RECLUTA A8: LA GUERRERA ─── t...

By thndrsme

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─ RECLUTA A8: LA GUERRERA ࿐♡ ˚.*ೃ꒱ ❝but i got smarter, i got harder in the nick of time. honey, i rose up... More

『 ANTES DE LEER 』
▬ Recluta A8: La guerrera↯ Play Game
Trailer ▬ ❝I have killed more people than you think❞
Cast ▬ ❝Get up and finish what you started❞
『 LEVEL ONE: THE MAZE 』
━Capítulo uno
━Capítulo dos
━Capítulo tres
━Capítulo cuatro
━Capítulo cinco
━Capítulo seis
━Capítulo siete
━Capítulo ocho
━Capítulo nueve
━Capítulo diez
━Capítulo once
━Capítulo doce
━Capítulo trece
━Capítulo catorce
━Capítulo quince
━Capítulo dieciséis
━Capítulo diecisiete
( 🎮 ) GAME OVER: LEVEL ONE
『 LEVEL TWO: THE SCORCH TRIALS 』
━Capítulo uno
━Capítulo dos
━Capítulo tres
━Capítulo cuatro
━Capítulo cinco
━Capítulo seis
━Capítulo siete
━Capítulo ocho
━Capítulo nueve
━Capítulo diez
( 🎮 ) GAME OVER: LEVEL TWO
『LEVEL THREE: THE ESCAPE』
━Capítulo uno
━Capítulo dos
━Capítulo tres
━Capítulo cuatro
━Capítulo cinco
━Capítulo seis
━Capítulo siete
━Capítulo ocho
━Capítulo nueve
━Capítulo diez
( 🎮 ) GAME OVER: LEVEL THREE
『LEVEL FOUR: THE DEATH CURE』
━Capítulo uno
━Capítulo dos
━Capítulo tres
━Capítulo cuatro
━Capítulo cinco
━Capítulo seis
━Capítulo siete
━Capítulo ocho
━Capítulo nueve
━Capítulo diez
━Capítulo doce
━Capítulo trece
━Capítulo catorce
━Capítulo quince
( 🎮 ) GAME OVER: EPILOGUE
━FINAL ALTERNATIVO: PARTE I
AVISO SUPER IMPORTANTISIMO
━FINAL ALTERNATIVO: PARTE II

━Capítulo once

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❝ EL SEGUNDO IMPACTO


╔═════❃✧.⭑༄✦. ✰ ° ═════╗

( ✦ ༄ . °✰ capitulo 11 ° . ༄ )

── FINAL, PARTE 3──

═════════════════════




ALGUNAS DE LAS IDEAS DE THOMAS PODÍAN LLEGAR A RESULTAR muy estúpidas, y tal vez si estuvieran en otra situación, Zoe se hubiera negado rotundamente a hacer lo que Thomas estaba proponiendo ahora.

Pero, tomando en cuenta que estaban a punto de ser capturados, la idea de saltar del edificio no resultaba tan absurda.

Zoe y Thomas consiguieron levantar uno de los tantos tanques que estaban en la habitación, y con un poco de esfuerzo, lograron impactarlo contra la gran ventana que estaba frente a ellos.

El cristal se rompió en miles de pedazos, mientras el tanque caía varios pisos antes de caer dentro de una especie de piscina que estaba frente a esa parte del edificio.

Todos miraban atónitos aquella escena, sintiendo como los nervios y el vértigo se instalaban en sus cuerpos al ver como el tanque impactaba contra el agua.

Zoe frunció sus labios, para después intercalar su mirada entre todos sus amigos.

—Espero que sepan nadar —murmuro la joven, logrando que ellos la miraran—. Que será peor ¿morir ahogado o caer varios metros de altura e impactar en el concreto?

—Sí, mejor no pensemos en eso —le respondió Thomas—. Si se puede, solo hay que... tomar impulso.

Thomas retrocedió, alejándose lo suficiente del borde de la ventana para poder tomar el impulso necesario.

Zoe observo las miradas que compartían Minho y Newt, en donde se notaba claramente lo alarmados que estaban.

—Es Thomas ¿Qué esperaban? —les dijo la castaña, antes de darle unos golpecitos amistosos a Minho en su espalda—. Hemos hecho cosas peores.

Zoe se alejó de ellos, colocándose justo al lado de Thomas, mientras se preparaba para aquello que estaban a punto de hacer.

Podía notarse relajada, como si saltar de un edifico fuera de las cosas más normales que se pueden hacer, pero Zoe realmente estaba aterrada.

Tal vez por todos los recuerdos que estaba repitiéndole su mente, o por todo lo que había sucedido en lo que iba de la tarde.

Minho y Newt no tardaron en acercarse a sus otros dos amigos, tomando sus posiciones, mientras sentían como los nervios estaban comenzando a transformarse en adrenalina.

—¿Thomas estas seguro?

—La verdad no —le respondió a Minho, logrando que todos lo miraran.

—Que motivante.

—Si, en verdad nos inspiras —le dijo Newt esta vez.

—¿Es mal momento para decir que no sé nadar?

Todos miraron a Zoe, quien por un momento estuvo a punto de decirles que era una broma, para tranquilizarlos.

Pero la castaña se quedó estática en su sitio, escuchando claramente un extraño zumbido que provenía de afuera de la habitación en la que estaban.

—Mierda —murmuro—. ¡Hay que hacerlo ya!

Thomas estuvo a punto de decirle algo, pero fue interrumpido por el fuerte impacto que se llevó la puerta, consiguiendo que esta se abriera y los guardias intentaran comenzar a entrar.

—¡Entren, entren!

El cuarteto de amigos se quedó estático por unos segundos, observando atónitos a la persona que acababa de chocar con la puerta y empujaba el mueble que habían colocado como barrera.

—¿Nolan?

—¡Corran! —les grito Zoe a todos sus amigos.

El shock y los nervios del momento se les olvidaron por completo al ver como Nolan los apuntaba con una de sus armas.

Todos corrieron directo hacia la gran apertura, tomando el impulso suficiente para saltar.

—¡No!

Pero en ese momento ni Janson, ni Nolan, pudieron detener a ese cuarteto de rebeldes.

