Omnisciente.
Dejo el tubo de oxigeno sobre la arena, para sacar las aletas de sus pies sintiendo todo su cuerpo temblar por el frío, el agua de Galway era tan fría que no podía estar mas de quince minutos bajo el agua por el miedo de sufrir una hipotermia, si algo le pasaba su mamá nunca más le permitiría volver a bucear, por lo que tomaba la mayor precaución del mundo.
Camino hasta la tienda devolviendo el oxigeno con otros implementós que ocupaba para hacer lo que amaba, hablo solo unos minutos con el dueño que lo conocía tan bien los últimos años, cada vez que estaba libre venía a desahogarse al mar, su segundo lugar seguro. Lo necesitaba bastante, mas teniendo en cuenta la decepción que tuvo la noche anterior con la morena, le dolía pero aun así sabía que era una posibilidad y solo lo aceptaba para avanzar, vendrán mas mujeres y personas en su vida, ella no era la indicada ni siquiera para tener un amor de verano, solo fue algo no correspondido que a todos nos ha pasado alguna vez en nuestra vida.
Lo aceptaba.
Tomo asiento en la arena con la parte superior del traje de buceo desatado dejando ver solo la parte superior de su peto negro, estiró todo su cuerpo para atrás sintiendo sus músculos descansar sobre la arena junto con la luz del sol golpeando fuertemente en su cuerpo, tomo la toalla para ponerla sobre sus ojos evitando el contacto directo con el sol para con sus manos sacar el resto del traje quedando solo en ropa interior, por precaución y porque no deseaba que todo Galway se enterara de su condición estiró la toalla sobre su cuerpo cubriendo la zona del boxers y sus ojos. Estaba tan cómoda y tranquila esa mañana que había perdido la noción de las horas en ese lugar, amaba sentir la brisa del viento en su cara y olvidar el mundo por un segundo.
No necesitaba nada mas en esos momento mas que respirar para ella misma, siendo una persona casi con una vida egoista pero aun así sabía que si se enamora algún día ese tipo de egoismo iba a desaparecer completamente para compartir todo con esa persona especial.
¿Por que quería que Camila fuera esa persona especial?
¿Por que no podía dejar de pensar en ella aunque lo intentara?
-Maldición.- soltó un bufido sacando la toalla de su cara tomando asiento sobre la arena llena de frustración. -¿Por que?- se pregunto una vez más. -¿Por que no puedo sacarla de mi mente?- deslizó una mano por su cabello mirando las olas golpear en la orilla.
Sin mas que hacer se puso de pie tomando de su bolso una blusa blanca junto con unos jeans para ponérselo sobre su ropa aun húmeda, debía volver a su casa haciendo lo mas inmaduro de la vida, invitando a sus amigos el día Sabado a pasar la tarde todos juntos, entre ellos a Matthew para que así Camila probara que sus palabras dichas la noche anterior eran ciertas.
¡Que tuviera su maldito verano con Matthew, si eso quería!
Camino hasta la vieja camioneta que había comprado hace unos años antes de ir a España, tiro de manera brusca su mochila para subir dando un fuerte portazo, desquitando su molestia con las cosas materiales, era lo mejor que podia hacer ante gran estupidez de traer a Matthew a su casa junto con el resto de sus amigos, entre ellos Veronica junto con Lucy su amada esposa de hace mas de tres años, era algo increíble que su amiga haya sentado cabeza pero Lucy había robado su corazón de tal manera que Vero babeaba por ella todo el día, un amor verdadero.
Condujo a su casa apretando fuerte el volante, escuchando música ligeramente triste, toda una masoquista, parecía de doce años haciendo ese tipo de cosas. ¿Pero que importaba? Ya lo había hecho y no había vuelta atrás, lo hecho estaba y punto final.
Estaciono la camioneta en el garage viendo que el Jeep de su papá no estaba, suponiendo que ya se habían ido junto a los Cabellos al club de golf junto con Sofía y Taylor, Camila se había excusado la mañana temprano que no era de su agrado el deporte ademas que prefería quedarse con su hermana ese día. Todo le funcionaba a la perfección, Matthew vendría, coquetería con Camila para así ver como esta reaccionaba, o lo mas probable es que entre ellos pasara algo, esperaba que no, pero ya se había medio en esto.
