Pomeranian Rabioso

By HardTouchSoftSoul

275 32 104

No a todos nos preocupa lo mismo. Y algunas peronas pueden resultar ser una bomba de relojeria si se las toca... More

Cascada
"I did it my way" [Cascada P.2]
Consecuencias / Cascada P.3

Detonacíon

122 14 15
By HardTouchSoftSoul

Nunca presiones demasiado a una persona. Nunca sabes cuándo puede explotar. Literalmente.

Un día más desde que dormían en la academia. Al principio todos estaban super emocionados, extrañados y se sentían quizá un poco fuera de lugar, con el paso de los días la situación se fue normalizando. Además, aun cuando no era uno de los objetivos por los cuales la dirección del centro decidió internarlos en el mismo, los lazos entre ellos se estaban estrechando creando un ambiente de familiaridad y compañerismo.

De todos modos es bien sabido que todo son risas y diversión hasta que te encuentras miguillas en tu suelo recién barrido, de unas galletas que definitivamente no te has comido tú. Oh, si, la convivencia y los roces cotidianos pueden ser el pasaje directo a la tumba de una amistad.

Más si lo que molesta no son unas miguillas de galletas sino una personalidad de mierda que no se puede barrer en un momento. Ni siquiera con la escoba más grande del mundo. La cual, por cierto sería muy necesaria en esta ocasión.

Con el buen empanamiento mañanero estaban Kirishima y Bakugō lavándose los dientes y acabándose de preparar. La mayoría del tiempo se les iba en el pelo. Para que luego se quejen de las chicas, pero vamos con esos peinados con una estructura digna de Calatrava normal que tardasen tanto. Por mucho que el rubio insistiera en la naturalidad de su pelo era un secreto a voces que ese estilo mezcla de "recién levantado" y "vengo del rave sin dormir" llevaba algún fijador y practica con el peine. Por otro lado Kirishima estaba tardando bastante más, de normar ya lo hacía. Siempre solía tardar más, pero esta vez estaba siendo exasperantemente lento.

Especialmente para Bakugō quien tenía la paciencia en el culo.

— Joder ¿se puede saber por que coño tardas tanto?

Kirishima dejó de mirarse en el espejo con el ceño levemente fruncido dando paso a una expresión más suave, una sonrisita de disculpa porque sabía que lo estaba haciendo esperar de más.

— Lo siento, tío es que tengo el pelo un poco más largo de lo normal y que cuesta ponerlo bien. Por el peso, ya sabes. — Al tener más era más difícil manejarlo, evidentemente, el pelo tenia tendencia a alisarse.

— Me importa una mierda lo que te pase en el puto pelo, date prisa. — Pone los ojos en blanco mientras cambia el peso de pie, aunque ahora que lo dice si era cierto que tenía el pelo más largo. No se había fijado mucho. Se le pasa algo por la cabeza pero no dice nada.

Kirishima ignora las malas formas de su amigo, pues ya estaba acostumbrado. Después se toca un mechón y se mira el flequillo. Pensativo. Gira la cara hacia el rubio y después la vuelve al espejo. — Tal vez me lo corte más que de costumbre. En plan tú -.

Bakugō no pudo poner más cara de asco. Enseguida negó de manera efusiva.

— A ver, para empezar solo me estás haciendo perder el puto tiempo, para seguir no se qué clase de idea de mierda es esa, que no tengas ni puta idea de peinarte no es motivo para que acabes pareciendo mi jodido primo hermano pelirrojo de bote. Y para acabar tu pelo siempre ha sido una puta mierda pinchada en un palo. ¿Nos movemos ya?

El" pelirrojo de bote" estaba curado de espanto con los insultos del otro que eran más bien como muletillas no obstante que se metiera tanto con su pelo si fue algo que le dolió ya que le había acarado expresamente que no le hacía ni puta gracia. Pero oye él como siempre. Y eso que parecía qué había dejado de hacerlo.

— Ni que ahora fueras Iida con tanta prisa por llegar a clase, imbécil, perdóname la vida no sabía que el hecho de que te relacionaran conmigo te provocaba tanto rechazo. — El sarcasmo era casi tan afilado como los salientes de su piel endurecida.

Ni hace falta decir que después de eso Kirishima intentó marcharse del baño con la cabeza bien alta y el pelo bien bajo. Bakugō le puso una mano en el hombro para pararlo un poco extrañado de que se lo hubiera tomado tan mal. Joder, no era para tanto. Simplemente no quería qué los dos acabaran con el mismo peinado. Le daba la sensación de que estaba exagerándolo todo.

— Tío no seas tan gilipollas que parece que te haya bajado la puta regla.

