recorrer o morir

By unmundoprestado

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este es el borrador de lo que quisiera sea una historia que quiero dar vida mas adelante More

Parte 1 la razón

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By unmundoprestado


Soy de dónde vengo, voy a donde quiero ser

Muy buenos días, despierta......

Despierta

Vive.

Desde que era pequeño había algo que me llevaba a la naturaleza, había algo que me llevaba a querer ver ese lado oculto del mundo, desde que era pequeño quería conocer, quería explorar, indiana jones se volvió mi personaje favorito, recorrer por el mundo buscando fortunas casi imaginarias, moviéndome libre como si el aire me arrastrara, moviéndome por las laderas por las montañas, bajar la sierra para conocer sus arenas y aguas subir la cumbre para conocer el lado más humilde de la cordillera. Vivir como indigente con la vida de un grande

Buenos aires, 1 de enero del 2012, empezaba a abrir los ojos poco a poco, la borrachera de ayer dejo una gran resaca, no sentía el cuerpo, estaba desnudo en su cama, todo el barrio celebro el año nuevo, ayer solo se oía cantos del himno del boca, del river, mercedes sosa, soda estéreo ayer hubo fiesta a lo Maradona contra Inglaterra, todo le parece igual pero hay algo en el ambiente algo que no le dejaba pensar con claridad porque se sentía mal, el alcohol hiso su trabajo, no recuerda nada.

La cama está caliente pero seguía sin recordad que era eso que lo tenía mal, se levantó de la cama poco a poco, el dolor de cabeza evitaba que se moviera con rapidez. Se sentó en un costado de la cama y empezó a respirar, poco a poco, miro el cielo y luego a su reloj y dijo

-donde está mi felicidad, donde están mis recuerdos. Mierda 8:00 hoy tengo que trabajar

Se levantó de la cama paso a paso, se dirigía tambaleando al armario que estaba en frente de la cama, los metros le parecían kilómetros, la resaca hacia todo más difícil, que esperar de un gaucho que recién toma alcohol después de años de vivir sin él. Abre el armario y saca su camisa, su pantalón, su corbata y su chaqueta, esperaba algo más de ese caro conjunto que alguien le había regalado años atrás, le tenía amor a esas prendas por alguna razón que todavía desconocía, tenía un bordado que decía Martin Rioja, el nombre le trajo nostalgia, pero el alcohol lo hiso, no recordaba bien nada.

Se dirigió al baño ya no tambaleando, si no preguntado el nombre en su mente los recuerdos estaban encerrados, se miró al espejo se miró a los ojos para intentar recordar algo mientras se ponía su traje, se sentía mal no por la resaca, algo lo había hecho beber. Termino de cambiarse y la resaca estaba dejando pistas de sus recuerdos, tenía una presentación importante, era el contador de una empresa de construcción, tenía que ver al señor Aurelio Villamar, un empresario de textiles hincha del boca junior dueño de uno de los viñedos más importantes en la producción de vinos e inversionista de alto rango en las bolsas latinas europeas y americanas, inversionista de los auges de danone en argentina y sobre todo miembro de GoldmanSach. Tenía que dar las cifras del último trimestre del gasto de las obras que se realizaron para la construcción del edificio de Danone, su primera sucursal en suelo argentino, Villamar un viejo que sabía hacer tratos debía estar presente en la junta para asegurarse que su inversión estaba en buen camino. Todavía no sabía cómo reaccionar ante tal hallazgo de su mente, tenía que estar bien para la presentación, la resaca no dejaba ni recordar bien su nombre, pero debía ir a la junta, una junta que decidiría su nueva posición en la oficina de contadores, o un nuevo empleo con el viejo Villamar, le encargaron el trabajo más importante de toda la empresa para buscar un aliado tan grande como lo es el viejo Villamar, sus inversiones hacían temblar a la economía argentina y los Kirchner eran sus amigos puesto que había ayudado a su candidatura a la casa rosa, lo cual tenerlo al de su lado era tener a un tanque económico.

- Ese pibe de Villamar es mi oportunidad de ser uno de los contadores de su empresa, debo caerle bien a él y a su junta.

Se olvidó de que le tenía mal, de todos modos no recordaba que era ese malestar emocional, se concentró en la junta, se concentró en buscar al viejo para darle la presentación de su vida y buscar ese puesto tan anhelado en la empresa del viejo o de la constructora quería ser más de lo que ya era, pero de todos modos se sentía vacío, se acomodó la corbata se miró al espejo y sonrío

- Hoy es mi día, al viejo lo paro de cabeza como sea

Se miró al espejo una última vez, todavía tenía esa vacía sonrisa compuesta por dinero, salió rápido del baño, bajo por las escaleras con mucha rapidez y busco rápidamente las llaves de su auto, la reunión era a las 10:30, vivía en belén de escobar y tenía que llegar al otro lado de buenos aires, tenía que llegar a Berisso, a la casa de don Villamar, bajo a la sala y busco rápido el mueble donde solía poner las llaves del auto quería llegar temprano para su presentación, de nuevo su mente le hizo recordar una memoria de ayer

- ¡mierda! Ayer se me quedo el auto en Zarate por ir a ver a la abuela, la concha de tu madre ahora como llego pelotudo, ya no importa tomo mi maleta y voy en colectivo.

Era un chico que se crio en la calle, nunca le gustaron las cosas finas, solamente le gustaba pasar jugando futbol en la calle con sus amigos e irse a farrear por donde él quiera, llegar a donde él estaba era un milagro que ni la virgen sabia con hacer, para alguien de su clase y de su trabajo, tomar el colectivo era algo que no encajaba con su rango social, o eso dictaban las "normas" de su ciudad. La resaca le dejo partes de recuerdos pero había un cofre que tenía su nombre y las razones de su malestar, un cofre que el alcohol había hecho perder.

Salió de la casa a las 8:45 con un cara de muerte, su rostro mostraba cicatrices de todo lo que había pasado durante la fiesta de año nuevo, para un hombre como el la soledad era común, estar solo era algo que el solía hacer, el problema era que nunca lo hacía a propósito el mundo hacia que todo lo que haga lo lleve a una soleada más grande, mientras llegaba a la parada recordó la pelea que tuvo con sus compañeros por el nuevo puesto de contador que había llegado a tener, su pelea hiso que uno de su compañeros Erick Figueroa se quedara con un visto bueno y a él con una ascensión más rápida de la que pensó tener, cada uno de sus compañeros lo vieron como el rojo del lugar, como el enemigo en común de la historia.

Se sentó en el suelo con su traje su corbata su elegante maleta Louis vuitton, se puso los audífonos y escucho a calle 13, imposible creer que un chico de su clase haga eso, un elegante de señor contador en uno de los peores barrios, su suerte de no ser asaltado o asesinado era por su pintoresco pasado de rebelde jugador de futbol que el colegio le importaba madres en su juventud hiso de toda clase de estupideces hiso amigos de las clases más bajas no discriminaba nada. Se sentó el frio suelo con la mirada apuntando a la calle de al frente pensando que todo pasado fue mejor que el presente y su futuro de rico contador de don Villamar. Pensó y pensó, empezaba a recordar todas sus mejores batallas, recordó cuando se escapaba de clases en uno de los colegios más prestigiosos, Santa lucia de Cáceres un colegio casi imposible de acceder para alguien que en ese entonces vivía en una casa arrendada con el salario de un proletariado y el dinero que le llegaba por correo, cuando jugaba futbol todo el día y apostaba lo poco que tenía para multiplicarlo, cuando fue a investigar el bosque que había a unas cuadras de su casa ese donde ahora hay un edificio en construcción un edificio construido por su misma empresa la cual no le importo árbol ni animal que estuviese adelante suyo, cuando junto a su tío visito la Patagonia, un día frio donde la diversión de sus sonrisas calentaba hasta el hielo más frio, sonreía solo en el suelo de una estación de bus, las personas a su lado lo veían raro.

