Decidí alejarme por completo de Cristóbal. Me hizo darme cuenta que es un error muy grande seguir persiguiendo. Quisiera volver a mi casa, pero no podría porque mi padre sabría que algo pasó y no quiero complicar más esta situación.
Tendré que seguir mis estudios desde acá. Me toco resignarme y pueda que el próximo semestre me pasé a mi ciudad.
Fui a mi Universidad a recoger el horario y tener todo listo para empezar las clases. Después fui al supermercado a comprar los víveres de la semana. La verdad es que no puedo estar un segundo mas sin una buena taza de café. Termine de acomodar lo que tenía empacado y me senté en mi enorme sala con mi deliciosa taza. Umm olfateo mi café, me encanta el aroma que desprende es increíble.
Mientras tanto observo playa que se visualiza desde mi ventana. Suspiro, puede que esto no sea tan mala idea después de todo. Lejos de mi familia sin supervisión de mis padres y sin que controle mi vida.
Terminó la video llamada con mis padres y decidí salir a conocer un poco más los alrededores. Me alisto y salgo a la calle, son un poco más de las 9 y está empezando a oscurecer. Camino hasta llegar a la playa, estoy un rato. Me devuelvo para mi departamento viendo los bares que están a nuestro alrededor y comienzo a planear las visitas que haremos cuando venga Sophie.
Llego a la esquina de la cuadra donde esta mi departamento y me percato que unas pers9nas están discutiendo. Me paso hacia la otra calle para evitar estar en medio de esa disputa. Cuando he caminado unos metros reconozco la voz de unos de los hombres que están peleando y de inmediato me detengo.
Observo como Cristóbal lee lanza un golpe a un hombre y este también se lo devuelve y varios hombres que están con el tipo que pelea Cristóbal se le lanza a él y lo cogen a golpes en el suelo.
Me asusto y empiezo a gritar que pare y a de pedir ayuda. Cuando me acerco veo a un Cristóbal golpeado y al parecer estar tomado ya que ríe e insulta a los hombres incitándolos a que lo sigan golpeando.
-¡¿Qué mierda les está pasando?!- Grito empujando a unos de los hombres que le da patadas en el estómago a Cris.
-Tú estúpido amigo hace rato esta buscando pelea- Dice unos de los golpeadores.
-Basta ya por favor ¿No ven que esta borracho?-
-Pues que no venga con sus borracheras a buscar problemas- Dice otro.
-Llevárselo- Dice un hombre vestido de mesero -Y trate de controlarlo, últimamente viene a emborracharse y a buscar problemas- Los otros hombres se alejan -Si no sabe tomar, pues que no beba o Un día de estos terminara muerto-Dice antes de dejarnos solos.
Cristóbal está riendo mientras toca sus costillas. Lo tomo del brazo y se queja por un momento cuando lo levanto, me da una corta mirada y me empuja soltándose con brusquedad de mis manos. Ruedo los ojos y camino detrás de él, mientras el camina cogiendo tocando su estomago.
-¿De nuevo en peleas señor?- Dice el portero al abrir las puertas para entrar al edificio.
-Cállate no te metas en mis asuntos si no quieres terminar en patitas a la calle- El señor abre sus ojos asustado.
-Disculpe señor- pasamos por su lado y ambos esperamos el ascensor mientras el se sostiene de la pared cerrando sus ojos y tocando su estomago y haciendo una mueca de dolor. Empiezo a observarlo y tiene los labios rotos, le ha sangrado la nariz, su pómulo se ve un poco hinchado. Su camisa esta sucia y se ve varias marcas de zapato. Abre los ojos y me observa de lado y yo volteo mi mirada hacia otro lado, hasta que el ascensor llega.
-De nada- Digo al llegar a mi casa y pasar por su lado para abrir la puerta.
-¿Porqué tengo que agradecer? ¿Por meterte donde nadie te ha llamado?-
-Imbécil- Digo.
-¡Te escuche!-Grita cuando las puertas del ascensor se han cerrado.