Ingreso a la casa alrededor de las doce del día para subir a tomar una larga ducha sacando toda la arena de su cuerpo, pensando en una manera de demostrar que no le importaba los sentimientos de la morena, era una idiota de categoría pero estaba ciertamente dolida y eso provocaba que hiciera todo sin pensar muy bien, tan solo actuaba cuando una idea llegaba a su mente.
Dos horas mas tarde la casa se llenaba con la presencia de su grupo de amigos mas cercanos, entre ellos Zayn junto a la chica de la cita doble que se llamaba Gigi, Vero con Lucy, Harry y Louis obviamente, Matthew y Keana. Sumando la presencia de su hermano que era super cercano a esas personas y bueno Samantha los conocía hace un par de años siendo parte de ellos también, Camila era la mas apartada que la miraba en todo momento esperando algún acercamiento por parte de Lauren, pero ese día el orgullo de la arquitecta era mas fuerte que cualquier cosa, incluso que la necesidad de estar a su lado molestando a la morena.
-¡Camila!- Lauren exclamó una cerveza en su mano abrazando a Samantha por los hombros con una sonrisa llena de malicia. -¡Aquí esta Matthew para que se conozcan mejor ya que tan interesados están el uno del otro!- dice con cierto recelo que supo disimular con una risa, Camila la miro tan mal que si las miradas mataran Lauren estaría en el cementerio.
-¿No sabía que te gustaba Matthew, Mila?- pregunto su hermana confundida a la morena que negaba.
-Tengo que decirte que es así, ella me lo confesó así que esta es la oportunidad para que se conozcan.- responde Lauren mirando directamente a la morena.
-El es un gran chico.- opina Samantha mirando al hombre que no se había percatado de la escena de Lauren con Camila.
-Lo es, pero eso no significa nada.- declara Camila molesta.
-Tu lo dijiste, no puedes negarlo.- replica Lauren.
-No puedes ser tan idiota Jauregui.- la mira mal cruzando sus brazos, Samantha noto la tensión entre ellas soltando el agarre de Lauren.
-Chris me había pedido una cerveza... permiso.- anuncia escapando antes de presenciar la tercera guerra mundial.
-Chica inteligente.- murmuró Lauren quedándose mirando a Camila.
-Eres una tonta.- la insulta molesta, Lauren alzó una de sus cejas.
-¿Ahora por que?- cuestiona confundida.
-¿Como se te ocurre hacer todo esto por algo que te dije?- le dice molesta, Lauren era una inmadura, celosa, impulsiva, arrogante entre tantas otras cosas.
-¿Por que supones que es por ti?- la mira seria también. -No todo gira entorno a ti Camila.- declara.
-No es con que me crea el centro del universo, sino por lo obvio que es.- se defiende. -Eres tan rara.- le dice molesta, Lauren rió negando para golpear con sus brazos ambos costados.
-No hay nada obvio, quería juntarme con mis amigos a pasar un día y los invite coincidiendo justo con tu confesión de ayer por eso te dije que era una oportunidad perfecta para que se conocieran mejor.- se encoge de hombros.
-Eres imposible Lauren, ¿Tu crees que soy idiota?- la mira a los ojos.
-No creo eso de ti Camila, pero si tu no quieres creer en lo que te digo es tu problema.- Lauren obviamente estaba mintiendo y todos sabíamos porque había hecho todo eso.
-¿Por que mejor no eres clara conmigo y me dices lo que de verdad sientes?- la encara, Lauren pierde su paciencia por unos segundos negando con la cabeza.
-Por que he sido honesta y sincera todo este tiempo, y lo sigo haciendo Camila, la única que se miente eres tú.- le dice seria mirando esos ojos cafés de manera profunda. -Si me permites ire a a estar con mis amigos.- finaliza su discurso.
-No me conoces Lauren, no tienes derecho a decirme lo que siento o no.- declara.
