Corazón Contra Todo (Camren G...

By nati15_07

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Camila Cabello una joven evangelista de bajos recursos. Lauren Jauregui una chica rebelde y adinerada con un... More

1.- Nuevos alumnos
2.- Conociéndonos
3.- Seré la vencedora
4.- Crueles
5.- ¿El amor es pecado?
6.- Baile de brujas
7.- Sé mi novia
8.- Cena de navidad
9.- Navidad juntas
10.- Vacaciones
11.- Quiero mi vida junto a ti
12.- ¿Y ahora qué?
14.- No será fácil
15.- Dificultades
16.- Nuevo miembro
17.- Llegada y reencuentro (Parte 1)
18.- Llegada y reencuentro (Parte 2)
19.- Perdón
20.- Un camino por recorrer (Parte 1)
21.- Un camino por recorrer (Parte 2)
22.- Nuevos reencuentros, nuevos comienzos (Parte 1)
23.- Nuevos reencuentros, nuevos comienzos (Parte 2)
24.- Viejos conocidos
25.- Todos merecemos un final feliz
26.- Epílogo
27.- Extra (Parte 1)
28.- Extra (Parte 2)

13.- Nuestro comienzo

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By nati15_07

Los labios de Lauren se juntaron con los de su esposa. Sintió la textura casi sedosa de los labios de Camila y el sabor a fresas tan delicioso y adictivo. Sentía como todo en su cuerpo comenzaba a tomar vida de nuevo y cuando digo TODO me refiero a todo. Lentamente acarició los labios de la morena con su lengua pidiendo el permiso para entrar, permiso que consiguió y así profundizó el beso. Sintiendo el calor del interior de la boca de su esposa. Pasó sus manos por la espalda de la morena y bajó el cierre lentamente mientras deslizaba sus besos por el cuello. Escuchaba los débiles gemidos que escapaba de los labios de su amada y no podía esperar por escucharlos más fuertes y llenos de deseo. Deslizó sus besos a los hombros de su esposa y deslizó el vestido el cual cayó al piso sin problema. Dió un paso atrás para contemplar el hermoso cuerpo de su esposa como mármol y delicado como la seda al tacto. ¿Desde cuándo su esposa era tan sexy? Se preguntó a ver la lencería a juego color negra. Inocentemente se mordió el labio inferior viendo su cintura y subiendo a sus senos.

- ¿Te...Te gusta? - preguntó una tímida Camila, Lauren subió la mirada y descubrió el rostro totalmente ruborizado-

- Eres una Diosa- dijo al pasar las manos por su cintura y juntarla más a ella-

- No...-

- Ya sé, ya sé nada de Dios, pero eres tan hermosa Camz que no dudaría que eres una Diosa- besó sensualmente su cuello arrancando un gemido de Camila-

- Te aprieta- dijo Camila bajando la mano hasta el pantalón de Lauren, desabrochando la correa y el pantalón. - te ayudo- si bien aún no terminaba de perder su timidez ya iba avanzando más. El pantalón de Lauren cayó al suelo, ella rápidamente sacó sus zapatos y pateó el pantalón, luego sacó su corbata y Camila casi arrancó su camisa. - Te amo Lauren- dijo para volver a besarla-

Lauren amaba a su esposa y como poco a poco se abría más a la experiencia sexual con ella. Sintió las manos de su esposa posarse sobre sus senos y ella misma soltó un gemido al sentir las caricias. Le sacó el sostén dejando libre los de Camila y lentamente la recostó sobre la cama. Bajó sus besos hasta llegar a sus senos y acariciarlos con sus labios, sin morderlos ni nada solo pasando sus labios por ellos. Sentía como la piel de Camila se erizaba por su tacto sobre ellos. Así continuó bajando y bajó su ropa interior. Continuó rozando sus labios sobre la piel sensible de su esposa disfrutando ver como se retorcía bajo ella, con sus ojos cerrados y apretando las sábanas. Era inimaginable la humedad en Camila cuando aún ni comenzaba.