Los cuatro amigos habían conseguido saltar, olvidándose por ese instante del miedo que sentían.

—¡Thomas!

Fue la primera palabra que gritaron todos a excepción del mencionado, mientras sentían como el aire los golpeaba con brusquedad y sus estómagos se contraían.

Los segundos en los que estuvieron cayendo se sintieron eternos, mientras sentían como todo el aire que inhalaban les quemaba los pulmones y como sus cuerpos se tensaban.

Fue horrible, pero a la vez emocionante.

Era una terrible combinación de emociones, pero por esos segundos, Zoe se sintió viva.

Hasta que observo que estaban a punto de caer en el agua.

—¡Mierda!

Fue ahí cuando ya no le resulto emocionante.

En cuanto impacto contra el agua, toda la adrenalina se disolvió, siendo sustituida por un instante de dolor.

Zoe sintió el agua envolviéndola, causándole una gran sensación de pánico al no saber qué hacer en ese momento.

Perdió el control de su cuerpo, mientras su mente la comenzaba a asfixiar. Parecía que tanto el agua como sus recuerdos se habían aliado, y el único objetivo que tenían en común era ahogarla.

Estaba asustada, porque no sabía que hacer o como luchar. Movía sus brazos frenéticamente, intentando impulsarse hacia la superficie, pero sentía que algo la arrastraba hasta el fondo de esa piscina, la cual parecía ser bastante profunda.

Por un momento pensó en que tal vez no lo lograría, que el agua y sus pensamientos la habían consumido.

Pero no fue así.

Zoe sintió como alguien la sujetaba de su muñeca, y tiraba fuertemente de ella, consiguiendo sacarla de sus pensamientos y motivarla a que ella también intentara salvarse.

Thomas consiguió sacar a Zoe, quien en cuanto estuvo fuera, comenzó a toser, intentando sacar toda el agua que había ingerido.

—Estas bien?

La castaña consiguió asentir mientras respiraba agitada.

Zoe y Thomas llevaron sus miradas hasta el ventanal roto por donde habían saltado. Sin duda alguna, esa era una de las cosas que más emociones le provoco.

En cuanto Minho y Newt lograron llegar a la superficie, comenzaron a sacudir su cabello y tallarse sus ojos, para poder mirar el mismo punto que observaban Zoe y Thomas.

Todos se tomaron un pequeño momento para tranquilizar a sus agitados corazones.

—¿Ese es Nolan? —pregunto Newt en un susurro, mientras observaba con asombro el edificio.

—Sí... es una larga historia.

Todos decidieron cortar el tema en ese momento, ya hablarían después sobre eso, ahora lo que tenían que hacer era salir de ahí, así que comenzaron a nadar hacia el borde de la piscina.

Thomas sujeto a Zoe, para poder ayudarla a salir de aquella piscina, no sin antes mostrarle su dedo de en medio a Janson y Nolan, quienes se encontraban en el borde de la ventana, observando con resentimiento al cuarteto de amigos.

No tardaron en llegar al borde, pero en cuanto sus cuerpos comenzaron a salir completamente del agua, sintieron como el frio los golpeó, logrando que sus cuerpos temblaran.

Thomas ayudo a sus amigos a salir, verificando que todos se encontraran bien.

Zoe se levantó con dificultad, pero en cuanto estuvo de pie, unos sonidos detrás de ella la pusieron alerta.

La castaña y el resto de sus amigos maldijeron por lo bajo al escuchar como varias armas eran recargadas a sus espaldas.

—¡Ustedes cuatro no se muevan!

Todos miraron detrás de ellos, encontrándose con varios guardias apuntándolos con sus armas.

—No, esto no es cierto —murmuro Thomas, mientras tomaba la delantera y ponía detrás de el a todos sus amigos.

—¡No se muevan!

Pero era más que claro que no los obedecerían.

Zoe y Thomas comenzaron a mover con lentitud sus manos, buscando las pistolas que tenían guardadas en los bolsillos de sus pantalones.

La castaña podía rozar el armazón con las yemas de sus dedos, pero los guardias se percataron de esto.

—No, no, no... ni se les ocurra —los amenazaron, logrando que el pánico nuevamente los comenzara a asfixiar—. Los quiero de rodillas y con las manos en la cabeza.

Y en ese momento, ocurrió otra locura.

Uno de los guardias que había estado apuntando a Zoe y sus amigos, se giró hacia sus compañeros y comenzó a dispararles, sin darles tiempo a que reaccionaran.

Los guardias cayeron uno tras otro, siendo inmovilizados en el suelo gracias a los choques eléctricos que recorrían sus cuerpos.

Zoe y sus amigos observaron atónita a aquel guardia que estaba frente a ellos, sin saber que hacer o que decirle, pero, por si las dudas, ya tenía su propia pistola entre una de sus manos.

—Hijo de perra —murmuro con dificultad uno de los guardias, mientras se retorcía en el suelo.

—¿Qué carajos acaba de pasar?

Pero la pregunta de Zoe no fue respondida con palabras. El misterioso guardia solo se limitó a acercarse a ellos, antes de retirarse su casco y revelarles su identidad.

Todos soltaron un suspiro de alivio, a excepción de Minho, quien se encontraba procesando lo que sus ojos estaban observando.

—¿Gally?

—Minho —lo saludo el chico, antes de llevar su mirada al edificio por donde acaban de saltar sus compañeros—. Sí que están locos.

Gally comenzó a caminar, alejándose del lugar y obligando al resto del grupo a seguirlo.

Thomas se giró a mirar a Minho, quien aún se encontraba procesando todo lo que estaba sucediendo. Acababan de ver a Nolan en el edificio, intentando atacarlos, y ahora aparecía Gally, salvándolos.

¿Qué estaba sucediendo? ¿Las cosas se invirtieron?

—Te explico luego —fue lo único que pudo decirle Thomas, antes de comenzar a caminar, dejando a Minho con sus mil pensamientos.

—Parece que es la noche de revivir a los muertos —murmuro Zoe, al lado de Minho.

Su amigo se giró a mirarla, intentando calmar su respiración y hacer que se esfumaran todos los pensamientos y recuerdos que estaban atacando su mente en esos momentos.

—Eso no ayuda ¿sabes?