-Tu tampoco a mi, así que lo mejor es que dejemos de hablar de todo esto, no quiero terminar mal contigo.- le dice suavemente intentando controlar todo en su interior. -Permiso.- Lauren la dejo parada para ir con el resto de sus amigos.
No volvieron a cruzar palabras durante el resto del día, y Camila abandono la casa para ir a recorrer la ciudad en solitario intentando controlar sus sentimientos, impotencia y las miles de dudas que Lauren generaba en ella, lo mejor era estar alejadas al menos por ese día.
Matthew jamás se enteró de lo sucedido entre ambas mujeres, menos de que Camila supuestamente sentía una atracción hacía él, fue solo algo de ellas dos que no termino bien para ninguna.
¿Por que no termino bien?
Porque el resto del Sábado, todo el Domingo y el Lunes ni siquiera la mirada se dirigieron, no cruzaron mínima palabra abarcandolas una nube de orgullo a ambas, es que hablar de lo sucedido no estaban en los planes de ninguna aunque se extrañará bastante, no lo hicieron. Pero incluso eso resultaba divertido para las otras personas que albergaban el hogar de los Jauregui, porque cualquier cosa que ellas querían decirse ocupaban a Chris como puente, incluso a la hora de comer.
Eran unas idiotas, ambas.
Pero todo tiene que terminar de alguna manera, y quien decidió dar su brazo a torcer fue Camila, quien ahora se encontraba en la terraza hablando con la única persona que podía entenderla sin juzgarla y siempre la iba apoyar, su papá. Alejandro estaba sentado al lado de su hija fumando un cigarrillo mientras dentro de la casa todos se preparaban para dormir excepto una persona Lauren Jauregui que estaba pintando el gallinero, ya que no quería hacerlo con el sol pegando en su cara, lo mejor era hacerlo de noche.
-¿Me dirás por que estás tan molesta con Lauren?- interroga con una media sonrisa en su rostro.
-Porque es una impulsiva que no es capaz de reconocer las cosas.- dice con frustración, su papá negó riendo.
-A ti tampoco te gusta reconocer las cosas Hija, te pareces a ella en eso.- le recuerda riendo.
-Pero es diferente, ella solo actuó de esa forma para vengarse de mi, porque no es capaz de aceptar las cosas, solo a ella le gusta molestar y agh, me enferma papá.- termina de quejarse, Alejandro la escucho sabiendo lo que le pasaba.
-¿Puedo decirte algo sin que te enojes?- pregunta suavemente con una sonrisa.
-No prometo nada, pero hazlo.- dice mirando al hombre que tanto amaba, el tomo su mano con cariño para mirar sus ojos con la mejor sonrisa que tenía.
-Cuando tu mamá se enamoro de mi decía exactamente lo mismo que tu dices sobre Lauren.- Camila niega de inmediato muchas veces.
-No es lo mismo...- intenta explicarse.
-Dejame terminar.- le pide, Camila lo mira negando aún pero dispuesta a escucharlo. -No digo que estas enamorada de Lauren, solo pienso que quizás le buscas tantos defectos porque te atrae de alguna manera.- le dice con suavidad, casi ocupando pinzas.
-Pero papá es Lauren.- bufa molesta.
-¿Y que tiene? Es una buena chica, un buen partido para tu vida.- intenta animarla.
-Papá vivo a miles de kilometros de ella, no es como que viviera en Florida y yo en Miami.- intenta abrirle los ojos. -Ademas es la hermana de mi cuñado, hay tantos pero en esto, no me puede gustar.- intenta convencerse a si misma.
-¿Quien dijo que iba a ser fácil? Cuando uno quiere, siempre puede Camila.- acaricia su mejilla. -Mira hija, si no quieres un futuro a su lado, al menos arregla el presente.- le dice suavemente.
-¿Como es eso?- dice sin comprender.
-Que si piensas que un futuro con Lauren no es posible, aferrate al presente y se feliz, porque el mismo dilema que tu tienes créeme que ella también lo tiene, solo que quizás Lauren este mucho mas segura que tu.- le explica.
-No se que hacer.- suelta un suspiro.