- Lolo... por favor- suplicó la morena-

- No... no supliques, no lo tienes hacer- contestó Lauren para besar tiernamente sus labios y bajar a su sexo.

Comenzó a mordisquear y succionar el pezón erecto del seno derecho de Camila. Su mano izquierda estaba acariciándolo con fervor. Bajó su mano derecha hasta la vulva de Camila y pasó sus dedos sobre los pliegues húmedos de su esposa, los comenzó a mover lentamente de arriba hacia abajo sobre ellos sintiendo como la cadera de Camila se movía con ella. Posó sus dedos sobre aquel botón que comenzaba a hincharse y dió fricción en él. Los gemidos de Camila se comenzaron a escuchar por toda la habitación. Lauren comenzaba a sentir como su entrepierna dolía atrapada dentro de su bóxer. Al sentir la humedad entre los pliegues de Camila no pudo evitar penetrarla con dos de sus dedos. Un gemido nació desde lo profundo de la garganta de Camila mientras arqueaba su espalda. Sintiendo todo el placer que le generaba su esposa. Mordió su labio inferior sintiendo como la penetraba con sus dedos y sus labios cambiaban de pezón para continuar su tarea. Bajó su mano hasta atrapar lo que quería realmente.

- Te aprieta- volvió a decir Camila mientras tocaba el miembro de su esposa con su mano-

- Ahhh Camila- Gimió Lauren soltando el seno de Camila y acelerando los movimientos de su mano-

Camila bajó el bóxer de Lauren y volvió a coger su miembro. La excitación la cegaba y se dejaba guiar por sus instintos y Lauren la amaba. Amaba como su esposa dejaba a un lado su timidez y se abría a todo. Lauren sacó los dedos del cuerpo de su esposa dispuesta a penetrarla.

- Lolo... Lolo- dijo con dificultad- estoy en semana sin pastillas- Lauren gruñó por debajo, pero aún así se movió a su mesa de noche para buscar un condón-

Se lo puso sin problema. Volvió a posicionarse y entró lentamente en Camila. Ambas soltaron un suspiro de alivio. Lauren sintiéndose dentro de Camila y Camila sintiéndose llena por Lauren. Los movimientos de cadera de Lauren comenzaron a aumentar de intensidad. Camila enterró fuertemente las uñas en la espalda de su amada mientras la sentía más adentro. ¿Podía ser posible que el miembro de Lauren creciera más? No lo sabía, pero así lo sentía. Sintió todo su cuerpo tensionarse y el de la ojiverde sobre ella. Solo un par de embestidas más y ambas llegaron en conjunto al clímax. Lauren salió lentamente de la morena y sacó el condón arrojándolo al contenedor de basura. Se recostó junto a la morena y la abrazó fuertemente.

- Y ahora, ¿dónde iremos? - preguntó al sentirse abrazada por su esposa-

- Ah ya lo tengo resuelto, espero que te guste-

- Si es contigo todo-

*********************************************************

MANSIÓN JAUREGUI

- ¡Hola!!!!! Dónde está mi nieta favorita recién graduada- dijo un hombre algo mayor al entrar al salón de la gran mansión con una sonrisa en su rostro-

- Papá, hola no sabía que vendrías- Contestó Michael

- Y ¿dónde está Lauren? - Volvió a repetir el hombre

- Ella no está papá –

- ¿Qué? ¿Ya se fue a celebrar con sus amigos? Vamos, son sus padres la pudieron obligar a venir aquí antes de irse y así yo la felicitaba... bueno en fin la esperaré-

- Ella no vendrá- sentenció Michael un poco afligido, su esposa prefería pasar desapercibida en ese momento-

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Se fue del país a celebrar? – parecía confundido con el paradero de su nieta

