que hablaba-" Mi papá quiere que sea oficinista como él...no creo que vaya a estar contento con esto, lo que en realidad quisiera hacer sería abrir una repostería, sé que es algo tonto, pero...a Kenny no le parecía tonto, dijo que lo construiríamos juntos y que él podría trabajar repartiendo los pedidos"-se reincorporo y levantó la chaqueta naranja del suelo-"Solo con escucharlo, me hacía creer que era posible"

"Lo es"-puso su mano sobre el hombro del rubio-"Es posible, pronto volverá y en unos años más lo harán realidad"

"Gracias Kyle, significa mucho para mí"-Se colocó la chaqueta de Kenny y bajo las escaleras junto al pelirrojo, Stan los esperaba abajo y sintió alivio al ver que Butters se hallaba un poco mejor que antes-"Chicos, quiero salir a buscar a Kenny, no puedo quedarme aquí sentado esperando"

"No queremos que estés en peligro, tu papá aún puede estar ahí afuera, esperando cualquier oportunidad"-le advirtió Kyle cruzándose de brazos-"Entiendo que estés impaciente, pero no nos queda más que esperar"

"Yo iré"-interrumpió Stan, Butters sonrió ampliamente, mientras que Kyle lo miró atónito.

"¿Tú irás?"-le preguntó, aunque no lo detuvo de ponerse la bufanda y guantes para salir-"¡Oye, espera!"-el pelinegro ya había abierto la puerta y salía a paso apurado con el judío siguiéndolo por detrás.

"¡Gracias Stan!"-alcanzó a gritar alegremente Butters antes de que se alejaran hasta la esquina de la calle. Justo antes de que fuera a cruzar pasó una camioneta cortándole el paso, dicha casualidad le dio el tiempo suficiente a Kyle para alcanzarlo y tomarlo del brazo.

"¡Dude!"-exclamó enojado el pelirrojo

"¿Sí?"-preguntó con una sonrisa inmutable-"¿Qué pasa?" -Kyle entrecerró los ojos, detestaba cuando hacía eso cada vez que se enojaba con él, se hacía el tonto con esa sonrisa boba, como si cautivarlo hiciera que se le pasara el enojo.

"Butters no es el único con quien esta encabronado su papá, ¡sabe que lo estamos escondiendo y podría hacerte algo a ti!"-sintió la piel de gallina y recién en ese momento se percató de que había salido aun en pijama.

Stan se encogió de hombros y lo miró fijamente-"Es verdad, pero alguien tiene que salir a buscarlo, quédate con Butters, necesita compañía ahora"-Kyle dirigió su vista al suelo, no totalmente convencido-"No me pasará nada, ¿viste el puñetazo que le dio mi papá? confío en mis genes"-el pelirrojo soltó una carcajada y suspiró derrotado.

"De todos modos, te llamaré en media hora si no apareces"-Stan sonrió y prosiguió su camino.

"¡Hey!"-lo llamó cuando llegó a la otra esquina-"Stan...cuídate"

El pelinegro sintió un cosquilleo en su estomago al escuchar esas palabras, deseó con toda su alma que esa preocupación significara algo más que su típico instinto maternal. Se despidió con la mano y aceleró su marcha hacía la casa de los McCormick. Kyle se quedó mirándolo alejarse hasta que se perdió de vista, al sentir la brisa helada nuevamente, se apuró en volver a la casa para refugiarse del frío.

Kenny admiró el color de las uñas que había pintado Karen, ambas manos estaban adornadas con un esmalte fucsia que resplandecía con brillantina. En su cabeza pensó que se vería bastante interesante con el resto del disfraz de colores más sombríos, aunque quizá arruine el propósito de pasar desapercibido. Estaban sentados en el suelo al lado del comedor, lo que dentro de su imaginación vendría siendo el palacio de las princesas, ambos tenían coronas y estaban en una reunión muy importante. Los unicornios estaban discutiendo con el oso de peluche porque trabajaba menos que ellos, pero se comía la mayoría de las manzanas del campo. Su hermana, siendo una princesa diplomática, a través del dialogo consiguió que el Sr. Oso cediera parte de sus manzanas a los unicornios, dado a que las necesitaban como energía para tirar de las carretas, a cambio, traerían tarros de miel de otros reinos para entregárselos al oso.

