El hombre tomó el dinero y lo contó, podía pagar al menos seis pares de botas con eso- si, es suficiente -dijo sonriendo al muchacho que lo miraba inocente.
-Ladrón. -Escuchó decir a un hombre desde la puerta.
-¿Jimin? -Preguntó confundido el menor -no he robado nada.
-No tu bebé, este viejo estafador.
-No se de que habla señor.
-Vi el precio desde la calle, eso es mucho más dinero -dijo quitándole los billetes de la mano.
-El muchacho me lo dió
-Y usted se aprovechó de él.
-Jimin lo siento -dijo y el mayor sintió su corazón apretarse en su pecho al notar las lágrimas que surcaban su rostro -no fue a propósito.
-Claro que no bebé, no es tu culpa que el tipo sea un ladrón. -Dijo entregándole un par de billetes -Aquí tiene, vámonos Jungkook. -Dijo levantando las viejas zapatillas y tomándolo de la cintura para sacarlo de la tienda.
-Lo siento -comenzó a llorar cuando estuvieron afuera.
-No llores bebé, no fue tu culpa. Ese tipo no debió aprovecharse de ti.
-Pero era tu dinero y se lo dí.
-Jungkook tengo más dinero del que necesito, eso no importa.
-Lo siento -se aferró más fuerte al mayor sin saber qué más decir.
-Tranquilo bebé, ya no voy a dejarte solo.