Zoe sonrió, antes de obligarlo a que comenzar a caminar para que pudieran ir a la par con el resto del grupo.



──── ✩✧☾✧✩ ────



Nolan y Janson caminaban por los pasillos de CRUEL, ambos igual de irritados y con ganas de descargar su ira con cualquier persona que se atravesara en su camino.

Sin embargo, el enojo de Nolan era muy diferente al de su padre.

—Solo tenías una cosa que hacer, una sola cosa Nolan —le reclamo Janson, logrando que el castaño pusiera los ojos en blanco—. Y la dejaste ir. Que incompetente eres.

—¿Yo soy el incompetente? ¿Es enserio? ¿Tú quieres hablar de incompetencia? —pregunto el joven, obligando que su padre se detuviera para poder mirarlo—. Tú, el que ha dejado que ellos se le escapen más de dos veces. Creo que los dos somos igual de incompetentes, y eso que tu llevas más tiempo trabajando aquí...

—Cállate —le ordeno Janson, mirándolo con molestia—. No tienes ningún derecho a hablarme de ese modo.

—Tu tampoco...

—Soy tu padre —le recordó el hombre, logrando que Nolan lo mirara con una sonrisa burlona.

—Eres todo, menos eso —se atrevió a responderle, intentando por primera vez, ser rebelde ante sus figuras de autoridad.

—Nolan, te lo advierto...

—¿Me estás hablando como mi papá o como mi jefe?

Lamentablemente Janson no pudo responderle a Nolan, ya que en ese momento Hugo apareció, logrando que tanto padre como hijo, lo miraran.

—Suelten la red —le ordeno Janson a Hugo, mientras comenzaba a caminar nuevamente, siendo seguido por él y por Nolan—. Declaren ley marcial. Nadie sale hasta encontrarlos.

—Listo señor. Vigilamos el autobús, nuestras patrullas lo persiguen.

Janson y Nolan se detuvieron, mirando con una terrible confusión a Hugo, quien en ese momento se arrepintió de haber comentado aquello.

—¿Qué autobús?



──── ✩✧☾✧✩ ────



—¡Brenda, no quiero presionarte, pero deberías acelerar más porque nos están alcanzando!

Carl logro pasarse al frente junto a Brenda, mientras ella maldecía por lo bajo al ver la cantidad de patrullas que iban tras ellos.

—¡Mierda, ya llegaron más!

—¡Carl, cállate! —le pidió la azabache, mientras observaba como las patrullas comenzaban a rodearlos—. ¡Agárrense!

—¡Brenda!

El llamado de Carl consiguió que la joven se girara a mirar a su costado, encontrándose con una de las patrullas que estaba muy cerca del autobús.

—¡Agárrense! —volvió a decirles Brenda, antes de irse contra la patrulla.

El choque entre ambos vehículos consiguió que todos los niños comenzaran a gritar, provocando que Carl se girara a mirarlos, frustrado por todos los gritos.

—¡Dejen de gritar y agárrense! —el joven se giró a mirar a Brenda, quien no dejaba de conducir mientras mantenía adherida la patrulla al autobús—. ¿Qué vas a hacer?

Pero Carl no obtuvo una respuesta con palabras, lo único que consiguió fue observar como Brenda estampaba la patrulla contra la entrada a uno de los metros subterráneos.

La camioneta se volcó en medio de la calle, provocando que otras patrullas chocaran contra ella e impidiendo que los demás vehículos pudieran seguir circulando por ese lugar.

Carl observo con asombro lo que la azabache había provocado, mientras ella comenzaba a reírse, burlándose de CRUEL.

—Debo admitir que eso da miedo, pero fue jodidamente atractivo —murmuro, antes de observar la cantidad de patrullas que venían detrás de ellos y también las que estaban enfrente—. ¡Brenda nos van a alcanzar!

La azabache se quejó, antes de girar con fuerza el volante para poder tomar una nueva ruta, todos los chicos soltaron sonoros gritos al sentir como el camión giraba.

—¡Carl, cuida a los niños!

El pelinegro no tuvo más remedio que girarse a mirar a los niños, especialmente el que llevaba los frascos de suero.

—¡Ey, tu! ¡Sujeta bien esos frascos, todo eso vale más que tu vida y la mía, juntas!

Brenda resoplo, pero ya no le dijo nada a Carl.

Definitivamente, el chico no era un buen niñero, ya que lo único que conseguía era que los niños se asustaran aún más gracias a sus gritos.

—Mierda...

Estaban cerca de la entrada a la ciudad, pero las patrullas y los guardias de CRUEL los habían acorralado.

Su camino estaba bloqueado por todas esa camionetas y guardias, aunque claramente no se esperaban lo que aquel grupo de jóvenes rebeldes habían planeado.

Camille y todos sus amigos observaban con preocupación a los guardias que estaban detrás de ellos, sintiéndose asustados al creer que ya los habían capturado de nuevo.

—Yo iré —le dijo Brenda a Carl—. Tu quédate con ellos ¿okey?

—¡Los quiero fuera del vehículo!

La azabache se levantó del asiento de piloto después de escuchar la orden de uno de los guardias.

Paso a un lado de Carl y le sonrió, antes de que el tomara el asiento de Brenda.

La chica observo a los niños, quienes no eran capaces de articular ni una sola palabra.

—No se muevan —les indico Brenda antes de estar por salir del autobús, pero luego regreso—. Que bien lo hacen.

Cuando Brenda salió del autobús, los guardias la recibieron con varias órdenes, mientras la apuntaban con sus armas.

—¡Ahora apártate del vehículo! —Brenda no obedeció, simplemente observo a su alrededor—. ¡He dicho que te apartes del vehículo! ¡Las manos arriba!

Brenda comenzó a caminar con lentitud hacia la parte de enfrente del autobús, mirando desafiante a todos los guardias que estaban ahí.

—Tu puedes, tu puedes, tu puedes —murmuraba Carl, sintiendo como su abdomen comenzaba a hormiguearle.

Solo que esta vez no sabía si era por los nervios o por el virus que lo estaba consumiendo.

—¡Suelta el arma!

Pero Brenda no obedeció, ni siquiera le había importado que más guardias llegaran por la otra calle.