"La felicito por su admirable actitud de líder, querida hermanita"-Dijo el rubio con la voz más aristocrática que pudo imitar-"Lamento anunciarle que debo partir, para atender otras responsabilidades de princesa"

Karen hizo un puchero-"¿Ya te vas? Ibas a enseñarme a pelear con espada, quédate porfis, porfis"-suplicó.

"Lo siento Karen, tengo que irme, pero confío en que cuidaras bien de nuestro reino"-La estrechó entre sus brazos antes de levantarse y momentos después apareció su padre, desperezándose y saludándolos a ambos.

"Hola chicos, ¡oye, Carol! voy a salir un rato, no sé a que hora volveré"-le avisó mientras revisaba sus bolsillos para chequear si llevaba las llaves, billetera y todo lo necesario.

"¿Tú también vas a salir? ¿dónde rayos vas?"-preguntó a medida que revolvía la olla de sopa.

"Es Randy, me llamó porque Stephen está perdiendo la cabeza o una mierda así"-frunció el ceño-"Ni siquiera me importa ese hijo de puta, pero Randy me convenció de que, si no hacemos algo, él va a terminar haciendo alguna estupidez"

"¿Stephen? ¿el papá de Butters?"- Kenny comenzó a preocuparse, al parecer las cosas estaban un poco tensas dentro de la familia, más de lo normal.

"Uh...Butters, ¿ese niño bajito?, sí, dijo algo de que lo dejaron quedarse en su casa por ahora, no lo quieren cerca de su papá"-dijo rascándose la nuca.

Con eso se confirmaron sus sospechas, tenía que ir lo más rápido posible a encontrarse con Butters y asegurarse de que su padre no le haya hecho daño. Por lo menos ahora sabía que estaba en casa de Stan, se despidió de su familia rápidamente y salió corriendo por la puerta, conservaba un buen estado físico, pero aún así la desesperación hizo que a mitad de camino ya le faltara el aire. Estaba tan apurado que no se dio cuenta de que venía una persona caminando en dirección contraria, muy ocupada marcando un número en su teléfono. Chocaron y cayeron ambos al suelo, 'genial, otra vez con la cara en la nieve', pensó con frustración. Empezó a levantarse para pedirle disculpas a la otra persona, cuando notó que era Stan limpiándose la nieve de los pantalones. Fuera Dios o no un holgazán como afirmaba Damien, si esto era obra suya, le debía una.

"Me hiciste tirar mi celular, ¡ten más cuidado idio-"-el pelinegro abrió mucho los ojos-"¡¿Kenny?!"-iba a responderle, pero no alcanzó a decir nada porque Stan ya estaba abrazándolo fuertemente-"¡Estás vivo! ¡maldito imbécil, nos diste el susto de nuestras vidas!"

"Jeje...pues, digamos que estuve medio muerto, es una historia para otro día"-Stan no lo soltaba, como si temiera que fuera una ilusión-"¿Butters todavía está en tu casa?"

"Sí, está allá con Kyle, joder...estaba muy mal, tienes que ir ahora, nadie está más preocupado por ti que él"-Kenny se mordió el labio, lo menos que quería hacer era preocuparlo, se sentía culpable y con ganas increíbles de ir a reconfortarlo. Caminaron en dirección a la casa de Stan, mientras el pelinegro le contaba cómo se había sentido aquel día Butters y en detalle lo que había ocurrido con el Sr.Stotch. Conversaron sobre que posibilidades tenían para ocultar unos días más al rubio de sus padres, hasta que consiguieran un lugar estable dónde pudiera vivir o que la situación se apaciguara entre ellos, lo suficiente para que regresara a su hogar sin sentir que podría peligrar su bienestar. Para ellos, la prioridad era que su amigo estuviera fuera de maltratos y abusos, aunque esta vez en particular era más complejo proteger a Butters porque desconocían los extremos a los que podía llegar su padre, era la primera vez que perdía los estribos hasta un punto en que la opción de resolverlo como familia se veía casi imposible.

