—¡Hogar dulce hogar!—exclama Tristan al entrar a la casa, Melissa y mi padre sólo sonríen con diversión mientras nos graban.
—Sigo extrañando la voz sexie de aquella casa—dice Evan y Paul le da un leve golpe en la espalda como si le diera apoyo.
—Yo creo que eres un pervertido—le digo y me mira mal.
Cada quien sube sus cosas a su habitación, yo me quedo en la mía para comenzar a guardar todo, al igual que Dylan, Connor y Shawn, ya que Perrie, Paul y Evan salieron con sus parejas como si no las hubieran visto en todas las vacaciones. Creo que de ahora en adelante va ser así, sólo nosotros cuatro, los que no tienen a nadie, yo sí lo tengo pero no se encuentra conmigo por desgracia, así que los únicos solterones aquí son los rubios.
Cuando termino, salgo y bajo encontrando la casa en total soledad, seguramente Melissa y mi padre ya se fueron a ponerse al corriente en sus trabajos, los otros en sus citas, ¿Y los rubios solterones?.
—¿¡Kylie Jenner!?
Rápidamente los tres entran por las puertas de cristal que dan al patio trasero, con emoción.
—Mentirosa—me dice Dylan con los ojos entrecerrados.
—Uff, que bueno, que vergüenza si me encuentra con la cara llena de aguacate—dice Shawn aliviado, los tres lo miramos.—¿Qué?
—Shawn, superalo, la verdadera Kylie Jenner no sabe de tu existencia como para enviarte ese mensaje de texto.
—¡Les digo que es real!
—¿Cuál mensaje de texto?—digo con el ceño fruncido, Shawn me lo muestra con una sonrisa.—Shawn, ¿No sabes leer? Ahí ni siquiera dice Kylie, dice Kyle Jenner, un chico
—¿Qué? ¿¡Otra vez!?
Todos reímos. Parece que va a terminar solo a como le va con su vida amorosa.
Los cuatro salimos al patio trasero y vamos hasta la piscina, vacía y sucia. Hago una mueca y miro a los chicos.
—Tu padre dijo que la limpiaramos.
Frunzo el ceño.
—Pero en vez de eso llamamos a alguien para que lo haga—le sigue Connor.—y dijo que vendría en unos días
—¿Días?—pregunto casi en un grito.
—¿Por qué eres tan gritona?—miro mal a Dylan.
Los cuatro suspiramos mientras miramos la piscinas vacía.
—Creo que así va a ser se ahora en adelante—digo y me miran con el ceño fruncido.—nosotros cuatro en casa, solos y aburridos...
—Necesitamos más amigos—dice Connor y todos asentimos.
Qué triste es nuestra vida.
—¿Vamos al río?—propone Shawn y todos corremos dentro de la casa de nuevo.
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Todos miramos en silencio la luz que emana el fuego frente a nosotros, y escuchamos los crujidos que la madera produce al quemarse, provocando que una que otra chispa salga de el para irse al cielo. Es verano, pero aún así se puede disfrutar de una fogata en el patio delantero, con todos tus hermanos reunidos, o al menos, la mitad de ellos.
La tristeza se puede sentir en el ambiente, y verse tan clara como el agua, nosotros no somos así y puedo apostar que los pocos vecinos ya se están preguntando el porque uno no ha tirado algo a su casa o no se ha lastimado. Pero estamos incompletos, nos hace falta las rarezas de Aidan y James, las estúpidas platicas de caricaturas de los gemelos, los regaños de Will y Logan, las peleas constantes entre los mayores y los menores, los gritos por la comida, las ideas para una broma, las pláticas sobre chicas para los solteros. Eso y más, nos hacen falta nuestra mitad, literalmente.
No parecía pero todos nos teníamos un gran aprecio, aún lo tenemos. A pesar de las peleas, los golpes y accidentes; en las idas al hospital ahí estábamos nosotros, todos aunque uno de nosotros lo haya provocado, pero ahí estábamos.
Ahora prácticamente sólo somos cuatro de dieciséis; ocho se fueron, nos quedamos la otra mitad pero la mitad sale diario con sus parejas, por lo que solamente cuatro nos quedamos solos en casa y no es lo mismo, no si no están todos.
—Aidan avisa que ya está en México—habla Paul mirando su celular, por lo que todos lo sacamos para ver su mensaje. Tenemos un grupo.—y envía una foto del aeropuerto
Mi hermano con una enorme sonrisa señalando el aeropuerto detrás de él. Sonrío. En la pantalla de mi celular aparece una foto de James anunciando una llamada entrante, con una enorme sonrisa le contesto y me levanto para alejarme de ellos, ya que comenzaron a hablar sobre Aidan y México.