Lo único que hizo fue sonreír desafiante, mientras comenzaba a levantar con lentitud el arma, provocando que los niños desde el autobús la miraran expectantes.

Y disparo.

La bengala tomo por sorpresa a todos, capturando su atención y obligándolos a seguirla con la mirada hasta que exploto en el cielo, liberando sus chispas rojas.

Esas mismas chispas fueron la señal que Sarten necesitaba para poder entrar en escena.

La gran pinza de la grúa cayo justo frente a Brenda, quien la tomo rápidamente.

—¡Avancen, avancen!

Los guardias comenzaron a caminar hacia el autobús, mientras Brenda lo enganchaba a la pinza de la grúa y Carl se giraba a mirar a los niños.

—¡Vámonos, vámonos!

Los niños entraron en pánico, pero le hicieron caso al joven, quien rápidamente regreso hacia donde ellos estaban, sentándose junto a Camille.

—¡El autobús no debe salir de aquí! —gritaban los guardias, desesperados—. ¡Que no escapen!

Cuando el autobús estuvo completamente enganchado, Brenda rápidamente corrió hasta el para poder subirse.

—¡Todos agárrense de algo! —les grito la azabache.

Brenda nuevamente tomo su asiento, mientras escuchaba como el autobús comenzaba a crujir.

—¡Agárrense! ¡Aquí vamos!

—¡Que no la escucharon, agárrense de algo!

En cuanto Carl se sujetó de uno de los asientos, sintió como unas cuantas niñas rápidamente se abalanzaron sobre él, sujetándose con fuerza del pelinegro.

—¡Pero no de mí! ¡Bueno ya!

El autobús comenzó a despegarse del suelo con movimientos muy bruscos, provocando que todos los niños soltaran varios gritos de pánico al sentir como el autobús colgaba, elevándose cada vez más.

—¡Prepárense! —les aconsejo Brenda al ver lo cercan que estaban de un edificio, en el cual terminaron chocando.

—¡Mierda! —grito Carl al ver como algunas ventanas se rompían y unas partes del edifico caían—. ¡Con un carajo, dejen de gritar, no nos vamos a morir! A menos que se rompa el soporte del autobús.

Si... eso solo consiguió que los gritos aumentaran aún más.

—Que gran apoyo —le dijo Camille, mientras seguía aferrándose con fuerza al brazo de su amigo.

El autobús siguió viajando por toda la ciudad, con bastante dificultad, ya que Sarten procuraba no estamparlo contra mas edificios.

Y, aunque el viaje fue estresante y lleno de pánico, Sarten termino consiguiendo sacarlos de la ciudad, dejándolos a unos cuantos metros lejos de la gran barrera.

—Lo logramos —murmuro Carl, observando cómo estaban fuera de la ciudad, pero muy lejos del suelo—. ¡Vamos a vivir!

Pero su felicidad y la tranquilidad de los niños no tardo en desaparecer, siendo sustituida por el pánico en cuanto escucharon como el autobús crujía y se movía con brusquedad, como si el soporte del autobús se estuviera rompiendo... justo como Carl había dicho.

—Ay no...

Brenda también había cambiado su felicidad por miedo, siendo ella la que observaba con más claridad como el autobús estaba a punto de desprenderse.

—¡Todos agárrense fuerte! —les grito Brenda a todos los chicos, logrando que Carl se asustara.

—¡Vamos a morir!

Fue lo último que dijo Carl antes de terminar aferrándose a las niñas que lo habían estado abrazando.

Todos terminaron soltando un largo y sonoro grito, en cuanto sintieron como el autobús caía a gran velocidad, ya que Sarten había dejado que todo el cable de la grúa cayera.

Los niños miraron tras ellos, asustados al ver como estaban a nada de impactarse contra el suelo.

Y para su mala suerte, la longitud del cable no fue suficiente, ya que en cuanto esta se terminó, provoco un fuerte impacto que solo consiguió que el autobús se terminara desprendiendo por completo.

El vehículo termino cayendo con fuerza, llevándose un gran impacto contra el suelo, rompiendo todos los cristales y dejando al autobús en completa oscuridad.

Los niños y Carl dejaron de gritar, dándoles la oportunidad de regularizar sus respiraciones o intentar obtener más oxígeno.

—Eso fue... horrible...

Todos estaban comenzando a tranquilizarse, mientras el autobús se estabilizaba en esa posición, pero eso no duro mucho, ya que el vehículo no soporto el peso y termino yéndose hacia el frente, provocando que nuevamente todos gritaran con fuerza.

El autobús impacto por segunda vez, destruyéndose completamente, pero dejando que ahora si todos los que estaban a bordo pudieran respirar tranquilos.

Brenda se incorporó, mientras respiraba entrecortadamente, una sonrisa se formó en su rostro de solo recordar todo lo que había vivido en esos pocos minutos.

La azabache se giró a mirar detrás de ella, buscando desesperadamente a Carl, quien se encontraba sentado, manteniendo sus ojos cerrados y aferrándose con fuerza a todos los niños que estaban con él.

—¿No morimos? —pregunto en un susurro, mientras comenzaba a abrir sus ojos con lentitud—. ¡No morimos!

El pelinegro se incorporó de golpe, mientras observaba a cada niño, verificando que no hubiera nadie herido.

—¡Okey, todo el mundo fuera! —les ordeno Brenda, mientras se levantaba para poder salir del autobús.

—Tranquilos, al menos no estamos muertos —les dijo Carl a todos los niños, quienes suspiraron aliviados—. Ahora, bajen. Tenemos que irnos.

Todos comenzaron a bajar del autobús, siendo supervisados por Brenda y Carl, siendo este último el que se encargaba de agruparlos y revisar que estuvieran bien.

Un grito resonó por encima de ellos, consiguiendo que el pánico regresara en los niños pero que de Carl y Brenda saliera un suspiro de alivio.

Todos miraron hacia arriba, encontrándose con una persona descendiendo por el cable de la grúa, que termino impactando contra el autobús.

Sarten dejo salir un sonoro quejido, que consiguió preocupar a sus dos amigos.

—¡Sarten! ¿estás bien?

—¡Si!

El joven se incorporó con dificultad, antes de quedar recostado sobre el techo del autobús, dándose la oportunidad de observar a sus amigos y a todos los niños que estaban con ellos.