Los recuerdos iban y venían, recuerdos de todo tipo, sus estupideces sus locuras su primer beso a la vida, sus pasos más pequeños que transformo en caminatas nocturnas por su casa jugando con su hermano y su perro, vistiendo de sonrisas y durmiendo en caricia de su padre un beso de buenas noches y la historia de cómo recorrió todo el mundo con su poco conocimiento y de la mano de su padre. Sonreía y reía de la nada, sentimientos lograron apoderarse de todo su ser viniendo de la nada.

Al final de la calle se asomaba el colectivo, rio de la plata, Plaza Moreno, algo vieja y algo nueva se acercaba el bus de las 8:50, miraba como el bus se acercaba mientras él seguía esperando el asfalto, las personas a su alrededor se formaron para entrar, el solo dejaba a las personas amontonar la fila, con una tranquila mirada veía a todas las personas mientras ellas solo buscaba su lugar en la fila. Una señora de mala pinta con unas canas muy pronunciadas y un vestido color verde marino y unos zapatos de cuero viejos con las medias algo altas de color negro se le acerco.

- Oiga, usted parece loco sentado en el asfalto riendo solo.

- ¿Y si estoy loco vieja? ¿Hay algún problema con eso?

- Uhg cada vez son más soretes de este lado de la ciudad.

En silencio y con su mirada a la calle de al frente

- Cada vez me chupan más la vida

Cuando todas las personas estaban ya en el colectivo y solo faltaba la vieja, un señor y el, decide levantarse y limpiarse un poco el traje, espero a que los de al frente paguen su boleto y entren, saco de su bolsillo varios pesos, pago su entrada y se dirigió al fondo del bus

- ¡Oye pibe! Te olvidas de tu cambio

- Quédatelo.

El conductor con una mueca de amabilidad se gira y empieza la trayectoria a la Plata, el bus estaba algo lleno, se sentía esa vibra de todos los desconocidos que estaban ahí, el simplemente camino hasta el fondo mientras se volvía poner los audífonos, escuchaba soda estéreo, caminaba con algo de falta de vida, no podía ver más que al frente ya que algo le estaba quitando el alma, sus recuerdos volvían como el agua a la planta, refrescándola de un buen bocado, de repente se paró, con una cara de horror y malestar emocional veía a los lados y observaba las calles mientras su memoria recordó su repentino encuentro con el alcohol.

La noche anterior lloraba y gritaba de no haber hecho nada, gritaba como loco por la pérdida de algo tan importante para como la misma vida, el alma se le salía por la boca y la lagrimas eran un caudal descontrolado por el cual solo pasaba malos recuerdos y memorias de buenos tiempos que le hacían repentina mente reír y llorar el empezó, se detuvo a la mitad de su trayecto a la parte trasera del bus, de repente se oyó una voz.

- Buenas tarde damas y caballeros, mi nombre es Damián y hoy con mis amigos estamos en este colectivo para ofrecerles estos collares artesanales de las costas de santa marta en Colombia, un paraíso en nuestra madre Latinoamérica. Estoy artículos artesanales están a la venta al precio de 3 pesos, pasaremos con estos para su deleite.

Respiro y volvió en su trayecto, cuando llego al final se colocó, a un lado del camino, asentó la cabeza a el cristal y pensó, los chicos pasaban con sus collares y sus mándalas, atrapa sueños hechos de telas naturales, aretes de piedras calizas de las costas peruanas, tenían toda clase de artesanías pero, pero uno de ellos le pareció algo lindo, una postal de panamá, era la playa de boca del toro, cerca del parque simón bolívar. La vio fijamente, uno de los chicos se dio cuenta lo mucho que se fijaba y se le acerco.

- ¿Has estado ahí? Ni nombre es Darío, ¿y el tuyo?

- Si, cuando tenía 20 fui a las playas de parte de una visita de trabajo a panamá.

- Ya me lo esperaba, tu traje tu corbata y tu maleta, se te ve de alta clase. ¿qué hace uno de los tuyo en un colectivo, acaso los ferraris se acabaron?

Lo decía con una agradable sonrisa, su vestimenta de jeans viejos y algo sucios con un conjunto de un suéter seguramente hecho a mano y unas rastas bien cuidadas. Tenía tés blanca y la sangre liviana, los demás muchachos estaban vendiendo a todo aquel que le interesara cualquier artículo, solamente el chico estaba interesado en tener una conversación con un extraño de traje elegante.

- Fui a la playa solo, los demás solo quería ir a comparar a la ciudad, si te parezco de alta sociedad, ten metete estos pesos por el ojete mientras busques comida en algún albergue

El simplemente tenía un mal carácter que de la nada salió, nunca le gusto que le dijeran que era de la alta sociedad y mucha veces se enojaba por que las personas que recriminaban cosas solo por "tener" un puesto en la alta sociedad. De su bolsillo saca su billetera y le enseña un billete de 20 pesos

- Tranquilo pibe no seas forro, solo bromeaba

- Ten boludo y quédate con el cambio pelotudo conchatumadre

El chico lo vio y con una mueca de aceptación algo rara acepto el billete y se fue con los demás. El chico solamente tenía una risa algo fingida para salir de la incómoda situación, mientras el solamente miraba con cierto resentimiento, sus recuerdos lo había hecho reír y llorar, pero había algo que le hacía tener un mal humor, un recuerdo de su juventud, su resaca lo único que hacía era tener a su memoria algo reseca y sobre todo guardar todo lo malo, lo único que le llegaba era todos sus buenos recuerdos, el impacto de los malo todavía no preciso en él.

El colectivo continúo hasta la parada de san Gabriel, por Martínez un rumbo todavía cerca de su casa, en la parada los chicos que ofrecían sus artesanías como vendedores ambulantes, llego a la estación y el chofer avisando su parada dio aviso al grupo de artesanos para su bajada, antes de hacerlo el chico al que le dio el billete se acercó.

- Toma. ¿te gusto la postal cierto? Bueno es tuya, si tanto te gusto la postal deberías volver a la playa, por estas épocas del año, el clima es cálido y sobre todo hay olas altas y una claridad muy buena, su agua es muy cristalina.

Tomo la postal con incertidumbre, y mira al chico el cual le recibía su mirada con una sonrisa, el ambiente tenso que el mismo había puesto entre los dos había desaparecido y lo único que quedaba era a la sonrisa del chico entregándole la postal.

- La verdad fue un gran viaje. ¿me decís que esta un buen clima? ¿Qué tanto visitas las playas?

- Las visito cada vez que paso por panamá, estoy aquí por unos viajeros amigos de la prima de mi amiga, quieren recorrer Latinoamérica, deberías ir, de todos modos si está o no con buen clima, será un gran viaje si lo haces de la manera correcta

- Mmmmm interesante.

Lo único que podía hacer era ver su cara de satisfacción al momento de entregar la postal, de la nada le dio unos papales.

- Si alguna vez pretendes ir a boca del toro, pasa por colon y pregunta por la cabaña de Carlos, te gustara pasar ahí las noches, ten estos papeles te ayudaran a encontrarla y sobre todo a buscar hospedaje si lo necesitas

- Gracias. ¿Por qué la amabilidad?

El colectivo paro y se oyó la apertura de la puertas, el chico solamente sonrió y se dio la vuelta camino hasta las gradas y decidió bajarse sin contestar su pregunta.

- ¡oye, mi nombre!......... Es........

Lo decía mientras su cuerpo se tensaba y su mente recobraba las memorias que había olvidado, era su hermano, estaba diciendo su nombre, de repente un recuerdo inundo su mente.

Era el de pequeño estaba en una iglesia, cerca de Córdoba, estaba sentado en las sillas a los lados mirando los espejos que tenía, mostrando el sufrimiento de Jesús, tenía alrededor de 14 años, estaba llorando desconsoladamente, se oían unos pasos y ahí fue cuando vio a su hermano, él lo miro con los ojos llenos de pena y una cara de desesperación.

- ¿Estás bien? (suspiro). Creo que debes venir a vivir conmigo, no sé cómo afrontar esto, supongo que era inevitable, pero debemos seguir.

Con lágrimas en los ojos y una voz de alma de pena.

- ¿Por qué se fue? Nos dejó, solamente tuvo que pasar unos segundos y se fue.

