La cuenta regresiva al evento continua, faltan dos días para el gran homenaje a la fábrica de chocolates Matters y yo estoy nerviosa, con todo listo, pero nerviosa. De este evento dependía mi negocio, si le gustaba al pueblo sería nuestro despegue, pero si no, Jay y yo estábamos acabados, adiós organización de eventos, adiós todo.
Suspiro pasando las manos por mi rostro. Debo convencerme de que todo esta bien, si quiero que todo salga bien. Debo ser positiva para atraer cosas positivas.
-¿Qué hay guapa? -Escucho decir a mi bello amigo, al igual que sus pasos mientras entra a mi oficina.
-Estoy un poco ansiosa -Lo miro y Dios, tengo el cielo frente a mí.
Sin pensármelo dos veces le arranco la bolsa de papas de sus manos para llevarme unas cuantas a la boca. ¡Delicioso!
-Te traía unas niña -Saca una bolsa sin abrir de papas y me la da, la arranco de sus manos a la vez que le tiro la suya.
-Te amo precioso -Le tiro un beso para empezar a devorar mis papas.
-Lo sé, todos me aman -Sonríe sentándose frente a mí -siento tus putos nervios hasta mi oficina no me dejas trabajar, relájate guapura, todo saldrá excelente para el chocolate chocolatero.
-Lo sé, lo sé, pero no puedo evitarlo -Suspiro profundamente.
-¿Todavía el buenorro y tú la llevan mal? De hecho nunca me contaste que sucedió después que se acostaron niña -Se reclina en su silla y se cruza de brazos.
¡Oh, oh! Este quiere saberlo todo, cada detalle y aún no me siento lista para contar la locura que estoy haciendo con mi león salvaje.
-Hablamos, quedamos en ser amigos y llevarnos bien por el evento que le estoy organizando, además ya sabes que su hermana y yo somos amigas, no quería que lo que sucedió afectara mi amistad con Gina -miento descaradamente.
Asiente lentamente, creo que mi mentira no me la he comido ni yo misma.¡Dioooos! Maldito Isaac, debe notarse en mi cara lo que hemos hecho en mi casa cada noche, soy de lo peor, ni siquiera puedo ocultar que nos acostamos. ¡Qué patético!
-Bien - sonríe. ¿Bien? ¿Sonríe? -Es lo mejor por el negocio y creo que lo de los chocolates fue una linda tregua, que por cierto no me diste ni uno para probar.
-¿Chocolates? -repito perdida.
-Pero bueno niña, los chocolates que te trajo la última vez que vino.
-¡Ahh! -le digo sonriendo.
Es que no eran chocolates, era ropa interior.
-El chocolate no se comparte cariño, lo sabes -le digo y antes de que él pueda responder mi teléfono suena. Apenas lo miro no sé que hacer ni que decir, es Isaac, él nunca me ha llamado a esta hora, miro a Jay quien esta mirando la pantalla de mi teléfono.
-Al parecer lo reventamos -dice sonriente.
-Aja -sonrío nerviosa. Sin más nada que decir contesto la llamada -Buenas tardes señor Matters.
-Hola preciosa, ¿a qué se debe tanta formalidad?
¿De verdad? ¿Dónde se encuentra el frío, impersonal, amargado y tontorrón señor Matters cuando lo necesito? ¿Dónde?
-No lo sé... yo -Jay arquea una ceja ante mi ridículo balbuceo -¿A qué debo su llamada?
-Necesitaba un favor, pero, ¿sucede algo? -Sonrío a mi amigo que no se larga de la maldita oficina.
-No, nada, dime que necesitas y con gusto te ayudaré.
-¿Segura? Mira que abusaré extremadamente de tu confianza y si estas molesta por algo me gustaría saberlo pequeña.
-No pasa nada, lo prometo be... -¡Ay carajo! Casi se me escapa un bebé.
-Bien -Escucho un suspiro -La cosa es que estoy en la ciudad aún por cosas de trabajo y no llegaré a tiempo, me preguntaba si podías retirar a Emily de la escuela dentro de una hora y tenerla contigo mientras llego. Será poco lo prometo.
-Si claro que si -le digo emocionada -cuenta conmigo y tómate el tiempo que necesites que yo estoy al pendiente de la hermosa Emily, te aviso cuando la tenga conmigo.
-Dios Frida, gracias. Te compensaré.
-Lo harás y te cobraré muy caro Isaac -Escucho su risa y no evito sonreír.
-Te daré lo que quieras preciosa. Hablamos luego que estoy ocupado y gracias de nuevo.
-De nada guapo, adiós.