—¡Eso fue increíble!

Todos comenzaron a reír, hasta que Sarten rastreo con su mirada el lugar, percatándose de que sus amigos no estaban por ningún lado.

—¿En dónde están?

Carl y Brenda se miraron al notar como el rostro de Sarten había cambiado drásticamente.

Era más que obvio que el chico esperaba poder encontrarse ahí con todos sus amigos, pero ellos aún no lograban salir de la ciudad.



──── ✩✧☾✧✩ ────



Nolan y Janson llegaron hasta el subnivel 3, específicamente en el lugar donde mantenían el suero y a los inmunes. Y, al encontrarse con todo ese desastre, Janson sintió como la ira se instalaba nuevamente en él.

A Nolan no le sorprendía, conocía a Zoe, a Minho, a Newt, y de cierto modo también a Thomas, así que, viniendo de ellos, era de esperarse que cosas como estas sucederían.

El castaño se quedó de pie junto a la doctora, mientras ambos solo se dedicaban a observar a Janson.

El hombre salió de la bóveda, sintiéndose desesperado al no ver ni un solo frasco de suero ahí.

—Aun no salen.

Fue lo último que les dijo, antes de alejarse del lugar, siendo seguido por los guardias, a excepción de Nolan.

El joven observo todo, a los guardias amarrados, la bóveda vacía, las mantas regadas por el piso, todos los monitores encendidos y algunas cosas rotas.

—No me sorprende.

—A mí tampoco —agrego la doctora, antes de girarse a mirar al castaño—. Deberías ayudar a Janson, si quieren atraparlos, hasta el momento tu eres el más capaz para lograrlo.



──── ✩✧☾✧✩ ────



Zoe y sus amigos aún se encontraban corriendo por las calles de la ciudad, escondiéndose de todos los guardias y de las patrullas que andaban de un lado a otro.

La presión estaba comenzando a asfixiarlos, especialmente a Zoe y Newt, quienes no podían controlar todas las voces que comenzaban a sonar en sus cabezas.

Pero una diferencia muy clara entre ambos era que Zoe podía controlarlo, podía resistirse al control mental y fingir que estaba bien, que no estaba perdiendo la cabeza, que podía resistirlo. Y Newt no, a él poco a poco el virus lo consumía, llevándose su energía y todo lo que podía mantenerlo en pie.

Su estado emporaba con cada minuto que pasaba y eso era cada vez más claro para todos.

—Bueno —hablo Gally, moderando su agitada respiración—. Ya están muy molestos.

—¿Y los túneles?

—Como a 12 calles, Thomas —le respondió Gally, sabiendo que era casi imposible llegar a ellos.

Newt comenzó a toser, llamando la atención de todos sus amigos. Zoe y Minho no tardaron en acercarse a él, mirándolo preocupados.

—Lo vamos a lograr —le aseguro Gally a Thomas al ver su expresión llena de preocupación.

—Newt ¿Cómo estás?

El rubio tenía su mirada perdida, pero al escuchar la pregunta de Minho consiguió levantar su mirada, mientras respiraba con pesadez.

—Podrido —fue lo único que le respondió, antes de poner una mano sobre el hombro de Minho y sonreírle—. Me alegra volver a verte.

Minho se alejó de Newt y Zoe para poder acercarse a los otros dos chicos, quienes observaban como la castaña conversaba y sujetaba el rostro de Newt con delicadeza.

—¿Cuánto tiempo lleva así?

—Se pondrá bien —fue lo único que le respondió Thomas a Minho, mientras se quitaba una de sus chaquetas—. Solo hay que ir con Brenda, ella es quien tiene el suero. Ahora, ven, vámonos.

El castaño se levantó, para poder acercarse a sus dos amigos, con la única intención de ayudar a Newt a que se incorporara.

—Oye, Newt, ven hermano debes levantarte...

El rubio hizo un intento por poder levantarse solo, pero ya no podía mantener el equilibrio, afortunadamente Thomas estaba ahí para sujetarlo y evitar que se cayera.

—Wow, Wow, Wow... ¿estás bien?

—Sí, si... estoy bien.

Thomas se pasó uno de los brazos de Newt por encima de sus hombros, antes de girarse a mirar a Zoe.

La castaña seguía sentada en el suelo, mientras observaba sus manos, sintiendo un extraño cosquilleo en ellas.

—¿Tu estas bien?

Zoe levanto su mirada, encontrándose con el rostro de preocupación de Thomas. El castaño no merecía tener aún más peso sobre sus hombros, así que Zoe solo atinó a decirle que estaba bien.

Minho aprovecho que se quedó a solas con Gally para hacerle una pregunta.

—¿Por qué nos ayudas Gally? Te atravesé con una lanza.

—Sí, nadie es perfecto, Minho.



──── ✩✧☾✧✩ ────



Nolan caminaba por los pasillos de CRUEL, buscando con desesperación a cualquier superior que le diera indicaciones, pero no encontraba a absolutamente nadie.

Termino llegando hasta el laboratorio, en donde Teresa se encontraba trabajando con desesperación.

Nolan no sabía si era una buena idea ingresar ahí y hablar con ella, pero sus emociones lo estaban literalmente empujando hacia la puerta.

El castaño carraspeo su garganta, mientras caminaba con lentitud hacia la pelinegra, quien en cuanto escucho el carraspeo se atrevió a levantar su mirada, llevándose una terrible sorpresa.

El vaso de cristal que llevaba entre sus manos termino cayendo en el suelo, rompiéndose en pedazos y consiguiendo que Nolan se arrepintiera por un instante de haber entrado al laboratorio.

De los labios de Teresa salió un débil suspiro, mientras sentía como todo a su alrededor vibraba al igual que su cuerpo.

—No soy un fantasma, si eso es lo que piensas —Nolan sonrió débilmente, antes de sujetarse su nuca, reflejando su nerviosismo—. Desde que desperté intente venir a hablar contigo, sabía que estabas aquí, pero Janson me lo prohibió... no sabía cómo reaccionarias.

Teresa no se movía, no decía nada; solo estaba ahí, de pie, observando fijamente el rostro de Nolan lleno de rasguños, sangre seca y muchos moretones.