Su padre siempre había sido así, habían unos pocos momentos en los que había mostrado verdadero cariño a su hijo, que podían contarse con los dedos de una mano. La mayoría del tiempo era egoísta y buscaba cualquier excusa para privar a Butters de lo que consideraba inaceptable, independiente de si ello hacía a su hijo feliz o no. Las personas siempre hablaban sobre que había que perdonar a los que nos hacían daño, pero para Kenny, él no merecía ese perdón, tampoco merecía lastima, no le interesaba con que excusa iba a justificarse cuándo lo confrontaran por sus acciones, el daño estaba hecho e incluso si Butters lo perdonaba, él jamás lo haría.

"Lo que le pasó...a Butters le sigue afectando, es algo frágil y no sé, me da miedo que se derrumbe con todo esto"-dijo Stan mostrándose ansioso.

"¿Frágil?, Butters no es frágil, todo lo contrario"-Stan se sorprendió y preguntó a qué se refería-"Butters...¿cómo explicarlo?, es muy expresivo con sus emociones, siempre sabes si esta feliz o triste, no como Craig, por ejemplo"-Stan asintió y rio por lo bajo-"Con ese tipo nunca sabes cómo esta a menos que lo conozcas como Tweek, por eso siempre es mejor preguntarle a él...el caso es que, Butters es así porque es sincero, muestra sus sentimientos tal y como son, no se esconde tras de nada, lo que hace que la gente piense que es débil cuando esta triste, pero no lo es"

"Wow, no lo pensé de esa forma"-dijo asombrado el pelinegro.

"Piénsalo así, si Butters fuera frágil, ¿cómo sería capaz de saludarnos tan feliz todos los días, a pesar de lo que pasa en su casa? ¿Podrías sonreír así si tu papá te controlara de esa manera?"-Stan se quedó pensativo y se sintió un mal por asumir esas cosas de su amigo, realmente le hacía falta pasar más tiempo con él-"La verdad es que Butters es el más fuerte de nosotros"

"Odio ser el que lo diga... ¿no crees que deberíamos ir a la policía?"-era la opción más responsable, pero a la vez la menos prudente.

"Hm, no es tan fácil, si se pudiera acusar a un mal padre, la mayoría de nuestros papás estarían en prisión"-Stan apretó el puente de su nariz al pensar en el abanico de pendejadas que ha cometido su padre- "Obviamente el caso de Butters es completamente distinto, pero su padre es solo controlador y no lo ha agredido físicamente...afortunadamente para él, porque si lo hiciera le daría su merecido"

"No tenemos pruebas"-suspiró el pelinegro- "Tampoco creo que quiera estar obligado a demandar a sus padres y llevarlos a juicio...quiero decir, se supone que los padres están para protegernos, cuidarnos y querer lo mejor para nosotros, es una solución, pero joder...los hijos no deberían demandar a sus padres, simplemente no debería pasar"-apretó los puños y miró al suelo con rabia

"Lo se dude, no hay mucho que podamos hacer, yo igual estoy cabreado porque su papá no hace ni el más mínimo esfuerzo por cambiar"-Ambos chicos suspiraron con fastidio, era un círculo vicioso con el que terminaban siempre en lo mismo, en que era muy poco lo que podían hacer si sus padres no ponían de su parte para arreglarlo.

Se quedaron en silencio un buen rato hasta que Stan volvió a hablar cuando quedaba poco para llegar a su casa.

"Oye, Ken"

"¿Qué?"

"Sabes que Kyle te pateara el trasero, ¿verdad?"

"..."

"..."

