— Mierda, mierda, mierda. — murmuró Namjoon, claramente nervioso. Era un chico paciente, pero nunca había vivido una situación tan extrema.
Se acercó rápidamente a la enorme estantería, dejando antes la pistola en el escritorio metálico, y buscó algún libro relacionado con vampiros. Sabía que tenía alguno entre todos aquellos viejos tratados de alquimia. Pasó su índice tembloroso por los lomos de los libros, leyendo cada uno en un susurro. No encontraba lo que necesitaba. Chasqueó la lengua y optó por sacar de la hilera de libros uno encuadernado en cuero, grueso y aparentemente bastante pesado. Lo dejó caer en el escritorio y lo abrió por el índice.
Mientras tanto, Charlie se arrodilló junto al cuerpo inerte del rubio. Intentó sujetar el rostro del rubio con sus manos, pero el olor de la sangre, que llegó poco a poco a sus fosas nasales, hizo que se quedara paralizada y con las manos pegadas a su regazo. Se inclinó ligeramente hacia Agust. La voz firme de Namjoon hizo que Charlotte retrocediera y se arrepintiera de no haber controlado sus impulsos.
— ¿Respira? — preguntó el moreno.
— N-no... — respondió la chica colocando su mano sobre el pecho de Agust y comprobando que su pecho no subía ni bajaba ni siquiera un ápice. Después aproximó su oreja a la boca semiabierta de Agust con la esperanza de escuchar su respiración o de al menos notar algo de aliento. — Na-nada...
Puede que no fuera la mejor idea que había tenido, pero Charlie, tras afirmar que Agust no respiraba, sacó su teléfono móvil y lo desbloqueó. No se le ocurrió otra cosa que acudir a internet y buscar ''¿qué hacer cuando un vampiro muere?''. Nerviosa, deslizó el dedo por la pantalla en busca de alguna respuesta coherente. Todos los resultados decían lo mismo: los vampiros no morían si no eran decapitados, apuñalados con una estaca o algo de madera, balas de plata...
El libro -una especie de enciclopedia sobrenatural- que Namjoon eligió no tenía nada distinto a lo que Charlie había encontrado. Con un largo y pesado suspiro que le ayudó a recuperar un poco la calma, se volvió hacia el rubio. Dio un par de zancadas hasta llegar al lado de Charlie, que miró a Namjoon entre asombrada y asustada.
— ¿Qué vas a hacer? — susurró la rubia.
— Comprobar su pulso. — dijo Nam con tranquilidad a pesar de que por dentro era un manojo de nervios. Su mano temblaba ligeramente mientras buscaba alguna señal de vida en el cuerpo de Agust, ya fuera un latido o un insulto. Colocó su índice y su dedo corazón en el cuello frío del vampiro. Imitó a Charlie y se inclinó hacia el rostro de Agust.
Definitivamente, estaba muerto. Charlie intercambió miradas cargadas de lágrimas entre Namjoon y el cadáver. — ¿Q-qué hacemos?
El más alto tuvo una idea -bastante mejor que la de Charlie-. Supuso que Agust no estaba muerto, ya que no había utilizado ningún método de los mencionados en su libro. Quizá sólo estaba agotado. Nam había leído en algún momento de su vida que podía parecer que un vampiro estaba muerto cuando en realidad se encontraba en una especie de letargo que podía ser acelerado al dar sangre al sujeto. Namjoon mantuvo la cabeza fría y pidió a Charlotte que se quedara vigilando al rubio.
Pensó en darle su propia sangre, pero al pensarlo una vez más llegó a la conclusión de que era ridículo. No iba a sacrificarse por alguien que apenas conocía y que, para colmo, no dejaba de mostrarse altivo y desafiante. Decidió que lo mejor sería optar por algo de sangre animal. Namjoon dejó de tener apego a los animales terrestres cuando dio sus primeros pasos en el mundo de la alquimia. Aunque al principio le dolía como una puñalada en el pecho el tener que sacrificar a algunos animales callejeros, terminó no teniendo ninguna clase de escrúpulo. Hasta el mismo se asustaba cuando, por las noches, se recostaba en la cama y pensaba lo lejos que había llegado.