- Algún día tenía que pasar, no podías controlar las ganas de beber del viejo.

- ¡pero porque mierda no se llevó al hijo de puta de Luis, es hijo de puta y Sara sangraban a nuestro padre y lo llevaron más halla de vender drogas! Esos bastardos están a la fuga, y nosotros tenemos que enterrar a nuestro padre. ¿Por qué mierda es así? ¡porque!

Su hermano lo abraza, mientras el llora y tensa los puños con una mirada lastimada y unos ojos llorosos. Lo único que puede hacer es buscar venganza en su mente.

- Mira, el puedo haber cometido errores, que a nosotros nos afectaron, pero ahora ya no gastes tu vida en ellos, ahora estamos tú, yo y la abuela, sabes que siempre estaré ahí para ti, confía en tu hermano, deja de llorar, tenemos que hablar con el cura.

- (se quita las lágrimas y su voz entre cortada pregunta) ¿cuándo lo enterraremos?

- El viernes, lo llevaremos al cementerio del pueblo donde nació

- Quiero que esto acabe, por favor Adrián, quédate aquí.

Adrián lo abraza, simplemente los dos empiezan a llorar.

- Tranquilo, Santiago, tranquilo, te prometo que todo va a pasar, mírame, mírame, te prometo que todo estará bien.

- Quédate aquí.

Su recuerdo se desvanece y vuelve a su lugar en el colectivo, donde estaba punto de soltar su nombre.

- ¡Mi nombre Santiago!

- ¡un gusto compañero, cualquier día te veo en panamá!

El chico se fue y las puertas se cerraron, Santiago solamente quedo observando la puerta como si un fantasma había pasado por ahí, miro y miro desde el suelo hasta la puerta desde la derecha hasta la izquierda, se sentía solo y perdido. No sabía qué hacer, recordó aquel día en la funeraria donde vio a su hermano, después de varios meses de haber escapado de la casa para buscas una vida mejor para él y enviar algo de dinero a su hermano, recordó lo que Adrián le dijo una vez: no eres un árbol para echar raíces en cualquier lugar, siembra tu corazón dónde creas es el lugar correcto. Lo dijo antes de irse de la casa, había peleado con su padre por sus conductas alcohólicas, el los dejo a su suerte mucho más antes de su muerte, solo que su cuerpo vacío todavía vagaba en la casa en busca de cerveza.

De la nada el colectivo se paró en un semáforo y se dio la vuelta y vio hacia la ventana donde en una calle vio a varias personas en una casa rodante alistando maletas y víveres, era una casa rodante con muchas pegatinas y dibujos.

- Cada loco con su propiedad cada loco con su locura

Santiago vio a la casa, y solamente pudo pensar que otro loco dejo su trabajo y se puso manos a la carretera. Se puso de color verde y el colectivo avanzo, dejo de pensar en todos sus recuerdos y solamente dejo a su cuerpo y mente a la deriva, se arrimó, se acomodó, se puso lo audífonos y comenzó su larga espera hasta la Plata, se dejó caer y cerró los ojos.

Cuando pudo sentir el colectivo paro y muchas personas se bajaron, Santiago levanto la mirada, todavía se sentía perdido, la resaca todavía estaba ahí pero se la sentía levemente, de la nada sus piernas se movieron y su mente decidió buscar un asiento su cuerpo pedía descanso, su alma pedía descanso existencial. Se sentó con la mirada a la ventana, su mente ya no estaba para pensar, nuevamente se dejó caer y volvió a morir.

- Parada de Anselmo.

Se oyó bulla y cuando recobro la su mente y su mirada estaba en frente vio que el colectivo estaba lleno y una persona estaba al lado, se levantó desorientado y con mucha prisa eran las 10:15 faltaba poco para su reunión y estaba, cerca a unas cuadras del lugar, cuando se fijó bien en quien estaba al lado vio a una cara familiar, una chica de rostro suave con cabello de color castaño, y una blusa algo veraniega con mangas cortas y unos pantaloncillos de color blanco, su rostro le era familiar, pero su pelo estaba algo alborotado, solo se podía ver su perfil, pero su pelo estaba tapando ciertos rasgos de su cara, Santiago sintió su conocido con ello y la miraba disimuladamente con una cara de intriga sus ojos a veces iban a la calle para evitar el acoso. Él tenía la sensación de querer verla, de la nada ella voltea a preguntar la hora y de inmediato se da cuenta de quién era, se llamaba Samanta Caroli una compañera del colegio al Santa lucia, ella y el tuvieron un idilio muy corto, corto por la repentina ida de Samantha puesto que su familia tuvo problemas, todo el colegio sabia rumores de todo tipo, desde que el señor Caroli tuvo un hijo con otra mujer hasta la repentina muerte del empleador del señor, muerte cual fue acusada al señor Caroli y el rumor más conocido fue la desaparición de la madre de Samantha, ni ella ni los profesores querían contar lo sucedido, apenas paso lo que paso y los rumores corrieron por el colegio, ella desapareció del colegio, lo único que se sabía era que ella se mudó a algún lugar de Santiago de chile a intentar vivir otra vez, los rumores no desaparecían ya que su apellido sonó en la televisión y la radio, acusaciones de personas que aseguraban ciertos asesinatos por parte del señor Caroli y un hijo secreto que tuvo con la mujer de su empleador, eso se veía en la tele, la madre de Samantha había desaparecido un mes antes de los problemas se la creía muerta pero, pero el padre la hiso cómplice de un robo que hicieron una aseguradora internacional, al instante ella desapareció del colegio y de buenos aires, sin decir nada, Santiago se quedó con una ilusión, Santiago se quedó atrás para ella, o eso pensaba él. Santiago recordó su rostro y su voz, se quedó algo frio, habían pasado 8 años desde la última vez que la vio, su pregunta fue llenada por un incómodo silencio, ella lo veía fijamente mientras tenía una cara de incógnita al querer saber por qué Santiago la miraba de esa manera, de la nada Santiago la ve a los ojos y recuerda una parte de su vida que todavía no está muerta.

- Son las 10:18.... ¿Samantha, te acordas de mí?

Su mirada de incredibilidad era impresionante, Samantha sabía quién era pero había algo que lo hizo mirar raro. De la nada las palabras le salieron.

- Sos Santiago ¿verdad?

- Si soy... yo, si soy yo

- Jajaja Santiago ¿Cómo estás?

- Bien, muy bien, ¿A dónde vas?

- Ahhh pues voy a ver a unos conocidos. Mmm y tú que haces ¿aaa dónde vas?

- Jaja voy a una presentación.

Los dos se decían cosas a veces con una emoción y voz entrecortada, los dos se veían con una sonrisa muy real,

- Qué lindo traje, no sabía que te gustaba vestir de etiqueta jaja te ves extraño, recuerdo verte a ti siempre con rasguños y muchas manchas en el uniforme por los partidos y las veces que te escapabas del curso para ir a nuestro lugar.

- Jajaja fue una buena época del colegio, todavía me quedan recuerdos de eso

- Jajaj ¿te acordas cuando te votaste a la piscina desde el tercer piso?

- Como no recordar mi hazaña, casi me llevan al horno por culpa de pibe que no se callaba, el director casi me mata, recordas al viejo Lorenzo, quería expulsarme.

- Como olvidar de eso, por tu culpa dejaron sin clases de piscina a nuestro salón.

- Jaja como olvidarlo, me consideraron un pibe de mucha fuerza para la joda

Hablaban con mucha fuerza y sentimiento, Santiago mostraba una sonrisa muy rara, muy real, el tiempo se le hizo muy corto y de la nada y sin esperarlo estaba a unas cuadras de su parada, ,parada Valverde a unas cuadras del edificio de la gerencia de la fábrica de textiles de Villamar. Miro a samantha con una nostalgia increíble y una sonrisa tan bien echa que parecía tener la felicidad que le faltaba, una felicidad que era instantánea

- Oye Samantha, tengo que bajarme en la siguiente parada, si queres podemos hablar más luego en un café en la tarde, conozco un lugar buenísimo.

- ¿Qué tal si yo te invito a tomar un café echo por una chica llamada samantha en la terraza de una casa?