"Pensándolo bien, creo que cambié de opinión, ¡Nos vemos!"

"¡Ven aquí!"

Stan golpeó la puerta y segundos después abrió Kyle, ya se había cambiado de ropa y su cabello volvía a estar escondido dentro de la ushanka verde-"Stan, estaba a punto de llamarte..."-levantó la vista y reconoció a Kenny parado detrás del pelinegro.

"H-Hey Ky-"

"¡Hijo de puta! ¡¿Dónde carajos estabas?!"-le gritó completamente enfurecido, debía escucharse en todas las casas del vecindario-"¡¿Sabes lo preocupados que estábamos?! ¡¿Tanto te costaba responder tu jodido celular?! ¡No teníamos ni puta idea de lo que te había pasado, maldito sinvergüenza! ¡Creíamos que no volverías nunca más!"

Kenny dejó de prestar atención a los regaños del judío cuando vio al rubio que se asomaba por la ventana, su corazón dio un salto y ya no le importó nada más de lo que ocurría a su alrededor. Butters llegó corriendo, lo levantó en sus brazos y lo besó como si fuera la última vez que pudiera hacerlo. El pequeño llenó su rostro de besos y podía sentir sus tibias lágrimas, realmente habría hecho lo que fuera para regresar aquí con él, para sentir esto una y otra vez. Sacrificaría lo todo y poco que tenía con tal de tenerlo en sus brazos, la inmortalidad no significaba nada para él, si muriera mañana sería feliz porque estaría junto a él hasta su último aliento. Era solo este instante el que siempre valdría la pena.

"Estaba tan asustado"-sollozaba-"prométeme que nunca más me dejarás solo"-le exigió, aferrándose a sus hombros.

"Te lo juro, siempre voy a estar contigo"-murmuró en un tono tranquilizador, lo bajó sin soltarlo de su abrazo y presionó su frente contra la suya, con sus pulgares gentilmente secaba las lágrimas que aún caían por sus mejillas-"Todo estará bien, te amo"

"Yo también te amo"-dijo en voz baja-"Te extrañé mucho"

Quedaron así juntos, olvidándose de su alrededor, Stan los miraba con una expresión de entre alivio y envidia, Kyle igualmente estaba feliz por ellos, pero empezaba a sentirse incomodo, era obvio que estaban de sobra ahí. Tosió y le señaló a Stan que entraran a la casa para dejarlos solos. El pelirrojo suspiró y se dejó caer en el sillón, era demasiada emoción para un solo día. Stan se sentó al lado suyo y observó como de a poco iba cerrando sus ojos para luego volver a abrirlos, intentando luchar contra el sueño.

"¿Quieres que te traiga una manta?"-sugirió riéndose

"Noo..."-se quejó el pelirrojo- "No quiero quedarme dormido"-evidentemente, su cuerpo estaba contra esas palabras e inconscientemente se acurrucaba entre las suaves almohadas.

"Pero lo necesitas"-dijo tirándole otro cojín encima de su cara- "¿Ves? Así no te verán los chicos"

"Te odio"-murmuró molesto

"Yo también te quiero"-dijo sarcásticamente- "¿No estás feliz de que haya vuelto a salvo?"

"La verdad supuse que regresarías con unos cuantos dientes menos"-sonrió irónicamente- "Claro que lo estoy"

'¿Entonces dónde está mi beso? No es justo que solo Kenny reciba uno' pensó soñadoramente, iba a preguntarle qué harían para su cumpleaños, pero cuando giró su cabeza ya estaba dormido, su respiración era lenta y rítmica. Cuando Kyle dormía parecía un ángel, nadie diría que era capaz de gritar tantas groserías y reaccionar de forma violenta ante cualquier cosa que despertara su ira. A Stan le gustaban ambas facetas, todo dependía de hacía quien las dirigía, si estaba enfadado lo mejor era que fuera contra Cartman, si estaba así, tranquilo y pacífico, por favor que fuera hacia él. Se preguntó si existía una tercera faceta, que tal vez solo personas como Bebe conocían, el Kyle que amaba, que buscaba persistentemente la atención de alguien, que peinaba su cabello con gel solamente para impresionar a quien le gustaba. Sintió un vacío en el pecho con pensar en que probablemente jamás conozca esa parte de él en persona.