Nam sacó un pequeño llavero del bolsillo de su pantalón. Charlotte siguió sus pasos atentamente a pesar de que le había dicho que no dejara de vigilar al vampiro por si despertaba súbitamente. Namjoon abrió con una de las llaves un armario de tamaño medio en el que guardaba algunos ''materiales''. Charlie no tardó en ver cómo Namjoon sacaba un bote de cristal con lo que parecía una culebra común dentro, viva. Apartó el libro que había dejado con anterioridad en el escritorio. Mientras tanto, la chica echó un vistazo al armario abierto de par en par desde la lejanía. Estaba lleno de botes del mismo estilo, algunos más grandes que otros. Charlie sólo alcanzó a ver una serpiente, también viva. Prefirió no seguir observando el armario, así que devolvió la vista a Namjoon. Se arrepintió al instante. Estaba cortando la cabeza de la culebra meticulosamente con algún utensilio que brillaba a la tenue luz del sótano.
Charlotte pudo notar el olor a sangre y los pasos decididos de Namjoon, que se dirigía hacia el cuerpo de Agust. Nam se colocó junto al rubio y dejó que la sangre oscura y espesa de la culebra cayera sobre la boca semiabierta del vampiro. Un par de gotas mancharon sus labios ya agrietados y sin color. Nam esperaba que Agust reaccionara con la sangre del reptil. Charlie también, pero se tapó la nariz y cerró los ojos con fuerza. Prefería no ver la escena para controlar mejor sus impulsos. Su tripa comenzó a sonar, como lo haría la de cualquier persona viva al tener hambre.
— Vamos... — murmuró Nam. Se acuclilló y apretó ligeramente el cuerpo del reptil para que la sangre cayera más rápido.
De repente, la lengua de Agust recorrió sus labios limpiándose la sangre que había caído sobre ellos. Después, casi al instante, su mirada se enfocó en el techo y su pecho se llenó de aire. Tosió con fuerza, como si fuera alguien que acababan de rescatar de un mar enfurecido, y Nam, mucho más calmado y en el fondo aliviado, le ayudó para que se pusiera sobre su costado.
Charlie dejó de cerrar los ojos. — ¡Agust!— exclamó, llena de ilusión y también de alivio. Miró a Namjoon con una sonrisa radiante.
— Déjame... — bufó el vampiro, buscando algo con la mano. Señaló a la culebra decapitada. Namjoon se la tendió, y vio en primera fila cómo Agust clavaba sus colmillos en ella y succionaba la sangre. Hizo una mueca de asco.
— ¡Pensábamos que habías muerto! — Charlie se apresuró para ayudar a Nam, que trataba de colocar al vampiro contra la pared, sentado. — ¿Te encuentras bien?
Agust tosió, escupiendo algo de la sangre oscura que tomaba y manchando el suelo de piedra del sótano. Parecía estar esforzándose por tomar la sangre del animal. No dejaba de hacer muecas, disgustado, como si estuviera tomando algo muy agrio. Charlie se lo tomó como un 'no'.
— Es asqueroso... — se limpió la boca con la mano y lanzó el cadáver sin cabeza de la culebra hacia una esquina. Charlie no se fijó mucho en él, pero se dio cuenta de que estaba más descolorido y arrugado.
Namjoon, sin decir nada, tocó el hombro de Charlotte y le dio un paño humedecido para que limpiara la herida de bala de Agust. No sería suficiente para tanta sangre. Con cuidado, comenzó a dar ligeros toques sobre la piel del rubio.
— ¿Os ha dado tiempo a cerrar vuestro trato mientras yo estaba medio muerto...? — dijo.
— No me puedo creer que sigas con eso. — Nam soltó una risa amarga. — Acabas de revivir y es lo primero que se te ocurre decir...
Agust hurgó sin miedo en la herida y sacó un trozo de metralla. Gracias a su capacidad de curación, la herida cicatrizaría, pero la bala seguiría ahí... o eso supuso. Nunca le habían disparado a quemarropa. En realidad, nunca le habían disparado.