- Me gustaría (tenía una sonrisa que dudaba en mostrar)

- A las 3 paso por esta parada para irme rumbo a buenos aires, si queres te espero y nos vamos juntos

- Claro, te esperare aquí

Los dos tenían sonrisas bien marcadas, Santiago tenía una sonrisa que parecía echa de un cristal blindado, un cristal que no podía ser atravesado ni por la negación de su ascenso al puesto de trabajo al que aspiraba, Santiago se levantó de su asiento tomo su maleta y cruzo las piernas de Samantha mirando su rostro con la misma sonrisa hasta llegar a pararse, la miro y la miro, hasta que llegó la hora de bajar, viro la cabeza para ver el camino y lentamente llego a la salida, la miro un ultima vez con su sonrisa, ella lo miro a los ojos igual con una sonrisa y la puerta se abrió las personas bajaron y solo faltaba el.

- Fue un gusto volver a verte Samantha

- Jaja nunca creí que dirías algo como eso ¡suerte, en tu reunión! ¡te veré pronto!

Santiago soltó una risa corta y una gran sonrisa, ya era hora de bajar, dio unos secos y lentos pasos hasta llegar a tocar el asfalto, camino unos pocos pasos y miro a samantha, le sonrió y la despidió con la mano, ella rio por las cortesías que recibía de Santiago, nunca creyó que un chico como él se convertiría en un oficinista de una gran empresa, recordaba a Santiago como un chico rebelde pero con una moral grande y cálida, recordaba a Santiago con algo de afecto puesto que su historia se vio empañada por problemas más grandes que ellos dos, y lo único que podía hacer era recordarlo con algo de afecto ya que su partida dejo cicatrices en las personas que conocía y compartía amistades y emociones, manchar tu apellido de esa manera y que encima tu padre salga culpable de un asesinato que movió a la prensa argentina, hacía que las cosa de ellos dos sean muy complicadas, sus problemas siempre eran externos, tenía carácter pero, Santiago era un chico algo dócil y muy problemático, era muy raro de describir, pero fue un gran chico con ella. Su partida no dejo ni lugar a una despedida como debía ser, volverlo a ver fue como la oportunidad para despedirse de la manera correcta o para comenzar algo, eso ya dependía del tiempo y las personas.

Santiago apenas vio al colectivo irse, se dio la vuelta apretó duro su maletín respiro duro y comenzó la marcha hacia su futuro empleo, cada paso que daba se le aceleraba el corazón, una sensación extraña inundaba su mente y su pecho comenzaba a apretarse como resultado de los nervios, iba a conocer por primera vez a don Villamar, el viejo con mas millones que años, su primera impresión debía ser casi perfecta para poder obtener una buena imagen, en su mente iba repasando toda la exposición y en su boca iban practicando las palabras y los numero que debía dar como resultado del último trimestre de la constructora. Los aranceles y las políticas de construcción impuestas por el gobierno había encarecido los materiales y las reformas necesarias para el comienzo de la construcción, durante la primera semana de trabajo en la obra se había realizado los contratos necesarios para la contratación de empleados y solicitudes de maquinaria pesada al departamento de maquinarias, recién inaugurado en el 2008, un departamento necesario para la eficacia del trabajo, sobre todo eso estaban las medidas del gobierno para la construcción de nuevas edificaciones y la seguridad estructural del edifico las salidas de emergencia y todo lo relacionado a la arquitectura del lugar y su propia estructura. Santiago era un contador el cual recopilaba datos y los hacia a su favor para la hora de declarar y pagar impuesto o pagar sueldo y comprar los materiales de la construcción para llevar las finanzas por un buen camino y que sea un trabajo fácil ante la constructora. Santiago era contador, no tenía conocimientos de arquitectura ni de trabajos de albañilería, pero Santiago tenía una experiencia para arreglárselas el solo. El edificio el cual iba a ser uno de los principales departamentos de la gerencia de Danone, era invertido por Villamar, era el trabajo más duro y sobre todo más complicado de la constructora, se veía al frente de una gran oportunidad, Santiago fue el contador líder del departamento de finanzas recién creado para la construcción del edificio, el problema era que los demás departamentos tenían problemas jerárquicos y los líderes de los demás departamentos tenían huecos en sus puestos de control, Santiago tomo la iniciativa y dirigió la construcción desde la contracción hasta los permisos públicos para la construcción. Santiago tomo la iniciativa y programo la construcción para el 15 de julio, ese día comenzó las primeras excavaciones y las compras de todos los materiales, Santiago al ser contador aprendió la habilidad de ahorrarle tiempo y dinero a la constructora, su nuevo objetivo era llevar la contabilidad de la construcción y llevar la dirección de toda la construcción, hablar con los arquitectos y los ingenieros, analizar junto a una grupo expertos el edificio y mucho de las cosas que se necesitaban para la construcción, duro como líder 6 meses bien hechos, ahora debía presentar una exposición de avances del último trimestre de trabajo, el señor Villamar se ausento todos esos 6 meses por inversiones en Liechtenstein, pero ahora iba de frente a ver su nueva inversión.

Santiago caminaba por el asfalto, todavía nervioso por su presentación, todo en su maletín estaba listo para ser visto por Villamar y su grupo de expertos en todos los ámbitos bursátiles.

Desde lejos podía ver el gran edificio repleto de cristal azul marino, su estructura externa lo hacía ver elegante con unas grandes ventanas y unos pequeños jardines en las entradas y en el estacionamiento. Se acercó a la entrada donde la gente pasaba con carnets a la mano, sus identificaciones eran lo primero que enseñaban para poder subir a los pisos más altos. Santiago entro con seguridad caminaba firme hacia el recepcionista, quería preguntar que ascensor debía tomar,

- Buenos días, vengo a la junta de las 10:30 con el señor Villamar, Santiago Torres

Antes que el recepcionista pudiera decir algo un hombre se levantó del sillón rápidamente y grito desesperadamente a Santiago

- ¡genial, llegaste Santiago te estaba esperando, veni rápido por favor, por acá rápido!

Santiago vio a un hombre algo bajo con un buen peinado echo para el lado derecho de tés blanca con lentes muy gruesos de contextura algo ancha con un panza algo marcada, este se dirigió con rapidez a un ascensor que estaba por el lado derecho de la recepción, Santiago se acercó a él con algo de intriga.

- ¿Quién sos?

- soy el asistente de María Carmen, jefa de recursos humanos de la constructora, quería asegurarse de tu inmediata llegada, Villamar se retrasó así que tienes tiempo de prepararte, María te recibirá en el décimo piso quiere hablar contigo. ¿estás listo cierto?

Santiago afirmo suavemente con la cabeza dudando de su preparación

- bueno, María hará su magia y tu estate atento muchacho

El ascensor llego, Santiago entro solo, el señor solo se aseguró de que tomara el ascensor correcto, Santiago suspiraba algo fuerte para poder intentar calmarse, cada piso le hacía un estrés más grande.

Llego al décimo piso, salió y miro por los dos lados, estaba en un corredor largo y ancho de color blanco al frente no había paredes, solo grandes ventanas con una gran vista, en el final del corredor por el lado derecho se abrió una puerta de cristal.

- ¿eres Santiago verdad?

- Si, ¿tú eres María?

- Por supuesto chaval, entra rápido.

Santiago se dio cuenta al instante de su acento español, pero lo ignoro por unos momentos quería saber quién era ella y que quería aquí, entro a un cuarto muy grande con ventanas al interior del edificio, una mesa con sillones de cuero y una espuma que se veía muy suave, estaban solos, la señora se veía de unos 37 años o más, pero en su mirada logro observar a una estratega empresarial.

- Mi nombre es María, soy la jefa de recursos humanos, un departamento recién asignado para ayudarte en tu trabajo en la construcción. Te tengo propuestas que tal vez ya tenías, Villamar quiere contadores para sus inversiones en estados unidos, me propuso a mi trabajar con él en su empresa textil, la seda que trae de china aquí es muy cotizada, y en américa lo es más, me ofreció un puesto a mí, un puesto que voy a aceptar apenas acabes tu edifico

- ¿y eso que tiene que ver conmigo?