-¿Si empiezas por hablar con ella?- le aconseja. -Ve arreglar las cosas con Lauren, todo será mucho mejor.- le dice.
-Es terca.- intenta evitar eso.
-Tu también lo eres y una debe dar el brazo a torcer y esa eres tú.- se pone de pie dejando un beso en su frente. -Haz lo correcto y se feliz.- es su último consejo para dejarla sola en la terraza.
Camila era un enredo esa noche, pero sabía que lo que su padre le había dicho era lo correcto y solo debía actuar como el dijo. Sin poder evitarlo su mirada se dirigió directamente hacia el gallinero donde la luz estaba prendida, reflejando por una de las ventanas la silueta de Lauren.
La extrañaba, y si la extrañaba tanto es porque sentía algo por ella, lo sabía tan bien en su interior pero decirlo era lo que mas le costaba, porque por alguna razón no tenía la valentía de hacerlo. Era una cobarde.
¿Que podía hacer?
Ir a hablar con Lauren y arreglar las cosas, era lo mejor que podía hacer en ese momento.
Así que tomo todo el valor que podía tomar, se puso de pie con seguridad caminando a ese gallinero con la idea de poder solucionar las cosas y también dejarlas claras, era lo mejor para ambas, evitando cualquier otro tipo de emoción. Debía tomar el sartén por el mango evitando quemarse, eso haría con Lauren mantener todo bajo control.
Entro al gallinero subiendo la pequeña escalera para entrar a la casa que serían de las gallinas, Lauren estaba parada frente a una de esas paredes con una brocha llena de pintura, su blusa abierta como la mayoría del tiempo y esos jeans viejos todos manchados, aun así seguía luciendo sexy, sin hacer ruido o decir algo se quedo para ahí intentando tomar el valor suficiente.
-Si no vienes a confesar que me encuentras sexy y atractiva lo mejor es que te retires.- dice entre broma y seriedad Lauren sin siquiera mirarla continuando con su trabajo.
-No vengo a eso, pero tampoco me iré Lauren.- le dice dando pasos nerviosos mas cerca de ella.
-¿Que quieres entonces?- pregunta, su brazo se deslizaba por las tablas suavemente haciendo su trabajo lo mejor posible.
-Quiero que hablemos sobre lo que sucedió el otro día.- anuncia intentando llamar su atención.
-Solo hay que olvidarlo Camila, fue una inmadurez de mi parte, lo siento si te incomodo.- La mira por unos segundos. -Podemos volver a la normalidad.- le sonríe.
-No es solo eso, a pesar de que fue una inmadurez quiero aclararte que no siento nada por Matthew, no me gusta ni en lo mas mínimo.- le aclara, Lauren asiente sin mostrar emoción.
-No debes darme explicaciones.- le dice suavemente.
-Quería hacerlo.- mira su perfil con una media sonrisa, Lauren negó confundida para mirarla una vez mas.
-¿Para que hacerlo Camila?- pregunta dejando la brocha a un lado. -No hay nada entre ambas, no debo entender nada.- declara en un tono razonable, Camila mantuvo su mirada firme.
-No tenemos nada.- le asegura. -Pero se que te molesto que dijera eso de Matthew, tu lo dijiste.- le recuerda. -Por eso necesito aclarartelo.- le explica ocupando su tono mas suave pero a la ves serio para hablar con Lauren.
-¿Por que dijiste eso si no era así?- cuestiona seria.
-Porque quería vengarme por haberme dicho celosa.- le responde, Lauren niega riendo frustrada.
-¿No lo estabas?- cuestiona.
-No estaba celosa Lauren, ¿Por que debería estarlo?- la mira a los ojos.
-Eso dimelo tu, ¿Por que estarías celosa?- contraataca. -Y se que preguntaste primero pero eso es algo que tu solamente puedes responder.- Camila trago saliva con nervios.
-No estaba celosa Lauren.- le asegura. -No lo estaría y no lo estaré.- responde, pero Lauren no le creía nada.
-¿Por que sigues negando esto?- la señala a ambas.