- No ella está... con una chica-

- ¡Vaya! hasta que al fin se enamoró, eso es estupendo-

- Pero de una pobre zorra- dijo amargamente Clara

- ¿Cómo? -

- Ella se enamoró de una chica de clase inferior- dijo Michael sin mirar a su padre a los ojos-

- ¿Y que tiene es amor o no? -

- Ella no debió- dijo Clara- esa maldita zorra solo la quiere por su dinero, ya verás cuando vea que la hemos dejado sin un solo centavo seguro la dejará-

- ¡Esperen!... ¿quieren decir que dejaron a Lauren sin nada solo porque se enamoró de una chica sin dinero? - preguntó un poco más alterado de lo que pensó-

- Se lo advertimos que la dejara o se quedaría sin nada-

- ¿Ustedes están locos?- preguntó molesto- o se olvidan que...-

- No digas nada más padre- sentenció Michael- y te pediré que no ayudes a Lauren, ella verá que hacer, tomó sus decisiones-

- Son unos hipócritas, se olvidan...-

- YA DIJE PADRE- gritó Michael - ese tema está zanjado en esta casa-

- Par de hipócritas. ¡No la ayudaré, pero el día que vea que MI NIETA este en malas condiciones no dudaré en ayudarla y darle todo mi apoyo! - Gritó antes de salir de la casa.

************************************************

Lauren y Camila habían ido a la mañana siguiente a su nuevo hogar. Lauren había comprado un apartamento y aunque no estaba muy segura de su decisión espera que le guste a Camila. En la mañana Camila había recibido un par de cajas de su casa con varias de sus cosas. Lauren había ido a la suya esperando poder sacar algo, pero ni siquiera pudo cruzar el portón en cambio solo recibió dos bolsas negras de basura con sus ropas y uno que otro libro que al parecer su nana se había apiadado de colocar.

En la tarde salieron al lugar donde Lauren había comprado el apartamento. Durante todo el camino Lauren había repetido una y otra vez que no había podido desviar mucho dinero así que fue lo mejor que pudo comprar con el presupuesto aparte debían comprar los muebles del apartamento y varias cosas más que harían al día siguiente. Llegaron a un área de clase obrera en el centro de Miami, quedaba a 5 cuadras de la universidad donde Camila comenzaría clases en julio y agosto, dado que tenía que adelantar clases antes de septiembre cuando comenzaba el semestre. Los edificios se veían un poco desentendidos. Si bien no era el área exclusiva donde Lauren vivía en aquella enorme mansión, tampoco era el área pobre de donde provenía Camila.

Entraron al edificio con algo de dificultad por la cantidad de cosas que traían para la mudanza. El taxista se ofreció a ayudarlas a subirlo, aunque casi de inmediato se quiso arrepentir, el apartamento estaba en el piso siete y el ascensor se había dañado el día anterior así que debía subir las escaleras hasta dejar las cosas en el pasillo afuera del apartamento número 74. Lauren abrió con algo de nerviosismo la puerta.

- Hice que pintaran la semana pasada porque estaba desastroso y se limpió. Básicamente solo debemos comprar las cosas y colocarlas- dijo nerviosa Lauren mientras acariciaba su nuca.