Evidentemente no fue el comentario más acertado. Era ridículo esperar que el rey de la muerte explosiva se disculpara. Vamos, que locura sentirse mal por herir los sentimientos de otra persona, de un amigo. Es más, hacer eso no es para nada de hombres de verdad. Joder ya podría ser un poquito más empático. Al menos con él.

— Tiene cojones que seas tú el que me dice eso. Tú que estás constantemente con cara de amargado e insultado a todo el puto mundo. Y tienes razón ya me joderia que pensaran que parezco un maldito cruce entre un pomeranian cabreado y un chihuahua estreñido.

Dicho eso Kirishima se apartó bruscamente del perro callejero con problemas de ira para irse con toda la dignidad a clase. Francamente Bakugō estaba anonadado por lo que acababa de pasar. Le había alzado la voz y a mucha mala leche. Lo vio irse con los puños cerrados y tensos dando pasos fuertes. Eso le hizo preguntarse si se había planteado pegarle un puñetazo algo así. Si hubiera sido otra persona la que le hubiera montado ese numerito la hubiera mandado a comer mierda. Eso estaba claro.

Pero no había sido otra persona. Una extraña sensación empezó a alojársele en la garganta. Como una especie de nudo. Le dejó algo de tiempo para que se le adelantara mientras empezaba a darle vueltas a lo ocurrido. Y por cierto, esos insultos habían sido puta mierda. Un poco más y le hacen gracia. Pero para puta mierda el resto del día ya que pareció ir a peor.

Desde el momento cero sus amigos y compañeros notaron el mar rollo entre ellos. Kirishima directamente le giraba la cara ignorándolo o le contestaba de forma seca. Era muy raro verlo así. Sobre todo porque con el resto actuaba tan normal. Animado y sonriente, como siempre. Por su parte, el rubio al principio solo bufaba y trataba de ignorarlo. Fingir que no le molestaba. Muy lejos de la realidad. Estaba demasiado irascible. Incluso para ser él. Le jodia un poco bastante que a pesar de ser un experto en explosiones, Kirishima le había estallado en la cara y pudo manejarlo.

El día pasó sin muchas más novedades. Nadie se atrevía a meterse. Esa era una misión suicida que no estaban dispuestos a tomar.

No fue hasta bien entrada la tarde, casi de noche que Bakugō se atrevió a buscar a su amigo. En otras circunstancias, si ese hubiera sido un día normal ahora estarían estudiando juntos ya que a Kirishima le costaban un poquito más las clases teóricas que a él. Lo ayudaba de buena gana, ya que le servía para no tener que estudiar luego. O eso decía.

Tocó la puerta mientras carraspeaba. Se sitio bastante estúpido al no recibir respuesta. Y casi como en una película mala, no fue hasta cuando estuvo a punto de irse que la puerta se abrió. El dueño de la habitación más varonil que la crema nívea For Men™ tenia los brazos cruzados y la mirada afilada. Aunque esa posición no duró demasiando. Rápidamente bajó las defensas, dejándole pasar. Siendo sincero, Bakugō sentía que esa habitación estaba demasiado abigarrada. Tenía los apuntes de hoy en una mano. Intentó empezar a hablar como si no hubiera pasado nada. Alegando que sin su ayuda solo iba a perderse más.

— Oh, así que aparte de mal peinado me vas a decir que soy estúpido ¿Algo más? ¿Mi habitación es horrible?¿ tengo los dientes feos? — Ya no parecía tan enfadado, sino más bien resignado. Incluso hizo un mohín.

— Hey, ¿Si ya sabes que pienso de tu habitación para que preguntas? Y ya te he dicho que tus dientes me encantan. Imbécil. — Ya dentro del habitáculo se sentó en la cama del otro sin pena ni gloria. Era eso o sobre el escritorio que estaba lleno de trastos. En La silla estaba Kirishima, expectante.

Pero al final fue él quien abrió la boca primero. Del mismo modo que él tenía un límite el chihuahua tembloroso y enfadica también. En realidad con verle la cara y expresión corporal ya sabía que el otro se quería disculpar. Por eso mismo lo dejó correr y decidió que ponerse realmente a estudiar sería lo más adecuado. Después de todo, necesitaba ese repaso. Y así pasaron un par de horas. Aunque inevitablemente a medida que avanzaba el tiempo ellos se iban desviando de los estudios. Comentando todo lo que no se habían dicho durante el día. En realidad era una conversación bastante trivial y ligera. Justo lo que necesitaban para sentir que todo volvía a la normalidad entre ellos.

En cierto momento Bakugō se quedó ligeramente embobado viéndolo acomodarse el pelo. Había perdido las cuentas de las veces que repetía el gesto. Al tenerlo liso y suelto era inevitable. En ese momento, aun estando en habitación ajena se estiro para abrir un cajón y rebuscar.