Su mente comenzó a trabajar de manera rápida, mandándole todos los recuerdos en donde Nolan y ella estaban involucrados, logrando que los latidos en su corazón se dispararan.

Toda esa emoción creciente en su pecho pudo lograr que Teresa se olvidara por un solo instante de lo que estaba haciendo.

El poder de los recuerdos y de su relación con Nolan habían podido lograr que por un momento Teresa se olvidara de todo, excepto de ellos dos.

Y era difícil, porque por primera vez pudo recuperar una de las pocas cosas buenas de su pasado.

—¿Estas bien?

Pero Teresa no respondió, lo único que hizo fue correr hasta donde estaba Nolan y abalanzarse sobre él.

Lo abrazo con fuerza, logrando que Nolan se sorprendiera, pero terminara aceptando el abrazo. No era una reacción que hubiera esperado, pero realmente se sentía bien al ver que esto había sucedido.

Rodeo la cintura de Teresa, mientras ella sentía como algunas lágrimas estaban a punto de comenzar a caer.

—¿Cómo es esto posible?

—Es una larga historia —murmuro Nolan, mientras peinaba con delicadeza el cabello de Teresa—. Y muy complicada.

Teresa se separó de él, mientras lo observaba fijamente, notando en su hombro unas extensiones metálicas.

Nolan lo noto, tensándose y viéndose obligado a apartarse por completo de la pelinegra. No tenía las palabras adecuadas para explicarle a Teresa lo que él era y muchos menos el cómo decirle que él podría ser el causante de que su hermana muera.

—Digamos que soy un soldado —consiguió decirle, antes de suspirar—. Una de las tantas razones por las que me revivieron.

—¿Tienes todos tus recuerdos?

Nolan sonrió, antes de asentir.

Teresa acepto esa respuesta, pero se encontraba deseosa de saber más sobre Nolan y cómo es que ahora estaba vivo. Lo único que quería era sentarse a charlar con él y recuperar el tiempo perdido, pero en estos momentos ninguno de los dos debía perder tiempo.

—¿Qué estabas haciendo?

La pregunta que le hizo Nolan consiguió que Teresa regresara a su realidad.

—Son unos análisis, porque creo que descubrí algo muy importante.

La pelinegra caminó hasta su mesa de trabajo, antes de tomar asiento para poder terminar de preparar el suero en el que unía las sangres de Zoe y Thomas.

Nolan no tardo en acercarse a ella, observando con atención todo lo que había en la mesa.

—¿Eso es sangre? —la pelinegra asintió, logrando que Nolan la mirada confundido—. ¿De quién? ¿Y para que la quieres?

Teresa no respondió, solo se limitó a señalar con su cabeza los monitores.

Nolan se levantó, dejando que Teresa continuara realizando los análisis con esa sangre, mientras él se acercaba a los monitores.

—¿Es de ellos? ¿Cómo la conseguiste?

El castaño no obtuvo respuesta, así que solo se dedicó a leer toda la información que aparecía en la pantalla sobre Thomas y Zoe.

Eran informes médicos, estudios, análisis de sus comportamientos y muchas cosas más, las cuales solo podían interesarles a los médicos y a los líderes de CRUEL.

En otra de las pantallas se encontraban otras dos personas, Newt y Carl, en donde claramente se reflejaba que ambos no eran inmunes.

—¿Por qué estás haciendo esto?

—No es cierto —murmuro la castaña, después de haber observado a través del microscopio la reacción del virus contra el suero que había preparado—. No es posible...

—¿Qué? ¿Qué sucede?

Teresa se giró a mirarlo, sin saber cómo explicarle lo que acababa de descubrir. No quería que el rumor corriera, porque en este momento lo único que le interesaba era poder preparar un poco del suero con la sangre que tenía, antes de decírselo a Ava Paige.

La joven observo los monitores, encontrándose con las fotografías de Newt y Carl, despertando en ella una extraña sensación. Su mente no tardo en formar un plan, en donde tanto el grupo de Thomas como el de CRUEL se beneficiarán.

Pero para poder lograr llevar a cabo ese plan, necesitaría la ayuda de alguien.

—Necesito que Zoe y Thomas vengan —dijo la pelinegra, obteniendo la total atención de Nolan—. ¿Estás muy ocupado?

El castaño negó, sin entender que era lo que estaba sucediendo.

—Tienes que buscarlo —Teresa le señalo la fotografía de Carl—. Necesito que lo encuentres y que lo traigas.

—¿Por qué? ¿Qué está ocurriendo?

Teresa suspiro, decidiéndose finalmente en correr el riesgo.

—Necesito más de esto —la pelinegra le mostro los pañuelos ensangrentados—. Thomas y Zoe no pueden salir de aquí... necesito más, por fin... por fin tenemos un avance y no pienso quedarme de brazos cruzados.

—¿Encontraste la cura?

—¿Puedo confiar en ti? —Nolan asintió, sin dudar ni un segundo en su respuesta—. Bien, entonces encuentra a Carl y tráemelo.

—¿Por qué a él? Si a los que necesitas son a Zoe y Thomas.

—Porque si tengo a Carl, Zoe tendrá que venir por el...

—Y si Zoe viene...

—Thomas vendrá tras ella.

Ambos se miraron, antes de que Nolan asintiera y comenzara a caminar hacia la salida, pero la voz de Teresa lo detuvo.

—Nolan —el chico se giró a mirarla—. No le digas a nadie sobre esto.

—No lo hare, te lo prometo.

Teresa asintió, observando como Nolan se alejaba corriendo del laboratorio.

No sabía cómo lograría encontrar a ese tal Carl, pero estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible por encontrarlo. Tal vez, después de todo, no sería tan necesario que él se manchara las manos de sangre.



──── ✩✧☾✧✩ ────



El trio de amigos junto con todo el grupo de niños inmunes, habían conseguido llegar nuevamente al cuartel de Lawrence.

Brenda llamaba al hombre con desesperación, lista para entregarle los frascos con suero, pero no obtenía ninguna respuesta por parte nadie.

El cuartel parecía estar completamente abandonado y muy desorganizado, con cientos de papeles tirados, fogatas encendidas y la mayoría de las habitaciones con sus luces encendidas, pero no había nadie.