Camila no dijo nada solo comenzó a ver el lugar. Lo primero que veía por el espacio vacío era un gran rectángulo que iba desde la puerta hasta terminar el edificio, identificó de inmediato que se debía de tratar de una sala, desde la puerta hasta la mitad, la otra mitad hasta terminar la pared debía ser el comedor. Vió practicamente en el medio de ese gran rectángulo un pasillo a su mano derecha que debía llevar a las habitaciones. Pero prefirió caminar. Pasó la mitad y llegó a lo que ella creía que debía ser el comedor y lo aseguró al ver a su mano derecha una cocina. Era un tanto pequeña tenía una isla, pegado a la pared los gabinetes, una estufa y un microonda. Con la pared que daba al final estaba una nevera. Si bien los enceres parecían usados no podían tener más de 5 o 6 años. También notó que entre el comedor y la cocina, esa pared donde terminaba el apartamento había unas puerta corredizas de cristal que daba una pequeña terraza con vista a la calle principal, no era grande apenas cabría una pequeña meza con dos sillas. Miró a Lauren que parecía preocupada atrás de ella y pasó a su lado hasta llegar al pasillo. Se fijó de una viga que daba a otra entrada a la cocina desde el pasillo. Se podía entrar a la cocina desde el pasillo como frente al comedor. Vió aquel pasillo y distinguió 3 puertas y una al final doble. La primera puerta a mano derecha era un baño algo pequeño pero suficiente, tenía su lavamanos, inodoro y una ducha con baldosas azules. Cerró la puerta y abrió la siguiente a mano derecha también, Era un cuarto no era muy grande pero el tamaño justo, tal vez podía ser un cuarto de invitados, pero dado que tanto ella como Lauren no tenía a nadie ahora mismo seguro sería mejor una oficina. Caminó un par de pasos y vió las dos grandes puertas las abrió era corredizas y descubrió una lavadora y secadora. Al igual que los enceres de la cocina no parecían tener más de 5 años. Abrió la última puerta a mano izquierda. Al abrirla descubrió un enorme cuarto. Lo primero que vió fue de frente otra puerta corrediza de cristal que daba una pequeña terraza al igual que el de la cocina, a su derecha había un gran espacio que entendió que debía ser el área para la cama. A su izquierda había dos puertas unas era grandes y corredizas donde descubrió un armario, caminó y abrió la última, era un baño mucho más grande con el lavamanos, inodoro y una bañera con ducha integrada. Caminó hasta el ventanal y miró hacia la calle para luego voltear su mirada a Lauren que parecía preocupada

- Es increíble- dijo al final y escuchó como Lauren soltó todo el aire que había retenido- me gustaron los colores- La sala y comedor estaba pintados de un crema, el cuarto que ya Camila veía como oficina estaba de un verde menta y el cuarto principal era de azul y marrón.

- Tenemos que ir a comprar los muebles mañana, pero por hoy creo que mejor metemos todo y compramos comestibles, estamos en cero. Los antiguos dueños dejaron los electrónicos dicen que funcionan, aunque la nevera no enfría muy bien pero funciona-

- ¿Es nuestro? - preguntó Camila mordiéndose el labio con una pequeña sonrisa-

- Todo nuestro, aunque tenemos que pagar mantenimiento si no quiero que nos desalojen-

- Claro-

- Vamos entremos las cosas para comprar la comida, aparte no tenemos cama así que no tendremos que arreglarlas por hoy.

Entraron todas las cosas y acomodaron un par de ellas en los lugares que estarían como las cajas y bolsas con sus ropas en el cuarto. Lauren había traído su consola de juego y tv del colegio y aún no sabía si lo pondría en el cuarto o en la sala. Luego salieron para comprar los víveres para la casa y comida china para su cena de ese día. Camila tendió una manta donde según ella estaría la mesa y se sentaron el piso sobre la manta a comer. Estaban encantadas con la situación y el poder estar juntas de esa manera era nuevo para ambas. La hora de dormir llego rápido. Lauren tendió varias mantas sobre el piso y utilizó ropa para hacer almohadas.

- No es justo yo dormiré toda en el piso- se quejó Lauren-

- Yo también-

- ¡Mentira! tu dormirás sobre mi pecho más cómoda-

- No es mi culpa – dijo la morena acostándose sobre el pecho de la morena- eres la mejor almohada humana-

- Bueno, si te dicen eso como vas a protestar.

Cuando llegó la mañana Lauren despertó por el sol que entraba por el gran ventanal, necesitaba comprar unas cortinas o persianas urgente. Le llegó un rico olor. Caminó arrastrando los pies hasta la cocina. Camila la vió llena ternura.