- Villamar muchas veces pone el dinero, uno de sus asistentes, un ingeniero civil me pidió que llenara un puesto de trabajo en la contabilidad de una de sus inversiones textiles, aquí es donde te necesito a ti, Villamar no lo sabe pero cuando hagas tu exposición y le cuenten al anciano lo que hiciste para llevar la construcción como líder, juro que querrá a ti en sus negocios, pero este ingeniero civil trabaja en nuevo México, es una de las inversión de Villamar solo que él no lo sabe, quiero que tú seas el contador de esa inversión, es un negocio millonario, pero necesito de ti para hacer de esa inversión un negocio rentable y secreto

- Me pedís que trabaje a oscuras, dime porque lo haría, Villamar me contratara tú lo dijiste, no necesitó un puesto de trabajo de alguien que no sea Villamar

- Apenas el trabajo prosperé tu paga será millonaria

- Dime ¿Cuál es el trabajo?

- Si lo aceptas te diré cuál es el trabajo y como lo harás

- Si Villamar me da una oferta más tentadora, tu propuesta me sabrá mal

María veía con una sonrisa maliciosa a Santiago, tenía una mirada de cobra, Santiago se dio cuenta que ella era una negocio fraudulento, no quería problemas pero una vida millonaria y arreglada era lo que cualquier persona aceptaría, y se veía que lo que ella quería era un aliado para sus planes. María salió del salón y Santiago se quedó pensando, no sabía qué hacer ante tal propuesta. Lo único que hizo fue sentarse en la silla a meditar y pensar, solo que estaba pensando en Samantha, se veía bien, volverla a ver fue como el combustible que necesitaba para comenzar el día, vestía muy raro, pero de todos modos le quedaba bien pensó, recordó aquellos momentos que paso con ella antes de su ida, tenía un lugar secreto en el bosque que estaba hacia unas cuadras, una pequeña planicie donde la vegetación hacia un circulo bien hecho, bien iluminado, donde la luz llegaba de todos los lados y se veía un claro donde estos dos pasaban juntos no importaba el tiempo ya que este mismo dejaba de existir cuando estos dos se encontraban, tan pequeños para saber que es el amor pero igual de apasionados como amantes secreto puesto que su amor era declarado de las maneras más ocultas y más raras, pero al fin y al cabo era amor, era el sentimiento que a Santiago se le había perdido desde ya años de su partida, desde ya años de ella.

Llego la hora, Villamar estaba en el ascensor y su grupo de ejecutivos y expertos estaba ya en el salón en sus asientos discutiendo sobre temas bursátiles y derechos terrenales, Santiago estaba en el corredor impaciente por la junta cada segundo e parecía un minuto, cuando de la nada se oyó del sonido de la puerta del ascensor, Santiago miro y se puso firme sabiendo de quien era se trataba la llegada y salió un hombre robusto con traje dolce gabbana, de tés trigueña y una sonrisa de caribeña, detrás de él estaban algunos de sus expertos. Santiago se paró firme y miro atento cada paso que daba, hasta quedarse al frente de él.

- Usted debe ser don Villamar, es un gusto conocerlo

Santiago le alzo la mano para darle un apretón de manos.

- Jaja un gusto muchacho (Villamar le dio la mano y un abrazo). Me contaron mucho de ti, esa construcción que llevas al hombro va de maravilla ¿no es cierto? Jajaja esa inversión debes estar lista jaja mejor vamos a pasar a la junta rápido que tengo algo de prisa me tengo que ir a Uruguay se enfrenta la universidad de chile contra el boca, dime Santiguo ¿te gusta el futbol?

- Sí señor, jugaba futbol en las canchas del colegio y las municipales de san Lorenzo.

- Bueno chico, si es así dime de que juegas y te pongo a la boca jajaja.

- Jajaj gracias señor pero me desempeño más de contador.

- Contador y asistente de mis inversiones, después de esto si quieres podemos hablar de negocios, claro si quieres trabajar para mí. Ya me contaron como salvaste mi inversión siendo tal solo un contador tu empresa la arruino pero tú la sacaste del suelo. Ven vamos a la junta que aún hay burócratas esperándote listos para oír tus números.

Villamar paso al salón y la junta comenzó

Donde el sol toca al corazón

Terminada la junta, Villamar salió del salón y se fue con una sonrisa en su rostro los números que presento y el avance del proyecto iba bien. Villamar no dijo nada a Santiago, este se fue sin decir nada. Santiago aliviado espero a que todos los hombres salieran del salón para poder quedarse un rato a solas para calmar nervios y poder desmayarse un rato en cualquiera de esas cómodas sillas, Santiago paso toda la exposición de pie, habían comenzado a las 10:35 y terminaron a la 1:00 faltaban unas horas para poder ir con Samantha y Santiago estaba exhausto iba a pasar el rato en un ciber café cerca, uno de los hombres de Villamar se acercó y le entrego su número

- Llama cuando quieras, necesitamos gente como tú, si quieres habrá un puesto para ti en las inversiones y los negocios, Villamar no podrá encargarse directamente pero yo seré tu mentor si queres trabajar en este círculo, hasta luego muchacho, bien hecho.

Santiago tomo su número y se lo guardo, no pensó en la propuesta hecha por María sabía que era un mal negocio, Santiago se quedó solo y se sentó en una de las sillas lo único que quería era escuchar el silencio de la satisfacción de un buen trabajo. De repente Santiago recobro algo, un recuerdo, el alcohol había encapsulado el recuerdo que quería olvidar, recordó lo que tanto quería olvidar, su cuerpo se quedó inmóvil, pero su mente viajo al martes de la semana anterior.

Suena el teléfono, Santiago estaba dormido, eran las 2 de la mañana, su pensamiento todavía dormido hace que su cuerpo se levante, y su mente trata de visualizar el teléfono, no podía ver bien, estaba algo mareado, tenía un mal presentimiento, algo en el aire le decía que no contestará esa llamada, pero su curiosidad era más grande que su miedo, cogió el teléfono lentamente y oyó un acento panameño, que inmediatamente reconoció como la esposa de Adrián, estaba llorando, Santiago apenas oyó el primer ruido de su llanto, se preparó para lo peor el problema era que no sabía a qué se enfrentaba.

- Halo Tamara ¿Qué paso? Porque estas llorando, ¿paso algo malo?

Tamara con lágrimas y un gran esfuerzo hiso alzar su vos y tener claridad en sus palabras, el quebranto de su alma le impedía hablar solamente quería llorar, lo que debía decir iba a cortar el corazón de Santiago iba a cambiar el rumbo de su vida.

- Adrián ha muerto. Lo siento mucho, lo siento, se fue

Tamara dejo caer el teléfono y cayó en llanto se oía claramente el dolor de su herida, desde el otro lado del teléfono Santiago estaba quieto, dejo caer el teléfono y miro la pared con una cara de sorpresa tan desagradable, de la nada rompió en llanto y se dejó caer al suelo.