—Esperen un segundo, esperen —les pidió Sarten a los niños, obligando a que se detuvieran.

Carl aprovecho ese momento para poder tomar un poco de aire, intentando mantenerse tranquilo.

El pelinegro maldijo por lo bajo, antes de tomar una gran bocanada de aire, sin poder dejar de pensar en cómo todo se estaba yendo al carajo.

—¿Dónde están Brenda? —pregunto Sarten, pero la azabache no le respondió, solo se dedicó a seguir rastreando el lugar—. Todos esperen aquí.

—¡Lawrence!

—¡Thomas! ¡Zoe! —Sarten gritaba el nombre de sus amigos, mientras comenzaba a buscar junto a Brenda—. ¡Newt!

Carl sabía que la idea que está surcando su mente podía resultar catastrófica, pero no pensaba quedarse de brazos cruzados, esperando a que sus amigos llegaran o que alguien viniera a rescatarlos.

El virus estaba dentro de él, pero aún no lo llevaba al borde de la locura... aun podía hacer algo por el resto del grupo, aun podía ir en busca de Zoe y lograr que ella y sus amigos llegaran sanos y salvos al refugio.

Aún tenía tiempo.

—Camille.

En cuanto la niña escucho que Carl la llamaba, rápidamente se acercó a él, bajo la atenta mirada de algunos niños.

—Tengo que ir por los demás ¿okey?

—Pero, es muy peligroso...

—Si, por eso mismo debo hacerlo. Prométeme que te quedaras aquí y no harás una locura ¿sí? —Camille tardo unos segundos en asentir, pero termino haciéndole esa promesa a Carl—. Cuídate... y dile a Brenda que la quiero mucho.

Camille asintió, antes de observar como Carl recargaba sus armas y se colocaba una chaqueta.

—Te quiero...

Dejo un beso en la frente de Camille antes de comenzar a correr directo hacia la salida, sin mirar atrás y teniendo un solo objetivo en mente.

Carl suspiro, sabiendo perfectamente que ese viaje que estaba emprendiendo podría tener muchas consecuencias.

Pero, aun así, acepto correr los riesgos. Por primera vez se dejó llevar por sus impulsos y sus ganas de proteger a su nueva familia, la cual en estos momentos necesitaba toda la ayuda posible.

Aun podía resistir.

—¡Ya no hay nadie aquí! —exclamo Brenda, antes de salir nuevamente al pasillo y observar a los niños—. ¡Carl!

Pero nadie le respondió.

—¡Carl!

Camille salió de entre toda la multitud de los niños, logrando que Brenda la mirara con preocupación.

—Carl se fue...

—¿Qué? —murmuro Brenda, mientras buscaba desesperadamente al pelinegro.

—¿Qué ocurre? —pregunto Sarten, acercándose nuevamente al grupo.

—Carl se fue —le respondió Brenda, en un hilo de voz—. ¡Carajo!

La azabache sintió una extraña presión inundarla, mientras unas increíbles ganas de llorar se instalaban en ella.

Tenía miedo.

Lo aceptaba, estaba aterrada, porque no quería que nada malo le pasara a Carl, o a Zoe, o al resto de sus amigos.

—Tengo que ir a buscarlo.

—No —Sarten la detuvo, logrando que la azabache lo mirara e intentara tranquilizarse—. Sé que volverán... sé que todos regresarán, solo... tenemos que esperar.

El tono de duda en la voz de Sarten solo conseguía que ambos se cuestionaran. Querían creer que aún tenían oportunidad de ganar y poder llegar hasta el refugio todos juntos, pero con cada minuto que pasaba, sus esperanzas se reducían.



──── ✩✧☾✧✩ ────



Mientras tanto, en otra parte de aquella destruida ciudad, Lawrence junto a su gente acababan de llegar al recinto en donde muchos ciudadanos los estaban esperando.

El hombre camino entre todas las personas, quienes esperaban impacientes el saber porque los habían reunido a todos ahí en medio de la noche.

Era difícil calcular la cantidad de personas que estaban ahí, podía decir que eran cientos, pero con cada paso que daba parecía que el numero iba en aumento.

Pero era la cantidad necesaria para que su plan pudiera llevarse a cabo.

Lawrence se subió a la camioneta llena de explosivos y líquidos inflamables, antes de tomar un poco de aire y atreverse a quitarse la capucha que mantenía en las sombras a su rostro.

Muchos de los habitantes soltaron diversas exclamaciones de sorpresa en cuanto observaron lo que era el líder de toda esa reunión.

—No tengan miedo... no soy muy apuesto —les dijo Lawrence, intentando ignorar todos los murmullos de las personas—. ¡Pero todos sabemos quiénes son los enemigos! ¡Los cobardes detrás de esos muros!

Todas las personas no tardaron en gritar, apoyando el discurso de Lawrence.

—¡Tienen un nombre... para las personas como nosotros! ¡Ellos nos llaman cranks... los monstruos! ¡Pero yo digo que los monstruos son ellos!

La gente gritaba, mostrándose completamente de acuerdo con cada palabra que aquel hombre les decía.

—¡Ellos iniciaron esta guerra, pero esta noche nosotros la terminaremos! ¡Síganme! ¡Síganme y les mostraremos los rostros de las personas... a las que decidieron olvidar!

Todos, absolutamente todos los ciudadanos se mostraron de acuerdo. Llenándose de adrenalina y gritándole a Lawrence, reflejando que lo seguirían, que estaban dispuestos a luchar.

—¡Síganme y la ciudad será suya!

Todos soltaron vítores, mientras sujetaban y levantaban sus armas con fuerza, listos para ir detrás de Lawrence.

Estaban listos para luchar, para acabar con toda la ciudad y volverla suya. Toda la ciudad se había unido para cobrar venganza... la justicia había quedado olvidada, porque lo único que querían era destruir y acabar con todas esas personas que los ignoraron.

La guerra había iniciado.

Lawrence observo a toda esa gente llena de ira, lista para descargarla en contra de CRUEL... fue en ese momento cuando supo que era la hora de iniciar todo. De darle a su pueblo la oportunidad de vengarse.