- Como no tenemos sartenes ni ollas ni nada tuve que arreglármelas, hice unos huevos hervidos en el microondas también tenemos cafetera y tostadora así que te hice tostadas con mermelada y café-

- Gracias amor, no tenías que hacer eso- dijo dándole un suave y casto beso en los labios- pudimos comer afuera-

- Nada, estoy feliz de hacerte el desayuno ¿Quieres frutas? - le ofreció la morena de su envase plástico, era lo que usaba como plato dado que tampoco había comprado-

- No amor, comamos para comprar las cosas, necesitamos amueblar esto urgente- se sentó en el suelo y comió-

Pasada las 10:00 am ambas salieron a comprar las cosas para el hogar. Camila aún no estaba segura que significa para Lauren "poco" siempre le decía "solo pude desviar poco dinero" pero Lauren parecía no interesarse de eso o para ellas poco significaba cosas distintas. Lauren compró un hermoso sofá-cama de imitación de cuero negro. También compraron un juego de comedor de madera de cuatro sillas. Para las terrazas Lauren escogió dos mesitas y cuatro sillas blancas, según Lauren tomarían desayuno en la pequeña terraza del comedor, y la otra mesa con las dos sillas serían para la terraza de su cuarto, allí pasarían las noches tomando vino. También compró 4 sillas para la isla, sería su barra de desayunar cuando no quieran salir. Compró dos escritorios con sillas de oficina para la habitación que sería una oficina. Y una enorme cama para su recamara. Muy aparte compraron los platos, vasos, sartenes, ollas y todos los utensilios de cocina.

- No puedo creer que llegáramos a comprar todo-

- Y eso que tuve que aguantarme para no comprar mejores cosas ya que no desvié mucho dinero-

- Lauren para ti que es "no desvié mucho dinero"-

- Nada, solo logré desviar unos 150 mil de dólares-

- cien... cien... cien.. ciento cincuenta mil- tartamudeó Camila, en definitiva, ambas tenían una idea distinta de lo que significaba poco- pensé que solo habías podido desviar unos... no sé mil o algo así-

- No llegaríamos ni a la esquina con mil dólares, además después de comprar este apartamento y todo lo de hoy, de eso me queda menos-

- Especifica Lauren-

- Unos 50 mil dólares, suficiente para tus estudios de estos dos meses y otras cosas- suspiró-  buscaré empleo mañana-

- Cocinaré para la cena- dijo Camila-

- Hey, ven acá- la abrazó por la espalda- aún no estrenamos la casa- dijo mientras daba besos en su cuello y hombros-

- A... a que te refieres- movió la cabeza hacia un lado dando mejor acceso a la ojiverde-

- Si sabes amor- acarició sus caderas-

- No, ¿me puedes ayudar? - preguntó sintiendo el miembro duro de Lauren tras de ella-

- Si eso quieres- mordió delicadamente el cuello de la morena-

- Tú, tú tienes mucha experiencia verdad- dijo algo a avergonzada-

- ¿Experiencia? - continuaba acariciando el cuerpo de su esposa con deseo-

- Si, tú has estado con otras mujeres y... y Keana me dijo cosas-

- ¿Cosas? ¿Qué cosas? - dijo separándose de su esposa y volteándola para verla-

- Ella habló de cosas algo obscenas como cosas que te hacía o... o... como la ponías y... y yo- Camila casi tartamudeaba tratando de explicarle a Lauren- no hago nada- bajó su cabeza- no quiero que te aburras de mi-

- Jamás me aburriría de ti- aseguró Lauren juntando sus frentes- te amo-

- Pero no hago nada- dijo refiriéndose claramente a la intimidad-

- Haces mucho y me pones como nadie o solo mira- bajó su mirada a su miembro-

- Yo... yo quisiera aprender- dijo mordiendo el labio- hacerte algo a ti- Lauren abrió sus ojos, no sabía que podría ser pues no quería equivocarse con su esposa y hacer algo más allá-

- Entonces solo has lo que te nazca nena- dijo Lauren, lo mejor era darle a su esposa la confianza para que ella intentara lo que quería-

- ¿En serio? -

- Soy tuya puedes hacer conmigo lo que desees- La comenzó a besar con más deseo que antes, sentía como Camila movía su cadera frotando su miembro que ahora estaba mucho más erecto. Estaba caminando hacia la habitación cuando un par de golpes en la puerta las interrumpió.