-No niego nada.- toma todo el valor suficiente. -Lauren... yo no quiero ser dura contigo...- hace una pausa mirando el suelo unos segundos. -Yo no se lo que tu sientas por mi... pero yo no vine a Galway buscando una relación amorosa, ni siquiera pasajera de verano, yo vine al matrimonio de mi hermana y no me voy involucrar sentimentalmente ni físicamente, ni contigo ni con Matthew ni con nadie.- le aclara, Lauren la mira con una expresión "¿Esto es en serio?" Llena de confusión y al mismo tiempo sorprendida. -Yo lo siento mucho.- le termina de decir.
-No puedes estar negando esto.- las vuelve a señalar. -¿Que mierda pasa contigo?- Lauren comenzó a perder la paciencia, no era posible que en esas tres semanas Camila no haya sentido nada.
-Solo intento ser honesta contigo y no hacer que te sigas ilusionando conmigo.- le dice de la manera mas comprensible del mundo, pero Lauren negó dando un puño a la pared recién pintada.
-¿Ilusionarme a mi?- pregunta sin creerlo.
-Si.- le asegura la morena.
-No Camila, no estas siendo honesta conmigo, ni siquiera lo eres contigo misma.- le dice segura intentado controlar sus emocionas. -¿Sabes lo que sucede?.- Camila iba a hablar pero Lauren no la dejo. -La única que no quiere ilusionarse eres tú, intentando tirarme todo a mi para convencerte a ti misma que entre tu y yo no pasa nada, pero en el fondo sabes que si pasa.- la mira a los ojos llenos de decepción.
-Eso no es así, no me conoces.- replica alzando levemente su voz.
-Puede que no te conozca en un cien por ciento, pero si te conozco lo suficiente para saber que estas reprimiendo todos tus sentimientos.- camina con ella retrocediendo hasta quedar contra la pared. -La verdadera pregunta es...- la mira a los ojos directamente. -¿A que le temes tanto Camila?- pregunta de manera directa, la morena la quedo observando sin saber que responder. -Dime Camila, ¿por que intentas huir de mi?- cuestiona.
-No intento huir de ti Lauren, no le temo a nada.- aclara.
-¿Entonces?- alza una de sus cejas.
-Yo no siento nada por ti.- le asegura, Lauren volvió a negar.
-¿Por que tus ojos y tu cuerpo me dicen otra cosa?- insiste, Camila trago en seco una vez mas sin responder nada esta vez. -No se a que le temes, no se porque intentas evitar esto, pero solo te diré que lo que siento por ti es real y no se lo que es... pero si se que es suficiente para querer arriesgarme por ti.- declara tomando una de sus manos.
-No quiero que salgamos dañadas.- dice agachando la mirada por unos segundos siendo sincera por primera vez esa noche.
-¿Que es la vida sin dolor?- pregunta con una leve sonrisa en su rostro.
-Lauren... yo no puedo hacer esto... lo siento.- vuelve a decir una vez mas. -Solo seamos amigas durante lo que queda de matrimonio y cuando me vaya lo mas seguro es que no volvamos a vernos en años.- declara al fin, Lauren asintió soltando un suspiro.
-No me importa si no te vuelvo a ver Camila, o me importa si esto no es para siempre, ni siquiera si voy a sufrir cuando te vayas...- dice alejándose de ella unos centimetros. -¿Pero sabes que si me importa?.- Camila negó. -El sentir todo lo que siento sin poder haber compartido una pizca contigo, porque se que este verano junto a ti pudo haber sido maravilloso, pero nunca lo sabremos porque tu no fuiste clara, porque lo que viene después me importa una mierda si tengo un presente contigo.- declara con total sinceridad.
Camila quedo sin decir nada mas, Lauren camino hacia el otro lado guardando la brocha esperando oír algo de la morena pero no llego.
-Tendrás que apagar la luz una vez mas, buenas noches Camila.- anuncia para salir del gallinero con el corazón en la mano.
No podía seguir luchando por algo que solo ella quería. Camila era una cobarde.
Y la morena lo sabía, sabía que era una completa cobarde.
¿Debía disfrutar el momento? ¿O debía proteger su corazón?
Camila sabía la respuesta.
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