Adrián era su hermano mayor tenían 10 años de diferencia, era su protector y la persona que sustituyo el amor de su padre, era su único amigo cuando era pequeño, fue la única persona que tuvo cuando su madre se fue y cuando su padre años después fue a visitar a su madre, se quedaron solos adrián era su héroe de pequeño siempre lo protegía de las personas que querían golpearlo por problemas de apuestas o por una patada en el futbol. Había prometido que siempre iba a estar ahí, al oír esas palabras sintió que había roto su promesa que se fue y no dijo ni si quiera adiós, los últimos años Adrián y Santiago no hablaban mucho por problemas que tuvo cuando estaba en sus planes de querer irse de argentina, Santiago quería mucho a Adrián e irse como él quería irse fue una traición para él, tenía 19 cuando el tomo la decisión y se fue, Santiago quería acompañarlo pero su universidad lo impedía y sobre todo su hermano el cual le dijo que si se iba a ir era por trabajo para poder terminar de pagar todas las deudas de su padre y las nuevas que le trajeron en colegio de su hermano y la universidad, antes de irse le dejo un carta con las mejores fotos que hicieron cuando estos eran pequeños, su ultimo recuerdo cuando vio a Adrián partir en el aeropuerto, se fue llevándose el corazón de Santiago, el amor que tenía por su único familiar. Sus últimos años no fueron bien llevados ya que Santiago ajetreado por el trabajo y por sus oportunidades de nuevos empleos impedía ir a visitar a su hermano, adrián siempre insistió en que le vaya a visitar a él y a su sobrino, siempre llamándolo para ver cómo estaba, Santiago se portó muchas veces indiferente ante él, no podía soportar la idea de que su hermano lo abandono en Argentina. Recordó cada doloroso momento cuando la llamada de Tamara avisaba de la repentina muerte de Adrián, su mente le lleno de todos los recuerdos que tenía sobre el las veces que los dos juntos salieron adelante desde la pobreza hasta hacer las vidas que , un vida que Adrián agradecía y la vida que Santiago tenia, una vida mas no vida bien vivida, estaba solo en la sala, su mirada se quedó fija al techo y sus lágrimas con fuerza salieron, mientras Adrián invadía el pensamiento de Santiago, rompió su alama y se dejó la vida en el lugar. Lloro solo en el salón, solo sin su hermano, su única familia había muerto.

Pasaron minutos tantos, paso el tiempo y su memoria se despejo y sus lágrimas todavía llenas se secaron para dar paso a su nuevo objetivo, estar bien para poder ver a Samantha, su mente se despejo y vio la luz en todo el vacío, su nueva oportunidad de trabajo no le lleno de la manera que el tanto esperaba, salió del salón, se dirigió al ascensor, se abrieron las puerta, este de la nada se abrió y apareció maría su sonrisa no se desvaneció lo vio y sonrió aún más, Santiago no dijo nada, solamente se limitó a entra y quedarse en silencio su mente, quería desviar su mente de la proposición que le había hecho María antes, se acordó de los papeles que le entrego el chico en el colectivo y decidió mirarlos más detalladamente para ver que era cuando saco los papeles junto a la postal cayo un billete de 20 pesos, era el billete que le había dado de mala manera al chico, tenía escrita la dirección de una calle cercana a su lugar en donde estaba. Los papeles que la había dado eran poemas y notas de viaje, una carta promocional de la apertura de un bar en colon, seguramente un lugar caribeño.

- Esos papales viejos ¿de dónde los sacaste?

Santiago se limitó a ver a María, cuando llegaron al primer piso y la puerta abrió, María lo volvió a preguntar

- ¿de dónde los sacaste?

Esta vez la voz de María se hiso más fuerte, Santiago solo la volvió a ver, después sonó la alarma de su reloj que avisaba la hora, eran la 2:30 se quedó en ese lugar más de lo que él había pensado, paso por alto a María y sin pensarlo y con las puertas abiertas salió corriendo a la parada donde esperaba encontrarla a ella, toda su velocidad se concentró en ese instante para llegar a la parada, en su mente no había nada más que lo interrumpa. Corrió con todas sus fuerza como lo hacía de pequeño corriendo por la lluvia mientras corrían tras un pelota, cuando iba tras ella en su adolescencia, cuando iba por la calle corriendo hacia su casa, cuando iba al lago a refrescarse y cuando iba con su hermano a perderse en la bruma de sus locuras. Llego exhausto a la parada 5 minutos antes de las 3, observo algo distante la parada y pudo ver a lo lejos a Samantha en una bicicleta, ella lo vio y de la nada, se puso a peladar por una calle a la cual estaba apuntando, Santiago sonrió y recordó los viejos momentos cuando él la acompañaba a su casa desde el colegio, ella iba en una bicicleta y él lo hacía corriendo, parecía una competencia llena de sonrisas, donde el ganador iban a ser el primero en dar cariño al otro, eran los dos, solamente los dos, lo único que importaba era ellos , a veces sus miradas se desviaban del camino para ver sus sonrisa y las risas que hacían era un canto de alegría para sus corazones, una historia corta pero el preámbulo de un vida. Santiago no lo pensó y la siguió corriendo con su traje de marca y su maletín lleno de documentos y trabajo, corrieron como si el destino fuese la felicidad absoluta, la calle era larga y algo estrecha donde no había carros y solo estaban los dos, se veía una escena muy amena, Samantha siguió y siguió por unas cuadras, siempre viendo a Santiago, sus recuerdos inundaron el corazón de ambos, haciendo salir sonrisas y su tiempo se vio alargado por el universo. Samantha se detuvo poco a poco cerca de una casa con el asfalto en forma de rampa, la puerta era parte de un gran portón de metal algo estético, se veía una casa muy moderna y de estructura europea, con sus pasillos decorados con blanco marfil y sus colores negros en las partes más indicadas para dar ese toque moderno.

- ¿aquí vivís samantha?

- Jaja digamos que si

- Ja ¿digamos?

- Aja digamos

Samantha dejo caer la bicicleta suavemente, Santiago se detuvo detrás de ella y solamente se limitó a verla, samantha busco en sus bolsillos, saco las llaves, las introdujo en la perilla la giro y la abrió, después tomo su bicicleta y la adentro.

- ¿venís? O te paso carta

- Mejor pásame ese café

- Tranquilo muchacho, recién estamos en la puerta

- Bueno que esperamos

Hablaba con mucho entusiasmo y con una sonrisa muy marcada de felicidad. Entraron a un garaje donde estaba aparcado un maserati de color gris metálico, tenían que dar unos pasos para poder llegar a otra puerta, las paredes estaban pintadas de un color blanco, y se podían ver unos estantes con aceite y algunos jabones para auto.

- Y dime ¿sos ejecutivo?

- Soy contador, trabajo para una empresa constructora

- Déjame adivinar, alcázar SA

- ¿Cómo lo supiste?

- Y como no saberlo si tu nombre estaba en los periódicos, salvaste a la empresa de la cagada de sus trabajadores, nunca creí que un vago como voz tendría una vida como esa, además tu nombre sonó después de la queja de los productores de yogurt por lo de la nueva instalación de Danone

- Mira tú, la vida da vueltas, y esas quejas casi me matan, un día los vi al final de mi jornada con palos y bates, por suerte ellos no iban en auto, logre perderlos y creo que arrolle a uno

- ¿Así que si es cierto? Lo arrollaste jajaja

- Creo jaja

Llegaron a la puerta del garaje y samantha la abrió, entraron a una cocina muy moderna con estufas americanas y muebles de madera, tenía estantes que colgaban del techo, con detalles en la madera muy bien hechos, en la mita había un mueble con mármol y un pequeño lavabo, una refrigeradora con notas e imanes de toda clase, desde calendarios hasta pequeños dibujos de los inquilinos, todo esto lo recubría pinturas hechas a mano, pinturas que estaban, en sus paredes, se sustituyó el blanco por pinturas no tan buenas pero sorprendentes, cóndores volando por montañas, puestas de sol en la playa y ríos que se dirigían por las paredes hasta llegar a una puerta.

- ¿te gusta?

- Esta lindo ¿fuiste vos?

- No, si fuese yo eso sería más realista y más apasionante, fue mi prima, tiene 4 años menos que yo, su familia tiene dinero, he de ahí todo lo que había en esa cocina, pero ella es de espíritu libre, no le gusta un simple y aburrido blanco y decidió pintar las paredes de la cocina,

- ¿es la casa de tu tía?

- De mi prima de hecho, sus padres se fueron de argentina, le dejaron esta casa como propiedad.

- Ven siéntate y háblame de como una lagartija como voz, se convirtió en el dragon que es ahora, supongo que una historia interesante.

Alrededor de la mesa de mármol había unas pequeñas sillas, samantha tomo una y se la dio a Santiago, se dio la vuelta y se dirigió al refrigerador, buscando algo, Santiago se sentó, dejo su maletín y la miro de espaladas, hacía tiempo que no la veía y ver como hacia las cosas era como recordar cuando buscaba sus libro de dibujos para intentar hacer su rostro cuando iban a su paraje escondido en el bosque, Santiago se sintió alegre, tanto que su sonrisa no se podía disimilar, el desinterés no era algo que sentía al verla de nuevo después de tantos años.