- Abriré- Dijo Camila mientras se arreglaba su ropa- tu encárgate de eso- señaló su entrepierna, Lauren salió hacia el baño del pasillo gruñendo algo por debajo.

Se relajó un poco y con agua fría terminó de deshacerse de su "problemita" para volver con su esposa. Podía escuchar voces en la sala y no la quería dejar sola en esa situación. Salió para toparse con una pareja, tal vez tenía unos treinta y tantos o cerca de los cuarenta. Su padre se veía mayor que ellos pero tal vez no por mucho.

- Ella es mi esposa- escuchó decir Camila a la pareja- Lauren, ellos son los vecinos-

- Hola- dijo el hombre de cabello oscuro y ojos caramelo, tenía una sonrisa muy amigable, extendió su mano hasta Lauren- Soy Ángel ella es mi esposa, Natasha- señaló a una mujer de cabello castaño muy claro, Lauren imaginó que de joven debía ser rubia, sus ojos eran grises muy profundos pero al igual que su esposo tenía una encantadora sonrisa, también le extendió la mano a Lauren-

- Él es nuestro hijo Alex- señaló a un niño de tal vez unos 5 o 6 años de cabello oscuro y ojos de un marrón tan claro que casi parecían verdosos.

- Hola pequeño- dijo Lauren doblándose quedando a la altura del pequeño-

- Wow- dijo el- que ojos tan verdes, eso no es normal- Lauren sonrió y volvió a levantarse cuando la madre le reclamó al niño por su comentario-

- Déjelo, es un placer igual, entonces son vecinos-

- Si, vivimos en el apartamento 73- dijo Ángel señalando la puerta atrás del lado que la puerta del apartamento aún estaba abierta- queríamos darles la bienvenida a nuestras nuevas vecinas- dijo sin perder esa sonrisa que inspiraba tanta confianza- casadas ¿eh? Se ven jóvenes ¿cuántos años tienen? Digo sin ofender-

- Dieciocho- contestó Camila- algo jóvenes, pero aún así nos amamos-

- Y eso importa- respondió Natasha-

- ¿Dónde se metieron? - se oyó la voz de una chica bastante cerca, se asomaba por la puerta del apartamento 73-

- Acá amor- se oyó nuevamente a Natasha, entró una chica de cabello rubio y unos ojos grises pero claros- Ella es nuestra hija Daniela, ella son las nuevas vecinas, Camila y Lauren

- Hola- dijo la chica extendiendo su mano hacia Lauren y a Camila- un placer- Escaneó a ambas y por un momento solo vió la entrepierna de Lauren, al parecer a alguien aún no se le baja la calentura del todo- ¿son hermanas? - preguntó curiosa-

- No cariño están casada- dijo Ángel esta vez-

- Oh ya veo, entiendo, pero por Dios pareces casi de mi edad-

- ¿Qué edad tienes? - preguntó Lauren curiosa-

- 15 en unos meses tendré 16, ¿ustedes?-

- 18-

- Bueno les dejamos esto- extendió Natasha un pancake- esto es para ustedes, cualquier cosa ya saben donde buscarnos- Todos comenzaron a salir del apartamento, la última fue Daniela que se acercó primero a Camila y le dió un beso en la mejilla y luego a Lauren.

- Espero que seamos buenas amigas, después de todo casi somos de la misma edad. - Mordió su labio inferior juguetonamente y salió luego del lugar coquetamente-

- Parece buena chica- dijo Camila, Lauren levantó su ceja, creía que su esposa era muy ingenua o ella imaginó cosas-

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