Suspiro. No sé que le pasa a Cristóbal y por lo que me di cuenta no es la primera vez que termina en peleas. De inmediato se me viene la imagen de la señora que estaba en su departamento ayer y de como me trato provocando un escalofrío en mi cuerpo.
Camino de un lado a otro por mi piso, preocupada e imaginando lo peor; decido ir a su departamento sin importar si le guste o no. Eso sí, esta vez iré preparada y tomo el taizer que me dio mi padre para electrocutar.
Salgo nerviosa oprimiendo el botón.
De nuevo las puertas están desbloqueada y puedo ingresar a su PH. Todo esta oscuro y tengo que andar con cuidado para no tropezar.
-Luces- Me asusto cuando escucho la voz de Cristóbal, lo busco con la mirada y está tirado en el suelo con los brazos extendidos y a su lado una botella de licor.
-¿Estas bien?- Pregunto.
-¿Qué te trae por acá princesita?- Dice ignorando mi pregunta.
Lo veo moverse y hace una mueca de dolor, no me aguanto y me acerco a su cuerpo con el pequeño botiquín.
-¿Qué haces?- lo ignoro y empiezo a sacar los implementos para limpiarlo.
-Quédate quieto- El se remueve y se queja cuando presiono la gaza en la herida -Deja de quejarte, no seas marica- Doy un respingo al darme cuenta lo que acabo de decirle, Cris enarca su ceja y se deja limpiar sus heridas.
Empiezo observarlo detalladamente mientras estudio sus facciones. Es tan hermoso, relamo mis labios y no me doy cuenta que Cristóbal está haciendo lo mismo que yo y no pasa desapercibido mi gesto. Ambos nos miramos a los ojos y me doy cuenta que poco a poco él se ha acercado a mi rostro.
Toma Mi mano y la quita de su rostro. La adrenalina del momento me recorre el cuerpo, verlo así tan vulnerable y lastimado ha creado un raro sentimiento en mí, su mirada me taladra el alma, siento que cada segundo que pasa me desnuda con ella, siento su respirar lento y pesado, se acerca aún más, y mientras curo sus heridas, el aire a nuestro alrededor se siente, más denso, mi piel se eriza al sentir el contacto de su piel y la mía es una leve caricia, pero siento como fuego recorrerme, levanto la mirada y sus ojos siguen fijos en mí, mis labios se entre abren y siento como un minúsculo y silencioso gemido escapa de mí, esperó no lo noté, pero creo que la suerte no esta de mi lado, su boca también se entre abre, e instantáneamente cierro los ojos y al pasar uno segundo siento sus labios sobre los míos.
Sus labios húmedos y calientes danza juntos a loa míos, sus manos se posan sobre mis hombros y caricias empiezan a ser esparcidas sobre ellos. Mi cuerpo está tenso, y una extraña sensación me recorre estoy ardiendo de deseo eso es exactamente lo que siento.
Poco a poco sus manos bajan a mis senos y sobre la delicada blusa me acaricia, siento como se ponen erectos al contacto y un pequeño gemido sale de mí, mi cuerpo reacciona de manera paralela a mi mente, poso mis manos sobre su pecho y comienzo acariciarlo, me separo de sus labios y por instinto me acerco a su cuello cierro los ojos y aspiro su aroma tan masculino, el hecha su cabeza hacia atrás, y riego húmedos besos por su clavícula que está desnuda, él gruñe y siento que muero de pasión.
El me hala y me presiona sobre su cuerpo, suelta un gemido de dolor y cuando me voy a separar de su cuerpo él me termina presionando más. Siento algo duro sobre mi vientre, pero distrae mi atención cuando empieza a besar mi cuello y sus manos recorren posesivamente mi espalda y posa sobre mis nalgas y presiona de manera salvaje y pasional
Eso me hace volver a sentir esa presión sobre mi vientre, su erección me apuñala, sus besos y caricias están acabando con mi cordura. Un momento a otro se separa de mi cuerpo y con dificultad se levanta; con mi respiración agitada lo observo desde el suelo.
Mi vista baja hasta sus pantalones donde veo un bulto, me sonrojo y lo veo sonreír. Extiende su mano para que yo la tome. Trago saliva y me levanto sin su ayuda ya que se que no puede hacer fuerza.
