- No... no me veas- decía Camila tratando de cubrirse el cuerpo con la toalla.
- Tú... ¿tú qué haces acá?. –dijo viendo el cuerpo de Camila mientras ella misma se cubría el cuerpo evitando que Camila fuera a ver más de la cuenta.
- Es mi nueva habitación. ¡SAL, SAL DE AQUÍ, NO ME VEAS, SALLLL!!!!- A empujones Camila sacó a Lauren del baño-
- Bueno al menos tiene un excelente cuerpo. -Lauren se ve su entrepierna y ve aquel bulto hecho. Una pícara sonrisa se pintó en sus labios y sacudió su cabeza para bajar a su cama.
Al salir Camila estaba toda cubierta, llevaba un pijama de pantalones y camisa de mangas largas. Antes usaba camisones ya que su religión no le permitía usar pantalones. Pero como estaba en el nuevo colegio prefería usar pantalones, aun así, la mayoría de sus pijamas eran esos camisones del siglo XIX.
- Hola- le dijo Lauren desde su cama, aún tenía una almohada en su entrepierna.
- Ho...hola.- dijo tímidamente.-
- Soy Lauren- extendió su mano
- Camila, pero me puedes decir Mila. – tomó su mano.
- Muchísimo gusto- dijo viendo lascivamente el cuerpo de Camila. -
- Iré a dormir- contestó tan pronto liberó su mano y se giró hacia su cama-
- ¿Cómo? si recién son las 8:00 pm- Miró el reloj al lado de su cama y si esa hora marcaba-
- Es tarde por lo general me acuesto a las 7:30 pm-
- Vaya, tempranito.- se burló
Camila corrió las sábanas de su cama apagó la luz de su mesa de noche para descansar. Lauren sonrió y subió ahora si al baño. Comenzó a darse una ducha.
- Becada, pobretona y todo, pero está más que buena. – dijo mientras frotaba aquel bulto que tenía entre sus piernas.
Lauren había nacido como cualquier otra niña normal, pero a los pocos meses comenzó a tener una pequeña protuberancia donde debería tener su clítoris a los pocos meses tomó el tamaño de un pene como de un bebé de su edad. Los médicos explicaron que eso era algo poco usual pero que sucedía y si ellos gustaban podían removerlo quirúrgicamente, pero sus padres prefirieron que su hija decidiera. Desde temprana edad se sintió atraída por las niñas y decidió conservarlo. Le podría dar un buen uso al mismo y se lo estaba dando.
Mientras se bañaba continuaba pensado en lo poco que había podido observar del cuerpo de la morena pero lo suficiente para despertar aquel deseo en ella que en ese momento la llevaba a un orgasmo.
Bajó y encontró todo el cuarto a oscuras, recordó que la morena le había indicado que dormía temprano, así que sin más remedio se dió vuelta y durmió. Pero eran cerca de las 5:00 am cuando algo la despertó. Jamás nada la levantaba hasta las 7:30 am, hora que se cambiaba para ir a las clases. Para su sorpresa ve a Camila arrodillada frente su cama orando.
- Oye madre teresa- Dice Lauren- sabes si quieres orar hubieras entrado a un convento y no a un colegio tan importante como este- se mofó de su compañera-
- Tener una religión no me hace dejar un lado los estudios.
- Claro santa Camila- volvió a mofarse girándose para volver a dormir, pero los rezos de su compañera prosiguieron. - Por Dios te puedes callar- gritó Lauren-
- Son mis rezos matutinos-
- Puedes hacerlo más tarde o en silencio-
- No, puedo. -le contestó irritada-
Lauren se levantó y miró a Camila, realmente si dejaba todo eso debía ser una chica sensual imaginó. A pesar de estar con ese pantalón largo hasta los tobillos, mangas largas y cuello alto. Pero en el camino se acordó de algo. Y de inmediato se tapó su entrepierna, siempre que despierta lo tiene levantado. Camila por inercia miró lo que Lauren se tapaba.