Cuelgo mi teléfono y al ver a mi chismoso amigo me doy cuenta que su ceja está tan levanta que puede llegar a pegarse con su hermosa cabellera.
-¿Tienes algún problema? -le pregunto al verlo tan sorprendido.
-¿Le dijiste guapo? -¡Ay carajo! Aunque creo que eso es menos cariñoso que el bebé que se me iba a salir.
-Se me escapó, por eso no dejé que hablara y colgué la llamada. Sabes como se pone con que le diga señor Matters, creo que odia su nombre.
-Entiendo. ¿Qué quería? -su ceja se mantiene arriba.
-Que busque a su hija en la escuela, así que voy por ella y no vuelvo más ¿vale?
-Vale -se levanta de la silla y tras darme un beso en la frente se marcha.
Suspiro profundamente otra vez. Esto de ocultar cosas no es lo mío, siempre he sido un libro abierto para quien quiera saber de mí y más con Jaype, es mi mejor amigo por el amor de Dios. Pero ahora todo lo que tiene que ver con Isaac quiero que sea solo nuestro, quiero poder disfrutarlo sin que la gente hable, juzgue o señale, por primera vez en la vida me siento plena al lado de un hombre, que por desgracia no es ni será mío, así que mientras menos gente sepa, menos daño causaremos y se tardará más en acabarse. Al menos eso quiero creer yo.
El tiempo en la oficina se me pasa rápido mientras verifico que mañana terminen de llegar todos los pedidos que hice para el evento. Recojo mi desastre en un santiamén y tras tomar mi cartera junto al casco me marcho a la escuela de la pequeña.
Al llegar todas las madres me miran raro y hasta cuchichean de mi presencia, pero yo me pongo como shakira, ciega, sorda y muda hasta que veo a Emily salir junto a su amiga Amaya, al verme ambas se sorprenden y corren hacía mí.
-Frida, ¿Qué haces aquí? -me dice Emily tras darme un fuerte abrazo.
-Tu papá me pidió que te buscara -sonríe abiertamente y en eso escuchamos como llaman a su amiga.
-Es mi madre. Adiós -se despide agitando su manita y camina en dirección a un carro.
La madre de Amaya es una morena muy hermosa con cara de perro bravo, sonrío hacía ella pero simplemente me ignora, solo saluda a Emily con su mano y apenas la niña se monta en el carro arranca para marcharse.
-¿Vamos? -Asiente -Déjame ponerte el casco. Tienes que sujetarte bien de mí. Te prometo que iré suave.
-¿Iremos en la moto? -Asiento -¡Qué chulo! Mi padre se moriría al verme aquí montada.
Me río a la locura que dice Emily aunque es totalmente cierto. Después de hacerle prometer que este viaje será un secreto entre las dos nos subimos en la moto, Emily abraza con fuerza mi cintura y es así que emprendemos nuestro viaje a casa. Manejo con calma a pesar de los constantes pedidos de Emily para que aumente la velocidad, no lo hago, en momentos como este soy prudente y termino llegando a casa en diez minutos cuando me hubiese tardado cinco.
Emily es como yo, tira su bolso en medio de la sala y yo hago lo mismo con mi cartera, nos quitamos los zapatos para estar cómodas mientras empezamos con nuestra tarde de chicas. Lo primero que hacemos es merendar, picamos bastantes frutas y las comemos frente al televisor viendo una Soy Luna, mi sobrina también ama esta serie así que no es nueva para mí por lo que logro entender varias cosas.
Después de nuestro merecido descanso me pongo con Emily a hacer su tareas de la escuela, son de matemáticas, cosa que por cierto se me da muy bien así que es pan comido para ambas.
-Mi papá también es muy bueno con las matemáticas -dice Emily sonriente.
-Carajos, se me olvido llamar tu papá, espérame aquí -Corro a buscar mi teléfono, al tomarlo veo el montón llamadas perdidas de Isaac. En mi vida había tenido tantas llamadas perdidas.
Al ver mi cara Emily suelta una carcajada.
-Tengo treinta llamadas perdidas de tu papá -le digo y sus ojos se abren exageradamente.
-Mi papá debe estar hecho una furia, él si que va a matarte como a la tía Gina.
Lo sé, lo sé. Sin postergar más el asunto le marco a Isaac, quien al segundo tono me contesta y su grito casi me deja sorda.
-Por el amor de Dios Frida, ¿por qué carajos no contestabas mis llamadas? ¿Están bien?
-Lo siento, lo siento mucho. Llegamos y nos entretuvimos con la televisión. Soy una tonta lo siento. Esta todo bien, Emily está bien conmigo.