—¿Oye, quien te ha dado permiso para escarbar entre mis cosas? — inquiere el otro con falsa indignación.

— Mis santos cojones. — Tras decir eso, utiliza la goma que ha sacado como una especie de tirachinas. Tirándosela a la cara sin miedo a sacarle un ojo. La reacción del pelirrojo es reírse. Definitivamente. Ya volvía a ser el.

Kirishima le mira alzando una ceja interrogante con una sonrisa divertida sin entender a qué venia eso. Pero estaba agarrando disimuladamente una almohada para contra atacar.

— Creo que el pelo así te queda bien. — Bakugō lo suelta como otra de sus bombas aunque esta había sido completamente inesperada. Las cejas de su compañero casi acaban tocando el techo. Lo había pillado por banda. —Pero si te molesta había pensado que podías hacerte un man bun de esos. Y quita esa cara de gilipollas.

Inmediatamente coge la goma del pelo negra y lo intenta hacer, sin mirarse al espejo. Le pregunta a su excesivamente agresivo e improvisado estilista que le parece. Bakugō estalla en carcajadas. Por su parte Kirishima pasa a tener la cara igual de roja que su pelo, ya que no entiende las risas. Aprovecho incluso para sacarle una foto con el móvil.

— Pues parece que una maldita vaca te haya lamido la puta cabeza, estás ridículo. — Lo dice con su usual tacto de estropajo para sartenes.

— Pues como tú en las practicas con las agencias. — Pone los brazos en jarra, aunque de buen humor sabiendo que estaban de broma.

De forma algo inesperada Bakugō se acerca a él, de rodillas sobre la cama y sin preguntar de nuevo, se pone a arreglarle ese pelo ridículamente tenso y recogido. Básicamente le afloja el moño y le saca un par de mechones para que no parezca que trabaja en una carnicería. No era un trabajo para la NASA y como el si lo estaba viendo. No fue muy difícil. Lo que si fue un poco difícil fue mantener la cara de póker para Kirishima. Después de todo lo tenía muy cerca tocándole el pelo. Menudo chaval. Le había vuelto la vida una montaña rusa, con explosiones incluidas.

— Listo, ya no pareces el tontopollas de turno. —Le tiende su propio móvil para que se mire.

Kirishima parece bastante satisfecho y comenta lo masculino que se ve con ese recogido Hasta se hace una foto para mirase mejor. Tenía una sonrisa satisfecha. Aunque no más que el otro, quien sonreía ladinamente porque efectivamente tenía razón.

— Ya me lo podrías haber dicho esta mañana — Dicho eso se le tira encima. En plan placaje. De nuevo tiene un mohín y el tono es de reproche. — Bakugō pone los ojos en blanco, no era su madre como para tener que ir diciéndole como peinarse.

Aunque muy entre dientes susurra una disculpa o algo así que sorprende al otro. De todos modos no se repite y se quedan mirándose unos segundos. Kirishima aún está encima de él. Ninguno dice nada por unos segundos hasta que Bakugō lo invita muy dulcemente a morirse un rato. El pelirrojo vuelve a reír ahora si seguro de que todo ha vuelto a lo normalidad, pero se rehúsa de bajársele de encima mientras el rubio se remueve cual pescado fuera del agua y amenaza con volarle la puta casa. Habitación. Residencia. Lo que sea. Sin ningún Miedo y aun con el móvil del otro en la mano Kirishima Saca un selfie de la situación y sin vergüenza alguna lo manda al grupo de clase. No hace falta decir que más de uno se sorprende cuando esa foto llega envía desde el número de su compañero más explosivo. Sin duda esa foto había sido la bomba.

*Hasta aquí el One-shot. Primera vez que escribo en Mucho tiempo. Se agradecen los cometarios. Esta pèndiente de correccion pero tengo cero paciencia.

Evidentemente los personajes no son de mi propiedad. Habia pensado convertir esto en una serie de historias autoconclusivas de estos dos. Si os gusta la idea hacedelo saber. Muchas gracias y buenas noches*

Continue Reading

You'll Also Like

1.2M 49.2K 54
Being a single dad is difficult. Being a Formula 1 driver is also tricky. Charles Leclerc is living both situations and it's hard, especially since h...
712K 15.9K 44
In wich a one night stand turns out to be a lot more than that.
522K 18.7K 94
The story is about the little girl who has 7 older brothers, honestly, 7 overprotective brothers!! It's a series by the way!!! 😂💜 my first fanfic...
1M 58.1K 37
It's the 2nd season of " My Heaven's Flower " The most thrilling love triangle story in which Mohammad Abdullah ( Jeon Junghoon's ) daughter Mishel...