—¿Cariño?—digo pero no recibo respuesta, frunzo el ceño.—¿Bueno? ¿James?
Silencio, de nuevo.
Seguramente su celular se marcó solo.
—¿Alissa?
Sonrío.
—Sí, James, parece que hay problemas con la señal...
—Sí... Llamo para decirte que Londres está muy helado—ríe de una manera extraña.
—¿No quieres volver?—ríe de nuevo.—¿Qué? No es broma
—Ya estoy acá, no puedo volver así como así...—termina de una manera más seria. Algo no está bien.
—¿Estás bien?
—Sí, sólo que hace mucho frío, es de noche, muy noche. Creo que voy a tener problemas con el cambio de horario.
—Me imagino, entonces te dejo, me envías una foto tuya
—Claro, después, porque estoy ocupado en busca de el lugar donde me quedaré.
—Esta bien, te quiero...—silencio. Tal vez no me escuchó.—¡Te quiero!
—¡Yo también! Hasta luego...
Cuelgo y guardo el celular para después volver con los demás.
—Logan envió una foto de el hotel donde se encuentra y tiene una vista espectacular—dice Perrie.—deberíamos ir algún día
Todos comienzan a comentar que es una buena idea, yo sólo sonrío mirando la escena de todos hablando con más ánimo después de que hace unos minutos nos encontrábamos en total silencio admirando las flamas de la fogata. Serán pocos meses sin verlos, ya que se viene navidad, pero cosas pueden pasar en el camino que les impidan venir, espero que vengan todos para estar juntos en esa fecha.
El sonido de un auto llama nuestra atención, el sonido proviene de enfrente, es un camión de mudanzas que no deja ver mucho a los vecinos que al parecer se van.
—¿La señora McCartney se va?—digo con el ceño fruncido.
—¡Es mi anciana favorita!—exclaman Dylan y Tristan. Lo dicen porque la señora siempre les mandaba galletas.
—¿No se enteraron?—dice Shawn, todos negamos.—la señora McCartney murió hace una semana...
—¿Q-que?
Miro a Tris con tristeza, el mira a Dylan y se abrazan, todos nos levantamos para abrazarlos. De verdad le tenían cariño a esa mujer, ¿Y quién no? Era muy dulce.
Ambos se van para dar el pésame a la persona que mandó llevarse los muebles de aquella casa.
—Su hija vendió la casa ayer—dice Shawn.
—¿Y tú cómo lo sabes?—justo eso iba a preguntar yo, pero Evan me ganó.
—Porque ayer me encontré a su nieta cuando fui por las películas que Connor quería ver.
Qué triste, esa señora fue como nuestra abuela, más para Dylan y Tris ya que ellos convivían más con ella, pero nosotros también le teníamos mucho aprecio.
—Mañana iremos al cementerio—habla Connor. Todos asentimos mientras vemos las llamas.
Dylan y Tristan llegan cabizbajos y toma asiento donde anteriormente se encontraban, pero ahora más tristes que antes. Connor le susurra algo al oído a Dylan, a lo que el rubio asiente sin apartar la mirada del fuego.
—Eh...—comienza Perrie y suelta un suspiro. Seguramente no encuentra la manera de aligerar el ambiente.—me pregunto cómo serán los próximos vecinos...
Todos la miramos a Perrie mal, no fue muy buena tratando de aligerar el ambiente.
—Ellos van a llegar en unos días...—informa Tristan en un tono serio.
Yo también me pregunto cómo serán, si será una pareja con hijos de nuestra edad o una solterona amargada como cuando llegamos a esta ciudad.
Suspiro. Antes podíamos planear investigar a los nuevos vecinos con ayuda de los gemelos, eso también se va a extrañar de ellos. Sonrío.
Todos nos vestimos de soldados cuando hacíamos bromas, con nuestros radios y nombres clave para todo y todos, el licuado especial de Will, los gritos por el radio de todos, los regaños por equivocarnos, las veces en que terminamos en la comisaría por no huir a tiempo, o en el hospital por meter el pie y la mano en donde no.
Buenos y malos tiempos, con todos.
📖📖📖
FIN.
Pero queda una última pregunta.
¿Continuará?
¡Muchísimas gracias por llegar hasta aquí conmigo! Gracias por tus votos, gracias por leer, eso me hizo sentir apoyada y me ayudó a terminar esta historia.
De nuevo, gracias por llegar hasta aquí conmigo, ¡lxs quiero mucho!💜
ALLTHELOVE
W.S