Bufa. Gruñe. Suspira. Está calmándose para no matarme.
-Esta bien. Siento haberte gritado pequeña -Mi corazón se hincha ante su hermoso susurro.
-No te preocupes bebé todo esta bien -Quisiera tenerlo frente a mí para poder darle un beso en sus labios.
-Escucha, aún estoy trabajando aquí y no podré llegar esta noche, mi madre pasará buscando a Emily para llevarla a su casa. Gracias por este enorme favor preciosa, nos veremos mañana.
-Emily puede quedarse esta noche conmigo si quieres, yo la llevaré en la mañana al colegio -Emily me escucha y empieza a asentir como loca con una sonrisa en sus labios.
-No Frida, no quiero abusar de ti y de tu confianza, mi madre la buscará -Emily tuerce el gesto y no estoy dispuesta a recibir un no por respuesta.
-Vamos Isaac, Emily lo quiere y yo también. No nos digas que no bebé -le suplico haciendo que Emily ría.
Bufa. Gruñe. Suspira. Nuevamente.
-Esta bien -claudica -.No le negaría nada a mis chicas.
¿Sus chicas? ¿Soy su chica? Joder, qué emoción.
-Gracias bebé. Eres el mejor.
-Lo soy. No hagan tanto desastre por favor, llamaré a mi madre para avisarle y que le lleve ropa a Emily a tu casa y las llamaré luego para darle las buenas noches, dale un beso a Emily de mi parte y uno para ti. Gracias por hacer esto por mi hija, sé que debe estar muy emocionada.
-Lo estamos, gracias a ti bebé. Besos -Corto la llamada feliz como un perdiz y la pequeña suelta una carcajada -¿De que te ríes?
-Le dijiste bebé a mi papá -se vuelve a reír haciendo que yo sonría con algo de vergüenza.
-Es una manera cariñosa de llamarlo -le explico y su entrecejo se frunce.
-¿Te gusta mi papá? -sonríe -¡Ya sé! ¿Son novios?
-¿Qué? -grito alterada, estos niños de ahora maquinan muy rápido -No, no, no, tu padre y yo somos amigos.
-Yo creo que si te gusta mi papi, además tú le gustas a él -me dice riéndose y siento mis mejillas calentarse por la vergüenza.
-¿Cómo sabes que le gusto a tu papá? -le pregunto intrigada -No importa, ve a hacer tu tarea pequeña loquilla -le digo no queriendo caer en el juego de una niña de ocho años.
Mientras la veo terminar su tarea no dejo de pensar en lo que ha dicho esta pequeña, no sé si será verdad lo que ella dice, pero me da un poco de ilusión creer en sus palabras, me gustaría saber si Isaac al menos siente una pizca de lo mucho que estoy empezando a sentir por él, sería muy bonito que ambos compartiéramos los mismos sentimientos, tener una relación y tal vez poder compartir con Emily e Isaac como una familia.
¡Dioooos! Necesito poner los pies en la tierra. Él solo quiere sexo conmigo y yo pensando tonterías que no van a suceder jamás.
Cuando empieza a caer la noche llega Genoveva muy alegre para traerme la ropa de Emily y todo lo que necesitará para su día de mañana, la invito a que se quede a cenar y ella acepta. Comemos un delicioso arroz con salchichas hecho por mí, que definitivamente para haberlo hecho yo quedo muy delicioso, yo me hago la loca como si ese fuese mi sazón natural en la cocina y las chicas no paran de alabar lo que comen.
La señora Matters se marcha agotada en un taxi y nosotras nos arreglamos para ir a la cama, tomamos una ducha rápida cada una, nos ponemos unas pijamas con dibujos animados que por cierto a Emily le causa mucha gracia que tenga una pijama de my little pony, esto es culpa de mi sobrina que más le puedo hacer si ella me las regala. Nos lavamos los dientes y tras dejar todo listo para el día siguiente nos acostamos juntas en mi cama.
-Oye Frida -me dice Emily. Abro un solo ojo para mirarla a través de la oscuridad.
-¿Mmm? -balbuceo medio dormida.
-Me haría muy feliz que te gustara mi papá. Sería cool tenerte como mamá.
¡Qué bella señooor! Siento un nudo en mi garganta con ganas de llorar. Por supuesto que me gusta su papá, pero todo más difícil de lo que ella cree. No se que decir en este momento, pero esos ojos preciosos me miran esperando una respuesta.
-Gracias pequeña. También sería cool tener una hija como tú.
Beso su cabellera y ella tira su pequeño brazo alrededor de mi cuello, sin dudarlo la abrazo y es así que nos quedamos dormidas.