— Es para lo que he venido. — sonaba más serio, nada sarcástico o engreído. Miraba a un punto del infinito. — Mira, casi la palmo por primera vez en mi asquerosa y larga vida, y no tengo ganas de quedarme en este puto sótano para insistir más. Estoy débil y necesito ayuda, punto. He estado días observando a Charlie para asegurarme de que ella también, y creo que he visto lo suficiente para saber que tú tampoco andas muy sobrado de tiempo y ''materiales''...
— No sé a qué te refieres.
— Vamos, Nam, no te hagas el ignorante ahora. Necesitas almas y cuerpos, yo llevo años intentando alimentarme de una puñetera vez. Se me acaban los días... como a tu hermana-
— Deja el juego sucio, anda. — le dijo con voz suave Charlie, casi en un susurro.
— Tendría que haberte dejado muerto.
— No vamos a matar a nadie inocente. Tampoco quiero ser el nuevo justiciero de la muerte para ir por ahí cargándome a asesinos en serie, pero un poco de vendetta no viene mal, ¿no? Encontrar al tipo que dejó así a tu hermana, a los que os vendieron falsas esperanzas...
— No le hagas caso, Nam-
— No quiero que creas que esto lo hago por mí, — continuó Agust levantando la voz para que sonara por encima de la de Charlotte, interrumpiéndole. — lo hago por los tres; podemos vivir mejor. Tu familia, Nam, se merece algo mejor. Además, puedes echar una mano con la crisis existencial de Charlie.
Las palabras de Agust iban calando poco a poco en Namjoon. Sí, algo de venganza nunca estaba de más, pero eso significaría sacrificar sus principios y a personas que quizá no se lo merecían. Sin embargo, su curiosidad le hacía querer seguir hacia delante. Le interesaba el caso de Charlie y, aunque algo menos, el de Agust. Le gustaría hacer una investigación sobre los vampiros, aunque, como ya había dicho el rubio, se estaba quedando sin tiempo.
Mordió su labio inferior. — Entonces, ¿el plan consiste en matar a...?
— A quienes quieras, Namjoon. De toda la población mundial, mataremos a quien tú quieras. — concluyó Agust. Por alguna razón, su tono de voz sonó meloso y, sobre todo, tremendamente convencedor. — Yo puedo ayudarte a encontrarlos. Da igual donde estén, tarde o temprano serán nuestros. Piénsalo.
— ¿Vas a ser así todo el rato? Así de gilipollas, quiero decir. — bufó.
— Puedo bajar un poco el tono de mi sarcasmo, pero tampoco le pidas peras al olmo... Además, puedes quedarte con la chica de este maravilloso triángulo amoroso al final de la historia.
Charlie dejó de limpiar la herida de Agust un instante. — ¿Y-yo...?
El rubio le hizo una seña para que se olvidara de su comentario y no le quedó otra que seguir limpiando sangre del rostro del vampiro. Estaba oscura y seca.
— Supongo que ahora que te he resucitado, — Namjoon miró fijamente a Agust. — me debes algo a cambio.
— En teoría me has pegado un puto tiro entre las cejas, ¡entre las cejas! — gruñó el vampiro. — ¡No me vengas con tus mierdas del intercambio equivalente porque tú solito te has buscado resucitarme!
— A-agust, no te muevas, por favor... — Chalie intentó que el rubio se quedara quieto para continuar frotando la sangre sin complicación.
— En fin, alquimista, ¿hay trato o no?
Namjoon miró al techo y suspiró a la par. Si de verdad conseguía algo de ayuda y trataba de encontrar un método de obtención de almas, podría encontrar una cura para su hermana. Evitó frotarse la cara porque aún tenía residuos de la sangre de la culebra, y puede que también de Agust.
— Joder, está bien. — señaló con aire amenazador al vampiro. — Pero, si las cosas se nos van de las manos, no quiero saber nada. No existo, y no he tenido nada que ver.
— Por supuesto, gallina. — Agust le guiñó un ojo con picardía. A modo de respuesta, Namjoon sólo pudo golpear su puño contra la pared del sótano.
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Siento la tardanza, pero estoy intentando estar un poco menos preocupada y agobiada por todo en general (también Wattpad) lol
espero que os guste esta locura de fic lmaoOoO