La camioneta en donde Lawrence se encontraba no tardo en arrancar, conduciendo con velocidad hacia el gigantesco muro que separaba ambas ciudades.

La gente de Lawrence sabia el sacrifico que el hombre estaba a punto de hacer, pero nadie podía impedírselo, y mucho menos ahora que todos los ciudadanos estaban dispuestos a luchar.

—¡Vámonos!

Todos comenzaron a correr detrás de la camioneta, la cual conducía a máxima velocidad.

Los guardias que estaban vigilando el perímetro no tardaron en ver la camioneta y todas esas personas que iban detrás de ella.

Intentaron impedir el ataque, pero gracias al acceso que Gally había dado, no pudieron detener a Lawrence y su equipo.

Sus armas no funcionaron, e intentaron atacarlos desde arriba, pero no les funciono.

No había modo de detenerlos.

Lawrence encendió su bengala, sujetándola con fuerza mientras se encaminaba a su trágico destino, pero al mismo tiempo liberador.

Por fin, después de tanto tiempo, estaba a punto de darle a los ciudadanos la entrada a la ciudad de CRUEL.

Y fue ahí, cuando el segundo impacto ocurrió. Todo el lugar exploto.

La camioneta llena de explosivos termino impactando contra la gran barrera, generando una tremenda explosión que sacudió toda la ciudad.

Su seguridad había caído por completo.

Y la ciudad no tardaría en hacerlo.

Zoe y sus amigos estaban caminando por las calles cerca de esa inmensa barrera, teniendo la oportunidad de presenciar como el lugar se incendiaba y los trozos de aquel muro comenzaban a caer, dando el perfecto acceso a todo el que quisiera ingresar a la ciudad de CRUEL.

Gally sabía lo que significaba, Lawrence lo había logrado, había dado incido a la guerra.

—Deberíamos acabar con CRUEL, no con toda la ciudad.

Zoe y sus amigos se giraron a mirar a Gally, encontrándose con la mirada llena de decepción con la que el joven observaba aquella apertura en la barrera.

Todos pudieron percibir como Gally se sentía e intentaron comprenderlo, pero ahora también tenían sus propios problemas.

—Gally vámonos.

Fue lo único que pudo decirle Thomas, antes de darle una palmada a Gally en su hombro para comenzar a alejarse de ese lugar.

Tenían que ser rápidos ahora que estaban quedando en medio de una nueva catástrofe.

Zoe observo como Thomas y Minho se llevaban a Newt, pero Gally no parecía querer avanzar.

La castaña tuvo que colocarse a su lado, antes de llevar una de sus manos hasta la de Gally, dándole un fuerte apretón y tirando de ella.

El joven reacciono, llevando su mirada de decepción hacia Zoe, quien solo lo miro con una sonrisa triste. No había que más hacer, no tenían el poder para detener esa guerra.

Gally le regreso el apretón de manos a Zoe, antes de comenzar a correr de nuevo. Intentando alejarse del desastre que estaba tras sus espaldas.



──── ✩✧☾✧✩ ────



CRUEL por primera vez tuvo miedo de los ciudadanos que vivían a las afueras, siempre los subestimaron y ahora, los papales se habían invertido.

Toda esa gente dejo de ser el blanco vulnerable, las personas que son fáciles de cazar y asesinar... ahora, la más poderosa organización estaba tomando ese lugar, viéndose débil ante todas esas personas que buscaban venganza.

Y lo único que les quedaba era huir.

Podían escuchar y ver como las personas ingresaban a la ciudad, listas para acabar con todo el personal de CRUEL y poder tomar el control, así que recurrieron a su ultima opción, una evacuación inmediata.

Todos querían salvarse, pero muy pocos lo lograrían.

Zoe lo había dicho, era mejor emprender un viaje de justicia, porque cuando buscas venganza, deberás cavar dos tumbas, la tuya y la de tu enemigo.

La doctora Ava Paige caminaba por desesperación por los pasillos de sus instalaciones, tenían que salir lo más pronto de ahí, pero había una persona que no quería hacerlo.

"El ultimo transporte parte en 38 minutos. Repito, es una evacuación obligatoria"

Teresa ignoraba por completo esos anuncios, porque en lo único que estaba enfocada era en terminar el suero.

La doctora Paige no tardo en encontrarla, reprendiéndola al instante por no haber salido ya de ahí.

—Teresa, ¿Por qué sigues aquí? Tenemos que irnos.

—No, no me iré... no voy a irme sin Zoe... y sin Thomas.

—Demasiado tarde, ya se fueron.

—¡No! No lo... es que no lo entiende —la pelinegra se giró a mirar a la doctora, antes de levantar uno de los tubos de ensayo que contenían la sangre de su hermana—. Necesito más... venga, mire.

La joven se apartó un poco del microscopio, dándole el espacio suficiente a la doctora para que pudiera observar lo que había descubierto.

—No solo está frenando el virus... lo invade... de manera lenta, pero lucha contra el virus de una manera agresiva —le explico Teresa, antes de colocar una nueva muestra, en donde estaba su segundo análisis—. Ahora mire lo que sucede cuando a la sangre de Thomas se le añade la de Zoe... el virus es invadido en cuestión de segundos, la sangre de mi hermana acelera el proceso... y ambas logran erradicar por completo el virus...

La doctora se giró a mirar a Teresa, impactada por el descubrimiento que hizo la pelinegra.

—Tenemos que encontrarlos. 





═════════════════════E

WUENAS WUENAAAAAAAAAAAAS

¿COMO ANDAN GENTE? ¿PANIQUEADOS? JSKKSJAS

No les voy a mentir, ya tengo otro capítulo escrito, que probablemente suba el jueves, pero todo dependerá de si acabo el que sigue después de ese, y solo déjenme decirles que las cosas se ponen cada vez mas intensas... mi teclado sufre cuando escribo de tantas cosas que siento al momento de escribir JSKAJKSJAS

Aquí ya comenzó el desmadre y muchos de nuestros personajes estaban tomando diferentes hilos en la trama, #miedo

Además de que vimos un poco mas sobre Nolan y Teresa, #miedo

Solo me queda decirles que le recemos a Diosito porque las cosas ya están tomando rumbos muy preocupantes. 

Los tqm, nos leemos prontis <3

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