- ¿no te vas sentar?

- Pues, tu café no se va a hacer solo genio

- Podría hacerlo yo solo

- Se me olvido que los ejecutivos saben hacer los mejores cafés ( su risa le dio a entender el estereotipo de los ejecutivos)

- Jaja si hago los mejores cafés, ¿queres uno?

- Hazlo, y veré como te podría pagar

Samantha dejo la refrigeradora llevándose el bote de leche, se acercó a Santiago y le dijo:

- ¿Te acuerdas cuando solíamos ir a nuestro lugar a ser felices los dos?

- ¿Por qué te fuiste?

- Ya no importa, volví

- Te llevaste mi vida o una parte de ella, no dijiste ni adiós

- Los problemas de mi familia me alcanzaron y fueron más rápidos que yo

- Dame eso

Santiago se levantó y tomo el bote de leche, samantha lo tomo de la mano y lo jalo hacia ella

- ¿sos feliz?

- ¿Por qué lo decis?

- Conozco como eras de adolecente y sé que esto no es tuyo, mucho menos la formalidad y ese vacío con el que hablaste al chico en el colectivo.

- ¿estuviste ahí?

- La muerte de tu hermano te afecto, lo siento supe de la noticia algo tarde, no sabía cómo localizarte, él también fue un gran amigo para mí, nunca pude agradecerle lo que hiso por mí.

- Ya déjalo, el me abandono y creo que sabes por qué lo hiso.

- Si lo sé, pero no tenía elección

- Ya cállate, por favor

- Podías ir con él, pero te quedaste ¿Por qué?

- NO ME QUEDE, él se fue, el me dejo.

- Nunca te pudo decir nada, ya que tu solo querías escucharte a ti

- Hable con tu hermano días antes de esto, me dijo que quería verte y que iba a visitarte apenas su hijo este en casa, murió antes que eso pero quiso hacer las paces contigo, ya ha pasado una semana, por lo menos ve a ver su tumba, por lo menos ve a verlo una última vez.

Era un ambiente muy delicado, la cara de Santiago tenía mucha pena, recordó mucho a su hermano y a ella, la época donde convivía con ellos, y los amaba, se aferró mucho a su presencia, tanto que cuando le dejaron, lo único que quedo en él fue un odio muy sentido en su corazón, nunca olvido las últimas palabras de cada uno de ellos, su hermano no lo dejo solo por completo, dejo que viviera en una casa muy lujosa para su clase social y la dejo al cuidado de una mujer mayor, una mujer que su hermano adrián conoció desde los 14 años y que fue uno de sus impulsos para poder salir de la pobreza y salir adelante, esa mujer ayudo a su hermano a conseguir empleo y tener uno muy bueno, la señora era muy adinerada, viuda y solitaria, su hijos habían muerto en su adolescencia y lo único que tenia de recuerdo fue sus objetos y todo lo material que no podía remplazar, ese vacío en su corazón fue parcialmente tapado por la aparición de adrián, las historia de cómo se conocieron fue tan novelera, pero una gran ayuda la mujer, cuando Adrián, tomo sus maletas y vio a su hermano Santiago desde el embarque de pasajero en el aeropuerto, vio a Santiago y a aquella mujer que se iba a ocupar de su pequeño hermano. Ahora samantha estaba de frente a él reclamando por su hermano, le parecía injusto que después de tanto tiempo sin verla tenga que hablar de el. De la nada y sin aviso la puerta se abrió y de ella salió una chica, con abrigo muy pegado al cuerpo y con fundas repletas de corona, su sonrisa se vio opacada por un feliz gesto de intriga.

- ¡samantha, hola!

- Hola julia

- ¿ y tu amigo? Hola compañero

- Mi nombre es Santiago

- Interrumpí mucho, lo siento prima, pero despediste ya de él, nos vamos a las 5. Si lo se era a las 9 pero Anderson ya está aquí y dice que podríamos irnos ahora, ya está todo listo, solo faltas vos.

Samantha con una seño algo furiosos miro a julia. Julia tenía una sonrisa muy coqueta estaba feliz y no podía fingir que no, dejo las fundas en la mesa de mármol, el enojo de samantha le parecía algo tierno, la interrumpió con un chico o eso pensó julia.

- Bueno mejor iré a ver tus maletas, vosotros ahí con sus cositas, no te la comas he campeón

Julia dejo muy rápido el lugar con su sonrisa de cupido

- ¿A dónde te vas?

- Aquí paso mis días en buenos aires, estoy aquí de parasito por ella. Vamos a hacer un viaje, vamos a recorrer Latinoamérica.

- ¿sos mochilera?

- Por supuesto, deje la universidad a mitad de semestre por el 2008 y decidí viajar por argentina unos años, el problema es que solo conozco argentina, Latinoamérica todavía me es muy grande y quería hacerlo con un grupo grande

- Todavía siento que te quiero sabes.

- Lo sé, ya que yo siento lo mismo

- Pero te vas, otra vez

- Dime ¿tu vida es buen y feliz?

- Tu hermano dijo muchas cosas de ti cuando hable con él, te acuerdas cuando el, tu yo y la vieja fuimos a Montevideo, fuimos los cuatro como una familia, fue un viaje muy divertido, la vieja tenía su auto.....

- Su Chevrolet cativa, era muy lujoso, pero era incómodo para dormir ( lo dice mientras sonríe y recuerda aquel pasado tan emocionante)

- Todavía no puedo creer como mi viejo me dejo ir con ustedes

- Jajaja tu papa se hubiese vuelto loco si supiera que fuimos a Uruguay a pasar las vacaciones en Montevideo, en el camino no podíamos encontrar ni un hotel, tuvimos que dormir en el auto.

- Jajajajajaja la vieja quería encender una fogata te acordas

- Esas playas eran cristalinas y sus discotecas estaba a reventar, me gusto perderme en las palmeras de esa costa.

- Fuimos a la discoteca más prendida que había, esos gauchos sabían tocar

- Jaja si, fueron buenos recuerdos

- Decime Santiago ¿eres feliz?

- Pues en la vida hay momento bueno y malo ¿no?

- Tu hermano me dijo que cuando lo visitaste la última vez y fueron a las playas no habías disfrutado como aquella vez, la vida se te había ido. Déjalo todo y ven conmigo a recorrer Latinoamérica

- ¿Qué?

- ¡Si hazlo! ¡vamos déjalo todo y ven conmigo, vamos a recorrer toda Latinoamérica, vamos viajar por todos los rincones de todas las patrias hermanas a ver el mundo, vamos a recobrar esa felicidad que te falta, esa vida que se te escapo, vamos a dejarlo todo en la tierra! ¡ vamos a recorrer Latinoamérica, y cuando lleguemos a panamá podrás despedirte de tu hermano como él lo hubiese querido! ¡con una vida llena de experiencias y sin remordimientos! crees que a él le gustaba esa vida de contador que tenías, se te veía en la cara que no tenía nada, podrás haber logrado cosas grandes como contador, pero dejaste a todos a un lado hasta a tu hermano.

- ¡¿quieres que te acompañe a recorrer Latinoamérica?!

- ¡no! ¡Quiero que me acompañes a vivir un poco!

- ¿Por qué lo haces?

- ¡porque si te amé y por qué si me dolió dejarte, y no quiero dejarte aquí con tu vacía vida!

Julia bajo y vio el ambiente que estaban teniendo, sus gritos se oían hasta afuera, julia lo había escuchado todo, vio a Santiago e intento decir unas pocas palabras

- Santiago veni con nosotros, será el mejor viaja que harás en tu vida

- Tengo una vida aquí.

- ¡una vida vacía maldita sea! ¡tu hermano se preocupó por ti muchas veces, donde esta ese chico risueño que velaba por la vida y por un cambia en este mundo! ¡donde esta ese chico que soñaba con viajar por el mundo alo lo indiana jhones! ¡donde está tu vida! Santiago, no dejaste este lugar por tu padre, no lo dejaste por tu hermano, te pido que ahora lo dejes por tu padre, por tu hermano y por mí.