- ¿Te pasa algo? - preguntó
- No nada, todo está bien- suspiró sentándose a su lado- Podrías bajar por favor un poco la voz- dijo Lauren más amable poniéndose unos pantalones ya que solo tenía una camisilla y unos bóxers.
- Lo siento, no quise interrumpir tu sueño solo que es necesario hacer mis rezos-
- ¿Serás monja? – preguntó Lauren.
- No, pero me entregaré a Dios-
- Algunas dicen que soy Dios- le guiñó un ojo a Camila-
- Blasfemia- la molestia se reflejó en su rostro-
- Jajaja lo siento, oye serás mi compañera por al menos un año llevémonos bien, soy Lauren Jauregui- extendió su mano-
- Camila Cabello. - dijo tomándola, Lauren sintió una corriente pasar por todo su cuerpo y presiento que Camila sintió algo igual porque retiró rápido su mano.
- Bueno Camila espero llegar a conocerte mejor- dijo viendo su cuerpo.
- Si pero dime mejor Mila, como dije anoche.
- Claro Mila, lo había olvidado, nos presentamos anoche- la sonrisa de Lauren no podía ser más pícara y por un momento se perdió en el torbellino de los ojos de Camila-
- Si exacto-
- Bueno- se levantó- Buenas noches- caminó de nuevo a su cama
A la hora del desayuno Lauren estaba sentada con sus amigos. A los lejos veía a Camila con Lucía y Shawn. Ese uniforme era perfecto podía disfrutar mejor de las piernas de Camila.
Camila hizo una buena amistad con dos de los nuevos chicos. Shawn y Lucía, Keana parecía más interesada en parecer una chica más del colegio y no una de las becadas.
- ¿Qué tal sus compañeros? - preguntó Lucía
- El mío es un pesado- dijo Shawn comiendo su cereal-
- ¿Y tú Mila? -
- Ahh, creo que no está mal. Es una chica muy interesante.
- Anda di que más- insistió Shawn - escuché que es una chica muy popular acá-
- Pues no sé. - realmente ella no había escuchado ni investigado nada de su compañera, aun así, miró por todo el comedor tratando de ubicarla hasta que la encontró con su mirada en ella haciéndola ruborizar.
- Bueno, no le veo nada de malo entablar más conversación con ella- dijo Lucía
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- Fue horrible- decía James sentándose al lado de Lauren que veía a Camila con sus amigos.
- ¿Qué cosa? - preguntó si dejar de mirar a la morena.
- Me tocó con uno de esos horribles becados-
- A mi igual-
- ¿Ah sí? ¿Quién? – preguntó interesado en la compañera de su amiga
- Esa- dijo señalando a Camila con su cabeza sin quitarle los ojos-
- Mmm, nada mal como para traerla a mi cama. -
- No creo- dijo mirando hacia el suelo un momento con el ceño fruncido-
- Ya le echaste el ojo, ¿Dime ya la viste? ¿Qué tal está amiga? -
- Fue un accidente, la vi ayer, pero es una religiosa no creo que te haga caso- seguía viendo a Camila.
- Una hermosura ¿no Jauregui?- dijo un chico a lado de Lauren luego se sentó a su costado. - dime, escuché que es tu compañera ¿Ya te la comiste? ¿Qué tal fue? - su rostro era de total perversión.
- Eres un asqueroso Mahome.- le contestó -
- Bueno supongo que eso significa que no, tal vez estás perdiendo tu toque... mejor para mí- dijo con una sonrisa arrogante- me la comeré yo- mencionó halando las partes bajas de su pantalón en un gesto obsceno.
- Que repúgnante-
- Bueno Jauregui ya te diré que tan buena es en la cama.