Kyle pestañeó con lentitud, ¿cuántas horas llevaba durmiendo?, inspeccionó su alrededor y notó que ya había oscurecido casi totalmente, las únicas luces que los alumbraban eran el fuego de la chimenea y una lámpara encendida al costado que iluminaba a su mejor amigo, estaba afinando su vieja guitarra acústica, listo para tocar una canción. En el sillón contiguo estaban acostados cómodamente Kenny y Butters, el mayor rodeaba su cintura y posaba su mentón en el espacio que había entre el cuello y hombro del menor.

"¿Y bien? ¿Qué nos vas a tocar Marsh?"-preguntó con ansiedad Kenny

"¡Ssh!, dame un segundo"-terminó de afinar las cuerdas y carraspeó para preparar su garganta- "Vale, ahora sí... Come on, people now, people now, People now, come on, people now, got to drive hybrids, people now..."

Kenny soltó una risotada- "¡No jodas! ¡No puedo creer que aún te acuerdes de esa canción!"

"Pft, es una buena canción"-rio el pelinegro- "¿No te gusta?"

"El público te abuchea Stan"-replicó, seguido por un codazo de Butters- "¡Ow! Toca algo más bonito, para nosotros"-sugirió depositando un corto beso en la mejilla del rubio.

"Uy sí, no tuve suficientes cursilerías hoy"-rodó los ojos y se dio cuenta de que su amigo ya estaba despierto- "¿Qué te gustaría escuchar Kyle?"

"Uh..."-pensó por un momento y luego hablo con voz perezosa- "Toca esa canción que me enseñaste el otro día"

"¿La de Bright Eyes?"-el pelirrojo asintió y Stan esperó un momento para recordar cómo empezaba, entonces comenzó a tocar.

I know that it is freezing but I think we have to walk

I keep waving at the taxis; they keep turning their lights off

But Julie knows a party at some actor's west side loft

Supplies are endless in the evening; by the morning they'll be gone.

When everything is lonely I can be my own best friend

I get a coffee and the paper; have my own conversations

With the sidewalk and the pigeons and my window reflection

The mask I polish in the evening, by the morning looks like shit.

And I know you have a heavy heart; I can feel it when we kiss

So many men stronger than me have thrown their backs out trying to lift it

But me I'm not a gamble you can count on me to split

The love I sell you in the evening, by the morning won't exist

(Canción: Lua - Bright Eyes)

El ambiente en la sala de estar era acogedor y agradable, la pareja de chicos cerró los ojos, disfrutando de la música. Kyle acompañó el canto de Stan con un leve tarareo, la melodía era relajante y la voz de su mejor amigo la hacía aún mejor. Su voz no estaba entrenada profesionalmente ni nada por el estilo, tampoco alcanzaba un amplio rango vocal, pero poseía un canto placentero y sencillo, especial para canciones como esta.

Después de lo que había sucedido, se merecían ese pequeño momento de paz. 

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N/A: ¿que es esto? ¡¿una actualización?! aaa de verdad lo siento, las excusas no sirven, tenia muchas ganas de escribir pero en este tiempo mi universidad se fue a paro y estuve lleno LLENO de pruebas y cosas :'l intentaba encontrar tiempo pero no pude, bueno, luego de mi explicación XD ojala les guste este cap porque disfrute escribiendolo, esta vez publicare el siguiente cap más rapido porque todavia me quedan unos dias libres yy no se, muchas gracias por seguir el fic a pesar de que demoro tanto T_T <3 gracias por leer y por dejarme comentarios tan lindos y otros que me hacen reir mucho XDD mucho amor para uds <3 <3 

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