Cuando estoy a su altura toma mi mano y yo lo sigo hasta llegar unas escaleras.
Ambos subimos y caminamos por un pasillo hasta llegar a la última puerta. La abre y me deja pasar primero dándome cuenta que es su habitación, no me da tiempo de observarla ya que me ha tomado del cuello para atraerme hacía su cuerpo.
Me pongo de pie frente a él y lentamente se deshace de mi blusa dejando a la vista mi delgado y casi transparente sostén, mis pezones erectos lo saludan cual semáforo dándole luz verde para que avance.
Le ayudo quitándole la barrera, y cuando son liberados se tensa aún más, el no tarda en saciar su sed sobre mis senos, su lengua húmeda se enrolla sobre mis aureolas, tiro mi cabeza hacia atrás, su mano se posa en mí otro seno, luego repite la acción y viceversa.
Yo apoyo mis manos sobre sus hombros y los deslizo pausadamente por su espalda para aliviar un poco su dolor y para calmar mi deseo. Lo notó adolorido aun así que me separo de él, y me desnudo lentamente frente el quedo totalmente expuesta, veo como desliza su lengua por sobre sus labios y la humedad se desborda de entre mis pliegues mi centro palpita estrepitosamente, con un dedo empujo su hombro y el lo entiende y se acuesta sobre la cama, no puede evitar quejarse un poco al hacerlo.
Me pongo de rodilla y me deshago del cinturón, bajo su pantalón junto a su bóxer, y una enorme y muy pronunciada erección salta, se me hace agua la boca, nunca he vivido este tipo de situación y no entiendo mi proceder, pero imagino es parte de la naturaleza humana, depósito un beso sobre su pelvis mientras el me observa de manera felina, sus ojos están desbordando lujuria, y un gruñido varonil escapa de su garganta.
Eso me motiva a seguir tomando el mando, y me poso aun lado de la cama, retomamos los besos y las caricias cada vez son más arrolladoras, mi mano se mueve sola y termina masajeando el espécimen tan caliente y palpitante que este hombre tiene, subo y bajo mi mano a un ritmo que él va marcando sobre mi mano, y el con su otra mano hurga entre mis pliegues, y recoge mi húmeda y la saborea, mientras cierra sus ojos y repite la acción, una y otra vez, hasta que se pone más osado, y penetra con un dedo mi centro, cuando lo hace presiono su miembro y gimo, el se motiva más e introduce un segundo dedo.
Ya no es suficiente, necesito másme levanto y a la vez me poso sobre él, con las piernas abiertas busco su erección para restregarme en ella de manera descarada. Ahorita el pudor que se valla de paseo, necesito más y lo voy a tener. Tomo su miembro y me empiezo a deslizarlo por dentro mío, mientras ambos nos observamos a los ojos sin perdernos en nuestra mirada, llegando a la barrera cierro los ojos y me empujo hacia atrás haciendo que atraviese la barrera de mi virginidad.
Grito del dolor cuando la ha atravesado haciendo que ambos nos quedemos quieto por unos momentos.
Cristóbal levanta su pecho y lo escucho quejarse del dolor, pero parece que eso no le importa, no lo detiene y toma mi rostro para besarme de nuevo con pasión.
Empiezo a moverme de arriba abajo, toma mis caderas para llevar el ritmo de nuestra danza.
-Debiste…-Gime -De irte cuando te dije- muerde mi clavícula y baja a mi pecho -Ahora es tarde- Gimo al sentir sus dientes en mi pezón -Ahora tendré que matarla antes-
No entiendo lo que quiere decir, no soy capaz de hablar; solo me dejo llevar por sus movimientos hasta que siento mi cuerpo tensarse y una corriente desciende por mi cuerpo hasta llegar a mi centro y me vengo gritando su nombre y solo eso bastó para que él me siguiera.
Bueno esto se pone interesante. Les cuento que ayer me jodi mi recuperación por sentarme y esta vez lo he hecho desde mi móvil, cosa que no me gusta pero quiero avanzar más rápido en mis historias.
Encontrarán errores por esa razón.
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