- No creo que puedas- dijo con una sonrisa de autosatisfacción-
- ¿Según tú por qué? -
- Ella es muy religiosa usa esos ropones antiguos-
- Mmmm que rico, una monja para pervertir, tal vez para ti sea una aburrida religiosa pero te apuesto a que sobre mi poste- dijo haciendo un movimiento con su cadera- se moverá como toda una diabla- se mordía los labios- dame unas semana y te apuesto que la tendré gozando entre mis piernas- sonrió burlonamente- nada personal Jauregui pero mujeres como esas solo pueden estar con hombres como este-
Lauren debía de admitir que esa idea también le había llenado de morbo su mente antes. Imaginar a Camila esa niña tan santa vuelta una fiera en la cama.
- Que dices, cuál de los dos se lo lleva primero- dijo Mahome.
En cualquier otro momento Lauren hubiera aceptado ese reto, pero esta vez le molestaba mucho. Deseaba pegarle, pero no quería tampoco parecer cobarde ante el-
- De acuerdo-
- Bien gracias por el dato- Lauren pareció no entender-
Austin Mahome, era casi tan popular como Lauren con las chicas y era su más grande rival. Ambos la mayor parte de las veces aspiraban a las mismas chicas y por lo general Lauren le ganaba, pero también él le había ganado una que otra. En cuanto lo económico no se podía comparar con Lauren. Era muchos menos importante pero aun así tenía su prestigio, su padre era un político bastante bien posicionado en esos momentos y su madre era hija de uno empresario minoristas. Era capitán del equipo de taekwondo. Pero lo que más destacaba de él era su gran ego, soberbia y egocentrista que podía llegar hacer.
- Hola- dijo sentándose junto a Camila-
- Hola- dijo distraídamente, tanto Shawn como Lucía se fueron al ver el chico llegar.
- Escuché que lees la biblia y es algo raro de ver en este colegio tan lleno de pecadores- comenzaba a llamar su atención.
- ¿También lees la biblia? - Camila parecía sorprendida y emocionada-
- Sii, es tan emocionante conocer a alguien igual aquí-
Lauren volteó los ojos al ver como la conversación se volvía más animada y por una mentira de Austin. Realmente esta vez le molestaba esa situación no era normal en ella. Sin poder controlar su impuso arrojó su plato al suelo. Austin la miró y sonrió victoriosamente.
- Hola- Keana había llegado a su lado- ¿Eres Lauren Jauregui no? -
- Si, la misma-
- Realmente me pareces atractiva- la chica se había acercado coquetamente a Lauren-
- ¿Eres de las nuevas becadas no? - dijo acomodándose en su silla siguiendo el coqueteo de la chica, si había venido sola por qué negarse-
- Si Keana- extendió su mano hasta tomar la de la ojiverde-
- Mucho gusto- dijo besando su mano.
Lauren recordaba lo mucho que le había gustado esa chica cuando llegó, la miraba con un deseo voraz, podía ver sus blancas piernas al descubierto hasta llegar sus muslos, de verdad que deseaba también a esa chica. Desvió la mirada y vió a Camila mirándola algo sorprendida.
- Te parece si nos saltamos un par de clases-
- Pero si aún ni empiezan- dijo Keana haciéndose la interesada en clases-
- Que importa, la pasarás mejor-
Lauren salió de aquella cafetería tomada de la mano de la chica ante las miradas de todos.
- Srta. Jauregui ¿A dónde va? - la detuvo el portero-
- Mi padre me ha llamado tengo que salir.-
- Pero...-
- Pero, pero nada o quiere que él hable para sacarte de este colegio. - Keana rió por lo bajo, esas actitudes le gustaban-
Lauren llevó a Keana al club donde ella iba a jugar tenis. Allí pidieron un par de copas sin importar que apenas fueran hacer las 9:00 am. Pero no permitió que se emborrachara no era la idea de Lauren.