- Tengo un ascenso (su voz entre cortada y muy baja como si fuera el culpable de algo, intentaba hablar) será mejor que me valla.

Samantha tenía los ojos rojos y muy claros, con la esperanza de que Santiago los acompañe por una vida mejor, Santiago no sabía qué hacer, estaba sentado acosado por las lágrimas y los recuerdos de su hermano

- Ten, te dije que hable con tu hermano, me envió esta carta y me pidió que hable contigo, ahora sé porque lo hizo, se murió de cáncer, tenía sus días contados, escribió esto para ti.

Tocaron el timbre, alguien estaba afuera esperando era la hora de que samantha se fuera, Santiago tomo la carta y salió de la cocina con las ganas de llorar, recordó todos los momentos de felicidad con su hermano, la verdadera razón de la muerte de su hermano fue lo que más le hiso llorar, no sabía por qué murió, creía que hasta en su muerte lo había abandonado, pero no fue así, murió por cáncer, se preguntó por qué no se lo dijo, porque decidió ocultar su dolor y solo tenerlo con una sonrisa, abrió la puerta y vio a un fantasma, vio al chico del colectivo

- Santiago, sabía que ibas a venir con nosotros

Santiago lo vio mientras se quitaba las lágrimas, estaba algo sorprendido, no dijo nada y se fue corriendo.

Corrió como nunca lo había hecho, sus recuerdos lo acosaban, sus memorias y su cuerpo se tensaba pero él los aflojaba, su mente estaba confusa con su decisión, pero su corazón ya tenía una respuesta, decía algo confuso, decía que debía hacer algo que él no entendía del todo su, su mente se distorsiono solo para poder entender una cosa, entender que él tenía que elegir, su vida o su ascenso. Corría por la calles, corría de sus pensamientos, quería olvidarse de su hermano quería olvidarse de samantha, quería ver al mundo otra vez como él lo hacía, quería ver su vida feliz otra vez, corría con fuerza mientras trataba de limpiar las lágrimas de su rostro, corría con fuerza pero sus lágrimas también salían con fuerza, su mente no podía apaciguar el tormento de cada palabra de su hermano, antes de que se valla de argentina, cuando estaban en el aeropuerto, cuando iba a ser su ultima vez que se verían en el aeropuerto de panamá, cuando su hermano repitió la misma frase

- Santiago, respira el momento y vive la vida, no dejes pasar nada, no te arrepientas de no haber caminado con los astros, no somos pequeños, somos muchos.

- Ya lárgate adrián, ya vete por favor

- Recuerda que la muerte nunca nos venció, recuerda que somos lo más simple, adiós hermano, te amare aunque tú no lo hagas

Sus palabras rondaban por su mente, su voz estaba viva dentro de él.

Santiago llego a la parada, se sentó en el asfalto, vio la carta en su mano, reunió fuerzas para poder leer lo que este contenía, el sol se estaba poniendo, su tiempo se parecía agotarse, pero no sabía por qué. Abrió el papel y denoto la letra d su hermano, la vio, preparo su mente y su alma y decidió leerla.

Hola hermano, hace tiempo que no te veo y quería decirte que por favor me perdones que no debí irme nunca de tu lado que debí quedarme a luchar contigo, sé que no hice las mejores cosas por ti, que te abandone para poder estar con Tamara y con mi hijo, cuándo me fui y tú te quedaste una parte de mí se quedó, quería que vinieras conmigo, pero no me di cuenta que tu vida se estaba alzando en argentina, sé que a veces te lastime cuando éramos pequeños y que muchas veces no te valore como se debía, pero siempre te tuve en mente, no importa que pasara o cuanto me odiaras siempre te quise hermano, gracias por la visita de hace un par de años, le agradaste a mi hijo, espero que lo visites de vez en cuando, les caería bien una visita de su tío. Te pido que me perdones por todo lo que he hecho, disculpa si no dije lo del cáncer, pero no quería ser un problema para ti, me alegro de lo que estás haciendo con tu vida, pero quisiera que vivas bien, cuándo viniste a verme, sentí que algo te faltaba en la mirada, sentí que tu vida no estaba completa, y yo ya no podía llenar ese vacío, le pedí a samantha que te entregara esto de la forma que ella quisiera, si la vuelves a ver, recuerda los días que vivías como una persona viva, recuerda que el tiempo se va y a veces no da tiempo ni para darse cuenta que ya estamos viejos muriendo de cáncer en una habitación, te pido que vivas la vida, que la vivas por mí, por la batalla que perdí contra el cáncer, te pido que vivas todo lo que puedas, disfruta todo lo que puedas y mira al cielo a ver las estrellas, alguna de esas seré yo alumbrando tu camino. Adiós hermano, espero verte del otro lado, estaré con papa contándole mi vida y espero que vengas con historias fantásticas de lo todo lo que hiciste, espero que vengas sin arrepentirte de nada.

Gracias por ser mi hermano, gracias por todo.

Santiago con el corazón en la mano lloro sin pensarlo, dejo su vida y su alma ahí no importar quien lo veía, lloro todo lo que pudo, lloro hasta quedarse vacío, los recuerdos de su hermano le ponían agujas en su cuerpo y sobre todo en su corazón, Santiago no se podía contener, en ese instante se dio cuenta que hiso una estupideces con su vida, pensó que había cometido tantos errores que acercaban al dinero pero alejaban a sus seres queridos, su mundo se vino abajo por aquella carta, su pequeño mundo se partió y dio paso a la soledad y a darse cuenta que su solitaria vida no valía nada comparada sus logros, su vida se vio envuelta en logros y no en emociones, algo que él no comprendía por que no lo hacían feliz. Santiago vio su vida y decidió que ya no era momento para llorar ni para lamentarse todo lo que había perdido, esta vez su corazón iba a tomar la decisión, Santiago se limpió las lágrimas, miro al cielo y la tarde estaba siendo devorada por la noche y lo único que quedaba era el frio y oscuro cielo que poco a poco estaba quedando negro, todavía tenía un color azul marino, Santiago logro ver dos estrellas muy claras, vio a su padre ya su hermano, ya estaban juntos, estaban viéndolo desde arriba, esperando que haga algo fantástico con su vida Santiago se levantó del suelo se limpió la cara de las lágrimas, se dio media vuelta miro la calle por donde se fue con samantha, miro su reloj y se dio cuenta que eran ya las 7 quedarse con samantha duró mucho sin darse cuenta, quedo viendo su reloj, volvió a ver la calle y corrió tras ella, corrió tras samantha, quería ir tras ella quería ir con ella, quería perderse con ella.

Corrió con más fuerzas otra vez, esta vez no lo impulsaba el dolor, lo impulsaba la idea de tener una nueva vida, de tener una vida feliz, se quitó el saco lo lanzo por cualquier lado y se fijó en el final de la larga calle donde girando a la derecha estaba la casa, miro bien cada paso que daba, mientras corría se quitó la corbata y la lanzo por cualquier lado, ya no importaba su traje de marca, quería llegar a ella sin que fuera tarde, acordándose de cada momento que paso con ella, acordándose de cómo se amaban cuándo eran jóvenes y como se lo declaraban día tras día, de cómo su hermano le llevaba sus partidos para jugar futbol, de como ella solía ir en su bicicleta a su lugar especial en medio del bosque, de como el solía ir tras ella corriendo como si el mundo detrás de él se acabara y de que ella era su única meta para ser felices, de cómo dijo que si a la propuesta. Llego al final de la calle curvo y vio una casa rodante, vio unos chicos subiendo algunas maletas en la parte de atrás, Darío observo a Santiago a lo lejos y sonrió, Santiago seguía corriendo hacia ellos le faltaban una cuadra, Darío miro hacia la puerta de la casa y grito algo, Santiago no logro oírlo, pero lo animo a correr más fuerte, de repente Salió samantha y julia, samantha se quedó pasmada pero contenta de que estuviera ahí , ya solo faltaban unos metros, Santiago rio y rio por lo poco que le faltaba, solo necesitaba estar más cerca, se acercó y exhausto le dijo.

- Si, si quiero recorrer Latinoamérica.

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