- Quieres ver una película Keana-
- Pero aún no abre el cine- comentó viendo que apenas serían las 12-
- En mi apartamento seguro te gustará-
- Tienes uno wow- dijo Keana sorprendida-
- Si vamos-
Lauren llegó hasta su apartamento que más bien era un penhouse de lujos, con una vista hermosa. Lauren puso una película en su enorme televisor y se echó en una cama que había, Keana la imitó acercándose a ella. Al echarse destacaron más sus piernas blancas, su falda se había subido demasiado, a parte en el camino Keana había dejado su chaleco y la corbata. Ahora la blusa blanca está abierta hasta casi llegar a sus senos.
- Sabes Keana eres sumamente hermosa- se pegó más a Keana-
- Gracias- susurró fijándose en la película
- No te gustaría pasarla mejor- dijo mientras acariciaba una de sus piernas subiendo por sus muslos-
- Ahh- suspiró- co... cómo? - se hacía inocente-
- No tienes una idea- metió su mano bajo la falsa y comenzó a acariciar su entrepierna sobre la ropa interior-
- Me quieres mostrar-
Lauren no lo pensó dos veces antes de subir sobre ella y comenzar a sacar las prendas de ropas que le estorbaban y devorar su cuello y su pecho, la blusa de Keana y su sostén volaron a una velocidad impresionante al igual que la de Lauren. Los senos de Keana bajaban y subían al compás de su respiración, Lauren iba intercambiando besos, mordiscos y chupones en sus pezones erectos. Bajó un poco más y sacó esas dos últimas prendas que tanto le molestaban, su falda y ropa íntima. Abrió su pantalón solo bajo un poco su bóxer. Keana se quedó viendo a Lauren con asombro. Allí tenía un pene de un tamaño más que considerable, pero era una chica.
- Es un extra incluido- dijo Lauren-
Keana lo tomó con una mano y comenzó a masajearlo como toda una experta. Lauren sabía que no era la primera vez de Keana por su maestría al darle placer a su miembro. Sacó un condón y lo puso en su miembro ya más que bien erecto y sin más, abrió las piernas de Keana y la penetró. Keana soltó un grito de placer al sentir el miembro de Lauren dentro de su cavidad. Las embestidas de Lauren eran cada vez más rápidas y con mayor fuerza. Las piernas de Keana estaban sobre los hombros de Lauren y solo se limitaba a sentir con ese deseo feroz a Lauren. Sin pedir siquiera permiso Lauren la puso en cuatro y comenzó nuevamente su ritmo bestial. Keana no parecía sentir dolor alguno, al contrario puro placer. Lauren volvió a ponerla sobre la cama y las embestidas empeoraron. Hasta que terminó. Sacó el condón, fue al baño y lo bajó por el inodoro. Se dió una ducha mientras Keana termina de asimilar todo lo que había pasado. Y como se había sentido. Realmente había disfrutado estar con Lauren así, sexo puro y carnal.
- Nos vamos- dijo Lauren saliendo de la ducha-
- ¿Ya? - preguntó aún desnuda en la cama-
- Si ya van hacer las 3:00 pm y tenemos que volver- se paró frente al espejo mientras se vestía y arreglaba su cabello. – Gracias fue realmente lindo. – le dió un beso en los labios a Keana. Era realmente la primera vez que lo hacía.
En ese momento Keana entendió que solo había sido sexo, sexo puro sin más y tal vez jamás se repetiría o tal vez solo era cuestión de mantener un interés en Lauren. Se vistió y ambas fueron al colegio. Lauren entró a su cuarto y encontró a Camila allí.
- No sabía que fueras así- dijo sin mirar Lauren-
- ¿Así cómo? - No sabía a qué se refería
- Lesbiana, pecadora- soltó irritada-
- Creí que más pecado era usar a Dios para propósitos vanos-
- ¿Cómo? - preguntó desconcertada-
- Austin... no es ningún santo, ni lector de la biblia-
- Tú que puedes saber-
- Mucho Camila, créeme él no es bueno-
- Mientes, eres una lesbiana servidora del diablo, lengua de serpiente- Lauren la vió y sonrió sacando la lengua siseando-
- Creo que ya nos vamos conociendo-